414 Y ^T1^rT^11V1IE1VTQ DE B14 F GAEL Q1V14 LAS 1VIURALLA S RONIANA S DE LA CIUDAD i ^ ___ ^ ^- ~- ^ .- _ ~ `^ . . _~^~^~'-^ ^. _--^.^~^^^ )1f 4 LAS ] 1URALLAS RONIANAS DE LA CIUDA D 4 c I 01 A F UNTA ;l1 TENTO DE BA B CEL ONA I. Ajuntament _j de Barcelona LAS Sector d'Urbanisme BIBLIOTECA ROMANAS DE LA. CIUDAD 11 14-rutiio. 1 9 58) It PI --7 Las torres y lienzos de muro conservados en la calle del Subteniente Navarro cuentan entre [as mas bellas. 2 VIA Palaeio Mimic I7- 1 Caritdnol plaza N-- NM Ea JI-1 fl. ^erer^uar r Pi. del nrS LAYETANA ldc ^ JJ Ptaza da LDlpuiaclon Provinclel 5 Jaime Casa ck la Ciudad. $IH^a dl aED1 Plano aoroximado det recinto romano- i.,w a ro .p LAS NIURALLAS Ro-N1ANAS DE LA CIUDAD p o r 1n or, ro hT.oRF:\s.t F'rlrrtr.tt Alil?I'I'l'FC1'0 f:O %\ EIIVADOH Ill: L:1 CII:DAD 1NTIGI'A B AKCr:r.(J\A lift teillclo till recinto llluradoromano completo desde los coinienzos del siglo iv, es decir, cuando el Imperio, va- cilante, no era ya una garantia de paz y so- siego y ]as cindades, obedeciendo a ]as cir- cunstancias, se Iortificaban apresuradalneute. La figura que encabeza este artleulo nos muestra en linear gencrales el trazado que si- guio la muralla, de fuertes y proxiunas torres, en su mayor parte de planta rectangular. Esta muralla, perdido su valor nlilitar desde los si- glos xi y xn por la formacion de nulnerosos suburbios que exigieron un recinto de mayor extension, quedo absorbida y anegada por la marea de edificaciones. En machos casos no fue destruida; en otros si. Sea coluo fuere, a principios del actual siglo no quedaba a la vis- ta mas fragntento que his torres redondas pie guardaban nna de las cuatro ptlertas del re- cinto, y ante las cuales se habia formado la Plaza Nueva (novedad relativa, puesto que recibio este nombre ya en el siglo xtu). Este recinto, como casi todos los romanos, estaba organizado a base de dos calles prin- cipales que se cortaban perpendicttlarmente, enlazando entre si, dos a dos, las cuatro puer- tas que lo franqueaban. La calle rnas larga, o eje mayor del recinto, iba desde la puerta cuyas torres atin existen en la Plaza Nueva hasta la que se abria poco nlas ally de la Plaza del Kegomir; la otra, bastante mas corta. Ile- vaba desde ]a actual Plaza del An el hasta una puerta que estaba situada entre las caller del Call y Fernando. Las cuatro parses o cuadrantes en que el re- cinto quedaba dividido por las Galles citadas O -J w RI dN, two L A, han corrido suerte muy diversa. Los cuadran- tes Norte y Este, es decir, la rnitad del recinto que corresponds a la parte superior del pe- queno piano que publicamos, quedaron ocul- tos entre las edificaciones de epocas posterio- res, tanto que, have cincuenta anos, solo aque- llas dos robustas torres de la Plaza Nueva se- nalaban con su presencia que Barcelona habia tenido una fortificacion romana; pero, aun- que fuera de la vista, se habian conservado largos tramos de la misma y un constante y paciente trabajo los ha ido descubriendo. En cuanto a la otra mitad, Ia S.O. que en el pla- nito ocupa la parte inferior, ha sido mucho mis maltratada por el tiempo y por los hom- bres y, para poder comprobar inas o menos la exactitud de aquel piano , que responde a las investigaciones de los arqueologos del si- glo xix, ha lido menester tin trabajo mucho mas arduo, buscando por dentro de las casas los restos, por pequenos que sean, que atesti- guen que por alli pasaba el trazado del muro. En efecto, cuando, a principios del siglo xIII, deshordado el recinto romano por varios su- burbios, bubo necesidad de construir una nue- va fortificacion mas extensa, aquel quedo sin valor militar y los condes-reyes empezaron a conceder autorizaciones a particulares para que edificasen casas adosadas a los viejos mu- ros, dando ellos misruos el ejemplo, piles su Palacio Mayor, con la Capilla de Santa Ague- da, estaban apoyados en la fortificacion ro- mans. Ahora bien; como estos muros eran muy gruesos y el nivel interior de la ciudad mas alto que el exterior (puesto que aquel co- rrespondia al Monte Taber y ademas los res- tos de sucesivas demoliciones se iban acumu- lando en el recinto cerrado), al hater ]as ca- sas, en general, se construyeron unas por den- tro y otras por fuera del muro, quedando este corno lindero separador de fincas. Por esta razon , en muchos casos basta una ligera ojea- da al piano parcelario para reconocer la huella del muro romano. Decimos la huella porque, a veces, el muro ha desaparecido, pero ha que- dado rnarcada su existencia en la forma de los linderos, ya que la caracteristica de la pro- piedad inmobiliaria es su conservadurisnro. Vamos ahora a recorrer los cuatro cuadran- tes del recinto, describiendo sucesivamente los fragmentos que se vayan presentando, unos recuperados ya y libres, otros todavia ocultos. Con ello ya indicarnos que no se trata de pre- sentar una labor terininada, sino rnuy al con- trario, en pleno desarrollo y con tarea cortada para anos ; pero creemos que to obtenido hasta boy debe conocerse en conjunto para, con ello, avivar el interes por to que falta. Plano I que comprende los cuadrantes Norte y Este del recinto , indicandose con trazo grueso los fragmentos puestos a la vista. .Loy Cuadrantes Norte y Este El cuadrante Norte, el inns favorecido en cuanto a la conservacitu de la muralla, lo debe a que esta, en vez de servir de apoyo a casas de propiedad particular, quedo absorbida en gran parte por edificios de caracter publico o semipublico ; las casas del Arcediano y del Dean , la Pia Aimoyna, el Palacio Mayor con su Capilla de Santa Agueda ; y la mayor per- nianencia de estos edificios, siempre algo me- nos sujetos a cainbios de propietario y a re- formas que las simples casas particulares, ha producido menos destrucciones. Sin embargo, pace treinta o cuarenta anus, nadie hubiera sospechado, de no estar en antecedentes, la existencia de estos muros escondidos detras de una cortina continua de edificaciones y no ha silo tarea facil ni de poco coste llegar a liberarlos. Para describer de un iuodo claro los diver- sos fragmentos estudiados, abandonamos el pequeno planito general reproducido al prin- cipio del articulo y nos referimos al que en- cabeza esta parte y que se distingue de aquel por dos caracteristicas; la primera su mayor escala, que le permite ser mas detallado y la segunda el ser parcelario, es decir, contenien- do la representacion exacta de los lindes y for- ma de cada finca, con el numero correlativo que lleva en su respectiva calle. A este piano lo llamaremos Plano I, y como puede verse, contiene los cuadrantes Norte y Este de la mu- ralla, es decir, la mitad superior del planito pequeno. Situandonos en la Plaza Nueva, o sea en el extremo izquierdo inferior del Plano I, pode- uios ver de frente las dos torres de planta Las torres de la Plaza Nueva tal como han estado hasta hace poco tiempo , antes de iniciarse las re. cientes okras de liberacion. redonda que durante niu- chisinio tiempo fueron el unico resto del circuito romano. Entre estas to- rres bubo tin arco que formaba la puerta pero ya desde el siglo xvii fue sustituido por otro cuyo recuerdo nos han conser- vado nunterosos grabados, de los que publicatnos uno. Porque ni siquiera este arco tail posterior a la muralla ha Ilegado a nosotros. En el trienio constitucional de 1820-23, que tan fatal fue para nuestros nionumentos, el Ayuntainiento, dando por motivo que era tin ohs- t iculo pars la Libre circu- lacion del aire, mandti de- rribarlo. Mientras esta s paginas se estan escribien- do (Julio de 1958) una in- ve.stigacitin laboriosa pone al descubierto los apoyos, por ambos lados, de los arcos que formaron la puerta romana. De las dos torres, la contigua al Palacio Epis- copal siempre se ha visto como de planta circular; pero la que formaba par- te de Ia Casa del Arce• diano era circular por la parte que miraba a la puerta v en angulo por la opuesta. Embebida como El arco del antiguo acueducto romano del siglo 11, embehido en to torte de principios del IV. Desaparecida la ouerta romana, en el siglo XVII se construyo el area que muestra este grabado. estaba en casas particula- res, esta forma presenta- ba como tin enigma de dificil solution; pero, al derribarse aquellas todo se aclaro. Al construirse la muralla en los ultimos anos del siglo in o priine- ros del iv. existia todavia (quiza cortado durante la invasion franca que su- frio esta parte de Espana entre 260 y 270) el acue- ducto que descle las mon- tanas proximas a la ciu- dad traia las aguas pota- bles y que habia sido construido o, por to me- nos reparado, a princi- pios del siglo ii cuando se levantaron las termas que luego fueron iglesia de San Miguel y que des- truyeron tambien barba- ramente los mismos cons- titucionales de 1820-23. Un pilar de este acueduc- to y gran paste de un ar- co quedaron formando el angulo y la paste recta de la torre. En la fotografia que publicamos se ve cla- ramente el arco y el muro superior, de aparejo pe- queno, mientras que los grande s sillares de la mu- ralla rellenan aquel y continuan el muro por la parte de arriba. En la parte derecha encima del El arco antiguo encontrado y el reconstruido sobre el pedestal autentico. pilar de ladrillo de refuerzo y la ancha bila- da de imposta, se aprecian bien tres dovelas que forman la initiation del segundo arco. Ex- cavando la plaza se han encontrado los basa- inentos (el primero integro, con los grander sillares de revestimiento) de los arcos sucesi- vos. La direction de esta hilera de arcos Ileva a la calle cuyo nombre antiquisimo de calle pasta la plaza de Cristo Hey (punto -A- del piano -I-) y que comprende dos torres Bias con los lienzos intermedios, ha lido liberada de un modo rapido en estos ultimos tiernpos, consti- tuyendo una operation que por su brevedad y por su desarrollo realmente espectacular, ha atraido de un modo extraordinario el interes ciudadano. Durante meses, nutridos grupos A Las casas que ocultaban la muralla , durante su derribo (Punto A del piano II). "dels Archs", confirma, con la fuerza de estos toponimos antiguos, la existencia, doclimen- tada en el siglo xvi, de los restos del antiguo acueducto. Con tin fin ilustrativo, y aclaran- dolo con una pequelia inscription, se ha re- construido el segundo arco, reforzando a la vez el pilar del primero, que, al quitar las casas adosadas, arnenazaba ceder al enorme peso de la torre, tanto mss cuanto que se han quitado los sillares superiores del relleno de dicho primer arco Para hacerlo mss visible. La parte de muralla que va desde esta torre contemplaban los trabajos y discutian con ca- lor los resultad' obtenidos , pudiendo escu- charse opiniones favorables o contrarias, apo- yadas en argumentos solidos. La obra de libe- racion del muro ha sido uniniuiernente alaba- da y la reaction publica ha sido de orgullo por los meritos de la propia ciudad ; pero ha ha- bido detalles que han suscitado apasionados debates, cosa logica y en el fondo , de agrade. cer. Los cuarenta metros escasos de niuro que se han puesto a' la vista estaban ocultos por ocho casas , cuya expropiacion , CICSOClipo y El publico , Ileno de curiosidad , observa los trabajos. (Dibuio de Rene). derribo han lido laboriosos, pero lo obtenido ha valido realrnente la pena. En los cimientos y en los mismos muros se han- encontrado- nutnerosas pieclras proceden- tes de mnonumentos mas antiguos, especialmen- te funerarios; algunas de ellas se han dis- puesto en el jardin que se ha plantado al pie del muro. Asimismo se han colocado alli dos fustes de columna, sin ninguna Buda romanos, que se han hallado recientemente en un solar de la carretera de Sans y que no se sane de d6nde proceden, aunque por ser de piedra de Montjuich, es lc gico suponer que pertenecie- ron a un monumento barcelones. Este fragmento de muralla, unido a los que htego veretnos de la plaza de Berenguer, el Grande y sobretodo al de la calle del Subte- niente Navarro (representado en la contrapor- tada), dan una idea muy Clara de la forma general del recinto romano de Barcelona. Es- taba este constituido por lienzos de una altura media de 10 metros y un grueso de uno6 Cuande se empezaban a derribar las cases, en su interior ya se exploraba la muralla y se encontraban, inconfundihies , las s-entanas semicirculares de ]as torres. El conjunto del punto A del piano I, on ]as agujas de ]a Catedral asomando por encima de ]a muralla. '1 metros formados por un parainento de grandes sillares, un nucleo interior de hormigon y el pa- ramento posterior de pcqueno aparejo. Este muro viene re- forzado a distancias muy cortas (8 a 10 metros) por CUbos rectangulares del mismo aparejo, so- bresaliendo unos 3,80 metros de los lienzos y con un frente de unos 6 me- tros escasos. Estas to- rres dominan sobre la muralla en altura, con dos pisos mas de pequeiio sillarejo, que llevan dos hue- cos semicirculares en cada piso y en calla cara, de los que se conservan inuchos. El hueco posterior de cada lado de ]a primera planta es una puerta y coinu- nica el aposento de la torre con el paso de ronda de sobre la muralla. La parte in- .ferior de ]as torres o cubos es totalntente maciza y esta sieni- pre coronada por una rohusta cornisa de silleria , lnas o me- nos conservada. El cuerpo superior tam- bien suclc estar ter- i y Dos fustes romanos, hailados en una excavacion, ban lido colocados en el jardin ante In muralla. En el edificio de la Pia Almoyna, tambien, al derribar unas casitas, aparecio un lienzo de muro y una torrc octogonal. i.17 En ]a plaza de Berenguer el Grande se produce este Bello encastillamiento de torres rnedievales sohre el rohosto muro romano. Reconstruction de minado por dos gruesas hiladas de ladrillo formando re- late. Hasta ahora no hemos encontra- do restos de ahntenas sobre las torres, pero si en las cortinas in- termedias. Son de grander dimensiones y forma rectangular, construidas de pe- queno aparejo. Todas las torres descubiertas pasta ahora presentali tin zocalo liar o nienos decorado, variando desde itna simple hi- lada salieiite hasta Itiolduras de gran desarrollo. Las cor- En este Iicnzo de la calle del Subteniente Navarro ipuntu D del plauo 1). se Ilan podido ideutilicar dos de lac tres almeuas que tuvo ; se indican con una linea blanca. un trozo de In muralla romana de Barcelona, basada en los rectos encontrados. tinas no tienen iii cornisa ni zocalo, ex- cepto la priniera a partir de la plaza Nueva que presenta un gran perfil de base-, esta Cortina es tanibien Inns larea que la generalidad de ellas. Hay torres de for- ma especial. Las de la puerta de la plaza Nueva son redondit-_ tuna de ellas modiii- cada. echo heu - dicho, por la pre=en- cia del acueducto. mac adelante las en. contralnos de form,; tallioicn redonda o poliaoiial a 11 1t1- I) , Conjnnto de los fra =xnentos A t_ nieotos A y B dcl piano I. AEn el mismo punto D del piano I se couserva este lienzo con restos medievales entre ins torres rolnanas. cambios marcados de direction del muro. En el traino de in Avenida de la Catedral giie estamos estudiando, junto a In escalinata que da acceso al templo, se puede observar un detalle curioso; parece ser que la muralla se construyo en dos veces, una primera de rnenos espesor y sin torres y la segunda do- blando la anterior v con las torres. Solo en los pantos como aquel en que el macizo de la muralla lia silo demolido se pueden apreciar ]as dos etapas de la construction y por este niotivo se ha dejado a la vista. Al otro lado de la plaza de Cristo Rey, en el ediicio de la Pia Almoyna (panto B del piano I) se libero tambien hace unos aiios un trozo de muro y una torre poligonal (aunque su basamento es redondo) que corresponde a nn cambio tie direction. En la parte ally se encuentran huecos de epoca medieval, alguno del siglo xi o anterior. En los cimientos de esta torre se encontro un niiniero niny grande de piedras labradas procedentes de otros monu- mentos. algunas de las cuales han silo colo- cadas en los jardines. Despues de este tramo hay un largo trecho de muralla destruida que corresponde a las casas del siglo xix ocupadas por el Mused Mares. Luego, en la plaza de Berenguer el Grande (punto -C- del piano I), tenemos otro de los trozos rnas impresionantes que se han conservado, de un gran valor pintoresco y ar- tistico por la superposition de construcciones medievales sobre el viejo muro. Iniciando un procedimiento que despues file irnitado por los particulares, los condes-reyes lanzaron atrevidas bovedas de torre a torre y sobre ellas edificaron in Capilla de su palacio, llamada boy de Santa Agueda. Todo este conjunto es- taba oculto por casas adosadas, pero como con- secuencia de in apertura de la Via Layetana se creo esta plaza y se urbanizo adecuadamen- te y con gusto, formando un jardin que va descendiendo hasty llegar al primitivo pie de la muralla. El efecto de las viejas torres co- ronadas por la capilla del siglo xiv con su atre- vido y original campanario, tras el cual aso- man los de la catedral, proporciona uno de los panoramas rnas interesantes de In Barce- lona antigua. La estatua ecuestre de Ramon Berenguer Ill, obra juvenil de Jose Lliniona, completa el conjunto. Con el termina el cua- drante Norte. Entre el cuadrante Norte y el Este se abria En el interior de una casa (punto F del piano 1) existe este lienzo y in torre circular que cubria on cambio de direcciiin del muro. una de las cuatro puertas del recinto, la que estaba defendida por tin castillo o fuerte que perduro , nias o menos modificado , a traves de toda la Edad Media con el noinhre de "Castel] Veil" y fue luego carrel hasta el siglo xix; hate poco la calle que prolonga la de Llibre- teria y Ilevaba a esa puerta , se llamaba An Bajada de la Carrel . De todo esto nada queda hoy, pees al construir las actuales casas en el siglo xix dcsaparecio todo el resto de la mu- ralla y puerta , excepto probablemente los ci- mientos, que deben estar bajo los actuales. Poco mas ally de lo que fue la puerta y si- •guiendo la Linea de la actual calle del Sub- teniente Navarro (punto - D- del piano 1) exis- te otro largo fraginento de muralla , con tres torres completas y tin par mas medio desapa- recidas, que esta actualmente en curso tie res- tauracion y que es i-ncludablemente el mejor de los conservados, aunque no gore de las ven- tajas de un punto de vista despejado y amplio como los de la Avenida de la Catedral y la Plaza de Berenguer que henios descrito al re- -correr el cuadrante Norte. En este trozo existe la torre mas alta y inns •completa que nos queda , la cual puede verse en el grabado de la contraportada . Se distin- guen en ella perfectauiente el cuerpo bajo, de gran silleria, coronado por su cornisa ; el alto, de pequeiio aparejo , con las tipicas ventanas seinicirculares , terminado por las dos hiladas tie ladrillo grueso ; y la parte superior , que asi -como en otras torres es mas o menos inoderna, en esta fue levantada ya en Cl siglo xiii, al que pertenecen las bellas ventanas ajimezadas que le dan luz. A la izquierda de esta torre queda un tramo de los tres que debio tener un gran salon del siglo xiv; y a la derecha tin licnzo en el que se distinguen perfectaniente dos de las tres grandes almenas rectangulares que en el existian ; la central desaparecio en el si- glo xvii al abrirse el gran balccin . El nuiro con el que se macizaroii Las alinenas parece muv antiguo , quiza visigotico ; mas arriba hay un piso de sillarejo del xvI y encilua otro que per- tenece a algnna restauracion nioderna. Entre Las dos torres siguientes se lanzo en el siglo Niti nna atrevida hoveda apuntada Para aiiadir sitio al palacio . realinente, suntuo- Esta curiosa decoraciun formaba la base de una torre desaparecida. ( Punto F. del piano I). so, que se construyo alli y que pertenecio, por lo inenos mas tarde, a la condesa de Palamos. En la fachada, y del misnio siglo xiii, hemos encontrado restos niuy completos de dos gran- des ventanales, de tipo exceptional en nuestro pals, acusando quiza influencias italianas, con una cornisa de remate que fue cortada, en el siglo siguiente, pars clay Lugar a un gran ven- Lanal gotico, del tipo corriente, al que solo fal- tan las columnas. Siguiendo en direction al mar y en el Lugar que correspondia a la torre siguiendo a las cinco de que henios hablado, se excavo el suelo y se encontro (punto -E- del piano I) tin pie de torre curiosauiente exornado con pe- queiias pilastras y capiteles dciricos, evidente- niente despojos de otras construcciones, pins ni siquiera se corresponden en su coloration. Desdc este ]agar la muralla se encuentra en general Bien conservada, Pero sumergida por las construcciones inns modernas (panto -1:- (lel piano 1). Es curios( olaservar quc la su- i d I) r pervivencia de la fortificacitin se acusa clara- inente en la forma dentada de los lindes de separaci6n de fincas, pues estas se construye- ron, en general, independientemente por cads lado de aquella. Esta aprobado un proyecto de calle que dejara a la vista toda esta parte de muro. Cuando la muralla vuelve sobre si misina pars colocarse mas o menos paralela al mar, una torre redonda cubre y refuerza el angulo (punto -F- del plarto I). Esta torre quedara to- talmente al descubierto cuando se lleve a efec- to el proyecto a que aludiamos anteriormente, pero en el interin no se ha perdido el ticmpo y en la parte baja, en que el cuerpo cilindrico aparecia en el interior de un bar de la plaza de Arrieros, se ha descoiichado el revoque, ofrcciendo al curioso an anticipo de to que sera aquel pintoresco y recoleto rinc6n. Este lienzo de muralla llegaba hasta la puer- ta de mar, que coincidia con la actual calle del Regomir. Dos torres flanqueaban este muro y se conservan bastante bien en el interior de un edificio que tiene entrada por el niunero 2 de la calle de San Simplicio (punto -G- del piano I). Estas torres podran liberarse com- pletamente, pues tambien quedan afectadas por el proyecto. de calle citado anteriormente. La puerta de mar estaba flanqueada por una fuerte ciudadela o "arx", que puede verse in- dicada en el planito general que encabeza el articulo. Rasta el presente hemos hallado solo dos fragmentos pequciios; pero aunque com- prueban los estudios de los arqueologos que trazaron aquel piano, no los hernos reproduci- do por su poca importancia. Entre casas y patios (punto G del piano I) se adivina un lienzo con dos torres. Piano II que coniprende los cuadrantes Oeste y Sur del recinto, con indicacion de los escasos rectos conservados. L os Cuadrarttes Oeste N- Stir Conio hemos dicho al empezar este trabajo, estos dos cuadrantes , que forman la mitad in- ferior de la rnuralla representada en el piano general , son mucho mas pobres en restos con- servados que sus hermanos de la mitad supe- rior . Basta una ligera ojeada al piano II que encabeza estas lineas y su comparacitin con el piano I publicado en paginas anteriores pars convencerse de ello. Los trozos de Linea grue- sa que representan en ambos los fragmentos conservados y estudiados , son aqui mucho mas escasos y disconlinuos . Su caracteristica, sal- vando el importante tramo comprendido en el Palacio Episcopal y edificios proximos, es la de estar completamente rodeados de casas par- ticulares y casi ha habido que it buscandolos basindose en la tipica forma dentada que pre- sentan en su emplazamiento los uncles de las fincas. Es clecir , pie cuando el Linde tiene esta forma caracteristica y corresponde aproxima- damente al Lugar que lia de ocupar el muro romano, debe irse alli, obtener el pernuso co- rrespondiente y ponerse a desconcliar Paredes, que unas veces son de una sala o una tienda y estan enyesadas y pintadas o empapeladas, v otras son cocinas o sanitarios con revesti- miento cle azulejos. Si la investigation no tiene cxito, como ha sucedido mochas veces, hay que excusarse por las molestias causadas y volver a dejar las cocas como estaban. Esto nos lia sucedido en varias ocasiones, en especial en el trozo comprendido entre la Bajada de Santa Eulalia y la calle del Call. En cambio hay hi- ,rares que ya no invitan a la exploration. La _nanzana comprendida entre las calles de Fer- nando, Avino. Bajarla de San Miguel y Paso de la Ensciianza, por ejemplo (casi en el cen- tro del piano II), por el simple aspecto de 1os 'hides de sus solares, ya deja ver que se cons- rnvci entera de nuevo en el sialo xix. hac•ien- jPunto A del piano 11. Muralla visible en el fondo de in rasa numero 12 de la calle de In Paja. do antes una reparcelacion y prescindiendo en absoluto de los muros romanos, cuyos cimien- tos sera lo unieo due subsista. Lo mist-no que para los cuadrantes Norte y Este vamos a hater un recorrido supuesto, par- tiendo de la Plaza Nueva, de Cara a las dos torres, de que hemos hablado ya. La muralla sigue hacia la dereeha por dentro del palacio episcopal y las dos primeras torres rectangula- res se encucntran , con un cobertizo adosado, en un patio interior , al que puede llegarse en- trando desde la calle del Obispo al piso prin- cipal del palacio y asomandose al patio desde el comedor de S. E. R. Estas torres y fragmen- to de muralla se han empezado a descubrir y no corren peligro alguno , por el caricter del edificio en que se encuentran. La torre siguiente y lienzo anexo , senalados por una -A- en piano II, corresponden a la casa numero 12 de la calle de la Paja, cuyos Desde un patio interior del edificio de San Felipe Neri puede contemplarse la parte alta de una torre. Se reconoce el pequeno sillarejo y la ventana circu- lar, igual a In de otras torres. (Punto B del piano 11.) bajos estan ocupados por el estableciiniento de Uri industrial mueblista, con entrada por el numero 14. Taznbien aqui existe el proyecto de liberar este gran fragniento de rnuro, de- jando una plaza con jardin analogo al de la Avenida de la Catedral. Interinamente se han desconchado todos los trozos que se ha podido y en general el muro presenta un excelente es- tado de conservation. Sigue luego el vasto conjunto de edificacio- nes de los Padres del Oratorio de San Felipe Neri, en cuyos sotanos todavia puede encon- trarse algun resto. Pero adeinas, desde un pa- tio alto se ve en -B- la parte superior de una torre, que, como todas ellas, esta construida con el aparejo pequeno y las ventanas semi- circulares , mientras la parte baja es maciza y de grandes sillares. Pasando al otro lado de la Bajada de Santa Eulalia, viene una manzana muy grande en la IWV que parecen reconocerse los dos ordenes de casas; las interiores al muro, con fachada a la calle del Arco de San Ramon del Call y las exteriores mirando a la de Banos Nuevos; ademas el trazado dentado de los lindes nos lza hecho sospechar la permanencia de frag- .mentos que, sin embargo, no hemos podido comprobar. Solo en la Casa numero 12 se en- contro algo; fue un muro situado mas adentro (letra -C- del piano II) de lo que tendria que estar el romano y que no es este, sino otro inns moderno, en el cual se utilizaron sillares claramente procedentes de aquel, mezclados con otros materiales. Lo hemos niarcado en el Plano con tin trazo grueso pero discontinuo. Al final de la misma manzana, esquina a la calle del Call; en la casa que tiene en esta el numero 1 y el 2 en la de Banos Nuevos (pun- to -D- del piano 11) existe, con entrada por la primera, un establecirniento de puntillas, en el que se iniciaron, hate unos dos anos o algo mas, trabajos de reforma para inodernizar la tienda. Al desconchar la pared del fondo se encontraron grandes sillares. Sospechando que pudieran ser romanos, ]as sefioras Vives, pro- pietarias de la industria, en vez de ocultar el hallazgo se apresuraron a ponerlo en nuestro conocimiento. Hicieron mis; comprobado que se trataba de una torre v un tramo de la mu- ralla, lo cual se confirmaba por la forma del linde en planta, nos dieron absoluta libertad para disponer la decoracion del local y su ilu- minacion, dando siempre preferencia al muro romano; y ademas costearon los trabajos. Asi se pudo levantar el techo y excavar el suelo, llegando al nivel primitivo de la base de la torre; esta se encontro derorada con una mo- numental moldura, con salientes en sus extre- mos, uno de los cuales descansa sobre otra piedra con inscription del siglo IT, es decir, hastante mas antigua que la fortification. Tam- bien en el interior del muro se encontraron, coino suele suceder, piedras molduradas, uui fuste de columna estriado, etc., lo que corn- prueba la prisa con que Barcelona se fortifico despues de la invasion franca del siglo III, echando mano para ello de los rectos de edi- ficios destruidos. Todo ha quedado a la vista En la casa umnero .12 de la calle de Balios Nuevos (punto C del piano 11), se encontrO esle uiuro , que no es romano , pero en el que, mezclados con otros materiales, cst4in los grandes sillares de aquc!la procedencia. e il,uiii ,iado por reflectore= y el estahlvciuiieii- vigilar en caso de que se derribase alauna to ha tornado muy justarnente el nombre de Casa de esta zona eritica. A. continuacion ya "La Torre Roruana". lrenios dicho que entre las Galles de Fernando l,'u la rnarrzana signiente, entre las Galles del y Bajada de San Miguel la forina de los lindes {:a11 v Fernando. cxistici una puerta, clefencli- revela una desaparicion total de las murallas La nioldura de hasamento de torres mas monumental encontrada pasta alrora. Esta (punto D del piano II) en el interior del establecimiento «La Torre Romanan , numero 1 de la calle del Call. da por un fuerte que se llarno desde la alta en el siglo pasado. Hay, pues, que atravesar Edad Media "Castell Nou Vescomtal", el cual ]a calle ultimamente citada pars encontrar, se hundio al peso de los anos en 1553. Hasta en -E-, en el interior de la Casa numero 19 de ahora no se ha encontrado de el resto alguno, la calle de avino tin nuevo fragmento de mu- pero es un punto de interes que habria que ralla. Su hallazgo es reciente y la investiga- cion no se lia hecho en los hajos sino en el piso principal , ocupado por una benenierita sociedad , la Asociacion Excursionista de Etno- grafia y Folklore , cuyos directivos , despues de avisar que en unas obras encontrahan grandes sillares, ban consentido incluso en variar la distribution de su local para que el rnuro ro- mano hrciera en todo su valor. Se ha encon- trado tin lienzo y las caras laterale s de las Como siempre, se encuentran piedras reem- pleadas, procedentes de rnonurnentos anterio- res, Iasi siempre de caracter sepulcral . En este lugar se ha hallado un sillar con una inscrip- cion , rnuy borrosa , por haber estado mucho tiempo sornetida a la action del fuego de una chimenea o cocina. En la primera linea parece adivinarse . C 10 DJAD \IEN0 En la misma torre de la figura anterior se eneontro este tambor de columna estriada . empleado conro relleno del rnuro. torres adjuntas, con la seguridad de que una de estas se oculta en la casa n.° 17 y Ia otra en el resto de Ia 19. Adenras, el dia que se pro- siga Ia exploration en la planta baja y en los pisos superiores, se hallara Ia base del rnuro y torres y quiz: s ]as partes altas de e"stas, con sus dos plantas construidas de sillarejo pe- queno y stns ventanas sernicirculares. en buenos caracteres del siglo Il. En las lineas siguientes solo se vislunibra alguna letra suel- ta. No obstante, hemos hecho un vaciado en yeso que se ha llevado al Museo de Historia de la Ciudad, donde los especialistas, pudien- do manejarlo facilmente v exponerlo a la luz en diferentes direcciones, llegar:in quizAs a re- sultados runs catisfactorios. Y con esto hernos llegado al fin de esta se- gunda parte de muro . En conjunto , si to halla- do hasta ahora en este rnedio recinto es rnuy poco, comparado con to de la otra mitad, los resultados son de tin gran interes . Pero, aun- que asi no fuera, su valor como dato historico seria el mismo . Un solo metro de muro que se encuentre es un hito pars el trazado atin no Bien definido de la fortificacion y por lo tanto, ha de ser registrado y conservado a toda costa. Si otras ciudades espanolas , como Leon o Lugo, tienen la suerte de conserver a la vista largos trechos de muros romanos o , como Avila, los medievales enteros, Madrid y Barcelona, que han crecido mucho mas, los han englobado en el interior de las sucesivas construcciones y solo como premio a una labor tenaz y a me- nudo costosa , pueden irlos descubriendo; pero el tiempo , el esfuerzo y el dinero que en ello se inviertan no pueden estar mejor empleados, porque ya se ha dicho muchas veces que los antiguos moniunentos son los pergaminos de nobleza de las ciudades y ya se sabe que no- bleza obliga. A Uno de los ultimos descubrimientos , es el hecho en el piso principal de in casa numero 19 de in calle de AvinB (punto E del piano II). Se ha encontrado un lienr o del muro y las cares laterales de las dos torres anexas. ( u ric I u. s i c) Ii. Al finalizar esta presentation del estado ac- tual de los trabajos de exploration y liberation de los restos aun existentes del recinto forti- ficado romano de Barcelona, nos darnos cuen- ta de lo sucinto y apresurado que results nues- tro trabajo. La indole del asunto requerimia tin tratanliento mss preciso y cientifico, con una ciudad con restos rolnanos notables. En primer Lugar su importancia en aquella epoca fue solo relativa; los textos la Hainan "oppi- dum parvum", es decir, ciudad pequena, aun- que la reconocen arnena y rodeada de campos deliciosos. Su misma proximidad a Tarragona, capital de nias de ]a initad de la peninsula y Una do las Piedras Ileva una inscription dificilmente legible. una extension forzosamente macho mayor. Pero hemos preferido mantener el tono de los demas fasciculos de esta coleccion , que., naci- dos conio articulos de revista , no se dirigen a estudiosos ni especialistas , sino a la gran mass de Barceloneses (por nacimiento o por afecto), que nos consta siguen estos trabajos con anio- roso afan. Pensando , pues, en este publico al que van dirigidas principalmente las presentee lineas, deseariamos traer aqui algunas consideracio- nes. Barcelona nunca ha tenido fama de ser residencia imperial, la relega a una cierta os- curidad. En el siglo xix, el arquitecto Celles, que por encargo de la Junta de Comercio, es- tudia el teinplo romano y ]as murallas, esta tan convencido de la escasa romanidad de Bar- celona, que supone dichos monumentos debi- dos a los cartagineses (influido tambien por la leyenda de la fundacion de la ciudad por Ila- milcar Barca). Pero hiego viene lo nias curioso. Cuando, al irse adentrando en el siglo actual, se empiezan a descubrir fraginentos de muro. los arqueo- Il 1) I logos tarraconenses ni siquiera quieren admi- tir que puedan ser romanos; y remisos y dis- plicentes, tardan en convencerse y admitir la v erdad. Es nienester la admirable labor del Ayun- de Barcelona, que, durante treinta anos tienc la iniciativa y proporciona los fon- dos necesarios, para que de un modo quc pa- rece lnilagroso, pueda surgir, comp si fucse de Ia nacla, no tin pequeno fragmento de inuro, lino una gran parte de un recinto murado, que pese a todos los "oppidum parvuni" de his fuentes, revela una ciudad realtnente pe- queia en extension, peso que cuando estaba rodeada por la corona de piedra, con cerca de cien fortisiinas torres, debia ofrecer un impre- sionante aspecto. En los ultimos tiempos esta labor se ha in- tensificado y acelerado hasta limites extremos qne la sensibilidad del pueblo barcelones ha apreciado justainente, enorgulleciendose tani- bien de que la entidad que lo representa, en- tidad pur.aiuente administrative se-fin la ley, sepa interpreter de este modo tan inteligente y sutil los mas intimos deseos y amores de sit alma cindadana. La cara de estas piedras muestran ]as huellas de su edad , mil seiscientos auos. F19^1^^209P^jBZICADIH 1'^). JAI{DIN UR13AN0 Y LOS ^'10N1; M1'[li.'YTOS ARQIIITECTONICOS. Cletubre de 1954 ( agotado). LA GAI.LE DE VION'r'CADA. la'ebrero de 195 [. LL DE RIBERA I SU ORDENACION. ^e^)t1P.tllj)C ('. (lf' ^ 95 i . '_Yr)EII3I {E; EITEVSION I POLI'I'ICA llEL "BARRIO C•OTICO^'. JIlI11o de 1958. L.as l^[ul{ALI.:is R ODIA_M1AS DE LA CIIrDAD. .=^ ^,oSto de 19:58. IsJr^ ]71'^jXIT'CICIOTL: L:1 PLAZA DE SAN F1:LIPF. N }^:Hl. :lI"ER. HOl 1 ^IANANA. LA ANTIGL`A CASH DE LA CIi;DAD. \O"I`.1. -- I^.u^ 1'nwcicn'. n. n^^ ,i,^^(;i^l^_^• ^i, e^trn^^ntr :n^^ l,i ^^rnl;i ;il ^n^^^^•i^^ ale -III ^x^^el ' us e.lemE>lur , ell la Qfi^^ina tle Infurn^a^^i+i;i pie lies Ir.^ju Ali l;i C'a^a iic^ la t ind,id. Plaza Ali tiara .iaime. it r y If REALI Z ACTON FOTOGRAFICA POH HIBERA 1' PLASENCIA IIIPRESO EN TALLCRES GHAFICOS REX, DE C. A. C. S. A.. AVEN [ DA JOSH ANTONIO, 719. LI.il1CELUNA nr.ro^tTO LEGAL: H. 13.1146- AM.USIU 1956 11 J ) F; p { 4'