MONOGRÁ FICO ASOCIA CIÓN IN TERNA CIONA L DE C IUDAD ES EDU CADOR AS 2011 3 CIUDAD, JUVENT UD Y EDUCAC IÓN CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN Índice E n tr ev is ta s Manuel Tornare 10 Norman Wray 14 Maquento S. Lopes 18 Marta Cots 22 São Paulo (Brasil): Apostando por la autonomía juvenil Leandro Benetti Jóvenes y Nuevas Tecnologías Francis Pisani El cambio social y las transiciones de la educación al mundo laboral Andy Furlong Rennes (Francia): El deporte como mecanismo de participación juvenil Julie Guyomard, Yvan Dromer, Louis Bertin Crisis del futuro, redefiniciones de la ciudadanía y formas de participación cultural de la juventud Carmen Leccardi Turín (Italia): Servicios para la autonomía juvenil Marta Levi Zaragoza (España): Programa Vive y Convive Silvia Calvo Mateo 46 52 64 66 69 59 40 La Juventud y las Políticas de Juventud en un mundo globalizado René Bendit 28 Año Internacional de la Juventud Editorial 6 4 CIUDAD, JUVEN TUD Y EDUCAC IÓN MONOGRÁFICO Sección de Juventud, Deporte y Educación Física de la UNESCO Jordi Casanovas A rt íc u lo s E x p er ie n ci a s La mitad de los habitantes del mundo, es decir, 3.000 millones de personas tienen menos de 25 años. Según los datos de la Agencia para la Juventud de las Naciones Unidas, en el año 2010 el 18% de la población mundial tenía edades comprendidas entre los 15 y 24 años. La población juvenil mundial, que vive mayoritariamente en zonas urbanas, crece a un ritmo del 0’7% anual y lo continuará haciendo como mínimo durante una década más. Ante la evidencia demográfica que supone a escala planetaria el peso de la población juvenil y coincidiendo con la celebración, en 2010, del 25º aniversario del primer Año Internacional de la Juventud, que había permitido introducir con éxito destacado la problemática juvenil en la agenda pública de los estados y de las ciudades, la 65ª Asamblea General de la ONU decidió dedicar el Año que va de agosto 2010 a agosto 2011 a este sector de la población. Enmarcado en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y con el lema “Diálogo y com- prensión mutua”, se ha invitado a los estados, ciudades, federaciones y asociaciones a promover medidas encami- nadas a difundir entre los y las jóvenes los ideales de paz, libertad, progreso y solidaridad. Como una contribución a dicho año, la AICE decidió elaborar el presente Monográfico “Ciudad, Juventud y Educación” con la voluntad de poner de manifiesto que las políticas locales de juventud cobran cada vez más importancia en la promoción, participación y mejora de la calidad de vida de este sector de edad. En este marco, las entrevistas, artículos y experiencias que se presentan inci- den en diferentes aspectos que afectan a la gente joven. El primer bloque ofrece una serie de reflexiones a través de cuatro entrevistas con responsables políticos munici- pales y representantes de organismos y asociaciones ju- veniles de diferentes zonas geográficas. Las inicia Manuel Tornare, ex alcalde y miembro del Consejo Administrativo de Ginebra, quien describe los objetivos, la organización y algunas de las iniciativas de la Delegación de Juventud de su ciudad, entre ellas La Caja de Trabajos, el Centro de inserción VIA o las acciones de apoyo al tejido asociativo. Seguidamente, Norman Wray, concejal de la ciudad de Quito, reflexiona sobre las culturas urbanas y los estigmas que pesan sobre éstas, y nos presenta algunas experien- cias como el Consejo Metropolitano de Jóvenes y la Casa Metropolitana de las Juventudes. Maquento Sebastião Lopes, secretario de la Unión Panafricana de la Juventud, nos explica la misión de esta federación de asociaciones juveniles del continente africano, centrada en promocionar la implementación de políticas de juventud a partir de los principios de la Carta de la Juventud Africana. Finalmente, Marta Cots, presidenta del Consejo de la Juventud de Barcelona, plataforma independiente juvenil que se ha convertido en uno de los referentes europeos de los últimos 30 años, expone la contribución y la colabora- ción con el Ayuntamiento en la mejora de las condiciones y de la calidad de vida de la gente joven de la ciudad. El segundo bloque del monográfico presenta cuatro artículos de fondo. Con “La juventud y las políticas de juventud en un mundo globalizado”, René Bendit, consul- tor especialista en políticas de juventud y antiguo inves- tigador del Instituto Alemán de la Juventud, reflexiona sobre cómo la globalización está cambiando extraordina- riamente los procesos de emancipación juvenil y plantea las políticas integrales de juventud como el instrumento por excelencia de las políticas locales para facilitar a los jóvenes las herramientas y los recursos que les permitan afrontar con éxito el tránsito a la vida adulta. Por su parte, el sociólogo británico Andy Furlong, profe- sor de la Universidad de Glasgow, en el artículo “Cambio social y las transiciones de la educación al mundo laboral” describe el contexto de recesión económica que afecta especialmente a la juventud y que produce cambios pro- fundos en la transición del sistema educativo al mercado laboral (itinerarios no lineales, experiencias individuali- zadas, requerimiento de nuevas habilidades sociales y técnicas, etc.), y apuesta por programas de formación de calidad que permitan una verdadera inserción laboral. A continuación , Carmen Leccardi, profesora de la Uni- versidad de Milán–Bicocca, en el artículo “Crisis del futuro, redefiniciones de la ciudadanía y formas de participación cultural de la juventud” describe, en un contexto de crisis de valores, la centralidad de la “ciudadanía cultural”, de la participación y las prácticas culturales y artísticas de los jóvenes en la reapropiación del espacio público de la ciudad y como antídoto contra la “presentificación” del tiempo que caracteriza nuestra sociedad. Este bloque lo cierra el artículo “Jóvenes y Nuevas Tecnologías” de Francis Pisani, politólogo y periodista francés especialista en las tecnologías de la información, quien analiza la evolución de las TIC, las tendencias de la red Internet, el rol de los y las jóvenes en la sociedad de la información, los cambios por la progresiva aceleración y digitalización de la sociedad (redes sociales, formas de organización horizontal, empresas 2.0), así como los problemas que se derivan (brecha digital, seguridad...), poniendo en cuestión la creencia generalizada de que la llegada de generaciones nativas digitalmente implique Editorial necesariamente una verdadera comprensión del potencial de las TIC. La última parte del Monográfico expone experiencias de cuatro ciudades educadoras. La ciudad de Rennes con dos proyectos, uno de actividades deportivas en horario noc- turno, y el otro un proyecto piloto para facilitar el acceso a los equipamientos deportivos a grupos de jóvenes en si- tuación de vulnerabilidad. La ciudad de Zaragoza presenta un programa intergeneracional de viviendas compartidas que da respuestas a dos necesidades: paliar la soledad de las personas mayores y facilitar el alojamiento a jóvenes estudiantes. São Paulo describe el Centro Cultural de la Juventud Ruth Cardoso, un megaequipamiento emblemáti- co de 8.000 m2 que ha recuperado una zona conflictiva de la periferia de la ciudad; una experiencia exitosa de innovación cultural y de participación juvenil. Finalmente, Turín, Capital Europea de la Juventud en 2010, presenta tres nuevos servicios municipales de fomento de la auto- nomía juvenil: alojamiento para jóvenes, asociacionismo y emprendeduría juvenil. Me gustaría destacar algunos elementos que se despren- den de las aportaciones: • La constatación de los efectos de la globalización en la vida de los ciudadanos y en especial en el sector juvenil, que está transformando los procesos de eman- cipación y dificultando la realización de los proyectos de vida de los jóvenes (paro y precariedad laboral, dificultades a la hora de acceder a la vivienda...). • Cambios que afectan al mercado laboral y a la tran - sición escuela-trabajo y que comportan, consecuente- mente, trayectorias no lineales, experiencias individua- lizadas, necesidad de adquisición de nuevas habilidades técnicas y sociales, y de potenciar la educación formal, no formal e informal. • El impacto de las tecnologías de la información -de las que los jóvenes son los usuarios por excelencia- en nuestras sociedades, planteando nuevas oportunidades y riesgos. • El convencimiento de que la prolongación de la etapa juvenil lleva a definir la juventud como una etapa de la vida con características propias que tiene potenciali- dades y oportunidades, pero también puntos débiles y amenazas en el actual contexto de crisis. Ello genera fenómenos que afectan a la cultura, al espacio público, a la comunicación, a los lenguajes, a los estilos de vida, al consumo, a los usos del tiempo y a la participación social y política de los y las jóvenes. • La necesidad de la implicación social y política de la gente joven y la importancia que supone que desde las administraciones públicas se reconozca y se dé soporte al asociacionismo juvenil y, a la vez, se vele por la crea- ción y atención a los canales de participación juvenil en los procesos de elaboración, diseño y evaluación de las políticas públicas. • La especial relevancia de las políticas de juventud y de su transversalidad en todos los niveles de la adminis- tración, especialmente en el nivel local por ser el más próximo a los jóvenes. Se trata de implementar políti- cas integrales de juventud (acción conjunta y priori- zada de todas las áreas) y su corolario (planes globales, coordinación interdepartamental, etc.) en detrimento de las políticas sectoriales, como el mejor instrumento para hacer frente a los nuevos retos de la globaliza- ción, encarar los problemas de la emancipación juvenil y facilitar herramientas a los jóvenes para que puedan elaborar y llevar a cabo sus propios proyectos. Para acabar, una reflexión: la Carta de Ciudades Educa- doras (2004), señala que la educación, entendida en un sentido amplio, es un eje fundamental y transversal del proyecto político de la ciudad. En esta concepción, es incuestionable que las políticas desarrolladas por las ciudades (la planificación urbana, la cultura, el deporte, la salud, la educación, la infancia, la tercera edad...) contri- buyen a la construcción de un proyecto común y de un iti- nerario individual propio. También debería contribuir a ello la política de juventud. Sin embargo, los datos con los que trabajamos nos indican que el sector juvenil, a pesar de su importancia numérica y de sus necesidades manifiestas, no goza aún de suficiente reconocimiento ni por parte de la ciudadanía ni de las políticas públicas. Queda todavía camino por recorrer. Tal y como se apunta en el Monográfico, hay motivos suficientes para animar a las ciudades a asumir el reto de plantear el desarrollo e implementación de políticas de juventud innovadoras de carácter global y transversal, que faciliten recursos y servicios para lograr la plena ciudadanía de este segmento de la población. Pensamos que el contenido de este Monográfico puede contribuir a este objetivo, que es también la hoja de ruta del Año Inter- na cional de la Juventud 2010-2011. Os animo a leerlo. Jordi Casanovas Berdaguer Pedagogo, especialista en políticas de juventud Asesor Técnico del Plan Joven de Barcelona CIUDAD, JUVEN TUD Y EDUCAC IÓN MONOGRÁFICO Año Internaci onal de la Juv entud: 12 de agosto d e 2010 – 11 de agosto de 20 11 ¿Por qué un Año Internacional de la Juventud? En diciembre de 2009, la Asamblea General de las Nacio- nes Unidas aprobó la resolución 64/134 en la que procla- maba el Año Internacional de la Juventud del 12 de agosto de 2010 al 11 de agosto de 2011 y con ello ponía de manifi- esto la importancia que la comunidad internacional otorga a la integración de los temas relacionados con la juventud en los programas de desarrollo mundiales, regionales y nacionales. Con el tema “Diálogo y comprensión mutua”, el Año tiene como objetivo promover los ideales de paz, respeto de los derechos humanos y solidaridad entre las diferentes generaciones, culturas, religiones y civilizacio- nes. El Año ofrece un marco para situar a la juventud en primera línea de los debates mundiales; es una oportu- nidad para avanzar en los programas de desarrollo de la juventud y abogar por más inversiones y compromisos por y para la juventud. El mundo se enfrenta a diferentes crisis, a menudo solapadas, en los sectores financiero, de seguridad y medio ambiente, así como a otros problemas socio- económicos que dificultan la consecución de los objetivos de desarrollo acordados internacionalmente. Invertir en la juventud y colaborar con ella es fundamental para superar estos problemas de manera sostenible. Los programas de juventud se consideran, cada vez más, como un área importante del desarrollo nacional directamente relacio- nada con el bienestar económico, político y social de un país. Ello es consecuencia del reconocimiento por parte de todos los agentes implicados (políticos, autoridades nacionales y municipales, académicos, sociedad civil, © U n es co . diálogo y com prensión mut ua CIUDAD, JUVEN TUD Y EDUCAC IÓN MONOGRÁFICO organizaciones intergubernamentales y no gubernamen- tales, medios de comunicación, sector privado y Sistema de las Naciones Unidas) del rol de la juventud como cola- boradora y pilar fundamental del desarrollo. Por tanto, se le deben proporcionar las oportunidades para desarrollar sus capacidades y habilidades, así como para participar de forma constructiva en sus comunidades. El Año Internacional de la Juventud en las Naciones Unidas La Red Inter-Agencias para el Desarrollo de la Juventud de las Naciones Unidas Formada por entidades de las Naciones Unidas cuyo trabajo está relacionado con la juventud, su objetivo es aumentar la efectividad del trabajo en materia de desarrollo de la juventud a través de una mayor colaboración e intercambio entre las principales entidades implicadas. El Programa de Juventud de las Naciones Unidas ejerce la presidencia permanente de la Red y anualmente, con carácter rotativo, se elige un copresidente entre los miembros. En el año 2010 la UNESCO fue elegida para ejercer la copresidencia de la Red hasta marzo de 2011. Los términos de referencia de la Red se adoptaron en la reunión de inter-agencias organizada por el Departamen- to de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Uni- das y la UNESCO, en la sede que esta última organización tiene en París, los días 18 y 19 de febrero de 2010. Durante la reunión, la Red definió varias iniciativas de colaboración para el bienio 2010/2011, incluidas las actividades relacio- nadas con el Año Internacional de la Juventud. Asimismo, desarrolló el enfoque de las Naciones Unidas para el Año Internacional de la Juventud con el fin de ofrecer un mar- co concreto para los trabajos colectivos del Año. Enfoque Marco de la ONU para el Año Internacional de la Juventud El enfoque del Sistema de las Naciones Unidas para el Año se centra en tres áreas esenciales y en todas ellas las relaciones de colaboración con la juventud son fundamen- tales. Los progresos alcanzados durante este Año en cada una de las áreas sentarán las bases para continuar traba- jando en el ámbito del desarrollo de la juventud, en el cual se inscriben la implementación del Programa Mundial de Acción para la Juventud y la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Las tres áreas principales del Enfoque Marco son las siguientes: 1. “Sensibilizar”: Aumentar el compromiso y la inversión en la juventud • Aumentar el reconocimiento del desarrollo de la juventud como una inversión inteligente por parte de los sectores público y privado. • Abogar por el reconocimiento de las aportaciones de la juventud al desarrollo nacional y comunitario, así como a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. • Promover la comprensión de las desigualdades entre la juventud, así como la forma de abordar de manera efectiva las necesidades de los más desfavorecidos. • Impulsar la investigación y la creación de conocimiento sobre la juventud para poder orientar mejor las políti- cas y programas dirigidos a la juventud. 2. “Movilizar e implicar”: Aumentar la participación y cola- boración de la juventud • Institucionalizar mecanismos de participación de la juventud en los procesos de toma de decisiones. • Apoyar a las organizaciones juveniles y sus iniciativas para aumentar su contribución a la sociedad. • Fortalecer las redes y las colaboraciones entre gobiernos, organizaciones juveniles, académicos, organizaciones de la sociedad civil, sector privado, medios de comunicación y el Sistema de la ONU, para incrementar la implicación y el apoyo al desarrollo integral de la juventud. 3. “Conectar y establecer lazos”: Aumentar la comprensión intercultural entre la juventud • Promover las interacciones, las redes y las colaboraci- ones entre las y los jóvenes de diferentes culturas. • Reconocer y apoyar a la juventud como agente de inclusión social y de paz. Eventos El Año se inauguró con diferentes actos de presentación en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y en todo el mundo que mostraban las aportaciones de las y los jóvenes al desarrollo y promovían la puesta en prác- tica del Programa Mundial de Acción para la Juventud. La Conferencia de la ONU sobre Juventud, anticipada en la Resolución de la Asamblea General sobre el Año, será uno de los actos más destacados del Año Internacional de la Ju- ventud. En todo el mundo se han programado muchos otros eventos para celebrar el Año. Un calendario de actos en el cual todas las organizaciones pueden incluir sus activida- des, está disponible en: http://social.un.org/youthyear/. Balance del Año: VII Forum de Juventud de la UNESCO En el VII Forum de Juventud de la UNESCO se hará balance del “Año Internacional de la Juventud: Diálogo y compren- sión mutua” (12 de agosto de 2010 – 11 de agosto de 2011) y dispondrá de un espacio reservado para representantes de la juventud, las agencias de la ONU y otras entidades colaboradoras, para exponer las actividades llevadas a cabo durante el Año y trazar un plan de acción para el futuro. Se organizará antes de la 36ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO. El Forum de Juventud de la UNESCO está institucionali- zado como parte integral de la Conferencia General de la UNESCO (32C/Res.82)1 y, por tanto, es uno de los pocos mecanismos regulares, en el ámbito mundial, que permite a las y los jóvenes presentar sus recomendaciones a los representantes de los gobiernos nacionales. El Forum de Juventud es un evento en el que las y los jóvenes son los principales responsables y “propietarios” de su contenido 1. “La Conferencia General... reconociendo la importancia de la participación de la juventud en el desarrollo y puesta en práctica de los programas de la UNESCO... decide que un Forum de Juventud debe ser parte integral de todas las sesiones de la Conferencia General...” y resultados. El Informe del Forum es presentado por los representantes de la juventud a los Estados Miembros durante la Conferencia General. El Forum de Juventud, más que un simple evento, es un proceso continuo pensado para que las y los jóvenes se impliquen más en acciones concretas y pongan en práctica sus ideas. Se anima a los representantes juveniles a que hagan un seguimiento de sus recomendaciones, en cola- boración con los gobiernos nacionales, especialmente con las Comisiones Nacionales de la UNESCO, así como con la sociedad civil y el Sistema de la ONU. Asimismo, el Forum constituye una potente herramienta para movilizar a los agentes colaboradores en torno a un grupo de prioridades comunes sobre la juventud, al establecer conexiones con otros actos importantes relacionados con la juventud y colaborar conjuntamente en la puesta en práctica de las acciones. Sección de Juventud, Deporte y Educación Física de la UNESCO © U n es co . CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201110 MONOGRÁFICO Manuel T ornare Ex-alcald e y miem bro del C onsejo Ad ministrat ivo del Ay untamien to de Ginebr a (Suiza), responsa ble del De partamen to de Coh esión Soc ial, Juventud y Deport e de 1999 a mayo d e 2011 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 11MONOGRÁFICO Ginebra tiene un alto porcentaje de población joven. ¿Puede explicarnos cómo han evolucionado las políti- cas de juventud y cómo se integran dentro del proyecto político del gobierno municipal? Cuando entré en el Consejo Administrativo de la ciudad en 1999, Ginebra no contaba con una política integral de juventud. Así pues, creé la Delegación de Juventud (DEJ) para gestionar mejor este ámbito de acción e integrarlo en una verdadera política social. De hecho, el departamento que dirijo es el de Cohesión Social, Juventud y Deporte y cuenta con siete servicios diferentes con más de 2.000 empleados, que contribuyen, en su conjunto, a nuestra política social municipal. Gracias a uno de mis predecesores, el Sr. Guy-Olivier Segond, Ginebra ha desarrollado una amplia red de centros cívicos de barrio y centros de ocio. Estas instituciones pro- ponen actividades a toda la población y, de forma habitual, actividades específicas para las y los niños y adolescentes. Al estar buena parte de estas actividades subvencionadas por el Ayuntamiento era muy importante que la Municipa- lidad estuviera presente en la organización general de la red. Uno de los ejes de la DEJ consiste, precisamente, en fomentar la participación de los centros cívicos de barrio, que están gestionados por asociaciones, en las políticas de proximidad del Consejo Administrativo de la ciudad. Soy consciente también que las actividades “organiza- das” no gustan a muchos jóvenes. Así pues, los trabaja- dores sociales de la DEJ proponen actividades que les interesen. Muestra de ello es el gran éxito de las activida- des deportivas sin inscripción previa. Por otro lado, era también importante promover una verdadera “reflexión sobre la juventud” por parte de las autoridades municipales y cantonales. Reflexionar sobre cada uno de los proyectos urbanísticos teniendo en cuenta a los jóvenes. Si esta forma de funcionar ya tenía en con- sideración a la infancia y a las personas mayores, tam- bién tenía que incluir a los jóvenes. Con la creación de la Delegación de Juventud, la atención se hace más presente y continuada. ¿Cuáles son los principales objetivos y prioridades de la Delegación de Juventud? Su misión es iniciar y estimular acciones individuales, colectivas y comunitarias en los barrios, dando prioridad a la integración, al diálogo y al intercambio con los y las jóvenes. Está formada básicamente por un equipo de Trabajadores Sociales de Calle (Travailleurs Sociaux Hors Murs) que se desplazan a las zonas de acción prioritaria. La DEJ garantiza, a través de una presencia informal en la calle, una función de prevención, de orientación educativa y de acompañamiento a los y las jóvenes. Respondiendo de forma no represiva a la violencia, al incivismo y al malestar de una parte de nuestra juventud, los trabajadores sociales de calle quieren facilitar a los y las jóvenes la recuperación de la confianza en sus capa- cidades y que sientan que cuentan con nuestro apoyo y reconocimiento. El objetivo de ello es favorecer unas relaciones harmoniosas entre todos los grupos de pobla- ción, el desarrollo de una mejor convivencia en los barrios y, sobre todo, intentar restablecer los vínculos sociales. La Delegación de Juventud tiene los siguientes objetivos generales: • Dar prioridad al intercambio con y sobre los jóvenes; • evitar su marginación; • permitir que puedan desarrollar su espíritu de ciudada- nía haciéndolos más autónomos y responsables; y • desarrollar proyectos con ellos y ellas, en colaboración con las diferentes asociaciones e instituciones implicadas. ¿Puede explicarnos algunas iniciativas significativas que ejemplifiquen cómo se concretan estos objetivos? De un gran número de actuaciones, me gustaría destacar dos proyectos de la Delegación. A través del contacto diario con jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 25 años, los trabajadores sociales comprendieron rápidamen- te que una de las problemáticas prioritarias de la mayor parte de ellos era disponer de dinero de bolsillo. El hecho de poder sentirse útiles ganando un poco de dinero, traba- jando algunas horas por semana, era un deseo expresado frecuentemente por la juventud. Así pues, la Delegación impulsó la creación de una asociación llamada “La Caja de Trabajos” (La Boîte à Boulots), gracias a la cual más de 1.300 jóvenes han conseguido “pequeños trabajos”. El Ayuntamiento de Ginebra subvenciona esta asociación y es, además, uno de sus principales usuarios ya que contra- ta jóvenes para distintos trabajos. Otra de las iniciativas de la Delegación es el centro de inserción VIA. De hecho, en el Cantón de Ginebra (con Manuel Tornare, titular de un Máster en Letras por la Universidad de Ginebra, es profesor de filosofía y literatura francesa en el Collège de Ginebra. Fue Degano del Collège Sismondi (1984-1993), Director del Collège de Candolle (1993-1999) y Presidente del Collège de Ginebra (1996-1998). Afiliado al Partido Socialista Suizo desde 1973, ha sido Alcalde de Ginebra en tres ocasiones y miembro del Consejo Administrativo del Ayuntamiento de Ginebra responsable del Departamento de Cohesión Social, Juventud y Deporte de 1999 a mayo de 2011. Actualmente, es Diputado del Parlamento del Cantón de Ginebra desde el año 2009. ENTREVISTA CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201112 MONOGRÁFICO cerca de 450.000 habitantes, 1,5 millones si se tiene en cuenta la totalidad de la región transfronteriza) más de 1.500 jóvenes no han acabado los estudios ni cuentan con un proyecto concreto de futuro. Estos jóvenes necesitan un acompañamiento específico e individualizado. VIA les permite, a través de clases de repaso y un plan de formación personalizado, reintegrarse en la sociedad. Una cuarta parte de estos cursos, de una duración de entre uno y seis meses, son llevados a cabo por diferentes servicios del Ayuntamiento de Ginebra. Suiza cuenta con unos mecanismos de democracia directa ampliamente desarrollados. Concretamente en Ginebra, ¿cómo se fomenta la participación de los y las jóvenes en estos mecanismos? El Parlamento de los Jóvenes de la ciudad de Ginebra dejó de existir hace ya 4 años. De forma contraria a los de otras ciudades suizas, el Parlamento de los Jóvenes de Ginebra no tenía ninguna conexión directa con el Consejo Municipal. No tenía derecho a formular propuestas ni de audiencia más allá de las vías ordinarias previstas para las peticiones o las iniciativas ciudadanas. Todo ello, hacía que no fuera atractivo. En lugar de iniciar proyectos para cubrir el expediente, en los que los y las jóvenes imitan y perpetúan los defec- tos de los adultos, damos prioridad al contacto directo con los jóvenes e intentamos apoyar proyectos concretos. Los y las jóvenes necesitan ser escuchados y que se tomen decisiones de forma rápida. De esta forma, hemos podido dar apoyo y realizar el seguimiento de más de un cente- nar de pequeños y grandes proyectos procedentes de la iniciativa juvenil. Del gran número de proyectos que la DEJ ha acom- pañado, podemos destacar la reciente organización del Campeonato Europeo de bici-polo. Esta nueva disciplina deportiva se burla de forma inteligente de la fastuosidad del polo. La practican jóvenes de 18 a 25 años aficionados al BMX (bicicross) y trabajadores de empresas de men- sajería en bicicleta. El equipamiento necesario, es decir, ropa, accesorios, pelotas, porterías, etc., se hace con ma- teriales reciclados. El equipo de Ginebra fue a Londres en bicicleta y ganó el Campeonato de 2009 por lo que tenía la responsabilidad de organizar los juegos de 2010. La Delegación dio apoyo a la organización del Campeonato, que fue un auténtico éxito deportivo y festivo. Por otra parte, tres jóvenes de origen africano querían organizar una velada de “integración e intercambio” en el marco de su trabajo de fin de estudios. Les dimos apoyo proporcionándoles un espacio municipal, un miembro de la Delegación participó en calidad de asesor en el comité organizador y además, se les otorgó una pequeña subven- ción. Todo ello les permitió reunir a más de 800 jóvenes y no tan jóvenes. Un grupo de jóvenes amantes de la electrónica y de la música, que ocupan desde hace ya unos años un local que la DEJ ha puesto a su disposición, querían ofrecer sus conocimientos a otros jóvenes. Los trabajadores sociales de la DEJ les ayudaron y animaron a crear un estudio de grabación. Una subvención de 3.000 francos suizos les permitió comprar material. Posteriormente, el grupo se constituyó en asociación y permitió, con el apoyo de la Delegación, que otros jóvenes grabaran sus primeros discos. Ginebra celebra la entrada a la mayoría de edad y, por tanto, a la plena ciudadanía política de sus jóvenes con un acto público de bienvenida. ¿Podría explicarnos en qué consiste esta velada ciudadana? ¿Cuál es su objeti- vo y mensaje? A su entender, ¿cuál sería la razón por la cual continúa vigente después de 65 años? Desde que estoy en el cargo, este acto ha sido totalmente reformulado. En la actualidad, se dirige a todos los jóve- Torneo de baloncesto durante el Festival Asphaltissim. © Mark Inderkum Concierto del artista francés “Grand corps malade” durante una Velada Ciudadana. Concurso de monopatín, Festival de Deportes Urbanos Asphaltissimo. © Mark Inderkum 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 13MONOGRÁFICO nes, ya sean suizos o extranjeros (hay que tener en cuenta que, por ejemplo, 30.000 españoles residen actualmente en Ginebra). Esta velada ciudadana tiene el propósito de animar a las y los jóvenes a hacer uso activo de sus derechos de ciudadano pero también de recordarles sus deberes. En lugar de darles un “diploma de ciudadano” intentamos promover su sentido cívico invitando a per- sonalidades que han luchado por sus derechos y por los derechos de los demás. De esta forma, hemos contado con los testimonios de Lucie Aubrac, heroína de la Resistencia francesa; Ruth Fayon, judía de Ginebra que fue deportada a Auschwitz a la edad de 14 años; la Hermana Emmanue- lle; Alexandre Jolien, filósofo discapacitado; Yukio Hoshi- yama, superviviente a la explosión de la bomba atómica en Hiroshima, y muchos otros. En cada edición, los testimonios tienen un gran éxito entre los jóvenes, quienes nos agradecen haberles permi- tido conocer estas extraordinarias trayectorias de vida. La mejora de la democracia está estrechamente relacionada con la existencia de un importante tejido asociativo, ¿cómo se fomenta la participación activa de los jóvenes en la vida asociativa de la ciudad? Tal como he comentado anteriormente, escuchamos a los jóvenes día a día. Mi despacho y el de la Delegación están abiertos a todos aquellos que lo soliciten. Nuestro conocimiento del tejido asociativo nos permite orientar y encaminar a aquellas personas que lo requieran. Promo- vemos también la creación de nuevas asociaciones, ya sea en el ámbito de los deportes urbanos, del ocio, de las artes o de la ayuda al desarrollo. Constituir una asocia- ción permite conseguir, más fácilmente, subvenciones de diferentes organismos, ser escuchados y tomados en consideración. Permite también resolver, de forma más ágil, cuestiones de responsabilidad, de seguros y de apertura de cuentas bancarias. La DEJ les explica todas estas ventajas y los guía en cuestiones formales como la redacción de estatutos, la organización de asambleas y otros aspectos. Esto nos permite mantener una gran red asociativa y recurrir, en caso necesario, a sus servicios y conocimientos. Ginebra, importante sede financiera a escala mundial, es una ciudad con una alta calidad de vida pero tam- bién con elevados impuestos. ¿Es Ginebra una ciudad accesible para la juventud? ¿Cómo se evita la “fuga” del capital social que ésta representa? No creo que estemos delante de una “fuga” de jóvenes. Los y las jóvenes necesitan experimentar y ganar au- tonomía. Y eso se consigue, y siempre se ha hecho así, viajando, viviendo nuevas experiencias lejos de la familia y de la cotidianidad. Lo importante es que puedan volver y sentirse bien de nuevo. Por lo tanto, hemos de crear un clima de confianza y respeto hacia todo el mundo, independientemente de la edad, la condición física o el estatus económico. En conclusión, diría que la juventud no está nunca donde se espera; es a la vez palpitante y desconcertante. En mayo del 68, por ejemplo, imaginábamos que la juventud estaría cada vez más politizada y, en cambio, ha sucedido lo contrario. En 1968, los jóvenes se rebelaban contra el sistema y en la actualidad es el sistema quien frena su integración. Si queremos construir un mundo en el que puedan convi- vir distintas generaciones, es necesario que nos escuche- mos más unos a otros, que acabemos con las desigualda- des y que mantengamos unos servicios públicos atentos a las problemáticas de la juventud. Exposición ‘Primart’ de jóvenes artistas. © Mark Inderkum CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201114 MONOGRÁFICO Norman Wray Concejal del Munic ipio del D istrito Me tropolitan o de Quito (Ecuador ), Preside nte de la Comisión de Equid ad Social y G énero 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 15MONOGRÁFICO Teniendo en cuenta que las personas menores de 35 años del Distrito Metropolitano de Quito representan el 66,8% de la población, ¿podría explicarnos, en líneas generales, cuáles son las prioridades de las políticas de juventud del gobierno municipal? Garantizar una vida digna, plena y de acuerdo al régimen del buen vivir (sumak kawsay), el cual se refiere aI siste- ma nacional de inclusión y equidad social. Es el conjunto articulado y coordinado de instituciones, políticas, normas, programas y servicios que aseguran el ejercicio, garantía y exigibilidad de los derechos reconocidos en la Constitución y el cumplimiento de los objetivos del régimen de desarro- llo. El sistema se estructura en el Plan Nacional de Desarro- llo y en el sistema nacional descentralizado de planificación participativa; se guía por los principios de universalidad, igualdad, equidad, progresividad, interculturalidad, solida- ridad y no discriminación; y funciona bajo los criterios de calidad, eficiencia, eficacia, transparencia, responsabilidad y participación. El sistema abarca los ámbitos de la edu- cación, salud, seguridad social, gestión de riesgos, cultura física y deporte, hábitat y vivienda, cultura, comunicación e información, disfrute del tiempo libre, ciencia y tecnología, seguridad humana y transporte. Esto en el ámbito nacio- nal, en lo local pretendemos brindar a las y los jóvenes del Distrito Metropolitano de Quito los siguientes servicios: 1. Gratuidad de la enseñanza. 2. Acceso, permanencia y término del ciclo básico (de 6 a 12 años). 3. Fomento de educación técnica, artesanal, artes y la ciencia a través de la articulación con el subsistema metropolitano de educación (centros educativos munici- pales). 4. Acceso a empleos dignos con salarios justos. 5. Facilidades de acceso a programas de vivienda. 6. Fortalecimiento de la identidad desde el reconocimiento de las diferentes culturas juveniles. En general, las y los jóvenes tienden a cuestionar el sis- tema social, económico y político vigente. ¿En qué medi- da las culturas urbanas son un refugio para los jóvenes? ¿Por qué es importante para los jóvenes formar parte de un grupo con el que identificarse? Entendemos por cultura urbana el conjunto, usualmente, de jóvenes que se agrupa como medio de expresión ante una realidad de distintos matices y cuyo vínculo puede ir desde lo artístico hasta lo deportivo. En países como el Ecuador, donde los índices de emigra- ción son altísimos, abundan los casos en los que las fami- lias convencionales (padre, madre e hijos) se transforman de acuerdo a la situación peculiar de cada caso (niños y jóvenes a cargo de tíos o abuelos). Las y los niños, adoles- centes y jóvenes que de forma repentina se hallan en si- tuación de abandono por parte de sus padres, encuentran en la asociación con otros jóvenes, que están en situación similar, no sólo compañía y amistad, sino también a un nuevo tipo de familia. Entonces el concepto de refugio es superado, para pasar a convertirse en un espacio familiar. Este sentido de pertenencia y solidaridad es básico para el desarrollo de todo joven. Lamentablemente, en Latinoamérica, por la adversa si- tuación económica en la que se encuentran los hijos de las personas emigrantes, los grupos juveniles en algunas oca- siones se convierten en espacios de actividades ilegales. Sin embargo, no por esta razón se puede criminalizar a las culturas urbanas, ya que en su gran mayoría, son espacios de recreación y creación artística. ENTREVISTA Norman Wray es Doctor en Jurisprudencia con un diploma en gobernabilidad y democracia ambiental en el Reino Unido. Profesor universitario en Derecho Constitucional y en Ciencias Políticas de la Universidad de Las Américas. Desde hace 15 años es capacitador y facilitador de procesos de formación ciudadana con un enfoque en Derechos Humanos. Ha trabajado con varias organizaciones indígenas en procesos de formación en derechos colectivos para la defensa de sus territorios frente a actividades extractivas y con otras organizaciones ciudadanas en el desarrollo de estrategias de incidencia en políticas públicas, en especial en defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes, y del medio ambiente. Se desempeñó como periodista y activista en defensa de derechos económicos, sociales y culturales. Fue miembro de la Comisión Legislativa, Presidente de la Comisión de la reforma del Estado y Gestión Pública y fue Asambleísta Constituyente. Actualmente, es Concejal del Distrito Metropolitano de Quito, Presidente de la Comisión de Equidad Social y Género, Vicepresidente de la Comisión de Seguridad, y miembro activo en las Comisiones de Ambiente y de Salud. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 2011 Las culturas urbanas forman una diversidad muy am- plia de grupos con ideologías diferentes. Sin embargo, la existencia de grupos violentos ha llevado a estigma- tizar a todas las culturas urbanas como peligrosas. En este sentido, ¿qué papel juegan los medios de comuni- cación? Es importante resaltar que la mayoría de culturas urbanas son grupos que fomentan el desarrollo y la libre convi- vencia entre los jóvenes, y que los grupos violentos son excepciones a la regla. Ahora, la cuestión de la violencia y las actividades ilegales no necesariamente se encuentran vinculadas a las culturas urbanas. Esta vinculación injusta se ha dado por la exacerbación de los aspectos negativos de dichos grupos en los distintos medios de comunicación. La intolerancia y la desigualdad económica son factores que tampoco se pueden dejar de lado, ya que son detonan- tes para la violencia, pero no podemos caer en el discurso de que toda cultura urbana es sinónimo de delincuencia. En su opinión, ¿a qué se debe el auge de actos violentos por parte de determinados grupos? ¿Cuál es el posicio- namiento de la Municipalidad respecto de ellos? Existen varios factores que influyen en el aumento de la violencia juvenil, sin embargo, puedo señalar tres como los más importantes: a) la exacerbación de la intolerancia por parte de los medios de comunicación, produciendo un estigma social sobre los miembros de las culturas urbanas, con la respectiva respuesta violenta de los mismos; b) la poca acción del Estado en cuanto a generación de políticas públicas de juventud, como el acceso a espacios de recrea- ción, arte, generación de empleo, etc., y c) la exclusión de los jóvenes de las dinámicas sociales, económicas y de disfrute de los territorios, en igualdad de condiciones que otros sectores de la población. El municipio afrontó en mayo del 2010 un incidente sin precedentes en la historia de la ciudad, fue el asesinato de un miembro de un grupo neonazi por parte de un gru- po antifascista. El hecho provocó la reacción municipal, convocando así a la Comisión de Equidad Social y Género del Concejo Metropolitano con el objetivo de frenar una posible escalada de violencia. Se dialogó con los sectores involucrados tratando de buscar una solución pacífica al problema. Finalmente, la Comisión decidió rechazar cual- quier tipo de manifestación de violencia por parte de los miembros de ambos grupos, además del establecimiento de acuerdos mínimos de respeto en cuanto a la posición territorial de cada uno de ellos. Por fortuna, ocho meses después, no se ha registrado ningún otro incidente de violencia similar, sentando un precedente en la ciudad en lo referente al manejo de conflictos de este tipo. ¿Qué actuaciones se están llevando a cabo desde la Municipalidad para garantizar el derecho a una ciu- dad inclusiva en la que diferentes grupos se respeten y puedan convivir en armonía? ¿Cómo se aborda esta intervención? A través del Instituto de la Ciudad, que es un espacio de investigación y de generación de propuestas de la Municipalidad de Quito, se está iniciando un sistema de información y evaluación constante de la situación de los jóvenes en el Distrito Metropolitano. De esta forma, se podrán adoptar políticas mucho más aterrizadas en la realidad de la ciudad. Por otro lado, la estrategia de intervención es territorial a través de las nueve administraciones zonales del Distrito Metropolitano. Quito desde hace varios años, a través de iniciativas inclusivas como los proyectos Urbal, ha gene- rado espacios de inclusión para jóvenes, centros comuni- tarios e incentivos a actividades culturales, que permiten integrar a los y las jóvenes en la dinámica de los lugares donde habitan. Quito también apoya la celebración anual de diversos fes- tivales musicales, que incluyen desde la cultura del Heavy Metal hasta la del Hip Hop, pasando por el Hard Core (Quito Fest, Quitu Raymi, Al Sur del Cielo, entre otros), lo que permite que el espacio público se abra democrática- mente a todos y todas. El eje prioritario que se ha trabaja- do es lograr acuerdos respecto al no consumo de alcohol en esos espectáculos, con lo cual los índices de violencia han bajado considerablemente. El aspecto interesante de estos procesos es que se ha podido lograr la conviven- cia pacífica y la tolerancia entre estas distintas culturas urbanas en un mismo espacio. Punks con aficionados al Metal, seguidores del Hip Hop con fanáticos del Ska, etc. Estos distintos colectivos han ido generando procesos de autocontrol y acuerdos de convivencia gracias a iniciativas propias de esos grupos, pero que, a su vez, también han sido facilitados por la Municipalidad. ¿Existen vías de interlocución entre el gobierno munici- pal y los jóvenes, para recoger sus propuestas a la hora de definir las políticas públicas de juventud? ¿En qué consisten? En ejercicio de los deberes y derechos que confiere la Ley Orgánica de Régimen Municipal, se expide la Ordenanza 280, de creación y competencias del Consejo Metropoli- tano de Jóvenes, organismo de participación encargado del cumplimiento de deberes y derechos, mediante una integración activa en la vida política municipal de los y las jóvenes del Distrito Metropolitano. Se propone éste como un espacio de respeto de los dere- chos y la diversidad, representativo de las organizaciones juveniles y que cuenta con la participación de funcionarios municipales. El Consejo se encarga de proponer, diseñar y evaluar políticas, programas y proyectos, los cuales se plasmarán, cada año, en un Plan Metropolitano de las Juventudes. ¿Puede explicarnos alguna iniciativa significativa de participación de los jóvenes? Una de las iniciativas más destacables es la labor desarro- llada por los jóvenes estudiantes de medicina de la Univer- sidad Central del Ecuador, quienes participan en acciones de capacitación en derechos sexuales y reproductivos en los colegios de la ciudad. Por otra parte, la Casa Metropolitana de las Juventu- des congrega a jóvenes para el desarrollo de actividades artísticas, lúdicas, recreativas, de difusión y de promoción de sus derechos. Los jóvenes cuentan con un programa de radio en Radio Municipal donde interactúan con otros jóve- nes de la ciudad para conocer sus demandas y opiniones sobre temas de interés juvenil. Otro espacio interesante de participación juvenil es la revista Tu Quito. Algunos resultados de acciones implementadas en el Distrito a través de las Casas de la Juventud son: 1. Inclusión de jóvenes: — 3.024 jóvenes han participado en procesos de desa- rrollo creativo. — 146.930 jóvenes han participado en cursos de capa- citación y sensibilización (desarrollo productivo y derechos de los jóvenes). — 294 becas entregadas por un monto de 250.888 USD (pregrado, postgrado e idioma inglés). — Apertura de las Casas de la Juventud en Quitumbe y Calderón. 2. Promoción de derechos sexuales y reproductivos: — Articulación programática con otras instancias mu- nicipales (Salud, Educación, Consejo Metropolitano de Protección Integral a la niñez y adolescencia de Quito). Revisión metodológica del proyecto “Adole- Isis”, cuyo objetivo es informar y trabajar con las y los jóvenes para fomentar la prevención en salud sexual y reproductiva. — Realización del Seminario Internacional “La Sexuali- dad desde otra mirada: Aprender para enseñar”. — Inclusión al sistema educativo del 100% de usuarias del Centro de Primera Acogida (Adole-Isis). — 35 colegios e instituciones educativas participaron en el Programa “Bebé, Piénsalo Bien” de prevención del embarazo en adolescentes. 3. Promoción contra el consumo de alcohol y drogas: — Campaña de participación “Vivamos la Fiesta en Paz”, impulsada por la red de consejos estudiantiles de la ciudad de Quito, a través del cual se organizan anualmente actividades artísticas, deportivas, educa- tivas y culturales libres de alcohol. 4. Jóvenes contra el cambio climático, que es una inicia- tiva para trabajar en procesos de educación ciuda- dana e impulsar prácticas ambientales que permitan fortalecer la responsabilidad ciudadana frente a este problema. Celebración del Día de la Juventud. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201118 MONOGRÁFICO Maquent o Sebastiã o Lopes Secretari o Genera l de la Un ión Panaf ricana de la Juven tud (UPJ) 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 19MONOGRÁFICO ¿Cuál es la misión de la Unión Panafricana de la Juven- tud? ¿Qué métodos emplea esta organización para unir las voces de las y los jóvenes africanos? La misión de la Unión Panafricana de la Juventud (UPJ) es trabajar para la materialización de los ideales y estrate- gias de la Unión Africana (UA), que concretamente son la unidad, la paz, la democracia, el desarrollo sostenible y la integración africana, como establecen los estatutos de la UPJ. La UPJ se encuentra todavía en proceso de asentarse, en el sentido de que la organización se creó en 2003 y desde el año 2006 al 2008 ha pasado por un período de revitaliza- ción que todavía no ha concluido, puesto que el traslado de su sede central de Argel (Argelia) a Jartum (Sudán) se está alargando mucho más de lo esperado e impide el normal funcionamiento de la organización. La UPJ es una organización que aglutina a toda la juventud del continente. El proceso de reunir a todas las organizaciones juveniles aún continúa. En estos momentos, todas las plataformas juveniles nacionales son miembros de la UPJ. También pueden unirse a ella otros tipos de organizaciones juveniles como, por ejemplo, las platafor- mas regionales de jóvenes o las delegaciones africanas de organizaciones juveniles internacionales, y son muchas las que ya han iniciado el proceso de adhesión. Esta aclaración se hace necesaria para responder a la segunda parte de la pregunta, relacionada con los métodos que se utilizan para unir las voces de las y los jóvenes afri- canos. Las resoluciones de la UPJ son definidas por el Con- greso y el Comité Ejecutivo, y la labor de la Secretaría es la puesta en práctica de las recomendaciones del Congreso. Unir el mayor número posible de organizaciones juveniles es una forma de garantizar la unidad dentro del movimiento juvenil africano. ¿Cómo cree que la Unión Panafricana de la Juventud puede contribuir al desarrollo de la democracia en lugares en los que todavía existen grandes problemas a este respecto? ¿Qué tipo de políticas de juventud cree que podrían contribuir a resolver los violentos conflictos internos que se ven en muchos territorios? Debemos entender que la democracia es una práctica nue- va en numerosos países africanos, por lo que se requiere tiempo para que todos los africanos comprendan los valo- res de la democracia. No se puede pretender implantar la democracia en un país en el que la mayoría de la población no entiende lo que significa. La contribución que a ello puede hacer la UPJ es conse- guir que más personas entiendan qué es la democracia. El modo de lograrlo es mediante la promoción de la democra- cia dentro del propio movimiento juvenil, porque los líderes juveniles de hoy son los dirigentes de estado de mañana. Los conflictos que se viven en algunos países no son un problema específico de la juventud y, por tanto, no pueden resolverse con ninguna política de juventud. Una de las soluciones sería construir sociedades basadas en la justicia social, lo que no siempre se da en muchos de los países africanos. La injusticia social combinada con la pobreza extrema continuará siendo un motivo de conflicto durante mucho tiempo. Por tanto, no es una cuestión de política de juventud, sino de gobernanza. Maquento Sebastião Lopes nació en Angola, donde se licenció en Ingeniería Química. Activista estudiantil, al terminar la carrera se dedicó plenamente a su labor de líder juvenil. Ocupó diversos cargos en organizaciones juveniles angoleñas y durante cuatro años fue vicepresidente de la Federación Mundial de Juventudes Democráticas, con sede en Budapest. Inició el movimiento que condujo a la creación de la Unión Panafricana de la Juventud, para la que fue elegido Secretario General en 2003 y reelegido en 2008. ENTREVISTA @ Fundación Fórum Universal de las Culturas CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201120 MONOGRÁFICO ¿Qué medidas podrían contribuir a reducir el paro y la pobreza entre la juventud teniendo en cuenta que el 60% de las personas desempleadas en África son jóvenes? Según mi análisis personal de la situación del paro en el continente, una de las soluciones sería crear y reforzar programas de microcréditos y créditos para financiar proyectos puestos en marcha por la juventud. Una segun- da medida sería modificar los programas educativos de la mayoría de los países africanos. Nuestros currículos aca- démicos no están adaptados al mercado laboral, de modo que cada año tenemos jóvenes recién licenciados que no encuentran trabajo porque no hay nadie en su entorno que busque personal con su perfil académico. ¿Qué oportunidad representa la crisis financiera mun- dial, teniendo en cuenta que se ha interrumpido la emigración hacia los países desarrollados? ¿Cómo se puede motivar a la juventud africana con una formación especializada para que vuelvan e inviertan en el desarro- llo de su país de origen? En mi opinión, esta oportunidad y esta necesidad ya exis- tían incluso antes de la crisis financiera mundial. Tan sólo tenemos que comparar las oportunidades de inversión entre África y Europa. En muchos países africanos todavía hay cabida para la creación de nuevas empresas de servicios y fábricas. Aún tenemos países con un enorme potencial para que cualquiera pueda invertir en agricultura o en otras actividades. En cambio, tengo la impresión que en Europa ya existe suficiente oferta en todos los sectores y que no queda demasiado margen para poner en marcha pequeñas empresas. Sin embargo, existe una dificultad fundamental: en muchos países africanos no es posible acceder con facilidad a los créditos, y cuando puede accederse a ellos tienen unos intereses demasiado altos. Estoy seguro de que el sector público no será la primera opción de los jóvenes africanos que regresen del extranje- ro. Por tanto, para muchos de ellos resultaría sumamente atractivo contar con ayudas para obtener créditos y, así, poder crear sus propias empresas. Acto de inauguración de la Cumbre de la Juventud África-Europa en Libia, noviembre de 2010 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 21MONOGRÁFICO ¿Cree que las políticas de juventud pueden contribuir a reducir el elevado índice de mortalidad infantil que hay en África debido al sida? Y si es así, ¿cómo? Sí, creo en la contribución de la implementación de las políticas de juventud. Y digo implementación porque un país puede tener una buena política de juventud sobre el papel y no ponerla en práctica. En África tenemos un documento llamado Carta de la Juventud Africana que debería servir de marco para todas las políticas de juventud del continente. Quisiera referirme a la mortalidad infantil en términos globales y no sólo a la provocada por el sida. Existe una relación directa entre la mortalidad infantil y las condicio- nes de vida. El propósito de toda política de juventud es dar una vida mejor a los y las jóvenes; implementando una política que promueva el desarrollo de la juventud, mejora- rán muchos aspectos relacionados con la juventud así como con el futuro del país. El acceso a la atención sanitaria y a la educación figuran entre los requisitos básicos de una política nacional de juventud. Mediante la implementación de una política de juventud, el país aumentará necesariamente la concienciación con respecto al sida y también reducirá la pobreza, dos aspectos directamente relacionados con el alto índice de esta enfer- medad, lo que contribuirá a disminuir su impacto. ¿La Unión Panafricana de la Juventud colabora con otras organizaciones internacionales? ¿Cuáles son los objetivos de dichas colaboraciones? ¿Y cómo pueden ayudar a la juventud africana? Sí, la UPJ participa activamente en el movimiento juvenil internacional. Concretamente, mantenemos una estre- cha relación con el Foro Europeo de la Juventud. Los objetivos de esta especial colaboración son establecer lazos de amistad entre la juventud europea y la africana y propiciar un entendimiento y conocimiento mutuos que sean garantía de una nueva y mejor relación entre ambos continentes. Personalmente, creo que este conocimiento puede tener un impacto sobre problemas como la emigra- ción ilegal, puesto que no es evidente que aquellos jóvenes africanos que conocen bien Europa decidan vivir allí, salvo para estudiar y volver. De hecho, muchos candidatos a la emigración ilegal no han estado nunca en Europa. Participantes del Encuentro de Jóvenes Africanos sobre la crisis post- electoral de Costa de Marfil. Sr. Ben Duntoye, Presidente de la Unión Panafricana de la Juventud, en la firma del acuerdo de colaboración entre la UPJ y el Movimiento Juvenil Africano del Sur. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201122 MONOGRÁFICO Marta Co ts President a del Con sejo de la Juventud de Barce lona (Esp aña) 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 23MONOGRÁFICO Se afirma que Barcelona ha sido a lo largo de los últimos 30 años un referente en políticas de juventud por la implicación de la gente joven en la definición, gestión y evaluación de estas políticas. ¿Cuáles son las claves que han convertido a Barcelona en un referente? Efectivamente, la ciudad de Barcelona ha dado bastante importancia a las políticas de juventud aunque ha habido épocas en las que se han descuidado un poco. La misma existencia del Consejo de la Juventud de Barcelona –que ha evolucionado de forma paralela a la historia democrá- tica de la ciudad– ha contribuido a fortalecer las políticas de juventud de la ciudad. Desde sus primeros años, el CJB reclamó la necesidad de establecer unas líneas de juven- tud en temas clave como la emancipación y los derechos civiles, más allá de las políticas de ocio. El año 1985, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó el Proyecto Joven, dando lugar al primer intento en el Estado español de promover una política integral de juventud, ya que para empoderar realmente a los y las jóvenes son necesarias políticas transversales que impliquen a toda la administración. Durante los años noventa, las políticas de juventud en la ciudad perdieron importancia, motivo por el cual en 1999 el Consejo de la Juventud volvió a reclamar unas políticas de juventud que actuasen sobre todos los aspectos de la vida de las personas jóvenes. El año 2006, el Ayuntamiento aprobó un Plan Joven concebido con el espíritu del de 1985, esto es, con la implicación del CJB, las entidades y los propios jóvenes. El éxito de las políticas de juventud recae en el hecho de que sean demandadas, construidas y consensuadas por las propias personas jóvenes y sus organizaciones. Por otro lado, las políticas de juventud en la ciudad, muy probablemente, no serían un referente si no fuera por la existencia de un Consejo de Juventud que ha asumido las funciones de coordinar el tejido asociativo juvenil y la interlocución con la administración. Marta Cots es licenciada en psicología y actualmente cursa un máster en educación emocional. En relación a su vida asociativa, empezó siendo responsable a los 18 años de un grupo escultista de los “Minyons Escoltes i Guies de Catalunya”, entidad de la que posteriormente fue responsable pedagógica de un sector y Comisaria de la Demarcación del Barcelonés. Este cargo la llevó a colaborar en proyectos comunes con otras entidades en el seno del Consejo de la Juventud de Barcelona (CJB). En 2007, la Asamblea de este órgano aprobó su entrada en la Junta, asumiendo la Presidencia desde el 2009. Entre otros cargos, en representación del CJB, ocupa la Vicepresidencia del Consejo de Ciudad de Barcelona y la Secretaría del Consejo de Asociaciones de Barcelona. ENTREVISTA Marcha Educativa para demandar más reconocimiento al asociacionismo educativo. Proyecto de diferentes entidades juveniles vehiculado a través del CJB. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201124 MONOGRÁFICO Existen múltiples fórmulas de organización de los y las jóvenes en el ámbito local. ¿Cuál es la diferencia esen- cial entre una plataforma interasociativa juvenil como el Consejo de la Juventud de Barcelona y un Consejo Municipal de Juventud? Un Consejo Municipal de Juventud no es una fórmula de organización de los y las jóvenes. Es cierto que puede ha- ber –y es necesario que existan– fórmulas de participación institucional que recojan la voz de las personas jóvenes y de sus asociaciones. Aún así, para nosotros el hecho de or- ganizarse va mucho más allá. Significa que los y las jóvenes definan e incidan en el mundo que quieren para mañana, se reúnan, planifiquen, debatan, decidan y se responsabilicen de los posicionamientos y las acciones acordados. Significa que fijen el orden del día de las reuniones, la agenda de actividades y la estrategia para alcanzar sus objetivos. En el año 2007, el CJB reclamó más y mejores equipamientos juveniles, visitando los equipamientos existentes con el Bus Turístico. 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 25MONOGRÁFICO Un Consejo Local de la Juventud, como el CJB, es una asociación sin ánimo de lucro, independiente de la administración pública, que reúne a diversas asociaciones juveniles de la ciudad y recoge la pluralidad y los consensos del tejido asociativo juvenil. La Junta del CJB está compuesta por jóvenes representantes de sus respectivas asociaciones, que han sido elegidos en asamblea por las entidades juveniles miembro. La asamblea también aprueba las líneas de trabajo que se quieren llevar a cabo a lo largo del año. Éstas se desarrollan en grupos de trabajo, donde participan las entidades, y se concretan en proyectos formativos, ciclos de debate, acciones de impacto comunicativo, etc. El hecho de que los y las jóvenes propongan temas que surgen de sus inquietudes y necesidades, y que estas demandas provengan del conjunto de entidades juveniles de la ciudad (estudiantiles, culturales, políticas, sociales, sindicatos…), que se autoorganizan democráticamente en asambleas y consiguen construir propuestas comunes, tiene mucha fuerza y nos erige en interlocutores muy potentes ante la administración pública. ¿Cuáles son los principales objetivos del CJB? ¿Cómo se incentiva desde esta plataforma el asociacionismo y la participación activa de los y las jóvenes en la vida social, cultural y política de la ciudad? El Consejo de la Juventud de Barcelona tiene tres grandes objetivos. El primero es coordinar las asociaciones para que desarrollen proyectos y propuestas concretas; proyec- tos que se enriquecen con los diferentes puntos de vista y las aportaciones de cada entidad y que unen esfuerzos y recursos. El segundo es ser interlocutor de la administra- ción municipal y traspasarle las demandas de las organiza- ciones juveniles con la voluntad de ser el portavoz de las necesidades de todas las personas jóvenes de la ciudad. El último objetivo es el de fomentar la participación y el asociacionismo entre la juventud. Este último propósito es muy importante para nosotros dado que la esencia de un Consejo de Juventud recae en la reducción de las desigual- dades por motivo de edad. La mejor manera de reducir estas desigualdades es empoderando a los y las jóvenes para que puedan incidir en la definición social, cultural, eco- lógica y política de su entorno. Entendemos que la mejor herramienta que tienen las personas jóvenes para expresar qué mundo quieren para el día de mañana es asociarse, ya sea a través de la creación de organizaciones y/o mediante la participación en las ya existentes. Por este motivo, gran parte de la acción del CJB la destinamos –desde 1994– a la gestión del Centro de Recursos para Asociaciones Juveniles, un servicio municipal que ofrece recursos a las entidades juveniles, como por ejemplo asesoría legal y fiscal, búsqueda de subvenciones, alquiler de materiales varios y salas para organizar todo tipo de actos, recursos para aumentar la sostenibilidad de sus actividades, boletines sobre temas de interés como la cohesión y la diversidad en las entidades, becas para proyectos internacionales, etc. Además, son las propias asociaciones usuarias del servicio quienes, a través de la gestión, pueden incidir sobre cuáles son los recursos y los servicios necesarios. Desde el CJB organizamos ciclos de debate sobre el modelo de ciudad que queremos, redactando después CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201126 MONOGRÁFICO las conclusiones y las propuestas para hacerlas públicas. Así, por ejemplo, nos hemos manifestado cuando las federaciones de asociacionismo educativo, los clubes de ocio educativo y las agrupaciones escultistas vieron la necesidad de reivindicar su reconocimiento social para solicitar un mayor financiamiento y unos espacios de calidad donde poder desarrollar su tarea como escuelas de ciudadanía activa que son. En todas las elecciones organizamos alguna campaña para que los y las jóvenes participen y puedan incidir en ellas. También, realizamos un recorrido en un bus turístico con representantes de asociaciones, técnicos y políticos del Ayuntamiento para visitar y reivindicar modelos de equipamientos juveniles donde los y las jóvenes puedan participar y decidir en su gestión. Por otra parte, reivindicamos a los medios de comunicación que transmitan referentes positivos de juventud. Una parte extensa de nuestras acciones y proyectos están destinados a fomentar la participación y el asociacionismo entre los y las jóvenes de la ciudad. Por ello, trabajamos, por ejemplo, en muchos proyectos de forma conjunta con los centros de educación secundaria o hacemos campañas publicitando las asociaciones existentes, aprovechando el inicio del curso escolar y la Fiesta Mayor de la ciudad. En Barcelona ya se han realizado 3 Planes de Juventud con la implicación del CJB. ¿Cuáles son los mecanismos de seguimiento y de interlocución para evaluar de forma continua las acciones que se derivan de ellos? Cada plan ha tenido unos mecanismos de seguimiento determinados según la voluntad política del momento. En lo que se refiere al Plan Director 2006-2010, el CJB se ha reunido una vez al mes con la Concejala de Mujeres y Juventud, para hacer el seguimiento de la implementación de las acciones. También se han mantenido reuniones con los representantes de diferentes concejalías y distritos de la ciudad, ya que el Plan comprende políticas que requieren la participación de toda la administración. Por otro lado, el Ayuntamiento ha elaborado un informe sobre el estado de cada una estas líneas y ha decidido sus propias comisiones municipales. Como CJB empezamos a hacer el seguimiento de las propuestas con el Observatorio BCJ, donde evalua- mos públicamente el estado de cada acción. Asimismo, desde hace 2 años, publicamos un informe de evaluación anual del Plan Joven, entre otras medidas que afectan a la gente joven de la ciudad. ¿Cómo se vehiculan las propuestas de los y las jóvenes al Alcalde de Barcelona?¿Por qué crees que es impor- tante que el Alcalde mantenga contacto con la juventud de su municipio? El Ayuntamiento tiene la responsabilidad de escuchar a sus ciudadanos y ciudadanas y, por lo tanto, a los y las jóvenes. La legitimidad del CJB no consiste en transmitir las de- mandas, una a una, a la administración sino en trabajarlas, debatirlas y presentar los consensos alcanzados a la admi- nistración y a la sociedad en general. Nuestro objetivo no son las personas jóvenes en calidad de individuos sino las organizaciones juveniles. De hecho, lo que queremos es que los y las jóvenes se organicen para poner sus planteamien- tos sobre la mesa de las administraciones y de los medios de comunicación. El CJB, por lo tanto, actúa como punto de encuentro de estas propuestas con la intención de llegar a acuerdos que puedan ser referentes para la juventud como colectivo. Asimismo, el Ayuntamiento ha de establecer sus propios procedimientos para escuchar las demandas de las personas jóvenes y para no aislarse de la realidad social de su municipio. Concretamente, el CJB se reúne con el Alcal- de una vez al año pero lo que es realmente necesario es que las propuestas se trabajen de forma transversal, y más en una ciudad grande y compleja como es Barcelona. Barcelona fue la Capital Mundial de la Juventud durante 10 días en el año 2004, gracias al Festival Mundial de la Juventud. ¿Cuál ha sido el legado de ese proyecto para los y las jóvenes de la ciudad? Efectivamente, el Festival Mundial de la Juventud (FMJB) abrió sus puertas el 8 de agosto de 2004. Este proyecto Festival Mundial de la Juventud 2004, celebrado en Barcelona, del cual el CJB fue una de las entidades promotoras. El órgano de decisión del CJB es su Asamblea, formada por represen- tantes de todas las entidades miembro. 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 27MONOGRÁFICO fue organizado conjuntamente por el CJB y el Consejo Na- cional de la Juventud de Cataluña (CNJC) con la colabora- ción del Consejo Europeo de la Juventud. Participaron más de 8.000 jóvenes de todo el mundo. Barcelona tomaba, de esta manera, el relevo de Lisboa (Portugal) y Panamá, sedes de los anteriores festivales mundiales de la juventud. De forma previa, las asambleas del CJB y del CNJC habían aprobado presentar la candidatura para acoger el festival en nuestra ciudad, aprovechando que Barcelona organiza- ba el Fórum Universal de las Culturas. En junio de 2002 se aprobó la propuesta y se constituyó un comité internacio- nal preparatorio con las plataformas regionales de juven- tud: la Red Africana de la Juventud (RAJ-AYN), la Unión de la Juventud Árabe (AYU), el Movimiento Panafricano de la Juventud (MPJ-PYM), la Asociación de Estudiantes Asiáticos, el Consejo Asiático de la Juventud (AYC), el Foro Europeo de la Juventud (YFJ), el Foro Latino Americano de la Juventud (FLAJ) y el Consejo de la Juventud del Pacífico (PYCC). Desde el principio, el Festival se concibió a partir de: un programa central, un programa autogestionado y un programa paralelo. Cada día se trabajaba alrededor de un eje temático: diversidad cultural, globalización, desarrollo sostenible, Día Internacional de la Juventud y condiciones para la paz. De esta forma, el programa central ofrecía conferencias, mientras que el programa autogestionado lo conformaban actividades y talleres de las asociaciones participantes y una Muestra de Entidades. Por otra parte, el programa paralelo ofrecía la posibilidad a los y las jóvenes de conocer la ciudad y el país. El principal legado fue el de visualizar la capacidad de las organizaciones juveniles –y, por lo tanto de los y las jóvenes– de organizar y responsabilizarse de grandes eventos. De hecho, los medios de comunicación se hicieron eco del Festival, lo que no sucede muy a menudo y menos aun para destacar aspectos positivos de la juventud. Durante 10 días, la juventud y las organizaciones juveniles fueron protagonistas y, lo que es más importante, lo fueron sus proyectos e iniciativas, rompiendo con los tópicos de una juventud individualista y conformista. En clave más asociativa, el Festival permitió a muchas entidades conocer a otras homólogas de otros lugares del mundo, posibilitando así, futuras relaciones. Además, las más de 500 actividades que se organizaron, generaron conocimiento compartido entre las personas jóvenes, contribuyendo, sin ningún tipo de duda, al crecimiento de las entidades. Ante una crisis global que afecta, en especial, a los jó- venes, ¿cuáles son los retos de las políticas públicas de juventud para garantizar que estos no se conviertan en un colectivo en riesgo de exclusión? Antes de la crisis, la mayoría de los y las jóvenes ya se encontraban en situación de precariedad. Ahora, además, muchos están en el paro. La ciudad de Barcelona finalizó el año 2007 con 10.235 jóvenes de entre 16 y 29 años en paro. En el año 2009, esta cifra se duplicó y se llegó a los 19.360. La coyuntura económica ha contribuido, sin duda, al aumento de esta cifra. El aumento global del paro se ha situado en un 67%, lo que nos indica que la crisis se está ensañando con las personas jóvenes, dado que el aumen- to del paro juvenil ha sido de 22 puntos por encima de la media global. Tenemos dos retos: el paro juvenil y la precariedad laboral. El colectivo juvenil ha sido expulsado brutalmente del mercado laboral y el motivo es que era la opción más fácil. La precariedad –los contratos temporales y los salarios bajos– ha hecho de la juventud catalana una diana vulnerable. Además, cuanto más joven, más vulnerable. Es necesario hacer frente a los dos retos de forma conjunta; no podemos acabar con el paro a costa de una mayor precariedad laboral. Por esta razón, nos hemos opuesto a la reforma laboral. Por otra parte, Cataluña y el Estado español se encuentran a la cola de la Unión Europea en lo que se refiere a gasto en educación, ya que éste no llega al 5% del Producto Interior Bruto. Ello dice bastante de las prioridades que tenemos como país; prioridades que quizá deberíamos invertir. Creo que los y las jóvenes y la sociedad en general quieren no sólo salir de la crisis de forma inmediata, lo que efectivamente es urgente, sino también que las medidas que se apliquen permitan pensar en unas ciudades de futuro, más cohesionadoras, donde todo el mundo pueda desarrollar su proyecto de vida, incluyendo el trabajo, los amigos, la familia, la formación, el asociacionismo, etc. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201128 MONOGRÁFICO La Juventud y las Políticas de Juventud en un mundo globalizado René Bendit Investigador del Instituto Alemán de l a Juventud e ntre 1976 y 2 008, consult or privado espe cialista en ju ventud y pol íticas de juve ntud @ C ri st in a D ie st ro 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 29MONOGRÁFICO El presente artículo se centra principalmente en cómo los cambios económicos, sociales y culturales generados por la globalización están afectando a la juventud y a las políticas de juventud en todo el mundo, especialmente en Europa y Latinoamérica. Dentro de este contexto general, el autor trata aspectos relacionados con los nuevos patrones de vulnerabilidad de las y los jóvenes, así como las tendencias de acentuación de la desigualdad y la exclusión social de determinados grupos. A través de este marco analítico, el artículo intenta dar respuesta a la cuestión de cómo las políticas de juventud y la educación formal, no formal e informal contribuyen a superar dichas tendencias y a fomentar procesos de inclusión social, económica y cultural de las y los jóvenes en contextos modernos y modernos tardíos (sociedades de servicio, información y conocimiento). Para conseguir estos objetivos, el autor presenta diferentes estrategias de políticas de juventud desarrolladas principalmente en los países de la Unión Europea y en Latinoamérica. Al mismo tiempo, intenta ofrecer una orientación general sobre ciertos aspectos y temas básicos que las autoridades locales deberían tener en cuenta al elaborar sus políticas de juventud. ARTÍCULO 1. ¿Qué es la globalización? Existen infinidad de definiciones en torno a este término. Anthony Giddens define la globalización como “La inten- sificación de las relaciones sociales en todo el mundo por las que se enlazan lugares lejanos, de tal manera que los acontecimientos locales están configurados por aconteci- mientos que ocurren a muchos kilómetros de distancia o viceversa.” (Giddens, 1993). En esta misma línea, autores como Beck (1996; 1998; 2000), Blossfeld et al. (2005) y Hornstein (2008) describen los procesos de globalización como la acción y efectos combinados de diferentes proce- sos macroestructurales de cambios económicos, tecnológi- cos y sociales, es decir, la creciente internacionalización de los mercados que ha provocado un aumento de la compe- tencia entre países con salarios, niveles de productividad y sistemas de bienestar social muy diferentes y que, por tanto, también ofrecen a su población unos estándares de vida muy diferentes. Asimismo, la globalización se debe contemplar como un proceso dialéctico entre momentos globales y locales (Giddens, 1993) y, como demuestran los estudios comparativos internacionales, los cambios provocados por los procesos de globalización no necesariamente tienen los mismos efectos en todas las sociedades. Cada país afronta los factores de la globalización en el marco de un contexto económico concreto y de unas estructuras institucionales muy arraigadas, vinculadas tanto a las leyes del mercado laboral y a los sistemas de bienestar social como a las diferentes normas y valores imperantes. En consecuencia, dichos factores son “filtrados” de una forma concreta lo que confiere a la globalización un carácter específico en cada país. En algunos países y regiones del mundo, los efectos combinados de los procesos macroestructurales internacionales y locales han provocado un mayor crecimiento productivo y económico, así como una mejora de la calidad de vida de amplios estratos de la sociedad, mientras que en otros ha supuesto un aumento del desempleo, la pobreza, la vulnerabilidad y la inseguridad de determinados grupos sociales. En sociedades menos desarrolladas, concretamente en los países en vías de desarrollo de Latinoamérica, estas tendencias económicas han generado grandes grupos de “perdedores de la globalización”, especialmente aquellos con un nivel más bajo de educación formal y con menos capital social y cultural (Blossfeld et al., 2005)1 . Debido al asombroso desarrollo de las nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación, se ha producido una fuerte interdependencia económica, cultural y social, por lo que la globalización también se caracteriza por la intensificación de vínculos y relaciones internacionales entre empresas, estados y personas (Castells et al., 2006). Además, las desigualdades económicas y sociales en todo el mundo generan factores de atracción y expulsión que provocan movimientos migratorios internacionales y nacionales a gran escala, los cuales, a su vez, originan nuevos problemas de cohesión social e integración en la sociedad de acogida, así como la fuga de personas cualificadas de los países económicamente menos desarrollados. En consecuencia, los mercados nacionales y locales están cada vez más influenciados por las coyunturas política, económica, financiera, social y militar de otras regiones del mundo, lo que genera inestabilidad económica CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201130 MONOGRÁFICO en los ámbitos nacional y local. En la mayoría de sociedades, estos factores ocasionan inseguridades e incertidumbres que son reforzados por cambios en el estado del bienestar (recortes en las prestaciones), provocando que los antiguos sistemas de seguridad social también sean cada vez más frágiles. A raíz de ello, se observa una pérdida de confianza de la población, tanto en lo que se refiere a la capacidad y eficacia de las políticas públicas de mantener el equilibrio entre los diferentes problemas e intereses de la sociedad, como en relación al poder integrador del Estado. 2. Consecuencias y efectos de la globalización, modernización y cambio social en la juventud La globalización crea nuevos modelos de referencia, no tra- dicionales, para los procesos de crecimiento, socialización y posicionamiento social de las futuras generaciones y, por tanto, para el relevo generacional (que, por otra parte, es un elemento básico del cambio social)2. En este contexto, en Europa y Latinoamérica se identifican algunos rasgos comunes, aunque con diferentes grados de intensidad. La relevancia del mercado en todos los ámbitos de la vida exige de las y los jóvenes unos recursos personales, una cualificación profesional y unas competencias cada vez mayores y más adecuadas a la demanda y necesidades de las empresas de una región y en un periodo de tiempo determinados. La educación, los conocimientos informáticos en diferentes niveles, la formación profesional, así como la experiencia laboral y las redes sociales, se han convertido en las claves del éxito del desarrollo personal y de la integración económica y social. La educación formal e informal han adquirido extraordinaria importancia y la lucha por la obtención de mayores logros educativos y titulaciones académicas se ha intensificado, dejándose notar desde las primeras etapas de educación preescolar. Quienes se incorporan de forma temprana al mundo laboral, sin una buena cualificación académica, son los más afectados por las fluctuaciones del mercado laboral y, por tanto, los que están más expuestos a la exclusión social. El proceso de globalización también tiene consecuencias sobre la transición de las y los jóvenes del sistema educativo a la vida laboral. Como señalaban Biggart, Furlong y Cartmel (2008), la modernización de las sociedades ha llevado a que las transiciones de la juventud de la educación al empleo y a la vida adulta cada vez se alarguen más, sean más complejas y diversificadas, lo que genera una mayor vulnerabilidad a la marginación y la exclusión de este colectivo. Los itinerarios de la escuela a la formación profesional y de aquí al empleo y a la vida independiente, antes considerados lineales y predecibles, han sido sustituidos por otros itinerarios personales más diferenciados, inciertos, fragmentados e incluso reversibles. Actualmente, en la mayoría de regiones del mundo, han pasado a formar parte del pasado el pleno empleo y un estado del bienestar que garanticen la integración social y la ciudadanía de quienes han seguido una “trayectoria normal”, sólo marcada por la diferencia de género. Los contratos temporales, el aumento de puestos de empleo atípicos e inestables, los trabajos de media jornada y las formas precarias de autoempleo con bajos niveles de capacitación profesional e ingresos, además de una imagen personal pobre, forman parte de la nueva “normalidad” y por estas razones, según Blossfeld et al. (2005), las y los jóvenes de diferentes regiones del mundo parecen ser los grandes perdedores de la globalización. Los cambios provocados por la globalización y la modernización también tienen importantes implicaciones en la biografía personal y en la construcción de la propia identidad; generan nuevas exigencias, como por ejemplo la toma constante de decisiones personales, aún cuando los resultados sean inciertos; aguantar y resistir la creciente competitividad del mercado laboral (Lianos et al., 2002); conciliar esferas de la vida fragmentadas –familia, empleo, amistades, educación, etc.– y mantener la coherencia entre ellas (construcción de identidad) (Giddens, 1993; Keupp et al., 1999; Bauman, 2005). Asimismo, se exige de las y los jóvenes que generen una biografía personal continua, aunque los límites entre el pasado, el presente y el futuro y entre las distintas fases de la vida se hayan desdibujado, y finalmente, que asuman auto-responsabilidades tanto en el ámbito profesional a través de la formación a lo largo de la vida, como (y cada vez más) en el ámbito de la seguridad social a través de sus propios ahorros. Las y los jóvenes de un estrato social más bajo privados de recursos y oportunidades –éste es el caso de la mayoría de jóvenes en Latinoamérica– suelen verse forzados a tomar itinerarios atípicos y no personalizados, limitándose a adaptarse a “las circunstancias” u oportunidades que se les presentan para integrarse económicamente en el mercado laboral y hacer frente a la exclusión o a la marginación. En sociedades más desarrolladas, la desigualdad ya no se limita a las diferencias de estatus social pero, aún así, también conlleva riesgos de exclusión social (Furlong y Cartmel, 1997). Por otra parte, la globalización y modernización también están cambiando los procesos de emancipación económica y del hogar familiar de las y los jóvenes. Los estudios muestran que las condiciones, métodos y estrategias de la juventud para alcanzar el estatus de adulto independiente han cambiado extraordinariamente. Las y los jóvenes parecen retrasar considerablemente su transición a la vida adulta, concretamente en lo que se refiere a su independencia doméstica. En este sentido, los trabajos de investigación sobre juventud en la Unión Europea y Latinoamérica (Bendit et al., 1999; Informe FATE, 2005) ponen de manifiesto que un porcentaje considerable de jóvenes de entre 15 y 29 años continúa viviendo en el hogar familiar hasta una edad relativamente avanzada, porque no tienen otra opción (Bendit et al., 2004; CEPAL, 2004). 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 31MONOGRÁFICO Por último, todos estos cambios también han incidido en la participación política y social de la juventud. Pese a que la participación formal de las y los jóvenes en las estructuras e instituciones políticas existentes está disminuyendo prácticamente en todo el mundo, se observa que en muchos países de Europa y Latinoamérica la juventud juega un papel importante, a veces primordial, en los movimientos que tienen por objetivo la transformación y el cambio social. Además del uso creativo que hacen de Internet para llamar a la movilización (por ejemplo e-mails, Blogs, Facebook, Twitter, etc.), su presencia es considerable en las ONG del llamado “tercer sector” y en diferentes movimientos sociales basados en la comunicación electrónica, trabajos de voluntariado y otras formas de participación informal. Asimismo, están muy implicados en movimientos activistas contra la globalización. En los países y regiones económicamente menos desarrollados, la participación activa de la juventud en la mejora de la sociedad y, por consiguiente, de sus propias condiciones de vida y perspectivas de futuro, es consecuencia directa de la necesidad y de la falta de oportunidades, así como de la voluntad de demostrar lo que son capaces de conseguir en los diferentes ámbitos de la sociedad. 3. Retos de la juventud y de las políticas de juven- tud en Latinoamérica Igual que en las sociedades europeas de la modernidad tardía, las políticas educativas y de juventud en Latinoamé- rica también deben afrontar los grandes retos que supone el acelerado cambio en los ámbitos tecnológico, económico, social y cultural; necesitan, además, ofrecer respuestas innovadoras a viejos y nuevos problemas, así como a condiciones diferentes y más difíciles, ya que la juventud latinoamericana vive con mayor intensidad que la juventud de la Unión Europea una serie de tensiones y contradiccio- nes que condicionan su día a día. Estas tensiones y contradicciones son, entre otras: • Mayor acceso a la educación general y, sin embargo, menos oportunidades de acceder al mundo laboral. • Mayores oportunidades de obtener información y, sin embargo, menor acceso a las estructuras de poder y de toma de decisiones. • Más expectativas de autonomía y, sin embargo, menos opciones de hacerlas efectivas. • Mejores condiciones de salud y, sin embargo, bajo reconocimiento y concienciación sociales con respecto a los factores específicos causantes de las enfermedades y mortalidad juveniles. • Un profundo desarrollo de las sensibilidades emocionales y, al mismo tiempo, una gran separación y segmentación de la comunicación intra e intergeneracionales. • Reconocimiento de su alto nivel de capacitación y competencias en muchos campos y de su capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos y a las exigencias de la Sociedad de la Información. Sin embargo, se sienten más excluidos que los adultos de los puestos de trabajo de la economía productiva y de servicios. • Se les considera los “destinatarios” de las políticas de juventud (y de otros servicios y políticas), pero no se reconoce su rol como “actores” políticos y sociales. • Se produce un aumento de su actividad en los mundos simbólico y virtual y, al mismo tiempo, una mayor restricción de sus posibilidades materiales de consumo. • Viven centrados principalmente en el presente, mientras que las expectativas de la sociedad con respecto a la juventud son de “futuro”. • Experimentan las expectativas de la sociedad respecto al rol de los jóvenes como “actores sociales y políticos”, Salas de estudio en horario nocturno. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201132 MONOGRÁFICO a la vez que los adultos les cierran los accesos a realizar sus propias iniciativas y a asumir responsabilidades sociales y políticas (CEPAL-OIJ, 2004). Muchas y muchos jóvenes no pueden hacer frente con éxito a estas tensiones y contradicciones por falta de recursos y oportunidades, por las enormes desigualdades en la distribución de la riqueza que han aumentado la separación entre ricos y pobres, así como por la debilidad económica y social de grandes grupos de jóvenes. Esta situación ha provocado una concentración de la pobreza en la infancia y la juventud y su aislamiento y marginación del resto de la sociedad. Para las y los jóvenes de clase baja, crecer en tales condiciones ha supuesto su exclusión social en muchos ámbitos: educación, acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, formación profesional especializada, acceso al mercado laboral, emancipación del hogar familiar y participación en la sociedad, provocando su extrema pobreza y marginación (CEPAL, 2004). Como en los países de la Unión Europea, los gobiernos nacionales, las autoridades regionales y locales, así como las organizaciones supranacionales de los países Latinoamericanos deben también elaborar y aplicar políticas adecuadas para hacer frente a esta situación. Deben, además, convencer a la juventud de que sus intereses están siendo tomados en consideración y superar las actitudes extremadamente escépticas de los jóvenes tanto con respecto a las instituciones y servicios públicos como a las prácticas políticas en las democracias representativas. La cuestión que se plantea en el siguiente apartado es, por tanto, cómo afrontar todos estos cambios y retos, es decir, de qué manera las políticas de juventud y otras políticas relacionadas pueden ayudar a las y los jóvenes a lograr su integración económica, social, cultural y política Programa de ocio nocturno (ciclo de conciertos musicales). 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 33MONOGRÁFICO estrategias, programas de acción y medidas cuyo objeti- vo es hacer frente a los nuevos retos generados por los procesos de globalización y modernización. Sus principales objetivos estratégicos son: • Modernizar las instituciones y las políticas educativas, equiparándolas a los desafíos de los tiempos actuales. • Reorientar el mercado laboral y las políticas de empleo, centrándose en la integración de la juventud, las mujeres y otros grupos que tienen que superar obstáculos para acceder a un puesto de trabajo remunerado. • Reformar y modernizar los sistemas de bienestar social existentes con vistas a fomentar la integración y garantizar la cohesión social a través de nuevos modelos y prácticas asistenciales. • Mejorar la conciliación de la vida familiar y la vida profesional a través de nuevos modelos organizativos de trabajo, la ampliación de los servicios de atención a la infancia y otras medidas. • Desarrollar nuevas formas de gobernanza, mediante la promoción de la ciudadanía, la participación y el voluntariado. • Desarrollar políticas de infancia y de juventud innovadoras en el ámbito europeo y latinoamericano, nacional y local. Estos objetivos principales están siendo aplicados, con más o menos éxito3, en el ámbito de las políticas de juventud, así como en otros ámbitos vinculados como la educación y la formación profesional, la transición de la escuela al mundo laboral, el empleo y las políticas sociales. En Latinoamérica, durante la última década, las organizaciones nacionales y supranacionales también han desarrollado y aplicado estrategias para hacer frente a los impactos de la globalización y a los efectos de los cambios económicos y sociales en la juventud4. Resulta imposible describir, analizar y evaluar todas las estrategias políticas, programas de acción y medidas en este artículo; se intentará, no obstante, identificar los principales ámbitos, temas, problemas y cambios que se han producido en las políticas de juventud en Europa y Latinoamérica durante los últimos años. Posteriormente, y sobre la base de este análisis, se describirán algunos elementos esenciales para el desarrollo de una Política Integral de Juventud. 4.2. Cambios en las prioridades, conceptos, enfoques y estrategias pedagógicas de las políticas de juventud En las últimas décadas se han podido observar importantes cambios en las prioridades y estrategias de las políticas de juventud en Europa y Latinoamérica. Estos cambios se pueden considerar el resultado de una determinada combi- nación de factores, como las crecientes expectativas de la sociedad en lo que se refiere a la mejora de los resultados académicos del alumnado en todos los niveles y su capaci- tación para que puedan tener éxito en la actual Sociedad en las sociedades en que viven. Ante la enorme magnitud de los cambios que se están produciendo en toda Europa y en Latinoamérica, de acuerdo con Anthony Giddens se puede afirmar que “la meta general de la política […] debería ser ayudar a los ciudadanos a guiarse en las grandes revoluciones de nuestro tiempo: la globalización, las transformaciones de la vida personal y nuestra relación con la naturaleza” (Giddens, 1999), ello adquiere especial relevancia cuando se trata de la juventud. 4. ¿Cómo encaran la globalización las políticas de juventud y otras políticas relacionadas? 4.1. Principales políticas de juventud en Europa y Lati- noamérica Los estados nacionales y las organizaciones supranaciona- les de ambas regiones han elaborado y aplicado diferentes CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201134 MONOGRÁFICO del Conocimiento. Los debates públicos y las reformas educativas llevadas a cabo con respecto a estos temas se corresponden con las políticas de la Unión Europea e ibe- roamericanas cuyo objetivo principal es mejorar el capital humano. Estas estrategias incluyen una mayor conciencia- ción sobre la creciente relevancia de la educación a lo largo de la vida y del aprendizaje informal y no formal (como, por ejemplo, el que los y las jóvenes adquieren en el trabajo y en el trabajo social). Por otra parte, la acumulación de problemas y conflictos sociales, como el abandono prematuro de la escolarización, los conflictos interculturales y los problemas de integración de las y los estudiantes inmigrantes o pertenecientes a minorías étnicas, el “bullying” u otros comportamientos antisociales contra estudiantes o grupos minoritarios, el consumo y abuso de alcohol y de drogas ilegales, así como la violencia dentro y fuera de las aulas, son el centro de atención de todas las personas responsables e implicadas en las políticas de juventud en Europa y Latinoamérica, convirtiéndose en los temas prioritarios de la mayoría de sus programas. En consecuencia, también han merecido una creciente atención las nuevas estrategias y enfoques pedagógicos destinados a afrontar problemas sociales e individuales, además de la necesidad de hacer más evidentes y aceptados los conceptos y definiciones subyacentes de las políticas de juventud. ¿Debe tratarse a la juventud como un “problema”, o como un “grupo problemático” (con grandes “déficits a cubrir”)? o bien ¿debe contemplarse y tratarse a la juventud como un “recurso” social, o bien como un “problema” y un “recurso” a la vez?5 Otro de los cambios que se ha podido observar en las políticas de juventud es la tendencia a restringir el colectivo destinatario de éstas a jóvenes de edades comprendidas entre los 14/15 y los 25 años (y en algunos casos, hasta los 30)6. Poco a poco, las políticas de juventud han pasado de un enfoque de “grupo problemático” a otro más “universalista”, “integral” y de “recurso” (políticas no sólo dirigidas a todos los miembros de una misma generación sino también, en ciertos casos, a grupos problemáticos específicos). A veces, estas políticas asocian estrategias y programas dirigidos a la infancia con otros destinados a la juventud. Asimismo, actualmente, en las políticas de juventud y otras políticas relacionadas en Europa y Latinoamérica se puede apreciar un cambio de tendencia hacia una mayor colaboración entre las escuelas y los centros de asistencia infantil y juvenil, con el objetivo de proteger a las y los jóvenes contra los peligros externos y contra ellos mismos, orientarles profesionalmente y apoyarles en su integración al mercado laboral, lograr una mayor participación política y social de la juventud, favorecer la apertura intercultural de las asociaciones y centros de juventud, así como fomentar la ciudadanía, la tolerancia y la participación en campañas antiracistas y a favor de la igualdad. Finalmente, otro cambio importante que se ha observado en varios países europeos es que las políticas de infancia y juventud de los últimos años se han ido distanciando de la “perspectiva del déficit”. En este sentido, la juventud ya no se contempla como un grupo social con muchos problemas y carencias que deben solucionar las instituciones educativas y de juventud y bienestar social. Los nuevos paradigmas y estrategias que se centran en el desarrollo y apoyo de la autonomía y emancipación de la juventud ganan terreno y son cada vez más aceptados entre los responsables y decisores políticos en los ámbitos de infancia y de juventud. No obstante, en algunos países (tanto en Europa como en Latinoamérica) las estrategias orientadas hacia la resolución de problemas más que a su prevención, todavía son la tónica dominante de las políticas y, por tanto, las que reciben un mayor apoyo financiero. 5. Desarrollo de Políticas Integrales de Juventud Las políticas de juventud en Europa y Latinoamérica incum- ben varios ámbitos políticos e implican una gran variedad de temáticas y prioridades nacionales y locales, así como la necesidad de emprender una acción conjunta. Los princi- pales ámbitos y problemas relacionados con la juventud que necesitan el apoyo político son: educación, formación a lo largo de la vida, salud, riesgos y comportamientos de riesgo, protección juvenil, apoyo al ocio y a las actividades culturales, empleo, movilidad, desigualdades sociales, inte- gración, racismo, participación, información, voluntariado y, por último, pero no menos importante, la autonomía de los jóvenes. Mientras la política sectorial de juventud trata específicamente algunas de estas cuestiones, problemas y necesidades, las políticas elaboradas desde otros ámbi- tos desarrollan programas y acciones paralelas también esenciales en el marco del concepto amplio e intersectorial de Políticas Integrales de Juventud. Este enfoque debe ser elaborado y aplicado en los ámbitos municipal, nacional y supranacional. Las Políticas Integrales de Juventud van destinadas a las y los jóvenes y adultos jóvenes de entre 14/15 y 25/29 años, y no se centran específicamente en un área determinada, “Las Políticas Integrales de Juventud van destinadas a las y los jóvenes y adultos jóvenes de entre 14/15 y 25/29 años, y no se centran específicamente en un área determinada, sino en el conjunto de todas las áreas de acción, aunque se establezcan diferentes prioridades, en función de algunas variables concretas” 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 35MONOGRÁFICO sino en el conjunto de todas las áreas de acción, aunque se establezcan diferentes prioridades, en función de algunas variables concretas, como los subgrupos de edad (dentro de la franja de edades anteriormente mencionada), el género, el nivel educativo, el origen étnico o problemas específicos que se consideren prioritarios en las diferentes fases de desarrollo, etapas o momentos de la vida de las y los jóvenes. Desde este punto de vista, y sobre la base de los cambios y desafíos generados por la globalización en la juventud, seguidamente se describen algunos “elementos esenciales”, es decir, objetivos y estrategias para el desarrollo de Políticas Integrales de Juventud7. 5.1. Objetivos de las Políticas Integrales de Juventud El objetivo general de las Políticas Integrales de Juventud es preparar a las y los jóvenes para vivir en la Sociedad del Conocimiento actual, es decir, facilitarles el acceso al conocimiento (y a que sean ellas y ellos quienes lo auto- generen) a través de instrumentos y herramientas moder- nas y conceptos que estimulen la formación a lo largo de la vida. Ello implica, en primer lugar, replantear el aprendizaje y combinar los procesos de educación formal con los no formales e informales en el contexto de las políticas de juventud y otras políticas y proyectos relacionados con la juventud (dentro y fuera de las instituciones educativas). Las Políticas Integrales de Juventud se centran, además, en la aplicación de programas de lucha contra el desempleo juvenil, a partir de la reforma y ampliación de los sistemas de formación laboral/profesional, la orientación profesional en las escuelas de educación secundaria, así como de otras medidas de preparación para la vida laboral que incluyan programas sociales y de trabajo juvenil centrados en la inserción laboral de los más desfavorecidos. Otros objetivos estratégicos de dicho modelo son: promover y apoyar la movilidad geográfica de las y los jóvenes, consolidar los derechos de la infancia y de la juventud, promover la igualdad de las niñas y los niños y las y los jóvenes, incluida la participación institucional en los procesos de toma de decisiones (por ejemplo, reducir la edad mínima para ser elegible, realizar experiencias de parlamentos infantiles y juveniles, etc.), promover las actividades culturales y la producción cultural juvenil, la educación política, la ciudadanía, la participación y el trabajo de voluntariado y, por último, animar a la juventud a vivir conforme a sus convicciones. Asimismo, también incluye la implementación de programas que favorezcan la integración de las y los jóvenes de origen inmigrante o pertenecientes a minorías étnicas, la lucha contra la xenofobia, el racismo, el antisemitismo y la violencia, así como contra el extremismo de derechas. Por otra parte, el concepto de Políticas Integrales de Juventud también hace hincapié en el bienestar juvenil, concretamente en lo que se refiere a la protección de la infancia y la juventud contra los abusos sexuales y los Centro de producción artística. © Fundación Bilbao Arte Fundazioa CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201136 MONOGRÁFICO contenidos peligrosos aparecidos en publicaciones, medios de comunicación e Internet. También se incluyen programas que fomenten la educación de las y los jóvenes como consumidores, así como el buen desarrollo y aplicación de programas de “salud adolescente” destinados a la prevención de riesgos (tratamientos preventivos), especialmente contra el consumo de drogas, alcohol y tabaco, la conducción temeraria, las prácticas sexuales de riesgo, así como la puesta en práctica de programas y medidas de prevención e intervención en el ámbito de la delincuencia infantil y juvenil. Un último objetivo de las Políticas Integrales de Juventud sería fomentar y mejorar la colaboración y el trabajo en red entre los servicios sociales para la juventud, reorganizar los servicios públicos de juventud (nueva gestión pública) y fomentar el trabajo juvenil y la política de juventud a escala internacional. 5.2. El aprendizaje como “referente” de las Políticas Integrales de Juventud En la primera etapa de la modernidad, los sistemas masivos de educación y formación extendieron y legitimaron los programas de estudio, la pedagogía, la evaluación y las certificaciones dentro de unas estructuras y procesos muy estandarizados y formales. Hoy en día, todas estas cuestio- nes parecen obvias y casi naturales, pero sólo porque esta- mos habituados a ellas y porque se les continúa otorgando importancia en la segunda etapa de la modernidad. No obstante, en esta segunda fase se ha producido un redescu- brimiento de la dimensión permanente del aprendizaje y de sus implicaciones en el proceso de formación a lo largo de la vida. Aparte del proceso de redefinición social del curso de la vida y del lugar que ocupa la juventud en la misma, han surgido nuevas cuestiones teóricas y empíricas que están centrando la investigación en materia educativa y de juventud y, en consecuencia, de las políticas educativas y de juventud. Según Chisholm (2008), las antiguas barreras entre categorías de conocimiento y las formas en que se entrecruzan conocimiento descriptivo y conocimiento vivencial, así como su aplicación en la vida cotidiana, están evolucionando y prácticamente desapareciendo. Al mismo tiempo, se plantean interpretaciones muy diferentes del concepto de aprendizaje, de los métodos que pueden utilizar las personas (de todas las edades) para aprender y de la manera de reconocer e identificar los resultados de dicho aprendizaje. Esta evolución provoca la necesidad de replantear el concepto de aprendizaje, generada por la transición a la segunda fase de la modernidad, en el marco de la globalización cultural y económica. Las y los jóvenes ocupan una posición destacada en estos cambios: son los principales sujetos del aprendizaje, aunque en muchos sistemas educativos todavía son considerados “objetos pedagógicos”. De cualquier forma, en toda sociedad, la juventud aprende a saber, a hacer, a ser y a convivir. El nuevo contexto plantea la pregunta de cuál debe ser el papel de la educación formal, no formal e informal en los procesos de socialización y en la configuración de la vida de las y los jóvenes. En este sentido, redefinir el aprendizaje, es decir, cambiar o intensificar la relación entre el aprendizaje formal, no formal e informal en los diferentes escenarios de la vida de las y los jóvenes (escuela, grupos de amistades, trabajo, servicios de voluntariado, aprendizaje-servicio, etc.) merece una especial atención. Por ello, las políticas de juventud y educativas deben dar respuesta a determinados problemas y contradicciones básicos. Por ejemplo: ¿qué rol deben desempeñar los procesos de aprendizaje informales en las escuelas, es decir, en los currículos reglados? ¿Cómo pueden las y los profesionales de diferentes áreas (educadores, profesores, trabajadores sociales de juventud y de otras áreas, etc.) colaborar dentro y fuera de los entornos institucionales? ¿Qué deben saber las y los educadores de entornos de aprendizaje formales y no formales acerca sus respectivos trabajos? ¿Cómo podemos afrontar las contradicciones existentes entre los contextos de aprendizaje formal e institucionalizado y el aprendizaje informal “voluntario”?, o bien ¿cómo podemos mejorar la colaboración entre ambos sectores? ¿Pueden ser los proyectos de “aprendizaje-servicio”, ofrecidos dentro y fuera del sistema educativo formal, una forma de dar respuesta a estas contradicciones? 5.3. Políticas Integrales de Juventud en el ámbito mu- nicipal Los objetivos de las Políticas Integrales de Juventud deben desarrollarse y ponerse en práctica también en el ámbito municipal, teniendo siempre en cuenta su adaptación a las condiciones locales específicas. Los puntos básicos de las políticas de juventud municipales -que deben ser adaptados a la gran variedad de particularidades regionales- son los siguientes: • Adaptar el desarrollo urbano a la infancia, la adolescencia y la juventud a través de medidas de adecuación de los barrios (entornos saludables, zonas de juego, escuelas, guarderías, centros de juventud, etc.). • Fomentar la participación de la infancia y la juventud en los procesos de toma de decisiones en instituciones municipales y centros cívicos, servicios de juventud, centros de educación obligatoria y en temas relacionados con los derechos de custodia. • Mejorar la provisión de servicios socio-educativos para la infancia y la juventud (por ejemplo, servicios de apoyo familiar y oferta residencial a pequeña escala). • Implementar estrategias de empoderamiento de la gente joven a través de, por ejemplo, la oferta 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 37MONOGRÁFICO de trabajo, la creación de insfraestructuras de ocio (asociaciones o clubes de jóvenes, etc.), el fomento de la creación y autogestión de sus propias actividades culturales y de ocio y así como de la participación en la vida democrática y en la política municipal. • Integrar a las y los jóvenes de origen inmigrante a través de proyectos socioculturales. • Desarrollar proyectos ecológicos locales en los cuales las y los adolescentes y jóvenes adultos puedan intensificar y aplicar las convicciones y compromisos aprendidos en el entorno socio-familiar y en la educación formal. • Utilizar los recursos públicos para crear y desarrollar mercados laborales locales y apoyar política y económicamente a determinados grupos para que puedan acceder a la formación profesional y al empleo. • Desarrollar programas de viviendas de protección oficial que promuevan y apoyen la emancipación y la autonomía de la juventud. • Elaborar y aplicar estrategias y prácticas innovadoras para evitar los comportamientos de riesgo, especialmente para evitar la delincuencia juvenil en los barrios (Bendit et al., 2000). • Promover formas innovadoras de colaboración y de trabajo en red entre servicios sociales relacionados, agencias e instituciones educativas, sanitarias y de empleo, así como contribuir al desarrollo e implementación conjunta de los planes de juventud municipales. En el ámbito municipal, pero también en el nacional y supranacional, las Políticas Integrales de Juventud de Europa y Latinoamérica (y del resto del mundo) deben ser elaboradas, desarrolladas y aplicadas con la participación extensiva e intensiva de las y los jóvenes de todas las edades. 6. Conclusiones y perspectivas Los procesos de globalización y modernización han tenido enormes consecuencias en la vida de todos los miembros de la sociedad y especialmente en la juventud, durante la transición de la educación a la vida laboral y adulta. Los continuos cambios económicos y sociales ocasionados por la globalización dificultan la capacidad de predecir futu- ros desarrollos en estos ámbitos y provocan inseguridad e incertidumbre en la vida social y laboral. Para todos los actores sociales, y en especial para la juventud, tomar decisiones racionales relacionadas con proyectos perso- nales a largo plazo se hace difícil, debido a la complejidad y a la falta de definición de las posibles alternativas y sus consecuencias. Sobre la base de esta incertidumbre e inseguridad, las estructuras, tradiciones y normas locales adquieren cada vez más importancia en la construcción de la identidad y la orientación de la vida de cada persona. Además, como la toma de decisiones estratégicas a largo plazo resulta cada vez más difícil, especialmente para la juventud, muchos prefieren hacer planes a muy corto plazo o sencillamente no hacerlos. Las tendencias sociales, des- critas y analizadas en este artículo, ejercen cada vez más presión sobre la juventud, para que afronte y se adapte a los cambios acelerados que se producen en todas las esfe- ras de la vida. Como consecuencia, los actores sociales en los ámbitos de juventud y de las políticas relacionadas con la juventud (decisores políticos, investigadores, trabajadores sociales de juventud y otros agentes implicados) deben revisar sus conceptos de “juventud” y elaborar nuevas políticas y métodos de trabajo, así como nuevos enfoques transversales y multidisciplinarios, que ayuden a comprender mejor los cambios sociales generados por la globalización y la modernización y que ofrezcan puntos de referencia para ayudar a las y los jóvenes a superar con éxito los desafíos de la transición a la vida adulta. Podemos concluir, además, que la diversificación y la individualización de la juventud y de la transición a la vida adulta producen cambios en los procesos de socialización de las y los jóvenes y tienen importantes implicaciones para las políticas cuyo objetivo es mejorar sus condiciones y derechos en la sociedad. Por tanto, el cambio de un enfoque societal a otro centrado en el individuo en la transición a la vida adulta tiene consecuencias muy importantes en las políticas de juventud y de bienestar juvenil. La provisión de servicios universales y de otras áreas de soporte, basada en el supuesto de que los derechos formales y la igualdad de oportunidades son suficiente garantía de justicia social, debe ser revisada de acuerdo con las últimas investigaciones sobre las transiciones de la juventud. La disparidad social está aumentando y de ningún modo queda equilibrada por los efectos de la globalización. El debilitamiento de pilares sociales, como la familia y la comunidad, exige la implementación de políticas públicas que refuercen la capacidad individual de adquirir los recursos necesarios (especialmente de conocimiento) para lograr con éxito el desarrollo personal hacia la vida adulta. Dichas políticas Dispositivo de prevención de riesgos Noz’ambule (Rennes). CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201138 MONOGRÁFICO deberán tener en consideración las circunstancias personales específicas y los contextos locales y, por tanto, deberán ser flexibles y descentralizadas. Ante estas nuevas condiciones, durante los próximos años, las políticas de juventud deberán superar una serie de retos, con el propósito de apoyar a la juventud para que ésta pueda desempeñar un papel importante en la modernización y transformación de las sociedades. Una prioridad clave es crear el marco político que garantice la prosperidad de las sociedades, que haya más y mejores empleos, que las y los jóvenes dispongan de itinerarios más definidos entre el mundo de la formación y el empleo y la esfera del crecimiento y el desarrollo personales. Son necesarios mayores esfuerzos para fomentar la cohesión social, la solidaridad intergeneracional y el desarrollo de modelos multiculturales inclusivos donde todas las y los jóvenes tengan cabida. Este proceso es esencial para el desarrollo de la participación social, cultural y política, es decir para el ejercicio de ciudadanía no sólo en los ámbitos nacional, regional y municipal, sino también en Europa y Latinoamérica. Esta preocupación política por la prosperidad, la participación y la integración de la juventud en los procesos de toma de decisiones, sólo será posible si dichas políticas se enmarcan en un concepto de Políticas Integrales de Juventud que se base en la evidencia, que describa e interprete correctamente la situación de las y los jóvenes, sus necesidades, sus valores y orientaciones, a través de datos empírico y con ejemplos prácticos de cómo abordar apropiadamente dichas cuestiones de una manera sostenible y viable. En consecuencia, proponemos un nuevo concepto de Políticas Integrales de Juventud que responda mejor a los desafíos de nuestros tiempos, uniendo la educación formal con el aprendizaje no formal e informal en el contexto de programas, medidas y proyectos coordinados de juventud, educación, empleo, integración social y salud y prevención de riesgos, especialmente de ámbito municipal. Bibliografía • Bauman, Z. (2002): Modernidad Líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. • Bauman, Z. y Vecchi, B. (2005): Identidad: Conversaciones con Benedetto Vecchi. Madrid: Losada. • Beck, U. (1996): The Reinvention of Politics: Rethinking Modernity in the Global Social Order, Cambridge: Polity Press. • Beck, U. (1998): La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad. Barcelona: Editorial Paidós. • Beck, U. (2000): The Brave New World of Work. Cambridge: Polity Press. • Bendit, R., Gaiser, W. y Marbach, J.-H. (Eds.) (1999): Youth and Housing in Germany and the European Union. 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Son igualmente importantes los informes y recomendaciones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) y el “Plan Iberoamericano de Juventud y Desarrollo” acordado por todos los gobiernos latinoamericanos en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado de 2008 celebrada en El Salvador. 5. La imagen de la juventud como “recurso” destaca los aspectos positi- vos de ésta como representante del futuro de la sociedad. Las políticas que enfatizan esta visión de la juventud consideran que es necesario dar a los jóvenes todas las oportunidades para su correcto desarrollo. Por el contrario, la percepción de la juventud como “problema” conlleva una visión de individuos vulnerables que necesitan protección. En resumen, cómo se contemple a la juventud, como “problema” o “recurso”, influirá en gran medida en los conceptos básicos y en la elaboración de los objetivos de las políticas de juventud nacionales. 6. No obstante, en algunos países europeos (Austria, Alemania, Países Bajos) continúan funcionando políticas integrales de infancia y juventud que se aplican desde el nacimiento o desde la entrada a la escuela primaria. 7. Algunos de estos elementos ya se han puesto en práctica, mientras que otros aparecen en documentos de políticas nacionales, regionales y locales sin que todavía se hayan implementado. 1. En el Proyecto GLOBALIFE (1999-2005), Blossfeld et al. analizaron los efectos de la globalización en la juventud, en catorce países de Europa, Estados Unidos y Centroamérica (México). Más información en http://www.uni-bamberg.de/sowi/soziologie-i/globalife 2. Al referirnos a las consecuencias y efectos especiales de la globaliza- ción y el cambio social en la juventud, nos referimos también al proceso de modernización que tiene lugar en un contexto en el cual las sociedades industriales se están convirtiendo en “sociedades del conocimiento” cuyas principales características son la flexibilización, la individualización y la “liquidez” (Giddens, 1993; Toffler, 1990; Beck, 1998; Sennett, 2000; Bauman, 2002, 2005). 3. Las principales estrategias y programas de acción en políticas de juventud desarrollados en el ámbito supranacional europeo son: Programas de acción de la Comisión Europea: “La juventud con Europa” (1988), “La juventud con Europa II” (1991) y “La juventud con Europa III (1995); Memorándum sobre Política de Juventud Europea (1989), Informe La Situación de la Juventud y la Política de Juventud en Europa (2001); El Libro Blanco de la Comisión Europea “Un nuevo impulso para la juventud europea” (2001); el Programa Juventud de la Unión Europea (2000-2006) y el Programa Juventud en acción (2007 a 2013). Estrategias y programas de acción europeos en los campos de: (a) educación y formación profesional: Programas Comet, Petra, Force, Erasmus y Lingua, y el “Marco Europeo de Cualificaciones para el aprendizaje permanente” (2002); (b) Apoyo a la transición a la vida adulta: Programas Sócrates y Leo- nardo da Vinci; (c) Educación superior: Creación de un Espacio Europeo de © Fundación Fórum Universal de las Culturas CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201140 MONOGRÁFICO El cambio soc ial y las transici ones de la educación al m undo laboral Andy Furlong Profesor de l a Universida d de Glasgow © V ic en te Z am b ra n o. 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 41MONOGRÁFICO ARTÍCULO Contextos cambiantes La transición de la educación al mundo laboral de las y los jóvenes representa una etapa crucial en sus vidas que mol- dea futuras experiencias, abre un mundo de posibilidades y les permite recoger los frutos de sus esfuerzos e inver- siones en materia educativa. Sin embargo, para algunos las transiciones sientan las bases de una carrera profesional caracterizada por la incertidumbre, la marginalidad o, inclu- so, la exclusión. Durante las últimas décadas del siglo XX, los patrones de transición cambiaron para la juventud de tal manera que aumentaron la incertidumbre y el riesgo de pasar por una etapa muy compleja o ineficaz. Mientras gran parte de Europa está emergiendo de la recesión, es evidente que la crisis económica está todavía lejos de llegar a su fin y que las y los jóvenes notarán su impacto en los próximos años. De hecho, las respuestas de los gobiernos a la crisis económica están afectando en gran medida a los servicios para la juventud y son los fundamentos de un nuevo orden económico en el cual los jóvenes se ven forzados a adquirir más deudas y posponer su emancipación económica. El índice de desempleo es elevado y probablemente crecerá más con la aplicación de recortes en el sector público, y la población joven, cuya tasa de desempleo es siempre la más alta, sufrirá despro- porcionadamente durante los años venideros y deberá afrontar el riesgo de la exclusión a largo plazo. En Europa y en otras economías avanzadas, los cambios principales que afectan a la juventud son relativamente similares, aunque existen variaciones en lo que se refiere a su sucesión en el tiempo y a su intensidad. La educación ha ido ocupando una posición central en la vida de la gente joven, con una participación que ha aumentado en todos los grupos y unos resultados educativos que se conside- ran determinantes a la hora de incorporarse al mercado laboral. Son pocos las y los jóvenes que abandonan los estudios a la edad mínima de escolarización obligatoria y muchas y muchos los que acceden a la educación supe- rior. Por otra parte, este aumento de la participación de la juventud en la educación ha provocado retrasos en su incorporación al mercado laboral y cambios en los patro- nes de su emancipación del hogar familiar y formación de una familia propia. Además de prolongarse, las transiciones de la escuela al empleo son, hasta cierto punto, mucho más complejas. Las y los jóvenes viven experiencias mucho más variadas, combinan el trabajo con los estudios, trabajan en diferen- tes empleos antes de alcanzar una estabilidad profesional (además, la inestabilidad laboral puede, sin lugar a dudas, no ser a corto plazo), pudiendo pasar algunas épocas sin trabajar. La progresión es generalmente discontinua e implica retrocesos y cambios de dirección. Como conse- cuencia de la velocidad de cambio y de la inseguridad, a la juventud le resulta difícil establecer un rumbo bien definido y navegar por un mercado laboral que se percibe complejo e incontrolable, lo cual provoca situaciones de estrés y de desesperación. Los cambios en la educación y en el mercado laboral también han provocado que las experiencias sean cada vez más personalizadas, ya que a las y los jóvenes les resulta muy difícil encontrar a alguien que posea una misma trayectoria con quien poder identificarse. En este sentido, se les niega la oportunidad de aprender a través de las experiencias de los demás. Las transiciones de las y los jóvenes, que antes estaban claramente estructuradas y eran sensibles a los consejos de los padres, profesores y tutores, actualmente se perciben más como biografías individualizadas que como itinerarios lineales y claramen- te establecidos. Si anteriormente las salidas al mercado laboral estaban bien definidas por los resultados académi- cos y el capital social, en los contextos contemporáneos adquieren una extraordinaria importancia las habilidades personales de cada joven, así como la capacidad de valorar las opciones y buscar soluciones imaginativas. Ello no implica que hayan disminuido las desigualdades asociadas a la clase social, género u origen étnico, sino más bien que éstas se manifiestan bajo nuevas y a menudo oscuras for- mas, al mismo tiempo que surgen nuevos puntos débiles relacionados con un creciente sentido de riesgo. Educación y transiciones Las transiciones de las y los jóvenes han cambiado pro- fundamente como resultado de la aparición de nuevos modelos de compromiso educativo en muchos de los países desarrollados y en vías de desarrollo. En la actualidad, Las experiencias de las y los jóvenes en la etapa de transición de la escuela al mundo laboral han cambiado significativamente durante las últimas décadas y la actual crisis económica ha introducido nuevos cambios que tendrán un impacto negativo en la juventud. En el presente documento se analiza la naturaleza cambiante de las transiciones de las y los jóvenes, los procesos que aumentan su vulnerabilidad, así como medidas que promueven su inclusión social. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201142 MONOGRÁFICO prácticamente en todas las sociedades avanzadas, sólo una minoría relativamente pequeña de jóvenes abandona los estudios sin pasar a la educación secundaria post- obligatoria, ya sea bachillerato o a un módulo de forma- ción profesional de grado medio. Este cambio no ha sido provocado únicamente por la modificación radical de la edad mínima de escolarización obligatoria, sino que ha sido impulsado en gran medida por un cambio estructural de las oportunidades, tanto en la educación como en el mercado laboral. Como apunta un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), estar en posesión de un título de educación secundaria superior es el requisito mínimo exigido por muchos empresarios y “quienes abandonan los estudios sin estar en posesión de un título de educación secundaria superior suelen tener graves dificultades a la hora de incorporarse al mercado laboral” (2009 a: 46). Los responsables de las políticas educativas de diferentes países han respondido de diversas maneras a los cambios en los modelos de participación en la educación de la juventud, como por ejemplo, ampliando la capacidad de la educación secundaria postobligatoria y de la educación superior, ofreciendo cursos definidos como “más adecua- dos” para los estudiantes “menos académicos” y aumen- tando la oferta de módulos de formación profesional. Sin embargo, a pesar de estos cambios, las pedagogías todavía llevan el sello de sus orígenes industriales, como muy bien se ha podido demostrar. Las escuelas y centros de educa- ción superior se crearon con el fin de preparar a las y los jóvenes para entrar en un mundo laboral caracterizado por una relativa estabilidad, donde se les proporcionaban unas habilidades “técnicas”, que con actualizaciones periódicas les aseguraban el porvenir, y otras habilidades “sociales”, como la conformidad y la capacidad de aceptar órdenes. Como sugiere Wyn, “la educación secundaria, más que transformarse, se ha generalizado y sigue conservando an- tiguos patrones y supuestos con respecto a la naturaleza de los estudiantes y a la forma que debe tomar la educa- ción” (2009: 98-99). En muchos países europeos, así como en Australia y Ja- pón, actualmente más del 60% de los estudiantes de una determinada promoción superan la educación secundaria postobligatoria con una titulación estándar que les permi- tirá acceder a estudios de grado superior (UNESCO, 2009). Como consecuencia, la participación en la educación supe- rior también ha aumentado considerablemente. Entre las y los jóvenes que acceden a la educación postobligatoria, algunos siguen itinerarios académicos encaminados hacia la educación universitaria, mientras que otros optan por cursos de formación profesional generalmente enfocados hacia puestos de trabajo especializados, pero que también les brindan la posibilidad de acceder a estudios univer- sitarios. La distribución de los jóvenes hacia los campos de formación profesional se justifica, a menudo, con el supuesto de que algunos jóvenes demuestran escaso inte- rés por un currículo académico. En países como Alemania, por ejemplo, donde existe una gran separación entre los itinerarios de formación profesional y los académicos, exis- ten evidencias de que la alternativa profesional disminuye el desempleo entre la juventud y suaviza las transiciones hacia la vida laboral. En otras palabras: una sólida orien- tación profesional ayuda a disminuir la marginalidad. Sin embargo, también hay pruebas que demuestran que esos mismos procesos limitan las oportunidades de movilidad social en sentido ascendente. La generalización de la educación superior ha compor- tado que muchos jóvenes continúen estudiando hasta superados los 25 años de edad. El cambio ha transformado la educación superior, la cual ha dejado de ser elitista para pasar a ser una experiencia masiva, aunque continúa es- tando muy estratificada, con importantes divisiones entre las universidades más prestigiosas y otras instituciones de menor categoría, algunas de las cuales tienen fuertes raí- ces en la formación profesional (Furlong y Cartmel, 2009). Existen otras diferencias importantes entre cursos de alto y bajo estatus, así como entre los que proporcionan un claro acceso a sectores lucrativos del mercado laboral y los que conducen a sectores de la economía menos recompen- sados. En cierta medida, el aumento de la participación en la educación superior es debido a un proceso de sobreexceso de cualificaciones, lo que conlleva que los empresarios pueden contratar licenciados para cubrir puestos a los que antes se podía acceder con el título de educación secunda- ria. La generalización también se ha visto favorecida por un proceso de profesionalización y algunas profesiones antes no asociadas a estudios universitarios (como enfer- mería y otras profesiones sanitarias), empezaron a exigir o preferir titulados universitarios. Para la juventud, la transición hacia un sistema masivo de educación superior tiene otras consecuencias. El período de semi-dependencia del núcleo familiar se alarga y la incorporación al mundo laboral se hace de manera gradual, ya que cada vez más jóvenes compaginan los estudios con el trabajo durante varios años. Pese a que en el sistema educativo se han producido cambios de gran alcance, el análisis de los efectos de la generalización educativa en épocas anteriores revela que el aumento de los niveles de participación en la educa- ción no necesariamente implica un proceso de igualación entre las clases sociales (Shavit y Blossfeld, 1993). En los países miembros de la OCDE, los resultados educativos y los modelos de participación en educación de la juventud están directamente relacionados con la clase social de sus progenitores. En Europa, la mayoría de jóvenes con bajos resultados educativos tiene madres y padres con un bajo nivel educativo. Si la madre y el padre han cursado estu- dios de educación secundaria superior, las posibilidades 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 43MONOGRÁFICO de que sus hijas e hijos finalicen los estudios de educación secundaria superior son mayores. En los países pertene- cientes a la OCDE, las y los jóvenes cuyos padres y madres poseen estudios tienen “entre dos y seis veces más posibi- lidades de completar estudios de grado superior” (Field et al., 2007: 39). En todas las formas de educación postobligatoria, la diferencia por género ha continuado aumentando a favor de las mujeres (Eurostat, 2009b). Esta tendencia se repite en todo el mundo y en la mayoría de países el número de mujeres estudiantes supera al número de hombres. En tér- minos globales, en el año 2003 las mujeres y los hombres tenían prácticamente las mismas posibilidades de acceso a la educación superior. A partir de esa fecha se ha constata- do un aumento de participación por parte de las mujeres. Sorprendentemente, esta tendencia no se limita a Estados Unidos, Europa, Japón y Australia, sino que también en América Latina, Caribe y Asia Central las mujeres ocupan un mayor porcentaje de plazas en la educación superior (UNESCO, 2009). Por lo que respecta al rendimiento, las mujeres ocupan cada vez más las primeras posiciones. En 22 países miembros de la Organización para la Coope- ración y el Desarrollo Económicos, las mujeres superan académicamente a los hombres (Field et al., 2007). A pesar de estos logros, las mujeres siguen siendo mayoría en sectores profesionales de bajo estatus (como enfermería y magisterio) y continúan agrupadas en torno a un ámbito muy limitado de especialidades (Self y Zealey, 2007). Aunque los modelos de participación y los resultados académicos han variado en todos los países, un cambio significativo que los responsables de las políticas suelen pasar por alto hace referencia a la falta de linealidad de los patrones de participación, así como a la combinación de estatus. La juventud compagina cada vez con más frecuencia la educación y el trabajo. En lugar de efec- tuar movimientos lineales, paso a paso, de la escuela a la educación superior, las secuencias de su participación se ajustan a nuevos parámetros. Las y los jóvenes pueden dejar los estudios para trabajar, volver a retomar los estu- dios posteriormente e incluso combinar los estudios con el empleo. Dadas las circunstancias, no se puede asumir que la educación tenga prioridad sobre el trabajo o viceversa, ni siquiera que ambos tengan prioridad sobre el ocio o la familia (Ball et al., 2000). Los responsables de las políticas deben aceptar y considerar la importancia de esta discon- tinuidad y desarrollar nuevas pedagogías cuyo objeto sea proporcionar a la juventud las habilidades emprendedoras necesarias para poder gestionar la complejidad de los mercados laborales modernos. El mercado laboral y las relaciones laborales cambiantes Para entender los cambios que afectan a la juventud es necesario analizar las tendencias de empleo y desempleo. En primer lugar, es importante aclarar que los índices de empleo (y, por supuesto, de desempleo) están directamente condicionados por las políticas educativas y de formación, así como por las políticas de bienestar social. A pesar de la severidad de la recesión iniciada a finales del 2007, en mu- chos países la tasa de desempleo entre la gente joven no ha superado los niveles que se alcanzaron en 1980, principal- mente debido a que la creciente participación educativa ha retirado a una gran parte de la población joven del mercado laboral o suprimido su derecho a recibir prestaciones de desempleo, con lo cual ha disminuido el incentivo que supo- nía figurar inscrito. © Luis Clúa CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201144 MONOGRÁFICO Durante los períodos en que el paro afecta a todos los grupos de edades, como en épocas de recesión económica, el incremento suele acentuarse entre la juventud. El índice de desempleo juvenil normalmente suele ser dos o tres ve- ces mayor que el de las personas adultas. En el año 2008, por ejemplo, en los países de la OCDE y de la Unión Euro- pea, el índice de desempleo entre las y los jóvenes de 15 a 24 años era, en general, 2’8 veces más alto que entre las personas adultas (Scarpetta et al., 2010). Existen muchas razones que explican este alto índice de desempleo entre la población joven: tienen más probabilidades de estar en proceso de transición y, por tanto, de estar buscando em- pleo en momentos en que los empresarios ya no contratan; tienen más probabilidades de ocupar puestos temporales y también más probabilidades de ser despedidos, ya que generalmente no tienen derecho a recibir una indemniza- ción significativa. El desempleo en las primeras fases de la vida profesio- nal puede ser especialmente problemático y quienes han abandonado los estudios tempranamente son todavía más vulnerables. Privar a los trabajadores jóvenes de la participación en la fuerza laboral activa en esta etapa de sus vidas puede tener serias implicaciones a largo plazo. El desempleo comporta la estigmatización y los empresarios pueden llegar a sospechar de la ética profesional de quie- nes han estado en situación de paro durante algún tiempo. Cuando la economía revive y los empresarios vuelven a seleccionar personal, éstos tienden a contratar primero a los recién graduados o diplomados que a quienes han estado sin empleo durante algún tiempo, dejando atrás a la promoción más antigua, entre quienes la tasa de desem- pleo seguirá siendo relativamente alta. Por estas razones, se dice que el desempleo “marca” a la persona, ya que la experiencia causa un daño permanente en la vida laboral de ésta. Los cambios profesionales relacionados con el nacimien- to de una economía del conocimiento han propiciado la aparición de nuevas oportunidades para las y los tra- bajadores jóvenes y también de nuevas decepciones. El aumento de puestos de trabajo en los sectores de profesio- nes cualificadas y de dirección ha proporcionado opor- tunidades a un creciente número de jóvenes titulados en educación secundaria postobligatoria o superior, a pesar de que la demanda de personal especializado no suele coincidir con la creciente oferta de gente joven motivada y preparada que se incorpora al mercado laboral. En la Unión Europea, en el 2005, prácticamente 4 de cada 10 (39%) trabajadores jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y 24 años trabajaban en hoteles, restaurantes y en co- mercios mayoristas y minoristas (Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, 2007). Sólo algunos de estos trabajadores jóvenes ocupan, en régimen de jornada completa, cargos directivos o de aprendiz, mientras que una amplia mayoría tiene empleos de media jornada y/o contratos temporales. La naturaleza del empleo entre la juventud también ha cambiado, especialmente en los estadios iniciales. Los inicios de la vida profesional de las y los jóvenes se ca- racterizan, generalmente, por formas de trabajo flexibles y a tiempo parcial, a menudo en combinación con otras actividades que pueden ser de carácter formativo. En 2008, entre las y los jóvenes de 15 a 24 años de la Unión Europea que no estaban estudiando, 1 de cada 4 trabajaba en régimen de media jornada, lo cual representa un incre- mento con respecto al año 1998 en que la proporción era de 1 de cada 5 (Scarpetta et al., 2010). El predominio de los contratos de empleo temporales entre las y los empleados de 15 a 24 años de edad también aumentó entre 1998 y 2008: del 35 al 40% en la Unión Europea y del 30 al 35% en los países de la OCDE (Scarpetta et al., 2010). Estudios previos sobre las transiciones de la juventud de la educación a la vida laboral solían considerar que se trataba de un proceso lineal, una calle unidireccional que implicaba un cambio de estatus al pasar de estudiar a trabajar. Actualmente, para la mayoría de jóvenes las transiciones son complejas y con frecuencia implican movimientos de marcha atrás y períodos de incertidumbre. Algunos itinerarios en concreto comportan grandes ries- gos. Quienes dejan los estudios en un nivel básico, quienes empiezan a trabajar sin estar debidamente preparados y quienes pasan por largos períodos de desempleo, son más susceptibles de experimentar la inestabilidad del mercado laboral a largo plazo, especialmente en épocas en las que la tasa de desempleo es alta. La incorporación al mercado laboral ha estado siem- pre condicionada por una gran variedad de “habilidades sociales”, pero en los tiempos modernos una habilidad que resulta esencial es la capacidad de gestionar la incertidum- bre. El ritmo de cambio comporta que la juventud no dis- ponga de un mapa de ruta bien definido y para alcanzar el éxito deberá ser imaginativa y emprendedora. La iniciativa, 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 45MONOGRÁFICO empresarios. Las propuestas de voluntariado, como tales, se consideran más efectivas (O’Higgins, 2001). Una de las principales limitaciones de los programas de intervención es que suelen ser más efectivos para ayudar a las y los jóvenes inicialmente más aventajados que a aquellos que presentan dificultades mucho más arraigadas (O’Higgins, 2001). Si el objetivo de los programas es conse- guir un puesto de trabajo lo más rápido posible a través de la formación o de prácticas laborales de bajo nivel, existe el riesgo de que las personas implicadas obtengan trabajos de bajo nivel de capacitación y que al cabo de muy poco tiempo se encuentren nuevamente sin empleo. Para ser efectivos, es necesario adoptar un enfoque a largo plazo, basado en la creencia de que una buena inversión en educación y formación reducirá la necesidad de futuras in- tervenciones. Las y los jóvenes son la clave del futuro éxito económico y social de un país y fracasaremos ante ellos y ante nosotros mismos si no somos capaces de aplicar nuestros conocimientos sobre los cambios que afectan a la juventud para modernizar las políticas de educación y del mercado laboral, así como para desarrollar sistemas que se adapten al siglo XXI. Bibliografía • Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (2007): European Risk Observatory Report: Young Workers – Facts and Figures, Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, Bruselas. • Ball, S.J., Maguire, M. y Macrae, S. (2000): Choice, Pathways and Tran- sitions Post-16. Routledge-Falmer, Londres. • Eurostat (2009a): Youth in Europe: A statistical portrait, Comisión Europea, Luxemburgo. • Eurostat (2009b): Education in Focus: Key Statistics, 2007, Comisión Europea, Luxemburgo. • Field, S., Kuczera, M. y Pont, B. 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El futuro en un contexto de crisis La situación que debe afrontar la juventud en la sociedad contemporánea está condicionada por tendencias a largo plazo que exigen el desarrollo de las habilidades necesarias para gestionar la actual complejidad de los mercados labo- rales modernos, así como por un nuevo grupo de dificulta- des que han surgido como consecuencia de la recesión y de un contexto de desorden y reestructuración económicos. Ambos aspectos exigen soluciones por parte de los go- biernos locales y nacionales. En primer lugar, es necesario elaborar un estudio comprensivo de todas las iniciativas disponibles para la juventud con el fin de identificar la eficacia y las lagunas de dicha provisión y, sirviéndose del ejemplo de programas desarrollados en otras regiones o países, volver a plantear la oferta de una manera holística. Muchos programas son ineficaces y se basan en una concepción falsa de las necesidades y motivaciones de la juventud actual. Existen pruebas que sustentan la tesis de que la experiencia laboral aumenta las posibilidades de empleo de la gente joven en situación de desempleo, pero también hay pruebas que sugieren que sin una oferta formativa de calidad o una fuerte vinculación al sistema educativo, las y los jóvenes son contratados en los secto- res menos especializados y más inseguros de la economía, donde quedan atrapados en un ciclo de empleos preca- rios, interrumpido por períodos de desempleo: un proceso descrito como rotación laboral (churn) (O’Higgins, 2001; Furlong y Cartmel, 2004). Si bien los programas de prácticas laborales se pueden contemplar como tentativas bien intencionadas de acercar a la juventud al mundo laboral, a menudo existe un cierto recelo por parte de los organismos públicos que les hace pensar que quienes no trabajan es porque, en cierto modo, son holgazanes. Esta sospecha adquiere un carácter formal en los sistemas de prestación social condicionada (workfare) que han adoptado diversos países. Estos siste- mas condicionan la obtención de prestaciones a la par- ticipación en actividades de formación o a la realización de trabajos para la comunidad no remunerados. Aunque la obligatoriedad a menudo se justifica en términos de necesidad de reenganchar a las y los jóvenes desanimados que han cesado en sus intentos de búsqueda de empleo, se ha comprobado que la gente joven que participa en pro- gramas obligatorios puede quedar estigmatizada por los Crisis del futu ro, redefinicio nes de la ciudada nía y formas de participación cultural de la juventud Carmen Lecca rdi Profesora de la Universid ad de Milán-B icocca ri i l f t r , r fi i i l i í f r rti i i lt r l l j t Carmen Lecca rdi Profesora de la Universid ad de Milán-B icocca © L u ís C lu a 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 47MONOGRÁFICO Pese a que el clima cultural de nuestro tiempo favorece la difusión de incertidumbres sociales e identitarias, las reflexiones aquí expuestas —fruto de una investigación reciente (2008) sobre las relaciones de la gente joven con los espacios-tiempos de la metrópolis1— proponen que no se considere a los jóvenes como sujetos potencialmente per- dedores o “víctimas del riesgo” (Miles, 2002). Más bien, a la luz de las experiencias en el campo de la “ciudadanía cultu- ral” (Isin y Wood, 1999), que la investigación recoge, los jó- venes se describen aquí como nuevos “buenos ciudadanos” (Sciolla, 1999). En una época de crisis del ágora, tesis que se defiende aquí, una parte significativa del universo juvenil parece, en efecto, capaz de identificar temas de carácter general, de comprometerse en primera persona en su defensa, y, de este modo, dar vida a prácticas de “reterrito- rialización” (Tomlinson, 1999) de los espacios ciudadanos. Si bien hacen frente a procesos sociales generadores de nuevas y profundas desigualdades y están obligados a construir su propia biografía sin poder contar con el apoyo institucional, en un horizonte “a corto plazo”, los jóvenes incluidos en la investigación expresan, en positivo, todo un repertorio de capacidades creativas. Igualmente, gracias a este repertorio parecen estar en condiciones de poner en práctica formas de acción cultural frecuentemente pensa- das y construidas en clave política y conflictiva, capaces de “domesticar” (Mandich, 2008) los tiempos fuertemente acelerados (Leccardi, 2009) y los “espacios abstractos” (Lefebvre, 1974) de la ciudad. En resumen, crean formas de negociación activa frente a los cambios sociales que están viviendo, que a menudo penalizan la construcción de vínculos sociales y la participación colectiva. Mantienen, de este modo, la capacidad de dar una impronta subjetiva a los tiempos-espacios de la vida cotidiana, abriéndolos a prácticas de desprivatización y de descomercialización. Indican, asimismo, por esta vía, el estrecho nexo que une actualmente sus acciones culturales (y artísticas) con la vida cotidiana y la reconstrucción de espacios públicos de la ciudad. No obstante, para comprender la importancia estratégi- ca de estas prácticas en el ámbito político, es necesario detenerse previamente en el espacio-tiempo social en que la juventud actualmente se sitúa. Vivir en el “presente absoluto” En un ensayo famoso, Agnes Heller (1994) hace hincapié en el tema del “presente absoluto”, señalándolo como rasgo común de la experiencia de la modernidad contemporánea. En una época de desplazamientos cada vez más rápidos, reales y virtuales, en la que podemos movernos físicamen- te de un país a otro en el espacio de pocas horas (o, entre continentes, en el espacio de un día o poco más), podemos decir que estamos inmersos en una cultura del “presente absoluto”. Los lugares a los que llegamos y las relaciones que entablamos remiten a la preeminencia del presente como principio guía de las acciones y de las relaciones sociales. El presente acaba volviéndose la única “casa” común, la dimensión con que actualmente todos y todas cultivamos, o deberíamos tratar de cultivar, la familiaridad, y por lo tanto, la referencia privilegiada de la acción. Las reflexiones de Heller parecen estar en consonancia con el análisis de la cultura del “nuevo capitalismo” pro- puesto por Sennett (2006). Según Richard Sennett, la ines- tabilidad, que desde siempre ha sido la columna vertebral de la economía capitalista, se perfecciona en las organiza- ciones contemporáneas a través de la desvalorización de dos elementos clave de la ética del trabajo: el aplazamiento de las gratificaciones y el pensamiento estratégico orien- tado a largo plazo (Sennett, 2006). Como resultado de ese proceso, falla aquel principio de racionalización del tiempo sobre cuya base las personas pueden pensar su vida “como una novela” al menos parcialmente previsible. Con la modernidad en su cenit, mientras el “proyecto” definía el abanico de las posibilidades individuales, la re- misión de las gratificaciones —la represión de los impulsos hedonistas en el presente con vistas a posibles beneficios futuros— constituía quizá el principio guía más relevan- te para la acción. Una parte esencial de los procesos de formación personal, de la Bildung individual, contribuía de forma determinante a construir la biografía moderna. En el centro de la narración biográfica de la modernidad, como ha subrayado la fenomenología social, está, de hecho, el “proyecto de vida”. Más precisamente, en la modernidad “la biografía de un individuo es aprendida por él como (...) proyecto” (Berger et al., 1973: 71). En la época del capitalismo financiero y del presente En estos últimos años, se está debatiendo mucho acerca de la difícil relación de los y las jóvenes con el futuro. Esta contribución al debate pretende llamar la atención sobre la centralidad de la ciudadanía cultural como antídoto a la presentificación del tiempo y a la crisis de las relaciones sociales que caracterizan nuestra época. Gracias a formas de participación basadas en prácticas culturales en la ciudad, la juventud parece, de hecho, estar en condiciones de revertir esta situación, adquiriendo de nuevo protagonismo social. ARTÍCULO CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201148 MONOGRÁFICO absoluto, por el contrario, el proyecto parece inadecuado para garantizar una relación positiva con el futuro. Aho- ra la principal guía de actuación parece ser sobre todo la ductilidad, la capacidad de seguir y adaptarse al flujo de los cambios sin oponer excesiva resistencia, la habilidad de ser rápidos en las decisiones además de estar abiertos a lo nuevo. La narración biográfica, en sintonía con esta visión, se construye, a su vez, en torno a “episodios biográficos” en su mayor parte concebidos de modo autónomo el uno del otro, fuera de una línea de continuidad garantizada por una representación lineal y acumulativa del tiempo (Bauman, 2000). El presente no parece preparar el futuro, ni el pasa- do constituir una reserva de experiencia utilizable. La veloci- dad del cambio, que ahora ya no mide las transiciones entre generaciones, sino que choca de modo incluso dramático con las biografías individuales (en primer lugar a través de la inestabilidad del trabajo), se transforma en un verdadero rasgo propio de la cultura del “nuevo capitalismo”. En este marco, especialmente para la gente joven, la idea de “una vez por todas”, de elección biográfica sobre la que no es posible volver en un segundo momento para modi- ficarla si fuese necesario, parece obsoleta. La irreversibi- lidad del tiempo y la irreversibilidad potencial de algunas decisiones existenciales (por ejemplo, las conectadas con el hecho de procrear) entran así en conflicto con la exigencia de estar preparado para “aprovechar el instante”. El tiempo se dibuja entonces como puntiforme y discontinúo, mar- cado por fechas límites que van mutando y renovándose. Mientras los “programas” ocupan el lugar de los proyectos, la cultura de la provisionalidad entra de forma invasiva en la vida sociocultural, junto con la convicción de que la capacidad de aprovechar la oportunidad del momento y de “surfear”, de mantenerse en la cresta de la ola, constituyen el auténtico salvavidas en un universo caracterizado por la velocidad y el cambio continuo. La relación con el futuro, por lo tanto, se transforma. Habiéndose esfumado el proyecto de vida como instrumen- to a través del cual al ponerse en relación con el futuro, se ponen en marcha los programas de acción a corto y a muy corto plazo, constituidos en torno a la actividad ya iniciada en el presente o a punto de iniciarse. El horizonte temporal se contrae: no el futuro, sino el presente extenso (Nowotny, 1987) se convierte en la dimensión de referencia. En la práctica, un programa de acción se acaba cuando la actividad —de aquí a unos meses, raramente más de un año— termina (es el caso, por ejemplo, de un contrato temporal; o de la obtención de un título cuando el curso está a punto de terminar; o, incluso, de un viaje proyectado para el siguiente verano). Por otra parte, para una minoría significativa de jóvenes toma forma la que ha sido acerta- damente definida como “estrategia de la indeterminación” (Lasen, 2001: 90). Con este término se pretende subrayar la creciente capacidad de los y las jóvenes con mayores recursos (partiendo de los económicos) para interpretar la incertidumbre del futuro como multiplicación de las posibilidades y como potencialidad añadida de acción más que como límite. Así, no pocos jóvenes, chicos y chicas en la misma medida, expresan la tendencia de abrir, en positivo, su propio tiempo biográfico a la imprevisibilidad, teniendo en cuenta anticipadamente la posibilidad de cambios de rumbo también bastante rápidos y radicales. Ambas respuestas, los programas que miran al presente extenso y la apertura a lo imprevisto, explican la voluntad de la juventud de hacer frente al desafío del futuro en la época acelerada e incierta del neoliberalismo. Pero existe, asimismo, un plan diferente, no menos relevante, de reac- ción a la aceleración y a la incertidumbre de los tiempos2. La respuesta, en este caso, se fundamenta en forma de táctica cotidiana —para retomar la expresión de De Certeau (1980)— a través de la cual construir una relación signifi- cativa con los tiempos y los espacios de la ciudad. Es una forma de “arte cotidiano” creado a partir de la capacidad de “jugar” con los eventos para transformarlos en otras tantas ocasiones de relaciones y de placer; un arte que, en el caso de nuestros jóvenes a menudo se vincula a auténti- cas formas propias de producción cultural, frecuentemente concebidas como acción política. Por tanto, no se trata sólo de la construcción de relaciones significativas, sino de relaciones sociales promovidas a través de transformar el espacio en espacio público y el tiempo en tiempo comparti- do; emprendiendo, por así decirlo, prácticas culturales y de sociabilidad fundamentadas en el reconocimiento recípro- co, en el intercambio, el diálogo y la gratuidad. A través de estas “tácticas” nuestros jóvenes “domestican” de forma creativa, individual y colectivamente, muchos espacios de la ciudad, los vuelven acogedores y tranquilizadores; trabajan, por lo tanto, para reconstruir un equilibrio entre tiempos y espacios mediante prácticas de reterritoriali- zación y resignificación (en Milán, si cabe, más necesarias que en otros lugares, como manifiestan muchos jóvenes3, a causa de la velocidad frenética que impera en la ciudad). Estos procesos, como se mostrará a continuación, mientras reconstruyen formas de ágora permiten poner nuevamente en comunicación presente y futuro, iniciando procesos vir- tuosos de recuperación de una temporalidad no contraída, no exclusivamente acotada en el presente. Para estos jóvenes, concentrar sus energías sobre prác- ticas cotidianas no adquiere, por ello, el significado de fuga, desconcierto o extrañamiento. Más bien, retrata una relación con el tiempo que se estructura positivamente a través de una vinculación significativa con el espacio —es decir, lo que es local es constantemente atravesado por circuitos globales, produciendo de ese modo nuevas formas de espacialidad urbana (Sassen, 2009). En este marco, las esferas pública y privada tienden, a su vez, a configurarse no como dimensiones discontinúas y contrapuestas, sino como un sistema modular (García Canclini, 1997; Rodrigues Carrano, 2002). En otras palabras, las dos esferas se influ- yen recíprocamente, contribuyendo cada una a organizar los significados de la otra4. La ciudadanía cultural Se abre aquí, en este terreno cotidiano, rico en plantea- mientos híbridos e innovaciones potenciales, el ámbito de la “ciudadanía cultural” (Pakulski, 1997; Isin y Wood, 1999; Stevenson, 2003). Se trata de una forma de participación cívica de la gente joven todavía escasamente estudiada, si bien su relevancia parece actualmente siempre más estratégica, definida prioritariamente con referencia a los derechos de acceso a la producción, a la distribución y al consumo de bienes culturales. A través de ella se dibuja un nuevo campo de conflictos y de luchas para el reco- nocimiento de estos derechos (Isin y Wood, 1999: 123 y siguientes), siendo la ciudad el ámbito de su ejercicio. En este contexto los actores se presentan como ciudadanos con voluntad y capacidad de entrar en relación de forma activa y consciente con el mundo de los productos y de la producción culturales. En este sentido, las prácticas de consumo no son demo- nizadas aquí como expresión exclusiva de alienación y mercantilización, de acuerdo con la crítica a la cultura de masas propuesta por la Escuela de Frankfurt. Más bien, se argumentan como dimensiones en sí ambivalentes, terreno potencial de autoexpresión pero, a su vez, como ámbito rígidamente sometido a lógicas de poder (Sassatelli, 2004). En este contexto, la “ciudadanía consumista” analizada por Lash y Urry (1994: 309-310), se fundamenta en el derecho al acceso a una amplia variedad de productos culturales, de servicios y de mercancías. El consumo se considera una práctica de empoderamiento, instrumento de expresión de la subjetividad y de potencial de creatividad, más que un aspecto exclusivamente sobredeterminado y pasivo. Y, sin embargo, la “ciudadanía cultural”, al menos en la acepción propuesta por Isin y Wood (1999), parece ser un concepto más amplio y más crítico que el propuesto por Lash y Urry. El consumo, por ejemplo, se pone en cuestión en un contex- to de análisis de las desigualdades en términos de capital económico, cultural y social a disposición del consumidor. Además, existe una conciencia crítica y un reconocimiento explícito del papel que, en el postfordismo (que sustituye el consumo de masas por el consumo especializado), desem- peñan los bienes culturales en las más amplias dinámicas productivas. Siguiendo esta misma línea de análisis, se advierte asi- mismo que las prácticas relacionadas con el “consumismo político” (Tosi, 2006) —aquellas prácticas que ponen en estrecha relación ciudadanía activa y formas de consumo “crítico” y/o “ético”— entran plenamente en el territorio de la “ciudadanía cultural”. Aquí la actividad de consumo se describe como actividad política en sentido estricto (Miche- letti et al., 2004), como una oportunidad de compromiso colectivo y de lucha democrática, por ejemplo en la defensa de los derechos de poblaciones incluso espacialmente bastante lejanas. En la nueva economía cultural en la que estamos inmer- sos, caracterizada por una rapidísima obsolescencia de bie- nes y mercancías y, a la vez, por una rápida disponibilidad de identidades y estilos de vida, el terreno de la ciudadanía cultural se configura como una dimensión socialmente relevante desde diversos puntos de vista. En primer lugar, y en términos generales, introduce en el debate el nexo entre ciudadanía e identidad y saca a la luz tensiones potenciales entre ellas, señalando que los procesos de cambio social con los que nos enfrentamos han transformado el concep- to tradicional de ciudadano/ciudadana (Turner, 1990; Isin, Turner, 2002). Así, el concepto de ciudadanía incluye ac- tualmente, junto a dimensiones ya ampliamente debatidas, como la dimensión étnica, aspectos que hasta ahora eran considerados excéntricos: por ejemplo, junto a la dimensión cultural, la sexual, de la intimidad o de la ecología —esta última dimensión confronta derechos de los grupos y “de- rechos de la naturaleza”—, y así sucesivamente. La amplitud de estas inclusiones, entre otras consecuencias, produce fricciones anteriormente desconocidas entre la fuerza universalista de la ciudadanía y las reivindicaciones parti- culares de identidad. A su vez, introduce en el centro de la reflexión sobre la ciudadanía dos temas interconectados: el de la experiencia vivida (Lister, 1997) y el del reconocimien- to (Honneth, 1992). El concepto de “ciudadanía cultural”, en este sentido, remite al derecho a una participación plena en la esfera cultural y, al mismo tiempo, a un reconocimiento de las experiencias y de las identidades que van unidas a esta participación. En segundo lugar, se induce a poner en el centro de la re- flexión —junto al tema de las desigualdades con relación al universo de la cultura y al acceso a los bienes culturales— la cuestión de la valorización de la pluralidad de los signifi- cados, de las representaciones y de las diferencias entre culturas. Esta valorización parece tanto más relevante cuanto que está en condiciones de contrastar las dinámicas contemporáneas de “vaciado” de objetos culturales, a su vez unidas a los procesos de “vaciado” de tiempo y espacio que la “sociedad de la aceleración” lleva consigo (Rosa y Scheuerman, 2009; Leccardi, 2009). En síntesis, puede afirmarse que la ciudadanía cultural está relacionada, en nuestros días, con el derecho a ser no sólo consumidores La artista Nais se ha convertido en referente del movimiento street art en Milán e Italia. activos y conscientes, sino productores activos de símbolos y significados (Isin y Wood, 1999: 152). Si reflexionamos sobre la ciudadanía cultural, se observa que en la relación que los jóvenes entrevistados establecen con la ciudad de Milán emergen algunos rasgos específicos, vinculados con el tiempo y el contexto de su ejercicio. En este sentido, es generalizado el sentir que juzga negati- vamente la relación que Milán —tradicionalmente ciudad refinada y al mismo tiempo democrática con un perfil cultural— mantiene actualmente con el mundo de la cultura: prevalencia de las lógicas comerciales; pérdida de espacios públicos dedicados a la cultura; ausencia de apertura a la ex- perimentación artística; crisis de los espacios “alternativos” de encuentro y práctica cultural y política colectiva como los centros sociales; falta de espacios abiertos (por ejemplo, plazas) donde construir formas de “sociabilidad cultural”; procesos de transformación urbana en algunos barrios (por ejemplo, en el barrio Isola) más atentos a la experimentación arquitectónica y comercial que a la conservación de espa- cios públicos; falta de apoyo a las prácticas culturales por parte del sector público. En resumen, los jóvenes entrevista- dos para la investigación subrayan en su mayoría una expe- riencia incompleta de ciudadanía cultural. Al mismo tiempo, sin embargo, muestran en general un deseo de compromiso con este campo, considerado un ámbito crucial de batalla democrática: por la afirmación del derecho a la práctica cultural y artística; por la defensa de los espacios públicos de encuentro, relación, diálogo; por el reconocimiento de la importancia, en la perspectiva de crecimiento de una cultura cívica, del hecho de “apropiarse” de lugares urbanos de forma temporal (De Certeau, 1980). Llama la atención, tanto al leer las entrevistas como los informes de la observación participante, la conciencia de los jóvenes sobre la capacidad de las prácticas culturales de crear ex novo tiempos (no acelerados) y espacios (vivi- dos). Varios jóvenes que han participado en la investigación subrayan, por ejemplo, haber experimentado personalmen- te la estrecha relación, analizada entre otros por Lefebvre (1958-1961; 1974), entre el dominio de una visión abstracta del espacio, considerado como éxito del ensamblaje de puntos equivalentes, y una concepción puntiforme e igual- mente abstracta del tiempo, junto a instantes homogéneos e intercambiables5. En los informes del trabajo etnográfico, así como en las entrevistas, cuando los jóvenes están com- prometidos en prácticas de ciudadanía cultural —invirtiendo su tiempo en acciones de transformación de los espacios urbanos (iniciativas colectivas, prácticas de street art, construcciones de espacios de sociabilidad en el barrio y así sucesivamente)—, el espacio tiende a temporalizarse: se convierte en un espacio en movimiento, en transformación, componente fundamental de las experiencias que le dan forma (Crang, 2001). Al igual que en las prácticas culturales (incluidas las prácticas de consumo), la “matematización” del tiempo es siempre espuria, nunca completa; de modo análogo su dimensión espacial tiende a no estar nunca completamente desprovista de su calidad concreta de me- dium de la interacción. La ciudadanía cultural de los jóvenes entrevistados, sean italianos o extranjeros6, se construye, por lo tanto, sobre la base de la capacidad de las prácticas culturales de crear tiempos y espacios, y no simplemente de tomar forma den- tro de tiempos-espacios dados. En este sentido la crítica, incluso feroz, que realizan algunos jóvenes a los ritmos acelerados (y mercantilizados) de la ciudad se vuelve, asi- mismo, una denuncia de la pérdida de valor que sufren los espacios “locales” —por ejemplo, si se privan de prácticas culturales colectivas. Los espacios “locales” en la actuali- dad están, en efecto, estrechamente interconectados, como se ha señalado, a un número creciente de espacios “glo- bales”, a menudo inseridos en las lógicas de mercado y de consumo, espacios que la ciudad hace presentes a través del flujo continuo de informaciones, imágenes, signos, for- mas de relación con las tecnologías mediáticas. En su conjunto, estos aspectos remiten a una concepción activa de ciudadanía que, a su vez, no puede separarse de la idea de una temporalidad abierta al futuro. Como escribe Scheuerman (2009: 297) en su reflexión sobre la relación entre tiempo y ciudadanía: “La vida pública se basa en la habilidad del ciudadano para perseguir objetivos a un plazo relativamente largo, así como su capacidad fundamental de compromiso recíproco; una acción eficaz en colabora- ción con nuestros semejantes puede de otro modo resultar imposible.” Sin futuro, dentro de un tiempo social acelerado y única- mente orientado al presente, la idea misma de democracia carece de base y, de forma simétrica, también la de la esfera pública. En conclusión, las prácticas de ciudadanía cultural, que la investigación ha revelado, dan vida tanto a procesos significativos de reapropiación de los espacios de la ciudad como a una reconquista, al menos potencial, de formas de temporalidad históricas/abiertas al futuro por parte de los jóvenes. Las políticas públicas sólo pueden hacer suya esta capacidad, difundiéndola y reforzándola. Graffitis, tags, pegatinas, etc. son instrumentos de expresión identita- ria, a través de los cuales los jóvenes manifiestan su presencia en el territorio urbano. © Corinne Schwaller Fiesta de la bici. © Vicente Zambrano 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 51MONOGRÁFICO Bibliografía • BAUMAN Z. (2000), Liquid Modernity, Cambridge, Polity Press. • BERGER, P.; BERGER, B.; KELLNER, H. (1973), The Homeless Mind: Modernization and Consciousness, Nueva York, Random Hous. • CAMOZZI, I. (2010), “Esperienze spazio-temporali di giovani stranie- ri nella metropoli. Tra creatività e cosmopolitismo”, en G. Mandich (edición a cargo de), Culture quotidiane. Addomesticare lo spazio e il tempo, Roma, Carocci. • CRANG M. (2001), “Rhythms of the City: Temporalised Space and Mo- tion”, en J. May, N. Thrift (eds.), Timespace. Geographies of Temporali- ty, Londres y Nueva York, Routledge. • DE CERTEAU M. (1980), L’invention du quotidien, 1. 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Los resultados de la investigación, realizada en Milán, están sintetiza- dos en los ensayos de Leccardi, Camozzi y Gambardella del libro Culture quotidiane, edición a cargo de Giuliana Mandich (2010). Por otro lado, está en preparación el volumen que presenta y organiza de modo completo tanto los materiales de la investigación realizada en Milán como aquellos relativos a la investigación realizada en la ciudad de Pavía sobre la relación que los jóvenes establecen con sus hogares. El libro (Leccardi, Rampazi y Gambarde- lla, Sentirsi a casa) se publicará en 2011 por la UTET. 2. En el contexto italiano se ha analizado ampliamente este último rasgo, característico de las sociedades occidentales contemporáneas; Marita Rampazi (2002). 3. Este aspecto también se planteaba en otra investigación realizada en Milán en la primera década del nuevo siglo. Cfr. Leccardi (2005). Jóvenes y Nu evas Tecnolog ías Francis Pisan i Periodista es pecializado e n globalizaci ón, redes y e l impacto soc ial de las tec nologías de l a información © J ar kk o R ik ki lä 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 53MONOGRÁFICO Decir que el futuro de las TIC depende de los y las jóvenes no es hacer gala de una gran originalidad, aunque resulta difícil, por no decir ilusorio, pretender saber en qué dirección éstos las conducirán. La cuestión no es, por ello, menos interesante en la medida en que introducir una brecha generacional en la historia y la evolución de estas tecnologías, que cambian completamente nuestras vidas, es afrontar un tipo de cambio diferente —y, por tanto, un futuro potencialmente distinto— del que suponen las brechas precedentes El hardware Tras la era de los ordenadores centrales (los mainframes) vino la de los ordenadores personales (los PC) y ahora es- tamos entrando en la de los aparatos que uno puede llevar consigo en todo momento. Se trata, de hecho, de una lectura diseñada por los ingenieros y los fabricantes. No está ciertamente carente de sentido y da una imagen de realidades perceptibles por todos. Cada una corresponde, asimismo, a modelos de tipo social e incluso político. Extremadamente costosos y voluminosos, el uso y prestaciones de los mainframes estaban reservados a los gobiernos y a instituciones muy poderosas. El paso a los ordenadores personales se vivió, con razón, como una democratización. Gracias a una bajada de los precios, un gran número de familias pudo conseguir uno, primero en los países ricos y a continuación, cada vez más, en todo el mundo. Smartphones y tablets —estandartes de la movilidad— son, por lo menos en Occidente, aparatos esencialmente indivi- duales. Éstos permiten a cada cual comunicarse desde su rincón, recibir llamadas personales. La emergencia de un individualismo en red que dichos aparatos facilitan podría marcar una etapa importante en la evolución de nuestras sociedades. Pero simbolizar el cambio de civilización que se avecina –me referiré a este tema más adelante— por el tamaño de los objetos que utilizamos resulta manifiestamente insufi- ciente; peor aún: el mundo de las TIC ya no está determina- do por el hardware. Sectores sociales implicados Una lectura que tenga en cuenta a los sectores implicados en cada etapa de la revolución digital conduce a una visión sustancialmente diferente. Permite añadir la dimensión social a la tecnológica en la comprensión de la evolución ultrarrápida en la que estamos inmersos. En el plano estric- tamente tecnológico, ello significa también que pasemos de poner el acento en las máquinas a una aproximación más de “redes” que se organiza en torno a Internet y la web. El primer período es precisamente el de los ingenieros —a cada cual lo suyo. Éste cubre todo lo que precede a la in- vención del navegador visual en el año 1992. El paso de los mainframes a los ordenadores personales se había iniciado mucho antes. Internet existía desde 1969 (ARPANET) y la web, desde 1990. Ahora bien, fue Mosaic el primer navegador que permitía navegar fácilmente de una página o de un sitio a otro, el que en 1992 trasladó la informática de un ámbito controla- do por los informáticos, sin los cuales la mayor parte de no- sotros estábamos perdidos, a un espacio abierto en el que cada uno podía progresar más o menos según su voluntad. En un primer momento, lo que hoy se denomina web 1.0 fue básicamente del dominio de las instituciones que la utilizaron como una herramienta para darse a conocer. Los sitios eran llevados por especialistas. Estas instituciones hicieron lo que sabían hacer: aplicar la lógica del broadcast (transmisión de información) a una arquitectura de redes sin sacar partido de sus capacidades de comunicación horizontal. El contenido estaba tan encorsetado como un discurso político o como un comunicado de prensa. No obstante, a partir de ese momento la herramienta más popular fue el correo electrónico que permite, precisamen- te, la comunicación directa entre las personas. El paso a la comunicación horizontal en tiempo real estuvo facilitado por el chat —ICQ de Mirabilis, adquirido rápidamente por AOL— que permitía a los usuarios comunicarse mediante texto de manera sincronizada. Cuando hablamos de “instituciones” nos referimos también a “empresas” y el ciberespacio apareció como un nuevo territorio por conquistar que dio lugar, así, a una nueva fiebre del oro. De este modo, el período posterior, caricaturizado por el boom de las puntocom y finalizado con su hundimiento, estuvo marcado por la influencia de los hombres —generalmente en el ámbito de las TIC— y de las mujeres de negocios. Fueron ellos quienes entendieron, tanto por necesidad como por inteligencia, que podían sacar partido del po- tencial técnico más prometedor de la web: su arquitectura de participación, que existía desde el principio aunque su ARTÍCULO CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201154 MONOGRÁFICO Cómic electrónico. © Jarkko Rikkilä faceta más esencial había sido ignorada. La lógica de la comunicación horizontal, más la ampliación de líneas de alta velocidad que permiten estar permanentemente conectado (always on), es, en efecto, lo que fomenta la participación de los usuarios. Fue entonces cuando nació la web 2.0, en el año 2004, de la que nos hemos convertido en auténticos héroes, como señalaban las portadas de dos revistas Time y Newsweek en las que podía leerse que la web es “You”, o lo que es lo mismo “nosotros”. Ahora bien, este “nosotros” atomizado, por simpáti- co que pueda resultar, no significa gran cosa, aunque implique cambiar de arriba abajo las relaciones entre los individuos y los grupos (en especial, el individua- lismo en red que permite que uno escoja sus grupos y los abandone cuando desee), las formas de organi- zación (las redes son a día de hoy más eficaces que las jerarquías) y las maneras de trabajar (empresa 2.0). El paso a la etapa siguiente estuvo marcado por la victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008, debida parcialmente a su dominio de las redes sociales y de la comunicación online, la cual supuso la penetración de las TIC en la organización de nuestras sociedades. Tras las campañas —que todavía captan nuestra atención—, éstas no han dejado de modificar, de manera lenta pero segura, la manera de gobernar —transparen- cia, participación— y los movimientos de rebelión y de participación —de consumidores y ciudada- nos. Si como parece justo pensar, la próxima etapa estará marcada por grandes cambios en la edu- cación y el aprendizaje, podremos señalar quizá que nos hallamos ante el umbral de un cambio de civilización. ¿Cómo definirlo de otro modo si ha cambiado completamente la organización y la comunicación de las instituciones y las em- presas, la participación de los consumidores y ciudadanos, la manera de trabajar, los modos de organización económicos y sociales, así como la formación de las nuevas generaciones? Generaciones Proponer una ruptura en base a las genera- ciones es asumir, de hecho, el paso a algo distinto, reconocer implícitamente que todo el mundo está ahora implicado y que el cambio no se debe tanto a la penetración en un nuevo sector como a la manera en que utilizamos las tecnologías. 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 55MONOGRÁFICO Nos enfrentamos, por lo menos, a dos problemas. La juventud no es una categoría aceptable para quien aspira a realizar un análisis en profundidad. Hay gente joven, de eso no cabe duda. Hay conflictos generacionales, ídem. Pero el inconveniente de tal aproximación es que tiende a meter a todos los y las jóvenes en el mismo saco cuando lo fundamental es atender los problemas que plantean la diversidad de condiciones, las desigualdades de acceso y otras diferencias. Partir de la creencia que los nativos digitales, por el hecho de ser mejores en las TIC que sus mayores, son la garantía de una sociedad digital mejor, es precipitarse a la hora de sacar conclusiones. Y no lo son por dos razones relativamente simples: si bien es innegable su relación más natural con las tecnologías de la información y, especialmente, con los artilugios que nos per- miten acceder a la misma, éstos no nacen con la ciencia infu- sa de las TIC. Tienen necesidad de aprender y comprender. Su problema particular es que, supuestamente, las generaciones precedentes, encargadas tradicionalmente de formarles, están menos familiarizadas que ellos en este terreno. La segunda razón es que la noción de generación no da cuenta de las diferencias, de la diversidad de condiciones, de las desigualdades. La distancia es, sin duda, menor entre un niño de clase acomodada que vive en una de las metró- polis mundiales y su padre, por poco que ambos estén al día en las TIC, que la que le separa de un niño de una zona rural de un país en vías de desarrollo. La cuestión más interesante es quizá la de su potencial impacto sobre las amenazas y tensiones que gravitan sobre las TIC. A riesgo de simplificar en exceso, las dividiremos en dos categorías: las amenazas que gravitan sobre la evolu- ción de Internet y de la web, por una parte, y las tensiones suscitadas por aquellos que se oponen todavía a la penetra- ción, a la adopción y a la extensión del uso de las TIC, por otra. La mayor parte de los analistas que estudian el futuro de las tecnologías, intentan extraer las tendencias, y una de las más evidentes consiste en reseñar —lo cual no es mucho decir— la llegada masiva de jóvenes —nacidos en la era del ordenador y del teléfono móvil— al mercado de trabajo, a la esfera pública. Es bastante verosímil que éstos adopten prácticas diferentes a las de sus mayores por los diferentes usos que hacen y por una comprensión que nada tiene que ver con la de sus mayores. Consideramos insuficiente dedicarnos a hacer un análisis positivo de las tendencias: tal producto llega, los y las jóve- nes desembarcan, tal uso se generaliza. Por muy desigual que esté distribuido (Gibson), el futuro es siempre cuestión de enfrentamientos y de conflictos; de ahí el interés en prever el impacto de los jóvenes sobre los conflictos que ya podemos discernir. En este marco, cabe tener en cuenta las amenazas que gravitan sobre Internet, tal y como las analiza Jonathan Zittrain. En su obra The Future of the Internet and How to Stop it1, no duda en calificar de “contrarrevolución” el doble peligro que representan las aplicaciones tipo iTunes y la Jóvenes leyendo un cómic en un e-book durante el Festival de cómics de la Biblioteca Municipal de Tampere. © Jarkko Rikkilä 1. http://futureoftheinternet.org/static/ZittrainTheFutureoftheInternet.pdf CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201156 MONOGRÁFICO centralización tipo Facebook. Considera el autor que ésta “podría alejar a los usuarios comunes del Internet gene- rador de innovaciones y de perturbaciones y empujarles a una red de aparatos que incluye algunas de las funciones más potentes del Internet actual pero que limita en gran medida su capacidad de innovación” (p. 8). El concepto clave del libro es la noción de “generativity” que define como “la capacidad de un sistema de producir cambios no anticipados [por sus creadores] gracias a con- tribuciones no filtradas procedentes de audiencias amplias y variadas” (p.70). Las características que “invitan” a tales aportaciones son tanto de orden social como de orden téc- nico. Las relaciones resultantes “reflejan el punto en el que los usuarios se identifican como contribuyentes y partici- pantes más que como consumidores” (p.71). Para Zittrain es evidente que las aplicaciones y aparatos controlados por los proveedores no constituyen un peligro en sí mismos. La dimensión social resulta esencial y el impacto de los y las jóvenes evidente. Este impacto puede ser, sin duda, positivo en la medida que al estar más versados en las TIC, tienen menos miedo, se encuentran más a gusto y, por tanto, son susceptibles de navegar con mayor desenvoltura por un sistema abierto del tipo de los que Zittrain defiende. Ahora bien, en la medi- da que, carentes de formación, tienen más agilidad que comprensión, la mayor parte de ellos puede dejarse seducir perfectamente por el mundo cerrado de las apps (aplicacio- nes). El iPhone es el smartphone más deseado y Facebook, un espacio de encuentro obligatorio. Podríamos calificar esta amenaza de “contrarreforma interna”. Hay otra que proviene de aquellos que rechazan todavía —no importa cuál sea su argumento— las tecnolo- gías de la información o que buscan limitar tanto como sea posible su uso y penetración. El caso de los medios de comunicación o de los libros electrónicos en países como Francia y España son buenos ejemplos de ello. Asistimos en los medios de comunicación, desde el inicio de la crisis de 2008, a una recuperación de las redacciones web por parte de las redacciones tradicio- nales. La integración no es mala en sí misma, aunque puede resultar catastrófica cuando se da el poder a los periodistas veteranos que sólo aceptan la web obligados o forzados o que intentan ignorar sus virtudes de comunicación horizontal. Algunos de los diarios más importantes de Europa y de los Estados Unidos han perdido de este modo a los pioneros de la revolución digital en los medios informa- tivos. Les han incitado, así, a crear sitios alternativos que amenazan en convertirse rápidamente en sus más temibles competidores. En el caso de los libros, el rechazo práctico —en España y Francia especialmente— de facilitar el acceso a la versión digital de las obras publicadas corresponde a un rechazo de adaptación, a un intento de bloqueo de facto de la evolu- ción digital. En ambos casos, la llegada de jóvenes para quienes todo esto es natural puede cambiar el curso de las cosas, aun cuando debe desconfiarse de una tendencia común entre los ambiciosos, al inicio de su carrera, consistente en adop- tar posturas dominantes con la esperanza de obtener éxito más rápidamente. Esto es algo frecuente en las escuelas de periodismo. Un elemento de respuesta consiste en desarrollar masiva- mente la “alfabetización digital” (el neologismo es prácti- camente inevitable). No se trata simplemente de alfabeti- zación sino más bien, como en el sentido anglosajón del © Cristina Diestro 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 57MONOGRÁFICO término, de una formación en la doble dimensión práctica y cultural. El problema es que ésta debería, en principio, ser im- partida por los adultos que no son necesariamente los más versados en la materia y, lo que es aún peor, están habituados a formas docentes top down o broadcast, que son precisamente todo aquello que la revolución digital cuestiona. En resumidas cuentas, para que la llegada de la juventud tenga un impacto positivo claro sobre el uso y la compren- sión de las TIC, es esencial formarle en su comprensión. Pero, para ello, es preciso poner en tela de juicio los méto- dos tradicionales de enseñanza que debe comenzar con las generaciones anteriores. Educación y aprendizaje deben concebirse en paralelo. El hecho de compartir conocimien- to se corresponde mejor con dicha realidad —y con las herramientas de que disponemos— que con la transmisión tradicional del saber. La responsabilidad es compartida en- tre instituciones e individuos; entre jóvenes y sus mayores. El desafío no es sencillo. Experiencias © N ag y/ P re ss ea m t M ü n ch en 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 59MONOGRÁFICO EXPERIENCIA Desde la formalización del primer Plan Municipal de Juventud en 1994, el Ayuntamiento de Rennes se ha planteado una cuestión clave: el lugar de los y las jóvenes en la ciudad y, como consecuencia, la responsabilidad y el papel de la Municipalidad a la hora de ayudarles a definir y a apropiarse de la ciudad. El deporte como mecanismo de participación juvenil Julie Guyomard e Yvan Dromer Dirección de Asociacionismo y Juventud, Oficina de la Juventud Louis Bertin Dirección de Deportes, Ayuntamiento de Rennes (Francia) Desde entonces, los proyectos piloto que se han puesto en marcha y el trabajo de reflexión sobre el tema han permitido identificar un determinado número de iniciativas particularmente pertinentes en las que invertir y desarro- llar o crear, favoreciendo de esta manera que los jóvenes (especialmente los de edades comprendidas entre los 16 y 25 años) accedan al estatus de ciudadanos de pleno dere- cho que se implican en su barrio y en su ciudad. En lo que se refiere a las y los jóvenes con una trayectoria poco problemática de inserción social, escolar y profesio- nal, el Ayuntamiento de Rennes trabaja con un gran núme- ro de entidades colaboradoras y cuenta, en la actualidad, con una serie de mecanismos y de acciones bien identifica- dos, los cuales definen, de forma estructural, la política de juventud de la ciudad, si bien precisan de una evaluación y adaptación constante. Ejemplo de ello son los siguientes programas: • Los Fondos para Iniciativas Jóvenes de Rennes: un sistema de becas de apoyo a proyectos realizados por jóvenes cuya cuantía varía ente los 300 y los 900 euros. • La Noche de los 4 Jueves: un programa de actividades de ocio nocturno gratuitas y sin alcohol. • El trabajo de apoyo a la expresión de los jóvenes desa- rrollado por el Centro Regional de Información a la Ju- ventud de la Región de Bretaña. Más concretamente, en lo que respecta a la cuestión del acceso al deporte por parte de los y las jóvenes, la acción municipal se estructura a través de: • El acompañamiento para la puesta en marcha de pro- gramas de actividades deportivas en el marco escolar llevado a cabo por educadores deportivos municipales. • Los Centros de Iniciación Deportiva. • La oferta de los clubs afiliados a la Oficina de Deportes Municipal. • El establecimiento de objetivos socio-deportivos por parte de las asociaciones que gestionan las instalacio- nes de los barrios; se establecerán próximamente seis nuevos convenios. • El centro de ocio Récipon que, en verano, acoge a ado- lescentes entre 12 y 15 años. De forma más reciente: • Los Animadores Deportivos de Proximidad y, principal- mente, las actividades que organizan los viernes en los barrios. • La Noche del Deporte. • Algunas actividades deportivas que se realizan durante los periodos cortos de vacaciones escolares. La Noche del Deporte En el marco del programa de la Noche de los 4 Jueves, el Ayuntamiento de Rennes propone una velada alternativa casi todos los jueves así como algunos viernes por la noche. Cada mes, una de estas noches se reserva al deporte, apli- cando, de esta manera, los principios de la Noche de los 4 Jueves a distintas prácticas deportivas. La Oficina de la Juventud de Rennes coordina el dispositi- vo de la Noche de los 4 jueves en su conjunto. Por su parte, la Dirección de Deportes organiza la Noche del Deporte. Para ello, moviliza a sus agentes, trabaja en el desarrollo de acuerdos de colaboración con asociaciones deportivas y abre las instalaciones deportivas en horario nocturno con el objetivo de atraer al público joven. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201160 MONOGRÁFICO Estas veladas ofrecen a los jóvenes la posibilidad de ini- ciarse en la práctica de deportes “tradicionales” como el voleibol o el bádminton, de descubrir actividades más origi- nales como el blackminton o el kin-ball o, incluso, compartir e iniciarse en actividades deportivas para discapacitados como el torball o el rugby en silla de ruedas. Con estas actividades se favorecen los intercambios entre cultura y deporte. Por ejemplo, el pasado 14 de octubre de 2010, los jóvenes pudieron nadar mientras escuchaban un concierto de música subacuática o jugar al ajedrez en el fondo de la piscina. Los últimos datos obtenidos confirman que el público de las Noches del Deporte es muy fiel. Está compuesto en un 70% por estudiantes, un 54% de los cuales sale por la no- che una o dos veces por semana aunque cuando asisten a una Noche del Deporte optan por dirigirse directamente a las instalaciones deportivas. Las motivaciones principales de los usuarios son practicar deporte, descubrir nuevas actividades deportivas y estar con los amigos. Sólo a un 1% de los participantes les dis- gusta que el alcohol esté prohibido durante las veladas. En lo que respecta a las cifras de participación, 3.500 jóvenes asisten a las 7 u 8 ediciones que se organizan cada tempo- rada. Los principios básicos de estas veladas son simples: se realizan en horarios no habituales, son gratuitas, en ellas no se permite la venta ni el consumo de alcohol y se orga- nizan con la colaboración de las y los jóvenes. Este último e importante aspecto ha sido reafirmado en la evaluación del 2010, por lo que se trabaja en el establecimiento de nuevos acuerdos de colaboración, especialmente con las asociacio- nes de estudiantes y las universidades, pero también con jóvenes de todos los barrios de Rennes. La implicación de los colectivos de estudiantes en la organización de estas noches es especialmente deseable, ya que, de esta forma, se quiere transmitir a la juventud que las activida- des deportivas son una forma alternativa de salir de fiesta. El objetivo es fomentar que los jóvenes, tanto los que es- tudian como los que no, se encuentren en propuestas que combinan la animación cultural y las actividades deporti- vas. Proyecto Piloto: el acceso de los y las jóvenes a las instalaciones deportivas De forma más específica, en lo que se refiere a jóvenes en situaciones de vulnerabilidad (que viven especialmente en barrios de acción prioritaria, a los que no suele llegar la oferta institucional clásica, y que tienen una presencia Acceso libre y gratuito de 22h a 3h de la madrugada a los equipamientos de la ciudad de Rennes, que proponen diferentes actividades dirigidas por educadores. Kin-ball, tchoukball, ultimate, speedminton y blackminton son actividades deportivas apreciadas por ser originales y novedosas. 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 61MONOGRÁFICO notoria en el espacio público), el objetivo de poner en valor el rol de los y las jóvenes en los barrios ha comportado el desarrollo de un gran número de acciones y la adaptación específica de los dispositivos anteriormente explicados, como por ejemplo: • El servicio de los Animadores con Presencia en la Calle (APR): iniciativa de animadores de calle que salen de los centros cívicos al encuentro de los y las jóvenes para facilitarles el acceso a las ofertas de ocio. Servicio ges- tionado por la Asociación Le Cercle Paul Bert. • La oferta de Locales Colectivos Residenciales: espacios sociales autónomos que la entidad concesionaria pone a disposición de los habitantes para que puedan llevar a cabo sus iniciativas. La Asociación para la Renovación de la Acción Social gestiona esta propuesta en repre- sentación de los propietarios públicos. • Las becas y ayudas “Barrio” del Fondo para Iniciativas Jóvenes de Rennes. • Apoyo económico por parte de la entidad concesionaria a un proyecto colectivo a cambio de pequeños talleres cívicos destinados a la rehabilitación o el saneamiento de los espacios comunes de las viviendas de protección oficial. • El festival “Barrios de verano”, organizado por el Centro Regional de Información a la Juventud. Además, por iniciativa de las Gerencias de Distrito y de los animadores juveniles, se han llevado a cabo en deter- minados barrios algunos proyectos aislados con el apoyo de los referentes territoriales de la Dirección de Deportes para flexibilizar el marco de trabajo y contemplar solucio- nes adaptadas a cada caso. Así, por ejemplo, se han cedido espacios a la asociación Quattro Connexion para llevar a cabo prácticas e iniciativas más informales; la aso- ciación Le Cercle Paul Bert, a través de sus secciones, gestiona algunos espacios de forma autónoma o la Gerencia del Distrito Nordeste cede espacios a un grupo de jóvenes que practican fútbol sala, dos tardes por semana. Sin embargo, el Ayuntamiento de Rennes ha constatado que este tipo de respuestas para los jóvenes de estos ba- rrios no es suficiente. Por un lado, porque la mayor parte de las actividades están destinadas principalmente al público más joven (adolescentes y preadolescentes). Por otro, porque se ha comprobado que no se adaptan a las expectativas de los jóvenes adultos que proceden de los barrios más populares. A causa de itinerarios de inserción caóticos, interrumpidos y difíciles, estos últimos no entran en los canales de acceso a la práctica de activida- des deportivas. Por el contrario, tienen grandes dificulta- des a la hora de apropiarse de los códigos y mecanismos institucionales que les permitirían acceder a ellos y ex- presan un grado elevado de reticencia en relación a las instituciones en general, lo que acentúa las dificultades mencionadas anteriormente y alimenta una dinámica de distanciamiento. Los sucesivos informes de actividad de los Animadores con Presencia en la Calle, cuya misión es, en parte, anali- zar, en base a sus observaciones, las aspiraciones en mate- ria de ocio de los jóvenes, destacan la dificultad para éstos (especialmente para los más mayores y los más aislados o los reticentes a las instituciones) de concebir y a continua- ción poner en marcha un proyecto deportivo que se ajuste a sus expectativas. Recientemente, los informes de actividad de los animado- res del Proyecto piloto de Acompañamiento a los Jóvenes del distrito de Blosne muestran la existencia de iniciativas llevadas a cabo por jóvenes adultos de los barrios que ha- cen suyo este reto y llevan a cabo, ellos mismos, una oferta de práctica deportiva para sus iguales y para los más jóve- nes del barrio. Aspectos que llevan a la falta de adecuación de la oferta a la demanda social específica de los jóvenes adultos de los barrios: • Unas actividades estables en el tiempo necesitan un compromiso a largo plazo, mientras que los jóvenes, al igual que el resto de ciudadanos, funcionan en la actua- lidad a través de una lógica “de zapping”. • La realización de actividades planificadas cuando la juventud aspira a tener más autonomía en la organiza- ción de sus actividades de ocio. • Unas actividades que no dejan espacio a las prácticas deportivas informales o basadas en dinámicas de ocio Actividades de autodefensa y escalada. Las piscinas permanecen abiertas con actividades originales como ping-pong en el agua. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201162 MONOGRÁFICO y no de competición, lo que no excluye necesariamente la realización de competiciones, torneos locales o entre barrios, etc. En consecuencia, se ha formulado una propuesta para ofrecer una respuesta complementaria que tenga en cuen- ta, a la vez, las condiciones actuales de oferta de utilización de las instalaciones deportivas de la Dirección de Deportes y la especificidad de las expectativas del público al que se dirige. Asimismo, se dota a las diferentes acciones aisladas de un marco oficial con el fin de legitimarlas y evaluarlas. Iniciativa piloto para el periodo comprendido entre septiembre de 2010 y junio de 2012 Se han identificado dos casos concretos que dan lugar a dos tipos de respuesta: a) El primer caso es el de las asociaciones de nueva crea- ción, esto es, el caso de un grupo de jóvenes que, para poder acceder a una instalación deportiva, ha cumplido todos los criterios que se exigen: redacción de un proyecto, creación de una asociación y entrega de una solicitud a la Oficina de Deportes. Sin embargo, resulta muy perjudicial y tiene un efecto disuasorio que una vez que el grupo cumple todas las condiciones exigidas por el procedimiento (y que cuenta con el acompañamiento de un profesional, un ani- mador o educador de calle, que ha aprovechado el trámite para acercarse a los jóvenes), la entrada a las instalaciones deportivas y/o las reglas de asignación de espacios y hora- rios den preferencia a la antigüedad y la estabilidad, lo que lleva al Ayuntamiento a responder a la demanda de forma negativa. El Ayuntamiento favorece que las asociaciones colaboren en la puesta en marcha del Proyecto Político de la Juven- tud de Rennes y se planteen el funcionamiento de sus prác- ticas y sus posturas profesionales para responder mejor a las características de este público. Por ello, es muy impor- tante que la misma administración dé ejemplo y aplique esta postura en sus propios procedimientos. Frente a esta situación, se ha propuesto replantear el principio que rige la asignación anual de los espacios de dar prioridad a los usuarios del año anterior, para ofrecer un lugar a priori (algo que tiene una gran importancia sim- bólica) y a un precio preferente a las peticiones de estas nuevas asociaciones para que puedan beneficiarse también de los espacios oficiales y permanentes. Condiciones: 1. Una definición restrictiva de “asociación de nueva creación”, que debe tener tres elementos constitutivos: debe ser una asociación creada en el año en curso, debe estar compuesta por jóvenes de entre 16 y 25 años y los trámites de redacción del proyecto y sus estatutos deben ser objeto de un acompañamiento específico por parte de dinamizadores o educadores de calle. 2. Un seguimiento del proyecto, acordado entre los res- ponsables de la asociación, el referente educativo de origen y los referentes territoriales de la Dirección de Deportes, en relación al material utilizado, las reglas vinculadas a las prácticas, las propuestas de nuevas actividades, las vías de financiación complementarias del material, etc. Durante el 2010-2011, la propuesta está siendo implemen- tada en tres asociaciones de ámbito municipal. La utili- zación de estos espacios deberá mantenerse durante las vacaciones escolares. b) El segundo caso lo constituyen las peticiones puntuales pero recurrentes de jóvenes no constituidos en asociación. Las peticiones que estos jóvenes formulan regularmente ante animadores y educadores no hacen referencia a prác- ticas concretas; a menudo, se trata de deportes poco comu- nes como el fútbol sala, los deportes de lucha, el cross, pa- tinaje en línea, diferentes modalidades de skateboard, etc. Además, no acostumbran a ser peticiones estructuradas y suelen ser puntuales, ilustrando a menudo una aspiración que va más allá de lo meramente deportivo: reclamar que los poderes públicos reconozcan y tengan en cuenta sus necesidades. Comparten con el primer caso el hecho de que se basan en prácticas autónomas, no encuadradas en ningún programa. Propuesta de respuesta para este segundo caso: 1. Pre-reservar con antelación un número limitado de Baloncesto, rugby o kin-ball en silla de ruedas, fútbol para invidentes o torball son propuestas para las personas discapacitadas abiertas a todos los jóvenes, que permiten compartir una práctica deportiva en las mismas condiciones. 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 63MONOGRÁFICO espacios en cada barrio, en horarios e instalaciones identificados como pertinentes por los profesionales de juventud. 2. Confiar a los grupos de seguimiento técnico de los barrios el establecimiento de objetivos específicos para los jóvenes adultos, en el marco de la redefinición de los convenios entre el Ayuntamiento y cinco equipa- mientos de barrio. Estos grupos de seguimiento se reúnen cada dos me- ses. En las reuniones participan el animador de jóvenes adultos del barrio, sus compañeros animadores de calle y de equipamientos, los educadores, la Gerencia de Distrito, la Oficina de Juventud y la Asociación para la Renovación de la Acción Social. Además, también participan representantes de la Dirección de Deportes (servicio de referencia de los Animadores Deportivos de Proximidad). 3. Este grupo de seguimiento tendrá como objetivos: • Recoger las peticiones de los grupos. • Evaluar su grado de madurez a la hora de ejercer un uso autónomo de los espacios. • Organizar el acompañamiento del periodo de prueba de utilización autónoma de los espacios previamente pre-reservados. Para posteriormente: 1. Poner en marcha una planificación de los períodos de prueba que incluirán desde un inicio: encuentros en los que participarán el referente educativo, el Animador deportivo de Proximidad y el responsable de la vigilan- cia del equipamiento. 2. La designación de dos responsables entre los jóvenes. 3. La firma de un reglamento de utilización como aval que tendrá asimismo en cuenta diferentes situaciones. 4. Fases transitorias de planificación directa llevadas a cabo por los referentes educativos. 5. La realización de reuniones de evaluación periódicas que tratarán sobre el material y las prácticas deporti- vas, las cuales permitirán abordar eventuales conflictos de uso o dificultades en lo que respecta a las reglas de utilización. Gracias a este enfoque piloto, en septiembre de 2010 se atribuyeron espacios a nuevas asociaciones, las cuales se encuentran actualmente acompañadas de acuerdo con los procedimientos de seguimiento expuestos en este documento. Al final de la temporada, se llevará a cabo una evaluación de los efectos producidos por el dispo- sitivo tanto en los jóvenes como en los propios servicios y agentes asociativos implicados. Además del deporte, las asociaciones proponen actividades culturales, conciertos, pase de películas, etc. En esta foto, una partida de ajedrez en el fondo de la piscina. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201164 MONOGRÁFICO Programa Vive y Convive Silvia Calvo Mateo Técnica Sociocultural del Servicio de Acción Social del Ayuntamiento de Zaragoza (España) Vive y Convive es un programa intergeneracional de vivienda compartida, presente en 27 ciudades españolas de 6 comunidades autónomas, que llegó a Zaragoza en el año 2004 promovido por la Obra Social de la entidad financiera CatalunyaCaixa. Nace para paliar la soledad de algunas personas mayores y, por otro lado, para ofrecer alojamiento a jóvenes universitarios. Tiene carácter altruista y solidario, los estudiantes no pagan nada por vivir en la vivienda y las personas mayores reciben una ayuda económica. Está basado fundamentalmente en la compañía. En el curso 2010- 2011 hay en la ciudad de Zaragoza 19 parejas dentro del Programa. El programa Vive y Convive de la Obra Social de Cata-lunyaCaixa nace en uno de los distritos de la ciudad de Barcelona en el año 1996 con el objetivo de paliar la sole- dad de las personas mayores y de promover el intercambio entre éstas y las y los jóvenes, dos generaciones que se encuentran cada vez más distanciadas a raíz de los cambios sociales producidos. Posteriormente, el Programa se fue extendiendo a toda la ciudad y ante los resultados positi- vos que se obtuvieron se fue ampliando a otras ciudades de España. En la actualidad está presente en 27 ciudades españolas de 6 comunidades autónomas y forma parte de la red Homeshare International de ámbito mundial. El Programa se realiza en la ciudad de Zaragoza desde el año 2004, a través de un convenio entre la Fundación Viure i Conviure de CatalunyaCaixa, el Ayuntamiento de Zaragoza (concretamente, la Concejalía de Acción Social) y la Universidad de Zaragoza. Posteriormente se incorporó al Programa la Universidad San Jorge. Vive y Convive es un programa solidario de vivienda compartida, que busca satisfacer dos necesidades: por un lado, la situación de soledad en la que se encuentran algunas personas mayores, que desean tener compañía y, por otro lado, la necesidad de alojamiento que tienen las y los jóvenes universitarios que vienen de otras ciudades, incluso de otros países. Está orientado a personas mayores de 60 años que vivan solas, que puedan valerse por sí mismas y que dispongan de una habitación libre para el o la estudiante. La vivienda tiene que reunir condiciones óptimas de habitabilidad. Por otra parte, los jóvenes estudiantes universitarios han de tener menos de 30 años, o de 35 si están realizando estudios de postgrado, máster o doctorado, y no deben de residir en la misma ciudad. Las funciones que cada una de las entidades implicadas desarrollan en el Programa son las siguientes: • Las Universidades son la puerta de entrada de los estudiantes al Programa. Cada una aporta un técnico, que será el encargado de proporcionar información y de difundir el Programa entre la población universitaria. • El Ayuntamiento de Zaragoza aporta la figura de un técnico de Servicios Sociales, cuyas funciones son proporcionar información y difundir el Programa entre las personas mayores, realizar entrevistas a posibles candidatos y, junto con la psicóloga, hacer las visitas domiciliarias, realizar las presentaciones entre las personas mayores y los estudiantes y, posteriormente, hacer el seguimiento de las parejas que participan. • La Obra Social de CatalunyaCaixa financia el coste económico del Programa, que consiste en aportaciones de 60 euros a las personas mayores para contribuir al incremento del gasto debido al mayor consumo de luz y agua. Por otra parte, aporta una psicóloga, quien realiza la entrevista a las y los estudiantes interesados en participar, propone la constitución de las parejas persona mayor-estudiante, y realiza el seguimiento de la convivencia. El trabajo conjunto de todas estas entidades participantes es necesario para el correcto funcionamiento del Programa. Cuando un estudiante está interesado en participar se le informa desde la Universidad, o directamente la EXPERIENCIA 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 65MONOGRÁFICO propia psicóloga. A las personas mayores se les informa desde el Ayuntamiento, bien directamente por la persona responsable del Programa, o bien a través de la red de Centros Municipales de Servicios Sociales. En la solicitud, la persona mayor debe de indicar qué tipo de contraprestaciones estaría interesada en recibir, como puede ser ayuda para realizar la compra, acompañamiento al médico o simplemente compañía. En la entrevista a las personas mayores se pretende conocer su motivación, su forma de vivir y sus aficiones, así como su estado de salud. Por otra parte, se comprueba el estado de la vivienda. Posteriormente, se realizan las presentaciones oportunas de las parejas y, si es el caso, se firman los acuerdos, que incluyen los compromisos de ambas partes. Algunas de las normas que se establecen para facilitar la convivencia son las siguientes: el o la estudiante tiene que encargarse de limpiar su habitación, cocinar y comprar su comida y limpiar el baño y la cocina después de haberlo utilizado. No puede llegar a casa más tarde de las 22.30h de la noche, excepto el sábado. Como contraprestación por disponer de alojamiento gratuito, tiene que colaborar en su horario libre en aquello que la persona mayor haya demandado. Ambos deben de respetar el espacio y la intimidad de la otra persona. El primer mes después de la firma del acuerdo se considera de prueba, con el objetivo de asegurar que la convivencia sea para ambos satisfactoria, y se lleva a cabo un seguimiento más intenso por parte de los técnicos responsables. En cuanto al perfil de las personas mayores participantes, más del 90% son mujeres. La mayoría son viudas y con una media de edad de 80 años. Su principal motivación para participar en el Programa es la búsqueda de compañía. Hay que indicar que la mayoría de estas personas disponen de Teleasistencia1 y de Servicio de Ayuda a Domicilio proporcionado por el Ayuntamiento de Zaragoza. En esta población se ha observado un cambio de actitud en los años en los que se viene desarrollando este Programa: en un principio las mujeres mayores eran reacias a convivir con estudiantes varones, pero en los últimos años ya existen parejas mixtas, cuyo resultado se valora muy positivamente. En cuanto a los estudiantes, los hay tanto españoles como extranjeros y la proporción de sexos está más equilibrada que en las personas mayores. Su motivación inicial para participar en el Programa es la económica, como muchos señalan: de no ser por éste no podrían permitirse estudiar fuera de casa. Por otra parte, una vez superados los pequeños problemas que pueden emerger en toda nueva convivencia, tanto las personas mayores como los y las jóvenes valoran de forma muy positiva la relación de respeto, apoyo y amistad que se establece entre ambos, gracias a la cual es posible romper las barreras que, a menudo, separan a ambas generaciones. Desde el inicio del Programa, el número de parejas que se han establecido durante el curso académico ronda entre las 15 y 19, llegando algunas a convivir durante toda la carrera. En estos años de andadura, el balance del Programa ha sido positivo: las personas mayores rejuvenecen al convivir con un estudiante, tienen otro tipo de alegría al poder compartir sus vivencias con otra persona, se sienten más válidas; mientras que los estudiantes se van involucrando cada vez más en la convivencia. 1. Pequeño dispositivo electrónico que la persona lleva consigo permanente- mente y que permite solicitar asistencia a cualquier hora del día durante todos los días del año. CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201166 MONOGRÁFICO Apostando por la autonomía juvenil Leandro Benetti Director General del Centro Cultural de la Juventud Ruth Cardoso, S~ao Paulo (Brasil) São Paulo es la ciudad brasileña más grande y más rica. Sin embargo, para que se consolide de manera efectiva como ciudad educadora, aún queda mucho camino por recorrer. El reto es, por tanto, enorme. En este contexto, algunas actuaciones se pueden considerar bastante prometedoras. Entre ellas, destaca el Centro Cultural de la Juventud Ruth Cardoso. En él, los jóvenes encuentran un aliado importante para que los proyectos que les interesan puedan materializarse. La idea clásica de que la ciudad es el espacio natural para las personas porque en ella sus derechos natura- les están garantizados y, por consiguiente, en ella pueden crecer y desarrollarse en un ambiente colectivo de paz y libertad, no siempre se materializa en la práctica. Incluso en ciudades reconocidamente ricas, dinámicas y creativas, aparecen –irónicamente– elementos de inmenso atraso social que se obstinan en resistir. La fundación de la ciudad de São Paulo tuvo lugar en 1554 a partir de una escuela. Construida por padres jesuitas, tenía como finalidad promover la evangelización de los indios que poblaban la región. Durante dos siglos permaneció en condiciones de villa pobre y aislada, configurándose un ciclo fuertemente marcado por las expediciones de los pioneros. Sobre éstas se puede decir que no fueron precisamente amistosas: con el objetivo de capturar indios y, principalmente, encontrar minerales preciosos, iban delimitando las fronteras de Brasil sin respetar nada. Así, hasta finales del siglo XVIII, la ciudad de São Paulo EXPERIENCIA 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 67MONOGRÁFICO continuaba siendo mucho más un lugar de paso que de permanencia y convivencia. El cambio de este perfil tuvo lugar, de hecho, en la segunda mitad del siglo XIX, con el ciclo económico del café, la llegada de los inmigrantes europeos y la ampliación de la red ferroviaria, que servía de interconexión entre las tierras de cultivo y el puerto de Santos. El punto de convergencia de esta red era São Paulo. En 1872, año del primer censo de Brasil, la ciudad contaba con 31.385 habitantes. Posteriormente, en el año 1900, se produjo un salto hasta los 240.000 habitantes. Cien años más tarde, éramos más de diez millones. No obstante, este crecimiento no se ha dado sobre bases sostenibles. Al contrario: lo que se ha visto en este breve período histórico ha sido una expansión desordenada y mal planificada de la ciudad, marcada en gran parte por relaciones desiguales de poder y una completa ausencia de políticas públicas que garantizasen mínimamente las conquistas de la ciudadanía. El legado de profunda desigualdad social se presenta, hoy en día, casi como una condición dada, insuperable. En este contexto, el reto de convertirse en una ciudad educadora es gigantesco. Algunos ejemplos, no obstante, son capaces de motivarnos a salir del estado de impotencia y tratar de alcanzar este ambicioso fin. Objetivamente, Brasil está viviendo el mayor período de democracia política sin interrupciones autoritarias de su historia. Esto contribuye enormemente a un mayor equilibrio en el juego de las reivindicaciones legítimas. Al mismo tiempo, la estabilidad económica alcanzada por el Plan Real permite a los agentes públicos y privados planificar mejor sus acciones. En el campo específico de las políticas públicas, esta combinación ha generado la creación de modelos consistentes e innovadores, con potencial para servir de referencia y multiplicarse. El caso que vamos a analizar es el del Centro Cultural de la Juventud Ruth Cardoso, o simplemente CCJ. Se trata de un equipamiento público de la ciudad, localizado en la periferia norte, donde antes estuvo, durante casi dos décadas, un símbolo dramático de la negligencia de los gobernantes y de la desatención de la sociedad, porque allí yacía, de forma evidente, el “esqueleto” de una gran obra inacabada, transformada en vertedero de basuras, zona de prostitución y de venta de drogas. En este sentido, el primer resultado producido con motivo de la creación del CCJ ha sido la recuperación urbana del espacio ocupado, y junto con ella, la transformación simbólica del lugar. Inaugurado el día 27 de marzo de 2006, el CCJ representa también la materialización de un proceso llevado a cabo por investigadores, agentes públicos y organizaciones de la sociedad civil dedicadas al estudio de modelos alternativos a los adoptados por el Estado en el campo de las políticas específicas de juventud. El diagnóstico común apuntaba a una importante incompatibilidad entre lo que se ofrecía y lo que solicitaba la juventud. La visión excesivamente estereotipada que se tenía de ella y la tradición secular de tutela conspiraban en contra de la participación del público destinatario en los programas y proyectos existentes. Así, el punto de partida conceptual del CCJ fue romper con aquella lógica y apostar por un estudio detallado, de carácter permanente, de los grupos o colectivos juveniles, buscando con ello identificar sus intereses reales y sus actitudes y prácticas cotidianas. En este proceso sin fin, muchas de sus manifestaciones se van reconociendo como CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201168 MONOGRÁFICO legítimas, permitiendo que el Estado identifique buenas oportunidades de ofrecer un apoyo más adecuado a los proyectos de autoría juvenil. Por lo tanto, además de servir como espacio público de convivencia, formación, producción y difusión de la cultura juvenil paulista, el CCJ también constituye un centro de reflexión e innovación en el campo en que actúa. La consecución de las directrices conceptuales del CCJ se da, principalmente, por medio de su programación artística y cultural permanente, el acceso a la cual es siempre gratuito. Sin embargo, antes de entrar en cuestiones de programación, hagamos una rápida descripción de la arquitectura del espacio: con un área construida de 8.000 m2, reúne un auditorio, un teatro de arena (teatro con un escenario circular), una biblioteca, un estudio de dibujos animados, un estudio de grabaciones musicales, áreas para la edición de audio y vídeo y un espacio para exposiciones, todo ello rodeado por un gran jardín que se ha ido formando a partir del trasplante de 12.000 plantones de especies autóctonas variadas. Con entrada y circulación libres, el CCJ aparece como una auténtica extensión de la calle, el espacio público por excelencia. La programación del CCJ está estructurada en nueve programas y treinta proyectos estables, los cuales promueven una media de sesenta y cinco actividades por mes. Éstas, por su parte, son ideadas a partir de tres ejes: formación, producción y difusión. Los contenidos trabajados buscan abarcar tanto los lenguajes artísticos como los temas específicos del universo de la juventud. De esta forma, además de música, circo, teatro, danza, cine, vídeo, fotografía, literatura y artes gráficas y visuales, tienen un espacio asegurado en el CCJ temas como la diversidad sexual y étnica, el acceso a la universidad y la orientación profesional o el mercado cultural independiente, entre otros. Desde su inauguración, se han promocionado más de tres mil eventos culturales gratuitos, entre espectáculos escénicos y musicales, encuentros literarios y de reflexión, presentaciones de películas en muestras de cine, exposiciones y talleres varios. Para tener una idea de los beneficios que esto representa, el CCJ presta, de promedio, 12.000 servicios al mes en una zona donde antes no existía ninguna alternativa de ocio y convivencia con esas características y cuya población se estima en más de 700.000 personas. De este total, cerca del 30%, es decir, más de 210.000 personas son jóvenes con edades comprendidas entre 18 y 29 años. Además de la programación, una serie de medidas en el ámbito institucional contribuyen a la consecución de las directrices. Entre ellas, destacan: 1) la propia institucionalización del CCJ dentro del organigrama del gobierno municipal, por medio de una ley aprobada por el poder legislativo, que le garantiza cobertura jurídica, financiera y conceptual; 2) la creación, también por medio de una ley aprobada por el poder legislativo, del Programa Joven Monitor Cultural, haciendo viable el modelo de gestión ideado, en el cual se preveía la contratación de jóvenes de la región para trabajar en el equipamiento y servir de referencia a otros jóvenes; y 3) la Convocatoria de Copatrocinio para Primeras Obras, mediante la cual se prioriza la selección de proyectos de jóvenes autores, estimulándoles a que se profesionalicen en el campo de las artes. Dicho esto, es fácil concluir que espacios modernos y abiertos, combinados con una programación diversificada de lenguajes y temas, son realmente capaces de producir un efecto relevante a la hora de garantizar derechos y superar graves problemas sociales. Ambientes favorables a la convivencia, la ampliación de actividades y el desarrollo de las habilidades y competencias son fundamentales para una vida en sociedad más digna. Por último, cabe destacar dos reconocimientos al trabajo realizado por el CCJ. El primero de ellos se produjo en abril de 2008 en la primera Conferencia Nacional de la Juventud en Brasil. En aquella ocasión, después de superar los trámites municipales y de los distintos estados, se aprobaron sesenta y nueve resoluciones dirigidas al Gobierno federal. Dos de ellas se referían al campo específico de las artes y la cultura: 1ª) que las políticas específicas de juventud dispusieran de equipamientos específicos para el desarrollo de sus actividades específicas; y 2ª) que estos equipamientos específicos dispusieran de recursos presupuestarios propios, a fin de que se garantice su funcionamiento de forma regular y sin interrupciones. Por otro lado, el segundo reconocimiento se dio en octubre de 2010, cuando la Secretaría General Iberoamericana identificó el CCJ como un modelo a difundir entre los países miembros y propuso la firma de un Acuerdo de Colaboración para la transferencia del conocimiento acumulado en esta construcción colectiva y generosa. 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 69MONOGRÁFICO Servicios para la autonomía juvenil Marta Levi Concejala de Políticas de Juventud de 2007 a mayo de 2011, Ayuntamiento de Turín (Italia) La ciudad de Turín, Capital Europea de la Juventud en el año 2010, ha decidido invertir en políticas de ayuda a la autonomía de los y las jóvenes. Por ello, hemos puesto en marcha tres nuevos servicios de apoyo al asociacionismo, al espíritu emprendedor juvenil y a la emancipación de las y los jóvenes. La escasez de recursos de que disponen los ayuntamientos italianos ha obligado al Ayuntamiento de Turín a crear servicios con un bajo coste pero, a la vez, con un alto impacto. El contexto italiano En Italia, las políticas de juventud se han entendido en gran medida como políticas educativas, con independencia de la edad de los destinatarios, es decir, tengan éstos 14 o 30 años. A menudo se olvida que un joven, al cumplir los 18 años, se convierte en un ciudadano a todos los efec- tos y que, como tal, es titular de derechos y deberes. Con demasiada frecuencia, las y los jóvenes son tratados como ciudadanos en potencia, que han de ser guiados para que se conviertan en ciudadanos reales; cuando el papel del Estado es garantizarles derechos y oportunidades y no el de explicarles qué deben hacer o cómo deben vivir. La administración pública, liderada tanto por gobiernos de derechas como de izquierdas, siempre ha concebido las políticas dirigidas a los jóvenes como “educación”. Las tendencias más avanzadas del pensamiento han planteado el tema de la promoción del bienestar frente al de la prevención del malestar, pero derivándolo hacia la educación en derechos y deberes ciudadanos, educación para la participación, educación para la ciudadanía; en defi nitiva, educación para la vida. El derecho a emanciparse de la familia se encuentra doblemente limitado: por un lado, existe una cultura difusa según la cual la independencia debe alcanzarse alrededor de los 30 años de edad y no antes; y, por otro, el Estado no dispone de los recursos de bienestar necesarios para que un joven pueda ser autónomo ya desde los 18 o 20 años. En Italia, particularmente, no impera un concepto de “Estado del bienestar del ciudadano”, sino de “Estado del bienestar familiar”, cuyo referente es, por tanto, la familia (a una persona no se la considera pobre si tiene una renta baja, sino si su familia en conjunto tiene una renta baja) y, en consecuencia, muchos servicios son “proporcionados” por la familia: por ejemplo, la carencia de guarderías se compensa habitualmente confiando el cuidado de los niños a los abuelos. Las políticas de juventud de Turín: la autonomía como eje central En este contexto, la ciudad de Turín —con mayor motivo por haber sido la Capital Europea de la Juventud en el año 2010— ha decidido invertir en políticas de apoyo a la auto- nomía de las y los jóvenes, políticas innovadoras capaces de constituir una nueva oportunidad para que la juventud tome las riendas de su propia vida y lleve a cabo de forma autónoma sus propias decisiones. Por tanto, la autonomía se ha entendido como posibilidad de construirse un futuro, capacidad de aprovechar las oportunidades, libertad de elección e independencia de la familia. Para ello, hemos puesto en marcha tres nuevos servicios de apoyo al asociacionismo, al espíritu emprendedor juvenil y a la emancipación del hogar familiar. La escasez de recursos de que disponen los ayuntamientos italianos ha obligado al Ayuntamiento de Turín a crear servicios con un bajo coste, pero, a la vez, con un gran impacto, aprovechando, por una parte, los conocimientos de los trabajadores municipales y, por otra, sirviéndose de mecanismos como el “Préstamo de Honor”. EXPERIENCIA CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 201170 MONOGRÁFICO Alojamiento para jóvenes Los datos de Eurostat de 2007 revelan que, en Italia, el 56% de los jóvenes de entre 25 y 29 años de edad y el 26% de los de entre 30 y 34 viven con su familia; otros países presentan una situación radicalmente diferente, sobre todo en la franja de edad de entre 25 y 29 años: el 11% en Finlandia, el 14% en Holanda, el 18% en Reino Unido, el 18% en Francia o el 19% en Alemania. Estos datos son el resultado de la inexistencia de una política nacional global dirigida a incentivar la autonomía de la juventud, y ésta es la razón que nos ha llevado a intentar construir una parte de esa política. “Alojamiento para jóvenes” es un proyecto dotado de 1.350.000 euros, compuesto por diferentes actuaciones. Hemos creado un punto de atención, en el centro municipal de información juvenil Informagiovani, que proporciona apoyo en la búsqueda de alojamiento y orientación relativa a otros servicios existentes en la ciudad y a las diferentes problemáticas (incluso de tipo legal o burocrático) relacionadas con el mercado inmobiliario y de alquiler. Hemos activado un fondo de garantía para los propietarios de viviendas que alquilen a jóvenes que pretendan independizarse, a través de los contratti convenzionati (o contratos concertados, los cuales establecen condiciones particularmente favorables para la gente joven) se reembolsa a los propietarios hasta nueve meses de alquiler en caso de morosidad por parte de los jóvenes. Sin embargo, el núcleo del servicio es la constitución de un fondo rotatorio que ofrece a todas las personas jóvenes de entre 20 y 30 años que estén viviendo con sus padres (o con familiares), la posibilidad de conseguir un préstamo de 3.500 euros para independizarse. Lo único que se exige a estos jóvenes es que presenten un contrato registrado y que lleven a cabo el cambio de domicilio. El préstamo se devuelve en cuotas mensuales sin intereses durante los tres años posteriores a su concesión. El elemento que resulta especialmente innovador es la forma de acceder al préstamo: no se ha establecido una escala basada en la renta, ya que, en la mayoría de los casos, se trataría de la renta de los padres. El objetivo del proyecto es, por el contrario, consolidar y respaldar el derecho de los jóvenes a la autonomía, prescindiendo del estatus socioeconómico de la familia. En los primeros tres meses se presentaron casi cien instancias, de las cuales más del 50% ya han recibido el préstamo. La edad media de los solicitantes es de entre 24 y 25 años, lo que demuestra que el servicio ayuda a reducir la edad a la que las y los jóvenes se independizan de sus padres. Los solicitantes son, en su mayor parte, trabajadores, y en un 70% de los casos, con contratos precarios. Jóvenes en asociación El asociacionismo es hoy en día una de las modalidades de participación activa más utilizada por la juventud turinesa (y, en general, por los italianos) y representa al mismo tiempo un factor de autonomía, dado que por medio de las asociaciones los jóvenes tienen la oportunidad de elaborar proyectos, realizar actividades y acceder al mundo laboral. En Turín hemos constituido una mesa de concertación a la que se han adherido más de cien asociaciones de jóvenes. En un contexto de falta de fondos (por lo que resulta imposible financiar los proyectos de las asociaciones), se ha creado un punto de atención que proporciona apoyo, consejo y ayuda a las asociaciones de jóvenes en los diferentes ámbitos: desde la redacción de estatutos hasta la gestión contable, desde contratos de trabajo hasta la elaboración de proyectos e incluso la participación en convocatorias nacionales y europeas. Se trata de un servicio hasta ahora inexistente en el panorama ciudadano y, para que resulte eficiente, se ha formado una red de colaboradores que ofrecen su experiencia de forma gratuita a través de gestorías, que proporcionan consejo ad hoc a las asociaciones que tienen problemas contables o fiscales. En la primera fase, más de la mitad de las solicitudes recibidas han estado relacionadas con la constitución y puesta en marcha de una asociación, pero no han Apoyar el asociacionismo es la finalidad del Torino Youth Centre, una red formada por 16 asociaciones de jóvenes. Es competencia del Estado garantizar a las y los jóvenes el derecho a elegir y a emanciparse. 2011 CIUDAD, JUVENTUD Y EDUCACIÓN 71MONOGRÁFICO faltado las consultas relativas a la planificación y gestión administrativa. Hemos publicado, además, una guía para las y los jóvenes de introducción al mundo del asociacionismo, que proporciona elementos útiles tanto para la creación como para la gestión de una asociación. Por último, se está poniendo en marcha un servicio, parecido al del “Alojamiento para jóvenes”, que prestará fondos a las asociaciones que los necesiten. Por un lado, se ofrecerán pequeños préstamos para aquellas entidades que, para hacer frente a un proyecto o una actividad, tengan una necesidad puntual de liquidez que no encuentra respuesta en el mercado del crédito (los bancos italianos se muestran reacios a conceder financiación a las asociaciones); por otra parte, se concederán préstamos más cuantiosos a las asociaciones que participen en convocatorias (como, por ejemplo, las del programa europeo Jóvenes en Acción) y que no tengan la posibilidad de adelantar el dinero en espera de recibir el financiamiento por parte de la Unión Europea, que a veces llega con un año de retraso. De este modo, incluso las asociaciones más pequeñas podrán participar con sus propios proyectos en cualquier tipo de convocatoria. Empresa joven “Empresa joven” es un servicio compuesto por un punto de atención y una guía (disponible en papel y online), cuyo objetivo es ayudar a la juventud a orientarse en el mundo de los servicios y de las oportunidades dirigidas a quienes pretenden crear una empresa. De hecho, en Turín, existen varias incubadoras de empresas, diferentes servicios de apoyo para poner en marcha empresas y para captar fondos. Sin embargo, la existencia de demasiadas oportunidades puede convertirse en una jungla informativa para los jóvenes que se adentran en el tema. En el punto de atención se acoge a las y los jóvenes, se escuchan sus ideas empresariales, se les apoya en la transformación de dicha idea en un auténtico plan empresarial y, por último, en función de las necesidades de cada joven, se les orienta hacia el servicio más apropiado. Los jóvenes que acceden al punto de atención, gracias a la supervisión y asesoramiento de quienes trabajan en él, se ven enriquecidos con multitud de ideas, fundamentalmente relacionadas con la apertura de actividades comerciales. El problema más relevante sobre el que los usuarios solicitan información es la orientación para acceder a un crédito (adónde han de dirigirse; qué documentos necesitan o qué garantías deben proporcionar). A mi entender, la autonomía (asociativa, laboral o en relación con la vivienda) es el gran objetivo que deben perseguir las políticas públicas de juventud, porque no es tarea del Estado dirigir a las personas, sino permitirles elegir hacia dónde dirigirse. Se suele oír con demasiada frecuencia que los jóvenes son el futuro, pero creo que es necesario entender que los jóvenes son el presente y que la función de las instituciones es crear las condiciones materiales y, sobre todo, culturales, para que su futuro esté lo más cerca posible temporalmente del presente. Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE) C/Avinyó 15, 4ª planta 08002 Barcelona (España) Coordinación: Fabian Mohedano, Presidente del Consejo de la Juventud de Barcelona (2004-2007) y Secretario de organización del Movimiento Laico y Progresista Coordinación técnica: Mª Ángeles Cabeza Santano, Secretariado de la AICE Traducciones del catalán: Ana Belmonte, Albert Salarich del francés: Albert Salarich, Acordlingua del inglés: Isabel Roqueta, Tau Traduccions del portugués: Tau Traduccions del italiano: Tau Traduccions Revisión de estilo y correcciones: Secretariado de la AICE (Mª Ángeles Cabeza, Marina Canals, Assumpta Ibañez y Maribel Montmany) © de la edición: AICE © de las entrevistas y artículos: Los autores © de las fotografías Ayuntamiento de Barcelona: Dirección de Juventud; Dirección de Imagen y Servicios Editoriales: Cristina Diestro / Vicente Zambrano / Luís Clua; Ayuntamiento de Budapest; Ayuntamiento de Ginebra; Ayuntamiento de Rennes; Ayuntamiento de Turín; Ayuntamiento de Zaragoza; Centro Cultural de la Juventud Ruth Cardoso; Consejo de la Juventud de Barcelona; Corinne Schwaller; Distrito Metropolitano de Quito; Fundación Bilbao Arte Fundazioa; Fundación Fórum Universal de las Culturas; Jarkko Rikkilä; Mark Inderkum; Nagy/Presseamt München; Unesco; Unión Panafricana de la Juventud. Maquetación e impresión: Imagen y Servicios Editoriales, Ayuntamiento de Barcelona Fecha de publicación: Julio 2011 Depósito legal: B-25.745-2011 ISSN: 2013-3634 “Si que remos c onstruir un mun do en e l que puedan convivi r distint as gene racione s, es nece sario qu e nos es cuchem os más unos a otros, q ue acab emos co n las de sigualda des y qu e manten gamos u nos ser vicios p úblicos atentos a las prob lemátic as de la juventu d.” Manuel Tornare