DIRECTOR ïstSÍB yRPAÇTOR.JEf ENERO DE 1909 iSCIflAIElO: D. Genaro Ragno.—«Liga Espiritista Española».—Pluralidad de mundos habitados.—¡El Faro de los siglos!, por D.* Amalia Domingo Soler.—El carro del Infierno, por D. Salvador Sellés.—En defensa de una poesía, por D. Salvador Sellés.—La íuerza magnética.—Lo inexplicable, por D.®' Amalia Domingo Soler.—Co- municaciones.—A un libertino, por D. C. Botella.—Lista de suscripción.—Algo sobre el paria indico.—El alma en el sueño magnético. —Cuentas de ayer, por D.® Amalia Domingo Soler.—Necrologías.—A la memoria de Luz Carbonell, por D.® Amalia Do- mingo Soler.—Un recuerdo á la memoria de D.® Elisa Espar de Ossio, por D.® Amalia Domingo Soler. Corresponsales Administrativos Méjico.—José Salvadores, apartado 4024, D. F., particular, MEJICO.—Maura C. de Rincón, Calle 4.® de Nicolás Bravo, 19, ORIZABA (Veracruz). Pnerto-Rico.—Faustino Ysona, CAYEY.—F. Vázquez Colón, médico cirujano, MANATI.—Francisco I. Arjona, Bertoly, 4 altos, PONCE. Cub».—Adolfo García, Real, lo, MANZANILLO—Delfín Roig y Rosell, Habana baja, 26 SANTIAGO DE CUBA.—Eulogio Infiesta, calle Cuba, 34, HABANA—Faustino Serio, Calle de Cuba, 27, HOLGUÍN.—Luis G. Domínguez, Calle Tacón, 91, CIENFUEGOS.—Arman- do J. Raggi, Apartado 17, CAIBARIEN.—D.® Rosalía Cabrera de Pérez, (Gibara), BANES. RepAblica de Colombia.—Petronila Hoyos, MEDELLÍN.—Manuel J. López L., Pasaje Hernán Cortés, 9, BOGOTÁ. República del Salvador (C. A.)—Luciano Cenedella, Dtor. de «La Nueva Luz», SANTA ANA. República Argentina.—B. Ballesteros, Sociedad Espiritista «Saenz Cortés», PEHUAJO. —Genaro Ragno, calle Suárez, 635, BOCA (Buenos Aires).—Pedro Iraola, NE- COCHEA.—Manuel Torres, SANTA FE. República de Costa Rica.—Pedro Pérez Molina, S. JOSÉ DE COSTARICA. Islas Filipinas.—José M.® Herrero, calle Concepción, 177.—QUIAPO. Brasil.—Agrippino Gómez Veado, Rua Municipal, n."' 3, CIDADE DO MURIAHE (Estado de Minas-Geraes).—Joao Diogo Sá Barretto, advogado, CIUDADE DA CONQUISTA (Estado de Bahía).—Edla de Moarés Cardoso, San Francisco Ha- vrer, 132, RÍO DE JANEIRO. República Dominicana.—Salustiano E. Conde, (Bahia de Saraana), SANCHEZ. —Aurelio León, SAN FRANCISCO DE MACORIS. República de Aiicaragna.—Isidro de J. Olivares, 5 calle Norte, 102, MANAGUA República del Fcnador.—Antonio Safadi, Apartado n.° 464.—GUAYAQUIL. CARBONELL y Nuestras Fuerzas Mentales Modo de emplearlas con provecho en el comercio, la indnstria, las artes, los oficios, y en general en todos los actos y situaciones de la vida por Prentice Mulford Cuatro magníficos tomos encuadernados á la americana. . . . 40 pesetas AÑO X ENERO DE 1909 NÚM. 1 Nuestros Corresponsales Nuestro entusiasta corresponsal de Boca (Buenos Aires), es hijo de Trani' (Italia), y reside en la Argentina désde el año 1889. Conoció el Espiritismo en el año 1898 por medio de unos fenómenos expontá- neos que tuvo la suerte de presenciar en casa de unos íntimos amigos suyos; atraída su atención, desde aquel momento no cesó de investigar y estudiar las causas productoras de tales fenómenos y hoy es, fruto de sus afanes, uno de los más esclarecidos é ilustrados espiritistas de aquella región, mereciendo por sus talentos el que sus compañeros le hayan elevado al -cargo de Presidente del Centro «Amor y Caridad» que con tanto celo viene desempeñando. Al honrar hoy nuestras columnas con el retrato de tan distinguido correligio- tiario, creemos cumplir con un deber de justicia á la vez que de cariño y gratitud á quien tanto se interesa por nuestra tan amada Revista. D. Genaro Ragno 4 LUZ Y UNIÓN á trazar las primeras líneas divisorias de las futuras ciudades, desde aquellos tiempos remotísimos, comenzaron á comunicarse los muerto» con los vivos. ¿De qué modo? ¿de qué manera? ¡quién sabe! Pero es lo cierto que hubo profetas, adivinos, augures, magos, sibilas, seres supe- rieres á la generalidad de los hombres, cuyos mandatos eran obedecidos fielmente y eran, puede decirse, los guías de aquellas multitudes que sentían ya la imperiosa é imprescindible necesidad de tener quien los guiara en el tormentoso mar de la vida. Pasaron los siglos, los hombres se fueron posesionando del vasto te- rritorio de este mundo, las ambiciones levantaron su cabeza de águila, la lucha por la existencia se fué haciendo cada vez más empeñada y más cruel, se despertaron todas las innobles pasiones convirtiendo la tierra en una verdadera casa de fieras donde vencían los más fuertes, los más sanguinarios, los más crueles, y no bastando ya las predicaciones de los profetas y de los oráculos, fueron viniendo sucesivamente los, Enviados^ los Mesías, los Elegidos, los seres verdaderamente superiores para en- cauzar los desbordados ríos de tpdas las concupiscencias, de todos los atropellos, de todas las crueldades imperantes en una sociedad dónde aún no sabía apreciarse el valor de las virtudes, de los altruismos, de los sacrificios: era el caos con todos sus horrores. Pero en medio de aquel desorden, en medio de tan encontradas y diversas pasiones, no fal- taba algún inspirado, algún iniciado en el ocultismo del más allá, que reuniese en torno suyo á varios hombres de humilde condición; les ha- biaban de un mundo mejor donde las almas renacían de nuevo y desde su nueva morada protegían á sus deudos para que éstos á su vez, practi- cando todas las virtudes, fueran merecedores de llegar á la tierra de promisión á gozar lo que no hablan gozado en este destierro. Las guerras ensangrentaron la superficie de la tierra, las ciudades más florecientes fueron pasto del incendio; pero en medio de todas las hecatombes siempre resonaron las voces proféticas de los guías de la humanidad. La sombra de todas las monstruosidades ocultaba los rayos del sol;: pero brillaba siempre el faro de los siglos; la comunicación de los muer- tos con los vivos jamás se vió interrumpida; el Espiritismo ejercía su ac- ción moralizadora en todas las esferas sociales, unas veces envuelto en el mayor misterio, aterrando sus manifestaciones á la masa indocta del pueblo que no podía explicarse lo que ante sí se desarrollaba, y otras veces se juntaban en apretado haz hombres eminentes, y los sabios se esparcían por la tierra fundando escuelas filosóficas, llenando el mundo con los resplandores de su ciencia, divulgando secretos ante sus nume- rosos discípulos, los cuales miraban todos á un punto, á la cumbre de una montaña elevadísima donde brillaba un faro alimentado por una subs- ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 5 tancia divina, un faro cuyos luminosos resplandores nunca palidecieron, porque el faro de los siglos tiene un torrero inmortal. ¿Cuándo brilló por vez primera? ¿Cuándo su vivisima claridad dominó las tinieblas terrestres? ¿Cuándo los primeros muertos se comunicaron con los vivos? ¡Nadie puede precisar la fecha! No hay números suficientes para for- mar la suma de los siglos que han transcurrido desde que la raza huma- na se enseñoreó y se posesionó de la tierra; pero si estamos plenamente convencidos de que cuando el sol brilló en el Oriente, el faro de los siglos ya compartia con él su soberanía, puesto que los hombres siempre han estado sujetos á ia ley de transformación. Se han ido sucediendo las civilizaciones; lo que ayer era misterioso é inadmisible, hoy se acepta como la manifestación más sencilla y más natural de la eterna vida del espíritu. Hoy estamos al habla, como dicen los marinos, con nuestra gran fa- milla del espacio; hoy los sabios se confiesan vencidos y dicen, á pesar suyo, que el Espiritismo es una verdad. ¿Se puede negar que brilla el sol? No. Pues de la misma manera no puede negarse que los muertos hablan con los vivos. El faro de los siglos brilla en la cumbre más alta de las montañas del infinito. Su luz eterna no morirá jamás, y cuando llegue el momento en que la tierra, cumpliendo las eternas leyes, quede reducida á un montón de ruinas, sobre sus piedras heladas irradiará aún la luz del faro eterno guardando las cenizas de las humanidades que un dia vivieron protegí- das por el faro de los siglos, faro eterno cuya luz jamás se extinguirá, porque el torrero que se cuida de ella es Dios mismo! Sí, ¡el Espiritismo es el faro de los siglos! ¡Bendita sea su inextinguible luz! ¡Benditas sean las comunicaciones de los muertos, pues ellas son la VIDA de los vivos! Amalia Domingo Soler. Nuestro querido colega La Yaz de la Verdad con motivo de solemnizar el primer aniversario de su aparición, publicó un número extraordinario con doble número de páginas, en las que se contenían una idea genérica de las bases en que se funda el Espiritismo. El número quedó agotado inmediatamente y se trata de reproducirlo con ocasión del próximo XX aniversario de la desencarnación del maestro Alian Kardec. Damos la enhorabuena al estimado colega. 6 LUZ Y UNIÓN El carro del Infierno La ancha calle en la noche hierve llena de gente. Lejos snena insistente, apremiante, una bocina. Se ve un punto, una masa, una figura de reptil; faz obscura, dos grandes ojos cuya luz fascina. Se oye el latir, el alentar gigante del dragón, aun distante: viene un sordo rumor, un ronco trueno: échase encima la rugiente masa ¡y es un rayo que pasa de una nube mefitica en el seno! Un grito general de horror, de espanto, de estallidos, de llanto; un ¡ay! desgarrador... y luego nada: un automóvil entregado al vuelo, y entre el polvo del suelo una joven hermosa—y aplastada. Y después en la próxima bohardilla una boca que chilla, que ruge, que maldice, que blasfema, y clama que no hay rayos en el cielo ¡ni bombas en el suelo!— Es de una madre la aflicción suprema. —¡Hija mía!—prorrumpe.—¡Ay, hija mia!... Del trabajo volvía. De ganarme mi pan, su pan escaso. Ellos regresan de sus mil placeres: juego, vino, mujeres... ¡y me la matan al hallarla al paso!— —Consuélate, mujer: inevitable fué el lance lamentable. Un percance fué el trágico suceso. El mundo marcha, gira, corre, vuela, y esa audaz carretela es el mundo en el carro del Progreso.— Y pensó el inventor:—En este carro de mi gentío bizarro, irá el bien, el amor, ¡su santo influjo!— ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 7 Y el primero que llega ante el estribo volador, fugitivo, no es el pie del amor, es el del lujo. Es ¡ah! la vanidad, que monta y vuela, la loca francachela, brazos, besos que estrujan y que oprimen, la mascarada en delirante coro, el champagne, arco de oro y corona de luz: el vicio, el crimen. Es Palstaf, Sancho Panza, la ironia, —diosa y musa del dia;— es el cinismo en la lujuria ardiente, el sarcasmo de hiél que escupe lodo, es Mefisto ¡y es todo el pandemonium de la Edad presente! Y esa silla que pasa enloquecida, esa sede erigida para ser la cultura en áureo escaño; la carroza del sol que alumbra y sube, convirtiéndose en nube es la sombra, el escándalo y el daño. ¡Oh fatal invención, ayer nacida! ¡Cuán funesta tu vida! ¡Cuán frecuente el horror con que nos hielas! ¡Qué dia los periódicos alados no vendrán salpicados de la sangre que salta por do vuelas! En el nombre de todos los que han muerto, que mueren, que de cierto morirán en catástrofes futuras; de esta madre en el nombre desolada, de esta hija inmolada al romper en amores y hermosuras; de esta que veis ensangrentada y muerta del sepulcro á la puerta, yo, ¡progreso letal! yo te maldigo, porque pudiendo ser premio del cielo eres ¡ay! para el suelo nueva calamidad, nuevo castigo. Los que tuvisteis la funesta suerte de dar trágica muerte al más ruin de los míseros humanos, y el armazón de recrugiente hueso triturasteis al peso del terrible vagón... ¡gemid, hermanos! Sollozad con la faz entre las palmas... 8 LUZ Y UNIÓN Sollozad, pobres almas; ¡pero no subáis más al carro infame! ¡No volváis á subir al negro coche que ha abortado la Noche, aunque con voces de placer os llame! Ved que os ha envenenado en un instante vuestra vida restante... Ved que aún suena aquel choque y aquel gri- Recelad que un fantasma se levante; [to... ¡que sé os ponga delante un espectro que os mire de hito en hito! ¡Carro fiero! tú vienes de la eterna cenagosa caverna; tú eres hidra de ayer: no eres progreso. El Progreso es amor, y tú egoismo. ¡Tú subes del abismo! Si bajas de la luz ¿por qué haces eso? Proyectil de un obús desmesurado que algún Verne ha soñado; que algún Weills dibujó tras un ensueño; harto grande y feroz para ser coche, y en oceánica noche para ser leviatán, harto pequeño; ¿qué fatal nigromántico, qué hechizo para el mal te rehizo? ¿para que red de maleficios trames? Las almas van á ti sensibles, buenas, en ti suben serenas ¡y un vértigo infernal las torna infames! Y á matar ó á morir entre las gentes se abalanzan dementes; trazan raudas parábolas y giros, y en pos dejan sombrias maldiciones que quizá en explosiones de furor, algún dia serán tiros. ¡Tiros sí! porque sois la raza altiva, los impunes de arriba sobre el ¡ay! de las victimas de abajo; porque sois el escándalo del triste, del que lucha y resiste, del que sucumbe á su brutal trabajo. ¡Ay! al veros llegar, Jesús divino se aparta del camino; con sus ojos de sol sigue esos vuelos y prorrumpe á tan locos arrebatos: —¡Id, corred, insensatos; ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 9 no entraréis en el reino de los cielos!— En el hondo desierto están las fieras; alli rugen panteras, y matan al audaz que cruza el valle... ■¡Monstruo felino, tu traidora pata de blanduras de gata nos asalta en el campo y en la calle! ¡Allá va la veloz locomotora! Su rueda voladora, no del férreo carril separa el vuelo; cualquiera va junto á su red tranquilo; mas ¿quién halla un asilo contra el dios infernal que cubre el suelo? No es el bien ni el amor tu santo guía, no es Jehová quien te envia, no eres el carro de Emmanuel divino; Satán y Adrasmelee van en tu trono ¡¡y detrás va mi encono!! ¡oh carro de Nerón y de Tarquino! ¿Y á quién sirven tus vuelos? ¡oh miseria! á la infame materia; á los goces del cuerpo, no saciado: y el arcángel, el dios, el sér de llama y de luz que se llama espíritu inmortal, gime olvidado. ¡Oh legión de automóviles que al vuelo devoráis todo el suelo con las alas flamigeras abiertas! ¿Qué os dirá la Creación, tan rica en galas, si arrastráis en las alas bajo vividos cuerpos almas muertas? ¡Hora es ya! sacudid de vuestro seno esa turba sin freno que os asalta al propósito más fútil, y admitid la legión del que trabaja, del que estudia y viaja, ¡del que aspira á ser sol, para ser útil! ¡Automóvil, sé concha, nácar y oro! ■ ¡Lleva angélico coro!... Hay hambrientos, dolientes, moribundos... Gime en valle, y en monte y en aldea quien te nombra y desea, quien se muere sin ti: parte á esos mundos. ¡Vuela á los reinos del dolor distante! ¡Vé del rayo delante! ¡Deja atrás al relámpago á tu paso! 10 LUZ Y UNIÓN Lleva el pan, la salud, la medicina, la plegaria divina, la hostia en cáliz de luz, ¡Dios en un vaso! Entonces, ¡ah! yo cantaré tu vuelo; serás carro del cielo, romperás en fulgores y en estrellas, anegarás en tu esplendor al mundo, y á tu paso fecundo ¡la Humanidad bendecirá tus huellas! ¡Progreso material! rugiendo de ira, yo te llamo Mentira! ¡Oh Progreso moral! ¡oh luz! ¡oh beso! ¡oh Dios sobre las frentes en la tierra! ¡oh fin de toda guerra! ¡sólo tú, tú no más: tú eres Progreso! Salvador Sellés. En defensa de una poesía Algunos amigos, conociendo mis ideas, han extrañado mi última composición: «El carro del Infierno». Han creído ver en ella un ataque al progreso, en su más reciente manifestación. No es así y procuraré explicarme. Ante todo manifestaré que al increpar al automóvil no me dirijo al instrumento, sino á la inteligencia que lo rige.—Yo no combato al automóvil: combato el empleo que recibe en la actualidad. Condeno velocidades sin justificación y atropellos sin castigo. Exijo una reglamentación sincera y una responsabilidad efectiva. Demando que la ley se cumpla con justicia, desde la cumbre hasta el abismo y sin contemplación al- guna. Cuando el automóvil se someta á estas condiciones; cuando se emplee bien y para el bien, el automóvil habrá progresado, y este «Carro del Infierno» se convertirá en «Carro del Cielo». Así lo dicen claramente mis estrofas. No, mis buenos, mis cariñosos amigos: vosotros que me conocéis, sabéis que hombres como yo no retroceden ni se estancan; que van siempre hacia adelante y que marchan cada vez con más fe y más entusiasmo, puesto el pensamiento en ideal supremo y el corazón en supremo sentimiento, como paladines de las gran- des causas. Quien ha hablado tantas veces, como desde trípode sublime, desde los periódicos más avanzados; quien ha compuesto en las alturas libros «hacia el Infinito», no puede ser que niege como Simón Pedro, no puede ser qjie venda como Judas de Iscariot, ese santo mesías redentor que llamamos el Progreso. No puede ser que lo olvide despectivo, el espíritu que á cada aurora, engolfándose en automóvil ideal, hecho de rayos de esperanza, se remonta á los espacios, y en presencia de los mundos y los soles, hace esta declaración: tengo fe en. el porve- ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 11 nir, confianza en el progreso, seguridad en la humana redención, no tan sólo sobre -el mísero planeta que habitamos, sino también sobre todas las Creaciones que navegan por el mar del Infinito! Yo he dicho, casi textualmente, en mi poema: Automóvil, sacude de tu seno ■esa turba vana ó perniciosa que te invade; recibe en cambio la legión del que tra- baja, del que estudia, del que viaja para ilustrarse, del què se ilustra para ser sol, «del que aspira á ser sol para ser útil». Automóvil sé concha de oro y nácar, lleva angélico coro de virtudes, vuela más que el rayo, deja atrás el relámpago en tu vuelo, liega á los mundos del Dolor distante, y conduce hasta ellos desde el pan hasta la luz, desde la luz hasta la medicina, hasta la salud, hasta la plega- ria, hasta la religión ¡hasta Dios mismo! Y he mentado á Dios, he mentado á la religión, porque el poeta en las alturas, desde las cimas de su inspiración, debe hablar á todo el mundo; debe hablar al que niega y al que duda y al que cree, . aunque él crea como yo que la religión más santa y más excelsa, no es la religión del dogma y el misterio: es el corazón de cada cual sacrificado en ara voluntaria por el bien de todos. Y he añadido estas palabras: ¡Automóvil, cumple esta misión y cantaré tu vuelo;—serás carro del cielo;—romperás en fulgores y en estrellas; —anegarás en tu esplendor al mundo,—y á tu paso fecundo—la Humanidad ben- decirá tus huellas! i Y concluyo el poemita, levantando sobre todo, en el ala de una estrofa arreba- ■ tada, el progreso moral, el verdadero. Y aquí se esconde la intención de mi poe- sía. Esta intención es excitar al mundo á que progrese moralmente- Progresar moralmente es mejorar los sentimientos; mejorar los sentimentos es mejorar las f costumbres; mejorar las costumbres es emplear bien y para el bien el automóvil; es emplear bien y para el bien el aparato de aviación, el globo dirigible; es subir al espacio y conquistar el aire; pero no llevando por motor un pensamiento de guerra, de conquista, de exterminio y destrucción; sino un pensamiento de paz, un pensamiento de concordia, un propósito de bien, de fraternidad y de amor uni- versal. Conquistar el Éter, sí; mas para aumentar su claridad, sus resplandores; volar, sí; mas con las alas del arcángel, no con las membranas demoniacas, no con las plumas de la bestia carnicera. Entonces nuestro telégrafo sin hilos irá á Marte; entonces los Poderes misteriosos que nos guían desde el cielo, nos pondrán en comunicación con las esferas celestiales, con los mundos superiores del espacio. ¡Que también progresamos moralmente en nuestro tiempo! No lo niego; pero nuestro progreso moral no guarda relación con nuestros adelantos materiales. Hay desarmonía, hay desequilibrio; y de aquí el trastorno general. Esa es preci- sámente nuestra enfermedad, esa nuestra llaga. Por la boca de tal úlcera gemi- mos todos Eso nos produce desaliento, y del desaliento se aprovechan los espí- ■ritus del mal para perdernos; los demonios de tinieblas que se llaman egoísmo, indiferencia, negación. Y por eso triunfa Niestzche y por eso brotan de los labios •de Mefisto en sonrisa ó carcajada, la ironía que nos hiela y el sarcasmo que nos paraliza. ¡Mas por eso también deben despertar y encenderse nuestros entusias- mos, nuestras energías, nuestro santo fuego por los grandes ideales!—Me decís que el automóvil material se construye en un taller y me preguntáis en qué taller se construye el automóvil espiritual que ha de conduciros á los reinos del amor. Os respondo que en vuestras mentes luminosas, oh pensadores, ó filósofos, oh 12 LUZ Y UNIÓN Vates; os contesto que ese automóvil bendecido ha de salir de vuestros generosos corazones, y desde allí lanzarse al mundo cual torrente, cual legión innumerable y redentora; y por eso precisamente entre vosotros, el más ruin de los poetas ha compuesto ese poema que titula «El carro del Infierno». Mientras tanto, contemplad conmigo este espectáculo: un automóvil que va al placer, que corre sin necesidad, que vuela sin freno; que mata á mí madre, que aplasta á vuestro hijo, y que se pierde en lontananza sin remordimiento, sin enmienda y sin castigo. Yo no sé lo que diréis vosotros; pero en este caso, el pueblo más adelantado del Planeta, el pueblo norteamericano, descarga su revól- ver; el cronista más avanzado de Madrid, Cristóbal de Castro, maldice desde El Liberal, la escritora catalana más excelsa dice desde Barcelona que el auto- móvil en las calles de la Muerte, es la guillotina, y un humilde poeta entre vos- otros añade á su lira una cuerda de acero: aquella cuerda que añadió á su lira en casos semejantes el sublime Víctor Hego, el genio de la poesía y el arcángel del Progreso. Y es que aquí nos dejamos deslumhrar por los fulgores de este nombre: el adelanto; es que aquí nos quedamos en la superficie de las cosas; es que aquí amamos más nuestras comodidades, nuestros placeres, nuestras concupiscencias; es que aquí nos exponemos á matar ó á morir trágicamente, por gustar una nue- Va sensación, un «vértigo» desconocido, y es finalmente, que aquí como entre las razas primitivas, no damos importancia alguna á la existencia y no sabemos que ei primer progreso verdadero es el respeto á la vida humana sobre el mundo. Y ésta es mi poesía. Ahora, para terminar, cuatro palabras en prosa. El auto- móvil es un gran invento. Es un triunfo del espíritu sobre la materia: disminuye estas dos fatalidades: el tiempo y el espacio. Aspira á estar en el mismo instan- te en todas partes, como Dios. Dará á la industria y al comercio las alas del hopógrifo violento, utilizado por Astolfo, cantado por Calderón. Con. ventajas infinitas, en el campo será diligencia; en la ciudad carruaje de alquiler, y redu- eirá el número de los suplicios de este mártir: el caballo. Detrás del automóvil del lujo, vendrá el automóvil del trabajo: hoy ostenta el blasón del duque; maña- na ostentará la herramienta del obrero. Hoy es millonario, explota y oprime, ma- ñaña será pobre, fecundará y redimirá. En la actualicad conduce diosas al ensa- yo del couplet; en lo porvenir conducirá sabios, y genios, superhombres, á la extinción definitiva del grisú, á la perforación de la montaña, á la unificación de continentes y de mundos. Será como la circulación de la sangre por todo el cuer- po de la sociedad; será, en fin, como la circulación de los soles y los mundos por toda la extensión del infinito. ¿Quién ignora que en estos mundos atrasados todo adelanto material produce sangre? Muchas vidas han costado desde la invención de la carreta hasta la in- vención de la locomotora: desde el vehículo de Ceres hasta el vehículo de Sté- phenson, bajo cuyas ruedas han caldo cien mil víctimas: que este es el dios «Fa- tum» que preside los destinos en los reinos de las sombras. El automóvil ha cau- sado y causará muchas desgracias; pero sometido á reglamentación, las desgra- cías que cause serán menos; serán desgracias y no crímenes, y las cargaremos á la cuenta del Progreso; á la cuenta del provecho universal. Las ofrendaremos ante el ara de la Humaninad, y nadie tendrá el derecho de llamar injusto ai holo- causto, porque siendo el beneficio para todos, para todos también habrán de ser ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 13 las contingencias del peligro. Y nos resignaremos á las víctimas sacrificadas, porque al pasar el automóvil nos dirá de esta manera; ya no voy al placer y al egoísmo; ya no voy á sentir «vértigos» sensacionales; voy á la necesidad y al al- truismo; voy al trabajo fecundante; voy á la práctica del bien, ¡al cumplimiento del amor universal! Entonces el automóvil habrá mejorado moralmente. Entonces habrá llegado la hora santa del «progreso del automóvil», y entonces entrará en el mundo triunfalmente el magnífico «Automóvil del Progreso». Salvador Sellés. La fuerza magnética Los magnetizadores del pasado siglo admitían la existencia en el organismo humano de un fluido que llamaban magnético, cuyo origen está en el fluido uní- versal que lo anima todo, modificado por la naturaleza del hombre; este fluido puede ser emitido al exterior bajo el imperio de la voluntad é invadir otros cuerpos vivos é inertes. En esta voluntaria proyección del fluido magnético consiste la operación de magnetizar. Es curioso observar que esta teoría está de acuerdo con la doctrina de los místicos indios, que suponen existe un océano de vida llamado «Jiva», del cual cada sér se apropia una parte llamada «Prana». El fluido en cuestión es el mismo que preside á todos los fenómenos de la vida; en el acto de magnetizar á un enfermo hay un verdadero contagio de vida, y la primera condición que ha de tener un magnetizador es una excelente salud. . Algunos modernos hipnotizadores sostienen la misma opinión. «Mis hipnotizados—dice el doctor Sánchez Herrero—cobran bienestar y fuer- za á costa de mi fatiga y extremo cansancio. Ya sé que esto parece cuentos de vieja, pero yo sólo digo en su apoyo al lector: experimenta, estudia y no me juz- gues hasta después». En ideas parecidas está fundada la Gerokómica, que, según el doctor Hufe- land, «consiste en proporcionar nuevas fuerzas, en rejuvenecer una persona achacosa y gastada, manteniéndola dentro de la atmósfera vital de otra persona que se halle en todo el vigor de la juventud». Siendo la vida en su esencia idéntica en todos los seres, y existiendo, como hemos visto, la posibilidad de una irradiación vital, se comprende que tenga fun- damento lógico la zooterapía ó curación de las enfermedades por medio de los efluvios de vida de los animales. Es ya vulgar la aplicación del redaño de carnero sobre el vientre, de un pa- lomo dividido en dos partes sobre la cabeza y la permanencia en los establos de los extenuados ó delicados del pecho. Los efluvios vitales ó magnéticos puede ponerlos de manifiesto la placa foto- gráfica, y, según el doctor Baraduc, cada hombre está rodeado de una nube fluídica que se modifica con sus sentimientos y pensamientos. 14 LUZ Y UNIÓN Dicho doctor, para medir las vibraciones de la vitalidad humana, ha inventado un aparato llamado ¿?/ómefro. El doctor Barety ha consagrado un voluminoso libro al estudio de lo que él llama fuerza néurica radiante, que tiene por asiento el sistema nervioso, puede irradiar fuera de los límites del cuerpo y es susceptible de producir en otros cuerpos humanos ciertas modificaciones. Un sabio alemán, Reichenbach, llama á este fluido od ó fuerza ódica. Dice que hay personas, que él denomina sensitivas, que en la obscuridad, al cabo de cierto tiempo, pueden percibir cómo el od se desprende del cuerpo del hombre, del de los animales y de las plantas, que se hacen para ellas perceptibles en forma de vapores luminosos debidos al od que emiten y que permite sean entonces visibles. El color del od que se escapa de la parte derecha del cuerpo es azulado; el que sale de la parte izquierda, rojizo. El Dr. Luys comunicó á la Sociedad de Biología experimentos suyos, hechos sobre sujetos dormidos por medio del imán y que han dado resultados parecidos á los descritos. «La mayor parte de los sonámbulos—dice el magnetizador Deleuze—ven un fluido luminoso y brillante que rodea á su magnetizador y sale con más fuerza de la cabeza y las manos; reconocen que el hombre puede dirigirlo á voluntad é im- pregnar diferentes substancias». El fluido magnético se acumula en gran cantidad en el agua, que lo absorbe con mucha facilidad. De aquí el que los baños prolongados y los climas húmedos debiliten el organismo humano. Son curiosos los experimentos del célebre mag- netizador Lafontaine, que regó con agua sola ó con agua magnetizada diferentes plantas, notando en el segundo caso un crecimiento más rápido y mayor lozanía. Por esta razón los experimentos magnéticos y espiritistas dan mejor resultado cuando reina sequedad atmosférica. Hay, por consiguiente, una fuerza q\ie emana del organismo, que sale en mayor cantidad por los ojos y la punta de los dedos, y que, dirigida por la voluntad, puede obrar sobre objetos materiales, personas ó animales. Esta fuerza es probablemènte idéntica á la que pierden los mediums de efectos físicos, que después de una larga sesión quedan extenuados. «Después de haber sido testigo del penoso estado de postración en que algu- nos experimentos han dejado á Mr. Home (el medium), después de haberle visto en un estado de desfallecimiento completo, tendido en el suelo, pálido y sin voz, apenas puedo dudar de que la emisión de la fuerza psíquica no vaya acompañada de un consumo proporcional de fuerza vital. Me he aventurado á dar á esa fuerza el nombre de psíquica por su relación con ciertas consideraciones psicológicas» (William Crookes). El Dr. P. Gibier dice: «He tenido ocasión de ver varias veces en sujetos bien dotados el desprendí- miento de esta fuerza y su condensación en pleno día. Yo caracterizaría su as- pecto comparándolo al estado vesicular que precede al estado líquido de gas ácido carbónico cuando se le hace pasar á este estado por la presión en un tubo de vidrio». ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 15 La fuerza magnética, ódica, psíquica, como quiera llamársela, existe en todos los seres, porque es el principio mismo de la vida; pero los individuos que la poseen en cantidad extraordinaria son raros. No se halla limitada por el cuerpo, sino que forma una atmósfera fiuídica al rededor de él. Probablemente se debe á esto el fenómeno tan común de pensar de pronto en una persona que encentra- mos un momento después, y el fenómeno, no menos común, de que una persona que vemos por vez primera, nos sea simpática ó antipática. Lo inexplicable I «UN OLVIDO ORIGINA UN SUICIDIO.—En Méjico se ha desarro- liado un suceso que ha conmovido profundamente á todos los que lo han conocido, y que tuvo su origen en la inconcebible flaqueza de memoria de su protagonista. »Fué éste un joven subteniente del 16.° regimiento de aquel Estado, llamado Fernando Elzaurdia, mancebo gallardo, muy conocido de la buena sociedad mejicana y con un excelente partido entre mujeres. »E1 día 6 del corriente mes se hallaba Elzaurdia de guardia en el cuartel, distrayendo las horas del mejor modo posible. »A medio día se presentó el pagador, entregando al subteniente los haberes de lá oficialidad de su regimiento, que estaba de oficio y se ha- liaba ausente del cuartel. «Elzaurdia recibió los haberes; el pagador se los dió en billetes, y era necesario cambiarlos, y no pudiéndolo hacer el oficial, por estar de guardia y no poder abandonar el cuartel, encargó á su amigo el subte- niente Raul A. Méndez que fuera á cambiar los papeles por plata. «Asi las cosas, y cuando ya habían pasado algunas horas, se presen- tó en el cuartel el mayor del Cuerpo, y entonces Elzaurdia fué requerido para que entregara los dineros, de los que de tal modo se había olvidado que sólo se recordó cuando se los reclamaron, y se puso á buscárselos en todos los bolsillos. «Nada encontró, naturalmente, y entonces, ya pálido, asustado y avergonzado, se dirigió á un capitán, suplicándole se sirviera sustituirle un momento en la guardia mientras iba en busca del dinero. «Más de media hora transcurrió sin que volviera Elzaurdia de su cuarto, y entonces fué mandado buscar con un cabo, que á los cinco mi- ñutos regresó, asustadísimo, del pabellón del oflcial, que estaba en el tercer piso del ediflcio. 16 LUZ Y UNIÓN »Y la cosa no era para menos. El cabo había visto al oficial caldo en tierra y «con la cara más negra que el carbón», según expresión suya. »Fueron todos á ver lo que habla pasado, y se encontraron con que el oficial se había suicidado, apurando el contenido de un vaso en el que habla vertido una solución, á alta dosis, de cianuro, y de la que el día anterior se habia valido para hacer el revelado de una película, pues hay que advertir que Eizaurdia era un aficionado á la fotografía bastante asiduo. »Ea una carpeta se encontró una cuartilla de papel, en la que El- zaurdia había escrito lo siguiente; «Como he perdido los haberes y me procesarán, por esto me suicido». »Los compañeros del suicida estaban consternados, pues á todos les constaba la honradez indiscutible del oficial, que tan sin averiguación alguna se habia matado al notar la falta del dinero que se le confiara, y todos se hacían-cruces de cómo el joven Eizaurdia habia perdido el di- nero, cuando se presentó el teniente Méndez, que, ignorante de todo, llevaba en la mano los billetes. »—¡Eizaurdia, Eizaurdia!—gritaba á su compañero desde el corre- dor.—Aqui te traigo otra vez los billetes, porque en ningún sitio de por aquí quieren cambiarlos. »La sorpresa fué entonces mayor en todos, y nadie se explicó cómo pudo Eizaurdia olvidar, hasta ese grado, lo que habia hecho con los malhadados billetes que le han costado la vida. »Cuando la madre y el hermano del suicida se enteraron de lo que habia pasado, se presentaron en el cuartel, y se produjo allí una doloro- sisima escena, siendo atendida la angustiada señora por el jefe del Cuer- po; se procuró evitar con finas atenciones el que la señora viera el ca- dáver de su hijo, en cuyo rostro habia hecho tan rápidos efectos el cianuro, que parecía que todo el cuerpo del desesperado olvidadizo se estaba carbonizando». II Un espiritista me envió un periódico, rogándome que me fijara en el relato, que he copiado integro, que verdaderamente era muy extraño lo acontecido al joven militar que pagó con su vida un inexplicable olvido; interesada en sumo grado, pregunté al guía de mis trabajos y éste me contestó lo siguiente: III «No es extraño vuestro asombro, hay casos verdaderamente inexpll- cables, y el suicidio de ese joven militar es uno de ellos, y, sin embargo, su determinación obedeció á un voto que hizo su espíritu. En una de sus ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 17 encarnaciones ocupaba en la sociedad una gran posición; era entonces el administrador general de los bienes del duque de San Angelo, y á la sombra del duque cometia los más grandes abusos, llevando á cabo los hechos más punibles. Con el pretexto que tenía que presentar al el estado duque de cuentas todos los años, el colono y el arrendatario que efecto de por las malas cosechas no podía entregar el importe de las rentas, era desposeído de las tierras que cultivaba y arrojado de ignominiosamente sus paternos lares. En una ocasión, un anciano, que contaba más de 100 años, rodeado de numerosísima familia, en la cual se contaban cua- tro generaciones, todos fueron desposeídos de la casa donde el centena- rio había nacido, dejándoles sin muebles y sin los enseres necesarios para atender á las primeras necesidades de la vida, no dándoles más que unas cuantas chozas para resguardarse de la intemperie; y el ancia- no, al verse recluido en una miserable choza, sintió tal desconsuelo que comenzó á llorar y á sollozar como niño hambriento; y uno de sus al hijos, ver á su padre en tan lamentable estado, perdió la razón instantánea- mente, y en su primer arranque de locura cogió á su padre, se lo sobre cargó sus hombros y á campo traviesa emprendió una veloz carrera hasta llegar á un sitio que le llamaban el Tajo, porque una ancha y profunda hendidura dividía en dos mitades una montaña altísima, y en aquel abismo sin fondo se arrojó el pobre loco con su padre. El autor de tantas calamidades, de tantas desventuras, iba, entre tanto, acumulan- do fabulosas riquezTas, porque el duque de 3an Angelo era archimillona- rio y nunca le pedia cuentas á su administrador, puesto que sus rentas le bastaban para vivir como un rey; y aquel hombre sin corazón, sobre la ruina de muchos hogares, iba levantando su cadalso, porque al fin murió, maldecido y odiado por centenares de infelices labriegos, que después de trabajar para el cultivo y saneamiento de tierras laborables, se encontraban en su vejez convertidos en pobres mendigos, sin tener un rincón donde guarecerse. La entrada en el espacio del rico avariento fué tristísima, y como era un espíritu inteligente, comprendió muy estaba pronto que condenado á muchos siglos de tormento, y como veía ante sí á muchas de sus víctimas, que habían buscado en el suicidio un término á su sufrimiento, el avaro, arrepentido, les dijo en un momento de ver- dadera contrición: «Yo os prometo morir tantas cuántas veces sea ne- cesario, de un modo violento, para sufrir lo mismo que habéis sufrido vosotros. Perdonadme, yo pagaré ojo por ojo y diente por diente^. Y fiel á su promesa, va cumpliendo con su expiación, y sin motivo justiñcado ya ha muerto varias veces violentamente, para ir borrando, de su larga cuenta, las sumas enormes que debe á sus víctimas; por eso esta vez, por un olvido inexplicable, atacó contra sus días, y seguirá pagando hasta que su guia le diga: Ven, hijo pródigo, ya te puedes sentar en la 18 luz y unión mesa de tu padre, ya estás limpio de pecado. Dios no deja extraviada á ninguna de sus ovejas.—Adiós». IV ¡Cuán cierto es que lo que parece verdaderamente inexplicable, no es más que la consecuencia natural de hechos realizados en la noche del tiempo! Bien dice un cantar popular:—Hay cosas que al parecer—parecen ser y no siendo;—hay cosas que se están viendo—y no se pueden creer. La vida es un geroglifico eterno; cuando creemos que conocemos el por qué de un asunto, vienen los espíritus y nos dicen: «No trabajes en vano, no busques la luz donde sólo encontrarás tinieblas; por ahora no te ocupes más que de ser hoy mejor que ayer, y mañana mejor que hoy». ¡Benditos sean los consejos de ultratumba, benditos sean! Amalia Domingo Solee. Comunicaciones Sesión del 24 de Febrero de 1906 Previa evocación, y á propósito de una madre que por la muerte pierde á su hija, dijo un espíritu lo siguiente: ¡Pobre madre! ¡desventurada! No me extraña que dieras cabida en tu pecho á la desesperación al arrebatarte la muerte á tu querida hija. No me extraña que al mirar las horribles convulsiones que agitaban la envoltura material de la que llamaras ¡tu vida! efecto de los ataques de disnea de que era presa, enloquecie- ras hasta el punto de renegar de Dios y llamarle injusto y cruel. ¡Es natural! Es consecuencia lógica de vuestras creencias; ¡os enseñan un Dios tan pequeño, in- justo, caprichoso y cruel! Y luego ¡es tan triste pensar que tal vez no se vuelva á ver más al sér querido! ¡Es tan difícil ganar vuestra gloria! Hay algunos, que á pesar de ser malvados toda su vida, á pesar de haber ido por su causa muchos al infierno para siempre, tienen la suerte de encontrar á última hora un confesor de talento que los convierte y les abre de par en par las puertas del cielo... Otros, en cambio, á pesar de una vida ejemplar, si tienen la desgracia de cometer un solo pecado mortal, y si mueren sin tener tiempo de arrepentirse ó encontrar un confesor que los perdone, ¡qué horror! el infierno por toda una eternidad. ¡La separación por siempre del sér amado! y sin remi- sión, aunque os valga el arrepentimiento póstumo de vuestra alma, ¡oh, qué des- esperación! ¡qué ley tan necia! ¡qué inhumanidad! ¡separar para siempre á la madre de la hija!... Mas, escucha, madre sin consuelo. Yo vengo á darte una esperanza. Vengo ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 19 en nombre del Espiritismo á consolar tu profunda pena. Vengo á decirte que tu llanto dé tregua á tu dolor; atiéndeme; Sé que sollozas en silencio y devoras tus lágrimas para no entristecer más á tu hijo querido. No llores, tus ojos están secos; mas las lágrimas caen gota á gota sobre tu angustiado corazón, abrasándolo con su ardiente contacto. Escúchame: No blasfemes de Dios. Hay un Dios; mas un Dios grande, un Dios justo, un Dios bueno, un Dios que no condena á eterna separación. Sólo Satanás, si exis- fiera, como vosotros concebís, sólo Satanás sería capaz de inventar el horrible suplicio de separar eternamente á una madre del hijo de su alma. No creas, no, pobre madre, que estás lejos de tu hija; la tienes á tu lado; ella te consuela; la ves en sueños; pero no es sueños; es realidad su presencia; ella te mira con sus ojos azules, como durante su existencia en la Tierra; sólo que tú no me ves porque te lo impide la envoltura material. Y si por acaso alguna vez crees verme, te figuras que es una fantasía de tu amor maternal, y no haces caso. Tu hija está en el espacio, adelantando en su perfeccionamiento. Pasará el tiempo, y algún día quizás, al fijar la vista en un niño que pasa por tu lado, sentirás una simpatía irresistible, un amor sin causa fundada hacia aquel sér, ¡tal vez sea tu hija!... Estudia, estudia y verás como en el Espiritismo hay consuelos racionales para todas las penas. El Espiritismo buscando la causa de todos los efectos, enseña que la muerte no es m^s que una evolución en la eterna vida del espíritu. Enseña que por la muerte y la reencarnación pagamos nuestras deudas, y aprendemos sin cesar en el gran libro de la Naturaleza, abierto eternamente ante nuestra vista. Prueba, sin dejar lugar á duda, que todos nos podemos reunir, más ó menos pronto, con los seres queridos... Pobre criatura, no dispuesta á comprender las verdades del Espiritismo que sirven para mitigar los grandes dolores y aflicciones con sus máximas emanadas del mismo Dios. No te dejes llevar del sentimiento; sal de tu soledad y aburrí- miento; varía de vida. Sé que es inútil cuanto se le diga; pero me causa muy mal efecto verla siem- pre sumida en tan gran melancolía. En esta reencarnación no verá más adelante. Todos hablan y tú callas, Eugenia; pero yo voy á decirlo, para que se sepa y no seas tan poco comunicativa. ¿No escuchas un murmullo encantador que susurra á tus oídos constantemen- te palabras cariñosas? ¿No conoces en su dulce voz que te llama quedo, muy quedo? ¡Eugenia!... ¡No ves aquellos ojos azules de par en par abiertos delante de ti! ¿No sientes un suave hálito que acaricia tu rostro? Soy yo; soy tu prima que no te abandona nunca; vela por ti, pagándote así el ardiente cariño que me tenías en la Tierra. ¡Soy yo, que envuelta cual céfiro que juguetea con tu ros- tro, te besa una y mil veces con su boquita pálida...! Isabel. Nota. —La prima á quien se refiere el espíritu es la medium, joven de pocos años. Y el hijo queri4o es el hermano de Isabel, joven de unos 20 años, cuando el espíritu desencarnó en 29 de Diciembre de 1899, en Valladolid. 20 LUZ Y UNIÓN Un caso de la verdad de la reencarnación En 23 de Febrero de 1901, y en sesión celebrada en Higuera de Vargas, dijo un espíritu, entre otras cosas, lo siguiente: Yo, como ya sabes, papá, en anterior encarnación fui madre tuya; y cono- ciendo antes de yo nacer tus ideas religiosas, fui quien más parte tomé para que tú creyeras la divina doctrina espiritista, hasta que lo conseguí; pues sabiendo yo tus ideas espiritistas, quise reencarnar en una persona que creyera la verdad y asi lo conseguí. ¿Con quién mejor que con mi hijo, ó sea quien en mi última encarnación ha sido mi papá? Conque tu ya sabes por qué encarné en tu familia; pues antes de yo nacer ya me cuidaba yo de ti, y velaba por ti, como madre que había sido tuya, Isabel. Es copia. ♦ Manuel Ruiz Flores. A un libertino SONETO Dejaste de la vida el buen camino por seguir esos lúbricos placeres, de amar á la mujer en las mujeres y rendir culto al juego y al dios vino. Y á la turba del mundo libertino, que anda loca y ajena de deberes, te uniste, abandonando amados seres, al rigor de su mísero destino. Mas ¿quién sabe si algún día, con la pena del dejo de esa vida silenciosa, buscarás el amor que el alma llena del hijo, de la madre y de la esposa, y sólo encontrarás soledad fría, y en cuerpo, extenuado, alma vacía? C. Botella. Sasefipeión á favop de D." Adela CDañoz Suma anterior 99 Una ptas. espiritista, de Madrid 5 » Bernabé Sarasa, de Ayerbe 0'50 » Francisco Sempere, de Los Gallardos 1 » Antonio Pérez, de Mazagán 2 » Jesús M.® Dávila, de Yabucoa 0'95 » Faustino Varona, de Jaén 2 » Suman 110'45 ptas. (Sigue abierta la suscripción). ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 21 Algo sobre el paria índico Muchos siglos habrán de pasar todavía para borrar tan monstruoso prejuicio, el cual, á pesar de que ha desaparecido con el antiguo dere- cho civil y religioso, nada ha perdido aún, según acabamos de decir, de su gran fuerza tradicional entre las poblaciones de la India. En las grandes ciudades de la India, con la intervención directa de los europeos se ha suavizado no poco la condición de ios parias, pues aunque han sido empleados en trabajos de la mayor fatiga, no dejarán de sentirse algo más felices en una mejor situación, pues alternan con toda clase de hombres. Esto es en las grandes poblaciones, pues en el campo continúa siendo su situación tan intolerable como siempre. En el es donde se nos presenta, en toda su abominable reali- campo dad, este sér más que ninguno de la tierra desgraciado; á más de uno de estos infelices he visto, idiotizados por la miseria y el hambre, páli- dos de espectros de hombres que podían apenas tenerse en pie, recorrer noche ios caminos desiertos, con la esperanza de hallar algún animal muerto, alimento miserable que se verán aún obligados á disputar á las fieras y á las aves de rapiña... Cosa extraña es que el paria, tan hondamente persuadido está de que es de veras un sér inferior y degradado, no haya buscado jamás, en ninguna época de su miserable historia, substraerse á su infamante estado por medio del trabajo y de la riqueza. Muy cierto es que, por este medio poniendo el tiempo por delante, llegara quizás á borrar y para siempre la reprobación que le denigra y envilece, pues el oro es en la India un dios soberano, adorado con verdadero ardor, tanto ó más todavía que en Europa. Nada le hubiera sido al paria tan fácil como intentar esta experiencia, empezando por comerciar con sus propios hermanos... Pero el paria no hallará jamás en si mismo la energia ne- cesarla para comenzar una lucha semejante, la cual por otra parte no podria dar sus frutos sino después de muchas generaciones, de modo que solamente aprovecharla en la persona de sus descendientes. Muy lejos de ese camino su libe- procurar engrandecer su comercio y buscar por ración, que podria ser base de una revolución que acabase con su mise- rabie estado, el paria comerciante no se preocupa sino de despachar lo , más pronto posible sus escasas provisiones, y apenas ha logrado reunir la pequeñísima suma que necesita para vivir sin hacer nada algunos cierra el comercio y alegre y muy satisfecho se va á dormir al meses, sol á lo largo de los caminos ó bajo la sombra de los cocoteros, sin inte- 22 LUZ Y UNIÓN rrumpir tan dulce far niente si no es para renovar de vez en cuando el delicioso betel que chupa con gran voluptuosidad ó para comer un poco de arroz hervido en una hoja de bananero. Cuando ya no le quede más que una pequeñísima suma, se irá á la ciudad y comprando... ó robando si puede, algunas provisionee, se dedi- cará como antes al comercio, en el rincón de alguna callejuela ó en las cercanías del mercado si le dejan, hasta que, poseyendo de nuevo algún dinero, haya sonado para él otra vez la hora de la liberación absoluta y del descanso. Tratados como lo fueron los hebreos en el Egipto y los judíos en la Edad Media, los parias no han tenido un Moisés para libertarles y con- ducirles á la tierra de promisión, á vivir bajo cielos más clementes, y ellos tampoco sabrán convertirse jamás, por medio del comercio y de la industria, en los judíos de la India. •a * Tal fué este horroroso sistema de penalidad, por medio del cual suple- ron los brahmas mantener cada una de las castas en el surco previa- mente trazado, imponiendo á todas, por el miedo á tan terrible castigo, el respeto de su despótica autoridad. Veremos más adelante lo que esta especial organización legó tam- bién á los pueblos de la antigüedad y qué desastrosa influencia tuvo en Egipto, en Judea, y aun en las mismas Grecia y Roma, con sus divisió- nes de castas, con su castigo por medio de la relajación moral é indele- ble del delincuente y de toda su posteridad, con su predominio constante del sacerdote egoísta y dominador, con su explotación habilísima de la idea religiosa por medio de lo obscuro, de las profecías, del milagro y de la mentira. ¡Divide, corrumpe et impera!... Antigua divisa que los sacerdotes de Brahma transmitieron á los sacerdotes de Memphis y de Eleusis, á los levitas y á los arúspices, y que tal vez estamos nosotros amenazados de ver cómo se levanta otra vez triunfante por encima de las naciones mo- dernas, para empujarlas hacia la decadencia y la decrepitud, si no sabe el hombre librar contra ella una suprema batalla, haciendo que la mano de la libertad la borre para siempre del libro del porvenir. LOS TERREMOTOS DE ITALIA.—Nuestro colega/.a Voz de la Verdad tiene abierta una suscripción á favor de las víctimas de esta hecatombe; rogamos á todos los que buenamente puedan contribuir á engrosarla, envíen sus donativos lo más prontamente posible, sea á dicho colega sea á nosotros. ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 23 El alma en el sueño magnético Es un hecho que naerece tenerse en cuenta la casi unanimidad con que las obras de magnetismo admiten y describen los fenómenos de doble vista, éxtasis, transmisión del pensamiento, etc. El hipnotismo mo- derno, influido por el carácter materialista de que está revestida nuestra ciencia oflcial, babia relegado al olvido durante muchos años todos es- tos hechos, considerándolos como fábulas y limitándose al estudio del sue- ño hipnótico desde el punto de vista flsiológico y terapéutico. No obstan- te, se ha dejado sentir una poderosa.reacción en estos últimos tiempos, y más ó menos tímidamente, van indicando los autores la posibilidad de que muchos de los hasta ahora considerados absurdos, encierren gran- des verdades. La transmisión del pensamiento (sugestión mental) se ha estudiado en nuestra época por gran número de sabios, y está ya casi admitida oficialmente después de los trabajos de los doctores Ochorowicz, P. Janet, Gibert, Ch. Richet, S. Herrero y otros. El mismo Dr. Lombroso, la quinta esencia del positivismo, no vacila en afirmar la realidad del fenómeno. Los doctores Bourru y Burot (profesores de Rochefort) han demostra- do si á ciertos individuos hipnotizados seles acercaban medica- que mentes (en condiciones tales que no pudieran los resultados obtenidos explicarse por sugestión, olor del medicamento, etc.), se obtenían idénti- eos efectos que si los medicamentos se hubiesen ingerido. Estos experi- mentos han sido comprobados después por Chazarain, Dufour y otros hipnólogos. En estos últimos años han llamado la atención del mundo científico los experimentos de Rochas. Este ilustre magnetizador ha pro- hado que la sensibilidad podía exteriorizarse y que determinados sujetos hipnóticos, al propio tiempo que presentaban la insensibilidad de la piel (fenómeno propio de los grados avanzados del sueño hipnótico), ofrecían, más allá del cuerpo, varias capas sensibles. La facultad de ver sin auxiiio de los ojos (doble vista) se presenta en algunos sujetos magnetizados. El doctor Gregory (Letters on animal magnetism), el barón du Fòtet (Traité de magnetisme animal), el doctor Chardel (Essai de psichologie phisiologique), el doctor Herbert Maj'o (Letter the truths contained in popular superstitions) y otros muchos on autores citan casos concluyentes en favor de lo que decimos (1). (1) Para que nuestros lectores puedan hacerse cargo de esta clase de fenómenos, Foissac: citaremos un experimento hecho por el célebre Broussais en casa del doctor 24 LUZ Y UNIÓN Si el pensamiento puede transmitirse á grandes distancias y á través de todos los obstáculos; si se puede sentir fuera del cuerpo y ver sin los ojos, ¿dónde está la absoluta necesidad de un cuerpo físico para los fe- nómenos de la sensibilidad y de la inteligencia? ¡Con cuánta razón afirma el doctor Lélut «que el magnetizado gusta, huele, palpa y ve por una penetración interior especial é independiente de los sentidos!» (Phisiologie de la pensée). Aún hay más: es opinión casi unánime de cuantos han estudiado estas cuestiones, que la inteligencia, el sentido moral y sobre todo la memoria se desarrollan notablemente durante el sonambulismo. Pero hay un estado llamado éxtasis magnético, todavía más in tere- sante para nuestro asunto. He aqui su descripción: «el magnetizado pa- lidece; hay relajación muscular completa; si no se oyeran los latidos del corazón, se creería que había muerto. El sonámbulo se siente como un vapor luminoso que piensa separado de su cuerpo» (Dr. Charpignon). «Ve su cuerpo como un objeto extraño del que repugna revestirse» (Doctor Chardel). «El éxtasis es la muerte sin muerte descrita por Platón; un estado en el cual el alma, separada de la materia, la domina en lugar de ser dominada» (Du Pótet). Lo que caracteriza semejante estado es «una indiferencia absoluta hacia todo lo que se refiere á objetos terrestres, la ausencia de las pasio- nes que dominan en estado de vigilia. En esta nueva situación el espíritu está lleno de ideas religiosas, de las que quizá jamás se habla ocupado. Esta vida sólo le parece un viaje. La independencia del alma y su inmortalidad son para él cosas evidentes (Deleuze). «Una sonámbula describía su estado como idéntico al que tendría después de morir» (Kernez). La sonámbula Kramer, decía á menudo, en este estado, que ella estaba «en el más allá» (Perty). En las obras de Cahagnet, Bertrand, Richard, Rochas y otros mag- netizadores, se encuentran también elocuentes párrafos sobre este asunto. El éxtasis es el último grado del sueño magnético. El Dr. P. Gribier le llama el «grado de desdoblamiento». Existe, por consiguiente, la posibilidad experimental, por medio del magnetismo, de provocar una serie de estados que van desde la simple somnolencia hasta el éxtasis. Unicamente en los últimos grados se pre- «Después de haber visto leer á Pablo Villegrand cuyos párpados estaban bien ce- rrados, M, Broussais escribió en un rincón de la habitación un corto billete á M. Trappart y dijo lo presentase á Villegrand. Este leyó sin vacilar las tres líneas escri- tas. El profesor Broussais quiso conservar este billete como un monumento de La oic- torta conseguida sobre su increduUdadü.—ÍAoutia, «El nuevo hipnotismo». ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 25 sentan los fenómenos de clarividencia, adivinación del pensamiento, etc., es decir, cuando el alma semiseparada del cuerpo, con nuevos modos de percibir y nuevos medios de conocer, empieza á gozar de las facul- tades y sentidos de los espíritus libres. Es también un hecho digno de ser anotado, el que las obras de mag- netismo anteriores al nacimiento del Espiritismo hablen ya de la posibi- lidad de comunicar con los muertos. Pero sólo en nuestros tiempos se ha empezado á aplicar seriamente el hipnotismo á la producción de los fe- nómenos espiritistas. Los profesores Rossi, Pagnoni y Moroni, con su folleto Alcuni saggi di medianitá ipnotica; Rouxel con su obra Rapports du magnétisme et du sptritisme; Carl du Prel con su curioso libro La mort, l'au delà y algán otro, marcan la primera evolución en este sentido. Ya hemos dicho que la transmisión del pensamiento es un fenómeno observado por muchos investigadores en los grados avanzados del sueño magnético, estados de desdoblamiento parcial en que se aflojan los lazos que unen el espíritu y el cuerpo. El espíritu, después de la muerte, carece de órganos materiales para emitir y percibir sonidos, pero lee directamente en el pensamiento. Tal es el lenguaje de los muertos. La posibilidad de ver sin auxilio de los ojos' y de comunicar mental- mente las ideas sin necesidad de la palabra existe latente en todos los hombres, pero sólo se maniflesta después de la muerte, encontrando en aquella forma de existencia su natural modo de ser. Durante la vida terrestre solamente aparece en los grandes místicos, que han vivido más la vida del espíritu que la del cuerpo, y en los más altos grados del sueño magnético, verdaderos estados de semi-muerte. VÍCTIMAS DEL FANATISMO.— En las cárceles de Canillas de Al- balda gimen, víctimas del clericalismo imperante y de la tiranía caciquil, varios infelices desde hace tres meses. En la calle, víctimas de la miseria, yacen 38 niños cuyos padres no deben ser muy culpables cuando tanto se retarda el fallo de la causa que los ha llevado á la cárcel. Sin entrar en apreciaciones de ninguna clase respecto á su inocencia ó culpa- bilidad, veamos en ellos á correligionarios nuestros que se hallan en el triste caso de no poder atender á sus familias; fijémonos en sus hogares tristes y des- olados en donde sus esposas, sus padres ancianos ya, sus tiernos hijitos mueren de inanición y de frío; es imposible que los nobles espiritistas no acudan en su socorro y como conocemos de sobra á nuestros hermanos, no dudamos en manera alguna que acudirán todos en su auxilio. Los que quieran y puedan cumplir con este grato deber pueden remitirnos sus donativos que nosotros nos encargaremos de hacer llegar á sus manos por mediación de nuestro estimado suscnptor don Francisco Robles Sánchez. Lista de donativos J. Esteva Marata.. 5 ptas. Francisco Robles.. 5 » Total 10 ptas. 26 LUZ Y UNIÓN Cuentas de ayer I El Presidente de la «Liga Espiritista> recibió la siguiente carta: «Hermano mió: ha ocurrido á un sobrino mió, de 30 meses de edad, una desgracia que nos ha impresionado muchisimo, y procede de encar- naciones anteriores. »Este niño era bastante despejado, con una inteligencia superior á su corta edad y muy cariñoso para todo el mundo; tenia una imperfección física, una estrechez excesiva en la laringe, que hasta le costaba trabajo el que pasara una gota de agua por tan estrecho conducto, y, por des- gracia, un granito de uva le ahogó en menos de un segundo. »Toda la familia del niño es espiritista y todos le piden á nuestra hermana Amalia Domingo que, por Dios, pregunte á su guía por qué ha muerto este inocente en tan tierna edad y tan trágicamente. »Una madre desolada implora un consuelo de los espíritus. ¡Piedad para ella, piedad! »Su afectísimo, Angel Limano^. II La voz de una madre siempre encuentra eco, y por eso, en cuanto me fué posible pregunté á mi guia sobre la muerte del inocente niño. ¡Ah!, si, sí,... ¿quién no se conmueve ante una madre desolada?... Deseando complacer á mis hermanos, pregunté al guia de mis traba- jos, en cuanto tuve ocasión propicia, y obtuve la siguiente comunicación: III «Hacéis bien de preguntar siempre que os sea posible sobre las histo- rías pasadas, porque, indudablemente, en los relatos del pasado están los cimientos del presente. No hay nada casual; todo tiene su primera piedra y sobre ella vais levantando: unas veces, un palacio imperial, y otras, una choza de cañas y ramaje; pero todos los edificios que levan- táis, traza sus planos el mismo arquitecto; cada uno de vosotros es el di- bujante, más ó menos entendido, que traza las lineas de la morada que os servirá de refugio en el porvenir, y ese niño, en la época de la Revolu- ción francesa en el año 93, cuando corrió la sangre á torrentes para de- rribar un trono carcomido, entonces el niño de hoy era un hombre in- fiuyente y su palabra era escuchada por los revolucionarios sangrien- tos, y su mano cogió la pluma para firmar muchas sentencias de muerte y muchos aristócratas, muchos partidarios del antiguo régimen murie- ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 27 ron en la guillotina, firmándoles él el pasaporte; pero Arnaldo no era cruel en el fondo; se contagió con la fiebre sangrienta y revolucionaria de su época, y cuando murió, que murió relativamente joven, se encon- tró en el espacio rodeado de sus innumerables victimas, que las unas le amenazaban iracundas y las otras le decían: «¡Pobre loco!... nos inspi- ras profunda compasión... ¿quieres recuperar el tiempo que has perdido?» «¡Ah!, sí, sí, dijo Arnaldo, guiadme vosotros, espíritus compasivos, ¿qué debo hacer para desandar el camino andado?» «Vuelve á la tierra, le dijo su guía, y sufre resignado lo que has hecho sufrir á los otros». «No tengo valor para tanto, veo mucha sangre derramada por rní y me pa- rece que me ahogaré en ese lago rojo». «Ensáyate, le dijo su guia, mu- riendo niño, y que una imperfección física te ahogue en tus primeros meses de estar en la tierra, y más tarde en tus primeros años, y des- pués en tus primeros lustros». Y Arnaldo, siguiendo las indicaciones de su guía, ha vuelto á la tierra varias veces, muriendo ahogado al reel- bir el primer alimento, por estrechez excesiva de su garganta. No tiene valor todavía para llegar á la pubertad, pero está contento de si mismo, porque ya ha comenzado á pagar sus muchas deudas. Le horroriza lie- gar á ser hombre y tener que morir en un cadalso; he aquí la historia de ese hermoso niño, tan simpático, tan entendido, tan despierto, que era el encanto de cuantos le conocían. »¡Todo se paga!, pero el espíritu, como tiene el infinito por patrimo- nio y sabe que en las minas del tiempo nunca se acaban los filones, paga cuando puede, cuando tiene fuerzas suficientes para sufrir el tormento,^ cuando comprende lo que vale la justicia de Dios.—Adiós». IV He aquí la comunicación que he obtenido, que entraña indudable- mente una gran enseñanza, porque demuestra que el árbol del progreso no debe regarse con sangre, porque la sangre no fertiliza la tierra; los medios violentos y brutales despiertan odios implacables y venganzas horribles, consiguen la exterminación de razas más débiles, que á su de- bido tiempo toman la revancha y siembran la desolación y la muerte en territorios florecientes, habitados por hombres dispuestos al saneamiento de los pueblos. La comunicación de los espíritus es de gran utilidad á los hombres pensadores, porque ellos nos demuestran, con hechos irrecusables, que con el exterminio y con la violencia no hacemos otra cosa que endurecer la tierra laborable, convirtiendo en infecundos eriales las campiñas más feraces y más productivas. ¡Bendita sea la comunicación de los espiri- tus! Ella ilumina los abismos de la degradación y la ignorancia. Amalia Domingo Soler. 28 LUZ Y UNIÓN Necrologías El domingo día 10 del actual desencarnó, víctima de un ata- que de embolia cerebral, nuestra queridísima amiga la señora doña Luz Bastida y López, esposa de nuestro entrañable ami- go D. Claudio Carbonell y Nicolau y madre de nuestros buenos amigos D. Jaime, D." Paca y D/ Concha. Fué D." Luz un dechado de virtudes: esposa y madre aman- tísima cual ya no puede desearse más, deja en el corazón de su digno esposo y de sus nobles hijos un vacío que nada podrá lie- nar, y en el de los que nos honrábamos con su amistad un re- cuerdo perenne de sus virtudes, de sus sentimientos de altruis- mo y de sus sanos y nobles consejos, que tanto nos la hacían apreciar. La honda pena que nos ha causado la partida á la otra vida de persona tan querida, turba nuestro ánimo y dificulta la coor- dinación de las ideas para expresar en estas líneas las bondades que atesoraba tan digna señora; permítasenos, pues, copiar lo que con motivo de su desencarnación han dicho los periódicos El Progreso, El Liberal y la Revista Industrias Modernas, de esta ciudad, que es un reflejo de lo que quisiéramos decir nos- otros: «A las diez de la mañana de hoy se verificará el entierro de la virtuosa señora D.'' María de la Luz Bastida y López, esposa de nuestro distinguido amigo D. Claudio Carbonell, acreditado industrial de esta plaza. La muerte de la señora Bastida ha motivado un profundo sentimiento en las numerosas relaciones de la familia, por las altas dotes personales que adornaban á la difunta. A dicha hora la comitiva fúnebre partirá de la casa mortuo- ria. Rambla de Cataluña, 118, principal, 1.®, para acompañar el cadáver al cementerio libre del Sudoeste. Descanse en paz y reciba la distinguida familia de la difunta el testimonio de la parte que tomamos en su justo dolor». («El Progreso» del 12) «Víctima de traidora enfermedad ha fallecido en Barcelona la señora D." María de la Luz Bastida y López, dama virtuosi- sima, que contaba con numerosas y merecidas simpatías. ÓRGANO OFICIAL DE LA LIGA E. ESPAÑOLA 29 Su carácter, siempre compasivo para los necesitados, y sus dotes de talento y admirable fortaleza, hacíanla querer de cuan- tos la trataban. A su distinguida familia y muy especialmente á su esposo D. Claudio Carbonell y á sus hijos D. Jaime, Francisca y D." Concepción, les consolará el recuerdo siempre admirable de la querida muerta». («El Liberal» del 12) (.(.Necrología. —Víctima de un ataque de apoplegía falleció el día 10 del actual D.® María de la Luz Bastida y López, aman- tísima esposa de nuestro distinguido amigo D. Claudio Carbo- nell, á quien, así como á toda la familia, damos el más sentido pésame. A tan triste motivo es debido el retraso con que aparece el presente número». («Industrias Modernas» del 15) El entierro, que fué puramente civil, se verificó el día 12 á las 10 de la mañana, presidiéndolo el hijo de la difunta, nuestro queridísimo amigo D. Jaime, el yerno D. Jaime Rosich, ilus- trado abogado de la Bisbal, y otro miembro de la familia; y se- guían detrás numerosas representaciones de la Banca, Comercio é Industria de esta ciudad; también enviaron distinguidas re- presentaciones los Centros: «Barcelonés de Estudios Psicológi- eos», Círculo «La Buena Nueva» y «La Fraternidad Humana» de Tarrasa; el Partido Radical Español estuvo representado por una nutrida comitiva en la que figuraban distinguidas per- sonalidades; entre ellas, nuestros queridos amigos señores An- glés, Finet, Rocha, Figueras y muchos más que no recordamos en estos momentos; cerraban dicha comitiva los empleados y operarios de la Casa Carbonell y Esteva. Abría la marcha el coche mortuorio arrastrado por seis ca- ballos empenachados con cochero y lacayos vestidos á la Fede- rica; el féretro, de caoba maciza, era digno del cuerpo que en- cerraba; por respeto á la familia, sólo pendía del mismo la riquí- sima corona de bronce que le dedicaban sus desolados esposo é hijos; las cintas eran sostenidas por varios empleados de la Casa Carbonell y Esteva; luego seguía el duelo, compuesto de más de ciento cincuenta personas y detrás un landó recubierto de las coronas que enviaron los amigos de la familia; seguía después el coche de respeto y unos veinte coches más; entre ellos, algu- nos particulares. 30 LUZ Y UNIÓN Al llegar frente al teatro Eldorado, despidióse el duelo, re cibiendo allí grandes demostraciones de simpatía por parte de aquellos á quienes sus ocupaciones obligaban á abandonar la comitiva; continuando, empero, hasta el cementerio, un cente- nar de personas ansiosas de rendir á la finada el testimonio de respeto y simpatía á que la hicieran acreedora su bondad y grandes dotes de inteligencia. En el cementerio libre del Sudoeste, recibió sepultura el cuerpo de la que fué nuestra querida amiga D." Luz; habién- dose tenido que firmar, por exigencias del capellán del Cemen- terio, un acta en que se hacía constar que la finada no perte- necia á la religión católica; hecho lo cual, pudo enterrarse ya el cadáver sin ningún otro inconveniente por parte del celoso fun- cionario. En el acto del sepelio, nuestro director dió las gracias en nombre de la familia á todos los asistentes por su presencia en aquel acto, quedando disuelto el cortejo. De este acto decía El Progreso en su edición del día 13 lo que sigue: ('Solemnísimo resultó el entierro de la que en vida fué la virtuosa Sra. D." María de la Luz Bastida y López, cual co- rrespondía á las elevadas cualidades de la difunta. En la imponente manifestación de duelo, que presidieron el esposo y los hijos de la finada, tomaron parte personalidades de las clases industrial y comercial, y estuvieron representadas to- das las ciases sociales. Los empleados y las gerencias de las razones sociales Claret y G.* y Carbonell y Esteva, y nutridas representaciones del Partido Radical barcelonés y de entidades espiritistas, rindieron á la malograda D.® María de la Luz el tributo de cariño á que se hizo acreedora en vida. Tengan sus mortales despojos descanso eterno y reciba su distinguida familia y muy especialmente su digno esposo don Claudio Carbonell y sus hijos D. Jaime, D.® Francisca y doña Concepción la renovación del testimonio de nuestro profundo pesar, deseándoles la resignación necesaria para sobreponerse á tan terrible desgracia». En nombre de la familia damos las más expresivas gracias á los periódicos El Liberal y El Progreso, que dedicaron sen- das gacetillas á este acto; del mismo modo que no podemos me- nos de consignar la sorpresa que ha causado el que un periódi- órgano oficial de la liga e. española 31 CO de abolengo liberal como La Vanguardia, no quisiese pu- blicar la esquela mortuoria por tratarse de un entierro civil. Al finalizar, réstanos reiterar á nuestros amigos, tan gran- demente afectados por esta pérdida, si bien pasajera no por eso menos sensible, el sincero afecto que á ellos nos une y desearles la resignación tan necesaria en este acto y que no dudamos ten- drán, ya que el espíritu de la que fué en la tierra virtuosa es- posa y amantísima madre, no cesará de enviarles los eñuvios de su amor. A la memoria de Luz Carbonell Fuiste moleta escondida en el bosque de tu hogar; dulce y santa fué tu vida; todo tu anhelo fué ¡amar! A tu esposo y á tus hijos diste todos tus amores, y en ti. Dios sus ojos fijos, tu senda cubrió de ñores. Tus virtudes admiró y dijo: ¡Vive sin cruz! Y él mismo te bautizó y te dió su nombre: ¡¡¡LUZ!!! Amalia Domingo Soler. Ha desencarnado en Madrid, nuestra queridísima hermana é ilustrada escri- tora D.^ Elisa Espar, Vda. de Ossío, más conocida por el pseudónimo de Elisa por sus traducciones en español de las celebradas obras del ilustre propagandis- ta y fecundo escritor León Denis, tituladas: El por qué de la vida, Después de la muerte, Cristianismo y Espiritismo y En lo Invisible. La íntima amistad que nos unía con nuestra queridísima hermana, nos hace ser parcos en tributarle los elogios que sus virtudes y bondades se merecían. Esposa ejemplarísima, madre amante, con locura, de sus hijos y nietos á quienes idolatraba, sólo vivía para el cariño, sólo alentaba para el bien. Cada año, al venir á pasar una temporada entre nosotros, nos encantaba con su amena conversación en la que resplandecía su preclaro talento y que matizaba con sus consejos, llenos siempre de interés y bondad. 32 LUZ Y UNIÓN Al despedirnos de ella á mediados del mes de Septiembre, convaleciente aún de una grave bronquitis que acababa de sufrir, lamentábase de que no la ocupá- ramos en alguna traducción (que siempre había hecho gratuitamente), y al pro- ponerle nosotros que tan pronto se pusiera buena de salud le enviaríamos algún trabajo, se quedó muy contenta, pues decía que cuando se sentía más feliz era cuando trabajaba para el progreso de los demás. Su bolsa siempre estaba abierta para el necesitado, al que socorría con dine- ro y con palabras de consuelo y aliento que agradecían, quizá, mucho más que no el metálico, pues á veces un consejo deslizado cariñosamente á los oídos de un alma doliente, la salva de la desesperación y la conduce á un recto camino. De ella sí puede decirse que si existieran el cielo y los santos merecería ir á él y figurar entre los últimos, para, desde allí, ser abogado de los pobres y de los necesitados de consuelo. Si aquí en la tierra la acompañó siempre el cariño de todos los que la cono- ciamos, estamos también seguros de que allá, en el espacio, en la nueva vida en que acaba de entrar, hallará el premio que merecen las muchas bondades que atesoraba su magnánimo corazón. Al decirle adiós en esta triste tierra, no es despedirnos de ella; sabemos de cierto que su nueva vida no modificará sus buenos y nobles sentimientos, que continuará honrándonos con su valiosa amistad y alentándonos para proseguir nuestras tareas de propagadores de la verdad. Esta certidumbre nos da fuerzas para sobrellevar con valentía la pena que nos causa la partida de tantos y tantos seres buenos y nobles, honra y prez de nuestro ideal. Hasta luego, buena y noble hermana Elisa, hasta luego. Un recuerdo á la memoria de Dd Elisa Espar de Ossío Decía Campoamor, hablando de la belleza de una mujer: Es tan bella esa mujer, que bien se puede decir: sólo por verla... nacer, después de verla... morir. De tu belleza moral igual se puede decir; fuiste buena sin rival, porque al bien universal consagraste tu existir. Amalia Domingo Soler. BIBLIOTECA UNIVERSAL OBRAS PrBL·lCAUAS iPiEj«7PAièm£tèfèm4PmJil^ñy ALEJANDRO AKSAKOF La flia i© ïïllïaiimla (La Survie) ^' SíÍ '*^ noegg h Cada obra forma dos voluminosos tomos en 4." mayor, letra del 12, en tela, con elegantísimas tapas alegóricas, cada uno 7'SO ptas.—En rústica, 6 ptas. por CH. LAPOKÍTAIKE por E. O'ESPERANCE Cada obra forma un voluminoso tomo en 4.° mayor, letra del 12, en tela, con elegantísimas tapas alegóricas, cada una 7'50 ptas.—En rústica, 6 ptas. EW PEBLICACIÓN EL ESPIRITISMO Y LA ANARQUÍA por J. BOlJVÉRY Se publica por cuadernos semanales de á 32 páginas ál precio de 20 eén- timos en España y 25 céntimos en el Extranjero.— Pago adelantado. CORRESPONDENCIA iSres. iSiiscriptores que han satisfecho la suscripción de 1908 S. L.—Tremp (Lérida) F. M.—Sta. Fé (B. Aires) S. S.—Tarrasa B. M.—Fuentes (Cuenca) A, S.—Id. id. R. C.—Lérida C. de S. M.—San Martín D. C.—Id. id. B. S.—Ayerbe (Huesca) H. M.—Reillo (Cuenca) P. S.-Id. id. J. P.—Pontevedra P. M. C.—Bailón (Jaén) R. de F.—Jacoronte (C.) M. A.—Lumbrales M. T.—Sta. Fé (B. Aires) F. O. R.—Madrid L. G.—Id M. T. (hijo)-Id. id. F B.—Alins (Sort) F. G.—Zorita J. P.—Id. id. C. P.—Mira (Cuenca) S. E.—Játiva D. P.—Id. id. J. M.—Sta. Pola (Alicante) F. de la C.—Lisboa (P.) 8res. 8nscriptores qne han satisfecho la suscripción de 1909 M. L. G.—Isla Cristina n S.—Mérida de Yucatán L. M.—Madrid M. R. F.—Valladolid M. B.—Palma del Río M. M. G.—Almería A. G.—Manzanillo C. S. de M.—Cartagena F. D.-Sta. Marta (Badajoz) B. R.—Madrid (Alcanza al 23 de Diciembre de 1908) La Administración. . áJ^iSTA Revista se ocupa de todos los asuntos que se relacionan con el Espiritismo; para ello cuenta, además de su cuerpo de Redacción, con la asidua colaboración de espiritistas de gran valía y con la protección de sus guias espirituales. Ve la luz, en cuadernos mensuales de 36 páginas, cubiertas inclusive, del 20 al 25 de cada mes y regala á sus suscriptores al efectuar el pago del abono, una obra espiritista cuyo valor no baja de 2 pesetas. PRECIO DE SUSCRIPCIÓN i Espafia. . 7 Por pesetas nn año. f Extraojero. 12 )) NAmero suelto 0'50 » (PAGO ADELANTADO) Los Sres. suscriptores al efectuar el pago de sirabono se les rue- ga añadan 0'50 pesetas para el franqueo y certiñcado de la obra de regalo, de lo contrario tendrán que mandar recogerla en la ad- ministración, y los que la deseen encuadernada deberán remitir una peseta más. INSTRUCCIONES Los Sres. suscriptores de España pueden efectuar sus abonos en se- líos de correos, sobres monederos ó billetes de Banco, siempre en carta certificada. Los del Extranjero en letras de fácil cobro, billetes de Banóa de sus respectivos países cuyo valor les será abonado al cambio que obtengan el día de su recibo. En los países en que tenemos corresponsales administrativos pueden efectuarse los pagos directamente á ellos dando conocimiento á esta Ad- ministración. Los giros á nombre del Administrador. La correspondencia á la REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Ferlandina, 20, principal. — Barcelona Obra de regalo para el presente año: La Vepdad-frente á frente del errori por Faustino Isóna. Un tomo en 4.° de unas 300 páginas, en buen papel y esmerada impresión.. Inu), de Carbonell y Esteva, Rambla de Cataluña, 118.—Barcelona ' I AÑO X NÚM. 2 SHJMABIO: D. Aurelio León.—A nuestros lectores.—Convocatoria.—Mis re- cuerdos, por D. Huelbes Teraprado.—La carrera eterna, por D.'' Amalia Domingo Soler.—La Justicia Divina al alcance de todos, por D. Faustino Isona. —Los vivos y los muertos, por D. Eliphas Levi.—La Vieja, por Krainfort de Ninive.—¡Cuántas an- gustias!, por D." Amalia Domingo Soler.—Comunicación medianímica.—Episodios de la guerra del Paraguay, por el Tte. General Racedo. —Los atletas del músculo y los atletas de la virtud.—Necrologías. Corresponsales Administrativos néjico.—José Salvadores, apartado 4024, D. F., particular, MEJICO.—Evaristo Ba- rrientos. Administrador del Panteón de ORIZABA (Veracruz). Puepto-Kico.—Faustino Tsona, CAYEY.—F. Vázquez Colón, médico cirujano, MANATI.—Francisco I. Arjona, Bertoly, 4 altos, PONCE. Cuba.—Adolfo García, Real, lo, MANZANILLO —Delfín Roig y Rosell, Habana baja, 26 SANTIAGO DE CUBA.—Eulogio Infiesta, calle Cuba, 34, HABANA—Faustino Serio, Calle de Cuba, 27, HOLGUÍN.—Luís G. Domínguez, Calle Tacón, 91, CIENFUEGOS.—Arman- do J. Raggi, Apartado 17, CAIBARIEN.—D.^ Rosalía Cabrera de Pérez, (Gibara), BANES. República d.e Colombia.—Petronila Hoyos, MEDELLÍN.—Manuel J. López L., Pasaje Hernán Cortés, 9, BOGOTÁ. República del Salvador (C. A.)—Luciano Cenedella, Dtor. de «La Nueva Luz», SANTA ANA. República Argentina.—B. Ballesteros, Sociedad Espiritista «Saenz Cortés», PEHUAJO. —Genaro Ragno, calle Crucero, 1166, BOCA (Buenos Aires).—Pedro Iraola, NE- COCHEA.—Manuel Torres, SANTA FE. República de Costa Rica.—Pedro Pérez Molina, S. JOSÉ DE COSTA RICA. Islas Filipinas.—José M.®' Herrero, calle Concepción, 177.—QUIAPO. Brasil.—Agrippino Gómez Veado,. Rua Municipal, n." 3, CIDADE DO MURIAHE (Estado de Minas-Geraes).—Joao DIogo Sá Barretto, advogado, CIUDADE DA CONQUISTA (Estado de Bahía).—Edla de Moarés Cardoso, San Franci.sco Ha- vrer, 132, RÍO DE JANEIRO. República Dominicana.—Aurelio León, SAN FRANCISCO DE MACORIS. República de Kicaragna.—Isidro de J. Olivares, 5 calle Norte, 102, MANAGUA República del Fcnador.—Antonio Safadi, Apartado n.° 464.—GUAYAQUIL. CARBONELL y ESTEYA-EdÍtores--!;A"^A^°|.°„'cV¿»T^^"-" Nuestras Fuerzas Mentales Rodo de emplearlas con provecho en el comercio, la indnstria, las artes, los oficios, y en general en todos los actos y sitnaciones de la vida por Prentice Mulford Cuatro magníficos tomos encuadernados á la americana. . 4O pesetas AÑO X FEBRERO DE 1909 NÚM. 2 IVucstros Corresponsales D. Aurelio León "Nuestro querido corresponsal en la República Dominicana nació en Aragues ((Venezuela). Conoció el Espiritismo en el año 1884, residiendo en Victoria, ini- •ciándole en estas doctrinas D. Tomás Pulido, antiguo espiritista dominicano. Ha sido socio del Centro «Fraternidad», de la población de Consejo y del Centro «Caridad», de Caracas; en 1901, se trasladó á Puerto Rico, en donde 4uvo la satisfácción de relacionarse con la mayoría délos hermanos de dicha isla; desde 1903, reside en Santo Domingo, en el pueblo de San Francisco de Maco- ris,-en donde ha fundado un grupo compuesto de entusiastas hermanos, con los. -cuales sostiene entusiasta la bandera del Espiritismo. 34 LUZ Y UNIÓN A nuestros lectores Habiendo quedado disuelta la «Liga Espiritista Española» por acuerdo tomado en su junta general extraordinaria cele- brada el día 31 del pasado Enero, esta Revista, según otro acuerdo de la misma junta, ha pasado á manos, en calidad de depósito, de nuestros estimados director, redactor-jefe y admi- nistrador. Esperamos que nuestros queridos suscriptores continuarán prestándonos su eficaz apoyo del mismo modo que hasta hoy lo han prestado, en la seguridad de que esta Revista, soste- niendo siempre las mismas tendencias que ha venido susten- tando desde su fundación, procurará, por todos los medios á su alcance, introducir las mejoras necesarias para que sus lee- tores estén siempre al corriente del movimiento espirita mun- dial. Convocatoria En uso del derecho que me confirieron los delegados que asistieron á la asamblea de la disuelta «Liga Espiritista Espa- ñola», el día 31 de Enero próximo pasado, para que convocara otra asamblea de Presidentes de todos los Centros espiritistas de España, he resuelto, cumpliendo con mi deber, convocar, á nombre de los mentados delegados, la celebración de dicha asam- blea para el día 28 del próximo Marzo, á las 10 de la mañana, en el local del «Centro Barcelonés», calle Ferlandina, 20, prin- cipal, á fin de cambiar impresiones y tomar acuerdos sobre las proposiciones que presenten los asambleístas con referencia al nuevo rumbo que debe tomar, lo más pronto posible, el Espi- ritismo en España. Ruego á los Directores de la prensa espiritista se sirvan in- sertar esta convocatoria, á fin de que llegue á conocimiento de todos los interesados adictos á nuestra idea redentora. Favor que suplica vuestro humilde hermano en creencias, dándoos anticipadas gracias, pues no dudo se servirán atender- revista espiritista kardeciana 35 me en beneficio de nuestro subüme ideal, como lo es «Hacia á Dios por el Amor y la Ciencia». Barcelona 12 de Febrero de 1909. Vicente Serra. Presidente del "Centro Barcelonés de Estudios Psicológicos". SUSCRIPCIÓN á favor de las victimas del fanatismo que gimen en tas cárceies de Caniiias de Albaida. Suma anterior 10 ptas. Enrique Zás, l'SO pesetas.—José Ferrer, 0'50.—Policarpo Barrieras, 1.—Juan Moreno Fabre, 3'30.—Domingo Cano, 1. —Micaela Rocales, 2'50.—Hilario Gil, 1.—María Coll, 0'25. Grupo «Amor y Vida», 5.—Blanca Bury, 1'50.—Francisco Puertas, 0'35 17'90 » Total 27'90 ptas. Mis recuerdos En nuestra doctrina, que es al par la realidad dichosa, todo estado de un ser es la consecuencia lógica, el efecto ineludible de los estados ante- riores. Considero útil, por tanto, conocer las historias de los demás espí- ritus, como dato de analogía para el presente y el porvenir propios. Nor sé por qué puedo yo trazar, á grandes rasgos, algo de mi historia anterior á mi actual existencia terrestre, y voy á consignarlos; no es bien que se pierdan, si en lo más mínirno pueden ser útiles á algún hermano. No fué extraña mi fácil convicción para el Espiritismo; desde mis años primeros tenía yo claros y, en algún período, completos recuerdos de tiempos anteriores. Apenas sabía hablar y ya era frase corriente en mis labios la de «cuando yo era grande», que aplicaba lo mismo á mis juegos que á mis incipientes estudios. «¡Cuando yo era grande!», decía, sabía leer y escribir muy bien de tres maneras; «cuando era grande», tiraba flechas muy lejos y mataba con ellas unos bichos de muchas lanas; mon- taba caballos, muchos caballos, muy bonitos y que corrían mucho..., etcé- tera, etc. Más -tarde he podido ordenar algo esos vislumbres y referir á épocas distintas unos y otros, pero entonces se mezclaban de suerte que mi abuela me reñía, temiendo fuesen perturbaciones. Un día presenció una de esas cariñosas regañetas un sabio amigo, el Dr. D. Mariano Lorente, Secreta- rio perpetuo de la Academia de Ciencias, y preguntó á mi abuela la causa. 36 LUZ Y UNIÓN —¡Este chiquillo, que está siempre á vueltas con que ha vivido antes y con lo que hacía entonces! —¿Y usted le riñe? —¡Naturalmente! Se va á chiflar... —Pues no le riña usted, señora, no le riña. ¡Quién sabe si tendrá más razón que nosotros! Fué mi primera lección de Espiritismo, y aunque contaría á lo sumo cuatro ó cinco años, era tal mi veneración por el Dr. Lorente, que no se ha borrado de mi memoria. También me sirvió para que me dejasen en libertad de espigar en mi pasado; de tales correrías resultó lo siguiente: Mi más lejano recuerdo se eleva hasta la edad de la Piedra Pulimen- tada; la primera vez que en un Museo vi hachas, flechas, etc., de piedra, me eché á llorar como lo que era, como un niño, sin que me bastara á contener la vergüenza de mis condiscípulos.—¿Por qué lloras?, me pre- guntaban, compadecidos unos, otros burlones. ¿Por qué lloras?—jPorque hace muchos, muchísimos años, yo tenía piedras labradas como esas, y eran mi tesoro, y con ellas cazaba...! Corrieron á decírselo á nuestro Profesor, D. Manuel María José de Qaldo, y él me interrogó y se mostró dudoso, pero también desde enton- ees pude relatar á mis compañeros mis increíbles aventuras. Los bichos que recordaba haber muerto á flechazos y lanzazos, resul- taron ser osos y mammuts; mi tribu vivía en una caverna espaciosa de una montaña altísima, en la que había ventisqueros; no conocíamos los me- tales, ni tejíamos, pero sí debíamos cosechar algo, quizá tubérculos... * De otra época, sin duda más próxima, pero también lejana, conservo el clarísimo recuerdo de haber poseído una piragua y hacer con ella cons- tantes Viajes entre numerosas islitas muy frondosas. Era yo de color, si bien claro, y hacía la vida semi-anfibia de los costeños tropicales. Si la simpatia á un nombre ó á una leyenda puede admitirse como indicio, yo vivía en el grupo de las Pequeñas Antillas. Así, cuando vi el mar, no me causó impresión alguna desagradable: era también un amigo antiguo. Lo único que me chocaba era que construyesen de «tablitas» las lanchas, que «yo había hecho antes» de una pieza. Y los buques grandes me causaban admiración y miedo. Si mi familia lo hubiese consentido, yo hubiera seguido la carrera de marino mercante; la guerra me era odiosa. revista espiritista kardeciana 37 Después..., después la impresión es completamente opuesta: en vez de olas de agua, las olas que surco son de arena; en vez de borrascas, el simún. Me veo habitando en una tienda, siendo mujer, rodeada de hijos y nietos, y ocupada durante largos años en abrevar caballos. Me veo en una llanura abrasada, sacando agua de un pozo profundo, pero no con cubos, lo que me perturbaba no poco, sino con unos artefactos de piel. Muchos años tardé en saber que, efectivamente, los beduinos, á falta de madera, sacan el agua con odres. Viví, pues, en el Sahara ó en otro desierto semejante de Asia. Durante mis estudios y ejercicio de la Medicina, me han sido grande- mente útiles mis recuerdos de las impresiones y sensaciones femeninas; nada se pierde; todo se utiliza en el sendero de nuestro progreso. Más tarde, en nuestro tiempo casi, vivi en el Norte de Europa, en un puerto concurridísimo sobre un gran río, y fui enfermero ó cirujano de un hospital de marinos. Aquí mis recuerdos son más precisos: veo, como de ayer, el vasto edificio cuadrado donde estaba instalado el hospital; sus largas y sombrías salas; la plaza que le rodeaba, cruzada por un canal tranquilo; la calle obscura, de casas puntiagudas, en que yo residía; sus tiendas, sus tabernas; mi casa, cuyo plano he trazado mil veces; los mué- bles, mi traje (de chupa y calzón), mi calzado con hebillas, hasta los libros que estudiaba. Por cierto que la edición Aldina con grabados del Linneo, debí tenerla en grande estima, pues que al encontrarla hoy me produjo alegría profunda y me apresuré á comprarla. Recordé hasta algunas de sus toscas ilustraciones, que entonces hallaría admirables. También los recuerdos de esa mi última vida anterior, me han sido muy útiles en ésta: puedo confesar que sin trabajo alguno obtuve notas de sobresaliente en las asignaturas de Cirujía; me encontraba hecho, lo mismo una autopsia, que una operación ó una cura... •i» Y estas memorias, comprobadas todos los días, fueron la más firme base de mis creencias en la supervivencia del alma, en la insignificancia de la muerte orgánica, en nuestro progreso constante, que no solamente es indefinido, sino infinito. Lo que marcha, no se detiene jamás en el Uní- verso, porque detenerse es morir, y nada de lo que es, puede dejar de ser; cambia, pero no fenece. Y me acerco al término de esta existencia, con la serena confianza del más allá conocido, bajo la mano del Sér Justo é Inmutable. Dr. Huelbes Temprado. 38 LUZ Y UNIÓN La carrera eterna I «Villanueva de Castellón, 29 Diciembre 1908. ))Mi más querida hermana Amalia: Pongo en tu conocí- miento el caso que á continuación se expresa. ))En el pueblo de Antella, provincia de Valencia, distrito municipal de Alberique, vive un matrimonio que entre sus va- rios hijos, tenían uno el cual venía sufriendo de cierta enferme- dad que la denominaban mal de corazón, desde la edad de cua- tro años hasta los quince próximamente. ))Estos padres, para evitar alguna desgracia en su infortu- nado hijo, le prodigaban toda clase de cuidados y á pesar de ellos hubo momentos que el joven Víctor en algunos de sus ataques y burlando la vigilancia de sus afligidos padres, se subía á los tejados y corría como un energúmeno, expuesto á cada mo- mento á romperse la crisma huyendo de sus perseguidores. ))Todos éstos y otros parecidos casos le obligaron al padre á tomarse el trabajo de llevarlo siempre que le era posible consigo porque con él lo creía más seguro y sacándolo al campo á to- mar el sol podía servirle de mayor distracción y ahorrarle al- gunos sufrimientos. ))Así transcurrieron los años; pero llegó el momento que debía sin duda saldar su cuenta, y un día el padre de éste, el Sr. Crespí, se llevó á su hijo al campo como de costumbre te- nía y euando se hallaba distraído mirando sus cosechas planta- das, Víctor aprovechó la distracción de su padre y echó á correr con tan precipitada fuga, que el padre ya no pudo darle alean- ce y vio con el dolor que es de suponer, cómo el hijo se arro- jaba en el canal de gran cauce llamado la Acequia Real. El padre dió voces, pidió socorro, acudieron los cercanos labrado- res y se arrojaron al agua, empleando todas sus habilidades, y ya no pudieron descubrirle; todos sus esfuerzos y habilidades fufaron inútiles. «Es imposible describir tan dolorosa escena. ))E1 desgraciado Víctor fué hallado después de transcurridas cuarenta y ocho horas. revista espiritista kardeciana 39 ))¡Qué misión tan dolorosa para los padres! ))Sí, querida hermana, yo que he visto en Luz y Unión tus muchas aclaraciones en parecidos casos, no puedo menos que participarte éste, por si tienes á bien preguntar á tu amable guía y que te dé una ligera aclaración de este desgraciado sér. ))Esto para muchos será una curiosidad, pero para mí es una satisfacción que me llena de admiración por la armoniosa justicia que encierran estos actos en sus variantes castigos como saldo de cuentas. ))Soy íntimo amigo de la familia mencionada anteriormente y tengo interés en saber las causas que motivaron al desgraciado Víctor á tomar tal determinación (si lo tenéis á bien) y con es- pera de ser complacido, si el Padre lo permite, queda tuyo afee- tísimo y querido hermano, Yieente Martorelh. II Mucho me interesó la carta que he copiado íntegra y en cuanto tuve ocasión oportuna pregunté al guía de mis trabajos y el espíritu muy complaciente me dijo así: III «Hacéis bien en preguntar, porque os conviene mucho es- tudiar y aprender para después enseñar. »Víctor y su padre son dos espíritus de larga y terrible his- toria, están unidos por un amor inmenso, especialmente el pa- dre ha delirado siempre por su hijo. No siempre ha tenido el mismo parentesco, pero sí los ha unido siempre un cariño in- menso. Víctor, en una encarnación fué un gran sacerdote déla religión pagana y su padre de hoy, era entonces una hermosa sacerdotisa que adoraba al gran sacerdote y le ayudaba á llevar á cabo sus matanzas de cristianos arrojándolos á los circos, don- de eran devorados por las fieras, y los dos, aparte de su celo religioso, gozaban con ver agonizar á los infelices cristianos; eran los dos, crueles y sanguinarios por instinto y rivalizaban en inventar tormentos para martirizar á los mártires del cris- tianismo. El gran sacerdote y la hermosa sacerdotisa se hicie- ron célebres por su crueldad, pero todo tiene fin, y la existencia de aquellos monstruos la tuvo también, y entonces fué el cru- gir de huesos y el rechinar de dientes; entonces el gran sacer- 40 LUZ Y UNIÓN dote se vió perseguido por sus innumerables víctimas, y la sa- cerdotisa también. Mucho tiempo estuvieron sufriendo en el espacio, hasta que aconsejados por sus guías se decidieron vol- ver á la tierra siempre juntos á comenzar el Saldo de su terrible cuenta, y Víctor, el hombre poderoso y temible ha encarnado repetidas veces, y ha sido sordo mudo, y ha estado ciego y pa- ralítico, ha pasado por idiota, y su padre de hoy siempre le ha ayudado á llevar su cruz, y en esta existencia, Víctor ha sido un gran medium vidente, y se ha visto rodeado de sus víctimas de ayer que le amenazaban sin piedad y cuando corría como un endemoniado era porque veía á sus perseguidores que formaban un estrecho círculo en torno suyo, y él pugnaba por abrirse paso y romper aquel círculo de hierro candente, y cuando por último se arrojó al canal fué huyendo de sus víctimas, pero su carrera será eterna, pues aunque todo tiene fin, el tormento de Víctor durará muchos siglos, por eso se puede decir que su ca- rrera será eterna, tanto tiempo le durará su expiación, porque el que goza martirizando á sus hermanos, el que se deleita con prolongar su agonía, ese es más responsable de sus actos y me- rece castigo más severo, y su padre de hoy, como le quiere tanto, padece horriblemente viéndole padecer; he aquí el por qué de las carreras desenfrenadas del pobre Víctor, huía de sus víctimas, y como se puede decir que vive en turbación conti- nua, él se cree vivo y corre... corre... para verse libre de sus verdugos; pero éstos, implacables, le persiguen dominados por la venganza, por la desesperación, y cuanto más aturdido le ven, más redoblan sus esfuerzos para no dejarle un momento de reposo. Compadeced á ese desdichado que en su carrera eterna sufre todos los dolores imaginables, y compadeced tam- bién á su infeliz padre que vive sin vivir.—Adiós». IV ¡Qué narración tan triste!... ¡desgraciados de aquellos que gozan con el dolor ajeno!... ¡cuántas responsabilidades adquie- ren!... ¡cuánto tiempo pierden encenagados en el mal! Cuando la vida es tan hermosa procurando el bien de nuestros semejan- tes, que aunque uno sea muy pobre y se vea muy desvalido, si eleva su pensamiento y procura emplear todos sus esfuerzos para aliviar la suerte de algún menesteroso y consigue enjugar algunas lágrimas, con qué placer dice al entregarse al descanso: ¡Gracias, Dios mío! hoy mi paso por la tierra no ha sido estéril. revista espiritista kardeciana 41 Yo te pido tuerzas para emplearlas mañana en servir de Ciri- neo al que no pueda con el enorme peso de su cruz; y el sueño de aquel sér es dulce y tranquilo, porque vive en la luz, y la luz ¡es tan hermosa! ¿cómo no ha de serlo? si en la luz irradia la mirada de Dios! Amalia Domingo Soler. La Justicia Divina al alcance de todos «Y al pasar vió Jesús un hombre ciego de nacimiento; y sus discípulos le preguntaron: Maestro, ¿qué pecados son la causa de que éste haya nacido ciego, los suyos ó los de sus padres? Respondió Jesús: No es por culpa de éste ni de sus padres, sino para que las obras de Dios resplandezcan en él». (Juan, c. IX, V. 1, 2 y 3). Que vean moralmente las religiones positivas la perspectiva que pre- sentan esas palabras que transcribimos del Texto Evangélico, á las que vamos á ver si podemos hacer algunas observaciones para satisfacción del lector y para que la verdad en este tema, como en todos los que venimos tratando, pueda quedar demostrada. Faltaríamos á un deber sagrado si èn un punto tan interesante y tan necesario de aclarar lo dejásemos de hacer. Es de necesidad hacer luz sobre esos puntos, que aunque ellos por sí • mismos se declaran, no quieren comprenderlo así los que se obstinan en mantenerse en las tinieblas, ó sea en no querer ver la luz, aunque ésta se presente á su vista. Esos son los ciegos voluntarios, los que «tienen ojos y no ven», como dice el Evangelio; esos son los «ciegos y guías de ciegos», que dice el Evangelio también. Pero Vamos á ver si nos podemos explicar. No se olvide, que dice el Maestro bien terminante que aquel hombre no es ciego por culpas suyas ni de sus padres, sino para que las obras de Dios resplandecieran en él. Pues bien; como las religiones positivas enseñan que las almas las crea Dios para que encarnen una sola vez, es la mayor aberración creer que en un sér humano, que bajo ese punto de vista nazca ciego, puedan resplan- decer en él las obras de Dios. 42 LUZ Y UNIÓN Porque ¿qué Dios sería ese que hiciera ó permitiera que uno de sus hijos naciera ciego? Y si así fuera y resplandecieran en ese sér las obras de Dios, sería porque sus obras serían caprichosas, y más que caprichosas monstruosas. Pero en ese caso ese Dios sería también un caprichoso y un monstruo, sin nada de justicia, sin ninguna regularidad en sus obras. Pero como está probado que Dios es infinitamente justo, infinitamente sabio, infinitamente poderoso, infinitamente bueno, con todos esos atribu- tos infinitos es imposible que Dios, creando las almas para que encarnen una sola vez, se equivoque tanto y haga ver con sus obras que es todo lo contrario á lo que está probado, permitiendo que nazcan ciegos, mudos, cojos, mancos, tullidos y deformes. ¿A qué, pues, obedecería todo eso? ¿Y los que nacen con uno ó Varios miembros de menos en su orga- nismo? Y ¿toda esa diversidad de tendencias en la vida humana? ¿A qué obedece todo eso también? jOh, error de los tiempos! Y aún las religiones positivas se obstinan en que el error prevalezca sobre la verdad, en que la injusticia prevalezca sobre la justicia divina. Pues que para mostrar Dios esos cuatro atributos que dejamos consíg- nados, debe mostrar una rectitud en sus obras en que resalte la mayor im- parcialidad y brille la más excelente y soberana justicia. Y ¿resplandecería la imparcialidad y la justicia con esa desigualdad que hay en nuestra humanidad, que demuestra todo lo contrario, si sólo encar- naran una sola vez las almas en la vida humana? jAh! no ver en eso una solemne injusticia, es estar muy obstinados en volver la espalda á la luz de la verdad. Pero ¿cómo sacaremos, en consecuencia, la justicia divina con esas- desigualdades, con ese maremàgnum de desbarajustes que reina por todas partes del planeta que habitamos? ¿Cómo conseguiremos, pues, que en un ciego de nacimiento, como en un sordo mudo, por ejemplo (que no son pocos), resplandezcan las obras de Dios? Porque hay que tener entendido que para que resplandezcan las obras de Dios es preciso que resplandezca su justicia y su imparcialidad, como hemos dicho. Pero ¿cómo pueden resplandecer las obras de Dios en la vida de un hombre que demuestra una solemne injusticia? ¿Podrá verse mayor tor- peza? Sí, porque encarnando las almas una sola vez, y desde su origen, aca- badas de crear, nacer un hombre y muchos hombres ciegos ó mudos ó con REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 43 otros defectos desde el Vientre de su madre, eso demuestra, más que una injusticia, una estupidez dei creador de las almas. Porque para esos seres que nacen ciegos resulta que está de más la luz; como para ios que nacen sordo mudos está de más el sonido y la arti- cuiación de las palabras. Pero aún hay un punto que tocar, y éste es el más esencial para el caso ó tema que nos ocupa, esto es: ¿Por qué hay ciegos de nacimiento, que no han tenido probabilidad de instruirse, y no obstante resultan, algunos de ellos, grandes pensadores y hasta poetas? Y ¿cuántos sordo mudos no se ven que demuestran una inteligencia más clara, y más moralidad también, que otros que tienen sus sentidos y han recibido instrucción? ¿Qué significa eso? ¿De dónde les viene á esos seres desheredados, unos de la vista y otros del oído y del habla, esa inteligencia que otros, á pesar de sus sentidos, no pueden adquirir aunque cursen la instrucción? ¿No se ve con todo eso una baraúnda, un cúmulo de anomalías, que son capaz de volver loco hasta á los hombres más inteligentes y más pen- sadores que quieran resolver ese problema y no se fijen más que en una sola encarnación de las almas en la vida humana? Pero ¿quién sería capaz de resolverlo bajo ese punto de vista, aunque estuviera discurriendo desde los primeros días de su Vida hasta su muerte y aunque su vida se extendiera hasta un siglo? De ninguna manera puede resolverse ese problema con la singular vida humana que nos enseñan las religiones positivas; esas religiones, reminis- cencia de la sombra de los tiempos; esas religiones, que todas alardean de ser poseedoras de la absoluta verdad divina, y no obstante todas enseñan un cúmulo de errores y disparates, si bien unas más que otras. Es, pues, de imprescindible necesidad, para resolver el problema de la vida humana, acudir á otros medios más en armonía con la Verdad, con la moral y con la justicia divina. Esos medios son sin duda la sabia y consoladora ley de la reencarna- ción de las almas. Solamente de esa manera puede concebirse la justicia divina, en esos casos tan desiguales de la Vida humana; y solamente bajo el punto de Vista de la misma reencarnación de s almas, se halla la verdad en las palabras del pasaje evangélico que encabeza este capítulo. La justicia divina está, pues, en acción perpetua; pero esta justicia su- blime é inexorable, que todos los seres de la creación están sujetos á ella, no se impone á nadie, no castiga á nadie. Lo único que hace la justicia divina con su código sabio y regulador, es 44 LUZ Y UNIÓN señalar á los espíritus la línea de conducta que deben seguir para salvarse de sus efectos soberanos, producidos por los rigores de ella. Así si el espíritu cumple fielmente en los deberes que le estén desig- nados en la Vida humana, la justicia lo absolverá y lo premiará; pero si se desliza, sólo le recuerda su incumplimiento y lo deja, ó, mejor dicho, el espíritu se queda estacionado. Y cuando el espíritu culpable hace por fin su firme propósito de cam- biar la faz de su vida y en vez de volver al camino del error resuelve defi- nitivamente una nueva jornada por el camino de la verdad y del progreso,, entonces el mismo espíritu, desde el espacio, elige la índole de Vida que pueda serle más eficaz para que sus desaciertos de antes queden borrados. Y de aquí viene esa diversidad de pruebas y de calamidades, sin que Dios imponga castigos á nadie, sino que cada espíritu, al tratar de empezar su vía de regeneración, es el que se impone la reparación de sus faltas. Y en- tonces, como es natural, la misma justicia se le muestra benigna, premiando sus obras progresivas, sus obras de redención, lo mismo que á los que no hayan faltado nunca, que de éstos serán muy raros. Volviendo, pues, al caso del ciego de nacimiento, al cual hemos puesto de norma para el contenido de este tema, vamos á ver el significado de las palabras del Texto Evangélico, que refiriéndose á los pecados que eran la causa de que aquel hombre fuese ciego, dice: «No es culpa de éste ni de sus padres». Ya vemos, pues, que el Maestro se concreta á decir sólo eso; pero no dice que no hay culpa, pues de no haberla hubiera dicho que no era culpa de nadie; pero al decir ni de éste ni de sus padres, aunque se calla lo otro, indica que hay culpa; y esta culpa hay que buscarla en otra parte, pues ya se sabe que no hay efecto sin causa. Naturalmente, y tenía razón el Maestro, que aquel hombre que él tenía presente no pudo haber pecado antes de nacer, y tampoco podía sufrir aquella prueba por culpa de sus padres, puesto que nadie es responsable de faltas de otro. Y con esto queda también probada otra verdad que echa abajo un gran error religioso. Pero dice que es para que resplandezcan en él las obras de Dios. Con lo que prueba que aquella prueba era el efecto de una causa ante- rior; que allí resplandecía la justicia divina. Por lo tanto, si aquel hombre vino á sufrir la prueba de ser ciego desde su nacimiento y en él resplandecía ó se obraba la justicia, era porque, no el mismo hombre, pero sí otro hombre anterior, en el cual había estado encarnado el mismo espíritu, había cometido el pecado ó pecados que eran la causa de que el mismo espíritu, vuelto á encarnar, vino á sufrir aquella prueba como reparación. Y esa es de la manera que naciendo un hombre ciego no hay injusticia REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 45 en él, injusticia que hubiera habido en aquél si hubiera encarnado sólo aquella vez. Que medite el lector sobre estas observaciones y podrá ver si en ellas hay ó no algún viso de verdad, y si hay ó no alguna diferencia de esto á lo que enseñan las religiones positivas. Que analice, pues, el lector entre los dogmas religiosos y lo expuesto en estas líneas, y vea cuál de las dos formas es más ajustada á la razón y á la moral, y en cuál de ellas resplandece más la verdad y la justicia. Debe tenerse también presente que al paso que los tiempos transcu- rren y la humanidad va progresando y madurando más su razón, se van revelando verdades nuevas, mejor dicho, se van aclarando, porque ellas están reveladas; pero la luz de la verdad se va difundiendo de más en más, y ésta es la que facilita esclarecer las verdades que tan dudosas las hallan muchos, estando ellas de por sí bien claras, como hemos dicho antes. Todo está en que el hombre trate de penetrarse bien de ellas para in- terpretarlas debidamente. La reencarnación de las almas es, pues, la puerta abierta por el poder divino para que todos los espíritus, todos irremisiblemente, pasen por ella para seguir el camino del progreso. Y bajo este punto de vista, la justicia divina se muestra y está al alcance de todos. De ninguna manera podría ser así. De ninguna manera podría resol- verse el arduo problema de la vida de la humanidad, con una sola existen- cia de las almas ó espíritus encarnados, acabados de crear, como enseñan las religiones positivas. En este caso sería la injusticia no la justicia la que estaría al alcance de todos. Compare, pues, el lector. Sólo nos resta añadir que á nadie obligamos á que nos crea, sino sólo exhortamos á que lean, mediten y analicen para que puedan despejar la atmósfera de las dudas; y una vez despejado el horizonte que su espíritu necesita vislumbrar para orientarse en la marcha ó rumbo que debe llevar para sus progresivos fines, saber á qué atenerse. Cumplimos, pues, con un deber sagrado al hacer estas observaciones y advertencias, porque ésta es la causa que defendemos, y nada más. Con esto, digamos, cierra el Maestro su discurso sobre los signos que, indican quiénes son sus verdaderos discípulos, los verdaderos propagado- res de la doctrina predicada por él, los fieles, en fin, del verdadero Cris- tianismo. Una cosa es decir Señor, Señor, y otra el cumplimiento del deber con la práctica de las obras, con que deben distinguirse los verdaderos cristià- nos, los verdaderos adoradores del Padre celestial. La práctica de las obras de moral y de verdad, son las que demuestran quiénes son los fieles del Cristianismo, y la práctica .de las obras también demuestra quiénes son sus detractores. 46 luz y unión No son las palabras sino los hechos los que distinguen los verdaderos y los falsos adoradores del padre celestial. De nada sirve al hombre tener á Dios en los labios si en el corazón no siente lo que dice, si sus hechos contradicen las palabras. Los hechos y sólo los hechos de la moral y del deber, la práctica de las máximas y preceptos evangélicos, son los que hacen el verdadero cris- tiano. Ellos son los que redimen al hombre, y por ellos alcanzará su alma el privilegio de entrar en el reino de los cielos. Pero por mucho que reze, por mucho que cante, por mucho que ore y sin hacer por muchas ceremonias que haga, sin la práctica de las obras, la voluntad del Padre celestial, siempre estará estacionado en el dique del error, siempre tendrá obstruido el camino del progreso por los mismos obstáculos engendrados por él, siempre tendrá interceptado su paso por su negligencia en la práctica de las obras, por no saber cumplir con su deber. Las palabras sin las obras se quedan en el vacío y no hallan eco en el poder de Dios; mientras que la práctica de las obras esas son como la luz, se cuyo reflejo sube hacia el poder supremo, recibe un choque divino, enlaza cual áncora de salvación y de allí desciende sobre el sér que las practica como un rocío santo y consolador hacia su espíritu; y en vez de sentir cansancio ni fatigas, siente un alivio indecible y un placer inefable que conforta su organismo, da lucidez á su espíritu y en un momento arro- bador lo transporta á regiones desconocidas y le hace entrever las mara- Villas del infinito; allí donde moran los espíritus celestes, los que supieron luchar y vencer, los que sustentan los laureles de la victoria, los que expi- den los efluvios divinos de sus fluidos benéficos y regeneradores que sir- ven de alivio y consuelo á los humanos, los que sirven de égida poderosa para reducir á la humanidad. Vale, pues, más un hecho acorde con la verdad divina que cien y que mil palabras que estén desacorde con la misma. Faustino Isona. Los vivos y los muertos Pasando una vez el Cristo por el campo de las tumbas, encontró á un joven que estaba de rodillas y lloraba delante de una de ellas. Al verle, Jesús se compadeció de, su dolor, y aproximándose le dijo: —¿Por qué lloras? Volvióse el joven, y extendiendo la mano respondió: —Mi madre se encuentra aquí desde hace tres días. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 47 —No, hijo mío, tu madre no está aquí, contestó Jesús. Aquí sólo se ha depositado el último vestido que abandonó; ¿por qué lloras, pues, sobre un despojo inservible? Levántate y marcha; tu madre te espera. El doliente movió tristemente la cabeza y dijo; —No, esperaré aquí á que venga la muerte y vendrá; entonces, lo sé, iré á reunirme con mi madre. —jLa muerte espera á la muerte, y la Vida Va en pos de la Vida! No entristezcas con un dolor egoísta y estéril el alma de aquella que te ha precedido; no retardes su marcha hacia Dios con tu desesperación y tu inercia. Su amor vive aún en tu corazón, y no la habrás perdido si la haces vivir dignamente en él. En vez de llorar á tu madre, resucítala! No me mires con admiración, ni pienses que me burlo de tu dolor! Aquella cuya pérdida lamentas, está cerca de ti; uno de los velos que separaba vuestras almas, ha caído; queda uno todavía, y, separados sólo por ese velo, debéis vivir el uno para el otro; tú trabajarás para ella, y ella rogará por ti. —¿Cómo trabajaré para ella?,—respondió el huérfano;—ahora que está debajo de tierra, no tiene ya necesidad de nada. —Te engañas, hijo mío, confundiendo aún el cuerpo con el vestido. Ella tiene ahora, más que nunca, necesidad de inteligencia y de amor en el mundo donde vive. Tú eres la vida de su corazón y la preocupación de su espíritu, y ella te llama en su ayuda. Para tener el derecho de descansar, es preciso trabajar antes. Si no trabajas por tu madre, torturarás su alma. Por eso te dije: Levántate y marcha, porque el alma de tu madre se levantará y marchará contigo, y tú la resucitarás en ti si haces fructificar su pensamiento y su amor. Ella tiene un cuerpo en la tierra, el tuyo; tú tienes un alma en el cielo, la suya. Si esa alma y este cuerpo marchan juntos, tu madre revivirá. Créeme, hijo mío, el pensamiento y el amor no mueren jamás, y aque- líos á quienes creéis muertos viven más que tú si piensan, y más todavía, si aman. Si la idea de la muerte te entristece y te espanta, refúgiate en el seno de la Vida; allí encontrarás á todos aquellos que te aman. Los muertos son los que no piensan y no aman, pues trabajan para la corrupción, y la corrupción á su vez les consume. ¡Deja, pues, á los muertos llorar sobre los muertos, y vive con y para los vivos! El amor es el lazo de las almas, y, cuando este lazo es puro, se vuelve indestructible. Tu madre te precede, marcha hacia Dios, pero está encadenada á ti; y si tú te duermes en la pena egoísta, ella se verá obligada á esperarte y sufrirá. Pero yo te digo, en verdad, que todo el bien que puedas hacer le será 48 LUZ Y UNIÓN tenido en cuenta á su alma, mientras que si haces el mal, ella sufrirá vo- luntariamente la pena. Por eso te repito; si la amas, vive para ella. El joven, entonces, se levantó; sus lágrimas cesaron de correr, y con- templó la faz de Jesús con admiración, pues el rostro del Cristo estaba radiante de inteligencia y de amor, resplandeciendo la inmortalidad en sus ojos. Tomando al joven de la mano, jesús le dijo:. —Ven. Le condujo enseguida sobre una colina que dominaba la ciudad entera, y exclamó: —jMira el verdadero campo de las tumbas! Allá en esos palacios que entristecen el horizonte, hay muertos á los que es necesario llorar más que á aquellos cuyos restos yacen aquí, pues esos no descansan. Se agitan en medio de la corrupción y disputan su pasto á los gusanos; json semejantes á un hombre á quien hubiesen ente- rrado en vida! El aire del cielo falta á sus pulmones, y la tierra gravita sobre ellos. Están en las estrechas y miserables instituciones que han hecho para sí, como en las tablas de un féretro. joven que llorabas y cuyas lágrimas secó mi palabra, llora y gime ahora sobre los muertos que sufren aún! jLlora sobre aquellos que se creen vivos y que son cadáveres atormentados! A esos es á quienes hay que gritar con voz poderosa: jSalid de vuestras tumbas! jOh! ¿cuándo resonará la trom- peta del ángel? El ángel que debe despertar al mundo, es el ángel de la inteligencia; el ángel que debe salvarlo, es el ángel del amor. La luz será entonces como el relámpago que brilla en Oriente y que se ve al mismo tiempo en Occidente. i A la voz de aquél, el cuerpo del Cristo, que es el pan fraternal, será revelado á todos, y, alrededor del cuerpo que debe alimentarlos, se reuni- rán las águilas! Entonces el verbo humano, libertado de los intereses egoístas, se unirá al Verbo divino, y la palabra unitaria, resonando en el mundo entero, será la trompeta del ángel. Los vivos se levantarán, los vivos á quienes se habrá creído muertos y que sufrían esperando la liberación, y todo lo que no es muerto se pondrá en marcha é irá delante del Señor; mientras que las cenizas de aquellos que ya no son, serán barridas por el viento. ijoven, mantente dispuesto, y guárdate de morir! Vive para aquellos á quienes amas, ama á aquellos que viven, y no llores por los que han subido un grado más en la escala de la Vida; ¡llora por los que están muertos! Tu madre te amaba; te ama, por consiguiente, mucho más en este ins- REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 49 tante en que su pensamiento y su amor están libres de las barreras pesadas de la tierra. Llora por los que no piensan en ti y no te aman. Pues te digo, en verdad, que la humanidad no tiene sino un cuerpo y un alma, y vive doquiera se trabaja y se sufre. Un miembro que ya no es sensible al bienestar y al dolor de los otros miembros, está muerto y debe ser suprimido en breve. Habiendo dicho estas cosas, el Cristo desapareció de la Vista del joven, quien, después de haberse quedado algunos instantes inmóvil y como bajo la impresión de un ensueño, emprendió silenciosamente el camino de la ciudad, diciendo: «Voy á buscar á los vivos entre los muertos». Y haré bien á todos aquellos que sufren sufriendo con ellos y amándoles, á fin de que mi madre lo sepa y me bendiga en el cielo, pues ahora comprendo que el cielo no está lejos de nosotros y que el alma es al cuerpo lo que el cielo material es á la tierra. El cielo que rodea y sostiene á la tierra se abreva en la inmensidad, como nuestra alma se embriaga de Dios mismo. Y á los que viven en el mismo pensamiento y en el mismo amor, no se les puede separar nunca. E liphas Leví. La vieja A MI HIJA FURITA Muchas veces la he visto; es una anciana desterrada del mundo y de sus fiestas, triste caricatura de los años, que con su débil cuerpo puede apenas. ¿Amigos y parientes? Yo presumo que de esas dos palabras está huérfana, y si en el mundo descendientes goza, de sér tan desdichado no se acuerdan. Pasa la vida, si vivir llamamos al gozar del olvido y la miseria, en la entraña del monte, do las manos de otro sér infeliz abrió una cueva. Allí tiene su hogar y es su familia ■ un perrito muy fiel que no la deja; los pájaros nocturnos, los insectos, que á partir el escombro se congregan. Adornan su moderna catacumba unos haces de paja mustia y seca, 52 LUZ Y UNIÓN de lüz, una aureola brillantísima, y eres mi afán y guía en esta tierra; ruégale á Dios que de por terminada misión tan denigrante, tan siniestra. ¿Tú no dices, Purita, que es más justo el juez que da un perdón que el que condena? Yo también rogaré para que acaben calvarios tan atroces, pues si extrema es la actitud del malo, más activa ha de ser la del bueno en cosas buenas. Siento gran compasión cuando contemplo. al mártir de sus culpas en su cueva, y por grandes que fueran sus delitos, más grande es el sufrir que veo en ella. Esto escribí hace tiempo. Hoy, hija mía (1), de aquellos sufrimientos nada queda; en donde estuvo el antro y la desdicha se levanta una calle limpia, nueva. La vieja y su perrito ya no existen ni nadie los menciona ni recuerda. Aquel sér, peleando en el naufragio, con su tabla sutil llegó á la cuesta. Aquella que sin miedo y sin zozobra, marchando á su camino en línea recta impresionó mi sér, hoy en el cielo será un ángel de luz y gracia inmensas. Krainfort de Nínive. ¡Cuántas angustias! I ftSra. Amalia Domingo Soler. «Barcelona. «Estimada hermana: Empiezo por saludar á V., cuyo salu- do tendrá la bondad de hacer extensivo á los demás hermanos de redacción. (I) Fué mi hija en otra vida... La vieja que cito aquí ha existido realmente. Vivía en un cova- chón de la montaña, entre este pueblo y Beinmámet, á espaldas de un convento de monjas y donde hoy han abierto un cable. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 53 »Amalia: no quisiera molestar á V. en lo más mínimo, pero la intranquilidad y desconsuelo que reina en mi casa, me obli- ga á dirigirme á V,, por si por medio del guía de sus trabajos, me puede proporcionar algún consuelo, en particular á mi es- posa, que no cesa de llorar desde que ocurrió la terrible des- gracia que produjo la muerte de un sér que amábamos entra- fiablemente, y cuya historia es la siguiente: ))S6lo he tenido un hijo que desde que empezó á andar, no se quiso separar de mi presencia ni un momento; era un mo- délo de bondad; compartía entre sus amiguitos los juguetes y dulces que se le daban en casa. Yo, estaba tan satisfecho de sus caritativos actos, que creía que me lo habían de arrebatar de mi presencia. ))Llegó el día fatal; el 29 de Enero de 1906, á los siete afiós de edad. Estaba mi hijo con varios de sus compafieros jugando en una era cercana á mi casa; pasó un perrito y se mezcló en- tre ellos; mi hijo, como era tan amable, fué el primero en aca- riciarlo, y el resultado fué morder á él y á otro de sus compa- fieros. En el mismo día supe que el perro estaba hidrófobo, é inmediatamente me llevé á los dos lesionados á la capital en busca del remedio. El resultado fué que el 14 de Marzo del mismo afio, murió mi querido hijo en medio de la desespera- ción más espantosa que se puede V. imaginar; completamente hidrófobo, sostenido por cuatro hombres para que no se despe- dazara, llamándome sin cesar. »Mi corazón quedó lesionado al ver aquel sér que durante siete afios fué mi alegría y mi consuelo, siempre en mis brazos; tuve que rogar á Dios que le quitara la vida inmediatamente para que no sufriera más, siendo así que hubiera dado mi exis- tencia por la suya. »E1 otro nifio mordido se lo llevaron después á Madrid y curó radicalmente. ))Esta es la historia, querida hermana; historia que debe de le encerrar otra historia en el ayer, pero que yo no conozco, y suplico á V., por Dios, tenga la bondad de poner cuanto esté de su parte, con el fin de ver si se puede mitigar el dolor de éste s. s. s. q. b. s. m., S. B. B. II Dice muy bien el desolado padre, la historia de hoy, debe 54 LUZ Y UNIÓN encerrar otra historia terrible, y deseando dar luz á mis her- manos, me apresuré á preguntar al guía de mis trabajos sobre este episodio tan triste, y he obtenido la siguiente comunicación: III «Retrocedamos á la noche del pasado, y entremos en un castillo feudal, fortaleza defendida por gigantescas torres, por anchos y profundos fosos, por puentes levadizos y todos los medios de defensa que rodeaban á los castillos feudales. ))Tres hermanos eran los dueños de aquella suntuosísima morada, el conde de Asís, su hermano León y su hermana Valentina. El conde y León eran dos almas gemelas, se que- rían entrañablemente, teniendo las dos idénticos defectos, un orgullo desmedido, se creían los reyes de la tierra y trataban á su numerosa servidumbre como á esclavos, sus servidores no eran hombres, eran eosas; en cambio, Valentina era una santa, buena, sencilla, cariñosa, indulgente, tolerante, su servidumbre la adoraba de rodillas, en particular Luis, un joven que había jugado con ella cuando eran niños, cuando Valentina se enea- ramaba por los riscos y rodaba por las montañas seguida de Luis que siempre la sostenía en sus brazos. Nadie hacía caso de aquellos dos niños que crecieron juntos y que se juraron amarse eternamente, cuando un día se miraron y se ruboriza- ron sin saber por qué. Así las cosas, un día León le dijo á su hermano el conde de Asís: »—¿No sabes? Valentina y Luis se quieren. »—¿Y quién es ese Luis? »—Pues el encargado de nuestros perros de caza; yo los he sorprendido por la noche, hablando, ella asomada á una ven- tana y él encaramado en la copa de un árbol. »—¿Y estás seguro de lo que dices? »—Ya lo creo, como que he estado en observación varias noches hasta cerciorarme por completo. )) —¿Y nadie los ha visto? »—Nadie; sólo yo que velaba por nuestro honor. »—Pues hay que guardar la reserva más completa para evi- tar injuriosas sospechas, á él hay que hacerle desaparecer, sin producir el menor escándalo; hay que enviarle lejos, y estando lejos, mi fiel ayuda de cámara, Adrián, le hará ir más lejos aún. «Cuando hablaban los dos hermanos, pidió Luis permiso REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 55 para hablar con el señor conde; lo hicieron entrar en el salón, y dijo Luis: »—Señor conde, vuestro perro favorito lo encuentro triste, uraño, y no me gusta su aspecto. ))—Pues inmediatamente échale al cuello la cadena más fuerte, y te lo llevas á la torre del Norte. Adrián irá contigo, állí te estarás en observación á ver si se empeora, y si así fuera, Adrián y tú concluiréis con su vida. Luis se marchó con el pe- rro seguido de Adrián, que era el fiel servidor del conde, el cual le dió á Adrián las instrucciones necesarias, que no eran otras que. dejar encerrados en los subterráneos de la torre del Norte á Luis y al perro, y el tiempo se encargaría de hacer lo demás, dándoles alimento diariamente mientras el perro no se declarara hidrófobo. Pronto se desarrolló la tragedia; el perro lanzó horribles aullidos, buscó su presa y Luis murió rabioso algunos días después. ))Su muerte no causó la menor extrañeza, nadie sospechó el enojo del conde y de su hermano; Valentina fué la única que lo comprendió todo y pidió á su hermano que la dejara ser es- posa de Dios; el conde no quiso acceder á su ruego, temiendo que alguien sospechara la verdad de lo ocurrido, y Valentina murió de pena, diciendo antes á sus hermanos:—Que Dios os perdone el crimen que habéis cometido con un inocente. Yo os perdono y por vosotros rogaré en el cielo. »E1 conde de Asís y su hermano León no sintieron el me- nor remordimiento, se había salvado el honor de la familia, ¡sentir la muerte de un plebeyo! éste valía menos que el perro. Esto pensaban en la tierra; pero cuando en el espacio se encon- traron con que Luis era un espíritu de luz que se ofreció á ser- virles de guía en su larga y penosa peregrinación, ¡cómo cam- biaron de parecer!... tanto cambiaron, que volvieron ála tierra los dos hermanos, siendo el conde el padre, y León el hijo tierno y cariñoso que durante siete años ha vivido dichoso, ha- ciendo á la vez la dicha de su familia, hasta el momento que le mordió el perro y ha tenido que sufrir el dolor de los dolores, dominado por la más espantosa, por la más cruel dolencia, la ¡hidrofobia! Los nobles que ayer mataron sin compasión á un inocente que no había cometido otro delito que amar y adorar á una santa, hoy han saldado una de sus grandes deudas. Dile á ese padre desolado que no tiene derecho á ser dichoso, el que se regocijó pensando en la horrible muerte de un infeliz, que era un modelo de humildad; los que gozan con el mal ajeno 56 luz y unión tienen que ahogarse más tarde en el río de sangre que han de- rramado, y como no hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla, ese padre afligido, ya tiene una suma menos en su libro de Caja, y el niño lo mismo, que también gozó con el martirio del pobre plebeyo al que arrojaron ante una fiera ham- brienta como se arrojaba á los cristianos en el circo romano. ))E1 que mata gozándose en su obra, ese es doblemente cri- minal, y los nobles de ayer quedaron satisfechos de su inicua obra martirizando á un inocente.—Adiós». IV Triste es el relato que me ha dado el espíritu, pero de gran enseñanza, y la humanidad necesita para sus horribles dolen- cias, no de paliativos, sino de medicinas enérgicas; las heridas en vías de gangrenarse necesitan el remedio del cauterio; el fuego purifica, y eso necesita esta humanidad descreída y ma- terialista, adquirir el convencimiento que no todo acaba aquí, que hay la noche del pasado y el día tormentoso del porvenir. Amalia Domingo Soler. Comunicación medianímica Por supuesto, que no hay ser humano que pueda acordarse de unos cuantos siglos atrás, á no ser lo que los escritos han transmitido. Pues bien; hay que suponer que no todo lo acaecido se ha escrito, y lo que se ha escrito se ha podido interpretar muy desfavorablemente al verdadero hecho acaecido. Pues yo me propongo establecer concordancias precisas sobre los diversos estados vulnerados en aquellos remotos tiempos á que me refiero, y arrancar del sueño profundo de aquella noche larga y obscura, la verdad. Hay hechos y verdades que hay quien los sabe y recuerda, pero que no salen del archivo de la Naturaleza sino cuando se hace necesaria y precisa su divul- gación; fuera de estos momentos permanece siendo el secreto de las almas que tienen bajo su custodia confiada, la divulgación relativa de las causas y verdades sublimes que descansan en el conocimiento de unas leyes que están distanciadas de todo cuanto se reconoce aquí por leyes físicas y humanas. Hay un principio de ley que simboliza el estado de espíritu de un modo ter- minante y que está encerrada en una sola palabra, y ella lo dice todo, que es la siguiente: Ama á tu prójimo como á tí mismo, y asistirás al supremo consejo en donde se te darán á conocer los secretos del Creador de un modo ilimitado. Todo lo posible está al alcance del hombre y sujeto á su acción, una vez puesto en estas condiciones de espíritu. REVISTA ESPIRITISTA KAKUECIAKA 57 Pues amar á tus semejantes, es hacer por ellos todo lo que se quisiera que ellos hicieran por nosotros. De aquí se desprende también otro aforismo casi semejante al primero, aunque más superior, que es el siguiente: Si amas al próji- mo tanto como á ti mismo, en cambio amarás á Dios más que á ti mismo y más que á tus semejantes. Y amar á Dios más que á sí mismo es abdicar hasta cierto punto de su propia personalidad para hacer la voluntad de aquel que se ama más que á sí mismo. ¿Pero qué intención se podrá desprender de la idea de Dios al querer que se le ame más que á todas las cosas que se ven ó se conocen, ya estén revestidas de una forma especial, ya estén envueltas con el manto del más profundo miste- rio? No será seguramente la intención de dominar, ni la de imponer ó cohibir, nada de todo eso. Para aquel que ha llegado ya en estas altas condiciones de espíritu es que se ha remontado ya por encima de todas las formas materiales, se puede decir que está por encima de todo lo creado y va en pos de la adoración á la suma perfec- ción. Adora al Sumo Hacedor, á la inteligencia, voluntad y amor soberano, cu- yos atributos son la Trinidad perfecta que debe servir de orientación al espíritu en todas las fases de la vida en la tierra. Cuando se halla el alma en esta ventajosa situación, entonces todo lo espera de la vida, del poder y del saber. Entonces han muerto para siempre en él los recelos, el egoísmo y la desconfianza. Entonces no teme perder nada, por el contrario, todo lo adquiere. Porque, cuando se creía efectivamente tener, no te- nía, y cuando se creía poderoso, no poseía en realidad ningún poder. He aquí, por qué se debe amar á Dios más que á sí mismo. Una vez el espíritu ha llegado á este estado, el misterio se descorre, la po- sibilidad es ley, la ignorancia desaparece porque ya no es solamente una perso- nalidad, ya no es solamente uno, es uno con el Todo. Entonces ya arranca la es- plendente luz del misterio, luz purísima que irradia en todas las direcciones del infinito. Entonces, el día es eterno; ya no se nace ni se muere, ni se envejece ni se sufre. Su estado es inalterable porque está fuera de la ley de la materia; en- tonces se manifiesta como á un Dios en acción, entonces es un Creador. Ahora bien; modo de llegar á este estado, modo de conquistarlo, qué digo, no conquistarlo, esto no se conquista, se adquiere tan sólo: el considerar nulas las facultades personales y esperarlo todo del Todo. Entonces sí, que se debe ser reservado y culto. Ya no se puede decir más que aquello que es de la voluntad superior; y di- réis: ¿cómo distinguirse si somos inducidos al error? Mirad, el error es hijo de la desconfianza y la desconfianza engendra la idea de la personalidad con todos aquellos aparentes atributos de la inteligencia personal humana. Entrégase el espíritu con confianza completa y la lluvia de la inspiración cae- rá sobre él como cae sobre los campos, sin saber ni cómo ni cuándo. Esto es cuanto yo puedo anticiparos por hoy. Creed, seguid y esperad, y todo lo demás se andará. Este debiera ser vuestro primer paso hacia la entrada del gran templo del sa- ber, haciendo que vuestra alma lega en la historia de los primeros siglos del cristianismo, y hasta antes de su divulgación, la verdad se manifestaba enfermas misteriosas difícil de comprender por el vulgo ignorante y apegado á la materia. Seguid, seguid y amad y yo os acompañaré. No sabréis quien soy, porque es imposible. Me hallaréis en todas partes y hasta en las miradas más distraídas que podáis dar, y estaréis en mi compañía por más que os creyerais estar solos al no acertar distinguirme por separado. Sin embargo, yo soy la vanguardia de vues- tro propio sér, soy el puerto de salvación en el cual os acompaño silnnciosamen- te. No me comprenderéis porque soy por ahora incomprensible, soy la eterna inspiración. Yo he coronado á los santos, he dado forma y esplendor á los gran- des Maestros y he sepultado en los escombros del pasado todas las faltas, y des- pués he extraído de allí la tela que debía servir para formar las alas de mis ama- 58 LUZ Y UNIÓN dos queridos. Soy la causa y el efecto á la vez; los que me conocen jamás se pierden porque soy la conciencia universal y con mi acción repercute en todas partes. Todos me conocen y cuando me buscan apasionados no me encuentran. Soy la nota del músico, soy la espléndida belleza, soy el encanto de los cielos, soy la voz del tiempo llamando siempre, soy la eterna inspiración.—Adiós. Episodios de la guerra del Paraguay Vaticinios del teniente Chenant (De "El Diario", 19 de Diciembre de 1908) A instancias de su amigo el Sr. Francisco Seeber, el general Racedo ha des- rito el interesante episodio militar que á continuación publicamos: Era el 17 de Julio de 1866. Los paraguayos habían hecho con todo sigilo varias trincheras en un monte que corría hacia el potrero de Piris, para tomar con su artillería por el flanco á los ejércitos brasilero y oriental. Fueron sentidos el 15 y el 16 de Julio, resolviendo el comando quitarles aquella posición; se inició el combate sosteniéndose el fuego durante todo ese día y todo el día 17 y por la noche se sentían las descargas de cañón y fusilería y los toques de corneta. Las principales obras de atrincheramiento fueron tomadas por las fuerzas brasileñas, que lucharon con bizarría, replegándose los paraguayos al Boquerón. El batallón 2.° de infantería de línea, que comandaban el coronel Orma y el mayor Borges, había recibido reclutas que cartaboneados á ojo, por carecer de cartabón, fueron repartidos en sus diversas compañías. Después de la lista de tarde, la tropa encendía sus fogones, verdaderas ho- güeras, en que se quemaba leña sin economía alguna y donde los soldados hacían su comida en marmitas que llevaban consigo. Alrededor de cada fogón se sentaban seis y siete soldados, charlando, mien- tras se sazonaba la comida, de las novedades del día, comentándolas con la gracia característica que proporciona el concurso de ingenios en un ambiente de des- olación como aquel, en que se aparenta despreocupación é indiferencia por todo lo que sea dolor, tristeza y temor. El fogón se asociaba á sus concurrentes despidiendo lenguas de fuego á cada risotada ocasionada por algún chiste. El sargento Liendo, de la segunda compañía, tenía de compañero de fogón, entre otros, á un recluta llamado Fereyra, á quien le preguntaba la noche del día indicado: —¿Qué te parece, Fereyra, la vida militar? ¿Qué fogón tan vivo, eh? —Bien, mi sargento, sobre todo á esta hora en que estamos reunidos para merendar y tomar un mate descansado, oyendo los episodios que diariamente ocurren en las avanzadas y descubiertas. REVISTA ESPIRITISTA KARbECIANA 59 —¿Y qué tal te encuentras para quemar cartuchos sobre los paraguayos? —Pienso que bien, animado por el ejemplo que me darán mis compañeros veteranos. —El fuego del combate no se parece al de esta hoguera sino en que nos sirve de reunión, con la diferencia que éste nos procura el calor que el frío nos arre- bata y á su abrigo comemos el buen churrasco y el confortable mate, en tanto que aquél nos brinda la muerte ó dolorosas heridas, que si bien muchas son cu- rabies, dejan á veces al paciente inútil para toda su vida, ¿qué te parece, Pereyra, hay diferencia, no es verdad? —Sí, sargento, hay mucha, lo comprendo, pero no me aterra la posibilidad de morir en una refriega, pues somos casta de muertos; lo que sentiría es que una bala me dejara inútil con una pierna ó un brazo menos y regresar á mi casa en esta condición sin poder auxiliar á mi anciana madre de quien he sido el sostén hasta que me tocó en suerte venir á la guerra. —¡Bah! ya te estás quejando. —No me quejo, mi sargento; es que mi madre quedó desamparada y á pesar de eso al venirme me dió ia bendición, animándome para que me portara bien, y el recuerdo de esto me ha enternecido. En este momento interrumpió el diálogo otro sargento de la compañía pre- guntando á Liendo si había visto al teniente Chenaut. —Sí, respondió, me ha dicho que mañana se da para el servicio. Viene bien, parece curado de la locura. El teniente Chenaut sufrió en el campamento de las Ensenaditas un ataque de enagenación mental, por lo que se le envió á Buenos Aires, de donde curado del ataque, regresaba á su cuerpo. Pertenecía á la segunda compañía, de la que yo era capitán, y me profesaba al par que mucho cariño, sumo respeto. De regular alto, más bien delgado que grueso, ojos grandes muy vivos, nariz grande, aguile- ña, miraba provocativamente con la cabeza levantada, algo incoherente en la manera de apreciar las cosas. Tenía la manía de hacerse tirar las cartas con las adivinas en Buenos Aires y gastaba la mitad de su sueldo en esa afición. Era su- persticioso y creía de buena fe en la buenaventura que le daban las adivinas. La llegada de Chenaut fué festejada por sus compañeros y en especial por el capitán y oficiales de su compañía. Después de lista de ocho se hallaban reunidos en mi carpa, como de costum- bre, los capitanes Esteban Chausino y Miguel Molina, ayudantes Villalón y Juan Bautista Reyes y sub-tenientes julio Dantas y Francisco Boch, en agradable tertulia, hasta la hora de silencio, incorporándose á ella el teniente Chenaut, amenizándola con la relación de los incidentes de su viaje á Buenos Aires. Le pregunté si se había hecho tirar las cartas con las adivinas. —Sí, ya sabe mi capitán que esa es mi debilidad. —¿Y cree V. en esas brujerías? —Ya lo creo ¡ah!... me han dicho tantas verdades, que no puedo sino creer á pie juntos, que esas mujeres son seres sobrenaturales. —¿Cuántas veces hizo tirar las cartas? —Una vez por semana. —¿De manera que habrá aprendido á echarlas tan bien como las adivinas? 60 LUZ Y UNIÓN —Sí, señor. —Pues entonces, dijo el capián Molina, que nos dé la buenaventura á todos ios presentes. La moción fué apoyada por unanimidad. Chenaut se negó porque las cartas podían revelarle cosas que prefería igno- rar. No, no y no, dijo... y tras corto silencio exclamó: ¿No oyen Vds. eífuego sostenido que se siente á la izquierda? —Sí, dijo Villalón, hace ya dos días que lo sentimos y, ¿qué hay con eso? —Que si tiro las cartas, averiguaré lo que sucederá mañana, y me sería desagradable conocer de antemano el resultado, si él no es satisfactorio como lo deseo. —Le pido, teniente, sea complaciente y nos tire las cartas como lo solicitan los camaradas. —Bueno, capitán, por V. lo haré. Tomó Chenaut un naipe que se le ofreció, después de establecer el orden en qué tiraría la suerte, haciendo sucesivamente montones de cartas que ponía boca abajo y levantaba luego haciendo el gesto correspondiente al resultado que en ellas leía, y anunciándolo á cada cual; provocando en el auditorio toda clase de exclamaciones, según fueran ellos. En esta forma anunció que el batallón entraría á combatir al día siguiente y que el capitán Molina sería derribado por la explosión de una granada de 68, que reventaría á dos metros de su cara, pero que no moriría. Que el capitán Chau- siño saldría ileso del combate, pero que al día siguiente tendría una fuerte des- composición con calambres como si fuera cólera. Que el comandante Villalón desaparecería sin que nadie supiera qué se había hecho y que tendría un fin trágico. Que Reyes sería muerto. Que Bosch saldría ileso y que Dantas se comportaría con heroísmo como todos los compañeros, pero que sería herido en el rostro. Á esta altura de sus combinaciones, abatido por las revelaciones de las cartas, dejó el naipe manifestando que no seguía más. —No, ahora tiene que tirar las cartas á su capitán. — No, eso no me pida. —No le pido, le ruego. — ¡Pero mi capitán!... —No hay pero que valga. —Bendito sea Dios, así será. Hizo la combinación correspondiente y lleno de alegría se levantó dándome un abrazo porque ello le anunciaba que saldría salvo y sano del combate, dando con esto por terminada la sesión, á la que todos nos opusimos porque queríamos conocer el resultado que á él mismo le esperaba. —No lo haré, pues, ¿y si me anuncian que voy á morir mañana? —Entonces se dispone á hacer proezas de valor, distinguiéndose sobre todos sus compañeros; vamos, no sea flojo, le dije. —Es un sacrificio, pero lo haré. Tiró las cartas para sí y quedó muy satisfecho porque le advirtieron que sería herido en las carnes sin rotura de huesos. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA ei Se tocó silencio y cada tertuliano retiróse á su carpa. Amaneció el día 18. Seguía sintiéndose el fuego y se habían olvidado los vati- cinios de Chenaut. Serían más ó menos las 9 de la mañana cuando llegó un ayudante á la carpa de los jefes, con la orden del comandante de la división de ponerse en marcha hacia la izquierda. En cumplimiento de la orden, pocos instantes después, el batallón junto con el 3 de oro, que formaban la 7.® brigada, á las órdenes del coronel Orma, se puso en marcha, salvando á dos horas la distancia al lugar del combate. Llegados próximos al Boquete ó Boquerón, el jefe de la división, coronel Agüero, recibió orden de tomar la trinchera á la bayoneta y con tal motivo la 7.® brigada prosiguió la marcha. La batería situada sobre el atrincheramiento paraguayo de Tuyutí descargaba sus cañones sobre nosotros, produciéndonos bajas. La marcha se hacía por el costado del monte y la batería nos tomaba de frente. Momentos antes de entrar al Boquete explotó una granada de 68 frente al capitán Molina, derribándolo, pero poco después se levantó y siguió al frente de su compañía. El Boquerón estaba situado á la izquierda del monte que costeábamos. La marcha se hacía por columnas cerradas por compañía, ocupando la cabeza el 2 de línea, y una vez llegados á la entrada del Boquerón mandó el mayor Borges variar de dirección por el flanco derecho, siguiendo nuestro movimiento el 3 de oro. Borges, puesto al frente, ordenó la carga, siendo herido poco después, y el batallón conducido por sus capitanes llegó á la trinchera donde se trabó una lucha encarnizada, sin resultado. Barridos por la metralla, la situación de los dos cuerpos sin refuerzos de refresco se hacía en extremo crítica, pero tenían que continuar la lucha hasta nueva orden. En este estado desesperante entró al Bo- quete el comandante oriental Fortunato Flores, y apercibido que nuestra mala situación crecía, porque los paraguayos habían llevado y aglomerado nuevos re- fuerzos, fué á manifestarlo al general Emilio Mitre. Mientras tanto, al pie de las trincheras el subteniente Dantas batía con entu- siasta valor la bandera del batallón, con lo que mantenía vivo el espíritu del cuerpo, y pocos instantes después caía herido de un balazo en el rostro, sin sol- tar la bandera, resistiéndose á entregarla, por lo que le fué arrancada por el capitán Teodoro García (hoy general de división), quien se la pasó al subteniente Bosch. El soldado Flores alzó á Dantas sobre su espalda y lo sacó del Boquerón poniéndolo á salvo y dejando estupefactos á los mismos enemigos con este rasgo de valor. El general E. Mitre, ordenó al comandante Flores, que él mismo llevara la orden de retirada á la 7."^ brigada, y este valiente jefe volvió al Boquerón á trans- mitirla. El capitán de cazadores Emiliano Saenz se me aproximó y me dijo contrista- do; «Eduardo, hay orden de retirarnos». 62 LUZ Y UNIÓN ¡Primera vez que el batallón iba á retirarse sin haber conquistado la victoria! No había otra cosa que hacer siuo cumplirla. ¿Cómo? No era posible, vence- dores siempre, hacerlo en una forma denigrante para nuestro justo orgullo. ¿Cómp retirarnos de aquel infierno donde el suelo estaba cubierto de sangre, fusiles, tambores, cornetas y cadáveres de los caídos en la lucha? ¿Cómo hacerlo sin quedar á merced del fuego del enemigo, parapetado en sus trinche- ras?... La orden debía cumplirse, y por ello después de breves consultas man- damos: —¡Fueho en retirada! ¡Faso atrás! En esta forma llegamos á la zona franca donde nos organizamos y salimos por el flanco, haciendo alto para descansar después de una corta marcha. Era ya más de medio día y no habíamos comido. Estando en esa parada vi al soldado Palacios, asistente del comandante Genaro Racedo, jefe del regimiento «Rosario», que venía á mi encuentro con un atado en la mano y contento, lleno de alegría, dijo al verme: —Aquí le manda esto el comandante para que se desayune V. y el subteniente Pedro Racedo. Mi sorpresa fué grande. ¿Cómo mi hermano nos enviaba desayuno si no tenía noticias de nosotros? —Dime, Palacios. ¿Genaro sabía que habíamos salido ilesos del combate? —Sabía ya toda la línea que los paraguayos los habían diezmado, pero el comandante dijo que por antipatía estaba seguro que nada les había ocurrido. —¿Por antipatía dices? —Sí, capitán, así le oí al comandante —¿No será por telepatía? —Se parece mucho esta palabra á la que oí al comandante. Me causó risa la ocurrencia. Nos dieron orden de regresar al campamento. — Una vez en él se pasó lista, y cuál sería nuestra sorpresa al notar que el vaticinio del teniente Chenaut se había cumplido. Molina, derribado por una granada cuya explosión debió ser á la distancia determinada, pues se le incrustaron granos de pólvora en la cara. Reyes, muerto por una bala que le atravesó el corazón. Villalón, desaparecido sin que se tuviera noticias de él. Dantas, herido en el rostro. Chenaut, en un muslo. Bosch y yo ilesos. Sólo faltaba, para que fuera completo, que al día siguiente enfermara Chou- siño, según el pronóstico, y así sucedió, siendo tan fuerte el ataque, con calam- bres, que creímos fuera un caso de cólera, del que salvó felizmente. Llegó la noche. El batallón había perdido la mitad de su efectivo; el jefe de la división, coronel Agüero, muerto; los jefes heridos; la oficialidad en su mayor parte fuera de combate. Un fuerte viento había despejado el cielo, en cuyo fondo límpido y azulado, las fulgurosas estrellas titilaban despidiendo tenues rayos de luz, oyéndose á intervalos el plañidero silbido del boyero; los fogones ardían nuevamente, pero no se notaba en su derredor ni la concurrencia ni la alegría de la noche anterior. Todo, en fin, era una manifestación de tristeza; y no es de extrañar esto, porque REVISTA ESPIRITISTA KAHDECIANA 63 la vida militar, sobretodo en campaña, vincula de tal manera, que cada uno siente como propia cualquier desgracia ó acontecimiento adverso y experimenta intenso placer en caso contrario, cual si se tratara de una familia y, más todavía, cree ver en las cosas que nos son propias, reflejadas también esas manifestaciones de unidad y sentimiento. Al fogón del sargento Liendo, sólo asistían éste, Pereyra y otro soldado. Atizaba el fuego Pereyra en actitud contemplativa, expresando sus facciones sumo pesar. —¿Qué tal el combate, Pereyra, en el que he visto con gusto que te has por- tado con distinguido valor?, preguntó el sargento. —Francamente, es algo terrible estar entre el estruendo del cañón y el silbido de las, balas, viendo caer á nuestros compañeros para no verlos más, y por lo que dice de mi comportamiento no ha sido más que mi deber, cumpliendo las órdenes de mis oficiales y llevándome del ejemplo de compañeros veteranos. —Y ahora, ¿qué me dices de nuestro fogón? — Que no arde tanto como anoche, que convidaba á la alegría; hoy lo encuen- tro como con pereza para arder, y las llamas taistes... —Es que extraña los compañeros caídos en la pelea. Tte. General Racedo. Los atletas del músculo y los atletas de la virtud En los países sajones y, por imitación, en todos los demás, se nota una afición al atletismo. En Junio pasado, el concurso atlético internacional de Londres alcanzó gigantescas proporciones. Se intenta reaccionar contra la evidente degeneración física á que hemos descendido. Pero no es de este modo cómo ello se conseguirá. El atletismo más bien será una fábrica de deformidades que un modo de alcanzar el perdido equilibrio de la organi- zación humana. La verdadera regeneración de la humanidad depende más de la moral que de la higiene. El atletismo romano no impidió la caída del Imperio; las virtudes de Zenón, debidamente generalizadas, la hubieran impedido. La primera condición para el resurgimiento de nuestra deprimida raza, es que nos hagamos atletas del altruismo, atletas de la virtud, llevando el peso de los principios morales, con toda la enorme mole de sus conse- cuen'cias, sin temor de que ellas nos aplasten. Ahora bien, una moral cuyos principios fundamentales de amor y de piedad no sean deliberadamente condicionados, nos lleva por el camino más corto al naturalismo, y en él es donde únicamente podemos hallar la ansiada regeneración. El «Centro Barcelonés de Estudios Psicológicos» avisa á todos sus hermanos que para el día 28 del mes de Marzo próximo celebrará, en su local social, calle de Ferlandina, 20, principal, á las 3 de su tarde, una velada literario-musical, dedicada á la memoria de la desencarnación de Alian Kardec. 64 LUZ Y UNIÓN Necrologías Por carta que nos dirige nuestro buen amigo y hermano D. Benedicto Salazar, nos enteramos de la desencarnación de nuestro querido y entusiasta hermano D. José Rosal. De dicha carta entresacamos los siguientes párrafos, que ponen en evidencia quién fué nuestro querido hermano: «En su última existencia demostró ser verdadero espiritista por todos concep- tos, pues á pesar de que hace años venía padeciendo la penosa enfermedad que tanto le hizo sufrir, nunca demostró sino resignación y satisfacción, viéndosele siempe contento hasta en medio de sus momentos de más sufrir; su agonía fué feliz, sin la más mínima sacudida ni gesto, quedando como si estuviese en sueño. »En nuestros ratos de conversación siempre decía (y lo ha cumplido) que tan pronto se diese cuenta de que estaba en la vida espiritual, todos sus esfuerzos serían para demostrarnos la realidad de la existencia del mundo de los espíritus y que haría todos los posibles para ponernos al corriente de todo cuanto Dios le permitiese hacer. »Por la relación siguiente verá V. que nuestro buen hermano, ha empezado ya á cumplir su promesa. »E1 día 9 por la tarde, á eso de las dos, fui á visitar á la familia y tan pronto entré en la casa, me dijo la viuda que me esperaban con inpaciencia, pues había tenido una revelación de su esposo, y, según él mismo le ordenó, no podían hacer nada sin estar yo presente. »Por la noche, y más bien por la madrugada y á la misma hora que ella tenía por costumbre levantarse para darle un vaso de leche (pues durante el día se alimentaba muy poco), dice que vió cómo una nubecilla muy bonita velaba un cua- dro que tenía en frente, y que le cubría de tal modo, que no podía ver más que el marco dorado y que esta nube pasaba de un lado para otro; en seguida notó (y sin siquiera haber pensado en ello) como que su esposo le decía, en su pensa- miento, que en un cajón de la mesilla que había en la cabecera de su cama, en- contraría, entre otros papeles, un testamento que él hizo sin decir nada á nadie y que en dicho documento le daba instrucciones de cuanto tenía que hacer, que se abriese en presencia de todos y con mi asistencia y que yo les diese lectura de él. «Inmediatamente procedimos á la operación, y, efectivamente, allí donde in- dicaba, y en la misma forma, encontramos el documento firmado por él y hecho con fecha del año 1904. »La viuda, y lo mismo los hijos, dijeron y aseguraron que no sabían nada y que nunca dijó él absolutamente nada, ni hablaron de testamento nunca; cuando murió tampoco pudo decir nada, porque se puede decir que le sorprendió la muerte, pues no ha estado en cama más que un día. »La misma noche del día que cesó, dice la viuda y la hija menor, que dormía en su compañía, oyeron tres golpecitos y que esto lo oyeron por dosveces; la primera vez lo oyó sólo la madre, y al preguntar á la hija si había oído y decir ésta que no, entonces se repitieron y lo oyeron las dos tal como los oyó la madre antes. »Esto demuestra que el espíritu tardó muy pocas horas en darse cuenta de su situación y en poder valerse, separado de la materia». El 24 del pasado Enero se efectuó en Capellades el entierro civil del niño Juan Mora, hijo del querido amigo y hermano Juan Mora y Riba. Acudió al acto nu- merosa concurrencia, compuesta de republicanos y espiritistas. Deseamos al padre del niño la resignación necesaria para sobrellevar la dura prueba de ver cómo parte para la patria verdadera un sér que había logrado hacerse amar por sus cualidades de inteligencia y bondad. BIBLIOTECA UNIVERSAL OBKAi^ PUBLICADAS [MISMO Ï ISFIBITI por . ALCJANDBO AKSAKOF Lst ¥iái ái (Ln, Survic) ** \» í̂" ^^ a ígjkbath Cada obra forma dos voluminosos tomos en 4.° mayor, letra del 12, en tela, con elegantísimas tapas alegóricas, cada uno 7*50 ptas. —En rústica, 6 ptas. IL AETU !PS p»*- <^h. lafoataial Álá FAÍB B1 LAS SOMBláS ' p«»- e. d fspfbaxck Cada obra forma un voluminoso tomo en 4.° mayor, letra del 12, en tela, con elegantísimas tapas alegóricas, cada una 7'50 ptas. —En rústica, 6 ptas. Á Últimos del presente mes se pondrá á la venta EL ESPIRITISMO Y LA ANARQUÍA por J. BOEVÉBY Obra llamada á causar la mayor sensación de todas las hasta hoy publicadas. CORRESPONDENCIA SSi'es. ISuscriptores que han satisfecho la suscripción de 1908 L. V.—Toa baja (P. R.) — H. C.—Abarán (Murcia) 8res. 8uscriptores que han satisfecho la suscripción de 1909 A. A. Sta. Pola (Alicante) R. M.—Blanes (Gerona) F. v.—Jaén M. M.-Id. id. L. A.—Valdepeñas E. L.—Sta. Cruz de Moya J. C.—Lérida (L Y.—Cádiz R. C.—Puerto de México J. P.—Gibraltar C. C. -Pontevedra F. R. S.—Benahavis (M.) Centro L. D.—Id. G. C.—Cabrillas (Salam.") L. A. G.—Evora (P.) M. R.^Id. A. Q.—Cuenca B. B.—Santander M. O.—Id. J. L. —Manila (Filipinas) J. Y. S.—Cindadela (B.) C. B — Arcos de Medinaceli B. T.—Enguera (Valencia) R. B.—Tharsis (Huelva) M. M.—Granjuela (Córd.") M. G.—Utrera (Sevilla) A. C.—Córdoba F. T.—Los Barquez (id.) E. P.—Marmolejo (Jaén) O. V.—Valencia M. dos S.—Lisboa (P.) M. G. V.—Id. (id.) A. E.—Pehuajó (B. Aires) V. O.—Madrid P. E.—Madrid A. M.—S. Juan de las A. J. A. - Kev West Flá A. B.—Barcelona F. P.—Benamargosa J. C. A.—Harnburgu N. F.—Cuenca M. T.—Iznajar (Córdoba) M. R.—Andújar J P -Id. C. G. V.—Capdepera (B.) Y. L —Cádiz A. G.—Cervià (Lérida) C. B.—Ceuta (Cádiz) R. G—Sta. Pola M. V. y M.—Barcelona V. A.—Lérida E. M.—Navaleno (Soria) F. S.—Los Gallardos (A.) A. F. G.—Lucainena (A.) F. R. — Loja (Granada) J. C.-Sabadell M L. A.—Id. (id.) C D.—Mula íMurcia) A. P.—Mazagán (M.) C. K.—Málaga S. C.—Verdelpino de H. J. M. D.—Ibucoa (P. Rico) A. R.—Barcelona J. Y.—Ceuta (Cádiz) J. B.—Aquinaliu F. C.—S. Martín (id.) J. D V.—Santander P. C.— Zaragoza A. C.—Cádiz F. P. V.—Villa do Conde C. Q. —Palència J. C.—Talavera de la Reina (Alcanza al 1." de Febrero de 1909) La Administración. ^STA Revista se ocupa de todos los asuntos que se relacionan con el Espiritismo; para ello cuenta, además de su cuerpo deKedacción, ^1 con la asidua colaboración de espiritistas de gran valía y con la protección de sus guías espirituales. Ve la luz, en cuadernos mensuales de 36 páginas, cubiertas inclusive, del 20 al 26 de cada mes y regala á sus suscriptores al efectuar el pago del abono, una obra espiritista cuyo valor no baja de 2 pesetas. PRECIO DE SUSGRiPCiÓN l España. 1 pesetas Por nn año. . ( Extranjero. i2 » Número snelto, 0'50 » CPAGO ADELANTADO) Los Sres. suscriptores al efectuar el pago de su abono se les pue- ga añadan 0*50 pesetas para el franqueo y certiñcado de la obra de regalo, de lo contrario tendrán que mandar recogerla en la ad- ministración, y los que la deseen encuadernada deberán remitir una peseta más. iiISTRUCCiOiiES Los Sres. suscriptores de España pueden efectuar sus abonos en se- líos de correos, sobres monederos ó billetes de Banco, siempre en carta certificada. Los del Extranjero en letras de fácil cobro, billetes de Banco de sus respectivos países cuyo valor les será abonado al cambio que obtengan el dia de su recibo. En los países en que tenemos corresponsales administrativos pueden efectuarse los pagos directamente á ellos dando conocimiento á esta Ad- ministración. Los giros á nombre del Administrador. La correspondencia á la REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Calle Cañón, 9, 1.°—Barcelona (Gracia) Obra de regalo para el presente año: La Verdad frente á frente del erroPj por Faustino Isona. Un tomo en 4.° de unas 240 páginas, en buen papel y esmerada impresión. Imp. de Carbonel) y Esteva, Rambla de Cataluña, 118.—Barcelona NUM. 3 SLMABIO: D. Mateo Badell Soler,—A Olivella.—Egoísmo, por D.® Amalia la juventud, D. Domingo por Salvador V. de Sellés.—Ideogenesis, D.® Natalia Urzúa González.—Lista por de suscripción.—Sobre la existencia del en el por D. César espíritu hombre, Bordoy.—Estudiemos, por D. Benito Rodríguez.—Lista de —Un minuto de infierno, suscripción. por Krainfort de Ninive.—Comunicación Enero recibida el 8 de de 1909 con motivo de la catástrofe de Messina.—El espíritu y la D. Francisco materia, Ríos.—Bibliografías.- por Ecos y noticias. Corresponsales Administrativos SIéjico.—José Salvadores, apartado 4024, D. F., particular, MEJICO.—Evaristo Ba- rrientos. Administrador del Panteón de ORIZABA Paerto-Bico. (Veracruz). —Faustino Ysona, CAYEY.—F. Vázquez Colón, médico MANATI.—Francisco I. Arjona, cirujano, Bertoly, 4 altos, PONCE. Cuba.—Adolfo García, Real, lo, MANZANILLO.—Delfín Roig y Rosell, Habana SANTIAGO 26 DE CUBA.—Eulogio baja, Infiesta, calle Cuba, 34, HABANA—Faustino de Calle Cuba, Serio, 27, HOLGUÍN.—Luís G. Domínguez, Calle Tacón, 91, CIENFUEGOS.—Arman- doj. Raggi, Apartado 17, CAIBARIEN.—D.® Rosalía Cabrera de BANES. Pérez, (Gibara), Bepúbiica de Colombia.—Petronila Hoyos, MEDELLÍN.—Manuel J. Pasaje Hernán L., Cortés, 9, BOGOTÁ. López Bepúbiica del Salvador (C. A.)—Luciano Cenedella, Dcor. de «La Nueva SANTA ANA. Luz», Bepúbiica Argentina.—B. Ballesteros, Sociedad Espiritista «Saenz —Genaro Cortés», ' Ragno, PEHUAJO. calle Crucero, 1166, BOCA (Buenos COCHEA.—Manuel-Torre&j^-SANTÁ'FE, Aires).—Pedro Iraola, NE- v"-"" ■''' - Bepúbiica de Costa Bica.—Pedro Pérez Molina, S. JOSÉ DE Islas COSTARICA. Filipinas.— José M.® Herrero, calle Brasil. Concepción, 177.—QUIAPO. —Agrippino Gómez Veado, Rua Municipal, n.° 3, CIDADE DO (E.stado de MURIAHE Minas-Geraes).—Joao Diogo Sá Barretto, DA CONQUISTA advogado, CIUDADE (Estado de Bahía).—Edla de Moarés Cardoso, San Ha- vrer, 132, RÍO Francisco DE JANEIRO. Bepúbiica JDominicana.—Aurelio León, SAN FRANCISCO DE Bepúbiica MACORIS. de Aicaragna.—Isidro de J. Olivares, 5 calle Bepúbiica Norte, 102, del MANAGUA Bcuador.—Antonio Safadi, Apartado n.° 464.—GUAYAQUIL. CARBONELL y Nuestras Fuerzas Mentales niodo de emplearlas con provecho en el comercio, la industria, las artes, los olicios, y en general en todos los actos y situaciones de la vida por Prentice Mulford Cuatro magníficos tomos encuadernados á. la americana. . 40 pesetas AÑO X MARZO DE 1909 NÚM. 3 D. Mateo Badell Olivella Al dar á nueátros lectores la noticia de la desencarnación de tan querido amigo y buen hermano en nuestro número del mes de Octubre del año próximo pasado, nos hicimos ya el propósito de dedicar á la memoria de este filantrópico hermano mayor espacio en nuestras columnas del que la premura del tiempo nos permitió en aquel número; aquella promesa que á nosotros mismos nos hicimos no la hemos podido cumplir hasta hoy, debido á que cada vez que hemos intentado cumplirla nuevos datos han venido á mostrarnos al amigo Badell más grande, más noble, más espiritista. Hoy nos van a permitir nuestros lectores que les presentemos á D. Mateo Badell no tal y como lo conocían los que lo tratábamos, sino tal y como era en su interior. A los 16 años se trasladó á la Argentina, en donde luchando, cayendo unas 66 LUZ Y UNION veces y levantándose otras, logró por fin establecer un comercio en Buenos Aires, base de su fortuna futura. Allí residió hasta 1898 en que agotadas sus fuerzas, trasladóse á España para recuperarlas; poco pudo disfrutar de este reposo, pues amigos íntimos de Buenos Aires le avisaron del estado de sus negocios allá y rogándole que sin pérdida de tiempo se embarcase si quería salvar su fortuna. Badell, llegado á la Argentina, comprendió la utilidad del aviso y evitó el ser víctima de los que había dejado al frente de negocios, magnánimo siempre los perdonó y aun les facilitó sus pero dinero para evitarles la miseria y el deshonor. Cansado por tantas luchas, realizó sus bienes y trasladóse definitivamente á Barcelona en donde, gracias á la bondad de su carácter, logró contraer amistades relaciones sinceras endulzaron sus últimos años, honrándonos nosotros en y que contarnos entre los que más le apreciaban. Dados los años que nos tratábamos, logramos á veces incidentalmente y á deducciones, conocer á fondo el noble corazón de Badell. Nunca vimos veces por su mano cerrada cuando de auxiliar á algún necesitado se trataba y esto mismo de nos hacía ser muy parcos en pedirle su apoyo para esta clase socorros, pues Badell siempre rehuyó el que su nombre constara para nada en ninguna lista de suscripción. En su testamento dejó varias mandas á familias necesitadas, que al ser entre- gadas por los albaceas han dado lugar para saber muchos de los rasgos de Badell; éste, como buen espiritista, hacía ei bien por el bien mismo y ocultaba á su á izquierda lo que daba con la derecha. Muchas son las familias pobres quienes desde tiempo auxiliaba sufragándoles el alquiler del piso en que vivían; á otras las socorría para que mandasen los niños á la escuela; en fin, sería tarea larga enumerar los hermosos rasgos de filantropía que constituían el fondo del carácter de Badell. Al Grupo «Amor y Vida», con cuyos trabajos estaba muy aficionado, le dejó una manda de 500 pesetas para que las emplease en bien de los pobres, lo que ha cumplido el Grupo á satisfacción de todos. D.^ Cristina Baiz, ni por un momento abandonó á su Su alma gemela, que querido enfermo y que compartía con él las tareas de hacer el bien, ha cumplido de viva voz religiosamente todos los encargos que tanto en el testamento como le diera su buen compañero de la vida presente y tenemos la seguridad de que continuará siendo para los pobres lo que fué Badell, un consolador, una luz que alumbre el calvario de su triste vida y un apoyo para que no desfallezcan. le Al los espíritu del que en la tierra fué tan bueno y noble amigo de pobres, rogamos no nos olvide en la vida de dichas en que ahora vive; le pedimos, en nombre de la amistad que nos profesaba, siga prestándonos la luz de su clara á señora D.^ Cristina Baiz le deseamos resignación para sobre- inteligencia; su llevar la ausencia del sér idolatrado, del compañero cariñoso de su vida y le en- carecemos siga sus ejemplos para que cuando Dios disponga de su vida pueda juntarse otra vez con Badell y juntos recorrer los mundos de luz á que están llamados por su bondad y práctica de la moral espiritista. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 67 Egoísmo I El egoísmo, hasta en amor es perjudicial; hace unos dos meses que un distinguido marino murió de muerte natural en su lecho, y su esposa, en cuanto le vió morir, cogió un revólver de su esposo, lo apoyó contra su corazón, salió el tiro y murió inmediatamente, siendo enterrados en la misma sepultura. El fúnebre cortejo llamó extraordinariamente la atención, porque no son muchas las mujeres que se matan por amor, y una jo- ven espiritista me escribió suplicándome muy encarecidamente, q|ue preguntara por el ayer de esos dos espíritus tan íntima- mente enlazados, que uno de ellos no ha podido resistir el dolor de la separación. Como útil estudio, he preguntado á mi guía, y he obtenido la comunicación siguiente: II «No siempre lo bueno es bueno; bueno es el amor en un justo medio, pero no llevado á la desesperación y al egoísmo. Esos dos espíritus, cuyos cuerpos reposan, ó mejor dicho, se disgregan en la misma sepultura, hace muchos siglos que van juntos y serían más felices, si ella fuera menos egoísta, si su cariño no fuera tan extremado, tan absorbente. En su encarna- ción anterior, la enamorada esposa de hoy, pertenecía al sexo fuerte, y era íntimo amigo del que fué su esposo últimamente. Eran dos amigos inseparables; ni uno ni otro tenían familia; tenían buena posición social y vivían tranquilos y hasta felices. César, que así se llamaba el esposo de hoy, era de un carácter apacible y risueño; en cambio, su amigo Luis, que fué la esposa de hoy, era meditabundo, uraño, receloso, y sólo con César se expansionaba, dominándole por completo con sus exigencias y sus desconfianzas... Eran, se puede decir, el día y la noche. César era el día, la luz, la esperattza, la certidumbre del placer; y Luis era la noche con su sombra, con sus recelos, con sus temores, con la desconfianza y la duda. Los dos sostenían vivos altercados, porque César decía que debían crearse una familia 68 LUZ Y UNIÓN y Luis le respondía que para él le sobraban todas las mujere» y las obligaciones que trae aparejado el matrimonio. Nunca estaban conformes respecto á ese punto, pero se querían tanto, que todos los días salían juntos y no se separaban más que para dormir atender á sus asuntos particulares. César conoció y para á una joven muy buena, muy honrada y muy hermosa; se enamoró de ella, jugando el todo por el todo, le dijo á Luis: y Estoy enamorado y me casaré dentro de tres meses; procura imitarme, busca mujer que te comprenda, formemos dos una hogares ya que tenemos lo bastante para atender á nuestras nuevas obligaciones y hagamos que nuestros hijos se quieran como nos queremos nosotros. Luis se quedó frío con la decía- ración de su amigo, pero ocultó su profunda contrariedad y trató de hacerse querer por la novia de su amigo, la cual, bue- na, franca y sencilla, le acogió cariñosamente, basta que fuera el mejor amigo de su futuro, pero Luis, no estaba conforme con aquel cambio, porque César, naturalmente, ya no era su com- pañero inseparable, prefería estar al lado de su prometida, y Luis concibió un plan abominable ayudado de su ayuda de cámara, un criado fiel que se había criado en casa de Luis; entre los dos decidieron labrar la desgracia de la novia de César; éste le sustrajeron una carta de su amada; el criado de Luis á imitó á la perfección la letra de ella y escribió una carta dándole cita á un amante imaginario; esta carta, Luis se la dió á César; diciéndole: Me interesa tanto tu felicidad, que he querido ave- riguar quién es la elegida de tu corazón; la que te engaña mi- serablemente, porque de noche, un hombre salta la tapia de su jardín y sube á su aposento, y otras veces ella le arroja una carta; de esas cartas, he podido adquirir una deteniendo á tu rival, violentamente; léela y convéncete de lo que son las muje- César leyó la carta, cayó en el lazo, é inmediatamente le res. mandó la carta á amada diciéndole que fuera dichosa con su su amante y que todo su amor se había trocado en el más profundo in- desprecio; y la joven tanto se impresionó con aquel insulto merecido, que se arrojó á un lago de su jardín, donde murió ahogada. ))César tenía tanta fe en la amistad de Luis, que no sospechó nada de su infame proceder, creyendo buenamente que su amada había muerto de vergüenza al ver descubierta su infide- lidad, y Luis, dueño absoluto del corazón de su amigo, vivió contento César no volvió á pensar en nuevos porque amores; pero poco tiempo gozó de su amistad. César murió joven, des- REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 69 engañado y triste; y Luis, aunque tarde, se inicuo arrepintió de su proceder, y su egoísmo quedó cruelmente porque vivió sólo castigado, martirizado por sus remordimientos, »Volvieron de nuevo á la tierra César y Luis. César ocu- pando en la marina un puesto distinguido, y Luis con la envoL tura de mujer enamoradísima de César, con el cual se unió con el lazo del matrimonio; pero como no merecía ser dichosa, haber lanzado la por desgracia de una mujer inocente, perdió á su esposo, y ella apeló al suicidio para sufrir en sufrió parte el dolor que su víctima. Su cariño egoísta destruyó los cimientos de un hogar en formación y ha deshecho, por necesidad, su dicha presente, porque el egoísmo no da más frutos que la destruc- ción, el goce no es lícito si no se asemeja al sol, que difunde su calor por toda la superficie de la tierra. Secar en un corazón las fuentes del sentimiento y que sólo quede de las fuentes un hilito de agua para un sér determinado, es un robo que se hace á la humanidad; el egoísmo es un ladrón que no lo castiga la justicia humana, pero recibe su merecido en el transcurso de la vida.—Adiós.» III Estoy muy conforme con lo que dice el espíritu: el egoísmo es un mal, aunque se le cubra con el manto del amor, y el mal, siempre será nocivo á la humanidad. Amalia Domingo Soler. Á la juventud ¡Oh Juventud, principio de más fecunda vida! Permite que salude tu advenimiento aquí. En sombra va la esfera del mundo sumergida. La aurora que esperamos, de ti surge encendida. ¡Oh espléndida promesa del sol: yo creo en ti! Cercadme por doquiera cual mar de tersas frentes. Cerrad me el grave paso, negad me el triste adiós. ¡Oh jóvenes brillantes, poetas esplendentes! cantad lo más divino del orbe y de las mentes: ¡cuando pulséis el arpa que escuche el mismo Dios! 70 LUZ Y UNIÓN Servid en áurea copa de la verdad el jugo. Mirad extravagantes ensueños con desdén. Romped de exquisiteces ridiculas el yugo. Cantad como cantaron Cervantes, Shékspir, Hugo. ¡Bajad y hablad al pueblo: Jesús le habló también! No os deslumhréis delante de espléndidas bengalas;^ —las noches son más negras después de la explosión. Mirad del firmamento los soles: ¡son escalas! Subid al Infinito con las potentes alas; con las sonantes liras de Yung y Flammarion. Regad con vuestras frentes nuestra labor sombría. ¡Que el Verso cumpla el grande y universal deber! A luchas y á problemas descienda la Poesía. El vate es una alondra que canta una alegría. Su cántico nos dice:—Mirad, va á amanecer. Del siglo en las entrañas entrad si queréis gloria. Tended vuestros oídos al humanal gemir. Cantad en los salterios, no lágrima ilusoria, ¡el trágico sollozo que sube de la Historia; el ronco mar que invade presente y porvenir! No suspiréis al arpa románticos lirismos. ¡Quejumbres femeniles! ¿Por qué ni para qué? Borrad esa sonrisa que anuncia escepticismos y es máscara que esconde cobardes egoísmos. ¡Bajad al vasto circo do sangra nuestra fe! No reneguéis del mundo por áspero que sea. No maldigáis la vida que amargue vuestro bien. Ante el que en santas obras las horas de oro emplea, la vida se engrandece y el mundo se hermosea; cubriéndose de ñores, el páramo es Edén. Si no sabéis más canto que el canto de las dudas, las tristes ironías de espíritu infernal, las de Pierrots beodos, las de Frinés desnudas, cerrad las torpes bocas, dejad las arpas mudas: No perturbéis el himno del Alma universal. Dejad los paladines en su Redonda Tabla. Dejad los peregrinos, los bardos, su laúd, los góticos castillos, las cántigas en fabla. Oíd al rudo obrero, ¡la tempestad os habla! ¡De un mundo de justicia cantad la excelsitud! Cantad al triste esclavo de ergástulas y glebas. Pulsad la concha mágica, la cítara de Anfión. REVISTA ESPIRITISTA KAHDECIANA 71 De las antiguas sombras alzad las urbes nuevas. Alzad las fulgurantes, deslumbradoras Tebas: Las Tebas del Derecho fundado en la Razón. Mientras soñando lindas princesas encantadas dormís en las alturas de torres de marfil, abajo en las tinieblas de crímenes pobladas, hay míseras mujeres de carne, no soñadas, que van de los viaductos al trágico pretil. ¡Arcángeles del verso, tended vuestras ¡Abrid las egidas! alas de oro que alumbran: huérfanos amparad! Hay y ancianos, comienzo y fin de vidas, que gimen entre sombras, que mueren desvalidas: ¡Cantad el alba nueva y el nuevo amor cantad! Huyeron ya los tiempos feroces... van si forzoso lejanos; mas es un día luchar luchad por la alta luz, con los que luchen de cara á los morid si tiranos; vencen tigres. Nerones, Dioclecianos... Los cielos verdaderos se ven desde la Cruz. Marchad al sacrificio sin pálidos temblores. La muerte son tres días de sombras el sér. De para entre ellas resucitan los santos redentores á vidas más hermosas y á mundos Todo ataúd superiores. es cuna: morir es renacer. Los hórridos sepulcros decid que están desiertos. En éter áureo flota la muerta Humanidad. Cantad esos mensajes de los llamados muertos y ya la Ciencia tiene por vivos y Primaverales despiertos... coros descienden:—Escuchad. Por uno y otro lado del túnel de la Muerte los muertos y los vivos trabajan con tesón por verse, por juntarse, por confundir su suerte. Ya al golpe de los picos vacila el muro fuerte. Ya viene el gran abrazo: ¡cantad la gran Canción! Los altos infinitos de mundos hierven llenos. De Américas celestes soltad la vela en Sed pos. Gamas y Colombos audaces y serenos. ¡A descubrir creaciones, á escudriñar sus senos! ¡Profundizad los cielos! gritad:—¡Aquí está Dios! Cuando tornéis al suelo misérrimo —las y alas mezquino empapadas en luz como Elohá,— cantad las maravillas del celestial camino. Cuanto cantéis entonces resultará divino. 72 luz y unión El porvenir del Arte, sublime empezará. Bajando á las profundas tinieblas va mi frente. Sus últimos destellos para vosotros son. Quisiera señalaros mejor el nuevo Oriente. Quisiera aleccionaros mi cítara muriente; mas todas sus lecciones se vuelven bendición. El día que me lleven mis pálidos hermanos al pórtico sublime del tribunal de Dios; cuando descienda al fondo de fúnebres arcanos, veréis que de la tumba se elevan unas manos: será para vosotros su silencioso adiós. ¡Oh Juventud, aurora y abril de nuestra vida! Permite que salude tu florescencia aquí. Cual hostia que del cáliz levántase encendida, la Humanidad en sombras de esclavitud caída, de tu radiante frente va á alzarse redimida. ¡Oh Juventud amada, salud: Yo creo en ti! Salvador Selles. 2 Febrero 1909. Ideogenesis RECAPITULANDO Si en el Universo no existe má,s que un ele- mento simple, indestructible y eterno, una fuerza ó actividad energética capaz de subsistir por sí misma, conservando su identidad á través del tiempo y del espacio, ésta ha de ser necesaria- mente el principio substantivo del espíritu. Manuel Pareja Medina. (N.° 8 de Luz y Unión). Las manifestaciones del espíritu, espontáneas ó provocadas por las fuerzas espirituales latentes en el sér humano, se multiplican en todo el mundo civilizado, llamando la atención de los sabios más eminentes y obli- gándolos al esamen científico de esos fenómenos qua quedan evidenciados esperimentalmente, aunque no se llegue aún al conocimiento de las leyes que los rigen. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 73 Las leyes que gobiernan el espíritu separado de la materia, nos son más desconocidas todavía que las que mantienen en íntima relación, en una vida activa, el espíritu y la materia. El idealismo de Hume, que identifica el proceso nervioso á los fenó- menos de la conciencia, da al idealismo antiguo un carácter positivista; así como la hipótesis mecanicista de Descartes, que radicaba el alma en la glándula pineal, toma una apariencia de realidad, ya que sienta como efec- tiva la existencia en nuestro cerebro de una fuerza directriz de la máquina humana. Esta idea llega á tomar un curso definitivo más adelante, mediante el análisis científico y filosófico. El materialismo y el esplritualismo se aproximan, quedando entre ellos, como lazo de unión, el sensualismo, que relaciona á ambos por medio de la corriente sensitiva é identifica el pensamiento con la acción nerviosa, pues conduciendo por los nervios sensitivos la impresión hasta el cerebro, hace entrar á éste en acción, promoviendo la diversidad de pensamientos, origen de todas nuestras acciones. El alma, al recibir las sensaciones por el proceso nervioso sensitivo, es impulsada á la acción y devuelve al mundo externo la energía recibida, convertida en actos voluntarios, mediante los nervios motores que están bajo la dependencia directa del alma. El sistema nervioso—sensitivo ó mo- tor—es entonces el vehículo que heva al hombre por el camino del pro- greso, con una marcha rápida ó lenta, según sea la fuerza nerviosa del individuo. Este mecanismo de las leyes físicas y biológicas, nos lleva al positi- vismo, relacionando los hechos físicos con los suprafísicos, por las leyes fisiológicas de nuestras fuerzas cerebrales; y conducen el raciocinio humano al terreno de las evoluciones, desde el mundo físico hasta el plano suprafísico, que da cima á las evoluciones de la materia. Si ésta no es más que un elemento simple y eterno, una fuerza energética capaz de sub- sistir por si misma, conservando su identidad á través del tiempo y del espacio, ésta ha de ser necesariamente el principio substantivo del espíritu. Herber Spencer, que desenvuelve la idea de la evolución progresiva de la conciencia, presenta el sistema nervioso como generador de la vida consciente; y considerando al hombre como un sér psicofísico que se adapta al ambiente en que vive, abre ancho campo á las ciencias morales y á las positivas. Dependiendo la Vida consciente ó vida psíquica del sistema nervioso, existe, evidentemente, afinidad entre ambas y relaciones íntimas que acu- san una transformación progresiva de las fuerzas ó energías materiales, en fuerzas inmateriales, psíquicas ó espirituales. Desde que la célula de la fecundación principia su elaboración, aparece 74 LUZ Y UNIÓN la Vida fisiológica, antes que la vida consciente, que sólo principia con el desenvolvimiento de los hemisferios cerebrales, los que, según la embrio- genia, no comienzan á formarse sino después de siete semanas de la vida embrionaria. Al principio de la vida extrauterina, suelen producirse algunos fenó- menos nerviosos; pero el sentimiento de la conciencia no principia sino hasta los últimos días del primer mes de la vida extrauterina, con el des- envolvimiento de los centros nerviosos de asociación. De suerte que todos los movimientos del recién nacido son reflejos. La vida sensitiva pasa por multitud de fases sucesivas, y la conciencia no se establece sino después de la evolución que ha puesto al hombre en condiciones de transmitir las impresiones. La fibra nerviosa no está completamente formada antes de la aparición de su meylina al rededor del cilindro eje. Flechsig ha hecho ver que las fibras sensitivas del telencéfalo no comienzan á formar su meylina hasta después de los siete meses de la vida intrauterina, y que no terminan hasta el décimo de la vida extrauterina, por lo cual es imposible, antes de este tiempo, la conducción de las impresiones á los centros de proyección. Sólo entonces principia el verdadero desarrollo del hombre, la vida inte- lectual y moral, la vida humana. Siendo las fuerzas físicas las generadoras de la vida suprafísica, hay entre ambas el paso de una evolución que escapa á la mirada científica; y como si el ojo humano, fatigado del examen, parpadeara perdiendo en ese instante el camino de la transformación, el hombre se paraliza, y en vez de reanudar el hilo de la vida siguiendo la ley natural de las transforma- clones que convierten una materia tosca y grosera en otra más sutil y de más excelentes facultades, comienza interponiéndose entre las dos puntas cortadas del hilo de la vida que asciende en la escala del perfeccionamiento universal, y coloca entre ellas el abismo de la muerte, asignando á ambas un origen antagónico, y funda, en consecuencia, dos sistemas filosóficos: el materialismo y el esplritualismo. Descartes, que admitía la conservación de la energía, merced á la co- rriente cerebral que opera el cambio de dirección del movimiento nervioso, y reconocía la hetereogeneidad del alma y el cuerpo, fué el fundador del esplritualismo moderno que reconoce en el individuo humano dos substan- cias diferentes: la espiritual y la material, unidas por lazos desconocidos, á los que da el nombre de fluidos nerviosos. Estos fluidos, para el Espiri- tismo, vienen á constituir una atmósfera envolvente del espíritu, mediante la cual éste recibe todas las vibraciones etéricas que son conducidas por los nervios aferentes, provocando en la atmósfera fluídica Un movimiento de re- percusión y dejando reflejadas en ella todas las imágenes de que el espíritu ha tomado conocimiento; lo que viene á constituir la conciencia individual. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 75 Dice Hoffding que la conciencia se forma por una actividad compren- siva, según la ley de relación. Condillac, que exagera las ideas de Loke y Hume, supone que los fenó- menos de la conciencia proceden de las sensaciones recibidas pasivamente del exterior. Niega lo que Loke llama el sentido interno, y atribuye al sen- tido externo todos los actos de nuestra conciencia. Manifiesta muchos puntos de contacto con Descartes, que había negado la conciencia á los animales, haciendo de ellos unos autómatas. El materialismo francés, apoyándose en los datos experimentales de la filosofía inglesa, va más lejos que Descartes y aplica al hombre las mismas leyes fisiológicas del sistema nervioso cerebral, mediante cuya actividad recibimos las impresiones del mundo externo y formamos nuestra con- ciencia. Holbach, Helvetius, Le Metrie y Diderot, tienen el mismo modo de pensar, en oposición á J. J. Rouseau, que reconociendo dos substancias diversas en el espíritu y la materia, hace diferencia entre las sensaciones y los pensamientos. El psicólogo Carlos Bonnet, critica severamente á Condillac, porque hacía derivar los fenómenos de la conciencia de una sensibilidad puramente pasiva, y sostiene que el hombre no es exclusivamente un sér psíquico ni físico, sino psicofísico; y que por lo tanto el pensamiento no puede pro- ducirse sin la acción de las fibras nerviosas, que, sin embargo, no se iden- tifican con el pensamiento mismo. Insiste en que para comprender bien las relaciones y formación de las ideas, no hay más medios que el estudio de los procesos mentales y de las condiciones fisiológicas de las fibras ner- viosas. Desde mediados del siglo xvm, hasta fines del siglo xix, vino un período de grandes investigaciones analíticas de detalle, y tanto en Ale- mania como en Inglaterra se realizaron grandes progresos en psicología y se comenzó á señalar la importancia de los fenómenos fisiológicos del cere- bro en la formación de las ideas, aunque sin arribar á conciliar los fenó- menos psíquicos con los fisiológicos; y aunque Leibnitz había insinuado esta idea, no se había llegado al análisis profundo de ella. Kant afirmó que la unidad del espíritu no se puede explicar por ninguna acción externa, y que sólo se puede llegar por la experiencia al conocí- miento de la ley fundamental de la vida psíquica. El antagonismo que el hombre ha supuesto, sin fundamento, entre el sentido interno y el externo, ha impedido los progresos de la psicología y retardado el establecimiento de un método realmente científico para estu- diar las relaciones naturales que enlazan al espíritu y la materia, y las leyes fisiológicas del cerebro que promueven ó retardan la actividad de la mente del individuo. 76 LUZ Y UNIÓN En busca del origen del espíritu ha recorrido todos los mundos sider rales sin acertar á encontrarlo; y complicando cada vez más el intrincado problema, ha llegado á declararlo insoluble. ¿Por qué los psicólogos, despojándose del falso prejuicio que asigna al espíritu un origen sobrenatural, no lo buscan en la naturaleza humana? ¡Cómo se simplifica entonces el problema de la Vida inmaterial del hombre, y cómo queda resuelto el del pensamiento! Entrando con Spencer en el camino de las evoluciones, llegaremos al punto en que la materia principia á transformarse en una substancia invi- sible que escapa al análisis científico. «El funcionamiento nervioso, desde el punto de Vista físico, dice Flam- marión, es una combustión de la substancia nerviosa que al arder produce calor. Desde el punto químico es una descomposición de la substancia nerviosa que pierde su grasa fosfórica y su neurina». Aquí principia la transformación de io material en inmaterial ó espi- ritual. Desde que en el Universo nada se pierde y todo se transforma, no se pierde la grasa fosfórica y neurina de los nervios, sino que da origen á fluidos espirituales ó fluidos nerviosos que vienen á constituir la atmósfera envolvente del espíritu, que es el vehículo que lleva á éste por el camino de su evolución intelectual y moral. Si la evolución sube de lo subconsciente á lo consciente y la materia en sus infinitas transformaciones avanza á su perfeccionamiento formando de día en día cuerpos más perfectos y de más brillantes facultades, ¿por qué negarle al espíritu su origen material? «¿Es rebajar la noción de Dios, piensa Flammarion, considerar el Universo como el desarrollo gigantesco de una obra única, cuyos pormenores se manifiestan bajo diferentes for- mas, cuyas potencias se traducen en fuerzas particulares distintas? La substancia primitiva ocupa los espacios sin límites. El plan de Dios es que esa substancia sea un día condensada en mundos en que la Vida y la inte- Hgencia desplieguen sus esplendores». «De la guerra natural del hombre y de la muerte, dice Darwin, resulta directamente el efecto más admirable que podamos concebir: la lenta for- mación de los seres superiores. Hay seguramente grandeza en considerar de este modo la vida y sus diversos poderes, animando en el principio algunas fases ó una forma única, bajo un soplo del Creador. Y mientras que ha continuado nuestro planeta describiendo sus círculos perfectos, según las leyes fijas de la gravitación, otras formas sin número, cada vez más bellas, cada vez más maravillosas, se han desarrollado y se desarro- liarán por una evolución sin fin». ¿Por qué, entonces, excluir el espíritu humano de la ley universal de^ transformaciones de la materia? REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 77 El filósofo Enrique Weber llevó sus investigaciones á resultados posi- tivos y fijó datos precisos entre las relaciones internas y externas; y el continuador de estas ideas, G. Teodoro Fechner, sostiene la teoría de que la materia y el espíritu están indisolublemente unidos. Sólo las fuerzas afines se unifican, y, por lo tanto, es innegable que entre el alma y el cuerpo hay afinidad de substancias. El espíritu humano, cuerpo de substancias desmaterializadas, que nace en el cerebro humano y vive de los fluidos nerviosos que constituyen su atmósfera, obtiene su completa independencia al romper el seno de la dura madre para lanzarse á continuar su vida en los espacios infinitos, y sigue allí evolucionando con una actividad siempre creciente. «El movimiento del cielo existe á causa de la generación continua de los seres inferiores», decía Aristóteles. «Las cosas materiales y las almas, dice Ebbinghaus, son parcialmente como dos tejidos hechos de la misma hilacha». «Entre el cuerpo y el alma, entre la materia y el espíritu, dice Fechner, no hay más que una diferencia de grados; una y otra son comparables al exterior é interior de un círculo». Hay entre la materia y el espíritu tan íntimas relaciones, que, recha- zando el dualismo de Descartes, aceptamos lá ley de continuidad entre la materia y el espíritu, la transmutación de fuerzas materiales en inmate- ríales ó espirituales. «Nos basta saber, dice Holbach, que el alma se mueve y modifica por las causas materiales que obran sobre ella. De donde estamos autorizados para deducir que todas sus operaciones y sus facultades prueban que es material». El alma, cuerpo de substancias desmaterializadas, desarrolla en el cere- bro una actividad siempre creciente y en armonía con el desarrollo del ■órgano cerebral, imprimiendo á sus movimientos una dirección voluntaria y consciente. Estos movimientos voluntarios que parten del cerebro, nos revelan la ■existencia de un cuerpo que actúa allí. «Me es imposible, dice Berkeley, concebir la idea abstracta de un movimiento, sin un cuerpo que se mueve». Todo movimiento que afecte nuestro sistema nervioso produce una Vibración sensitiva que va á repercutir al cerebro, en donde es percibida por el sér espiritual ó etérico que allí actúa, el que por un esfuerzo partí- cular estampa esa Vibración, aumentando así el cuadro de imágenes de su memoria, que constituye su conciencia individual. Hiepce de Sant Víctor ha demostrado que las Vibraciones luminosas podían almacenarse en una hoja de papel, en el estado de Vibraciones silenciosas, durante un período más ó menos largo, y prestas á reaparecer al influjo de ciertas substancias. 78 LUZ Y UNIÓN Las vibraciones no serán percibidas por el sér espiritual si los nervios transmisores no las conducen al cerebro; así los ciegos ignoran las vibra- ciones de la luz y los sordos las de los sonidos. Los cuerpos de materias más tenues oponen menos resistencia á la transmisión de las Vibraciones, y de aquí que una misma vibración etérica llegue á los cerebros en diversos tonos. La piedra y el acero que reciben idéntico choque no Vibran al mismo diapasón. Cada sér humano es un instrumento musical de innumerables y deli- cadas notas que despiden raudales de melodiosas vibraciones, cada una de las cuales tiene en nuestro cerebro un centro particular de recepción. Armonizar los sonidos formando una música rítmica y melodiosa para con- tribuir al gran concierto de la naturaleza, es la misión del sér espiritual que se llama hombre. El movimiento Vibratorio es constante en el Universo, porque hay en él constante actividad; y al cerebro son conducidas por fibras nerviosas todas las Vibraciones para ser percibidas por el sér espiritual si está en estado activo, en cuyo caso habrá sensación y las imágenes de nuestra memoria quedarán grabadas constituyendo nuestra conciencia. La armonía de sensaciones en los individuos se traduce, por la igualdad de corrientes vibratorias, en simpatías; y los sonidos discordantes causan las antipatías. La actividad del espíritu dentro de su atmósfera imprime la dirección á las vibraciones centrífugas que hallan eco en las atmósferas de otros seres en igual estado de desarrollo. Una vibración escapada de un cerebro puede ir á repercutir, á una distancia inconmensurable, en un cerebro apto para percibir aquella vibración lanzada al éter por el movimiento de una idea en ebullición. No de otra manera se han producido á un tiempo obras que encierran ideas sinónimas, por hombres desconocidos que viven á grandes distancias y que no han tenido ocasión de manifestarse sus pensamientos. Experiencias muy modernas han venido á hacer visibles esas ondula- ciones etéricas que son el vehículo del pensamiento humano, fotografián- dolas mediante un polvo muy tenue esparcido en el aire. El pensamiento es la visión del sér espiritual sobre las imágenes de su cerebro; y cuando la vibración etérica pone en conexión la atmósfera fluí- dica de un espíritu con la de otro, arqbos piensan igualmente, esto es, •tienen la misma visión de imágenes. Esta transmisión del pensamiento cons- tituye la telepatía. La revisión de las imágenes, estampadas ya en nuestro cerebro consti- :tuye el recuerdo; y la desaparición de ellas el olvido. • D. N[ercier, en La Filosofía del ¡siglo XIX, dice: «No hay un solo •pensamiento, ni aún la concepción genial, de la gravitación universal, que no vaya acompañada de una imagen cerebral». : : REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 79 Es evidente. Para que haya pensamiento es necesario que haya visión; y en el cerebro en que no hay nada que ver, no puede haber pensamiento porque no hay visión. Reasumiendo: El espíritu humano es un sér de substancias desmateria- lizadas, que nace y se fortifica en el cerebro, para continuar en el espacio su vida espiritual independiente cuando ya no puede vivir en su cerebro. Crisálida convertida en mariposa que surca la inmensidad en la vida de ultratumba que viene á constituir el «Reino Espiritual» de Cristo, ó sea «El Cuarto Reino de la Naturaleza». ¿Se encumbrará aún en la escala del perfeccionamiento universal? No cabe duda. Siendo el hombre un sér metaffsico, el estudio de la metafísica, ele- vada al rango de las ciencias naturales, se hace indispensable para llegar á conocernos. Natalia Urzúa V. de González. Susspipeión á favor de D." Adela DDuñoz Suma anterior 110'45 ptas. Domingo Cano, de Puigcerdà . 0'5Q » Grupo «Amor y Vida» 5 » Suman 115'95 ptas. (Queda cerrada la suscripción). Sobre la existencia del espíritu en el hombre Apuntes psicológicos Si el objeto de la Psicología es el conocimiento de lo que es el espirita; es decir, de nuestra realidad intima, de sus propiedades, de su modo de ser y ma- nifestarse en la vida, en sus relaciones con todo lo que existe, y queremos, en una palabra, llevar nuestro análisis á la esencia misma de lo que constituye nuestra realidad animica, claro es que iremos á buscarla alli donde sus propie- dades se manifiesten, donde dicha realidad pueda ser sometida al análisis, donde podamos sorprender sus funciones y apoderarnos de su esencia íntima para que científicamente podamos formar conocimiento cierto de lo que dicho espíritu es. Y como quiera que la observación más vulgar nos enseña que el espirita se manifiesta en la vida unido íntimamente con el cuerpo, formando entre ambos la naturaleza humana, he aquí que á dicha naturaleza hemos de 80 LUZ Y UNIÓN recurrir para conseguir nuestro propósito. Efectivamente, espiritu y cuerpo, íntimamente unidos entre sí y en admirable consorcio, constituyen la natura leza humana, de cuya idea general hemos de partir para el conocimiento del espiritu. Es el hombre una síntesis, un reflejo, un resumen de la realidad, un mundo en pequeño, un microcosmos en donde se reflejan las leyes generales del mundo (macrocosmos); pues por su espiritu, tiene relaciones con el mundo espiritual, dentro del cual es un individuo, y por su cuerpo las tiene con el mundo natural del que es parte integrante. Espíritu y Naturaleza, considerados, pues, como dos grandes seres, como dos inmensas esferas dentro de las cuales viven y se agitan con sus caracteres propios todos los seres espirituales y todos los natu- rales, tienen su síntesis y reflejo, tienen su microcosmos en el hombre, el cual expresa tan admirable consorcio con la palabra Yo. Significa, pues, el hombre con esta palabra, todos los estados de su orga- nismo dinámico, ya se refieran al cuerpo, ya al espíritu, y esto prueba la com- plegidad y dualidad de la naturaleza humana compuesta de ambos elementos, distintos aunque unidos. Cada uno de ellos expresará, pues, según su especial naturaleza, distintos caracteres y modos de ser dentro del hombre; unos que se referirán á su naturaleza espiritual y otros que tendrán su origen en el orga- nismo fisiológico. Pero estos dos elementos, espíritu y cuerpo, ó por otro nombre psíquico y fisiológico que conviven intimamente unidos y coparticipando el uno del otro en la naturaleza humana, forman ló que se llama la realidad psico física. Es de tal naturaleza, tan íntima la unión de estos dos elementos constitutivos del hombre, que no existe estado alguno en uno de ellos, por ínfimo que sea, que no tenga su eco en el otro; así es, que el análisis más atento no puede decidir sobre la naturaleza espiritual ó corporal de cualquier acto de la vida. Son todos psico físicos. T por esto sucede que el hecho vulgar del tic-tac de un reloj en la noche silenciosa nos impide concentrar debidamente nuestra atención sumida en el estudio; y recíprocamente los actos espirituales del pensamiento y del alma van acompañados de los correspondientes movimientos orgánicos y nerviosos de todo el cuerpo y especialmente del rostro, llamado por esto con razón espejo del alma. No debemos, pues, concebir ésta como algo vago, sobre- natural, ni extraordinario; lejos de esto, debemos observar que la vida del espíritu se manifiesta lógica y ordinariamente de una manera natural en el hombre, y abierto á las legitimas influencias del cuerpo y el mundo físico, con los cuales vive, no en guerra abierta, sino con perfecta consonancia y armo- nía, hasta el extremo de que aun en aquellos casos en que quiere separarse del cuerpo y recurre al suicidio, lo hace siempre obligado por motivos que le ofrece el cuerpo mismo y el mundo físico. Los actos psico-físicos, es decir, los actos de la vida humana se reducen á la sensación mediante la cual recibe el alma las impresiones del mundo exterior y el movimiento que determina el alma al recibir dichas impresiones. Sensación y movimiento constituyen, pues, todos los actos de la vida humana, y á ellos se reducen desde el más inferior y rudimentario de dicha vida hasta el más superior y elevado. De ellos son ejemplo el acto reflejo (poner las manos delante REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 81 cuando se cae) que es el más rudimentario de la vida de relación y los movi- mientos del rostro y de los ojos en las elevadas manifestaciones de la inteligen- cia. Esta sensación y este movimiento son, pues, los actos de la vida psico- física mediante los cuales recibe el espíritu las impresiones del mundo exterior y las devuelve á dicho mundo más ó menos modificadas. Debemos, pues, examinar lo que es la sensación, lo que es el movimiento y las condiciones necesarias para su producción en la vida; pues de este modo nos iremos acercando cada vez más á la concepción del espíritu en el hombre. Se entiende por sensación la modificación del sér sensible bajo la acción de un objeto exterior. Las condiciones orgánicas son las siguientes: 1.^, un objeto exterior en acción; 2.^, un organismo en estado de recibir la acción del objeto, y 3.°", fuerza ó medio común y homogéneo á ambos para que pueda comuni- carse la acción del objeto al organismo. Si alguna de estas condiciones falta, no se verifica la sensación. Asi, cuando se hace una fuerte ligadura en un brazo, y se aplica á la mano un hierro candente, nada se siente porque falta el poder de la transmisión; pero si se desata la ligadura, inmediatamente se arroja un grito de dolor que indica que se ha verificado la sensación; del mismo modo, si una campanilla no está en acción nada oimos, porque falta la primera condición, pero cuando dicha campanilla en acción se coloca en el platillo de la máquina pneumática lleno de aire, se oye indistintamente el ruido que produce. Si se empieza á extraer el aire se va amortiguando el sonido hasta que llega un mo- mento en que desaparece por completo, no obstante estar el objeto en acción y nuestro organismo en estado de recibirla, pues vemos moverse el timbre; pero falta la segunda condición, para que se verifique la sensación. Son, pues, mo- mentos rapidísimos de ésta, la impresión, la transmisión y la recepción en el centro nervioso correspondiente. La impresión en nuestro organismo es produ- cida por la acción sobre el de un objeto; dada esta impresión se produce en el órgano, la excitación, que es una serie de choques producidos en el órgano, que dan lugar al cambio de estado en el organismo, es decir, á la sensación. Veamos ahora si la sensación es contestación mecánica, ó efecto único de la excitación, ó si por el contrario hay en la sensación algo que no sea la excita- ción. Pretendemos que la excitación es necesaria, fatal é infalible y obedece á las leyes del determinisme mecánico. Creemos, por otra parte, que la sensación es individual, subjetiva y falible y no está ligada de una manera mecánica á la excitación. En efecto, la excitación se produce siempre, en todos los casos, de la misma manera; la sensación, por el contrario, se produce unas veces de una manera y ótras de otra, porque no depende sólo de la excitación, sino que también intervienen en ella el estado y espontaneidad del organismo, razón por lo cual cuando en dos sensaciones procedentes de la misma excitación se descubren caracteres contradictorios, se recurre de nuevo á la excitación para fijar los caracteres de aquélla mediante los constantes de ésta. Un ejemplo de lo que decimos se observa en el estudiante que lee un párrafo de la lección que quiere aprender, formándose asi un primer concepto de lo que contiene, con- cepto que por ser obscuro, es necesario aclarar, para lo cual repite la excitación, es decir, la lectura de dicho párrafo; esta segunda lectura le da un segundo concepto, que algunas veces tiene algo de contradictorio con el primero, y ne- 82 LUZ Y UNIÓN cesita para fijar de una vez el sentido de lo que estudia, leerlo una tercera y una cuarta vez, hasta que mediante la repetición de la excitación logra formar la percepción verdadera. No es, pues, la sensación contestación mecánica á la excitación, sino que es función á cuya formación concurren la excitación por un lado y la espontaneidad del organismo y su estado por otro; y si bien la excitación puede pesarse y medirse por ser resultado de acciones mecánicas físico-químicas, no pasa lo mismo con la sensación por ser imposible someter al cálculo matemático el estado y espontaneidad del organismo. Este empeño tenaz de pesar y medir la sensación por la excitación, ha sido causa de que se haya establecido la mal llamada ley general de la sensación que dice: «La sensación crece en progresión geométrica cuando la excitación aumenta en progresión aritmética». Esta ley, establecida por Weber, ha sido aceptada por muchos psicólogos, no obstante su notoria falsedad; pues ante todo y según hemos demostrado, la sensación depende, no de la excitación, sino del estado y espontaneidad del organismo sensible, espontaneidad y estado que exceden del cálculo matemá- tico; pruebas de esta falsedad son los casos que pueden citarse de excitaciones mayores que producen sensaciones menores en los cuales se rompe el mecanis- mo que establece la citada ley y aquellos otros en que excitaciones iguales producen sensaciones diferentes, pudiéndose llegar hasta observar distintos casos en que excitaciones diferentes producen sensaciones iguales; y esto no ya en individuos distintos, sino en el mismo individuo. Tal sucede, por ejemplo, con la broma que se da á un hombre de genio tranquilo y á otro de carácter irascible que producen sensaciones completamente distintas cuando según aquella ley debieran ser iguales; ó la que se da á un mismo individuo en oca- siones distintas que producen sobre él, según su estado, sensaciones completa- mente contradictorias. Falla la ley en estos casos, porque no se tiene en cuenta dicho estado espontaneidad, imposibles de calcular; pues no es una tabula y rasa nuestro organismo en donde se graban las sensaciones, sino un fondo vivo y sensible, como dice González Serrano (1), que no obedece á leyes mecánicas. Este mismo individuo que un día soporta con calma y hasta con gusto la broma pesada y de mal género que le dan sus amigos, no puede al día siguiente aguantar el más pequeño motivo de burla ó diversión, cuando según la ley fundamental debiera ocurrir todo lo contrario. La relación matemática que establece la ley de Weber falla en la mayoría de los cásos, y el equivalente mecánico entre excitación y sensación desaparece por improcedente. Pero aun suponiendo que la ley fuera cierta y que se calificase cuanto ex- no abrazarla dicha ley más que uno de los aspectos en que hay que con- presa, siderar á toda sensación el cuantitativo, porque el diferencial y cualitativo ha desaparecido, ó por mejor, decir, no ha sido tenido en cuenta en dicha ley. ¿Qué razones ha tenido Weber para prescindir de la cualidad de la sensación? ¿Cómo se va á pesar y medir esta cualidad por medio del equivalente mecánico de su ley? No debemos olvidar que toda sensación tiene un doble carácter afectivo instructivo y que á medida que la excitación aumenta, á partir de cierto límite (1) A^'éase Manual de Psicologia, de González Seirano. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 83 aumenta el primero y disminuye el segundo, sucediendo lo inverso cuando la excitación disminuye. Son éstos y otros hechos de tanto pero que el mismo Weber puso á su ley la corrección de que «sólo se verifica entre ios limites másimo y mínimo de la sensibilidad» como si fuera posible alcanzar dichos limites; porque ¿dónde está la linea media de la sensibilidad subjetiva? Para unos hombres es mayor que para otros, y aun para el mismo hombre es distinta según el medio, la excita- ción, la espontaneidad de su organismo y de su espíritu y según otros mil fac- tores que es imposible tener en cuenta. Ni aun con esta corrección es cierta la ■ ley en la mayoría de los casos; pues lo único que puede establecerse es la exis- tencia de una corelación indefinida entre excitación y sensación, buscando esta última siempre su equilibrio (1). ¿Qué nos dicen á fin de cuentas estas observaciones hechas contra el sentido mecánico de la ley de Weber? Que la sensación no encaja dentro de los limites mecánicos á que se halla sujeta la excitación; que la sensación excede dichos límites y que no se produce, según ellos, pues sufre trastornos, variaciones y saltos que indican un principio de espontaneidad y de libertad en el sér sensible. Vemos, pues, que á medida que nos acercamos al nudo de la cuestión, al corazón del problema, al vértice de la doble escala sensitiva y motora á que referimos la existencia del alma, ésta parece que realmente se deja entrever, medio oculta por las condiciones y concomitancias del proceso sensitivo y que en medio de las nebulosidades del mecanismo físico-mecánico que en el orga- nismo corporal se produce, aparece algún rayo de luz que alumbrando y des- vaneciendo las penumbras de nuestra inteligencia, nos deja adivinar el camino que hemos de seguir para llegar á aquel vértice en donde hemos de encontrar con su carácter especifico la realidad anímica. En efecto, si el movimiento emitido de nuestro interior es simplemente una contestación mecánica equivalente en cantidad y cualidad á la sensación reci- bida, como eco ó resonancia necesarias de ella, entonces el alma no existe; ese principio de espontaneidad y libertad, ese principio de individualización entre- visto en medio de las nebulosidades de la sensación desaparece: el alma, en fin, es un fantasma de nuestra imaginación y esa Psiquis no es ni más ni menos que un centro nervioso que recibe la sensación y la transmite íntegra obedscien- do á las leyes de excitación, á la manera de estación telegráfica que recibe y transmite el parte, ó . como caldera de vapor que arroja más ó menos presión según el carbón que en el hogar se quema. Entonces nuestra vida racional des- aparece, el alma es máterialménte pesada y medida y todos nuestros actos son necesariamente previstos como continuidad de la vida material y vegetativa. Pero si en el movimiento emitido del interior hay algo qué no esté en lo recibí- do, algo que sea distinto.de lo recibido, un impulso inicial, una modificación de los elementos de la sensación recibida combinados de un modo propio y carac- teristico, no tendremos más remedio que confesar que en su centro nervioso, en esa estación .telegráfica, en el vértice de la doble escala en donde termina la (1) Para un examen más profundo de las leyes de la sensibilidad, consúltese la Psicologiu Jisio^ lógica, Gonz^ltz-S^rv^ríOy-y Idu Teoria general de la sensibilidad, 84 LUZ Y UNIÓN sensación empieza el movimiento, hay algo que por exceder los limites de lo y mecánico no es mecánico, sino libre y espontánea. Si esto se confirma, confe- saremos la existencia de un agente en nuestro interior (la Psiquis, el espíritu), desatar que colabora con los demás al fin general y habremos llegado á tocar y el nudo del problema. Para ello veamos cómo se producen la sensación y el movimiento: existe, primero, una transmisión del exterior al centro; segundo, una elaboración de lo del centro recibido en el centro ó centros nerviosos, y tercero, una transmisión exterior. Pero la observación nos muestra que hay casos en que no se veri al fíca el primer momento como sucede por ejemplo en las ocurrencias y corazo- nadas, en las ideas súbitas y repentinas que nos acometen sin antecedente al exie- inmediato á que referirlas, centro y en otros mil casos en que sale del sean estos rior Ahora un impulso propio, caraeteristico y expontáneo. bien, hechos originados por impresiones almacenadas en nuestro sensorio, como opi- nan algunos psicólogos, ya sean debidos á dicho centro, es lo cierto que en éste y sobre éste existe un agente espontáneo que rompe y deshace con fatalidad del mecanismo que se ha querido establecer entre sensación y movimiento. El también sin el segundo momento, la elaboración en los centros, existe primero tal sucede el raciocinio, en la meditación, en el éxtasis y en mu- y tercero; en necesario en chos actos de nuestro pensamiento; pues sabido es que siendo éste esencia, estamos me- su aunque libre en su determinación, siempre pensando, Se aqui de la misma manera el mecanismo entre ditando, discurriendo. rompe lo exterior é interior del hombre, pues la energia de la Psiquis se agita con movimientos, cuya contemplación obliga al genio intuitivo de Víctor Hugo á de los exclamar: «Hay algo más infinito y más inmenso que lo incomensurable existe cielos; existe algo más hondo y más gigantesco que el fondo de los mares; del alma» (1). Por último, el tercer momento, la transmisión al exterior el fondo también falta cuando el hombre, bien por espirita de venganza, bien por estar celoso del completo dominio sobre todo su sér, bien por otras causas imposibles de tener en cuenta, domina sus impresiones y no las devuelve (2). (1) Véase Psicologia fisiológica, de González Serrano, pág. 152. llegar á este punto, surge con toda su fuerza la cuestión referente á la superioridad gerár- (2) Al ?ara dilucidar hasta donde sea po- quica de la función sobre el órgano ó del órgano sobre la función. se debilita ó muere, la sible esta cuestión, fijémonos en el hecho de que cuando algún órgano enferma, función correspondiente se aminora y hasta desaparece pareciendo corroborar este hecho la hipótesis efecto del órgano correspondiente. ¿Cómo se explica que el alma re- de que la función es un producto ó curado ór- cobre su función luego que el órgano queda curado ó suplido? Distingamos entre órgano y gano suplido. lesión del organismo se haya producido en la célula ú orden diferencial de En el caso dequeia dos casos: 1.° dicha célula ú orden células sirven á la función que se considera, pueden ocurrir que que se considera diferencial de células sean fácilmente sustituibles por otras adaptables á la función que la sustituible por otras. En el primer caso se nota desde luego independencia de la y 2.® que no sea función respecto al órgano; pues dicha función subsiste buscando é inquiriendo hasta que encuen- con su cosa no pasaría si fatalmente se ha- tra dentro del organismo órgano apropiado para ejercicio, que caso aún liase ligrada y dependiente fuera del órgano que Iq cumple. En el segundo podemos distinguir otros dos: a, que el órgano lesionado no se cure ni se reconstituya; h, que dicho órgano sane y se rege- nere y cure. puede buena lógica concluir en este caso que sea la función consecuencia ó efecto del a. No se en destruido, toda vez que si suponemos el caso de un artista que se quede paralítico, que le falte órgano el órgano para exteriorizar su impulso psíquico, no habrá desaparecido éste; sus geniales concepciones REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 85 De cuantas consideraciones preceden podemos deducir, que si la actividad de la Psiquis, hay sufrirla á agente espontáneo y libre (aunque condicio- que nado en su manifestación por el complexos del organismo y del medio en que se agita), también hay que examinar y determinar los caracteres propios de este agente libre y espontáneo. Mas desde luego podemos descubrir en el alma tres órdenes de fenómenos distintos: pensar, sentir y querer. En efecto, la obser- vación de nuestro interior y lo que vemos en los demás hombres nos dice que nuestra vida se produce constantemente desde la mañana á la noche en una serie no interrumpida de pensamientos, de conocimientos, de ideas que ya nuevos, ya recordados, ya adquiridos, durante el dia hacen que nuestra inteli- gencia esté constantemente ocupada en discernirlos, agruparlos y ordenarlos, discurriendo, pensando, formando, en una palabra, conceptos, juicios y racioci- nios, según los cuales se produce nues;.ra vida intelectual de un modo espontá- neo y libre. Análogamente ocurre con el sentimiento; pues á diario se despier- tan en nuestro interior nuevos sentimientos, afecciones y emociones; y otro tanto para con la voluntad, pues todos los días formamos nuevos propósitos y tenemos nuevas deliberaciones y resoluciones que son las bases del hábito y de nuestras costumbres en la vida, y constituyen la complegidad de nuestra exis- tencia voluntaria y libre que se resuelve en actos. Pero la misma observación nos muestra que no es nuestra inteligencia parte que piensa separada de parte que quiere y de parte que siente; sino que allí donde nuestra inteligencia ma- nifiesta su actividad, allí está también el calor del sentimiento y el impulso de la voluntad; de modo sobre el cambio que suponen estas tres fases de nues- que tro interior existe una percepción constante de ellas; es decir, que el agente espontáneo y libre, lo que hemos llamado la Psiquis ó el espíritu, tiene una percepción de sí, de su actividad, de sus estados y de sus manifestaciones; tiene, en una palabra, la conciencia de su vida, que es la propiedad de regir y presidir todos sus estados y manifestaciones, de ser y estar en sí y para sí y como atento y apercibido á cuantas relaciones vengan á afectarlo. No es, por lo tanto, el alma un agregado de elementos unidos entre si, ya funcionen unidos ó separados; no es una resultante de fuerzas orgánicas; no es la Rj resultante de ï\, y F3 porque si asi fuera, de la misma manera que los efectos y la energia de R¿ puede distribuirse en tres partes cuyas energías sean se producirán en su mente de la misma manera pero no se podrán expresar al exterior por faltar el órgano que lo cumplía. h. Organo curado, se dice, función recobrada; pero ¿quién recobra esta funcionalidad, el órgano ó Desde podemos contestar sin miedo, sin temor alguno á equivocarnos, que la función el espíritu? luego no ha desaparecido, sino que se repliega al interior habiéndose anulado en su ejercicio. No es el ojo el que ve, ni el oído el que oye, ni es la lengua el órgano que habla, ni la mano el que escribe. Quien ve, habla y escribe, no es ni siquiera el centro oye, nervioso, receptáculo de todas estas sensaciones; sino que es el sér en su unidad que tiene la propiedad de ver con el ojo, oír por medio del oído, hablar de la lengua escribir con los músculos de la mano, y especializar todas estas sensaciones por medio y en el centro nervioso, pensando con el cerebro. Si el ojo enferma, ó el oído se pierde, ó la lengua se corta, no por eso podemos ni debemos decir que ha perdido el alma las facultades de ver, oir y hablar, no; lo que ha perdido es la base orgánica, el medio, el aparato, el instrumento que cumplía dichos fines. Así se ve que cuando el órgano sana y se reconstituye, vuelve á cumplir su misión funcional; no porque sea el origen y la causa de ella (la lengua no es la causa de la palabra, el ojo no lo es de la vi- sión, ni el oído de la audición sino porque el impulso psíquico encuentra de nuevo el órgano á propó- , sito para su manifestación. 86 LÜZ Y UNIÓN Pj, Pj y Fj desapareciendo la R^, podría también la energia cnalitativa de la Psiquis desaparecer por distribuirse sobre sujetos diferentes; pero no sucede esto; nosotros bien sabemos que nuestros impulsos y determinaciones son nues- tros, sin que podamos desprendernos de ellos para distribuirlos entre otros varios. Nos sentimos como uno idéntico siempre consigo mismo é incapaz de perder nunca esta unidad é identidad de agente libre y espontáneo que supone la conciencia constante de todos los actos de nuestra vida. Ni siquiera es reduci- ble este impulso psíquico á.sus diversas propiedades; pues por encima de ellas, dirigiéndolas y moviéndolas como fuerzas propias que sujeta, emplea y domina para introducir en el mundo su iniciativa personal, el sér anímico piensa, siente y quiere sin que se reduzca ni disuelva en pensamiento, sentimiento ó voluntad. Podemos, pues, concluir diciendo; que la Psiquis, el alma, el espíritu en el Jiom- hre, es un sér de energía consciente y Ubre que obra por si mismo (aunque condicionado por el cuerpo), pensando, sintiendo y queriendo. César Bordoy. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 87 Estudiemos De las ideas generales expuestas en anteriores artículos se deduce re- cuerdan nuestros (si lectores), que no puede haber ciencia si no se funda en la ver- dad, y como la verdad es absoluta, la ciencia tiene que ser Es verdad única, eterna é infinita. que nosotros, lo mismo que las mentalidades más dremos superiores, no po- conocer en toda su plenitud y magnífico esplendor la verdad nuestra infinita, razón la pero presiente y por eso la estudia é admite investiga en la todas las Naturaleza, y demostraciones prácticas y teóricas que se conformen con los caracteres de la verdad que conocemos, permaneciendo en la duda cuando en nuestras conclusiones científicas encontramos motivo de duda ó de los En trabajos científicos negación. que se han hecho en la Tierra ha trando sucedido, la que no encon- relación necesaria entre los fenómenos naturales, ha tenido dividir los conocimientos que científicos en reinos distintos de la Naturaleza. En el reino inorgánico llegaron en último análisis á los caracteres de afinidades atómicas se confunden fácilmente que con las substituciones moleculares orgánicas; lo mismo sucede con otro reino casi inexplorado en la Tierra, en la vida ó esfera vital establece íntimas relaciones que entre lo órganico y lo elemento inorgánico, puesto que es el animador, el movimiento íntimo, atómico é intercelular de los se manifiesta cuerpos y poderosamente en la materia líquida, elementos gaseosa y fluídica, son porque indispensables para la formación de los cuerpos materiales nicos y la sustitución de inorgá- los plasmas de las células en los Por todo organismos. esto nos conviene la distinción de fuerzas que hemos establecido, de físicas, orgánicas y vitales, teniendo en cuenta, que la estas fuerzas, energía representada en está en razón directa de su tenuidad y sibiiidad representado por la y compenetración expan- en sus esferas propias de actividad. Hemos dicho que la fuerza ó fluido vital, como todas las demás camente hemos que admitido, tienen hipotéti- no realidad como elementos contrarios tos distin- á la fuerza y única, porque son estados distintos de esta fuerza contenida manifestada distintamente y en los cuerpos y en los séres. La fuerza única es la manifestación de la voluntad absoluta, causa de lo animadora universal, en el universo infinito. Así como nosotros sentimos demos y que nuestro sér se encuentra compren- animado de una fuerza zada, psíquica individuali- siempre idéntica á sí misma, en constante desarrollo, así también razón nuestra alcanza á comprender, que la causa animadora de todos los seres ha de el alma ser ó manifestación psíquica de un sér absoluto, sér infinito mismos y universal, y este por sus caracteres de infinitud y de tar indefectiblemente universalidad, ha de la única represen- energía y la suprema actividad del así como nosotros también Universo, representamos la totalidad de esa desarrollo de energía universal en' actividad, correspondiente á la universalización nos Profundizando que algo corresponde. más, encontraremos que la fuerza única manifiesta universalizada se en destellos de actividad total emanada de la substancia infinita larizándose entre sí particu- y adquiriendo los caracteres distintos y variables las que observa- mos en combinaciones atómicas de la materia fluídica másó menos condensada. 88 LUZ Y UNIÓN Estas fluideces fluídicas no se realizan por influencia directa de la fuerza única, porque son estados producidos su propia actividad en contacto inme- por diato con otras actividades que se presentan con las formas sublimadas del movi- miento interatómico, eléctrico, imponderable por su inmensa energía substancial. En estos primeros elementos atómicos, encuentran los espíritus la infinita divisibilidad del mundo ultramicroscópico de los fenómenos materiales, que para ellos representan fuerza sensible y apreciable para los organismos vivos capaces de sentir y conocer en las esferas donde el pensamiento se nutre de ideas y se de ser im- propaga como fuerza radiante que transmite á otros seres, capaces presionables por la luz de las inteligencias que animan las esferas de vida psico- física racional. Si medita bien y se estudia un poco sobre esto y otros muclios puntos tra- se tados, aunque aisladamente y sin método en los anteriores artículos, se verá cuán fácil y sencillo elevarnos á la Suprema causa y descender por relación de es causas á los hechos afectivos de la vida universal particularizada, deteniéndonos la esfera vital, última manifestación de caracteres físicos de la unas veces en vida solidaria de los seres en el Universo infinito, y otras anunciando una esfera superior y una actividad pensante ó psíquica que no tenemos inconveniente en considerarla los teósofos, de esfera ó plano mental, con la diferencia de como que, las actividades que se desarrollan y se influyen en las esferas donde se irra- en vir- dia el pensamiento, conformed los estados de conciencia, no se realizan tud de ¡a sublimación de la materia, sino por la ley de la existencia, que exige el desarrollo esencial de las formas materiales y de los seres animados que partí- cipan de todo lo esencial de la vida y de lo material de la forma; pues ya hemos dicho que entre todas las fuerzas, la fuerza vital es el resultado de la actividad solidaria de los seres que patentizan su existencia en la vida de relación. Así como el fluido magnético podemos considerarle como forma sintética de la fuerza vital á en los seres y en los mundos, así también debemos considerar la fuerza psíquica como expresión de la actividad desarrollada, cuyo agente pro- pulsor es la voluntad para la percepción y aceptación de las ideas propias y las que provienen de influencias exteriores. Naturalmente ésta fuerza promueve y exterioriza la actividad esen- que que cial representada en actos inteligentes, es muy superior á las fuerzas vitales, natu- orgánicas y otras de que nos hemos ocupado, pero como son de la misma raleza, al influirse recíprocamente, se modifican, se transforman y se sustituyen del mismo modo y por las mismas leyes que los elementos materiales en el cuer- el todos los po y en organismo y de estas recíprocas influenciaciones dependen fenómenos psicofísicos, que son del dominio de la ciencia universal y única. Por lo que ya llevamos dicho y lo que aún diremos, resulta: que por su causa de estados vita- origen de movimiento y por los efectos causales en las formas y les, todos los hechos en la Naturaleza Universal, son esencialmente psicofisicoSf todos los estados y formas del pensamiento, el cálculo y todo análisis así como racional teórico, son puramente hipotéticos, porque necesitan un supuesto, cpmo un antecedente, necesarios para desarrollar sus teorías y establecer raciocinio· llegar á resultados sin consecuencias más ó menos exactas, según se con- para formen con la proposición establecida. Esto sucede en todos los procedimientos REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 89 de cálculos y medidas, basados en supuestos puntos de unidad mente al desvanecimiento que conduce la del tiempo y del individual. espacio regulado según la operación Por esta razón, los espíritus que se comunican no estrictas pueden someterse á las y rigurosas prescripciones de los teoremas de la van directamente especulativos busca razón, en de la verdad científica partiendo de ellos mismos de sus propias observaciones, y y para establecer teorías sobre el no y la huma- sugestión, Magnetismo se encuentran con que la clave de estos buscar fenómenos ce debe en la Tierra y en los hechos que inconscientemente se todos han los producido en tiempos y particularmente en la época actual en ha que la inteligencia se perfeccionado y la vida de los seres racionales se ha tencia de las criaturas compenetrado y la exis- tiende á la unión de los intereses ficación materiales y á la identi- moral de los espíritus. La ciencia terrena se encuentra ya suficientemente informada fluido para utilizar el magnético siguiendo los procedimientos miento de la empleados para el comunicación perfecciona- mental, mediante aparatos físicos de para la las imágenes y de los sonidos producción como así mismo la á el descubrimiento sugestión distancia es revelado que á los magnetizadores modestamente científicos perfectamente equilibrados y para con arreglo á una conciencia néfico recta y á un fin be- para la humanidad. Mucho ha de contribuir á la aparición y dores, al saber perfeccionamiento de los que disponen de magnetiza- una fuerza radiante y contrarresta, espléndida, amortigua que contiene, y modifica según convenga á las fuerzas los inferiores de seres racionales de la Tierra, cuyo estado moral suele ser de gánico del or- sistema funcional de desarreglo los aparatos identificación de correspondientes á la unificación é las fuerzas que concurren al mantenimiento de lar la vida y colectiva en las familias particu- y en las asociaciones sociales. Tenemos también que ocuparnos, aunque del Tierra, ligeramente, microcosmos generalizando de la algunas ideas sobre el origen y funcionamiento de ganismos los or- y seres, relacionados con las fuerzas vitales cuenta de las y influenciaciones psíquicas, para darnos magnéticas de expontáneas é inconscientes la ma- ñera recoger, acumular y y dirigir estas fuerzas vitales para establecer lazos más ínti- mos, y anímicos, entre los habitantes núcleos de terrestres, formando concentración de fuerzas, primeramente de donde se irradian una colectividad éstas, condensadas de y actuando como un solo sér, sometido á la voluntades acción unidas de varias para un esfuerzo común en la dirección y aceptada. previamente convenida Para esto, se deben tener las necesarias individuales precauciones para las nes porque no deben imponerse magnetizado- y que no se dirigidas, cuando van mal puesto que cuando imponen son rechazadas siones producen perjudiciales, á las perturbaciones y debieran repul- que unirse y recíproco compenetrarse su mutuo perfeccionamiento, para y porque es un error el de somete considerar al se como autómata ó víctima sujeto que del que trata de La vida orgánica imponerse. y psicológica es, como hemos solidariamente ya dicho, establecida trascendental, está y no es fácil ó sin que ambos interrumpirla en otro y particularmente perturbarla sér, el que impulsa y comete actos premeditados é 90 LUZ Y UNIÓN inconvenientes sin la debida preparación y sin una intención sarta y sólo con el fin de producir el bien. Para remediar y evitar estas deficiencias en las personas poco acostumbra- das, pero de buena voluntad, ya diremos algo más adelante sobre la manipulación magnética en caso de debilidad y trastorno orgánico y para que con el gesto pueda influirse con más eficacia en la normalidad de las funciones orgánicas; en cuanto á la comunicación mental debe restringirse todo lo que sea sugestión, impuesta para fines particulares de especulación, porque sucede con las prácti- cas magnéticas su uso, lo que con el ritualismo religioso, que se acepta y se im- pone, por la influencia que las manifestaciones y formas externas ejercen sobre los sentidos carnales que transmiten en cada caso, conforme á la capacidad per- ceptora de cada espectador. El magnetismo como la religión, debe dirigirse siempre directamente al senti- miento para que, influyendo sobre la inteligencia, las voluntades se armonicen para los resultados prácticos que puedan recogerse y utilizarse como un bien humanitario. Como tenemos que rectificar muchos de los procedimientos que creemos más científicos y racionales, procuraremos estudiar los procedimientos más admisi- bles y perjudiciales que hoy se recomiendan empíricamente, y después de pro- bar la importancia del magnetismo que ha de salvar á la humanidad terrena de sus aflicciones y de sus padecimientos, trataremos de recomendar las prácticas más convenientes según los casos. Sucederá con esto lo que acontece con las aplicaciones eléctricas que em- pleadas como agente terapéutico producen algunos bienes y muchos males, pero aplicadas al bien y á la salud social difunden la luz y el pensamiento; propaga y perpetúa gráfica y afónicamente las ideas y las armonías; regenera la vida orgá- nica; rebaja los montes y desvía las corrientes; modifica la existencia social; prepara sif mejora y su redención solidarizando la vida y facilitando la existencia y prevée los acontecimientos venideros; todo debido á la inteligencia y á la vo- luntad de los pensadores de la tierra que aisladamente trabajan y producen. ¿Qué sucederá, cuando al influjo de muchas voluntades potentes unidas para el bien, utilicen las fuerzas superiores que unan las existencias y las mentalidades de to- dos los mundos habitados, siquiera sea en el ciclo de nuestro sistema solar? Benito Rodríguez. (Continuará) SUSCRIPCIÓN á favor de las víctimas del fanatismo que gimen en las cárceles de Canillas de Albaida. Suma anterior 27'90 ptas. J. Oliver Betria, de Mequinenza . 1 » Total 28'90 ptas. (Queda cerrada esta suscripción). REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 91 Un minuto de infierno Llora Italia la bella. La del Dante fallece patria de amargura. ¿Por qué lloras, hermana? ¿Por qué te veo mustia, tú siempre tan sangrienta y delirante, festiva, tan No próspera y lozana? aguardo que respondas, pues con el alma escrita veo tu respuesta con el sangre y exterminio por verdugo vil y subterráneo Proteo que ejerciera un minuto de bárbaro dominio. De la simpar comedia, DIVINA los célebres aquella que llamaron, leamos con la mente los cantos al infierno, y de Reggio y de Messina veremos la hecatombe descrita sabiamente. Un minuto de infierno, y, en los elementos lóbrego arrebato, juntos devoran la existencia á multitud de seres, á quien el mundo sonreía horas antes ingrato con gesto de inocencia. La costra del planeta abriéndose en el mar desquilibrado boquetes; el huracán tragándose la silbando tierra; sus cual trágicos música moletes, macabra del Un negro abismo en minuto de infierno... guerra. donde alzábase y del hombre majestuoso magnífico hoy sólo palacio, se divisa un Sahara tenebroso, que en su ira concibieron las fürias del Calabria espacio. y Sicilia vistiendo el deshechos negro luto, sus encantos en cavernoso Llorad, estruendo... sublime Italia, y paga el feroz tributo que el planeta te impone tus Un minuto joyas de destruyendo. infierno, y cambia de un manantial de vidas, improviso en báratro una laguna profundo; Estigia, lo que era un la luz paraíso; en negra sombra... son cosas de este Este mundo- mundo que al vulgo resulta incrédulo, tan perfecto, ignorante, tan lleno de lo más primores; que es sublimado de todo lo reinante, que para su uso propio dió Dios al sol Mientras surgen del fulgores. suelo blasfemias mientras gima y delire alaridos; y el viviente yo quisiera estar cementerio, cerca, curar vuestros heridos, y menguar de la muerte su criminal Si las alas del imperio. alma llevaran mi materia junto á esas platas rotas, ¡con llevaran qué gusto mis manos pan á tantos que el hambre la ya tienen y miseria prisioneros, y son nuestros hermanos! Mas ¡ay! que eso es tarea de Yo sólo á poderosa vuestro lado gente. dirijo el pensamiento, y son vuestras desdichas las mismas todas que mi alma y vuestras siente, penas son para mí un tormento. Krainfort de Nínive. 92 LUZ Y UNIÓN Comunicación recibida el 8 de Enero de 1909 con motivo de la catástrofe de xMessma Mis buenos y queridos hermanos: la paz de Dios sea con todos y su miseri- cordia nos ampare. Habéis asistido á la comunicación de una catástrofe inmensa; la humanidad se ha conmovido horrorizada al espectáculo sublime de la manifestación pode- rosa de las colosales fuerzas que actúan sobre el planeta para contribuir á su progreso y perfección; un grito unánime de dolor y simpatia ha resonado en todos los hemisferios; la condición latente en el sér humano, de caridad y fra- ternidad, se ha manifestado de un modo magnifico llamando á todos los habi- tantes á la comunidad de sentimientos que un día, no lejano, han de regir la humanidad uniéndola con lazos de amor en una sola, eterna, absoluta aspira- ción. La limitada existencia del humano sér, lo hace incapaz de poder apreciar los periodos de transformación á que está sujeto el astro que habita, pues ni aun la más remota historia, ni la más antigua de todas las transmisiones ha podido ponerlo en conocimiento de los grandes cataclismos que transformando la natu- raleza del suelo y las condiciones de vida, han transformado los seres mejo- rándolos en formas, afectos y constitución. No hay, no puede haber recuerdos de seres desaparecidos en su totalidad, de continentes extinguidos en absoluto, de civilizaciones perdidas hace miles de años, y sólo por la deducción poderosa de privilegiadas inteligencias, servidas por exploradores atrevidos, ha podido el hombre venir en conocimiento de par- te infinitesimal del modo y forma en que se han verificado las convulsiones geológicas que paulatinamente, en períodos milenarios, han ido transformando las condiciones de habitabilidad de la Tierra y la naturaleza de los seres que la habitan. Al encontrarse el hombre en posesión de leyes poderosas, en conocimiento de arcanos sublimes, y al medir la antigüedad de sus descubrimientos paleon- tológicos referentes á mirladas de siglos, ha llegado á creer que la obra de evo- lución, sino terminada, estaba próxima á su fin; engreído por la evolución del alma sobre la Tierra, y endiosado en esta creencia, más por egoísmo que por convicción, ha llegado á creerse el habitante último, definitivo, llamado á com- pletar con el poder de su inteligencia la obra del Divino Artífice. ¡Pobre y débil sér impuesto sobre una película tenue, sobre un abismo de fuerzas desconocidas que incesantemente obran su destino de perfeccionar trans- formando, de crear vidas extinguiendo existencias, de evolucionar mundos des- truyendo tierras! Cuando más confiado está, cuando más tranquilo reposa, es- tas fuerzas se manifiestan, la película se rompe y una pequeña manifestación destruye sus obras más soberbias. Es que la naturaleza continúa su obra de perfección y hoy aquí, mañana allí, otra vez en parajes ignorados y en convul- sienes desconocidas, prepara la transformación inmediata que ha de traer nue- vos seres con nuevos elementos de vida al concurso universal de adelanto y perfección á que todo está sometido y á que todo obedece. No, no es destrucción, es transformación; no son fuerzas ciegas las que obran sobre los continentes habitados y sobre los países olvidados ó desconocidos; son fuerzas inteligentes que obedecen á una consigna que les fué dada en la pleni- tud de los tiempos, por la plenitud de inteligencia; que si fuerzas ciegas fueran, su obra sería criminal y sus efectos punibles. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 93 Las sacudidas violentas, las erupciones volcánicas, los resbalamientos hori- zontales ó verticales que á nuestra vista y consideración se ofrecen, son evo- luciones que han de traer la perfección, el progreso, el mejoramiento de razas, de sentidos, afectos y sentimientos que conduzcan á la humanidad futura á la comunión general del perfecto conocimiento de la Divinidad, de la posesión de leyes que aún le son privadas por su falta evolutiva. Estos son los que podéis apreciar; otros tan grandes ó quizás mayores se realizan en el fondo desconocido de los mares, y el misterio gestatorio de los mundos se desenvuelve eterno é incesante sobre sus superficies, sobre sus se- res, sobre todo lo que es vida material en los planetas, como se desarrolla en igual forma sobre los seres que pueblan los espacios para llevarlos de etapa en etapa, infinitos y eternos, á lo sublime, á lo prodigioso. ¿Qué representan en el mundo millares de existencias sacrificadas en pro del adelanto? Cada dia sucumben otras tantas sin que la humanidad se espante. Hojas caídas del eterno árbol de la creación, van á descomponerse, á dar ori- gen á otros seres, quizás á otros mundos. Lo horroroso es la acumulación; desgregarla ya no lo es tanto. No es que os alegréis, no; bien está la conmiseración por el horror de la ca- tástrofe, y eso es honroso á la humanidad; pero considerad que la evolución transformadora ha de realizarse, que miles de seres con vida tan apreciable como la vuestra, han desaparecido en iguales ó peores condiciones ahora, antes y siempre, y esta consideración os hará más llevadero el horror del cataclismo. Ese mundo Sobre el que tan seguro pisáis, es un niño en los albores de su vida; las convulsiones que lo sacuden, son las manifestaciones de su plétora de vida; ha de crecer, ha de transformarse, ha de mejorar en condiciones de habi- tabilidad, en perfección de sus seres pobladores, y ha de ser ara sagrada donde el hombre futuro ofrezca los aromas del incienso de su alma pura, en holocausto santo de puros corazones y de inteligencias perfectas, al Divino Sér que lo con- dujo por los caminos de la transformación al conocimiento de su misipn propia y de su sér santo. El espíritu y la materia /.—Espíritu de menguadas dimensiones, para imponer condiciones Detente, carne mortal, á mi capricho y deseo? no prolongues mi suplicio, ¿Quién eres que no te veo no aumentes mi sacrificio en maldita la ocasión? con tu deseo brutal; Sólo siento tu presión cese esta lucha fatal y un dominio que me irrita que sigues con tanto ardor, y alguna voz que me grita compadece mi dolor y paraliza mi acción. y como amigos marchemos que por mucho que luchemos 3. — Espíritu he de salir vencedor. ¿Quién soy? Tu mejor amigo; 2—Materia yo soy tu dueño y señor, un enviado de Dios, ¿Quién eres, pobre pigmeo. para progresar contigo; 94 LUZ Y UNIÓN el que callando te digo que la muerte descompone, á variar de opinión; el Supremo Sér te impone el que no pierde ocasión este noble sacrificio. de retirarte del vicio é imponerte el sacrificio 8. —Materia y dominar tu pasión. Pues siento un pesar profundo 4.—Materia al llegarme á convencer porque yo creía ser ¿Habrá mayor disparate reina y señora del mundo; que el de mi dueño y señor? mi pensamiento fecundo O eres el diablo mayor no pensó un solo momento, <5 eres tonto de remate; que fuese un simple instrumento déjame que yo me trate de un ente que nunca vi como cuadre á mi placer, porque apenas concebí que sólo pude nacer un vano presentimiento. para vivir disfrutando y aunque á menudo luchando 9—Espíritu mi gusto satisfacer. En ti todo es vanidad, 5. — Espíritu ambición, antagonismo, el orgullo, el despotismo No te niego ese derecho es para ti la verdad; que el Señor te pudo dar ignoras la caridad, que vengas á disfrutar la indulgencia y el amor, á costa de mi despecho; te irrita el triste clamor pero tu círculo estrecho del pobre desventurado, está adherido á mi sér, no encuentras nada sagrado, y sólo podrás hacer en ti no existe el pudor. lo que'de justicia sea, y en donde perjuicio vea 10.—Materia no te puedo complacer. ¿Qué me importa á mí ser buena 6.—Materia si nada he de conseguir, si sólo espero morir Entonces, según comprendo, por qué he de vivir con pena sólo soy tu humilde esclava, si mi vida sólo llena y mi predominio acaba el progreso de tu sér según tú vayas creyendo; porque he de compadecer pues si he de seguir viviendo al que después me abandona? supeditada á otro sér, ¿He de labrar tu corona si para mí no hay placer á Costa de mi placer? y sólo espero sufrir es un quebranto vivir 11 .—Espíritu y una desgracia nacer. Esa es tu misión, hermana, 7.—Espíritu cultivar mi porvenir y me es preciso reñir Esa es la ley compañera con tu condición tirana; no te llame la atención, tu voluntad soberana eres la locomoción es un estupendo mito, de mi vida pasajera; por último te repito eres la vela^de cera que es ficticia tu ilusión, que consumo á mi servicio, que eres sólo un escalón eres un cuerpo ficticio para el progreso infinito. F rancisco Ríos. REVISTA ESPIRITISTA KAHDECIANA 95 Bibliografías Les mysteres des dieux: Venus , por Pedro Piobb, un nado volumen en 4.°, ador- con un frontispicio, precio 6 francos, editado Esta por la casa obra la Daragon, de París. no es historia de una religión, es más bien la culto, el de de un Venus, deíque teología apenas nos queda el recuerdo. Pedro cido cono- ya Piobb, por sus numerosos trabajos sobre las ciencias cubrir los antiguas, ha logrado des- esquemas constitutivos de los mitos, de los ritos de Cada los misterios. religión se ha y expresado siempre bajo una doble fase—el la culto exterior iniciación;—basta el hallar la iniciación y para resucitar el tero. hieratismo Esta á la la tesis por en- es vez y el procedimiento del autor. vuelto á verdadero sitio Después de haber su los diversos episodios del mito de orden el impuesto la Venus, según por geometría iniática, en uso en todas las ampliamente las enseñanzas religiones, deduce metafísicas y morales, de ello los desprendiendo, sacramentos naturalmente, y los jitos. Nada parecido se había hasta hoy; ésta es la primera emprendido vez que nos encontramos en presencia de una tan clara y tan lógica de un hieratismo explicación completo. El culto de esta diosa que alcanzó Venus, en la antigüedad una tan grande popularidad bajo nombres tan diver- sos, se nos aparece en todo su esplendor. Ya no se nos tan mente inmoral. aparece monstruosa- Comprendemos que la manera de ver de sus "necesariamente adeptos derivaba de su constitución misma y que, esta manera de temente ver, es eviden- especial; nosotros no podemos otros recriminarlos, hemos porque, después, nos- adoptado otro. El culto de Venus era tan puro, tan elevado puede serlo como cualquier otro; era el de la atracción universal, que lo los mismo á seres humanos rige como gobierna los mundos. Era, por nada, el culto de consiguiente antes la belleza. y que ❖ íj; ii; La Synthése de l'or, la Unidad y la Transmutación de la por F. Jollivet Materia, Castelot, Presidente de la Sociedad de tor de los Nouveaux Alquímica Francia, Direc- Horizons de la Scíencie y de la Pensée; la casa Daragon, de París, publicado por precio 1 franco. M. Jollivet Castelot, fundador en 1896 de la Sociedad autor de Alquímica de Francia y numerosas obras muy estimadas por el mundo científico, es los uno de precursores, en Francia, de la doctrina, materia. hoy admitida, de la unidad de Sus ia importantes trabajos acerca de la transmutación de los elementos químicos, lo colocan entre los investigadores más El librito competentes. que acaba de publicar se dirige al hasta nido gran público, mante- apartado de aquí . estas cuestiones, en razón del tecnicismo de estas La obras. Síntesis En del oro ha querido poner al alcance de todos el de las micas modernas conjunto qui- que legitiman la antigua Alquimia. Resume con claridad ele- ganda la historia de la y Alquimia y sus doctrinas tradicionales; después expone 96 LUZ Y UNIÓN los trabajos recientes que demuestran la transmutación de los cuerpos, la sin- tesis del oro. Varios experimentos realizados en el Laboratorio de la Sociedad Alquímica ilustran este notable libro. Estamos seguros que el público acogerá con placer este importante libro, firmado por un hombre bien conocido, y gracias al cual podrá iniciarse en los trabajos de Crookes, de Ramsay y de Le Bon. Verá que el problema de la fabri- cación del oro y de los metales no está muy lejos de resolverse. Ecos y noticias Suplicamos á nuestros suscriptores de Colombia se sirvan ponerse al co- rriente en los pagos de su suscripción, á cuyo efecto pueden entenderse con nuestro agente en Bogotá, con lo cual le ahorrarán pérdidas y contribuirán á impulsar la propaganda de nuestros ideales en el interior de dicha República que tanto lo necesita. * Ha desencarnado, en San Juan de Puerto Rico, nuestro estimado y antiguo suscriptor D. Victelio Ramírez, espiritista convencido, muy estimado de cuantos lo conocían y trataban por su carácter franco y leal. Deseamos á su viuda y familia la mayor resignación para sobrellevar la ausen- cia terrestre del sér querido y á éste toda la felicidad que se merece. —En Gibraltar y en New York han también desencarnado nuestros muy que- ridos suscriptores D. José Hollidag y D. Pedro Bordas, respectivamente. Uno y otro habían logrado un buen lugar en el corazón dé los redactores de esta Revista, para quienes siempre habían tenido frases de afecto y de aliento que nos ayudaban á sostenernos en la labor de la propaganda de nuestro caro ideal. A las apreciadas familias de entrambos hermanos les damos nuestro más sen- tido pésame por la partida de tan queridos seres y á estos últimos les rogamos no nos olviden en la vida feliz en que acaban de ingresar. íi: Hemos recibido el número 4 de la Revista quincenal Los Progresos de las Ciencias, que se publica en Madrid, Mesonero Romanos, 4, dedicada á dar á conocer cuantos adelantos científicos se logran, con extensa información biblio- gráfica y multitud de fórmulas y procedimientos industriales. El sumario del presente número es: Las primeras edades de la humanidad.— Procedimientos para hallar el centro de gravedad de una balanza.—Triangula- ción geodésica de la provincia de Teruel.—De todas partes.—Fórmulas y proce- dimientos industriales.—Movimiento intelectual. La suscripción sólo cuesta 6 pesetas al año. B IBLIOTECA UNIVERSAL OBKA8 PrBL·lCABAS iMISllO T HSFIBITISMO aLbJAKBBO AKSAKOF La fIdla d© ïïítiatimba (La Survie) *' koeggbS1íÍ '*^ h Cada obra forma dos voluminosos tomos en 4." mayor, letra con elegantísimas del 12, en tapas alegóricas, tela, cada uno 7'50 ptas.—En rústica, 6 ptas. Ble ABTE SE llAO'IIETIEABi por ch. bafoataiak AL FA!S OE LAS SQ'MBEAB por B. D'bsfbbakcb Cada obra forma un voluminoso tomo en A." mayor, letra del eon en eleganiisimas tapas 12, alegóricas, tela, cada una 7*50 ptas.—En rústica, 6 ptas. obba aijbva EL ESPIRITISBIO Y LA ANARQUÍA por J. BOrVÉRY Un voluminoso tomo de 454 páginas en 4." mayor, letra del 12, en elegantísimas tela, con tapas alegóricas, 7'50 ptas.—En rústica, 6 ptas. CORRESPONDENCIA Sres. H^iiscriptores qne han satisfecho la suscripción de 1908 N. V.—Ambaleraa (R, J. Colombia). — A. A. S.-ld. L.—San id. Francisco de Macoris. — J. M. P.—Parades (Asturias). 8res. 8ascriptores qne han satisfecho la suscripción de 1909 .1. A. —Loredo. S. 15. S.—Bilbao. C.—Trevago. P. E. G.—Gerona. P. Y. I.—Habana. Necoeliea J. H.—Id. — (B. A. J. Aires) L. G.—Id. B. - Ibiza F. M.—Id. F (Baleares). F. Z.—Cienfuegos M.—Algeciras (Cádiz). N. M.-Id. L. G.—Id. id. J V.—Petrel. (Cuba). B. C.—La J. Sellera B. L.—Id. id. M. Almansa. J. G.—Id. (Gerona) id. - D. J. F. T.—Palma Mallorca. C.—Puigcerdà (Gerona) J. B.—Id. id. H. G —Olorón P. Sta. B.—Villanueva Maria. A. de Ga- M.—Osor L. (Gerona). llego. S.—Tánger (Marruecos) F. V.—Amor E. B.—Gerona. (Gerona). (Alcanza al 16 de Febrero de 1909) La Administración. Revista se ocupa de todos los asuntos que se relacionan con el fSTAEspiritismo; para ello cuenta, además de su cuerpo de Redacción, con la asidua colaboración de espiritistas de gran valía y con la protección de sus guias espirituales. Ve la luz, en cuadernos mensuales de 36 páginas, cubiertas inclusive, del 20 al 25 de cada mes y regala á sus suscriptores al efectuar el pago del abono, una obra espiritista cuyo valor no baja de 2 pesetas. PRECIO DE SUSGRIPCIÓN \ España 7 pesetas Por nn año. . ( Extranjero 12 Número suelto. 0'50 .. (PAGO ADELANTADO) Los Sres. suscriptores al efectuar el pago de su abono se les pue- ga añadan 0'50 pesetas para el franqueo y certiñcado de ja obra de regalo, de lo contrario tendrán que mandar recogerla en la ad- ministración, y los que la deseen encuadernada deberán remitir una peseta más. iliSTRUCCiONES Los Sres. suscriptores de España pueden efectuar sus abonos en se- líos de correos, sobres monederos ó billetes de Banco, siempre en carta certiñcada. Los del Extranjero en letras de fácil cobro, billetes de Banco de sus respectivos paises cuyo valor les será abonado al cambio que obtengan el día de su recibo. En los paises en que tenemos corresponsales administrativos pueden efectuarse los pagos directamente á ellos dando conocimiento á esta Ad- ministración. Los giros á nombre del Administrador. La correspondencia á la REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Calle Cañón, 9, 1.°—Barcelona (Gracia) Obra de regalo para él presente año: La Verdad frente á frente del error, por Faustino Isona. Un tomo en 4." de unas 240 páginas, en buen papel y esmerada impresión. Imo. de Carbonell y Esteva, Rambla de Cataluña, 118,—Barcelona DIRECTOR RgDAÇTQR.:JEF 98 luz y unión En seguida dieron principio los discursos; D. José Font, leyó el que más abajo transcribimos en nombre del Grupo «Espéran- ce»; M. Danten, redactor del Phare de l'Espérance, dió lectura al de nuestro delegado D. Claudio Carbonell, y Mme. Danger al de nuestro querido director Sr, Esteva. Al finalizar estas lee- turas resonaron nutridas salvas de aplausos y lanzóse un grito: «¡Vivan los hermanos españoles!» que fué calurosamente con- testado. La reunión terminó haciéndose promesas mutuas de nueva asistencia para el año próximo y haciendo votos para que cada año vaya en aumento el entusiasmo de todos. Agradecemos á todos los que se reunieron alrededor de la tumba del inmortal Maestro las demostraciones de afecto y aprecio de que hicieron objeto á nuestros delegados, y especial- mente á los miembros queridos del Grupo «Espérance» y á su digna directora por las múltiples atenciones de que siempre nos colman. En nombre del Círculo «La Buena Nueva», de La Vos de la Verdad, y en el nuestro propio, así como también en el del «Centro Barcelonés de Estudios Psicológicos», que se adhirió también, damos un expresivo y cariñoso voto de gracias á nues- tra buena y noble hermana Espérance y á todos los individuos de su Grupo y especialmente al cuerpo de redacción del ilustra- do y querido colega Phare de l'Espérance y á nuestro buen hermano D. José Font; los agasajos de que hicieron objeto á nuestros delegados no los olvidaremos nunca; constituirán un lazo más á los muchos que ya nos unen á tan simpático Grupo y á su querida y abnegada directora nuestra hermana del alma Espérance. A todos les decimos: Hasta el año próximo, hermanos que- ridos; hasta el próximo Marzo, hermana querida, en que otra vez nuestras delegaciones se fundirán con las vuestras para ren- dir de nuevo el testimonio del aprecio y de la veneración que nos merece la memoria del ilustre recopilador de nuestras con- soladoras doctrinas, el inmortal Maestro Alian Kardec. A todos os envía su fraternal abrazo La Redacción. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 99 Discurso de D. José Font leído ante la tumba de Alian Kardec el día 28 del pasado Marzo. Señoras; señores; queridos hermanos y hermanas en creencias: Como todos los años, con ocasión del aniversario de la desencarnación del venerado Maestro Alian Kardec, tengo el honor de traeros á todos los fraternales saludos de nuestros amigos y hermanos de España, como tam- bién la expresión de sus grandes simpatías por la obra de la hermana «Es- pérance», en nombre de cuyo Grupo vengo á deciros lo siguiente: Hermanos queridos: El año pasado en España, lo mismo que en Francia, casi al propio tiempo, nuestra doctrina sufrió un asalto de parte de los de- tensores de un pasado agonizante; este asalto lo dieron, tanto aquí como allá, ciertos llamados sabios que ocupan puesto semi-oficial en el Estado y que llevados por sus falsas críticas sólo demostraron su gran ignorancia del principio más elemental de toda ciencia y que los más humildes y menos sabios de los mortales saben que es el siguiente: Que la ciencia espirita, como todas las ciencias, está sujeta á reglas. Pero ya la historia nos ha enseñado que cada vez que se levanta un nuevo astro de progreso, que por sus reflejos amenace eclipsar y confundir los antiguos focos de error, son siempre los sabios de tal categoría los pri- meros en querer apagar su luz; mas el astro sigue elevándose, barriendo las sombras del pasado y hundiendo en el pozo de la historia á sus defensores. Ved lo que pasó en el siglo xvii con el gran Galileo; fueron también esos sabios dichosos, en aquella época, los que unidos con los principales representantes de la ignorancia y del fanatismo que mantenían en el error á que había conducido la doctrina de Aristóteles sobre la estabilidad de la tierra y sus tradicionales prejuicios; pues bien, á pesar de todos ellos y de las injustas persecuciones de que la hicieron objeto, la doctrina de Galileo triunfó llegando á probarse que la tierra giraba al rededor del sol. También la doctrina filosófica de Kardec, en su marcha irresistible como la lógica, os probará, |oh sabios materialistas que dudáis de ella! que estáis .en la tierra para vivir, morir, renacer y progresar siempre, y que éstas son las únicas razones de estar el hombre en la tierra, ya que se basan en las leyes de nuestra Madre Natura. La doctrina espirita no es solamente experimental; es ante todo moral y del más puro cristianismo, puesto que está inspirada en los actos y en las palabras del Gran Jesús. 100 LUZ Y UNIÓN Para comprender cuánto es necesario que se propague esta hermosa doctrina bastaría con bajar, no diré á los tradicionales infiernos del Dante, no, pero sí á las más bajas regiones de la humanidad, en las que es fácil advertir los estragos causados por la inmoralidad y el egoísmo material, causa de los sufrimientos de la sociedad cuyas fuerzas y riquezas se de- rrocha sin freno en la adquisición de máquinas destructoras, lo que obliga á que la pobre humanidad se revuelva en dolorosas contorsiones como los condenados al infierno, adelantando hacia un final de incalculables desastres. Triste perspectiva es para nosotros la de que esta espada de Democles esté continuamente suspendida sobre nuestras cabezas, manejada por unos 'seres con corazón de piedra, los que, fríamente, en nombre de intereses creados ó de derechos que no son más que paradójicos sofismas, empon- zoñan el corazón de los hombres, mientras que cori falaces argucias embria- gan sus cerebros para después lanzarse unos contra otros como si fueran carniceros chacales... Los campos en donde se verifican estas luchas fra- tricidas llámanse campos de gloria y en ellos es donde se recogen los lau- reles tintos en sangre humana, con los cuales tejen después las coronas con que ceñirán las sienes de los llamados héroes, perpetuando de este modo las costumbres de la época que todos llamamos bárbara. Para nosotros, jah maestro querido! nuestros campos de gloria son vuestros. inmortales libros; ellos iluminan la inteligencia y despiertan los fraternales sentimientos en el corazón de los hombres. Campos mil veces benditos, en los que cada uno puede recoger, en vez de laureles, ramos de olivo, símbolo de la abundancia y de la Paz. Todos los días vemos al progreso avanzar bajo todas formas; jsólo el progreso espiritual permanece estacionado! De ahí proviene este desequili- brio mundial, causa de todos estos males con que tropezamos á cada paso. La gloria de la ciencia espirita, es hacerle progresar, porque lo mismo que se escudriñan las más profundas y secretas entrañas de la tierra para sacar de ellas lo necesario para el bienestar material del hombre, del mismo modo deben escudriñarse las más altas regiones del espacio para el bien y el pro- greso del alma. Que los señores retrógrados no saquen ya más las viejas tonterías de antaño respecto al Ocultismo y las llamadas brujerías, esas insípidas su- persticiones tan explotadas por las religiones para impedir el avance de la inteligencia del hombre, para mejor dominarle, alegando que el Eterno ha ocultado cosas que el hombre no debe procurar conocer. El Eterno no ha ocultado nada; lo prueba el que ha dotado al hombre de ese hermoso organismo llamado inteligencia para que pueda estudiar y saber todo lo necesario para su progreso y bienestar. Es necesario saber y promulgar que para la verdadera ciencia lo oculto es lo aún inexplorado. El Astro de nuestra bella filosofía, al iluminar el Universo, demostrará REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 101 que la atmósfera de ios cielos no es tan espesa para que ia inteligencia hu- mana no pueda penetrarla. Jo.sÉ Font. París, 28 Marzo 1909. Misión de los Espiritistas Hermanas y hermanos: Al reunimos en este sagrado lugar donde descansan los res- tos materiales de nuestro querido maestro Kardec, recordemos que es nuestro deber olvidar las ofensas de todos los seres, de- jando que las conciencias inconscientes que no sienten todavía los estímulos del sentimiento de amor empuñen el arma íratri- cida y se cumpla la justicia que debe realizarse en la tierra. Nosotros, hombres de paz, hemos venido con misión más alta, más humanitaria, más altruista. Hemos venido para reconstituir la Fe, la Esperanza y la Caridad en el corazón de aquellos que no creen, que no esperan ni aman. No cerremos nuestro tesoro, el tesoro que de gracia se nos ha dado, á los que buscan y no hallan. Sembremos el bien en nuestro camino para recoger preciosas espigas de bienes espirituales al tiempo de la siega. Seamos luz para tantos ciegos que pululan á nuestro aire- dedor. Sea constantemente nuestra palabra pan de vida para tantos que tienen hambre y perecen por falta de alimento, y una vez cumplido nuestro deber, nos sentaremos á la mesa de nuestro Padre á reconfortarnos con el manjar delicioso del amor de los amores, del amor de Dios. Trazada está nuestra senda por los principios ó ideas que profesamos y que debemos seguir religiosamente, tal como nos lo enseñó el sér á quien hoy tributamos un sentimiento de cari- ño y amor fraternal. Nosotros no somos de Pedro ni de Juan; somos de Jesús, el (1) Di.«curso leído en el cementerio Père Lachaise, de París, ante la tumba de Alian Kardec. 102 LUZ Y UNIÓN Gran Maestro y Señor, es decir, soldados de la Caridad y após- toles del Bien. Nuestro padre es Dios, nuestra familia la Humanidad, nues- tra patria el Universo; nuestras afecciones radican donde quiera que se practique el bien y la justicia, porque la justicia es nues- tra causa. Nada de contrariedad, nada de antagonismo. Mantengámonos siempre del lado del bien, haciendo causa común con aquellos que lo buscan, lo desean, lo anhelan; uná- monos á ellos aun cuando hubiesen sido nuestros contrarios desde el punto de vista de los intereses humanos. Demos gracias y pidamos á Dios paz y concordia entre todos los seres que formamos la humanidad terráquea. Pongamos en la balanza, del lado de la paz, todo el esfuerzo de que seamos capaces para que venga esa deidad celeste men- sajera del amor, y para que llegue la luz á esa sociedad comba- tida. Procuremos restañar las heridas, enjugar las lágrimas, apretar entre todos los hombres el lazo de unión que aflojaron las discordias y los antagonismos que la ceguera humana ali- mentó entre hermanos. ¡Paz, Señor! Paz, luz y misericordia para todos los seres encarnados y desencarnados. Doquiera elevemos nuestras almas y dirijamos al cielo nuestras preces, erígese un templo donde se hace visible la om- nipotencia para escuchar nuestros votos y derramar sobre nos- otros su bondad y su misericordia. Cuando nos reunamos ¡oh hermanos discípulos de la doctri- na salvadora! para evocar lo invisible, pensemos cuán santo es el acto que realizamos y cuántos beneficios podremos obtener del fervor de nuestras oraciones; pensemos también en que, por mucha que sea nuestra perfección, siempre seremos mendigos de la luz y de las virtudes, que sólo podremos lograr de lo alto con nuestros buenos deseos y ganar en la tierra con nuestras buenas obras. Dediquemos, pues, en estos momentos, un pensamiento de gratitud y cariño á nuestro maestro Kardec, y roguémosle que lo haga extensivo al maestro de los maestros, nuestro queridí- simo Jesús, para que ilumine con sus destellos de luz purísima el camino de nuestra peregrinación en este planeta. Que la paz de Dios sea entre nosotros. C. C. Y N. París 28 Marzo 1909. REVISTA ESPIRITISTA KAKDECIANA 103 ¡El Faro de los siglos! Desde que los primeros pobladores de la Tierra se refugia- ron en las profundidades de los bosques vírgenes y en las lóbre- gas cavernas escondidas en los senos de las montañas; desde que la raza humana, cumpliendo la divina ley de la reproduc- ción, fué formando numerosas familias y los niños alegraron los bosques con sus gritos y los gérmenes de la vida universal fueron llenando los campos y se formaron los aduares, las tribus y los hombres comenzaron á disputarse los primeros frutos y á trazar las primeras líneas divisorias de las futuras ciudades,^ desde aquellos tiempos remotísimos, comenzaron á comunicarse los muertos con los vims. ¿De qué modo? ¿de qué manera? ¡quién sabe! Pero es lo cierto que hubo profetas, adivinos, augures, magos, sibilas, seres superiores á la generalidad de los hom- bres, cuyos mandatos eran obedecidos fielmente y eran, puede decirse, los guías de aquellas multitudes que sentían ya la im- periosa é imprescindible necesidad de tener quien los guiara en el tormentoso mar de la vida. Pasaron los siglos, los hombres se fueron posesionando del vasto territorio de este mundo, las ambiciones levantaron su cabeza de águila, la lucha por la existencia se fué haciendo cada vez más empeñada y más cruel, se despertaron todas las inno- bles pasiones con virtiendo la tierra en una verdadera casa de fieras donde vencían los más fuertes, los más sanguinarios, los más crueles, y no bastando ya las predicaciones de los profetas y de los oráculos, fueron viniendo sucesivamente los Enviados, los Mesías, los Elegidos, los seres verdaderamente superiores para encauzar los desbordados ríos de todas las concupiscencias, de todos los atropellos, de todas las crueldades imperantes en una sociedad donde aún no sabía apreciarse el valor de las vir- tudes, de los altruismos, de los sacrificios: era el caos con todos sus horrores. Pero en medio de aquel desorden, en medio de tan encontradas y diversas pasiones, no faltaba algún inspirado, algún iniciado en el ocultismo del más allá, que reuniese en torno suyo á varios hombres de humilde condición; les hablaban de un mundo mejor donde las almas renacían de nuevo y desde su nueva morada protegían á sus deudos para que éstos, á su 104 LL'Z Y LXIÓN vez, practicando todas las virtudes, fueran merecedores de llegar á la tierra de promisión á gozar lo que no habían gozado en este destierro. Las guerras ensangrentaron la superficie de la tierra, las ciudades más florecientes fueron pasto de las llamas; pero en medio de todas las hecatombes siempre resonaron las voces pro- féticas de los guías de la humanidad. La sombra de todas las monstruosidades ocultaba los rayos del sol; pero brillaba siempre el faro de los siglos; la comunica- ción de los muertos con los oims jamás se vió interrumpida; el Espiritismo ejercía su acción moralizadora en todas las esferas sociales, unas veces envuelto en el mayor misterio, aterrando sus manifestaciones á la masa indocta del pueblo que no podía explicarse lo que ante sí se desarrollaba, y otras veces se junta- ban en apretado haz hombres eminentes, y los sabios se espar- cían por la tierra fundando escuelas filosóficas, llenando el mun- do con los resplandores de su ciencia, divulgando secretos ante sus numerosos discípulos, los cuales miraban todos á un punto, á la cumbre de una montaña elevadisima donde brillaba un faro alimentado por una substancia divina, un faro cuyos lumi- nosos resplandores nunca palidecieron, porque el faro de los siglos tiene un torrero inmortal. ¿Cuándo brilló por vez primera? ¿Cuándo su vivísima claridad dominó las tinieblas terrestres? ¿Cuándo los primeros muertos se comunicaron con los oioos? ¡Nadie puede precisar la fecha! No hay números suficientes para formar la suma de ios siglos que han transcurrido desde que la raza humana se enseñoreó y se posesionó de la tierra; pero sí estamos plenamente convencidos de que cuando el sol brilló en Oriente, el faro de los siglos ya compartía con él su soberanía, puesto que los hombres siempre han estado sujetos á la ley de transformación. Se han ido sucediendo las civilizaciones; lo que a} er era misterioso é inadmisible, hoy se acepta como la manifestación más sencilla y más natural de la eterna vida del espíritu. Hoy estamos al habla, como dicen los marinos, con nuestra gran familia del espacio; hoy los sabios se confiesan vencidos y dicen, á pesar suyo, que el Espiritismo e,., una verdad. ¿Se puede negar que brilla el sol? No. Pues de la misma manera no puede negarse que los muertos hablan con los ciws. El faro de los siglos brilla en la cumbre más alta de las revista espiritista kardeciana 105 montañas del infinito. Su luz eterna no morirá jamás, y cuando llegue el momento en que la tierra, cumpliendo las eternas le- yes, quede reducida á un montón de ruinas, sobre sus piedras heladas irradiará aún la luz del faro eterno guardando las ceni- zas de las humanidades que un día vivieron protegidas por el faro dé los siglos, faro eterno cuya luz jamás se extinguirá, porque el torrero (\\xe se cuida de ella es Dios mismo! Sí, ¡el Espiritismo es el faro de los siglos! ¡Bendita sea su inextinguible luz! ¡Benditas sean las comunicaciones de los muertos, pues ellas son la VIDA de los vivos! Amalia Domingo Soler. Investigaciones sobre la medmmnidad por Gabriel üelanne El sabio francés é ilustrado espiritista Gabriel Delanne, infatigable en la hermosa empresa de vulgarizar la verdad y extender, con sus libros y sus revistas, la filosofía espiritista sobre toda la capa del mundo científico, acaba de publicar una nueva obra titulada «Recherches sur la mediumnité», cu3;o principal objeto consiste en establecer específicas y primordiales diferencias entre los mediums verdaderos, por cuyo conducto se nos ma- nifiestan los mensajes de los desencarnados, y aquellos otros que son víc- timas de lo que los modernos psicólogos llaman automatismo secundario, ó automatismo psicológico, y en los cuales juega tan importantísimo papel el yo subconsciente. Divídese la obra en tres partes (1); en la primera establece las diferen- das entre el fenómeno espirita y la escritura automática de los histéricos; en la segunda estudia el automatismo gráfico y la influencia que en él tienen la clarividencia, la transmisión del pensamiento, la telepatía, la me- moría latente, la premonición y el espíritu de los vivos; finalmente, la últi- ma parte, dedicada exclusivamente al Espiritismo, tiene por objeto la expo- sición de las múltiples pruebas que justifican la comunicación de los espíritus con el mund,o de los vivos por la escritura mecánica. (1) Véndese esta obra, al precio de S'óO francos, en .casa del autor, Boulevard Exeimans, 40, y en la Librairie des sciences psychiques, rue Saint Jacques, 4a. París. 106 l.VZ Y UNIÓN Una obra de esta naturaleza es de imprescindible necesidad en aquellos gabinetes de experimentación psíquica y en aquellos centros ó sociedades espiritistas cuyas comunicaciones no revisten la circunspección propia del objeto científico que se persigue. Estas comunicaciones suelen ser atri- buidas muchas veces á espíritus desprovistos de dicha cualidad, cuando real y positivamente obedecen al automatismo psicológico, al yo subcons- dente del medium; no siendo otra cosa más que un fraude inconsciente. De aquí la necesidad y la importancia que tiene para el objeto de la obra, fijar los caracteres de la personalidad y estudiar lo que los ingleses llaman Subliminal self y que nosotros traducimos aproximadamente, ya que no lo podemos hacer con exactitud, por medio de las frases yo sub- consciente. Labrase subliminal se// quiere significar: «lo que ha fran- queado el dintel del yo», ó por mejor decir; «lo que ha pasado más allá de dicho dintel», ó lo que ha sobrepujado á la conciencia ordinaria del sujeto. Para Delanne hay tres esferas en la realidad de donde se nutre el incons- dente. Sabido es que todos los actos de la vida del hombre son reducibles á una sensación venida del mundo exterior y que se traduce en percepción y un movimiento que emana del interior y se traduce en acto. Pues bien; no todas las sensaciones que llegan al cerecbro tienen fuerza bastante para convertirse en percepciones; sólo una pequeña parte lo verifican; las demás quedan registradas en el sensorio, y permanecen, por lo tanto, en el orden de lo inconsciente. He aquí, pues, un primer origen, una primera esfera de la realidad que suministra á nuestro inconsciente datos que no están del todo perdidos para la personalidad; toda vez que si se sumerge á ésta en el sueño sonambúlico, surgen de nuevo aquellos datos iluminados por el resplandor de la conciencia, en cuya esfera quedan definitivamente si una sabia sugestión dada al sonámbulo tiene virtud suficiente para obje- tivarse. Otro origen de los datos del inconsciente es el olvido en que caen todos aquellos conocimientos que hemos tenido necesidad de adquirir du- rante la vida y que constituirían impedimenta pesadísima para nuestra me- moria si hubiéramos de tenerlos siempre presentes. Estos conocimientos, así olvidados, mas no perdidos, quedan, según frase de Delanne, en la memoria latente en disposición de resurgir de nuevo mediante una excita- ción bien dirigida. Por último, la esfera más importante de donde toma su savia en mayor grado que de otra alguna nuestro inconsciente, está constituida por nuestra Vida durante el sueño. He aquí las frases y citas de Delanne en este asunto: «Existe, en fin, una última causa, y quizás la más importante, que enri- quece lo inconsciente: ésta es el trabajo del espíritu durante el reposo del cuerpo. Como quiera que el recuerdo de esta actividad del alma no sub- siste ordinariamente durante la vigilia, nos creemos que los resultados de REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 107 esta labor nocturna son engendrados por una inteligencia extraña, cuando, por cualquier motivo, llegan á la conciencia normal. He aquí un ejemplo: Coleridge se dormía leyendo, y al despertar sintió que durante su sueño había compuesto dos ó tres cientos versos. Cogió la pluma y escribió de un tirón cincuenta y cuatro; pero habiendo sido interrumpido en esta tarea por una visita que duró una hora, no pudo recordar, con gran sorpresa suya, más que el conjunto de la composición y ocho ó diez versos espar- cidos; el resto huyó al inconsciente». He aquí otro caso: «M. de Rosny declara que tiene el hábito de poner al lado de su cama lápiz y papel para escribir notas importantes de su sueño cuando despierta. En algunos casos la influencia subconsciente en el sueño se traduce por un ensueño alucinatorio; así le sucedió en Fartini: soñando que el diablo ejecuta, en su violin, una sonata maravillosa, se despierta bruscamente y la escribe de memoria». «Se ve, pues, que existe en el cerebro, ó más exactamente en el peri- espíritu, concluye Delanne, una masa enorme de sensaciones no percibi- das y de datos que han caído en el estado latente; es decir, fuera del campo de la conciencia ordinaria; pero estos materiales no son perdidos, sino que sobreviven con toda su integridad, según se puede probar experimental- mente por medio de los fenómenos del sonambulismo». Resulta de todo esto que para formarnos un concepto algo exacto de la personalidad no debemos limitarnos á la conciencia, toda Vez que fuera de ella y ya eludiendo, ya anticipándose, ya superando la reflexión consciente del sujeto, existe la masa enorme de lo inconsciente, dentro de la cual se mueven y agitan lo preconsciente, lo subconsciente y lo supraconsciente como partes integrantes é importantísimas de la personalidad. Se halla ésta constituida por una reunión de numerosas acciones nerviosas cuyas formas de actividad tienen su asiento en diversas partes del cerebro; pero no es una resultante de ellas, sino una unidad, toda vez que dichas acciones forman un conjunto sobre el cual ejerce su energía y toma sus motivos dinámicos la vida del yo. Así sucede y así es la realidad; pero del doble carácter que afecta la personalidad en estado sonambúlico y en estado normal, se ha pretendido inferir por varios psicólogos la existencia de dos ó Varias personas simultáneas en el mismo sujeto, de las cuales la normal no tiene conocimiento alguno de los actos realizados en la vida sonam- búlica, mientras que en ésta se tiene conciencia de todos los actos de la vida, tanto normal como sonambúlica, aun de aquellos más ínfimos y rudi- mentados del sér, toda vez que según han demostrado hasta la saciedad psicólogos tan ilustres como Sánchez Herrero, la memoria, los sentidos, la razón, el entendimiento y en general todas las funciones anímicas sufren una hiperescitabilidad que convierten al individuo, que hacen del sonámbulo •el sér superior soñado por Krause y entrevisto por Ahrens. Este doble 108 LUZ Y UNIÓN carácter del sér ha conducido á varios psicólogos á la consecuencia de que existen en el hombre dos personalidades distintas é independientes entre sí, y han bautizado este sér segundo ó secundario con el nombre de yo subconsciente. ¡Peregrina teoría, que hace de la unidad primordial, de la identidad y substantividad del sér una multiplicidad de seres inferiores y coexistentes en el mismo individuo! Veamos los hechos en que fundan su creencia: «M. Garneg, dice Delanne, ha hecho la siguiente experiencia: Se cita un nombre, un número, ó un hecho, ó bien se lee una poesía ante una persona que está en sonambulismo artificial, y no se le da sugestión alguna referente á las palabras pronunciadas; se despierta después al so- námbulo y no recuerda absolutamente nada de lo que ante su presencia se ha hablado algunos momentos antes. Después se toma la mano del sujeto, se le coloca un lápiz entre los dedos, ó bien se la lleva sobre la plancheta que usan algunos mediums y se le pone una pantalla en los ojos á fin de que no pueda ver lo que su mano hace. En menos de un minuto ésta se agita y escribe precisamente las palabras que había oído en sonambulismo y que no conocía en estado de vigilia». M. Binet cree que este hecho es una demostración palmaria de la exis- tencia de dos personalidades que simultanean en el mismo individuo y de las cuales la una es el yo normal; mas si se sumerge de nuevo al sujeto en el estado sonambúlico, dice Delanne, se acuerda no solamente de las pala- bras escritas sino también del instrumento (lápiz, pluma ó plancheta) que para ello usará. La memoria une los dos estados, demostrando la unidad psicológica. Hubo, pues, pérdida instantánea de memoria, olvido inme- diato. Pero no debemos olvidar, continúa Delanne, que dicho sujeto ha escrito las mencionadas frases bajo el impulso de una sugestión táctil, mientras que los mediums de escritura mecánica no tienen necesidad de ser prévia- mente hipnotizados para obtener sus comunicaciones; y precisamente ésta es una de las características más importantes que distinguen los unos de los otros. De ahí la necesidad de estudiar al detalle los fenómenos de la subconsciencia. Las teorías de M. Binet con respecto á este asunto, expuestas en su obra «Las alteraciones de la personalidad» son las siguientes: «Los movimientos de repetición, de adaptación que provocamos en un miembro completamente desprovisto de sensibilidad consciente, no se pue- den producir sin que haya habido alguna percepción; para que la mano oprima el lápiz que se ha colocado entre los dedos, para que abra una caja de cerillas, apriete un dinamómetro ó simplemente repita al pie de la letra un movimiento de flexión que ha sido impreso á uno de los dedos, es nece- sario que ciertas impresiones hayan sido recogidas por el tegumento lia- mado anestésico del histérico en que se haga la experiencia; hay, pues, una REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 109 percepción bien real aunque ignorada del sujeto, una percepción incons- ciente, y la anestesia histérica apareciendo entonces como una supresión de la conciencia, podría ser llamada una anestesia por inconsciencia. •»Y{ay más; la hipótesis debe ir más lejos; para explicar la producción de actos inconscientes, no basta con suponer sensaciones inconscientes que aisladas nada producirían; pues, analizando las principales observaciones recogidas hemos visto intervenir fenómenos de memoria y de razonamiento, de suerte que los movimientos inconscientes nos revelan la existencia de una inteligencia distinta de la del yo del sujeto y que obra sin su concurso y aun sin su conocimiento. Esta es una conclusión necesaria y que se im- pone; de cualquier manera que se conciba esta inteligencia, secundaria, accesoria, parásita, lo cierto es que en varios sujetos existe y obra». Más adelante, exclama aún M. Binet: «Si no lo hubiéramos Visto no hubiéramos podido creer cuán propensa á la distracción es la atención de los histéricos, hasta el extremo de que dichos enfermos sufren un verda- dero estrechamiento del campo de la conciencia. Y he aquí un ejemplo: «Sucede algunas veces que cuando se pincha la mano insensible detrás de la pantalla, el sujeto la retira bruscamente y exclama: ¡Me hace .usted daño! Un observador que asistiera por vez primera á esta experiencia, creería que el sujeto no había perdido la sensibilidad; pero es preciso notar, que el sujeto ha pronunciado estas palabras sin conciencia; pues en cuanto se le pregunta si el dolor ha sido muy vivo, contesta, que no sólo no ha sentido nada, sino que tampoco ha dicho nada. Esto nos dejaría en la duda; pero si el sujeto presenta además una anestesia regularmente comprobada, y tiene movimientos inconscientes muy desarrollados, no tendremos más remedio que admitir la sinceridad de sus afirmaciones». Estos y otros ejemplos análogos conducen á M. Binet á la original teo- < ría de la existencia de un yo subconsciente que obra con independencia del yo normal; pero Delanne toma base de estos mismos ejemplos para excla- mar: No, para explicar estos hechos no es necesario admitir la hipótesis de una conciencia parásita coexistente con la normal; basta con suponer un olvido instantáneo de las palabras dichas ó de los actos hechos. Aquel mismo estrechamiento de la conciencia de que habla Binet, puede tradu- cirse y realmente se traduce por una enfermedad de la memoria que supri- me para la conciencia normal, todos los fenómenos físicos y mentales co- rrespondientes á la parte anestesiada. , Por nuestra parte afirmamos nuestra completa conformidad con las ideas de Delanne, toda vez que hemos probado experimentalmente con un sujeto histérico de veintitrés años y cuya mano derecha estaba anestesiada, que existe percepción del dolor y conciencia del mismo instantáneamente olvidadas; porque puesto el sujeto en sonambulismo magnético recordó el dolor sufrido por el pinchazo, el grito de dolor que esto le produjo y la 110 luz y unión contestación dada después en la que afirmaba que nada había dicho. Se ve aquí, pues, la conciencia del sujeto en la unidad superior sonambúlica reunir en una sola personalidad consciente todas esas conciencias ó sub- consciencias parásitas é independientes de la normal, de que nos hablan psicólogos tan ilustres como Binet y Jannet, y que no Vienen á ser más que estados anormales del sujeto enfermo. César Bordov. (Continuará) Una historia como hay muchas I Desde Colón (Cuba) me escribió un espiritista (José Castillo) enviéndome el recorte de un periódico con el relato de la muer- te de un rico hacendado, asesinado por uno de sus colonos que le disparó cinco tiros con un revólver calibre 14. Parece que mediaron algunas palabras entre D. Tirso Mesa y su colono el señor Victorio, el cual debió creerse muy ofen- dido cuando tomó tan fatal determinación, y me dice Castillo al terminar su carta: «Amalia, consulte á los hermanos del es- pació, porque el señor Victorio, siendo un hombre tan bueno, incapaz de matar á nadie, ha matado á D. Tirso Mesa, con quien nunca había tenido el menor disgusto. ))Me intereso mucho por el señor Victorio, por ser mi ínti- mo amigo, el cual no creí que nunca llegara á ser un asesino. Consulte, Amalia, consulte, á ver qué le dicen sobre tan triste asunto, que no me guía pueril curiosidad, sino el deseo vivísi- mo de saber, por qué un hombre honrado se convirtió en un momento en un asesino, pues aunque dicen que D. Tirso Mesa y el matador habían disputado acaloradamente sobre sus nego- cios, sin una causa muy poderosa no se convierte un hombre honrado como siempre lo ha sido Victorio, en un criminal. Victorio huyó, pero luego se presentó é la guardia rural pre- guntando si había muerto D. Tirso Mesa, y tanta era su agita- ción y sobresalto que sin hablar confesó su crimen, y lo redu- REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 111 jeron á prisión sin oponer él la menor Amalia, resistencia; pregunte; pregunte, se debe hacer luz entre tanta Hasta sombra». aquí la carta de Castillo, su he y preguntado al creyendo de petición guía mis justa, he obtenido la te comunicación: trabajos y siguien- II «Razón tiene quien á ti se ción dirige en llamarle tanto la lo acontecido, aten- porque en verdad que el matador mal no es un espíritu, es únicamente un sér dominado una terrible, por el odio, por pasión pero un odio feroz, viene estacionando le hace inextinguible, muchísimo que za de extinguirse tiempo, y que no tiene tra- por ahora; cuando está cerca del sér siente que odia se poseído de un furor extraordinario, no sabe lo que le pasa, pero quisiera convertirse en lluvia de destruir y pulverizar fuego cuanto le rodea para ¡infeliz! cuánto más le valiera donar, pero todavía no puede, su historia per- es toña breve, es una his- eomo hay muchas; y sin como cada tiene embargo, su temple distinto, lo espíritu que para otros nos espíritus es me- que un accidente secundario, poco para Victorio ha sido el ori- gen de su mayor desventura. »Hace mucho tiempo, mucho, que Victorio en una nación encar- perteneció al sexo débil, se llamaba de Flora, flor era ella preciosos matices, y porque era una guarda joven seductora, de un bosque; hija su padre la idolatraba y estaba tan de celoso su hija, que hasta el aire le la parecía y vigilaba que de podía continuo marchitarla, temiendo un cazador tuto le as- arrebatara siempre que lo que más vivía quería. El no pobre tranquilo, guarda-bosque pero todos sus cuidados fueron la vanos insistencia ante de su dueño, que era un hombre dado á todos vicios los y que no perdonaba ocasión para asaltar el cercado Flora correspondía á ajeno. sus halagos, y mientras su gaba al padre se entre- descanso ella corría presurosa al encuentro de su teador, confiada galan- en sus le había juramentos de darle su nombre como dado su amor. «Durante algunos meses burlaron la bosque, vigilancia del pero Flora, conociendo guarda- que iba á ser le tan fausta madre, confió nueva á su amante, y éste, puso tierra por medio huyendo de todo compromiso; el estado de Flora se hizo día cada más visible, y ella confesó creyendo que su padre la su debilidad, le perdonaría, le pidió perdón por su desliz, y el padre 112 LUZ Y UNIÓN loco de furor, le apuntó con su escopeta que estaba cargada con perdigones y éstos le acribillaron la cara de tal modo que su sin par belleza desapareció por completo, lanzándole la más terri- ble excomunión diciéndole: ¡Huye, huye! miserable, y que nunca más sepa yo de ti, y la infeliz Flora tuvo que huir sin saber á dónde dirigirse ni en qué punto detenerse para dar á luz. Unos pobres leñadores que ya la conocían le prestaron am paro, y en una choza dió á luz un niño que nació ciego, pobre sér que vivió algunos años, siempre en brazos de su pobre ma- dre que arrastró una existencia miserable, viviendo de limos nas y se había quedado tan fea, tan desfigurada, que en ningu- na parte la querían para utilizar sus servicios, parecía un monstruo. El único consuelo que tenía eran las caricias de su hijo, mas este consuelo también se le concluyó, porque el niño murió al cumplir siete años; y cuando se quedó sola, entonces se entregó más á los recuerdos de su niñez y de su adolescen- cia, recordó los cuidados maternales de su padre, que como la madre de Flora murió al darla á luz, el guarda bosque fué pa- dre y madre á la vez, prodigándole las más tiernas y delicadas atenciones, recordó á su seductor y lo recordó con un odio tan profundo que repetía siempre: ¡Ah! si pudiera le mataría cien veces, y cien y cien más, y dominada por su odio, sin poder resistir su aislamiento y su soledad, se arrojó á un precipicio por ver si había otra vida. ))En el espacio se sorprendió agradablemente al ver que la vida era eterna y juró matar á su seductor tantas cuantas veces pudiera y así lo ha cumplido. Su seductor fué Tirso Mesa, se han encontrado varias veces y Victorio no se da cuenta porque al estar cerca de ese hombre siente hervir su sangre y busca to- dos los medios para promover disputas acaloradas que termina- ban siempre en un asesinato, como ha sucedido últimamente. Victorio obra impulsado por una fuerza desconocida, él no sabe lo que siente, pero mata á Tirso siempre que tiene ocasión para ello, siendo por lo demás un buen ciudadano, que nunca tiene la justicia que ocuparse de él hasta que encuentra en su camino al hombre que tanto la hizo sufrir. Su odio le estaciona, le de- tiene y le hace adquirir grandes responsabilidades, pero al vol- ver al espacio repite con furor reconcentrado: ¡Cien y cien veces le mataré! ))Esta es la causa del asesinato que tanto ha impresionado al que se dirigió á ti; ya ves si estaba en lo cierto cuando él de- cía que se debía hacer luz entre tanta sombra.—Adiós». revista espiritista kardeciana 113 III Mucha sombra hay, efectivamente, en esa triste historia, por más que sea una historia como hay muchas, pero para un espíritu digno debe ser horrible encontrarse en la aflictiva situa- ción que se encontró Flora. Su amante la arrojó al abismo, su padre la enseñó á odiar, arrojándola de su hogar, pues si un padre no perdona nuestros extravíos ¿quién los perdonará? así es que Victorio acumula crimen sobre crimen y su padre fué el primero que con su proceder le dijo: ¡Mata! Cuánta responsabilidad adquieren los seres iracundos que en un momento de locura arrojan al abismo de la desesperación á seres débiles abandonados á sus propias fuerzas. Debíamos recordar siempre las sublimes palabras de Jesús: ¡Perdónalos Señor, que no saben lo que hacen! ¡Cuántos crime- nes se han cometido por haber olvidado la humanidad el último ruego del mártir del Gólgota! ¡Cuántos odios se han desencade- nado sembrando la desolación y la muerte! El odio es el ciclón de los siglos que destruye á su paso cuanto toca; tengamos com- pasión de los que odian, ¡son tan desgraciados! Amalia Domingo Soler. Estudiemos Si nosotros admitiéramos y afirmáramos, que existen planos materiales dis- tintos, en que surgen, se generan y desarrollan los seres en el Universo infinito, cometeríamos un error científico y un absurdo filosófico; porque estando probado que los gérmenes surgen y se generan infinitamente en cada instante, resultaría, que siendo indispensables multitud de planos «siquiera para los seres de una mis- ma especie», su situación, posición y desenvolvimiento serían imposibles ó en su totalidad se confundirían con la infinita actividad de la Naturaleza de lo,cual debemos ocuparnos con insistencia. El teosofismo moderno que sin pretender ser ecléctico, admite las teorías ác- tuales sobre el cosmos, rectifica el concepto de los planos ó esferas seriarlas de actividad, suponiendo que estas masas materiales de fluidez variable se compene- tran constituyendo los seres con representaciones psíquicas de solo tres planos: físico, astral y mental. Para ser lógicos, han necesitado establecer la teoría de las tres almas con- substanciales y, conformes con el ocultismo antiguo y moderno, reconocen el prin- 114 LUZ Y UNIÓN cipio de afinidad en los seres racionales. Esto pugna también con el principio fundamental de la Ciencia Universal que admite y prueba la unidad de la fuerza, causa animadora representada en cada sér, conforme á su desarrollo esencial, con absoluta independencia y en completa libertad, para que el gérmen virtual anímico individualizado, permanezca siempre idéntico á sí mismo. En prueba de esta afirmación, hemos deducido lógicamente que de la unión de los elementos cósmicos imponderables, infinitamente pequeños, resultan compues- tos animados que polarizados entre sí, dan resultantes de fuerzas particulares in- dividualizadas y de estas fuerzas combinadas se producen los primeros gérmenes vitales, no solamente por su virtualidad anímica, sino también por la acción ani- madora que de otros seres emana para producir la vida individual, colectiva y universal y de una á otras esferas de actividad, y lo que decimos de la causa ani- madora y sus efectos en lo universal, podemos y debemos aplicarlo al sér que consideramos en la Tierra como representante microcósmico del Universo. Para mejor comprensión, hemos admitido fuerzas distintas integrales, que ejercen poderosa influencia en el sistema funcional orgánico, y en los procesos psíquicos del principio animador, pero es preciso que repitamos con insistencia, que ni la electricidad, ni el calórico, ni el lumínico, lo mismo que ios fluidos orgá- nicos y vitales, no son substanciales ni tienen existencia propia, como tampoco funcionan del mismo modo en todas partes. Estas fuerzas, proceden de la misma causa y se portan en cada caso según y conforme á las influenciaciones de las energías prodíictoras, en acción constante y en solidaria actividad: es decir, que en los cuerpos vivos existe electricidad por- que sus elementos materiales representantes en las células y en los plasmas nucleales, se polarizan y dan por resultado cantidades de fuerza física, que se manifiesta y se porta como el fluido eléctrico desarrollado en las pilas, en todas las reacciones, por impulso de la atracción y repulsión de los elementos materiales sólidos, líquidos ó gaseosos. Este mismo fluido eléctrico, influye sobre las células inconscientemente en el funcionalismo orgánico, pero no directamente, sino promoviendo la actividad fun- cional de los elementos celulares de los tejidos y de los órganos; en este caso, la fuerza eléctrica se transforma en fluido orgánico, ó mejor dicho: se hace sentir su influencia en el organismo, promoviendo también la acción vital que se mani- fiesta, como síntesis, en las fuerzas externas é internas que influyen en la vida de los seres para amortizar ó reanimar su existencia, á veces también, para aniqui- larla y destruirla; por la misma razón y con la misma lógica, podemos apreciar las influencias físicas y fisiológicas en sentido inverso. Hemos dicho que el magnetismo, es la totalización de las fuerzas físicas, fisio- lógicas y vitales, que representan el vigor vital en cada sér y la fuerza vitaliza- dora entre los seres, y así, de esta manera, un Mundo y todas las Esferas astra- les representando como fuerza superior vital la totalidad de la vida en cada uno y en todos los instantes, pueden considerarse como seres, con actividad vital so- lidaria y universal. Por estos mismos razonamientos y lógicamente pensando, podemos y debemos considerar los mundos como á seres animados solidariamente constituidos, física y psíquicamente. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 115 Por estas y otras muchas razones, dividiremos la ciencia universal en psico- física, positiva y experimental porque así en este sentido, el sér humano en la Tierra, representando relativa y cualitativamente las fuerzas integrales del Pla- neta y asistidos de las fuerzas exteriores del Universo que alícuotamente á cada uno le corresponden conforme á su desarrollo esencial, puede utilizar esa fuerza superior qué hemos considerado como magnética, para influir directa é inmedia- tamente en su propio sér, en su funcionalismo orgánico y sensorial, resultando: que de su propio desenvolvimiento orgánico vital y mental, se produce un estado de sugestión que debemos estudiar, porque en esta función total del sér encar- nado encontraremos quizá la clave de la formación de las ideas y del desarrollo mental que produce esa luz inextinguible de variables fulguraciones y matices bro- tando radiantemente de todo sér por estímulo de la causa animadora que carac- teriza su existencia vital. Así se comprenderá perfectamente, la torpeza psíquica de los seres inferió- res y la exaltación de los sistemas sensoriales que se reflejan en los actos instin- tivos inconscientes. No nos será necesario entonces recurrir á la unión de las almas distintas, en el mismo sér, para diferenciar la vida que corresponde á cada célula, á cada tejido, ó á las distintas regiones del complicado funcionalismo que solidariamente se efectúa por la actividad virtual de las partes y la acción complementariamente totalizada en elemento animador, en el sér dotado de su propia actividad esencial. Creemos conveniente anticipar aquí (aunque sea de paso), que todos los seres, aspiramos y exhalamos fluido magnético, pero en cada sér y en cada ins- tante, esta fuerza representa distinta actividad, y según los casos, se asocian formándose por influenciación en otras fuerzas, ejerciendo así una constante magnetización que anima, modifica, transforma y mantiene las fuerzas partícula- res de los organismos. Naturalmente, en éste como en todos los casos de influenciación recíproca, los elementos y los seres particulares y colectivos, se polarizan con energías é intensidades distintas dotadas de fuerza magnética que se unen á la esfera mag- nética terrestre, formando así un piélago fluídico en que todos los seres se hallan sumergidos y todos los elementos moleculares atómicos y etéreos se encuentran compenetrados, saturados é influidos de fuerza magnética que es alimento para las energías animadas en desarrollo; así, existiendo cada elemento y cada sér por sí, para sí y en sí mismo, vive por todo y para todo. Esta es la ley de solidaridad que encontramos más acentuada en las esferas y en las actividades mentales. Insistiendo sobre la acción magnética que estimula y promueve la acción, vital, tenemos que fijarnos en otros caracteres de esta misma fuerza, combinado con el Magnetismo interastral que da origen á otras muchísimas formas de mo- vimiento influyentes en la vida particular del cuerpo de los seres y de las colee- tividades. Se puede notar en los análisis y crónicas de la Historia terrestre seres vege- tales y animales que ejercen influencia perniciosa ó saludable, sobre otros seres y sobre la vida de los superiores orgánicos vitalmente considerados; se conoce 116 LUZ Y UNIÓN también á seres racionales que han caracterizado períodos históricos por su influencia sobre las masas y hasta reconocidamente sobre las fuerzas naturales y las manifestaciones meteorológicas de la Naturaleza. Pues estos seres es á quien debemos estudiar para que los apóstoles puedan realizar conscientemente actos más notables y utilizar esas influencias dé los seres inferiores, para mejorar los organismos anémicos y debilitados por des- gaste de fuerzas y condiciones necesarias para vitalizar, reorganizar y reconsti- tuir el equilibrio funcional en sus organismos. Ya digimos en otra ocasión, que los cuerpos simples de la química terrestre, debían clasificarse conforme á sus caracteres alotrópicos, y de esta clasificación quedaría anulada la química como ciencia independiente, reconociéndose que la formación y sustitución de los elementos atómicos ó según teorías más modernas, los equivalentes atómicos, serían comprendidos en la psico-física racional, porque por el origen de la fuerza y sus múltiples formas de manifestación, obedeciendo á leyes particulares sapientísimas y eternas, son promulgadas por la voluntad Absoluta del único sér legislador. , Ya veremos, al descubrir algo de lo poco que nosotros podemos comprender de los caracteres y de las influenciaciones mentales, cómo estas fuerzas emana- das de la actividad pensante, influyen y animan á todos los seres en sus más mínimos elementos y en lo más íntimo de su conciencia; veremos asimismo cómo se irradia la fuerza magnética de los seres superiores, produciendo todos los matices de la luz que simboliza radiantes fulgores del pensamiento, cómo se tonifican, se iluminan y se modulan con armoniosos sonidos los matices multico- lores de la luz psíquica muy superior á los resplandores solares que hieren los sentidos del cuerpo. Se puede saber por razonamiento y se puede sospechar por intuiciones lógi- cas, que si la fuerza es única, y los caracteres se manifiestan de infinitas formas de movimiento, cada una de estas modalizaciones producirá distintos matices ó distintas gamas de indeterminaciones variadas en claves diferentes de escalas superiores. Acaso aquí encontremos el secreto de la inter-comunicación del pensamiento, acomodando las formas del pensamiento transmitido, á la capacidad sensorial y perceptible de los comunicantes, y, un pensamiento concebido y elaborado con palabras que representan una idea en frases que producen rasgos radiantes apro- piados, puedan transmitirse con la misma gama y diapasón, que puedan ser sentidos y apreciados por los que se pongan en condiciones de poderlos sentir. Siendo así la dificultad de transmisión, dependerá de la incapacidad de alguno ó de muchos de los interlocutores mentales; ó de otro modo, siendo las conclusiones morales é intelectivas análogas y similares á un pensamiento que se exterioriza como resultado sintético representado en la idea, con la necesaria intención de ser transmitida para su interpretación en una conciencia bien pre- parada y con suficiente desarrollo moral é intelectivo, puede ser apercibido y apreciado en el propio idioma en que es sentido y también por la ley de transfer- mación de las fuerzas y en el lenguaje y con todos los matices en que el sensorio receptor puede colocarse. Sobre todos los puntos hasta aquí esbozados y sobre otros más interesantes REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 117 aún y menos comprensibles, debemos ocuparnos, porque no será obstáculo que desconozcamos el vínculo transmisor para establecer la comunicación mental á distancia, y así como en la telegrafía directa en la Tierra producirá resultados satisfactorios, aun cuando se atribuyese á las vibraciones de los electrones, ó á las corrientes ondulatorias del éter. Dicen nuestros comunicantes del espacio, que nosotros debemos utilizar fran- camente algunos de los caracteres de la actividad magnética para regularizar la vida de los seres bajo la dirección de espíritus superiores obrando sobre los inferiores racionalmente, para multiplicar los organismos necesarios, acelerar sus desarrollos y fructificación, sometiendo las fuerzas naturales á la voluntad que dispone de las fuerzas superiores mentales y transformar el Planeta para que se fertilece y nutra á todos sus habitantes bajo la dirección de los más per- fectos, que con los agentes providenciales y protectores de la vida y restaura- dores de la habitación donde hemos de unirnos, familiarizarnos y confraternizar todos, protectores y protegidos. Benito Rodríguez. Comunicaciones UNA VISIÓN DE UN ESPÍRITU Mis buenos y queridos hermanos, que la paz de Dios sea con todos y su mi- sericordia nos ampare. Permitid, mis queridos amigos, que por una sola y tal vez única sesión, os hable en sentido personal. ¡Qué inmensa satisfacción disfruto, qué intensa alegría me invade cuando volviendo atrás el pensamiento y contemplando las imágenes pasadas, puedo apreciar el constante progreso de este mundo, al cual aún pertenezco, viéndolo salir del caos informe de fuerzas y materia, personalizándose en el espacio, des- envolverse, crecer, perfeccionarse, crear y producir minerales y plantas, peces, brutos y aves; ir transformando al calor de su seno fecundante, las especies en más y más perfectas hasta llegar á la forma humana, por hoy lo más superior é inteligente que de su seno ha salido, para poblar con su humanidad los extensos espacios de su superficie, cubriéndolos de inteligencia, de progreso, de perfec- ción que lo lleva, lo conduce insensible y paulatinamente por el descubrimiento de lo incógnito y las conquistas de su inteligencia al conocimiento de la causa Suprema de donde se produjo el gérmen de su sér, que brotó, floreció y fructi- ficó al suave calor del inmenso amor, infinito, de su esencia increada! ¡Y qué placer, qué alegría, qué felicidad, si volviendo la mirada de mi sér at porvenir, veo dibujarse en horizontes sin fin las formas, las transformaciones, las mutaciones aún no realizadas, porque ha de pasar ese mi mundo, por ahora; 118 LUZ Y UNIÓN formas maravillosas, sorprendentes; transformaciones increíbles, mutaciones incomprensibles; en resumen, sorprendentes, perfectísimas; humanidades supe- Llores con inteligencias sublimes, dominando los elementos, disponiendo de un poder colosal que las hace dueñas y señoras de su planeta con el conocimiento exacto de su Sér creador! Atrás legiones de seres inferiores que vienen á realizar una obra bruta, luego operarios más adelantados que ocupan el puesto de los anteriores y pulen su obra, después otros más entendidos que la adornan, luego otros y otros que la perfeccionan en una labor constante de sucesión de seres cada vez más inteli- gentes; y por último, allá en lontananza lejana, infinita, extensa, inconmensu- rabie, nuevos obreros de formas más perfectas, de inteligencias más finas, con- tinuando la labor de las generaciones; de humanidades de seres que se suceden en la perfección y acabamiento de la obra. ¡Ay hermanos!, cuánto gozo, cuánto disfruto; esta visión hasta hoy para mí desconocida, me ha sido concedida por la Divina gracia, y todo mi sér se ha engrandecido, una satisfacción inmensa me ha invadido y he querido decirlo, y dicho queda á los buenos amigos que constantemente me han concedido bbnda- dosos su atención. Vuestro Amigo de ahí y aquí. LOS MILAGROS Con motivo de haber hablado, antes de empezar la sesión, los hermanos allí reunidos, de los milagros, el guía del Grupo dió la siguiente comunicación: «Mis buenos y queridos hermanos, que la paz de Dios sea con todos y su misericordia nos ampare. De milagros hablasteis y entre milagros vivís sin darles importancia, ni fija- ros en ellos, pues la costumbre de verlos realizarse desde que pudisteis razonar os hace mirarlos como lo más fácil y hacedero que en la vida puede ser, y en efecto, así es; pero si se analiza su esencia, su forma y modo de producirse, os resultarán efectos milagrosos esos que tan naturales juzgáis, mejor dicho, que tan sencillos os parecen. No hay más que fijarse en una de las formas de reproducción; las aves, los peces y los reptiles, depositan su huevo abandonándolo unos, cuidándolo otros, y en ese huevo encerrado va una vida, en sus elementos residen los de un sér que ha de vivir, moverse, volar, correr ó nadar; grandes ó pequeños, apreciables á la simple vista ó microscópicos, todos encierran en sí el gérmen y los elementos del sér que han de producir. Romped el mayor, el que más se presta al fácil aná- lisis de la inspección ocular; buscad en él la vida que ha de producir, analizad sus elementos para encontrar las múltiples formas y diversas combinaciones que le han de formar los nervios, músculos, etc., que serán á su tiempo el conjunto armónico de un sér organizado y más ó menos inteligente, y en vano vuestra inspección penetrará en la masa que lo forma; materia sin vida aparente y ausen- cia absoluta de toda indicación del organismo futuro, es lo que encontraréis. REVISTA ESPIRITISTA' KARDECIANA 119 ¿Por qué razón, pues, y á qué causas incógnitas obedece el que mediante deter- minadas condiciones de estado y especiales circunstamcias, se agite en el seno de aquella masa informe un impulso de vida? ¿á qué razón que aquella materia, al parecer inerte, se agite, se agrupe, se combine y forme formas, músculos, sentidos, nervios, organismo perfecto, vestido de la capa que á su especie corres- ponde? ¿por qué aquel sér en tan reducido espacio, en formas tan perfectas, en posición tan recogida, permanece hasta el momento en que puede resistir la im- presión de los elementos externos, y entonces rompe la prisión, la envoltura que le ha servido de cuna y se manifiesta al exterior ostentando todas las condicio- nes necesarias ai género de vida á que está destinado? Por el milagro, por la divina ley que rige tanto las conglomeraciones de mundos, como el átomo más insig- nificante; por la emanación eterna de la fuente de vida que infinita mana, lie- nando á todo el aliento poderoso de su sér inmenso; por la impresión del eterno decreto que hace á cada momento cumplir las eternas é inmutables leyes, vivi- ficando con su aliento los seres de todos los reinos en todos ios mundos. Este es el milagro; el cumplimiento^ la realización de los eternos designios ocultos á la limitada inteligencia de esos seres humanos, más clara para otros, más transpa- rente para algunos, y conocida de muy pocos de los que por su constante y asiduo trabajo se han hecho dignos de merecer el conocimiento de algunos de los grandes decretos de su Creador». Vuestro Amigo. De la identidad de ios espíritus Una de las dificultades más grandes que presenta el Espiritismo es, á no dudarlo, la imposibilidad con que se tropieza muy á menudo de no poder estable- cer la identidad de los espíritus, es decir, por lo general no podemos saber si el espíritu que se comunica y que dice ser tal ó cual, sea en realidad el mismo Dada la enseñanza que los mismos espíritus nos dan de que el mundo espiri- tual es un fiel trasunto del corporal; que allí viven los mismos seres que antes tuvieron en la tierra una forma corpórea, que conservan las mismas virtudes é imperfecciones puesto que el hecho de su transformación en espíritus, no los coloca de un salto en el pináculo de la sabiduría ni en el abismo de la ignoran- cia; resultando, pues, de esa enseñanza de los mismos espíritus, que el mundo espiritual está formado de los mismos seres verídicos, mentirosos, graves, irre- flexivos, inteligentes ó ignorantes, que antes vivían en la tierra y que ahora se hallan transportados al plano astral, no puede ponerse en duda que es muy difícil saber si los espíritus que se comunican son realmente los que se nombran y se firman ú otros que se substituyen para engañarnos. Ya Alian Kardec en sus obras, nos habla de este inconveniente, pero si bien se considera y teniendo siempre en cuenta el fin primordial del Espiritismo no 120 LUZ Y UNIÓN resulta tan grave dicho inconveniente, sobre todo para los que saben investigar en el mundo invisible y lo hacen con un fin desinteresado y por amor á la verdad. Por otra parte y considerando el estado actual de la ciencia espiritista, vemos que mucho se exagera este inconveniente, pues á un buen experimenta- dor, siempre le es posible establecer la identidad de los espíritus, sino de todos, muy particularmente de aquellos que tienen interés que sean conocidos y se esfuerzan en presentar todas las pruebas que á ello lo conduzcan. Las personas que hacen experimentos con fines frivolos, por mero pasatiempo y diversión y que no pueden convencerse de la importancia y transcendentales fines del Espiritismo, están siempre muy propensas á ser víctimas de engaños y mixtificaciones, porque ellas mismas con su carácter ligero y la ignorancia que demuestran para tratar estos asuntos, atraen espíritus igualmente ligeros y men- tirosos, que hay en abundancia en el espacio, lo mismo que los hay en la tierra. Esas personas desconocen una ley ineludible del mundo espiritual que con siste en que todos nos atraemos y repudiamos por las ideas y sentimientos que nos guían en nuestras acciones; así, el mundo espiritual es atraído por nosotros, cuando nos ocupamos de llevar adelante una empresa cualesquiera, en la parte de ese mundo que está en armonía con los pensamientos ó sentimientos que ponemos en movimiento; por esto es que al evocar á los espíritus, no siempre vienen los que evocamos, sino aquéllos que están más en armonía con el propósito que nos guía y las creencias que poseemos, respecto de lo que sean los espíritus ó el mundo invisible. Por otra parte, no siempre pueden venir á nuestro llamamiento los seres que evocamos, ó si pueden, resulta á veces que otros, de mayor poder fluídico ó de fluidos más armónicos con los evocadores, se interponen y producen el fenómeno contra lo que deseamos, y esto cuando no toman el nombre de la persona evo- cada y nos engañan ó pretenden engañarnos. Por eso los experimentadores prácticos, cuando se dedican á estos estudios, lo mismo que las sociedades espiritistas serias, no hacen evocaciones de espiri- tus determinados ni demuestran un deseo vehemente de que se manifiesten aque- líos con quiénes desearíamos comunicarnos. Como el objeto principal que todo investigador serio debe proponerse es el del conocimiento del mundo espiritual ó la comprobación real de su existencia, debe relegar todo deseo personal de comunicación con determinados espíritus, esperando con paciencia que ellos espontáneamente se comuniquen. Si no se comunican, sabiendo como tienen que saber el gusto con que serían recibidos, es porque existen serios inconvenientes que lo imposibilitan, porque en el mundo espiritual lo mismo que en el nuestro, no todo cuanto se desea se consigue ni tampoco basta nuestra evocación para que los espíritus se pongan á nuestra disposición, cuando muchas veces, ocupa- ciones más serias é importantes, les impiden hacerlo ó también porque, teniendo su libre albedrío, son dueños de acudir ó no al llamamiento muchas veces impor- tuno de los de la tierra, como sucede entre los hombres, que no renuncian á este derecho. Pero á pesar de las dificultades que presentan los espíritus para ser identifi- cados, no es cierto que sea imposible esa identificación y mucho nos ha extra- nado que un sabio como Aksakof después de haber presentado en su magna obra REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA Animismo y Espiritismo pruebas tan acabadas de identidad de espíritus, al final de su libro haya transigido hasta cierto punto con la opinión de aquellos que nie- gan en absoluto dicha identidad ó por lo menos haya presentado tantas dificulta- des en la práctica, cuando él mismo detalla casos concretos que no admiten dudas de ningún género. Es claro que los investigadores que aceptan los fenó- menos y niegan la existencia del espíritu, ya formando parte integrante de la personalidad humana ó después que se desintegra por la muerte, oponen toda clase de razones á la identidad, consecuentes con su argumentación negativa de toda espiritualidad; pero es preciso también no olvidar que, para llegar á una convicción en materia de Espiritismo, que confirme plenamente nuestras doctri- nas, es necesario haber estudiado mucho, haberse hasta cierto punto connatura- lizado con el mundo espiritual por una actuación constante de años. Hay que saber esperar y para esto hay que poseer una voluntad firme y perseverante, dejando lo demás al tiempo que, en una hora ó un minuto el cual puede llegar al principio de las investigaciones como después de muchos años, como le pasó al sabio Lodge, se presenta la prueba contundente, decisiva, que haga plena luz en el espíritu y ahuyente las dudas que han sabido resistir años y años, nada más que porque esa luz no había llegado aún. Los espiritistas viejos no podemos decir que nos hayan faltado medios para establecer la identidad de ciertos espíritus, porque los hemos sujetado á toda clase de pruebas, de manera que al final se haya llegado al fin deseado. En estos casos, como dice Alian Kardec, son los mismos espíritus los que revelan su identi- dad por una multitud de circunstancias que se encuentran en las mismas comuni- caciones, donde se reflejan sus hábitos, carácter, lenguaje, hasta en sus locuelo- nes familiares. Se revela también por fenómenos íntimos en los que entra espon- táneamente con las personas á quienes aprecia: éstas son las mejores pruebas. Aún en los fenómenos de efectos físicos y de materialización se presentan casos tan claros y explícitos que sólo pueden ponerlos en duda personas absolu- tamente incapacitadas, por el momento, para formarse un concepto claro del espíritu ó que no tienen estudios formales é intensos hechos sobre estas cuestio- nes. Son innumerables en los anales del Espiritismo los casos de materiajiza- clones de espíritus que son reconocidos por sus deudos, parientes y amigos asis- tentes á las sesiones. Pero lo que más todavía establece plenamente la identidad es cuando los mediums de escritura mecánica, prestan su brazo y su mano á esas fuerzas inteligentes invisibles, cuya escritura resulta ser la misma que usaba en la tierra la persona que declara ser el espíritu de la que vivió en la tierra, cuya letra y firma es reconocida por sus deudos, parientes y amigos. ¿Se quiere mayor prueba de identidad? ¿Un banquero dejaría de pagar un giro firmado por una personalidad de este género, si la letra y la firma resultara ser la misma de la que tiene registrada en sus libros? ¿Podría argüirsele de error ó ligereza probándosele que el cliente había ya fallecido? No; supuesto que la identidad de la firma responde de la identidad de la persona y probándose que el medium ni conoció en vida al firmante, ni mucho menos su letra, para haber podido imitarla. En resumen, pues, la identidad de los espíritus es un argumento que no tiene importancia ni poca ni mucha en contra de nuestra ciencia espiritista. 1.°, por- 122 LUZ Y UNIÓN que en la mayoría de los casos son víctimas de engaños y mixtificaciones los que no conocen el modo de operar ni tampoco se han ocupado lo bastante del asunto para formarse una convicción. 2.°, porque aun suponiendo que el incon- veniente fuera absoluto en todos los casos, nos queda el hecho principal de que siempre son espíritus los que se comunican y esto nos prueba siempre la verdad nconmovible de los espíritus y de su comunicación con nuestro mundo corpóreo. Ayer y hoy 1 ¿Eres pobre? pues roba en emboscada; la cárcel es tu esposa enamorada... ABURRIMIENTO No sueñes, miserable, con el pan. Trabajador, sucumbe y desfallece; De Maltlíus los preceptos santifica; deja ya de la vida el duro afán. jviva la fuerza bruta! sé titán. Se aumenta el hambre y la miseria crece, El honor al despojo sacrifica... si tu cuerpo ai martirio no obedece... Si crees que la paz te purifica... No sueñes, miserable, con el pan. No sueñes, miserable, con el pan. Deja comer al fraile, al negro cura; Evangelio, Jesús... ¡todo es mentira! al cacique, al hipócrita, al rufián; Engendro vil Mahoma, el Alcoran... si tienes sed, tu sangre, necio, apura; No hay Dios para un cerebro que de- y come de tu triste desventura .. [lira. No sueñes, miserable, con el pan. Blasfema trovador, rompe tu lira... Sf tienes dignidad, tienes un yugo. No sueñes, miserable, con el pan. (Hay que tener el alma de caimán Tu porvenir es negro cual abismo: para sacar de la miseria jugo). truena y arroja, pues, como un volcán. ¿Renuncias ser á tu ideal, verdugo? El hambre no conoce el cristianismo. No sueñes, miserable, con el pan. Ella será el verdugo de ti mismo.i. ¿Naciste de la honrada, humilde es- No sueñes, miserable, con el pan. [fera? ¿Eres del pueblo el desterrado Adán? II Pues maldice y escupe tu bandera; ESPERANZA jura tu perdición y desespera. . No sueñes, miserable, con el pan. Así pensaba yo en lejanos días Mujer, hijos, afectos: todo es nada. presa mi alma de crueles penas; Los que puedan por ti, ya gozarán. cuando en medio de luchas y agonías REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 123 agotadas creí las energías Tú purificas el ambiente insano. para romper mis tétricas cadenas. Tú el pesar calmas de afligido pecho; Entonces, apartándome un momento Tú el alma sacas de su cauce estrecho; de mjs negras y tristes reflexiones, Tú por nada nos dejas de tu mano. un oasis de paz el pensamiento Con tu horizonte de color de rosa encontró en las llanuras del tormento, acoges del mortal su vida amarga; donde había manjar de corazones. y si piensa en tu gracia generosa Pensé en la pequenez de lo que existe deja de ser autómata, ser cosa, al rededor de un sér, que, cual el mío, para llevar con ilusión su carga. de seguir su progreso no desiste, Desde que la razón marcó su huella y no vale la pena de estar triste en el cerebro humano, y raudo vuelo porque en quiebra esté el pan y en alza emprendió el alma cual naciente estre- I el frío [lia, Ya no sueño furores, ni amedrenta que has sido tú, esperanza, la más bella á mi alma el porvenir que antes temía; recreación para gustar del cielo. Dios querrá para mí, si así es su cuenta. En ti, esperanza, descansó mi vida; El que todo lo rige y lo sustenta, en ti encontré la calma que mi alma que de un poco de bien me llegue el día. en días desgraciados vió perdida; Y llegará. Jamás tuve en la mente fué mi sér negra mar embravecida una idea tan fija, y confianza y fuiste tú la que lo puso en calma. más grata, más segura, más presente; En ti, esperanza, yo encontré el be- y es que mora mi alma en un ambiente [leño saturado de amor y de esperanza. que adormece mis penas; el tesoro ¡Esperanza! ¿Podréis nunca, mor- que más gozo me causa al ser su dueño; [tales, el ángel de mi vida, y que yo sueño inventar otra voz que mejor diga estar siempre diciendo: Yo te adoro. lo que es la curación de nuestros males? ¿Qué me importan los dones, que á ¡Cuánto, oh esencia de Dios, puedes y [porfía [vales? reparten los humanos de continuo? Tú has sido de mi sér la eterna amiga. ¿Qué me importa su estúpida alegría Tú, la zozobra cruel que, desbor- si escucho como dice el alma mía [dante, que te llevo, esperanza, en mi camino? mi espíritu anegaba, has destruido. Con ella venceré todos mis males; Tú, al contemplar mi paso vacilante, con ella triunfaré, y estoy muy cierto has gritado á mi espíritu: ¡Adelante! que si no son laureles terrenales y que adelante fuera has conseguido. otros recogeré, más inmortales, Tú reedificas el hogar deshecho; á mi llegada al venturoso puerto. Krainfort de Nínive. 124 LUZ Y UNIÓN Fiestas en honor de Alian Kardec y Miguel Vives Como en los años anteriores, la Comisión organizadora de estas fiestas, que ya han tomado carta de naturaleza entre los espiritistas catalanes, está organizando las correspondientes al presente año, habiendo fijado la fecha del 30 y 31 del próximo Mayo para celebrarlas. En la última reunión acordó la citada Comisión que con el objeto de que el número de pobres á invitar al banquete aumente en todo lo posible, sólo sean admitidos en el mismo los que además de pagar su cubierto pa- guen también el de un pobre. Creemos que esta medida será aplaudida por todos los que acostum- bran asistir á dicho acto, ya que debe comprenderse que uno de los más principales fines que se persiguen en estas fiestas es dar una espléndida comida al mayor número de pobres posible. El programa definitivo lo publicaremos en el próximo número; hoy sólo adelantamos que no desmerecerá del de los demás años. Por las noticias particulares que nos hemos proporcionado, podemos asegurar que son muchísimos los espiritistas de Barcelona que durante todo el año han Venido formando su fondito para asistir á estas fiestas y para poder pagar además de su cubierto el de un pobre, como lo acor- daron ya muchos el año anterior. El precio del cubierto se ha fijado en 1'50 pesetas, de modo que los que deseen asistir vendrán obligados á pagar 3 pesetas cada uno. La Comisión ha señalado la fecha del 24 de Mayo como último día para admitir inscripciones al banquete; pasado dicho día no será admitida nin- guna otra inscripción. El precio del cubierto solo dá derecho á la comida que se verificará el primer día á la 1 de la tarde; las demás comidas deberán efectuarlas los concurrentes allí donde les plazca. Los Vales para los cubiertos se expenden en la administración de esta Revista y en el «Centro Barcelonés de Estudios Psicológicos» y Círculo «La Buena Nueva». REVISTA ESPIRITISTA KARÜECIANA 125 Garibaldi, espiritista L'Adriático, el gran periódico de Venecia dice por qué y cómo Gari- baldi había sido místico. He aquí la substancia: Garibaldi había creído siempre en la inmortalidad del alma humana. «Hay, dice, en la memoria del sér humano, alguna cosa, que no podemos ni comprender ni explicar, pero que existe. Es, sin duda, esa chispa minus- cula, emanada del Infinito y que reside en nuestra pobre y miserable én- voltura, fuera del contacto de nuestros sentidos y del alcance de nuestra vista». Su misticismo le llevaba á admitir la preexistencia del alma, y á propó- sito de su primer encuentro con Anita, dice que ambos quedaron en éx- tasis y silenciosos, se miraron como dos personas que no se veían por la primera Vez y buscaban á recordar sus fisonomías ya conocidas. Garibaldi era místico porque sentía en él un extraño poder místico, que ejercía también sobre Anita como sobre sus «camisas rojas» cuando los arrastraba á sacrificar sus vidas por la libertad. Y tuvo pruebas de videncia durante el sueño, que le había hecho, en pleno mar, asistir á los funerales de su madre, celebrándose en el mismo instante en Niza. Hacia el fin de su vida, el misticismo tomó en Garibaldi la forma neta- mente definida de Espiritismo. En efecto, el profesor Damiani escribía: «En una conversación que tuve en Roma con nuestro gran hombre, la úl- tima vez que hablamos del Espiritismo, lo encontré inclinado á nuestra di- vina filosofía». Es de gran interés recordar aquí su famosa definición: «Esa religión de la razón y de la ciencia, se llama Espiritismo». Místico al prin- cipio, espiritista al fin, él sentía repulsión por los curas y esbribía á sus amigos de Venecia: «Hacer la guerra á los curas, bajo cualquier forma que sea, es hacer obra santa». Detestaba á los curas porque ahogan la libertad de pensar en la fami- lia, en las escuelas, por todas partes donde dominan. Los negadores del Espiritismo Hay muchas gentes que tienen por moda denigrar al Espiritismo y á sus adeptos. Unos creen que los espiritistas somos solidarios de todas las utopías, cuentos, novelas, fábulas y excentricidades. No tienen más inconvenientes los destructores del Espiritismo, negros ó rojos, que sus dardos se pierden en el vacío y sus batallas son como las de don Quijote contra los molinos de viento de sus fantasías, ó á los reba- ños de carneros. ¿No veis que nosotros combatimos el milagro, como contrario á las leyes naturales, como irreligioso y anticientífico, y concluímos con su dictadura? 126 LUZ Y UNIÓN ¿No veis que declaramos la oposición á todos los fraudes, y nos atene- mos al positivismo espiritualista, ó psicología experimental, cumpliendo rigurosamente las reglas de crítica, camino único de la ciencia? Es decir que nos hacéis cargos por lo que rechazamos y no nos juzgáis por lo que aceptamos. Estáis tocando el violón á las mil maravillas. Si no tenéis más razones para rebatirnos, que los lugares comunes de la fraseología denigrante de la personalidad honrada, que tal debe su cien- cia á largos estudios y á ciertos sacrificios de investigación y relaciones; y si Vuestra táctica se reduce á negar y desfigurar los hechos históricos para hacer reir un poco en tertulia, bien podéis dejar esa tarea, porque hace 60 años que esas vulgaridades se han demolido como necia antigualla. Rebatidnos como nosotros lo hacemos con vuestras^ilusiones: estudian- do el Espiritismo, ya que para juzgar una cosa es preciso conocerla; reco- mondando la lectura de nuestra moral, filosofía y ciencia; y copiando pá- rrafos enteros de nuestras obras, para que los juzgue la razón colectiva. Dad cabida en vuestra prensa al pro y al contra, y no obréis como jueces que fallan pleitos sin oir las partes del litigio. Pero si hicierais esto, ¿para qué querríamos los espiritistas más propa- ganda? La experiencia demuestra que siempre nuestros adversarios han contribuido más que nosotros mismos á la difusión de la verdad. Sed hombres serios. El Espiritismo no esquiva el examen ni la crítica. Es feliz en una discusión noble y leal. Pero no le atribuyáis lo contrario de lo que dice, ni le carguéis lo que rechaza. Eso es una inquisición. Así como no es justo juzgar la medicina por los charlatanes, ni la reli- gión por los abusos y crímenes cometidos en su nombre, tampoco es justo denigrar la ciencia espiritista por lo que diga de ella cualquier beata mur- muradora ó cualquier pretendido sabio que no la conoce ni por el forro. Doña María K. de Senillosa Por noticias particulares hemos sabido la desencarnación de esta ilustre y buena hermana en creencias, acaecida en Burdeos á últimos del mes pasado. Fué D.* María la digna compañera déla vida de nuestro- inolvidable amigo é ilustrado escritor espiritista D. Felipe Seni- llosa, en cuyos trabajos había tomado una buena parte. La muerte la ha sorprendido cuando se disponía á terminar la última obra en que su inolvidable esposo laboraba hacía mu- chos años. Durante su estancia en Barcelona tuvimos la dicha de reía- REVISTA ESPIRITISTA KAlDECIANA \21 cionarnos con tan ilustrada señora y pudimos apreciar las mu- chas virtudes que atesoraba. Caritativa como lo era su amado esposo, continuó socorriendo á muchas de las familias á cuyas necesidades aquél subvenía, y amante y ferviente creyente del Espiritismo como su buen compañero, continuó protegiendo al Círculo «La Buena Nueva», pagando todo el alquiler del local que ocupa, á la vez que auxiliaba con largueza propia de la amistad y admiración que por ella sentía á nuestra querida y anciana hermana D.'' Amalia Domingo y Soler. La desencarnación de nuestra ilustrada y buena hermana doña María se dejará sentir mucho entre los infinitos amigos que se había captado en ésta, gracias á la bondad de su carácter, á lo claro de su inteligencia y á la ternura de su corazón. Al entrar en la nueva vida se lleva las bendiciones de muchos necesitados que la adoraban, no sólo por la protección que les dispensaba, sino también por las palabras de consuelo y de aliento que para ellos siempre tenía. El cariño, el afecto de los que nos honrábamos con su amistad, le seguirá á través de la nueva vida que ha emprendido. Estamos seguros de que en la nueva patria, unida ya otra vez á su idolatrado esposo, continuará prestándonos su concur- so en la labor de difundir y propagar los ideales espiritistas. Adiós, hermana querida, adiós; dichosa tú que has termina- do tus tareas en la ruda labor terrena, satisfecha, alegre y son- riente; la luz del más allá te rodea; envíanos una chispa, como antes nos enviabas las de tu clara inteligencia. Ecos y noticias Nos participan nuestros amigos del Centro «La Fraternidad», de Sabadell, que el día 7 del pasado Marzo tuvieron la satisfacción de recibir la grata visita de algunos miembros de la Rama Teosòfica «Arjuna», de esta capital. Entre ellos figuraban los señores Planas, Maynadé y Treviño, y aprovechando su visita pro- nunciaron sendos discursos dirigidos al numeroso público allí congregado para escucharles. Nuestros hermatios de dicho Centro nos dicen que quedaron muy bien impre- sionados con los acertados argumentos expuestos por los oradores, pues aunque se trate, añaden, de una doctrina que lleva un nombre distinto de la nuestra, posee en cambio un fondo bastante análogo con sus bases principales. 128 LUZ Y UNIÓN El día 18 del pasado Marzo verificóse en Manresa el sepelio civil de los restos mortales del joven Manuel Mas, hijo querido de nuestro buen amigo D. Fran- cisco Mas. Era el joven Mas muy apreciado de cuantos le trataban, pues aun cuando sólo contaba 16 años de edad, había sabido captarse muchas simpatías por su afable carácter y clara inteligencia. Detrás del féretro seguía numerosa comitiva, deseosa de tributar al joven Mas y á su apreciada familia una nueva demostración del cariño y aprecio que para uno y otra sienten. Ya en el Cementerio Libre, los hermanos Pedro Sacasas y José Boladeras dirigieron la palabra á la concurrencia, ensalzando las virtudes que adornaban al sér cuyos restos tenían delante, y demostrando de paso claramente los argu- mentos en que se basa nuestra fe en la inmortalidad del alma. Ambos oradores fueron atentamente escuchados y al terminar su peroración muy felicitados por todos los presentes. Al joven Mas le deseamos en la nueva vida que acaba de emprender una buena suma de adelanto y de amor, y para sus padres toda la espiritista resignación, tan necesaria en estos casos. fdemos recibido un ejemplar de los Estatutos de la «Unión Espiritista Cristiana de Filipinas» y las listas de su nueva Junta Directiva y Centros que tiene esta- blecidos. La Junta la componen los señores siguientes; Agustín de la Rosa, Presidente.—José León, Vicepresidente —Potenciano Andrade, Secretario.—Simón Andrade, Tesorero.—Ladislao Reyes, Contador. —Ignacio Yelowitz, Vocal primero. —Inocencio Echarri, Vocal segundo.—Dá- maso Romasanta, Vocal tercero, y los Centros: «La Caridad», calle Sulucan, 42, Sampaloc - Domicilio Social—«La Fe», calle Novaliches, 53, San Miguel.—«La Constancia», calle San Luis, 148 Ermi- ta. —«La Fraternidad», calle Alonso, 43, Malate.—«La Aurora», calle Bambang, 37, Pasig (Rizal). —«Lux», Longos, Laguna. — «Cristianismo», San Antonio, La- guna. —«Gabinete y Farmacia Magnéticos Espirituales de Manila». Agradecemos á nuestros buenos amigos la atención que nos han demostrado y les felicitamos por su labor muy digna de encomio El día 9 de los corrientes vió la luz material una preciosa niña, hija de nuestros buenos amigos D. Jaime Aniceto y D.'' Emilia Durán, hija ésta de nuestro querido compañero D. Santiago Durán, administrador de este periódico. La niña fué inscrita civilmente el día 12 con los nombres de Antonia, Ramona y Francisca, siendo testigos D. Santiago Durán y D. José Giribet. Felicitamos sinceramente á los padres de la recién nacida y á sus abuelos don Santiago y D^ Antonia con motivo de tan fausto suceso, y deseamos para el sér que acaba de engrosar tan dichosa familia, un risueño porvenir y una feliz estan- eia en este planeta. B IBLIOTECA UNIVERSAL Cada obra forma dos voluminosos tomos en 4." mayor, letra del 12, en tela, con elegantísimas tapas alegóricas, cada uno 7'50 ptas.—En rústica, 6 ptas. OBKAS PrBL·lCADAS por CH. LAFOlVTAlNB por B. D'BSPEBAIVOB II y la áiaf|iía por j. bouvbky Cada obra forma un v?olumlinoisao tomo eán 4 i° maïyoïr, lleltrafdael 12i, ien tela, con elegantísimas tapas alegóricas, cada una 7*50 ptas.—En rústica, 6mptas. la (La Survie) **VeogjbbaÏíí'*^ CORRESPONDENCIA Sres. Snscriptores qne han satisfecho la snscripeián de 1908 R. C.—Málaga. — A. R.—Igualada. 8res. 8nscriptores qne han satisfecho la suscripción de 1909 D. G—Cuevas de Vera He- P. C. —Barcelona. J. B.—Manresa. rrerías. J. E.—Id. B. P.-Id. F. B.—Valencia. J S.- Id. B. C.—Id. M. S. —Frailes (Jaén). J. M. -(d. J. P.—Id. ü. A. —Aguilas (Murcia). J. G.- •Tàrrega (Lérida). V. L.—Irún. P. C,—Barcelona J. P.- Barcelona. T. T--Id. J. Z.—Banes Gibara (Cuba) A. O. -Id. J. S.—Id. B. S,—Id. id. E. F. -Id. A. S.—Id. G. D —Lares (Puerto Rico) P. C. Id. V. M.—Id. J. M.® C.-ld. id B. A. -Id. J. B. O.—S. Luis (Baleares) E. M.—Pardemarin (Pon- P. D. -Id. A. A. - Gibraltar. tevedra). C.C., V.·'León.- Gracia(B) P. H.-Id. C. P.-Mira (Cuenca). F, C. —Alicante. V. G. Requena. A. S.—Córdoba. P. F. —Id. J. M. —La Unión (Murcia). F. R , Vda. de Carbonell. J. G.--Id. A S.—Tánger (Marruecos) — (Cádiz). C. G. Id. M. A.—Zaragoza. V. B.—Barcelona. T. J.- - Id. M. P.-Id. A. del V.—Id. J. R. L.-Id. J. M.-Id. P. P.-Id. S. G. -Id. A. S.- Id. f. F.—Id. S. S. Id. M. V. M.- Barcelona. (Alcanza al 13 de Marzo de 1909) La Administración. STA Revista se ocupa de todos los asuntos que se relacionan con el Espiritismo; para ello cuenta, además de su cuerpo de Eedacción, con la asidua colaboración de espiritistas de gran valía y con la protección de sus guías espirituales. Ve la luz, en cuadernos mensuales de 36 páginas, cubiertas inclusive, del 20 al 25 de cada mes y regala á sus suscriptores al efectuar el pago del abono, una obra espiritista cuyo valor no baja de 2 pesetas. PRECIO DE SUSCRIPCIÓN España. . . . . 7 pesetas Por nn año. . Extranjero 12 » Número suelto. . 0'50 » (PAGO ADELANTADO Los Sres. suscriptores al efectuar el pago de su abono se les pue- ga añadan 0'50 pesetas para el franqueo y certiñcado de la obra de regalo, de lo contrario tendrán que mandar recogerla en la ad^ ministración, y los que la deseen encuadernada deberán remitir una peseta más. INSTRUCCIONES Los Sres. suscriptores de España pueden efectuar sus abonos en se- líos de correos, sobres monederos ó billetes de Banco, siempre en carta certificada. Los del Extranjero en letras de fácil cobro, billetes de Banco de sus respectivos países cuyo valor les será abonado al cambio que òbtengan el día de su recibo. En los países en que tenemos corresponsales administrativos pueden efectuarse los pagos directamente á ellos dando conocimiento á esta Ad- ministración. Los giros á nombre del Administrador. La correspondencia á la REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Calle Cañón, 9, 1.°—Barcelona (Gracia) Obra de regalo para el presente año: La Verdad frente á frente del erroP) por Faustino Isona. Un tomo en 4.° de 240 páginas, en buen papel y esmerada impresión. Imp. de Carbonell y Esteva, Rambla de Cataluña, 118.—Barcelona DIRECTOR RgPflÇTOR.JEP Corresponsales Administrativos Sléjico.—José Salvadores, apartado 4024, D. F., particular, MEJICO.—Evaristo Ba- rrientos, Administrador del Panteón de ORIZABA (Veracruz). Puerto-Rico.—Faustino Ysona, CAYEY.—F. Vázquez Colón, médico cirujano, MANATI.—Francisco I. Arjona, Bertoly, 4 altos, PONCE. Cuba.—Adolfo García, Real, lo, MANZANILLO.—Delfín Roig y Rosell, Habana baja, 26 SANTIAGO DE CUBA.—Eulogio Infiesta, calle Cuba, 34, HABANA—Faustino Serio, Calle de Cuba, 27, HOLGUÍN —Luís G, Domínguez, Calle Tacón, 91, CIENFUEGOS.—Arman- do J. Raggí, Apartado 17, CAIBARIEN.—D.^ Rosalía Cabrera de Pérez, (Gibara), BANES. República de Colombia.—Petronila Hoyos, MEDELLÍN.—Manuel J. López L., Pasaje Hernán Cortés, 9, BOGOTÁ. República del ¡Salvador (C. A.)—Luciano Cenedella, Dtor. de «La Nueva Luz». SANTA ANA. República Argentina.—B. Ballesteros, Sociedad Espiritista «Saenz Cortés». PEHUAJO. —Genaro Ragno, calle Crucero, 1166, BOCA (Buenos Aires).—Pedro Iraola, NE- COCHEA.—Manuel Torres, SANTA FE. República de Costa Rica.—Pedro Pérez Molina, S. JO.SÉ DE COSTARICA. Rrasil.—Agrippino Gómez Veado, Rua Municipal, n.° 3, CIDADE DO MURIAHE (E.stado de Minas-Geraes).—Joao Diogo Sá Barretto, advogado, CIUDADE DA CONQUISTA (Estado de Bahia).—Edla de Moarés Cardoso, San Francisco Ha- vrer, 132, RÍO DE JANEIRO. República Dominicana.—Aurelio León, SAN FRANCISCO DE MACORIS. República de Aicaragna.—Isidro de J. Olivares, 5 calle Norte, 102, MANAGUA República del Renador.—Antonio Safadi, Apartado n.° 464.—GUAYAQUIL. CARBONELL y Nuestras Fuerzas Mentales llodo de emplearlas con provecho en el comercio, la industria, las artes, los oficios, y en general en todos los actos y situaciones de ia vida por Prentice Mulford Cuatro niagnifieos tomos encuadernados á la americana. . 40 pesetas AÑO X JUNIO DE 1909 NÚM. 6 Heroína A la memoria de la gran poetisa y célebre escritora Amalia Domingo y Soler, fallecida el dia 29 de Abril del presente año. Naciste para el Bien y para el Arte... Fué tu lucha incesante por la idea la corona de triunfos que, al dejarte esta tierra maldita, ha de brindarte Dios que los lauros eternales crea. ¿Por qué lloráis su muerte ¡oh terrenales? ¿Por qué lloráis á la que alzó su vuelo, dejando las miserias y los males, - - y entrevé los laureles inmortales del Dios de sus estrofas, hacia el cielo? No lloréis por Amalia, que ella goza y no quiere al amigo verlo triste. No lloréis, que la carga que destroza la vida terrenal, cambia y remoza en continuo nacer. Muerte no existe. Mas ¡ay! que ya presiento que llenar es difícil el asiento que ocupaste en el célico Parnaso del idear espíritu, á tu paso al mundo de la luz desde el tormento. Dios te quiso más cerca de su mano y dio tu gran misión por concluida y te arrancó del lodazal humano donde fuiste la antorcha del cristiano, y vuelas satisfecha, redimida. ¡Ojalá que de todo el que nos deja pudiéramos decir que no ha dejado ni la sombra fugaz de menor queja! ¡Ay de aquel que sucumbe y que se aleja llevándose la mancha del pecado! Al dulzor de tus cantos melodiosos ¡cuántos seres habrán el alma abierto á nuestros ideales generosos! ¡Cuántos verás ahí que hiciste hermosos y tuvieron aquí el corazón muerto! A tu espíritu libre, en esta hora que el poeta de gozo y pena llora, - 164 LUZ Y UNIÓN ¡Amalia! Has dejado un vacío en nuestro corazón y muchas lágrimas de gratitud y cariñoso recuerdo que todos derramamos por ti. Tu memoria y tus enseñanzas- no se borrarán con los siglos; hasta la Naturaleza te prodigó sus flores; dejaste la tierra en la estación más hermosa y florida del año, y las flores te obsequiaron envolviendo tu cadáver con sus aromas. Si esto pasó en nuestro planeta, ¿cuál habrá sido tu despertar en el mundo de los espíritus? Te habrás visto rodeada de luz y de esas flores que no se marchitan, que nadie podrá arrebatártelas porque son propiedad de tu espíritu, que tú te las has ganado con tus trabajos, con tus virtudes. ¡Cuántos seres habrán salido á recibirte! Todos aquellos á quienes en- señaste y consolaste en la tierra, te servirán de guía para recorrer el Infinito, en donde podrás aprender cosas muchísimo más grandes que en nuestro planeta. Sí, Amalia, sí, por grande que sea tu felicidad, no nos olvides, y recuerda que en la tierra necesitamos mucha ayuda de vosotros, porque somos muy pequeños, y con el nombre de espiritistas hay muchísimos, pero espiritistas que practiquen la ver- dad del Espiritismo, muy pocos... ¡Amalia, no olvides á tu hermana, que te desea mucho progreso!... Bernarda Lostes de Ballespín. A nuestra querida Amalia Domingo Soler Amalia, flor tan hermosa para practicar el J?ien, que en el planeta brilló, llegó el momento también al entrar en el espacio que dejaras la envoltura; ¡cuánto amor no recibió! y en humilde sepultura Sus hermanos la esperaban tu cuerpo depositaron por darle la bienvenida cubriéndolo de coronas á nuestra querida Amalia, que el ambiente embalsamaron. que tanta luz esparcía. Unidas con las plegarias Desde el centro de la India que al Padre le dedicaron, á nuestra querida España, no olvides, hermana querida, su imagen quedó grabada que esperamos tu fluido por su grande caridad. y podamos demostrarte Tú que en la tierra estabas que hay seres agradecidos. C. C. Adiós, Amalia Amalia ha muerto. Los espacios están de enhorabuena. Ya tienen un Sol más. Pero la Tierra. ¡Ah! la Tierra... ¿Cómo hemos de desprendernos de Amalia? Los que no hemos tenido la dicha de abrazarla; los que sólo conocimos; REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 165 su inteligencia; los que hemos templado nuestras almas al suave, calor de sus virtudes; los que hemos aprendido á amar en su amor inextinguible; los que hemos saludado con mil salvas la firmeza de su voluntad, la humildad de sus talentos, la pureza de su abnegación, su fe inquebrantable y su es- peranza sincera, apasionada de la caridad y amor de Dios, ¿cómo hemos de acostumbrarnos á no tenerla entre nosotros? De hoy más, cuando recibamos nuestros periódicos y Revistas ya no buscaremos con avidez aquellas páginas tan puras, tan sencillas, tan clási- cas, tan elocuentes, donde se transparentaba aquella alma tan candorosa, que hacíamos comprender á nuestros hijos... Amalia; lo sabemos: al despertar á la vida del espacio, tu primera emo- ción ha sido entonar un himno hermosísimo á tu Creador. Lo has cantado con todo tu espíritu puesto ardientemente en el Amor del Universo y en tonos tan magníficos, que muchas voluntades soberanas se han sentido conmovidas hacia ti. Tu alma henchida de oxígenos de felicidad, aspirando las delicias del Infinito, ha volado con ellas á esas regiones destinadas á los buenos, donde habità el sublime de dichas inmarcesibles. Desde allí ¿te acordarás alguna vez de nosotros, tus pobres hermanos de la Tierra, los que hemos luchado á tu lado por la conquista del amor entre los hombres? > Sí, amada Amalia; conocemos bien tu espíritu: tú descenderás á nuestro lado radiante de alegría, portadora de un ósculo del Padre. jHermana nuestra, tan querida entre nosotros, hasta luego: adiós, ben- ■dita seas! Por el Centro «Luz de la Verdad», de Jódar: José García Sánchez.— Ramona Serrano.—Ignacia Soriano.—María del Carmen Fernández.— María Antonia Moral.—Ventura Robles.—Ana Herrera Mesa.—Francisca Gómez.—José Ruiz.—^José Fernández.—^José M." Fernández.—Miguel Gómez.—Lucas García.—Pedro Herrera.—Teresa Herrera.—Gabriel Tos- nullo.—María Francisca Praliconio.—Lucas García Bassa.—^Juan Guerrero Martínez.—Manuel Mengíbar.—María Domínguez.—Dolores Herrera.— José Martínez.—Antonio Guijarro Návarrete.—Pedro Fernández He- rrera.—Pedro Herrera Fuentes.—Vicente de Juan Aparicio.—María Nava- rrete.—;Pedro Berjillo.—Antonio Moya Guijarro.—Antonio Herrera.—Juan Nepomuceno Herrera.—Rosa Mengíbar.—Paula Guijarro.—Misericordia García Moreno.—José Carmona.—Blas Viñaben.—Pedro José Quesada Fernández.—Domingo Galán.—Francisco Vargas.—Magdalena Sánchez. —^Juan Cortés.—Ildefonso Morales.—M. Pareja.—Antonio Herrera Herre- ra.—-Isabel Serrano.—María Dolores Leiba.—Antonio Guijarro Pérez.— María Dolores Herrera.—Andrés Morillas García.—Sebastiana Gómez Sánchez.—Isabel Soriano.—Bautista Navarrete.—^Juan García. 166 luz y umón Mi pensamiento ¡Amalia Domingo, noble y generosa hermana! Ya que por ahora te au- sentaste de nosotros, permite que uno de tus más entusiastas admiradores deposite en tu cultivado espíritu, á manera de pequeña ofrenda, un humilde destello de su pensamiento! Conturbado está aun mi espíritu por la tremenda emoción que le causó el imaginar el vacío tan grande que dejas en este miserable mundo, al llegar ese momento supremo y feliz de tu desencarnación. Hermana, en tu paso por esta vida has demostrado tener los más puros y elevados ideales: ilustración, ingenio, energía, carácter y entusiasmo; fuiste modelo de mujeres y un paladín esforzado en la lucha; nada, absolu- tamente nada te ha faltado para vencer en la contienda, á esos grandes re- trógrados como Manterola y otros varios. Has imitado en todo lo posible al Mártir del Huerto de los Olivos, dando instrucción y propagando á la vez la verdadera 3; única doctrina, que es la llamada á resolver el gran problema de la vida, que tiende á evitar todas las miserias de la Humanidad. No me cabe la menor duda de que tú, que toda tu existencia empleaste en dar luz y consuelo, amor y caridad á todos los que te rodearon >y á quie- nes como yo, metidos en el lodazal de la duda y de la ignorancia, hemos tenido la dicha de que con las obras del inmortal Alian Kardec y tus escritos y comunicaciones despertasen nuestros humildes espíritus de esa turbación tan profunda que acompaña en el tránsito de nuestra encarnación á toda la humanidad, no me cabe duda, repito, que tú, que fuiste toda luz, estarás rodeada de luz y de felicidad, que el divino y supremo Sér promete á todos sus elegidos. Fuera ya, ó mejor dicho, libre de las ligaduras horribles de la envoltura carnal, podrás continuar inspirándonos buenos y aun más elevados pensa- mientos; envíanos, pues, un rayo de esa luz vivísima que ya te pertenece, para que cual colosal antorcha nos ilumine por la senda del progreso, en busca de nuestros seres queridos y de una esfera de felicidad y de amor que nos alumbre en nuestra existencia efímera, tan llena de pesares y con- tratiempos. Haz que aunque no podamos verte con los ojos materiales en virtud del velo que nos separa, podamos presentir tu benévola influencia, en los mo- mentos de nuestras mayores aflicciones... ¡¡Adiós, Amalia Domingo!! En el infinito espacio sigue llevando comof lema tu hermosa norma "de conducta de amar, ¡¡amar y amar!! José Díaz Fernández. Gijón, Mayo 1,909. revista espiritista kardeciana 167 Irún 2 de Mayo de 1909- Sr. D. J. Esteva Marata Barcelona. Querido hermano: Ai momento que recibo la fatal tioticia estaba preparando mis asuntos para ir á darle un sin fin de besos al amor de los amores, á la flor más bella, at alma gigante del Espiritismo, al astro luminoso, á la nunca olvidable hermana Amalia. Mi deseo no ha podido cumplirse; no sería yo merecedora de ello... El Grupo fumiliar que lleva tan digno nombre, reunido en señal de luto, con el dolor en el corazón y lágrimas en los ojos invoca á la qüe es y será su guía, y en medio del sentimiento profundo que embarga nuestros ánimos, una brisa consoladora llega y parece que nos dice: Amalia vive en brazos del cariño que supo crearse, agra- dece vuestro amor y goza las delicias del bien que ha hecho. Amalia sigue su marcha feliz. Dichosa ella. Los fondos que para Amalia estaban destinados serán entregados en su nóm- bre á los pobres Amalia será siempre nuestro eje motor. Enviamos á nuestros queridos herma- nos que han tenido la dolorosa misión de asistirla en sus postreros momentos, nuestro eterno agradecimiento unido al dolor que sentimos los que de veras la queremos Amalia, tu espíritu no nos abandonará; eres ángel preconizador del progreso, é irás siempre al frente de nosotros. Hasta luego, hermana querida. Nuestro saludo á todos en general, y usted los recibirá en particular de estos hermanos, deseando sea V. el digno ejemplar que substituya á tan noble espíritu, á fin de que se sostengan las ramas del árbol que nuestra querida hermana nos' deja. Paz y progreso; hacia Dios por el Amor y la Ciencia. Pilar Villar. Sr. D-Jacinto Esteva Marata. Presente. Muy distinguido hermano: Al adquirir el domingo el número de La Voz de la Verdad , resaltó ante mi vista, inmediatamente, el orlado negro que por impre- sión súbita me hizo pensar en D.® Amalia Domingo Soler. Leo y confirmo y la sensación que me produce, me pone al lado de los espiritistas en el sentimiento que en estos momentos debe embargarlos. Tengo un pesar; entiendo que en el solemne acto del último homenaje de res- peto y confraternidad á la apóstol española del Espiritismo ante la presencia de su envoltura mortal, no podía, no debía faltar, como guardia de honor nata, ni el más insignificante de los que hayan impreso letras al lado de su firma; y sin em- bargo, esa falta se ha cometido. Ausente de todo, retraído de todo, sin contacto asiduo con los militantes del fervoroso ejército espiritista, mi primera noticia fué la ya referida, en momentos en que hacía veinticuatro horas estaba ya todo consumado. Cábeme, pues, este pesar irreparable. 168 luz y unión Una sola vez había visto á D.® Amalia y contadas las palabras que tuve oca- sión de cruzar con ella. Pero mi conocimiento verdadero, el espiritual, databa ya de bastante tiempo; esa personalidad, pues, para mí, en realidad no ha desapare- cido; mi impresión, mi sentimiento consiste en la posesión, en la asimilación de la evidencia de que una inteligencia á la mía familiar, ha verificado esa singular metamorfosis, esa emocional transformación, ese tránsito solemne que, por sobre un abismo de inconsciencia y negrura incoercible, abre al espíritu las puertas del infinito, y de los planos tórreos de la gravedad y pesadumbre, lo eleva á los in- grávidos, sutiles y gloriosos del progreso indefinido, del Ideal y de la Luz. La crisálida se ha roto; la mariposa de tonalidades, por exquisitas, invisibles, sin duda aletea entre el fulgor centelleante del espíritu: abrid, espiritistas, pro- piciatorios, las flores aromosas é incensarlas de vuestros pensamientos, para que én ellos, ella agradecida libe la miel de sus virtudes, de sus sabidurías, de sus amores insaciados é insaciables... Con vosotros y siempre hermano vuestro, A. Menéndez Caballero. Badajoz 4 de Mayo de 1909. Sr. D. Santiago Durán. Mi muy querido hermano en creencias: Sumido mi espíritu en el sopor de la tristeza por la pérdida irreparable de nuestra Amalia, en nombre de los espiritis- tas de ésta y con las lágrimas en los ojos, doy mi más sentido pésame á las re- dacciones de los periódicos Luz v Unión, La. Yoz de la Verdad y Centro «La Buena Nueva», por ser los llamados á recibir los sentimientos de todos en tan tristes momentos. El Espiritismo llora hoy, no la pérdida porque ésta no existe, pero sí la sepa- ración de entre nosotros, de ese foco potentísimo de luz que tanto brillo y es- plendor ha dado á nuestra sagrada doctrina, llevando el consuelo á tantos que hemos gemido en el dolor. Se nos marchó la antorcha que tantas veces ha iluminado nuestro camino; se marchó de entre nosotros la cantora del bien, y se nos marchó nuestra buena Amalia. Sí; la Amalia que nosotros queríamos tanto, llegando en nuestro cariño á proclamarla la madre espiritual de los afligidos, de los tristes, y de aquellos que unas veces tocábamos la duda, otras éramos asaltados por deseos de lo ma- terial, y de todo, cual ángel salvador, nos sacaba ella con sus inspirados escritos. ¡Qué contraste se ofrece hoy á la vista de nuestros abatidos espíritus! En los espacios sidéreos todo es alegría al recibir al espíritu grande por todos concep- tos, y que también ha sabido cumplir con su sagrada misión. Mientras allí resuenan los cánticos celestiales confundidos con los parabienes al recibir á nuestra Amalia, aquí abajo, por todos los ámbitos de la tierra, surge el dolor confundido con nuestro llanto al vernos tan solos. El periódico se nos cae de entre las manos al leer tan fatal noticia, y nuestro espíritu llora en lo interior de la materia para bendecirla con nuestras lágrimas. ¡Amalia; bendita seas! Si Kardec fundió la idea, ¡Bendita mil veces tú! tú le has añadido luz. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 169 Si hasta ti llega mi acento entre pena y sentimiento y escuchas mi triste voz, te doy mi postrer adiós No puedo más; reciba V. el abrazo espiritual de todos los hermanos de ésta, haciéndolo extensivo á todos los de ésa, y en particular á D, Jacinto Esteva Ma- rata, y usted lo que quiera del que jamás le olvida y siempre le lleva en su pen- samiento, Manuel Collar. Valladolid 3 de Mayo de 1909. Sr. D. Jacinto Esteva Marata. Barcelona. Muy distinguido é ilustrado hermano en creencias: Por su telegrama y por La Voz de la Verdad tengo noticia de la desencarnación verificada á la una de la madrugada del 29 del mes próximo pasado por la benemérita heroína del Espiri- tismo D.® Amalia Domingo Soler, acontecimiento que nos causa una profunda impresión de dolor á todos los que de cerca y de lejos conocíamos las altísimas dotes de inteligencia y de moralidad de la finada, y que tan entusiasmados nos tenía. Sus grandes luchas sostenidas en pro del progreso moral, ya por la palabra hablada ya también por la escrita, habrán sido recompensadas en la mansión si- deral, donde impera la absoluta justicia y la verdad libre de las trabas que aquí entre nosotros se oponen á la difusión de la brillante luz por los corifeos del obs- curantismo, cuyos errores tratan siempre de sostener. Demos un adiós solemne al insigne espíritu que ha tenido la inmensa fortuna de regresar á las mansiones sidéreas de donde viniera á cumplir la misión que la Providencia le impusiera entre nosotros, y elevémosle nuestro pensamiento como expresión de sincero agradecimiento á quien tanto nos enseñó, satisfaciendo los deseos de nuestra alma atribulada por falta de fe racional religiosa que no llena- ban las creencias impuestas por los corifeos de la vetusta tradición tan plagada de crasísimos errores que les conviene sostener. Se asocia al sentimiento de todos sus buenos hermanos de esa región quien es siempre muy suyo afectísimo que cordialmente les saluda, Manuel Ruiz Flores. Entierro de una Escritora La semana anterior ocurrió en Barcelona el fallecimiento de una dama ilustre, la notable escritora librepensadora y espiritista, D.® Amalia Domingo Soler. Su nombre, prestigioso y respetado por su talento y sus virtudes, fué famoso en las lides de laS ideas durante el último tercio del pasado siglo y en el presente. La escritora sostuvo polémicas interesantes con los defensores de las falsas y explotadoras religiones positivas, y no hubo periódicos avanzados que no se hon- raran con sus admirables trabajos. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 171 172 LUZ Y UNIÓN El entierro, cuyas vistas fotográficas publicamos, constituyó una grandiosa» manifestación de duelo y una prueba de las simpatías de que gozó en vida la ilustre Amalia Domingo Soler. Reciban el sincero pésame sus deudos, amigos y correligionarios en la doctri- na espiritista. (De El Progreso, edición ilustrada, del 9 de Mayo de 1909). ¡Bienaventurada! La exquisita sensibilidad de su alma, su extremada bondad y la lucidez nota- bilísima de su inteligencia equilibrada, razonadora y lógica, se ven en sus escritos, sencillos, limpios, clarísimos, sinceros hasta la ingenuidad, en su obra admirable de propaganda, por nadie superada hasta hoy. Tuvo la grandeza que el Bendito Maestro Jesús llamó Pobreza de Espíritu. Fué mansa. Lloró las cuitas de la Humanidad. Sufrió hambre y sed de justicia. Fué misericordiosa, limpia de corazón, pacífica y padeció persecución por la, causa de la justicia. ¡Amalia! ¡Bienaventurada Amalia! ¡Ruega por nosotros! Se la llamaba Maestra de Párvulos. ¿Qué quiere decir eso? ¿Se supone aca- so que, moralmente, la Humanidad haya llegado á la adolescencia? ¡Maestra de todos! ¡Paz y Ventura! Vicente García Ruy Pérez. Alicante 11 Mayo 1909. Sr. D. Santiago Durán. Muy Sr. mío y hermano: La noticia de la desencarnación de Amalia me afectó profundamente. Entre los vivos creo yo ser su amigo más antiguo. Hace cuarenta años recibí sus primeros artículos y poesías espiritistas Colaboramos juntos en las Revistas de entonces; nos pusimos al habla y nos quisimos entrañablemente, expresando nuestro gran cariño en mutuas composiciones poéticas. Por revelación sabemos que en existencias anteriores y remotas fuimos compañeros de aventuras no muy santas. Nos entendíamos á maravilla. Yo he pulsado la lira viril de los entendimientos; ella el arpa femenina de los corazones. Con ella se va la madre de los santos hogares espiritistas; la providencia de las almas femeniles. Apagada, esa Luz, se apagarán muchas. Se secarán muchas flores que vivían de su savia. ¿Quién hablará ahora á la mujer como ella hablaba? ¿Quién como ella sabrá.llegar al corazón femenino? La ciencia avanza; pero es para las inteligencias, no para» los corazones; es para las cumbres, no para los valles. Y en vano se esperará ya en las bohardillas y en los calabozos la visita dulce, tierna, santa y consoladora! REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 173 del artículo de Amalia, de la poesía fácil, espontánea, natural y animadora de las almas humildes, de los corazones desgraciados. Mi abatimiento es grande. Cuando me reponga de él trataré de hacer algún trabajo literario como pobrísimo tributo de mi amor y admiración por la excelsa Amalia, cuya alma habrá ascendido al infinito en triunfo y en medio de una fiesta de alegría y de luz magnificante. En tanto, lloro con ustedes. Suyo affmo. s. s. y hermano, Salvador Sellés. A la desencarnación de Amalia Para ti son, inolvidable Amalia, estas mal trazadas líneas que, faltas tal vez de ilación, sin embargo son la expresión de mi sentimiento. A ti va di- rigido este modesto trabajo, que aunque tosco y humilde en la forma, es grande en el fondo, pues en él se encierra un recuerdo de gratitud, y que pecaría de ingrato si no te lo dedicara en estos solemnes momentos. Educado en el seno de la religión católica, atiborrada mi mente de ideas retrógradas y clericales, no sabía adorar á Dios ni mi razón podía admitir tales absurdos. Más tarde vino á mis manos, como por ensalmo, un libro cuyo epígrafe era Memorias del Padre Germán, por ti recopiladas. Allí fué donde empecé á vislumbrar un poco; después las obras de Kardec fue- ron las que me iniciaron en el Espiritismo. Entonces fué cuando tuve ocasión de admirar tus hermosos y brillantes escritos. ¿Por qué no decirlo si ellos fueron los que me inspiraron los más nobles sentimientos? ¿Quién no recuerda aquella serie de artículos publicados primero en La Luz del Porvenir, más tarde en Los Albores de la Verdad y ahora últi- mámente en este semanario? ¿Quién no ha leído aquellos Ramos de Viole- tas escritos por tu bien templada pluma? Sí, notable escritora; en ti aprendí á conocer al verdadero Dios; no al Dios de la industria y del comercio; no al Dios del becerro de oro en que lo ha convertido la religión positiva con sus oraciones pagadas, sino al Dios justo y noble, al Dios que á medida que se Va desarrollando la inteligencia, se encuentra más grande, más sublime, más hermoso. Tú me enseñaste á adorarle sin fórmulas religiosas, ceremonias litúrgi- cas ni ritos de ninguna clase; tú me dijiste: ten fe, pero no la fe ciega y absurda de ciertos creyentes de salón, que creen porque sí ó porque así lo exigen sus negocios ó por no contristar á la familia, sino la fe sólida y ra- zonable, la fe que transporta las montañas, la fe que ha de acompañarte en todas tus empresas. Tú, cual otro Miguel Vives, repetías: No es la reli- 174 LUZ y unión gión que profeses la que te salvará, sino tus buenas obras. Por eso, com- prendiéndolo tú así, difundiste la luz hasta en los presidios, por medio de- la pluma. ¡Yo te saludo, espíritu ilustre, y te doy mi más cordial enhorabuena por tu nuevo estado! Continúa, propagandista incansable, con tu labor empren- dida, desde el espacio donde moras, que nosotros te ayudaremos cada cual en la forma que nos sea dable. Leonardo Renóm. (Del Centro «Esperanza Cristiana») ¡Bendita seas! A la memoria de Amalia Domingo Soler La inesperada noticia de tu desaparición de este mundo de formas materiales, ha producido en nosotros una profunda impresión, mezcla de la tristeza que causa siempre la partida de un sér querido y admirado, y de la satisfacción que, por otra parte, se experimenta al tener la seguridad de que el ausente ha mejorado de condición. Sí, Amalia querida, al pensar que de tu lira no brotarán ya aquellas dulces- armonías que tan tiernas emociones nos habían hecho sentir, experimentamos cierta angustia en nuestro corazón; mas al considerar que has roto las cadenas que te sujetaban á este mundo de dolores y miserias, sentimos algo parecido-á la alegría que invade nuestro espíritu al oir el toque de Aleluya en un sábado de: gloria. Según se desprende de varios de los escritos que nos has dejado como impe- recedero recuerdo, tu espíritu, cautivo en un cuerpo débil y enfermizo, sentía; sed ardiente de un amor, poco comprendido en la tierra, que no pudiste saciar, pues si algunos destellos de la felicidad soñada habían llegado hasta ti, á lo mejor se desvanecían haciendo más intensa la amargura de tu soledad. Yo, que por espacio de tantos años he hecho el triste y penoso viaje de mi vida, sola y sin esperanza; yo, que antes de encontrar el alma buena que ahora- me acompaña, creía que sólo en los mundos ultraterrestres podría encontrar el indispensable complemento de mi sér, la satisfacción de mis vehementes aspira- ciones, he estado en condiciones de identificarme con tus padecimientos morales, y lo estoy ahora para figurarme la alegría que has de experimentar al verte flotar en un océano de luz, en compañía de aquellos espíritus queridos que en la tierra , se llamaron Fernández-Colavida, Eudaldo Pagés, Miguel Vives y tantos otros que á tu regreso á aquellas regiones habrán volado gozosos á tu encuentro, dán- dote la más cordial y afectuosa bienvenida. ¡Oh, y cuántas y cuán dulcísimas sorpresas deberás experimentar! ¡Cuántas almas consoladas por tus escritos, sin tú siquiera pensarlo, vendrán, á bendecirte y á demostrarte su más profundo reconocimiento! Entre las tales se contarán algunos de aquellos infortunados presos para- REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 175 quienes con tanta fe y amor trabajaste, y aquellos que cuando se hallaban pos- trados en el duro lecho de un hospital recibieron de tus labios el «santo sacra- ménto de la palabra» por cuya virtud vislumbraron el camino de los cielos y adquirieron la bienhechora esperanza de poder llegar á ellos. Sí, Amalia querida, la que fuiste dulce y resignada mártir en esta cárcel terrestre: muchos son, sin duda, los que te bendicen en las regiones á donde has remontado el vuelo, y yo, prisionera aun y fuertemente encadenada por los lazos de la pesada materia, al considerar la estela luminosa que has dejado á tu paso por este valle de lágrimas y sombras, uno mi voz á la de los espíritus manumitidos que te rodean y digo con ellos; ¡Bendita seas, Amalia, bendita seas! María Trulls de Rubio. Igualada 1.° de Mayo de 1909. Isla Cristina 7 Mayo 1909. Sr. D. Santiago Durán. Barcelona. Querido Durán: La noticia de la desencarnación de Amalia (recibida el día 4), cayó en casa como una bomba. Este suceso, aunque previsto, nos ha sorprendido. Rita ha llevado con esto un golpe mortal, pues es de quien más recuerdos tiene durante su estancia en esa, á más de la señora de Esteva. Nuestro Grupo celebró, la noche del 7, sesión extraordinaria dedicada al es- píritu de Amalia. Todos los hermanos estaban emocionadísimos. El retrato de nuestra inolvidable hermana, en busto tamaño natural, lo puse bajo dosel y levanté un túmulo en forma de pirámide cubierto con un gran paño blanco, sin más adorno que una monumental corona de acacias y laurel. Abrí la sesión con breves pala- bras, y obtenidas por nuestro medium escribiente mecánico las comunicaciones que te adjunto, sin corrección ni comentario y sin la firma del comunicante, los invisibles mandaron levantar la sesión en señal de respeto. Si el señor Esteva lo estima oportuno, puede hacer uso de ellas, así como dar noticia de la celebración del acto; y nada más natural, pues Amalia era nuestra Presidenta honoraria y el Grupo lleva su nombre. No tengo tiempo para más. ¡Dichosa Amalia! Respetuosos recuerdos y manda como quieras á tu buen amigo y hermano que te quiere, À. Grinda. ¡Una pluma! ¡Una pluma, Amalia; me han regalado una pluma tuya! ¡Una pluma que te perteneció, que sostuvieron tus dedos, con la que trazaste alguno de aquellos admirables escritos tuyos; una pluma por cuyos puntos deslizóse al papel un exquisito pensamiento, una oleada de ternura de tu corazón! 176 luz y unión Aquella buena mujer que fielmente te sirvió tantos años; aquella mujer que, más que sirvienta tuya, fué una abnegada amiga que compartió con- tigo múltiples penas y escasas alegrías, la excelente Rosa, sabiendo cuán grande era mi afecto por ti y lo mucho que á tu vez me apreciabas, trájome una pluma tuya para que yo la guardase como recuerdo... No necesito, Amalia, bien lo sabes, objetos materiales que te hayan pertenecido para perpetuar en la mía tu memoria; pero ese obsequio de una pluma con que tú escribiste me conmovió, y en modo alguno pudo parecerme insignificante, jBendita seas, dije al recibirla, oh pluma, que en manos de Amalia fuiste instrumento propagador de luz y propulsor de ade- lanto para innumerables inteligencias que en la obscuridad y en la inercia vegetaban; tú abriste las fuentes del sentimiento en múltiples corazones que secaron los áridos vientos de la concupiscencia y el egoísmo; tú arran- caste raudales de lágrimas de ojos enjutos á todas las emociones de la Vida y que la visión de un más allá justiciero, grandioso, humedeció infiltrando en el espíritu ensombrecido alientos de esperanza. ¡Ven á mis manos, oh pluma, que inculcaste nociones del deber á tantas conciencias extraviadas y fuiste paleta que erigió torres mirando al infinito, y ariete demoledor de prejuicios seculares! Yo he de guardarte como pre- ciado tesoro; no escribirás, por mí sostenida, las sublimes frases que por ti virtió al papel aquella privilegiada inteligencia; pero esa inteligencia no ha muerto; puede dictarme á mí, imperfecto instrumento transmisor, elevados conceptos. ¡Ojalá me fuese dado trasladar aun, por medio de esa pluma que usaste, hermana mía, lo que tú puedes continuar diciendo por ella y que la cortedad de mi ingenio no me permite á mí estampar; aun puede tu inspiración derramar sus haces de luz sobre las muchedumbres, consolar á los afligidos, sosegar á los espíritus inquietos, abrir horizontes de espe- ranza á las almas que la perdieron! ¡Sostén, inepta mano mía, esa pluma, y dicte el excelso espíritu de Amalia! Santiago Durán. Desencarnación de Amalia Domingo Soler Desde hace unos seis años no podía salir de casa por efecto de sus padecimientos materiales. Se consolaba escribiendo á más no poder, dis- frutaba con las visitas de los hermanos y hacía disfrutar con su conversa- ción ocurrente y tranquila. La última vez que estuvimos á su lado, que fué á últimos de Marzo, la encontramos bastante acabada. Sin embargo, como tantas veces la habíamos Visto casi muerta y mejorada á los pocos días, creímos que ahora sucede- revista espiritista kardeciana 177 ría otro tanto, y mucho más sabiendo que con el buen tiempo siempre se había repuesto. Esta creencia, la distancia y los quehaceres nos impidieron volver á verla desde entonces, cosa que no hubiera sucedido si hubiéramos podido calcular su próximo fin en la tierra, pues si ésto hubiera pasado por nuestra imaginación, todos los obstáculos se hubieran vencido con tal de tener el consuelo de haberla acompañado en aquellos momentos. Ni ella misma calculaba lo que iba á suceder. Cuando los que estaban á su alrededor se apercibieron de su gravedad y nos avisaron, ya no estaba en disposición de conocer á nadie. Una pulmonía fulminante le produjo la fiebre consiguiente, y pasó al otro mundo el 29 de Abril, á los 75 años de edad. Su semblante quedó sumamente tranquilo. Las tres veces que en distin- tas ocasiones me acerqué á su cadáver, recibí las mismas impresiones. Un profundo deseo de llorar y cariñosas intuiciones que resonaban dentro de mí como la más expresiva de las despedidas. Interin se hacían los preparativos de su entierro, algunas queridas her- manas me propusieron contribuir á un Album de pensamientos dedicado á su memoria, á lo cual accedí gustosa. Allí quedaron impresos una gran parte de los recuerdos que deja, pues vimos que había bastantes correli- gionarios que se apresuraron á rendirle este justo tributo de admiración. El entierro se efectuó el 1.° de Mayo. Hubo numeroso acompañamiento, representaciones de los Centros y multitud de gentes, que admiraban la salida de las coronas en la puerta de la casa y ocupaban el tránsito lan- zando exclamaciones de sorpresa. Entre las muchas coronas que se le dedicaron, había de las entidades j' personas siguientes: «La Buena Nueva», de Gracia; Luz y Unión, La Voz de la Verdad; «Esperanza Cristiana», de San Martín; «Aurora y la Fraternidad», de Sabadell; «Amor», de Gerona; Rosa Bertrán, que estuvo muchos años al lado de Amalia, á la que cuidó con el esmero posible; Francisco y Rosa Pagés, hijos del que fué medium de «La Buena Nueva», y que también vivían con ella; Claudio Carbonell; «Sociedad Progresiva Femenina»; Enriqueta García; Angela Casanovas; la familia de Esteva; Teresa Miró; Dolores Zea, que fué una de las más constantes amigas de Amalia; Cristina Baiz, y la que suscribe, que siempre le tuvo el más grande cariño. En todas ellas se veían sentidas dedicatorias. Además de las citadas, hubo guirnaldas y representaciones de Lumen, «Centro Barcelonés», «Rama Arjuna», y otros. A pie, en tranvías, en coches, sanos y enfermos, jóvenes y viejos, ocupados y desocupados, ricos y pobres... todos acudimos al cementerio para rendirle el último tributo en la tierra. Leímos ante su cadáver: Eloísa Salvá, un trabajo de Modesto Casano- Vas; Dolores Zea, otro de Francisco Pagés; y yo los versos que escribí al 178 LUZ Y UNIÓN efecto, titulados «Flores del Alma». Pronunciaron discursos Armengol Farràs, Augusto Vives, Eduardo Pascual y Jacinto Esteva. Algunos de estos trabajos se han publicado en La Yoz de la Verdad. La orquesta Armadás tocó antes de salir el féretro de la casa y cuando ya se le encerraba en el nicho, que quedó exuberante de coronas. Fueron momentos solemnes en que todos los ojos se veían humedecidos por sin- ceras lágrimas. El nicho en que se depositaron los restos, está cerca de la tumba de Colavida y al lado de la de Senillosa. El expresado nicho fué cedido por Severo Portas. Existe el proyecto de erigirle un Mausoleo, á cuyo fin ha abierto una suscripción La Voz de la Verdad, y en este mes habrá una velada á su memoria. Su espíritu debe estar muy satisfecho de las múltiples demostraciones de cariño que se le han hecho con motivo de su entierro, así como también de la gran propaganda realizada en pro de las ideas espiritistas, en donde el sexo femenino tomamos una gran parte. Dios le dé la felicidad que todos, le deseamos. Matilde Navarro Alonso. (De La Evolución). Homenaje á la memoria de D/ Amalia Domingo Soler En la imposibilidad de continuar insertando el sinnúmero de cartas de pésame que se nos han remitido con motivo de la desencarnación de nuestra querida redactora D.^ Amalia Domingo Soler, pues llenarían tres ó cuatro' números más de esta Revista, y en la imposibilidad también de contestarlas una por una, pedimos á sus firmantes nos perdonen que no las insertemos; ni se contesten, pues no tenemos ni tiempo ni espacio para tal cometido. Agradecemos sinceramente la atención que se nos ha tenido, de la que guardaremos eterno y grato recuerdo, y ellas serán nuevo acicate que nos impulse á proseguir el camino emprendido. Amalia ha muerto en la tierra, pero Amalia vive en el espacio, y desde' él seguirá inspirándonos y guiándonos en nuestras tareas periodísticas; en ella confiamos y en el apoyo y en el cariño que siempre nos han dispensado nuestros constantes y buenos lectores. jAdelante, todos, por el camino que Amalia nos había señalado; adelante los humildes; somos legión capaz de conquistar el reinado del amor mante- niéndonos unidos! ¿Que nuestro guía nos falta? No, no; oiremos siempre: su voz si sabemos mantener nuestra inteligencia despierta y nuestro corazón libre de las pasiones ruines que á tantos otros dominan. ¡Adelante, pues, que Amalia, no lo dudemos, seguirá guiando nuestros, pasos como antes lo hacía! REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 179 Suscripción para recaudar fondos al objeto de erigir un Mausoleo en donde guardar los restos mortales de la insigne escritora espiritista D." Amalia Domingo Soler. Ptas. Suma anterior 154 Antonio Juan Bonet, de Ibiza 10 Antonio Morata 10 Rosa Bertrán Floris 0'25 Severo Portas, á la memoria de su difunta esposa Do- minga 25 Josefa González 4 José Agustí, de Seo de Urgel 5 J. P. F., de Barcelona 5 Pepita, de ídem 5 M. E., de Tarrasa 2 Un suscriptor 5 Carmen Soto, de Cartagena 2 Ana Giménez, de Utrera 1 Rosa Bertrán Floris, de Barcelona 0'25 Andrés Ponte, de ídem 2 F. Robles Sánchez, de Cuevas 1'50- Joaquín Poza, de Pontevedra 1 José Benito Lomba, de ídem • 1'50 Manuela Fernández, de ídem 1 Vicenta iVlatilla, de idem 1 Domingo Lomba, de ídem 1'50 Manuel M. Monturaso, de Grangela 2 Fernando de los Vázquez, de ídem 1 Jaime Farré, de Tàrrega 0'50 F. A., de Alicante 5 Lorenza pastor de Sellés, de ídem 5 Pascual Asensi, de ídem 5 Carmen Gueri, de ídem 2 Dolores Asensi, de ídem 2 Abelardo Asensi, de ídem 1 Camilo Sanpere, de Sabadell 1 Grupo Familiar «Casa Pallás», de Gibraltar 15 Jacinto Calaf, de Lérida 2 Suma y sigue 279'50 182 LUZ Y UNIÓN tra vista, á fin de que tanto los que vivimos en el presente, como los que vivirán en lo venidero, tengamos presentes en nuestra memoria á esos grandes seres que han dejado, en su paso por la tierra, una estela luminosa para que sirva de guía á la pobre humanidad. También me parece que podría ser de gran efecto y tal vez del agrado de todos los espiritistas, que se hiciera una tirada de retratos de Amalia, de un tamaño lo más grande que se pudiera, bonito y barato, á fin de que muchas per- sonas, espiritistas ó no, pudieran, con gusto, poseerlo. Yo opino que si ustedes tomaran esto en consideración (si es que no han teni- do este pensamiento), podrían, por medio de la prensa, ya española ó ya extran- jera, dar publicidad á esta idea, diciendo á todos los espiritistas y á cuantas personas deseasen poseer el retrato de Amalia Domingo Soler, que lo pidieran dentro un plazo, que ustedes podrían fijar, para ver, según la demanda que hiele- ran, si se podría hacer una buena tirada. Ustedes podrían estudiar el tamaño y precio que podrían tener dichos retratos. He dicho fijar un plazo más ó menos largo, á fin de que no hubiese ninguna pérdida para ustedes ó la casa que los hiciera; y si acaso se hiciese la tirada, yo opino que para dar un carácter más importante, tendrían que consignarse con letras bien marcadas, las palabras siguientes: La heroína y gloria del Espiritismo español Amalia Domingo Soler Si es que ustedes encuentran aceptable la idea, mi deseo sería que ésta tuvie- se verdadero efecto, á fin de que se viese brillar la figura de Amalia en todos parajes que fuesen amantes del Espiritismo y del progreso, como brilla el retrato del gran Maestro Kardec. Espero me dispensarán, si les he molestado con esta mi carta, demostrándoles mis deseos. Manden de su amigo y hermano, que les desea la protección del Padre Celeste y de los elevados espíritus, s. s. q. b. s. m., Augusto Vives. Creemos atendible la iniciativa de nuestro querido hermano D. Augusto Vives, y á este fin nos hemos puesto de acuerdo con un notable artista de esta Ciudad, al que hemos encargado el dibujo de un soberbio retrato de Amalia, el que des- pués, reproducido en una fotografía del tamaño de 25 por 35 centímetros, impri- miremos sobre preciosa cartulina mate. El precio de cada retrato será el de 1 peseta en Barcelona y 1 '40 pesetas en provincias y extranjero, por razón de gastos de envío y certificado, siempre que el pedido se haga antes de finalizar el día 15 de Agosto próximo, fecha en que se procederá al tiraje de los mismos. El retrato será servido á los compradores á fines de Agosto próximo. Si el pedido de retratos, en aquella fecha, no alcanza al número de 200, esta Administración se reserva el derecho de no proceder al tiraje, devolviendo en este caso las cantidades recibidas. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 183 En honor de Alian Kardec y Miguel Vives Fiestas en Tarrasa Contentos y satisfechos pueden estar los organizadores de éstas, puesto, que han resultado ellas superiores aun á las celebradas en los dos años anteriores. ' Del banquete dado á los pobres el día 30, mucho y bueno podríamos decir si el espacio nos lo permitiera; basta decir que en él tomaron parte más de cuatrocientos pobres; que el menú lo componían: sopa, cocido y un plato fuerte, postres Variados, vino, café y cigarros; que los guisos fue- ron excelentes y acreditan á nuestras buenas hermanas del Centro «La Fraternidad» de excelentes cocineras, y el servicio de las mesas Inmejo- rabie y con esto queda dicho cuánto debieron disfrutar los infelices pobres invitados. Al final del banquete y á medida que los pobres fueron saliendo les fué entregada á cada uno una peseta en nombre de nuestro querido amigo el abnégado espiritista D. Claudio Carbonell, quien desde Alemania envió este obsequio en honor y memoria de la que fué su virtuosa esposa doña Luz Bastida. En la carta que envió á este objeto decía poco más ó menos nuestro querido amigo: «Los católicos mandan celebrar funerales para los seres que han fallecido gastando en ello lo que sus fortunas ó sus vanidades les permiten; yo creo que los espiritistas hemos de gastar nuestro dinero en otra forma de funerales ó sea aliviando la suerte de los afligidos». Tiene mucha razón nuestro ilustrado hermano; los mejores funerales, para los que han sido en la tierra, son dar de comer al hambriento y vestir al des- nudo. Estamos seguros de que D.^ Luz, desde el espacio, habrá visto agradecida el rasgo del que fué su amado esposo y que le alentará á prose- guir por el camino que de tantos años lleva emprendido. Por la tarde, terminado el banquete, organizóse una brillante manifes- tación con objeto de llevar una corona de flores naturales á la tumba donde reposan los restos mortales del que por su bondad y virtudes cristianas. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 185 Aspecto que ofrecía la manifestación á su paso por una de las calles de Ta- rrasa; en primer término vese el coche que conducía la corona, luego la música, las sociedades políticas y corales y en lontananza los espiritistas 186 LUZ Y UNIÓN mereció que se le diera el dulce nombre de «Padre de los pobres». A la manifestación se adhirieron, y mandaron nutridas representaciones junto con sus estandartes ó banderas las Sociedades corales «La Flor de Maig», de Ripoll; «La Llanterna», «Los Amigos» y la «Juventud Tarrasense»; y las políticas «Fraternidad Republicana Radical Instructiva» y «Fraternidad Re- publicana de la Casa del Pueblo», todas ellas de Tarrasa. En el Cementerio el popular y renombrado coro «juventud Tarrasense», cantó con gran afinación el hermoso himno Salat als Cantors; se leyeron bellísimas poesías y se pronunciaron magistrales discursos que fueron calurosamente aplaudidos por todos los presentes. Por la noche se celebró en el precioso salón de actos del Centro «La Fraternidad Humana», una velada literaria y musical en honor de los maes- tros Alian Kardec y Miguel Vives, en la que tomaron parte un gran número de hermanas y hermanos de dicho Centro, siendo todos calurosamente aplaudidos. Al día siguiente por la tarde celebróse una sesión medianímica, en la que nuestros queridos hermanos de ultratumba nos dieron sus sanos consejos. En resumen, estas hermosas fiestas han dejado grato recuerdo á cuan- tos tuvimos la dicha de asistir á ellas, haciéndonos formar propósitos para no faltar ningún año á su celebración. Durante los días que pasamos en • Tarrasa se oxigenó nuestro cuerpo con los aires embalsamados que se respiran en los hermosos jardines de nuestros queridos amigos los esposos Bendranas y se oxigenó también nuestra alma con las pruebas de cariño, consideración y aprecio con que nos distinguieron todos los excelentes amigos del veterano Centro «La Fraternidad». A todos ellos les decimos hasta luego, no esperaremos á la época de las fiestas del año próximo para venir á visitaros y á reconfortarnos entre Vosotros; Vuestra bondad y vuestra sencillez son encantadoras y es tan raro hallar estas virtudes en la tierra, que cuando las hallamos á nuestro paso hemos {de aprovechar su encuentro para saturarnos de su perfume; hasta luego, pues, hasta muy pronto. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA i87 Aspecto de! nicho en que se guardan losrestos mortales de D. Miguel Vives, ornado con la corona que en él se depositó y cobijado por las banderas de la Fraternidad Republicana de la Casa del Pueblo y Fraternidad Republicana Radical Instructiva 188 LUZ Y UNIÓN A Kardec Una vez más á saludarte llego. Una vez más entrego al viento celestial mi ardiente grito. Grito que dice cual sonante canto; ¡Al Maestro más santo, salud y bendición en lo infinito! ¡Vibrad llenas de gozo, cuerdas mías! Si entre grandes Mesías fué Jesús el primero, tú el segundo. Tú nos mostraste, descorriendo el velo, que la muerte es el cielo: ¡que ganamos mil mundos por un mundo! Tú nos dijiste en la profunda tierra: —Cada espíritu encierra un millón de existencias como un germen. Es cada vida un infinito en vidas. Y estas cosas sabidas, ¡despertad á la luz á los que duermen! Gracias, Kardec. ¿Me preguntáis qué opino de este genio divino? ¿Qué he de opinar? Opino que te adoro. Opino que te adoro y reverencio, ¡oh Kardec!... ¡que en silencio ante tu sombra me prosterno y lloro! Por ti sé que en el éter sumergida es eterna mi vida. Sé que por ti de suspirar concluyo y sé que el porvenir, justo y bendito, llamará al infinito el mundo de Kardec, el mundo tuyo. Mundo que es mar de luz, deslumbradoras esferas voladoras, torbellinos de soles y armonías, vértigos de creaciones y universos de habitantes diversos ¡desde el ángel al monstruo y al Mesías! ¡Gloría, pues, á los genios redentores!... ¡A esos reveladores de la luz que descorren todo velo!... REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 189 ¡Gloria á Colón, descubridor del mundo, ¡¡y más gloria al profundo Alian Kardec, descubridor del cielo!! Salvador Sellés. . Poesía escrita expresamente para ser leída en la Velada que en honor de Kardec y Vives se ce- lebró en Tarrasa. A Miguel Vives ¿Quién lo puede dudar? Tú fuiste un día uno de los Apóstoles de Cristo. Ha dos mil años que prodigas dones á cuantos hallas en tu gran camino. Veinte centurias de aprendiz constante te han adiestrado en el amor activo, y hoy lo practicas por do vas marchando con la facilidad que da el instinto, y á tu paso de luz tras de ti queda una estela de soles encendidos. Tu palabra es la voz del Evangelio, tu gran alma es la luz del Infinito, y tu gran corazófi, el grande fuego en que abrasas del mundo él egoísmo. ¡Ah! yo veo la túnica que flota en derredor de tu glorioso espíritu, derramando fragancias de los montes y de los mares que cruzaste activo; esparciendo fulgores deslumbrantes cual si de un sol fuera tu sér vestido, cuando marchabas predicando el verbo del labio de Jesús, reciente y tibio. Yo contemplo tu barba estremecida como aquella de Elias, y en sus rizos veo que el soplo de los cielos juega y los deja al pasar estremecidos, mientras en lo alto de tu sér, encima de tu cabeza venerable, miro una lengua de fuego que flamea y es el Verbo de Dios, ¡quizá Dios mismo! Tú revelaste al tenebroso mundo, en maldad infernal siempre sumido, que hay vida superior en otros cielos 19,0 LUZ Y UNIÓN no soñados jamás de] hombre vivo; cielos que puede conquistar cualquiera si con obras de paz se abre camino, si con alas de luz se abre el espacio, si con fuegos de amor funde egoísmos! Tú nos das el ejemplo; tú nos pruebas de qué modo podemos compasivos dar nuestro sér en holocausto santo, dar nuestro sér en santo sacrificio; dar de comer al infeliz hambriento y de beber al de sediento espíritu; como la carne del doliente cuerpo puede volverse pan, formarse trigo, y como, en fin, del corazón la sangre puede brotar como bullente vino! ¡Gloria á Miguel, al venerable Apóstol, el amado dulcísimo de Cristo, el que hoy vive en el éter anegado en la luz del Maestro bendecido, y que llega á nosotros, nos bendice, nos abraza después estremecido, y nos dice estas mágicas palabras cual brotadas de oráculo divino: «El amor es la luz, salva á los seres, el amor deja mundos redimidos, el amor en la altura enciende soles, ¡el amor es creador, pues es Dios mismo! Si algún día queréis subir al cielo en que desplego yo mis rayos vividos, practicad lo que yo practiqué un día; ¡de este divino talismán servios!» Y en sus manos levanta ante nosotros su propio corazón, todo encendido. Salvador Sellés. Poesía escrita expresamente para ser leída ante la tumba de Vives, en el acto de la manifesta- ción que en honor suyo se celebró en Tarrasa. Lo que dice la prensa «Según costumbre en todos los años, la Liga Espiritista de esta ciudad, en conmemoración de la muerte de uno de los riiás decididos defensores y propaga- dores de las teorías de Kardec, celebra una manifestación cívica, depositando una corona en la tumba del que en vida fué un modelo de honradez y abnegación. REVJSTA ESPIRITISTA KAKDECIANA 191 D. Miguel Vives y Vives, conocido con el sobrenombre de Apóstol del bien. Reunía Vives todas aquellas cualidades de hombre de corazón abierto á todos los sacrificios, pues los desheredados de la fortuna habían encontrado siempre en él un corazón altruista y filantrópico, dispuesto á mitigar con su óbolo las penas y dolores de los que él, llamásense como se llamasen, consideraba como hermanos suyos. Ferviente adorador de los ideales de emancipación y pro'greso, era Vives un constante batallador de la Democracia y la República. Su muerte fué muy sentida, no solamente por sus hermanos en Espiritismo, sino por aquellos que luchamos por un ideal en que están más en armonía los sa- cratísimos intereses del pueblo productor, hoy vejados y escarnecidos por una turba de desalmados y holgazanes predicadores de un dios que no creen y de una religión que prostituyen y envilecen con actos impropios de personas mediana- mente educadas. Una modesta invitación del Centro Espiritista fué suficiente para que á la hora señalada no pudiera darse un paso por los espaciosos jardines de su local social, situado en la calle de san Isidro de esta ciudad. Cada emblema ó estandarte de las sociedades que tomaron parte en el acto era saludado con una fuerte salva de aplausos. El dignísimo director de las escuelas dé la Casa del Pueblo de Barcelona multiplicábase para corresponder á las muchas pruebas de simpatía que por todos lados recibía. A la hora indicada púsose en marcha la manifestación, que dicho sea sin exa- geración alguna, superó grandemente los buenos propósitos de sus organizadores. Claro está que el Partido Radical tuvo allí representación brillantísima contras- tando con la mezquindad de los solidarios. ¡No vimos ni un solo catalanista! Abría la marcha un carro conduciendo una magnífica corona, precedido de la acreditada Banda Vallesana, que durante el trayecto ejecutó escogidísimas piezas de su repertorio. A continuación seguían las sociedades políticas Centro Republicano Radical é Instructivo y Fraternidad Republicana, con sus respectivos estandartes, y las ■corales Fió de Maig (que se encontraban accidentalmente en ésta). Juventud Ta- rrasense. La Llanterna, de Tarrasa, y Los Amigos, con sus estandartes también. Las calles que recorrió la manifestación, eran invadidas por gente que admi- raba el orden y cultura de los que bajo un sol primaveral íbamos á depositar un recuerdo sobre el cuerpo inerte del que en vida fué un decidido campeón de la Verdad. Al llegar al Cementerio de los réprobos, según la Iglesia católica, el coro Juventud Tarrasense cantó, ante la tumba del inmortal Vives, el himno «Salut als cantors». Acto seguido la hermosa niña Conchita Vilaplana, el joven José Roma y nuestros correligionarios E. Salgado y Manuel Escobar leyó el primero y recitó el segundo unas sentidas y bien escritas poesías alusivas al acto. El celebrado vate español Salvador Sellés envió su adhesión escribiendo unas cuartillas, que fueron leídas de un modo admirable por el compañero Jerónimo Poch, de Bar- celona. Con una expresión gráfica en la palabra y brillante en el concepto, el ilustra- 192 LUZ Y UNIÓN do director señor Esteva Marata, pronuncia un corto y brillante discurso, que es escuchado en silencio, interrumpido cuando de un modo magistral despoja las miserias y calamidades que cubren el cuerpo de los que se dicen representantes de Cristo en la tierra. Termina dando infinitas gracias á todos cuantos han con- tribuido á la brillantez de dicho acto, invitándoles á una velada que tuvo lugar en la noche del domingo en el salón de actos de dicha entidad espiritista. El bello sexo estaba dignamente representado por lindas y hermosas mujeres, siendo una de las notas que más contribuyeron al lucimiento de la fiesta, pues esto evidencia que la mujer va emancipándose de esa tutela religiosa que tantos males ha causado á la humanidad.—y«íz/z Ponsa Singla.-» (De El Progreso, 3 Junio de 1009). Del Centro «Constancia», de Málaga, hemos recibido la siguiente carta: Málaga 7 de Mayo de 1909 Sr. D. Jacinto Esteva Marata. Barcelona. Muy Sr. mío y rèspetable hermano en creencias: Por la presente cúmpleme participar á V. haber dejado la materia, el día 50 del pasado Abril, á las dos de tarde, nuestro querido hermano y Presidente de este Centro, D. Emilio Ca- su llejón Corral. Su desintegración ha tenido efecto con un perfecto estado de conciencia y un claro conocimiento de la nueva vida que iba á desplegar, siendo sus últimos mo- mentos terrenales los del convencido espiritista; sosteniendo interesantes diálo- gos con los seres que esperaban su regreso. Después de ser conducido al cementerio (8 de la noche del mismo día), dióse en su honor una velada, siendo por algunos visto y comunicándose por medio de un auditivo, que en aquel momento se desarrolló, dirigiendo la palabra á varios de los asistentes. Al dar cuenta, en su ilustrada Revista, de la desencarnación de nuestro amado Presidente, le agradecería lo hiciese de una manera que dejase ver el desamparo en que han quedado su esposa D.^ Rosalía Crespo de Callejón y dos hijos de corta edad, que hoy lloran su desierto hogar y la ausencia de quien subvenía á las necesidades de la vida, con el fin de ver si en algo pudiérase remediar tan gran desgracia. Que su progreso sea todo lo más rápido posible es cuanto le deseamos los que tuvimos ocasión Me apreciar sus bellas cualidades, como padre cariñoso, como ciudadano libre y espirita racionalista. Reciba usted, querido hermano, los fraternales sentimientos que por mi con- ducto le envían cuantos componemos este Centro. De V. su más atento s. s. q. b. s. m.. El Secretario 1.°, y. Affl/yo/Jrtí/o. El domicilio actual de D.® Rosalía Crespo de Callejón, es Plaza de las Biedmas, n.° 12, Málaga. Deseamos al espíritu liberto un feliz despertar. kii d§ àmúh Sdif El Espiritismo refutando ios errores del Catoii- riQm tomo en 4.® LloillUri rnm mayor de 335 páginas. lUll]dQ.lnl(rJ\ En rústica. 2'50 ptas.—Entela. 4 ptas. Eragmentos de las Memorias dei Padre Germán Un tomo en 4.° de 344 páginas. En rústica, 3 ptas.—En tela, 4'50 ptas. Memorias de un espíritu. ¡Te perdono! tomben I» mayor de 224 páginas cada uno. En rústica, 8 ptas.—En tela, 16 ptas. ]? Q m AC Ha ttiaIaPqc publicado 4 tomos en 8.® mayor. J\,d,lllüo LlG V lOlclclo En rústica, 4 ptas.—En tela, 8 ptas. M. B. y F.—Lares (P. R.) D. de D.—Banes (Gibara) A. M.--Talavera la Real. J. G. Santiago de los Ca- baberos (R. D.) V. M.—Villanueva de Cas- tellón. M A.—Lumbrales (Sala- manca) L. G.-Id. (Id.) J L.—Manila (Filipinas) J. M. - Almodóvar del C. (Alcanza al 26 de Abril de 1909) La Administración. CORRESPONDENCIA Hnscriptore» qne ban satisfecho la suscripción de 1908 I. J. O.—Managua (Nicaragua). 1 M. I. J. L.—Bogotá (Rep. de Colombia). 8res. 8nscrlptores qne han satisfecho la suscripción de 1909 C. P—Novelda T. A —Victoria Tampa J. V.—Id. F. R.—Sta. Rosa de Toay J. T. —Buenos Aires J. M. P.—Lorea (Murcia) N. A.—Juana Díaz (P. R.) F. B.—Reus. J. del C. - Id., id. J. M.' F.—Camagüey (C.) B. L.—Ponce (Id.) F. S.—La Granja (Y.) S. A. - Id. Jd.) P T. Barcelona J. S. —Arecibo (Id.) M. A.—Id. D .O.—S Fernando(CáiJiz) D. M.—La Línea (Cádiz) M. M—Id. (Id.) C. B.—Carboiieras(Cuenca) L. V. Mogadoiro (P ) D. F.—Sta. Cruz de T. P. S.—Manresa J. C. G.—Frailes (Jaén) STA Revista se ocupa de todos los asuntos que se relacionan con el Espiritismo; para ello cuenta, además de su cuerpo de Redacción, con la asidua colaboración de espiritistas de gran valia y con la protección de sus guias espirituales. Ve la luz, en cuadernos mensuales de 36 páginas, cubiertas inclusive, del 20 al 25 de cada mes y regala á sus suscriptores al efectuar el pago del abono, una obra espiritista cuyo valor no baja de 2 pesetas. PRECIO DE SUSCRIPCION l España 7 pes tas Por nn año. . ( Extraojero 12 » Número suelto 0'50 » CPAGO ADELANTADO) Los Sres. suscriptores al efectuar el pago de su abono se les pue- ga añadan 0*50 pesetas para el franqueo y certiñcado de la obra de regalo, de lo contrario tendrán que mandar recogerla en la ad- ministración, y los que la deseen encuadernada deberán remitir una peseta más. ill STRUCCiONES Los Sres. suscriptores de España pueden efectuar sus abonos en se- líos de correos, sobres monederos ó billetes de Banco, siempre en carta 'certificada. Los del Extranjero en letras de fácil cobro, billetes de Banco de sus respectivos países cuyo valor les será abonado al cambio que obtengan el día de su recibo. En los países en que tenemos corresponsales administrativos pueden efectuarse los pagos directamente á ellos dando conocimiento á esta Ad- ministración. Los giros á nombre del Administrador. La correspondencia á la REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Calle Cañón, 9, 1.°—Barcelona (Gracia) Ohra de regalo para el presente año: La Verdad frente á frente del error, por Faustino Isona. Un tomo en 4.° de 240 páginas, en buen papel y esmerada impresión. Tm». de Carbonell y Esteva, Rambla de Cataluña, 118.—Barcelona DIRECTOÏ^ REDACTOR.üEF I ! I SUMAKIO: D. Pedro Pérez Molina.—Acción Social, por ü. J. de Huelbes Teinprado,—En la culpa está el castigo, por D.^ Amalia Domingo Soler. - Investiga- cienes sobre la mediumnidad, por D. César Bordoy—Espiritismo y Magia, por D. V. G. Ruy Pérez.—De mis apuntes, por D. Manuel Pareja Medina.—Demostración del verdadero cristianismo, por D. Faustino Isona.—Himno á Dios, por D. Francisco Ríos.—De viaje, por D. Santiago Durán.— Lista de suscripción.—Un proyecto laudable. —Flores del Alma.- Un libro de Isona, por Krainfort de Ninive.—Album-Recordato- rio.- Retratos de D." Amalia Domingo Soler. Corresponsales Administrativos Méjico.—José Salvadores, apartado 4024, D. F., particular, MEJICO.—Evaristo Ha- rrientos. Administrador del Panteón de ORIZABA (Veracruz). Paerto-Rico.—Faustino Ysona, CAYEY.—F. MANATI.—Francisco Vázquez Colón, médico I. cirujano, Arjona, Bertoly, 4 altos, PONCE. Cnba.—Adolfo García, Real, lo, MANZANILLO —Delfín Roig Rosell, Habana 26 SANTIAGO y DE baja, CUBA.—Eulogio Infiesta, calle Cuba, J4, HABANA—Faustino Serio, Calle de Cuba, 27, HOLGUÍN —Luí.s G DomingU'·z, Calle Tacón. 91, CIENFUEGOS.—Arman- do J. Raggi, Apartado 17, CAIB.4RIEN.—D." Rosalía Cabrera de Pérez, BANES. (Gibara), Fillpiiiaii. —José León, apartado 130, MANILA. República de Colombia.—Petroiiila Hoyos, MEDELLÍN —Manuel J. López L., Pasaje Hernán Cortés, 9, BOGOTÁ. República del ¡Salvador (C. A.)—Luciano Cenedella, Dtor, de «La Nueva Luz», SANTA ANA. República Argentina.—B. Ballesteros, Sociedad Espiritista «Saenz Cortés», PEHUAJO. — Genaro Ragno, calle Crucero, 1166, BOCA (Buenos Aires).—Pedro Iraola, NE- COCHEA.—Manuel Torres, SANTA FE. —D. Nicolás Salinas, «Centro Armonía», Calle Thompson, 468, BAHÍA BLANCA. República de Costa Rica.—Pedro Pérez Molina, S. JOSÉ DE COSTA RICA. Kra»til.—Agrippino Gómez Veado, Rua Municipal, n.® 3, CIDADE DO MURIAHE (Estado de Minas-Geraesl.—Joáo Diego Sá Barretto, advogado, CIUDADE DA CONQUISTA (Estado de Babia).—Edia de Meares Cardoso, San Francisco Ha- vrer, 132, RÍO DE JANEIRO. República Dominicana.—Aurelio León, SAN FRANCISCO DE MACORIS. República de Kicaragna.—Isidro de J. Olivares, 5 calle Norte, 102, MANAGUA República, del Kcnador.—Antonio Safadi, Apartado n.° 464, GUAYAQUIL. Gibraltar.—D. Manuel Olivares, Muelle Comercial. CARBONELL J ESTEVA-EdltoreF51^.®Y*í |fíc"L^^^^^^^ Nuestras Fuerzas Mentales Modo de emplearlas con provecho en el comercio, la industria, las artes, los oficios, y en general en todos los actos y situaciones de la vida por Prentice Müiford Cuatro magníficos tomos encaadernados á la americana. 4O Pesetas AÑO X JULIO DE 1909 NÚJW. 7 Es nuestro corresponsal en San José de Costa Rica, uno de los más fervientes espiritistas de aquella hermosa República. Conoció las ideas espiritistas en una época de grandes sufrimientos para él, antes era materialista acérrimo. Desde que se convenció de la verdad de los nuevos ideales se consagró por completo á ellos, fundando el Centro «Esperanza» que aun subsiste y el periódico El Grano de Arena, del que fué director durante muchos años, hasta que por de- función del malogrado Dr. Rafael Machado se vió obligado á suspender su pu- blicación. Tenía un taller de escultura de imágenes para los templos, siendo uno de los favorecidos por la pulcritud de sus trabajos y á pesar de ello y con notorio perjuicio de sus intereses combatió los errores del catolicismo desde la tribuna y en la prensa. Desplegó siempre todas sus energías en propagar y defender nuestro credo á sabiendas de que su pan y el de su familia dependían de aquellos á quienes com- batía, no ocultándosele que tarde ó temprano sería víctima de sus venganzas como así le sucedió. Cerrado su taller por falta de encargos, determinóse nuestro animoso hermano á ir á cavar la tierra á fin de sacar de ella el alimento necesario para atender al sustento de los suyos. Después de haber sido laureado en Guatemala en la Exposición Centro-ame- D. Pedro Pérez Molina 194 luz y unión ricana como escultor, se ha visto obligado, desde hace seis años, á trocar el cin- cel del escultor por la azada del labriego. Como fué el que primero empuñó el estandarte del Espiritismo en aquella Re- pública, tuvo que combatir de un lado el fanatismo religioso y del otro el fanatismo materialista, lo que originó el verse perseguido por el gobierno clerical y despó- tico del dictador D. Rafael Iglesias, quien trató de ahogar el naciente movimiento espiritista encarcelando al medium de que se servía nuestro corresponsal y ame- nazando personalmente á éste si no desistía de sus ideas espiritas, á lo que éste le contestó con estas sublimes palabras dignas de ser escritas con letras de oro en los anales del Espiritismo: Estoy dispuesto al sacrificio antes que apartarme de mis ideas Acción Social PRÓLOGO Iniciase entre los espiritistas el periodo de expansión, natural en toda idea fecunda. No es ya solamente el prose- litismo de neófito quien nos embarga, es que sentimos y reconocemos nuestro deber de presentar á los dormidos ojos del mundo y sus muchedumbres, las soluciones salvadoras que de nuestra doctrina lógicamente se derivan y deducen. Alguna vez se ha reflejado ya en las columnas de nues tra Prensa, ese deseo, esa humana tendencia; humana, por cuanto en ío íntimo sabemos con toda certeza que la adop ción, la aplicación de nuestra doctrina á la vida sócial, traería aparejadas la paz, la alegría, hasta la baratura para todas las necesidades de la humanidad. Creemos, por tanto, que se debe insistir, ahondar en el asunto y presentar con algún detalle los varios y graves problemas que resuelve. Resuelve todos; es la única que hasta el día, hasta el presente momento de la historia terrestre, engloba y com- penetra los que se refieren al hombre como individuo en sus múltiples aspectos de sér vivo, de ser social; con ella ante los ojos, nada ni nadie se exime de nuestras creencias: poseemos la clave de todo enigma, puesto que del Sér abajo, desde Dios á la última de sus obras, son para nosotros pa- tentes y claras, no porque pretendamos conocer á Dios en sí mismo, eso es de El solo, sino que de tal manera le sen- timos y adoramos que cuanto de El dimana, que es el Uni- REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 195 Terso sensible y posible, con nosotros se hermana y se con- funde. Nos circunda penetrándonos y nosotros también lo comprendemos al amarlo. Ese es nuestro solo mérito, mejor dieho, nuestra sola conquista; al recoger humildemente las briznas de verdad que siglos de fenómenos dispersaron por el minúsculo pla- neta en que vivimos; al procurar ordenarlas y sistemati- zarlas para darlas color de vida, tan hondamente han arrai- gado en nuestros corazones, que hoy igualmente al unísono con la violeta escondida en el húmedo repliegue, que con el sol brillante que traza su espiral enorme por el abierto espacio Infinito; igual sufren con el gusano perdido entre unas pajas, que con él pesar de la madre que recoge el últi- mo suspiro de los lívidos labios de su hijo asesinado. Por dicha inefable, hemos llegado ya á amarlo todo, porque hemos llegado á darnos cuenta de que todo, por cuanto es y vale, participa de la Divina única Esencia y como hasta sus pies llegamos, todo lo demás, que es el total Universo lo englobamos en nuestro amor. Amar es poseer: el Univer- so es nuestro. No queremos que esa dicha nuestra sea egoísta: quere- mos extenderla á nuestros hermanos, y por eso intentamos mostrársela. Háse admitido ya como axioma que el interés propio es la más poderosa palanca conocida para mover las multitudes y vamos á flamear nuestra bandera á los cuatro vientos, para que en ella vean su interés cuantos es- peran, cuantos añoran, cuantos ansian... ¡todos los huma- hos! Interés por otra parte, legítimo y augusto, porque el interés en conjunto es el faro de la vida. Y también interés nuestro, puesto que compartimos las dichas y pesares de cuanto nos rodea; puesto que amamos tanto más á cada sér, cuanto más participa de lo divino; más les amaremos cuanto más progresen; más felices sere- mos cuanta mayor sea su dicha. Dicha nuestra y dicha universal, que no pueden ser perfectas y completas, mien- tras quede un solo sér sufriendo en las inmensidades... Por ello iniciamos este estudio con cariño, con verda- dera religiosidad: pretendemos una ventura para los indife- rentes, para los adversarios, para los venideros, pero tam- bién para nosotros mismos; no sólo por el deber cumplido, sino por la parte que nos corresponde y lograremos de la ventura universal. 196 LUZ Y UNIÓN Para terminar, una súplica: que cuantos conozcan y deseen ese bien, esa victoria de la verdad sobre el error, del amor sobre el odio, del placer sobre el dolor de la vida, me auxilien para que logre exponer clara y agradablemente nuestra doctrina. Cada pensamiento simpático que brote de otro corazón, el más modesto, el más ignorante, será un rayo de luz que me guíe y me aliente en el sendero ¡ay! superior á mis merecimientos. Pero si solo yo con mi entu- siasmo no había de vencer la cumbre augusta, con el apoyo mental de mis hermanos lograré fácilmente plantar sobre ella, la más alta conocida y quizá posible, nuestro común estandarte de amor infinito. Para el amor, como para él éter, no hay obstáculos ni fronteras: éter parece ser cuanto palpamos; amor es cuanto vivimos. J. DE Huelbes Tempkado. En la culpa está el castigo último escrito que nos entregó D.^ Ama- lia Domingo y Soler para su publicación I Hojeando los periódicos leí un suelto que me llamó viva- mente la atención. El suelto decía así: «MENDIGOS DE OFICIO.—Hace pocos días fué reco- gido por la ronda correspondiente un individuo que se dedicaba á implorar la caridad pública, y llevaba en su poder 7.500 pesetas en billetes y monedas de distintos países. «Anoche fué conducida al Asilo del Parque una mujer andrajosa y sin domicilio, á quien se le encontraron títulos y obligaciones por valor de 8.392 pesetas». ¡Qué historia tendrán esos dos seres tan horrible!... cuando tienen que ir por el mundo cargados de oro mendi- gando su sustento. Esos sí que sufren el suplicio de Tán- talo, que según la historia mitológica, fué arrojado á los REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 197 infiernos, sufriendo un castigo horrible, que consistía en permanecer en medio de un lago, cuya agua le llegaba á la barba y se escapaba de su boca cada vez que, poseído de una sed ardiente, quería beber de ella, y en estar ro- deado de árboles frutales, cuyas ramas se elevaban hasta el cielo cada vez que devorado por el hambre llevaba la mano á ella para coger los frutos. Igualmente esos dos des- graciados llevaban encima de ellos el agua y la fruta ma- dura y se morían de hambre y de sed; ¿qué habrán hecho ayer? II «¿Qué quieres que hicieran? (me dice un espíritu), falta- ron á las leyes divinas y humanas y hoy recogen la cosecha de la semilla que en mal hora sembraron. El mendigo que hoy imploraba la caridad pública, en una de sus pasadas existencias fué el Prior de una Comunidad religiosa inmen- sámente rica; el convento estaba situado en el campo, ro- deado de muchas aldeas, cuyos habitantes venían obligados á dar al Prior del convento el fruto sazonado y abundante de todas sus cosechas y lo mejor de sus ganados; y ¡ay! del que no lo hiciera, que le excomulgaban y amenazaban con las penas eternas del infierno; y aquellos infelices, verda- deramente atemorizados, para no caer en pecado mortal, ofrecían humildemente al Prior todo cuanto poseían con tal de alcanzar la gloria eterna, promesa que les hacía el Prior siempre que le llevaban lo mejor de su hacienda; y tanto abusó de su poder aquel hombre cuya avaricia no tenía límites, que llegó á ser el azote de aquellos pobres seres crédulos y sencillos que le consideraban como si fuera un verdadero santo. Pero todo tiene su término, y al fin dejó la tierra el Prior, dejando en ella bienes cuantiosísi- mos, y entrando en el espacio tan pobre, que no tenía ni un átomo de virtudes; no había en él más que vicios, y vicios incorregibles, pues á pesar que su guía le hizo presente el error en que había vivido y que era necesario que desan- dara el camino andado, él ha vuelto á la tierra repetidas veces, siempre ansioso de dinero, y aunque su expiación no le permite disfrutar de sus riquezas, él siempre procura atesorar, y va cruzando la tierra sin tener nunca ni casa ni hogar, siempre temeroso de que la justicia le arrebate 198 LUZ Y UNIÓN los valores que consigue poseer, unas veces pidiendo limosna j otras por medio del hurto ó del engaño, pero siempre vi- viendo del modo más miserable. Así lleva ya varias exis- tencias y muchas le quedan aun, porque él bien conoce lo mal que hace, pero el oro es para él la serpiente que se en- rosca á su cuello y que no le deja respirar. Ha hecho tanto daño por la adquisición del oro, que el oro es su verdugo, ¡infeliz! ¡compadeced á los mendigos que entre sus harapos llevan el agua y la fruta madura que no calma ni su sed ni su hambre! »En cuanto á la pordiosera que poseía una pequeña fortuna, esa ha comenzado en su actual existencia el saldo de su cuenta. En su anterior encarnación era una joven muy hermosa, hija del pueblo, soñaba con ser una gran señora; conoció á un anciano millonario y empleó todas sus artes para entrar á su servicio, y ella era tan simpática, tan atrayente, tan cariñosa y tan expresiva, que se captó por completo el cariño del anciano, que la dotó espléndida- mente; pero ella no se contentó con esto, consiguió que él hiciera testamento, dejándole su cuantiosísima fortuna, y después, en agradecimiento, temiendo que él se arrepintiera de su obra, compró á buen precio á un médico tan pobre de bienes materiales como de sentimientos humanitarios, y éste le dió un veneno que mataba lentamente sin que dejara huellas visibles en el enfermo, que fué languide- ciendo, perdiendo la lucidez de su inteligencia, y en este estado se llevó al enfermo á viajar, y lejos de su patria lo dejó abandonado en un hotel, dejándole una cartera con algunos valores; y como el anciano estaba completamente idiota, nada pudo explicar ni decir, y lo encerraron en un asilo destinado á los octogenarios, y allí murió sin darse cuenta de nada; ella entretanto volvió á su patria y allí encontró el principio de su castigo, porque la familia del millonario le puso pleito, y se comió la justicia el fruto de su crimen. Murió poco menos que en la indigencia, y al llegar al espacio encontró á su víctima que la perdonó ge- nerosamente y la aconsejó que no siguiera por la senda emprendida, sino que, muy al contrario, se decidiera á sal- dar sus enormes cuentas, porque no era la primera vez que cometía tales atropellos. Siguió su consejo y en esta exis- tencia ha encontrado medios para poseer un puñado de oro; pero no lo disfruta, no le sirve para nada útil; es esr REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 199 clava de unas cuantas monedas y vive sin vivir, porque no merece vivir tranquila la que pagó con tan negra ingrati- tud la generosidad y el cariño verdaderamente paternal que le brindó su protector, que era un alma noble y elevada. »Razón tenías al decir que cuando se vive mendigando y se lleva consigo lo suficiente para satisfacer las primeras necesidades de la vida, al no poderlas satisfacer, mucho se tiene que haber pecado. Compadeced á esos infelices que sufren la peor de las condenas.—Adiós». III Efectivamente; vivir á la intemperie, carecer de todo y guardar afanosamente lo que pudiera salvarle del sufri- miento, es ser uno verdugo de sí mismo; por eso debemos vivir dentro de la moral más estrieta, para no hacernos acreedores á ser los parias, los ilotas degenerados que nadie se interesa por ellos, que viven en la sombra, aqui j allá. ¡Cuán cierto es que en la culpa está el castigo! Amalia Domingo Soler. Investigaciones sobre la mediummdad por Gabriel Delanne (Continuación) LA PERSONALIDAD SUBCONSCIENTE En el artículo anterior tiernos visto la manera según la cual es conside- rada en el hombre la existencia de una conciencia parásita, de la cual no tiene conocimiento la conciencia ordinaria del sujeto, Viniendo á ser éste, según dicha hipótesis, no una unidad idéntica consigo misma, simple, subs- tantiva, integra y armónica, como ha probado múltiples veces la Psicologia introspectiva, sino una dualidad, ó por mejor decir, una coexistencia de personalidades independientes las unas de las otras, y que sin embargo viven unidas con el mismo substratum fisiológico. La unión entre si de estas di- versas conciencias, y con el complexas material quedaria inexplicada y ele- Vada á la categoria de milagro, á la manera de dogma como el del trino y uno. Pero si lo dogmático y cerrado debe desecharse por parcial y restrin- 200 LUZ Y UNIÓN gido, toda vez que el espíritu científico ha de ser libre y progresivo, la teoría que nos ocupa, que al fin y al cabo no es más que una hipótesis no comprobada aun por los hechos reales, y opuesta además á lo hasta hoy estatuido como verdad incontrovertible por la Psicología tradicional, debe ser ampliamente examinada y sujeta á la crítica y á la indagación racional y científica á fin de recoger el lastre y sedimento aprovechables, que de ella puedan utilizarse para el progreso de la ciencia del yo. Aspira esta nueva teoría á explicar los fenómenos medianímicos, de es- critura mecánica, y á borrar por consiguiente la existencia del espíritu que se comunica por este medio; mas es claro que si en algunos sujetos, y más especialmente en los histéricos, se produce algunas veces cierta escritura mecánica, atribuible desde luego á la subconsciencia del sujeto, también es claro como el agua pura que no todos los mediums son histéricos, ni su es- critura puede ser atribuida á personalidad alguna subconsciente coexistente con la normal. Esto es lo que Delanne demuestra en su obra hasta la sa- ciedad. He aquí sus frases: «Si damos una orden en voz baja á una histérica, pronunciando algunas palabras junto á su oído, su conciencia normal nada sabe, nada entiende, nada recuerda; es necesario sumergir á la enferma en el sueño magnético para que su yo recuerde la orden recibida. Pero puede suceder que este primer estado sonambúlico sea poco profundo para lograr dicho objeto; es necesario entonces continuar los pases hasta provocar un segundo y hasta un tercer sueño sonambúlico, en el cual el sujeto enfermo recuerda no sólo la orden recibida, y los actos todos de su subconsciente, sino también todos los que á su vida ordinaria y normal se refieren, desde su niñez y aun hasta los recuerdos de las crisis de sus enfermedades, alu- cinaciones y hasta de sus paseos y actos en sonambulismo natural. Es decir, que esto prueba que la unidad superior sonambúlica liga y une en una mis- ma personalidad consciente todos los actos de las demás personalidades supuestas en el mismo individuo. Desmagnetizando al sujeto vuelve progre- sivamente á caer en el estado de olvido de todos y cada uno de dichos actos, pero no de una manera repentina, sino gradual y paulatinamente á la manera de capas mentales, de rebanadas psíquicas que descienden sucesivamente hasta llegar más abajo del dintel de ja conciencia normal del sujeto enfer- mo; luego la personalidad subconsciente no es necesariamente un yo dis- tinto del normal, sino que es un estado que forma parte de la individualidad total; y sí únicamente en algunos casos parece ser distinta é independiente del yo normal, debe ser esto atribuido á un estado morboso, ó á aquel es- trechamiento del campo de la conciencia de que nos habla el mismo Janet, que reconoce por origen una amnesia ó empobrecimiento de la memoria; toda vez que es el olvido el fenómeno constantemente observado en estos enfermos». Y así es efectivamente; pues ya se sabe que todo recuerdo ha REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 201 sido una percepción de algo sentido; mas no toda sensación tiene fuerza suficiente para convertirse en recuerdo. El proceso sensitivo, cuyas condi- ciones orgánicas son impresión, transmisión y recepción en el centro ner- vioso correspondiente, se verifican siempre que el organismo se halle en estado de recibir la acción del objeto (1) que viene á afectarle, y si el en- fermo no se acuerda de la impresión recibida más que después de sumergido en el sueño magnético (en el cual se hallan en completa hiperescitabilidad todas sus facultades psíquicas y orgánicas) tal hecho prueba que se verificó en él el proceso sensitivo, que fué registrada la sensación en el centro ner- vioso correspondiente y que el periespíritu la almacenó en un estado latente ó potencial; prueba á la vez que hubo olvido inmediato de la sensación per- cibida; y con tal motivo, dice Delanne: «es de la más alta importancia esta- blecer y probar que el olvido en las histéricas no es más que una enfermedad de la memoria; pues en tal caso la hipótesis de la personalidad subcons- ciente cae por su base». ¿Cómo se explica, en efecto, que una sensación sea recibida, percibida é inmediatamente olvidada? ¿Cómo se explica que este olvido llegue hasta el extremo de negarla rotundamente el sujeto que la sintió y percibió? ¿Cómo se explica que únicamente la recuerde en el sueño magnético sufi- cientemente profundo? ¿Cómo se explica que caiga de nuevo en el mismo olvido al salir del sueño sonambúlico? Dos hipótesis se presentan para resolver la determinante de este hecho. O dicho olvido es debido á un estado morboso de los centros nerviosos que sirven de sustentáculo á la sensación y de substratum á la memoria, ó es por el contrario debido á un estado morboso de la misma memoria como cree Delanne. Pero si en el hombre todo es psico-físico, si el hombre es una unidad dinámica cuyos elementos constitutivos (espíritu y cuerpo) no son más que condensaciones diversas de la misma fuerza ó esencia, poco importa que el origen de tal hecho resida en la fuerza condensada ó en la fuerza espiritual. Siempre este hecho se manifestará como una falta de me- moria; y en tal hipótesis (suministrada por millones de experiencias) huelga y desaparece, por improcedente, la personalidad subconsciente coexistente inoportuna y parásitamente con la conciencia normal. En un sujeto no histérico, es decir, en un sujeto normal, previamente hip- notizado, y al cual se le dan sugestiones negativas, que al tener fuerza su- ficiente para objetivarse, producen la anestesia sistemática, ¿quién hace el papel de personalidad subconsciente? El sujeto, ve ó no ve, oye ó no oye, siente ó no siente, percibe ó no percibe á capricho del hipnotizador, una cosa, una impresión ó una serie de sensaciones. ¿Quién borra ó graba en su cerebro? ¿quién hace resurgir en la memoria ó sumergir en el olvido estas (1) Veáse la página 81 de Luz y Unión " n 5 del año actual. 202 LUZ Y UNIÓN series de sensaciones? Tendríamos que concluir necesariamente que el hipnotizado y la personalidad subconsciente del sujeto eran el mismo in- dividuo. Recuérdese, además, la relación extraordinariamente estrecha que existe entre el magnetizador y su sujeto; nótese el disgusto que el magnetizado experimenta hacia todo aquello que no proceda de su magnetizador, y se comprenderá perfectamente que no existe, que no puede existir tal perso- nalidad. Es tan estrecha aquella relación magnética que se ha visto un so- námbulo seguir paso á paso las huellas de su magnetizador, que previamente había recorrido un camino laberíntico terminado dentro de un armario en donde se había encerrado con llave y cerrojo. El sonámbulo caminaba an- helante y como impulsado por una fuerza irresistible, derribando los mué- bles que se oponían á su paso, abriendo las puertas por donde había pasado con anterioridad el magnetizador, hasta llegar al armario en donde éste se hallaba encerrado, y cuya puerta golpeó con estrépito hasta que fué abierta, cayendo entonces el sujeto en brazos de su magnetizador. Son estos hechos de un tal peso, ya sean histéricos ó no los sujetos en que se verifican, que no se puede menos de reconocer la existencia de algo que liga de una ma- ñera imperiosa el sujeto al experimentador, haciendo desaparecer la hipó- tesis de la personalidad subconsciente. En este respecto es bien claro Delanne. He aquí sus palabras: «Existen ciertamente entre los sujetos normales fenómenos psíquicos que llegan á ser inconscientes: 1.° Aquellos que tienen lugar durante el sueño ó desprendimiento del alma y que se olvidan al despertar. 2.° Aque- líos estados diarios de conciencia que no son conservados. Esto constituye la base enorme de lo inconsciente en los sujetos normales. He aquí además otros fenómenos en los animales; es decir, en los alcohólicos, histéricos, epilépticos, etc, 3,° Fracciones enteras de la vida psíquica diaria desaparecen para la con- ciencia normal, 4.° Todos los recuerdos de sus vidas anteriores, que constituyen el fundamento mismo de la individualidad, desaparecen por yj completo. Pero estos recuerdos no se agrupan formando una misma personalidad subçonscièn- te, ó Varias personalidades autónomas que se hallen por debajo de la consciència normal, de la unidad dinámica del yo (pues éste subsiste á través y por encima de todas ellas conservando su identidad), sino que constituyen una serie de metamorfosis de la con- ciencia, de estados psíquicos alotrópicos, más ó menos estables, que no pueden afectar á la integridad del individuo. Pára mejor entenderlo, dice REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 203 Delanne, representemos los diferentes estados de la personalidad por círcu- los concéntricos. A sería el estado normal, es decir, el más pobre para los histéricos que tuviesen anestesias suficientemente profundas para haber- les hecho perder la percepción de las sensaciones musculares, auditivas y táctiles, no quedándoles conscientes más que las visuales, olfativas y gus- tativas con los recuerdos que las fijan. Tal es la personalidad de A con sus enfermedades. »Cuando se produce un cambio en el estado nervioso, es decir, en la sensibilidad, bajo la acción de un escitante cualquiera: sugestión, electri- cidad, magnetismo, metales, etc., un cierto número de sensaciones latentes llegan á ser activas, despertándose entonces con ellas antiguos recuerdos; la conciencia se extiende á todo el círculo B, y forma una 2A personalidad: A -h B ya más desarrollada. Pero (y esto es muy importante) A no existe ya; ha llegado á ser A + B; es decir, el yo ha recuperado todas las sensa- clones del orden B. Por último, si el excitante tiene bastante potencia para restablecer integralmente la sensibilidad, todas las sensaciones reaparecen y el pasado es enteramente resucitado; el campo se ensancha y comprende también el espacio C; la consecuencia total para la personalidad número 3 abraza los estados A + B -P C é individualmente A y B han desaparecido. Si se mantiene durante mucho tiempo este equilibrio la salud será normal; pero si por una causa cualquiera la acción dinamogénica que obraba sobre el sistema nervioso disminuye y el campo C pasa al estado latente per- diéndose para el sujeto los recuerdos de todas sus sensaciones de orden C; hay un estrechamiento del campo total de la conciencia, y ésta queda representada por A -I- B; y por último si el sujeto vuelve á su estado pri- mitivo antes que sobre él obrase excitante alguno, se reduce al estado A, habiendo perdido todo recuerdo de las sensaciones correspondientes á A + ByáA-PB-l-C». Si no fueran suficientes estos razonamientos hechos por Delanne ¿ten- dríamos aun que recurrir á la Psicología tradicional, y recordar en ella las condiciones de unión de alma y cuerpo (formando la naturaleza humana) para hacer fracasar por completo la hipótesis de la personalidad subcons- ciente coexistente con la normal? No lo creemos necesario. Baste recordar que dicha unión es ante todo esencial; es además inmediata, involuntaria, total, coordinada, permanente, y por último exclusiva é individual, sin que un mismo espíritu anime á la vez á dos cuerpos distintos (1), ó bien un mismo cuerpo esté unido á la vez á dos espíritus diferentes. Si no existe, pues, personalidad subsconciente ¿cómo aplicar la escri- tura automática de las histéricas? Observemos en primer lugar que esta escritura no se produce nunca expontáneamente, sino mediante una suges- (11 Las cuestiones del doble se resuelven por las propiedades del perlespirltu. 204 LUZ Y UNIÓN tión, por lo general táctil, siendo, por lo tanto, necesario el establecimiento de una relación magnética entre histérico y experimentador; y en 2.° lugar que todo aquello que escribe el sujeto (y recuérdese que para escribir algo necesita de una educación constante y progresiva) no excede los límites de sus conocimientos ordinarios. Tendríamos, pues, que concluir necesariamente, si el fenómeno media- nímico de escritura mecánica se explicase por la escritura de los histéricos, que todos aquellos mediums eran sujetos histéricos más ó menos profun- damente afectados de dicha enfermedad, y cuyas revelaciones no exceden de la esfera intelectual de sus conocimientos ordinarios; pero todas aque- lias personas que, celosas en la investigación de la verdad, han persistido con tesón y energía en el esclarecimiento de tales hechos, han llegado á convencerse de lo erróneas que son dichas afirmaciones, pues si bien es cierto que algunas veces han sorprendido fraudes y engaños cometidos por falsos mediums que sólo procuraban engaños para cobrar, y otras veces fraudes inconscientes (á los que son propensos casi todos los mediums) (1); también es cierto, con dichosa certeza, que han visto, estudiado, experi- mentado y provocado fenómenos medianímicos, cuya verificación no ha dejado duda alguna acerca de su autenticidad, como iremos viendo y com- probando en los capítulos sucesivos. Para terminar, he aquí las diferencias entre unos y otros establecidas por Delanne: «CARACTERE.S DE LO.S HISTÉRTCO.S »1." La salud general está gravemente perturbada, y las anestesias profundas que alcanzan uno ó varios sentidos, determinan lagunas en la Vida mental, la pérdida completa de ciertos recuerdos y un estrechamiento considerable del campo de la conciencia. »2.° Los fenómenos subconscientes no se desarrollan bajo la forma de la escritura más que después de una educacjón bastante larga, y bajo la influencia de sugestiones táctiles ó verbales hechas durante el estado de distracción que es continuo. »3.° La escritura automática no puede ser sugerida por cualquiera; puesto que no se produce más que en el estado de relación, y siempre que sea su magnetizador habitual quien hace la sugestión. »4.° Esta escritura no relata más que hechos conocidos del sujeto, y el contenido no es sensiblemente superior á su capacidad intelectual. »5.° Nunca la histérica sabe que escribe. Es ésta una operación invo- luntaria inconsciente. »6.° Por último, no se han podido obtener nunca estos fenómenos con hombres. (1) Y aun podríamos añadir; se sienten impulsados á cometer el fraude, sin poderlo remediar. REVISTA ESPIRITISTA KAKDECIANA 205 «caracteres de los mediums »ILa salud es normal. No se comprueba generalmente ninguna anes- tesia ni ninguna pérdida de recuerdos; la inteligencia permanece la misma sin Variación alguna, y ocurre que la facultad cesa durante la enfermedad que pueda atacarles. (Nótese que es precisamente lo inverso de lo que ocurre con las fiistéricas). »2.° Los fenómenos de escritura se producen espontáneamente y sin sugestiones verbales ni táctiles. «S." No se necesita generalmente ninguna influencia electiva por parte de los asistentes, ni existe relación magnética. »4.° El medium sabe que escribe; su movimiento es involuntario, pero consciente. »5.° Frecuentemente los mediums dan, por medio de la escritura, en- señanzas que son complemente desconocidas para ellos y para los asisten- tes, enseñanzas cuyas verificaciones y confrontaciones han sido exacta- mente hechas. »6.° Por último, se obtienen indiferentemente estas comunicaciones, ya por mediums de uno ya de otro sexo, sin que esta propiedad sea privativa de las mujeres». Y después de establecidas estas diferencias esenciales entre mediums é histéricos, habrá todavía alguien que pretenda explicar la escritura medianí- mica de los primeros por la ciega é inconsciente de los segundos á pesar del fantástico personaje subconsciente de que estos últimos se ha creído estar adornados? Cé-sar Bordoy. (Continuará) Espiritismo y Magia Resuelto adversario de la rutina, enemigo irreconciliable de la ciega ob- serVancia de los procedimientos establecidos, estoy siempre propicio á en- sayar cualquier innovación, que ofrezca probabilidades de éxito y prometa ser Ventajosa en cualquier sentido. Antes de explicar la utilidad de la Magia, en las sesionas medianímicas, voy á ocuparme de dar á conocer cómo llegué á convencerme de la eficacia de la Magia. Hace años que practico y estudio el Hipnotismo, con fines terapéuticos, exclusivamente. Presenciaba la cura de una de mis enfermas, histérica y cardiaca, un ami- 206 LUZ Y UNIÓN go ocultista, que me pidió permiso para realizar una experiencia, consis- tente en trazar en el suelo un signo mágico, que equivaliera á una barrera, y ver si la sonámbula, que en tal estado se hallaba la enferma, podía fran- quearla, á condición de que yo no había de forzarla. Realizada la prueba y puesta en marcha la sonámbula, avanzó resuelta- mente hasta llegar á la línea, en donde fué detenida, sin poder rebasarla. La sugerí el recuerdo de la escena para que nos la describiera al despertar y nos dijo haber encontrado un obstáculo en su camino, de apariencia fluí- dica y que creyó fácil de atravesar, por la aparente serenidad de su consti- tución, pero que al pretender atravesar el obstáculo, éste tomaba consisten- cia y se endurecía, en tales términos, que imposibilitaba la penetración. El hecho me sorprendió, porque el mago no estaba en relación con la sonámbula, que ignoraba, además, lo que se intentaba. En otra ocasión y con la misma enferma, puesta en estado sonambúlico, realizábamos otra experiencia, convenida previamente, á saber: Hacerse á voluntad del mago, visible ó invisible, para la sonámbula. Cuando ésta se hallaba perfectamente dormida y en dicho estado de sueño, llegó mi amigo á la habitación, trazó el círculo mágico y cuando me avisó estar ya listo para la experiencia, interrogué á la sonámbula preguntándola el número de personas que había en la habitación, quiénes eran y lo qué hacían en aquel momento; viendo bien, con toda precisión, á las personas asistentes y sus situaciones y actitudes, excepto al mago, al que sólo veía cuando estaba fuera de su círculo, pero cuando entraba en él, la sonámbula sólo veía una especie de nube, con un núcleo indefinido, tan poco preciso, que no pudo definir si se trataba de una persona ú otra cosa. De la lucidez de la visión no era posible dudar, pues además de las par- ticularidades que mencionó, de perfecto acuerdo con la realidad, ocurrió una circunstancia que debo puntualizar. Pretendió el mago trazar una cruz luminosa en el aire, pero por inadvertencia del operador, éste no cerró su mano al concluir de trazar la línea Vertical, y al formar la horizontal, en vez de la cruz, la sonámbula vió un triángulo-"Con dos de sus lados prolongados y este ligero descuido del operador, que no se había dado cuenta de él, fué puesto de manifiesto por la visión sonambúlica. Estas dos experiencias me indujeron á ensayar otras, en las sesiones medianímicas de un grupito que dirijo. Como ocurre con frecuencia en todos los Centros de investigaciones psíquicas, los seres ó entidades que se comunican son de muy distintas con- diciones, morales é intelectuales y al lado de seres benévolos é instruidos, que influyen ventajosamente en los mediums y concurrentes, surgen á veces otros malignos y perversos, que atormentan á los mediums, sin proporcio- nar enseñanza alguna, que compensara el daño. Estos pobres seres atrasados, son pegajosos y en cuanto encuentran un revista espjritista kardeciana 207 medium en trance, se resisten á abandonarle y vuelven una y otra sesión, á poner á prueba la paciencia de los concurrentes y lo que es peor, á produ- cir á los mediums dolorosas molestias y algunas veces graves accidentes, que no siempre pueden remediarse al finalizar la sesión. En evitación de estos percances, yo duermo á los mediums al empezar la sesión y consigo con esto dos ventajas: 1.^ ganar tiempo y 2.'' tener bajo mi dominio á los mediums para poderles despertar cuando convenga, en caso de excesivo trabajo ó de presentarse cualquier molestia. Pues á pesar de todas estas precauciones, una de esas entidades malé- Volas y perturbadoras, hizo á nuestra reunión objeto predilecto de sus ma- las mañas; y apurados todos los recursos, de reflexiones amorosamente fraternales, de súplicas y oraciones, sin resultado alguno, recurrimos á la Magia para echarlo, para lanzarle fuera de nuestro Centro y conseguimos fácilmente nuestro propósito, pero á la sesión siguiente volvía y disgustado sin duda por nuestra actitud, las dolorosas molestias que ocasionaba á los mediums eran cada vez más graves. Por última vez, le consagramos una sesión, decididos á extremar nues- tra bondad, pidiéndole humildemente perdón de los disgustos que hubié- ramos podido causarle, dándole todas las explicaciones posibles, y exhor- tándole cariñosamente á Variar de conducta, comunicando dulce y plácida- mente, para la enseñanza recíproca. Nos engañó vilmente y en cuanto pudo apoderarse de una medium, la produjo una catalepsia en torsión, con intensos dolores que necesitaron para su total curación tres sesiones hipnóticas. Tuvimos que echarle por procedimiento mágico y para evitar la repetición de escenas análogas, desde entonces antes de empezar la sesión nos encerramos en un círculo mágico, al cual sólo concedemos acceso al Guía ó á éste acompañado de una sola entidad buena, que nos sea útil. Y nos Va divinamente con este sistema. La eficacia del círculo mágico es absoluta, los mediums le ven y descri- ben como una fortaleza; y nos advierten cuando por cualquier causa lo rom- pernos nosotros mismos, dejándolo accesible para que lo rehagamos hacién- dole invulnerable. Empleamos la fórmula de Agrippa; pero como las fórmulas por sí mismas nada Valen, si se ignora su significación, convendría que los Presidentes, Directores ó Jefes de los Centros ó Grupos estudiaran Magia, pues segu- ramente no les faltarían ocasiones de aplicarla provechosamente. Otro día hablaré á los benévolos lectores de los fenómenos obtenidos en mi grupito. Por hoy basta, para no abusar de vuestra paciencia. Con fraternales abrazos, V. G. Ruy Pérez. 208 LUZ Y UNIÓN De mis apuntes Ser ó no ser es la cuestión. Fuera del gran número de sabios que han aceptado el Espiritismo de la manera más definitiva y concluyente merced á una labor experimental per- severante, existen algunos pensadores que juzgan los fenómenos metapsí- quicos, como una simple manifestación de fuerzas desconocidas, que están sugetas, como todas las demás fuerzas naturales, á las leyes que fatalmente las presiden. Con ello, excluyen, en tales fenómenos, la intervención de inteligencias y voluntades extraorgánicas. Son, en efecto, hechos que se realizan en el mundo físico trascendental que se ha dado en llamar mundo suprafísico y por tanto, no se puede pres- cindir del cumplimiento de las leyes que lo regulan ni más ni menos que si se tratara del desarrollo de la electricidad, de la caída de los cuerpos ó de la elevación de un aeróstato. Pero es el caso, que donde vemos un efecto inteligente, hemos de reco- nocer una causa inteligente. Así, cuando observamos una forma eteroplástica que habla, piensa, siente y quiere, hay que suponer en ella una inteligencia. Nosotros afirmamos que esta inteligencia es la de un sér libre que uti- liza las fuerzas vitales del medium para ponerse al alcance de nuestra per- cepción sensorial; pero el materialismo, batiéndose en su último reducto, presenta la hipótesis de que esas formas proceden de la exteriorización de la fuerza nerviosa del medium, sobre la cual obra la inteligencia del mismo. Como ha dicho Aksakoff, no son las materializaciones y los demás fe- nómenos suprafísicos, por sorprendentes que sean, los que suministran (al menos por sí solos) la prueba más concluyente de las afirmaciones del Es- piritismo. A otro orden de pruebas combinadas, se debe y debo yo mis conviccio- nes espiritistas. De entre mis apuntes, tomo al azar unas cuantas que deseo ver acusa- das de superchería ó de fraude ó explicadas lógicamente por otras hipóte- sis que no sean las espiritistas. Dejaremos á un lado una serie de desdoblamientos de mi sér, en que he conversado con personas, ejecutado hechos ó visitado lugares conocidos ó regiones desconocidas, con subconsciencia clara de los actos, que he apor- tado después á mi consciència normal. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 209 En Granada asistí hace años á un Centro espiritista donde encontré ele- mentos muy simpáticos é ilustrados. Una luxación en un pie, me privó por muchos días de concurrir á las sesiones. Pasaba los días y las noches recostado en una butaca, con la pierna ex- tendida sobre otro asiento. Me hallaba solo y en semi-obscuridad una noche, cuando frente á mí se dibujó una claridad confusa que fué adquiriendo intensidad, forma y exten- sión hasta alcanzar la de un plano en forma de trapecio en cuyo centro se desarrolló otra forma de un busto. Era un hombre de aspecto distinguido, cara oval, barba corta y redonda. Tenía los ojos grandes y salientes que me miraban inmóviles, pero con una inflexión entornada y lánguida. Noté claramente en sus mejillas ciertas ero- siones y placas escamosas muy marcadas. Aquel fantasma ó visión luminosa se disolvió gradualmente ante mi vista, dejándome una impresión de curiosidad muy viva. Poco después, en el reloj del comedor, sonaron lentas y acompasadas las 12 de la noche. Yo, á nadie comuniqué la visión, por temor de que se rieran de mí. Por la mañana, me anunciaron una visita. Era mi buen amigo el conde de la R., que venía á despedirse de mí y me dijo en cuanto me saludó: «Sé que anoche ha visto V. á mi padre». Entonces le referí el cuadro de la noche anterior, en cuyas singularida- des reconoció las de su padre recientemente fallecido en Navarra. Luego me contó que durante la sesión de la noche anterior, había ha- blado con él en el Centro y que habiéndole expuesto su deseo de verle, le había contestado que no era posible, pero que yo le estaba viendo en aquel momento en mi casa. íÜ Llegué á un lugar junto á la Mancha, de cuyo nombre no quiero acor- darme, cansado y molido á todo ruedo con las incidencias de un pesado viaje. Mas sucedió, que como la cosa era urgente, tuve que indagar dónde se hallaban las personas que yo iba buscando. Me dijeron que no las podría hablar hasta el día siguiente, porque es- taban en el Centro espiritista y las sesiones terminaban muy tarde. Me pareció de perlas la ocasión y me dirigí al Centro. Allí estaban, en efecto y me hicieron entrar, con promesa de terminar pronto. Sentéme en un rincón y apoyando el codo sobre un mueble y la cabeza en la palma de la mano, me quedé dormitando algún rato. Sentados ante una mesita de tres pies, había dos preciosas jóvenes, para mí desconocidas. 210 LUZ Y UNIÓN Con los ojos cerrados oía tiptear la mesita parlante, casi sin conciencia de lo que allí ocurría. Aunque algo confusas, llegaron hasta mí las siguientes palabras; —¿Eres conocido de alguno de los asistentes? —Sí, respondió el espíritu, expresándose por un golpe. ¿De quién? —Del último que ha entrado. Entonces me despertaron y me invitaron á hablar con el espíritu. Le pregunté dónde fuimos conocidos y me dijo que en Granada, donde habíamos sido condiscípulos. Esto movió mi interés y le pregunté su nombre. —Francisco de P., me dijo. No recordaba yo tal sujeto y así se lo indiqué. Entonces me dijo dónde habíamos estudiado juntos, con otros detalles escolares y de familia que me lo hicieron recordar con gran complacencia. Me hizo conocer su estado de gran aburrimiento en el espacio y me dijo que le habían afirmado que yo podría señalarle el camino que habría de se- guir para salir de aquel estado Apenas formulé en mi mente el pensamiento ó serie de ideas que había de expresarle, se manifestó enterado de todo ello y se despidió, dándome las gracias y dejándome confuso y maravillado. ^ * Una noche jugábamos una partida de naipes cuatro amigos en casa de uno de ellos. Su madre, ya septuagenaria, algo soñolienta, se retiró á descansará su dormitorio, que estaba en el piso superior de la casa sobre la habitación donde nosotros jugábamos. De repente, oímos grandes voces de la señora de la casa que llamaba á su hijo y temiendo algún siniestro subimos la escalera en tropel. Al entrar en un saloncito anterior al dormitorio, que estaba separado de éste por una vidriera, vimos todos en el ambiente una multitud de lucecitas más ó menos intensas, de aspecto etérico y trasluciente, blancas y algo difundidas en los bordes, que llenaban la habitación y se movían indepen- dientemente; y como si cada una contase con una facultad y un poder dis- tinto perfectamente voluntario, ya nos posaban en los hombros, en la cabe- za, en las manos ó ya desaparecían fugitivas para reaparecer. Después de un espacio de más de dos minutos fueron difundiéndose su- cesiva y lentamente, hasta que nos quedamos en completa obscuridad. Mis amigos, aunque incrédulos, quedaron grandemente admirados, sin saber explicarse la causa del fenómeno que habían presenciado. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 211 Hacía unos dos meses que había muerto repentinamente una persona de mi mayor afecto. El dolor perduraba en mí, vivo y palpitante. Corrían los días de caluroso estío. Por entonces, vivía temporalmente sólo en una gran casa. Esta circunstancia y la de hallarme recientemente en el país, hacía que me encerrara para dormir. Mi salud era inmejorable. Una noche dormía profundamente. Me sentí tocar suavemente en la mejilla. La sensación fué semejante á la que produce sobre el rostro el contacto de esas borlas de plumón de cisne que las mujeres usan en su tocador. Desperté algo sobresaltado y me quedé en estado de estupor; no sé si porque ese estado es el que sucede frecuentemente al despertar de un sueño muy profundo ó porque me lo causara la visión que tenía delante. A la altura de 1'50 m. próximamente, había una forma humana comple- tamente plástica, de Vapor luminoso y de contornos netos y definidos. Era un joven como de unos dieciséis años, deformas delicadas y esbel- tas y de facciones finas y correctísimas. Su pelo abundante, rizado, negro, caía cortado hasta los hombros. Se veía hasta la cintura al desnudo y noté perfectamente cómo se simulaban las formas anatómicas de su pecho, • por un claro obscuro de luz y de pe- numbra. Sus grandes ojos negros estaban inmóviles y su cuerpo rígido. Me froté los ojos y me senté en la cama. Entonces se deslizó hacia mi izquierda y luego hacia mi derecha hasta tocar los límites de la habitación y después se situó en medio. Su movi- miento era estatuario (1). Así ascendió lentamente, desvaneciéndose á me- dida que tocaba en el techo. La habitación quedó iluminada, después, unos cinco minutos, durante los cuales fué desvaneciéndose la claridad. Me levanté muy preocupado y abrí un balcón. Estaba empezando á apuntar la aurora. ¡Oh aurora, para mí, de un nuevo día, yo te saludo! Ha pasado un mes. (1) Es ya sabido que cuando los espíritus se materializan con fluidos tomados de las plantas, de os animales ó de otros cuerpos orgánicos simples, su cuerpo fluídico no puede afectar la movilidad de la vida. Sólo cuando toman fluidos de un medium inmediato, la encarnación es perfectamente natural. 212 LUZ Y UNIÓN Yo, á nadie conté estos hechos: con nadie tenía confianza... Aquellas buenas gentes se habrían burlado de mí. Una noche asistí á una tertulia al aire libre. Yo estaba algo aislado y pensativo. Sólo conmigo mismo.y mis dolores... Como diría un poeta. Se acercó un buen señor y me invitó á seguirle. —Aunque V. se sorprenda, me dijo, va V. á hablar con un espíritu que me ha rogado que venga por V. —¿Un espíritu?, dije yo conmovido. —Sí, me dijo, tenemos una sesión privada y se ha presentado expontá- neamente un espíritu que dice haber sido muy allegado de V., manifestando que quiere hablarle. Dice haber desencarnado hace poco tiempo y que se llamaba en este mundo J. M. Entonces fui verdaderamente sorprendido y avivé el paso. Llegamos á una casa, para mí, algo conocida^ Alrededor de un velador de pino, en cuyos bordes se veían ordena- das las letras del alfabeto, había varias personas con las manos sobre el aparato. En cuanto entré, comenzó á funcionar marcando las letras con toda pre- cisión. —He asistido á tu mudo dolor, que te agradezco, me dijo el espíritu en un lenguaje que yo reconocí enseguida aun en sus mismas incorrecciones ortográficas. He visto tus proyectos de materializarme aun á costa de sacrificios. Ya lo has conseguido sin ninguno de tu parte, puesto que me presenté á tí hace un mes en tu casa bajo la forma de un joven. Me mirabas atento como si quisieras reconocerme y dudabas. Le consulté mentalmente sobre la solución de los asuntos íntimos que él conocía en mi vida y me los resolvió en el mismo sentido que yo lo había hecho cuando Vivía y aún con los mismos modismos de lenguaje. Le propuse que fuera protector de aquel Çentro y me contestó que no podía, porque se lo prohibía su Superior. —¿No eres, acaso, libre? —No, me respondió. —Pues si eres adelantado ¿no es la libertad un bien dado al adelanto? —Estoy sometido voluntariamente á un Directorio; pero su imperio es muy dulce. —No puedo continuar, adiós; siempre á tu lado, añadió, y se marchó. Otro espíritu le substituyó enseguida imitando muy torpemente su len- guaje, y después de una pausa, volvió el espíritu amigo y me dijo: no hagas caso, que te engañan; adiós. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 213 Yo pregunto á nuestros sistemáticos adversarios, cómo puede haber en ésto superchería ó alucinación ó cómo la fuerza nerviosa puede concertar hechos tan curiosos y sorprendentes. M.vnuel Pareja Medina. La Caridad He aquí una frase vulgar que todo el mundo la pronuncia y hay pocos seres humanos que la aprecien por su justísimo valor. La mayor parte de las criaturas la emplean como aliciente en su conversa- ción, resultando para ellos una palabra vacía de sentido, y haciendo un examen de todas las clases sociales, resulta que la primera clase é institución que tiene el sagrado deber de predicarla y practicarla á la vez para cumplir extrictamente con su sagrado ministerio, es la religión Católica, Apostólica y Romana, y ésta desfigura esa hermosa palabra sustituyéndola por piedad y sólo predican y acón- sejan actos piadosos para vestir á éste ó al otro santo y aumentar la riqueza del culto divino; para los potentados, esa clase social que se creen servidores en la tierra por derecho ó designación divina, es una palabra que carece de funda- mento porque la caridad tiene su asiento en la pobreza, en la desgracia, y por consiguiente, se repele con el fausto, el oropel y el orgullo de los privilegiados de la fortuna, y viviendo como viven encastillados en su paraíso terrenal, no pue- den conocerla; para los fanáticos religiosos es su frase habitual, pero dicen que la caridad bien entendida entra por uno mismo, y hay que cuidarse todo lo bien que se pueda en esta vida y guardar unas cuantas pesetas para sufragios por el alma después de muerto, si se quiere disfrutar de la gloria eterna. Los fanáticos hipócritas, se unen en un día señalado de la semana unos cuan- tos mendigos en su puerta, y después de hacerles pasar cuatro horas de frío gla cial ó calor sofocante, cuando el paso de los transeúntes es mayor, sale con su limosnero en la mano y reparte un céntimo por cabeza, si en esto pasa algún adulador (que nunca faltan), y le hace alguna observación de elogio, contesta con aire de satisfacción: ¡Qué quiere V., amigo, ante todo hay que tener caridad! La clase media es la que más la presiente, por cuanto está más en contacto con la miseria; pero las más de las veces la ejerce involuntariamente, por qui- tarse una molestia de encima; el mendigo de oficio es el que menos la conoce, porque se cree con derecho á que todo el mundo le dé, el que pueda y el que no pueda, y la prueba de que no sabe lo que es caridad, es que en el momento que pide y sólo le dan un perdone V., por Dios, vuelve la espalda maldiciendo todo lo existente. Ahora se me dirá: puesto que todas las clases sociales se han puesto de ma- nifiesto en ese sencillo ejemplo y nadie comprende la caridad, ¿es que no existe 214 LUZ Y UNIÓN la caridad en la tierra? Sí, existe, y hay una sola entidad que la conoce, si no en todo su valor, porque lo que es de origen divino los humanos no pueden exterio- rizar su verdadero fondo, tienen un juicio muy aproximado de ella; la conoce una clase de seres que hay entre la clase media y los más desgraciados; la co noce esa clase de seres que desde su niñez han consagrado toda su vida al tra- bajo, que no han conocido el vicio, que han soportado toda clase de privaciones y sacrificios porque á su familia no le falte lo más necesario, esos que por hon- radez y laboriosidad se han colocado en la sociedad en un puesto distinguido, esos que han dedicado la mitad del tiempo de su reposo en instruirse moral y materialmente porque en su tiempo la pobreza de sus padres, y más que la po- breza la ignorancia, no le permitieron aprender las primeras letras, esos que han perdido noches de sueño sino estudiando leyendo las obras de Kardec y sus dis- cípulos, esos que han pasado la vida, aunque trabajando, no envidiosos ni envi- diados, y de repente vienen á la ruina, vienen á la desgracia, vienen á la mise- ria, y cuando su familia no ha comido en todo un día ni esperanzas para el ve- nidero, y á la noche, cuando todo es pena, cuando todo es dolor, cuando es angustia y llega otro desgraciado á la puerta diciendo: Hermanos, una limosna ipor el amor de Dios, que mis hijos no han comido hoy; una corriente eléctrica con fuerza de tres mil caballos, no causa la impresión que el eco triste de esta palabra; es una corriente que se establece entre estos seres, por afinidad en la desgracia, por la igualdad en el pauperismo, por la fuerza de atracción del mis- mo deseo, entonces y sólo entonces, es cuando se comprende la verdadera cari- dad; entonces es cuando se nos clava un invisible punzón en la conciencia, rom- piendo el velo que cubre su destello divino, que es innato en todo sér humano; entonces es cuando el espíritu se eleva, se despierta el sentimiento, se llora ese verdadero llanto emanación del alma y con la resignación de un héroe, no sé si de pena ó de alegría, se hace una aclamación al Padre, Dios mío, hágase vuestra divina voluntad y caridad; tú eres la primogénita de Dios; tú eres la primera pa- labra del alfabeto divino; eres la poderosa palanca que moverás los mundos, sa- cando á las humanidades de su escoria; eres la mano bienhechora que nos abrirá las puertas de la eterna felicidad. Francisco Ríos. Demostración del verdadero cristianismo Sus fieles y sus detractores Ya que tanta confusión existe aun sobre el verdadero cristianismo. Va que las religiones positivas se alardean tanto de ser cristianas y que tgnto abominan del Espiritismo, llamándole obra del diablo y con especialidad la Reli- gión Católica Romana, que no se cansa de lanzar anatemas y excomuniones REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 215 contra los espiritistas llamando á éstos endemoniados, anticristianos, locos, chi- fiados y cuantas driatribas y dicterios á los Ministros de esa religión les viene en boca. Ya que la Iglesia Católica Romana ha dado en llamarse «La Santa Madre Iglesia» y que tanto alardea de su soberanía sobre las otras y de ella es la única poseedora de la verdad divina. Ya que esa religión tiene la libertad expansiva de lanzar improperios desde la misma cátedra llamada «del Espíritu Santo», contra los que no comulgan en su credo. Ya que esa religión que ha perseguido con tanta saña á sus advesarios y tantas víctimas tiene á su cargo y que pretende aun restituir su poderío, ejer- ciendo dominio sobre la conciencia y el corazón de los pueblos y que comete tantas anomalías que son públicas y notorias, tratando de coartar las libertades religiosas hollando las leyes vigentes en los pueblos cultos á donde ella ejerce aun su poderío, es decir, á donde esa religión aun se mantiene del Estado, sin tener en cuenta que el tesoro de ese Estado lo constituye el mismo pueblo que ella trata de dominar. Ya que esa religión dice, en fin, que fuera de su iglesia no hay salvación posible, vamos á ver si resulta cómo dice. Pues, bien. Ya se sabe, y si no se sabe, es bueno que se sepa, que la palabra cristiano y cristianismo se deriva de la palabra Cristo. Y desde este punto de vista, no cabe duda que los verdaderos cristianos son los que más imiten ó traten de imitar á Cristo en la propaganda de la doctrina predicada por él y en la prác- tica de las obras que recomiendan las máximas y preceptos de la misma doctrina. Y que los enemigos de ellos, y por lo tanto, los detractores de la doctrina de Cristo, que es el verdadero cristianismo, son los que abominan de los que la propagan, con anatemas, excomuniones y dicterios. Para esclarecer ó evidenciar la verdad de este tema, creemos que el medio más eficaz es poniendo por base algunos pasajes del texto evangélico, puesto que esa es la doctrina predicada por el Cristo; y que el lector observe, medite y analice, para que pueda discernir entre la verdad y el error, es decir, entre quiénes son los que propagan la doctrina predicada por el Cristo y se ajustan más á la práctica que ella recomienda, y quiénes los que se apartan de ella tam- bién, y juzgue. He ahora, pues. «Vosotros sois la sal del mundo; y si la sal se hace insípida ¿con qué se vol- verá el sabor? Para nada sirve ya sino para ser arrojada y pisada de las gentes». (Mateo, cap. V, v. 13). ¿A quién dirigía Jesús esas palabras? ¿No era á sus discípulos? Y sus discípulos ¿quiénes son sino los que interpretan y propagan debida- mente su doctrina y tratan de ponerla en práctica también? Y ¿qué significa ser la sal del mundo? Eso no es muy difícil poderlo adivinar, puesto que la sal es para sazonar y los discípulos de jesús, como continuadores de su misión redentora, como propaga- dores de su doctrina, esta propaganda deben hacerla con todo el sabor de la verdad que es el alimento del alma, para que la humanidad al escuchar dicha 218 luz y unrót>i De viaje Teniendo necesidad de ir á Palma de Mallorca, á donde está mi hija Ramona, para acompañar á mis hijas Paquita y Caridad, el día 21 del pa- sado Junio emprendimos la marcha en el vapor Vellver, estando la mar en calma y por lo tanto hicimos un hermoso viaje. Al llegar á Palma salieron á recibirnos mi yerno D. Anastasio Del- gado, mi hija Ramona y mi nietecita Emilia, los hermanos de Palma, don Bruno Miguel Mayol, D. José Sitjes y algunos otros amigos y hermanos que no recuerdo sus nombres. Después de un recibimiento de abrazos y besos, que fué cordial y entu- siasta, emprendimos la marcha, en un coche preparado al efecto, hacia el castillo de San Carlos, del que es comandante militar mi yerno. Al día siguiente nos pusimos de acuerdo para celebrar, el 24, día de san Juan, una sesión en el Grupo «La Paz». Este Grupo lo componen pocos hermanos, pero son de los buenos; tienen una medium bastante inconsciente, la que nos dio una buena comunicación, aconsejándonos la Paz y el Amor y las Virtudes que de estas dos palabras se desprenden. Concluida la sesión hablé; apoyándome en las palabras que había vertido el espíritu, hice el resumen, aconsejándoles la unión, puesto que Palma es una ciudad levítica y por consiguiente contraria á nuestros amados ideales. A las 7 de la tarde se dió por terminada la reunión, quedando todos muy complacidos y dando gracias por tan buena asistencia. El día 26, á las 6 y media de la tarde, salí de Palma, viniéndome á des- pedir al muelle los hermanos D. José Ferrer Tous, D. José Sitjes y otros. Mi familia y D. Bruno Miguel Mayol me despidieron desde el castillo, por pasar junto á él el Vapor donde yo regresaba á esta capital. Sólo me resta dar las más expresivas gracias á los queridos hermanos de Palma por las atenciones que me han dispensado los cortos días que permanecí en su compañía, quedando altamente agradecido de todos, y su- plicándoles dispensen las molestias que les proporcioné durante mi perma- nencia en Palma. Como se lo prometí de palabra, sé lo digo por escrito: quedo incondicionalmente á sus órdenes. . , Santiago Durán. REVISTA ESPIRITISTA KARUECIANA 219 Suscripción para recaudar fondos al objeto de erigir un Mausoleo en donde guardar los restos mortales de la insigne escritora espiritista D." Amalia Domingo Soler. Ptas. Suma anterior 466'95 Juan Aguilar, de Lérida 2 Caridad Sertorio, de Quintanar . 2 Varios hermanos de Capdepera, por conducto de Antonia ■ Col! . . . 10 Varios hermanos de Capdepera, por conducto de Cíe- mente Garau 5'50 Rosa Bertrán y Floris 0'25 Manuel Pacheco, de Santander 5 •Emilio López, de id 1 Víctor Blanco, de id 1 Maria Fernández, de id 2 Blanca Bury, de id 6 Varios hermanos de Cartagena, por conducto de j. Gómez. 7 Andrés Gelong, de Cervià 2'50 De diferentes hermanos de Palma de Mallorca, por con- ducto de D. José Ferrer Tous 5 Ana Soldevila, de Isla Cristina 1 Grupo Espiritista, de Frailes 5'35 Casilda Cobas, de Pontevedra 2'50 Maria Trulls de Rubio y Aurelio R. del Hoyo, de Igualada. 5 Josefa Sunyer de Torner, de id 1 Antonio Puigredón, de id 1 Medin Villarrubias, de id 0'50 N. N.,de id 0'50 Carmen-Manuel Sanz Benito, de Valladolid 10 Centro Espirita, «Maria de Nazareth», de Jumos 27'87 Tomás Fernández, de id 5'68 P. de Boles Peroza, de Nevv-York 2'45 Francisco Moreno Fabre, de Algeciras 5 Antonia Pereda, de Madrid 5 Uno que no quiere decir su nombre 1 Eduardo E. García, ák&ctor àe l^a Irradiación, de Madrid. 5 Josefa Navarro, de id 1 Fortunato Ortega, de Madrid 5 Santiago Carrascosa, de Trévago 2 Suma y sigue 603'05 22Ü LUZ Y UNIÓN Ptas. Suma anterior 603'05 J. Abad Torregrosa, de Alcoy 1 María Brillas 5 Rosa Beltrán Floris 0"25 Centro «Unión Fraternal Espirita», de Manresa. ... 10 F. O., de id 5 Francisco Cercos 1 Blas Porta . , 0'50 Pedro Meana, de Gijón 2 Manuel Rodríguez, de id 0'50 Segundo Blasco, de id 0'25 Fermín Blanco, de id ... 0'50 Castor Vázquez, de id. . 1 Manuel (a) Camino, de id. . . 0'50 José Díaz, de id 2 Gregorio Juan, de Barcelona 5 Rosa Bertrán Floris, de id 0'25 Un hermano, de Cayey 5 Un admirador, de id 5 Lola Navarro Pérez, de Alicante 1 Y. G.,deíd. . 2 Aurelio Yañez, de Sevilla 2 Micaela Rosales, de Manila 55'55 J. de Huelbes Temprado, de Tánger 5 Total 713'35 (Sigue abierta la suscripción). Un proyecto laudable Nuestro estimado colega La Yoz de la Verdad, en su número del 17 del corriente, expone el proyecto que abriga de llevar á cabo la publicación de los escritos de D.^ Amalia Domingo Soler bajo las siguientes condi- ciones que creemos muy atendibles: «Nosotros nos comprometemos á continuarla edición de todos los escri- tos de D.^ Amalia Domingo y Soler que hayan visto la luz en los perió- dicos espiritistas hispano-americanos y que nos sea dable recoger, bajo las siguientes condiciones: 1.^ La edición continuará haciéndose en el mismo tamaño, forma y título con que empezó á publicarse. REVISTA ESPIRITISTA KARÜECIANA 221 2/' Se reanudará la impresión tan pronto se hayan suscripto mil abo- nados. 5.^ El número de páginas de cada tomo será invariablemente de 208. 4.^ El precio de cada tomo será el de cincuenta céntimos, y el pago deberá efectuarse por adelantado. 5.^ Calculamos que la edición total dará unos 40 tomos, de modo que el coste de la obra serán unas veinte pesetas. 6.^ Cada seis semanas aparecerá un tomo, de modo que á los abona- dos les vendrá á resultar un gasto de diez céntimos semanales. 7.^ El precio de cincuenta céntimos se entiende puestos los tomos en nuestra Administración, de donde deberán recogerlos los intere- sados. Si éstos desean que se les remita por correo, deberán añadir diez cén- timos para gastos de envío los de España y veinticinco céntimos los del extranjero. Si además desean que se les remita certificado, deberán añadir veinticinco céntimos. 8." A los que nos envíen las veinte pesetas por adelantado y en una sola vez, se les remitirán inmediatamente los cuatro tomos publicados de Ramos de Violetas, los ocho de Te perdono y además un retrato de D.^ Amalia Domingo y Soler, como obsequio á la buena voluntad por ellos demostrada. 9.^ Los nombres de los abonados se insertarán en las columnas de este semanario junto con el número de tomos y cantidades por que se abonen. 10. Al dar su nota de abono vendrá obligado á acompañarla del im- porte de uno ó varios tomos; de lo contrario, no se dará por recibida. Al recibir el primer tomo deberán mandar el importe del segundo y así suce- sivamente. 11. Si antes de finalizar el presente año, no se ha logrado alcanzar el número de mil que se fija como mínimum para hacer la edición, esta Re- dacción consultará á los abonados acerca de si se desiste de hacer la im- presión ó si prefieren aumentar el precio en relación de la menor tirada ó que se les devuelvan las cantidades que hayan satisfecho». Abrigamos la convicción de que muy pronto el número de abonados superará en mucho al de mil que fija como límite el colega. Esperamos que nuestros suscriptores apresurarán á abonarse á dicha publicación, para lo cual pueden dirigirse á esta administración ó á la del citado semanario. Ha entrado á formar parte de nuestro cuerpo de Redacción, como también del semanario La Voz de la Verdad, el distinguido literato don Jesús Fuertes Alcorta, más conocido por el pseudónimo de febo de LíMosiN, y antiguo Redactor de La Humanidad, El Cuento y La Misto- ria. El Liberal y otras publicaciones. 222 LUZ Y UNIÓN Flores del Alma Con este título acaba de publicar D.® Eosa Bertrán y Florís, un elegante folleto conteniendo una serie de poesías que le fueron dedicadas porD.'' Amalia Domingo Soler durante los 23 años que la Srta. Bertrán vivió con la distin- ^uida escritora. llores del Alma ha titulado estas poesías la inseparable compañera déla ilus- tre escritora, y á fe que no podía acertar con mejor titulo para bautizarlas. Flores sencillas, florecillas del campo son estas poesías; pero dentro de su sen- cillez encierran los perfumes y colores con que Amalia revestía sus sentidos escritos. Avalora este folleto un bien sentido prólogo del inteligente médico de cabe- cera de Amalia, en el que el distinguido doctor expone con galanura y sen- timiento el móvil que ha guiado á la compañera de Amalia á publicar estas composiciones, que no es otro que el de dar á conocer tan bellas flores y de que no se pierdan en la obscuridad ninguna de las escritas por su amada y venerada ahuelita. De este precioso ramillete de Flores del Alma se ha hecho sólo una pequeña tirada cuyos ejemplares creemos serán pronto agotados, por lo que recomenda- mos á nuestros lectores se apresuren á pedir los que necesiten á D,^ Rosa Ber- trán y Florís, calle de Zurbano, 44, 2.°, 3.® (Gracia) ó á la Rambla Cata- luña, 118, imprenta de esta Revista. El precio del folleto es el de 50 céntimos ejemplar, comprándolo en ésta. Los de fuera de Barcelona deberán remitir 10 céntimos más para gastos de envío, y si desean recibirlo certificado, 35 céntimos. Un libro de Isona La Verdad frente á frente del Error I Con calma y serenidad he leído todo el libro. No voy yo á dar carta de naturaleza á tal obra, ni menos quiero convertirme en crítico del Sr. Isona. Me falta autoridad y prestigio para lo uno y para lo otro: he ahí el motivo por lo que suplico que lo que yo escriba acerca del libro, se tome como la pura expresión de la sinceridad. Para mi es un libro útil, muy útil, y más útil si se tiene en cuenta que, para las gentes poco instruidas, hacía falta un libro con lenguaje sencillo, con argur mentación convincente que no deja lugar á dudas de ninguna especie. REVISTA ESPIRITISTA- KARDECIANA 223 Basa su libro, Isona, en los preceptos evangélicos, y á fe que no pudo buscar mejores cimientos. Todo el libro está saturado de la lógica más pura, del criterio más noble, y es Juan, el apóstol amado de Jesús el que más llena el ansia del señor Isona, puesto que le cita triple veces que á los otros tres juntos. Quizás el Sr. Isona prefiera, como yo, este evangelista á los otros, sea por- que en el transcurso de los siglos hayan sufrido los otros alguna mutilación. Ello no tendría nada de particular teniendo en cuenta las guerras que han te- nido las sectas entre sí para arrimarse cada una el ascua á su sardina. ¡Los Evangelios! Lo que me extraña á mí es cómo no han protestado ya hasta los perros, de que la palabra de Jesús y la de sus apóstoles, forme tomo con el Pentateuco y demás antiguallas que forman el Viejo Testamento. Verdad es que en ellos se encuentra el Decálogo, que sobre ser lo mejor tam- bién tiene el precepto seis reñido con el noveno y el siete con el décimo; pero puede pasar. ¿Y las orgías sangrientas del Levítíco, los reglamentos que ponen en boca de Dios para la esclavitud y la prostitución, del Exodo? Yo creo—y habrá muchos como yo—que las máximas de Sócrates, los libros de Platón y otros precursores de Jesús, debían tener más autoridad que el Pen- tateuco y sus congéneres, que si bien llevan el apodo de sacros, están por demás 4esacreditados. Y volviendo al libro de Isona, diré para concluir: que el autor pueda escribir muchos de un cariño tan grande al ideal como el presente. Krainfort de Nínive. • Album-Recordatorio del entierro de la insigne escritora : : D.^ Amalia Domingo Soler ; ; Accediendo á los ruegos de muchos suscriptores, hemos edi- tado, en magnífico papel conché, los fotograbados que de este importantísimo acto hemos publicado, en forma de que puedan colocarse cada uno por separado en marcos ó guardarlos como artístico Album. Como la tirada que hqmos hecho es relativamente corta, roga- mos á nuestros lectores que deseen poseer este magnífico Albumi 224 LUZ Y UNIÓN se apresuren á pedirlo á esta Administración, acompañando al pe- dido 0'75 pesetas en sellos, y á Vuelta de correo lo recibirán de- bidamente certificado. Tomándolo en nuestra Administración, el precio es de 0'50 pesetas. Retratos de D.' Amalia Domingo Soler A petición de varios suscriptores estamos preparando una tirada de retratos de la insigne escritora. El tamaño de dichos retratos será de 25 X 33 centí- metros y su precio 1 peseta en ésta y 1'40 pesetas en provincias y extranjero, por gastos de embalaje y certificado. El retrato original se encargará al eximio artista D. Avelino Pastor, que tanto renombre tiene alcanzado en los retratos al crayon. La tirada no se efectuará mientras no hayan pedidos, por lo menos, 200 ejemplares; en el caso de que antes del 15 de Agosto próximo no se haya cubierto este número, desistiremos de llevar á cabo dicha tirada, devolviendo el dinero á los que nos lo hubiesen enviado LISTA DE LOS EJEMPLARES PEDIDOS Millana Fernández, de Burjasot l Antonio Pla, de Sabadell . 5 Agueda Quenedi, de Cuenca . 1 Angel Grinda, de Isla Cristina 4 Juan Abad T., de Alcoy . . 1 Pedro Pascuet, de Barcelona . 1 Centro de Manresa .... 3 Francisco Callul, de Barcelona 1 Centro de Sabadell .... 68 José Diaz F., de Gijón . . . 2 Benito Rodríguez, de Madrid. 2 Juan García R., de San Muñoz 1 Salvador Marco, de Zaragoza 10 Ricardo Ramos, de Barcelona 1 Juan Mamé, de id 1 Francisco Cercós, de id. . 1 Total. 103 (De La Vog de la Verdad). Oliai á@ ámalla Soki El Espiritismo refutando ios errores del Catoli- pLílocmn páginas. illU lmUmllldo-nllAU Eq rústica. 2'50 ptas.—En tela. 4 ptas. Fragmentos de las Memorias del Padre Germán Un tomo en 4.° de 344 páginas. En rústica, 8 ptas.—En tela, 4'50 ptas. Memorias de un espíritu. ¡Te perdono! tomos en 8.° mayor de 224 páginas cada uno. En rústica, 8 ptas.—En tela, 16 ptas. en 8.'^ PimA I E 4 tomos mayor. aha a qc publicado IVdillUCo rUl.pC V lUlCLdo En rústica, 4 ptas.—En tela, 8 ptas. CORRESPONDENCIA Sres. Snscriptores qne lian satisfecho la suscripción de 1908 l. C. -Santa Ana (República del Sal- P. R —Burriana. vador). P. P. M. —San José de Costa Rica. 8res. Snseriptores qne han satisfecho la snscripción de 1909 C. H. Uiiel (Valencia). L. V. -Manila. M. G.—Pizarra. I. G.—Barbará. E. P.—Gibraltar. M. L. O.—Beas de Segura. F. O.—San M irtín. J. M.' Pérez. —Paredes. T. P.—Palma Soriano. B. V.-Mahón. F. M. Aguilas. D. A.—Hatillo (P. R.) M. G. Id. B G Tàrrega. F G. W.- Ayamonte. G. I. de Paz.- Id. E. de M. G.-Rio Janeiro. F. S B.—Plá del Panadés. M G.—San Borja. A R.—Gaibarien. T. D.—Juncos (P. R.) M. R.—Manila. (Alcanza al 2 de Junio de 1909"). La Administración STA Revista se ocupa'^fe todos los asuntos que se relacionar con el Espiritismo; para ell«^enta, además de su cuerpo de Redacción, con la asidua colaboración de espiritistas de gran valía y con la protección de sus guías espirituales. Ve la luz, en cuadernos mensuales de 36 páginas, cubiertas inclusive, del 20 al 25 de cada mes y regala á sus suscriptores al efectuar el pago del abono, una obra espiritista cuyo valor no baja de 2 pesetas. PRECIO DE SUSCRIPCION \ España 7 Por pesetas nn ano. { Extranjero 12 » Número suelto 0'50 » CPAGO ADELANTADO) Los Sres. suscriptores al efectuar el pago de su abono se les pue- ga añadan 0*50 pesetas para el franqueo y certificado de la obra de regalo, de lo contrario tendrán que mandar recogerla en la ad- ministración, y los que la deseen encuadernada deberán remitir una peseta más. INSTRUCCIONES Los Sres. suscriptores de España pueden efectuar sus abonos en se- líos de correos, sobres monederos ó billetes de Banco, siempre en carta certificada. Los del Extranjero en letras de fácil cobro, billetes de Banco de sus respectivos países cuyo valor les será abonado al cambio que obtengan el día de su recibo. En los países en que tenemos corresponsales administrativos pueden efectuarse los pagos directamente á ellos dando conocimiento á esta Ad- ministración. Los gipos á nombre del Administrador. La correspondencia á la REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Calle Cañón, 9, 1."—Barcelona (Gracia) Obra de regalo para el presente año: La Verdad frente á frente del error, por Faustino Isona. Un tomo en 4.° de 240 páginas, en buen papel y esmerada impresión. Imr. de Carbonell y Esteva, Rambla de Catalufta, 118.—Barcelona PIRE'CTDjft esteva MAiffi REDACTOR,:JEP AGOSTO DE 1909 ÍSIJMAJKIO; Tristes días.—Estudiemos, por D. Benito Rodriguez.—¿Por qué hemos conservado nuestro Yo?—üesarmonia social, por D. Miguel Mayol.—¡Salve, luz!, por Kraintbrt de Niiiive. - Carne, por Huelbes Temprado,—Demostración del verdadero cristianismo, por D. Faustino Isona.—La redención de un ateo, por un pa- jarillo (ruiseñor), por D. Francisco Ríos.—Carta de D Manuel J. López. L. - Pequeño resumen de las ideas herederas de la ejemplar hermana Amalia Domingo Soler, por D. José Ferrer Tous.—Retratos de D.^ Amalia Domingo Soler.—Revelación y Ciencia, por D. José Valverde.—Lista de suscripción.—Bibliografías.—Ecos y noticias. Corresponsales Administrativos Méjico.—José Salvadores, apartado 4024, D. F., particular, MEJICO.—Evaristo Ba- rrientos. Administrador del Panteón de ORIZABA (Veracruz). Puerto-Rico.—Faustino Ysona, CAYEY.—F. Vázquez Colón, médico cirujano, MANATI.—Francisco 1. Arjona, Bertoly, 4 altos, PONCE. Cuba.—Adolfo García, Real, lo, MANZANILLO —Delfín Roig y Roseil, Habana baja, 26 SANTIAGO DE CUBA.—Eulogio Infiesta, calle Cuba, 54, HABANA—Faustino Serio, Calle de Cuba, 27, HOLGUÍN.—Luis G. Domínguez, Calle Tacón, 91, CIENFUEGOS.—Aiman- doj. Raggi, Apartado 17, CAIBARIEN.—D." Rosalia Cabrera de Pérez, (Gibara), BANES. Pilipiiias.—José León, apartado 130, MANILA. República «le Colombia.—Petronila Hoyos, MEDELLÍN.—Manuel J. López L., Pasaje Hernán Cortés, 9, BOGOTA. República del ¡Salvador (C. A j—Luciano Cenedella, Dtor. de «La Nueva Luz», SANTA ANA. República Argentina.—B. Ballesteros, Sociedad Espiritista «Saenz Cortés» PEHUAJO. — Genaro Ragno, calle Crucero, 1166, BOCA (Buenos Aires).—Pedro Iraola, NE- COCHEA.—Manuel Torres, SANTA FE.—D. Nicolás Salinas, «Centro Armonía», Calle Thompson, 468, BAHÍA BLANCA. República de Coista Rica.—Pedro Pérez Molina, S. JOSÉ DE COSTARICA. Brasil.—Agrippino Gómez Veado, Rua Municipal, n." 3, CIDADE DO MURIAHE (Estado de Minas-Geraes).—Joao Diogo Sá Barretto, advogado, CIUDADE DA CONQUISTA (Estado de Baiiía).—Edia de Moarés Cardoso, San Francisco Ha- vrer, 132, RÍO DE JANEIRO. República Dominicana.—Aurelio León, SAN FRANCISCO DE MACORIS. República de Kicaragna.—Isidro de J. Olivares, 5 calle Norte, 102, MANAGUA República del Bcnador.—Antonio Safadi, Apartado n.° 464, GUAYAQUIL. Cribraitar.— D. Manuel Olivares, Muelle Comercial. CORRESPONDENCIA lüres. 8niscrlptores qne han ««atislecho la Mmucrlpción de 1908 F. Y. -Cayey (Puerto Rico) — A. J. de B.—Sape de Ubá (Brazil) 8res. 8nscriptores qne lian sati«iiécho la suscripción de 1909 D. C.—Cañete (Cuenca; J. G.—Guantánamo (Cuba) A. A.— Panamá Centro L. P.—Alcoy A. O. — Idem A. J. de B.—Sape de Ubá F. A —Idem L. T —Idem Centro de San Martin J. D. Idem J. P.—Idem M. J. López L.—Bogotá L. M.—Idem F. O. - Madrid E. P. - Gibraltar C. S. Gibara (Cuba) J. R. A.—Mayagüez (P. R ) J. R.—Idem A de C. - Marianao (Idem) S. B.—Alicante V. M. M.—San Juan Bta. J. R. F.—S. Quintín de M. J. L.—Manila íFilipinas) N. B.—Nueva York F M —La Carolina A. Y. - Sevilla A. L.—S. F.° de Macoris P. R.—-Burriana D. M.—Ciudad Rodrigo M. S.—S. Luis (Menorca) M. M.—Toa Baja (Pto. R.) A P.—Madrid A. S.—Manaos (Alcanza al 4 de Agosto de 1909). La Administración. AÍSO X NÚM. 8 Tristes días Las aciagas circunstancias por que ha atravesado nues- tra querida ciudad, desde el día 26 del pasado Julio hasta el día 1.° del actual, nos han mantenido incomunicados con nuestros queridos suscriptores y aun hoy ño nos es po- sible entrar en detalles de lo ocurrido, pues los datos que poseemos son bastante incompletos. Barcelona, nuestra ciudad querida, apenas repuesta de la zozobra producida por los atentados terroristas, cayó otra vez en poder de los que con saña inicua pretenden ani- quitarla destruyendo su próspera vida, honra y prez de nuestra idolatrada España. ¿Lo lograrán?. No lo esperamos ni lo creemos; la sensatez de nuestro pueblo se impondrá, tarde ó temprano, á los que quieren hacer de ella lo que nunca será, un foco de intolerancia reaccionaria ó de into- lerancia anárquica. Queremos vivir á la europea, queremos vivir la vida del respeto mutuo de las ideas, queremos que reine la paz en las familias sin que nunca pueda verse perturbada por las intolerancias religiosas y sectarias que parecían haberse entronizado de nuestros hogares. Enemigos acérrimos de toda tiranía, sea religiosa sea social, con la misma energía que siempre las habíamos censurado, censuramos ahora los hechos ocurridos durante los últimos días. No es sembran- do odios como los pueblos se hacen grandes; no son las doctrinas de destrucción las que redimen á las naciones. Sólo las doctrinas de paz y de amor pueden hacer feliz á la humanidad, y en nombre de éstas reclamamos miseri- cordia por parte de la autoridad militar; olvido del pasado por parte de todos. Los católicos, por ofendidos que se sientan, deben re- cordar que Jesús nos dijo que debemos perdonar setenta veces siete veces, y esperamos que esas sublimes palabras les servirán de norma en su conducta en esta ocasión. Trabajemos todos con ahinco para restablecer la paz en los perturbados espíritus de nuestros conciudadanos; de- pongamos ante el altar del bien común las diferencias que nos separen para pensar solamente en respetarnos mutua- 226 LUZ Y UNIÓN mente y en borrar del libro de la historia todas las frases que puedan haber sido germen de las desgracias ocurridas. Barcelona, este pueblo que ni por un solo momento ha perdido su serenidad durante estos aciagos días, tenemos el firme convencimiento de que vería con gusto y aplaudiría con entusiasmo un acto de clemencia, de perdón, de olvido, por parte del gobierno, devolviendo de momento la liber- tad á cuantos no se les ha cogido con las armas en la mano. Nuestra historia, siempre apartada de las luchas can- dentes de la política y de las sociales; los ideales que profe- samos, impregnados del amor hacia todos, nos permiten elevar nuestra voz serena hacia las regiones donde moran los que mandan y pedirles humildemente, con la humildad del verdadero cristiano, un poco de perdón, un mucho de olvido y mucha serenidad. Estudiemos SOBRE LA FUERZA MAGNÉTICA Si los espíritus superiores que providencialmente se interesan por la implan- tación de la ciencia universal en la Tierra, se ocupasen exclusivamente de comunicarse directamente y en general con los encarnados, sería improcedente, porque se produciría una inmensa confusión en las inteligencias atrasadas, que sólo aspiran á su bienestar material é intelectual. Sería también la intercomunicación altamente inmoral, porque resultaría, así como una imposición de actos incomprensibles, y esta ciencia no produciría los efectos que al trabajo, al estudio, á la constancia y á la meditación pertenecen. Si los espíritus que en varias ocasiones han tratado de ensenarnos algo de Magnetismo, se ocuparan de aconsejar las manipulaciones magnéticas para pro- ducir inconscientemente fenómenos extraordinarios como mero pasatiempo re- creativo, obrarían también contra los preceptos de la ley moral, que impone en toda enseñanza, el bien general. Si nosotros, los encarnados, aceptásemos perceptivamente las enseñanzas hipnóticas, sugestivas y magnéticas, seríamos responsables con ellos que son nuestros preceptores, de los males y perjuicios que pudieran ocasionarse; ésta es la razón por la que las inteligencias superiores nos transmiten su pensamiento para que nos adaptemos sus elevadas inspiraciones á nuestra desmedrada capa- cidad intelectiva, y de esta manera, sobre las últimas concepciones de la ciencia terrena, pueda fundarse sobre sólidas bases, la ciencia universal. Un espíritu en comunicación nos dijo: «Nosotros sabemos, porque nuestros REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 227 •elevados inspiradores lo han demostrado, que en la naturaleza, ó mejor dicho, en la substancia elemental etérea, están contenidas todas las fuerzas de la Naturaleza, y, basta una, ó más voluntades poderosas, para que de ese reser- vorio de energías universales, surjan instantáneamente formas de seres orgánicos y vitales, y, nosotros agentes sin plena conciencia de nuestros actos, ¿debemos reproducir en la Tierra, lo que en la práctica espiritista se conoce por aportes y materializaciones? ¿Debemos asimismo afirmar que los elementos del cosmos, pueden producir estos fenómenos para que los habitantes de la Tierra desunidos y dispersos los produzcan? Como esto no es posible, preferimos señalar los de- rroteros de la ciencia, para que las generaciones que en la Tierra se sucedan, puedan unirse y confraternizar suficientemente para producir tan convenientes, necesarios y sorprendentes fenómenos. Sin embargo, sinó todo, parte de lo que prometemos puede conseguirse con la acumulación y aplicación de las fuerzas magnéticas disponibles entre los ini- ciados en estos conocimientos. Es verdad que estas fuerzas regidas siempre por leyes naturales producen por sí mismas los fenómenos generatrices, orgánicos y vitales, frecuentemente con extraordinarios caracteres, pero esto es debido á las influenciaciones que independientemente se combinan y en ciertos casos se destacan de las corrientes normales de la vida eterna. Así sucede, que de los cataclismos geológicos y de los trastornos sociales, resultan nuevos conocimientos y nuevos ideales, que facilitan el progreso científico y social en la Tierra; como del uso y del abuso de estas fuerzas sometidas á la voluntad, se originan los bienes y los males que satisfacen ó afligen á la Humanidad terrena, preciso será que la ciencia experi- mental y la práctica enseñen los medios de su aplicación, sin atenerse á los siglos preceptivos de los manipuladores empíricos, que por sólo ser ignorantes se expondrían á continuos fracasos, si esta fuerza no estuviera por su propia naturaleza amparada de las influencias inferiores. Si el Magnetismo fuera solamente personal y se transmitiese directamente de uno á otro sér de la manera que los magnetizadores utilizan como agente tera- péutico sugestivamente como imposición mental, la razón y el derecho positivo, tendrían que rechazar la práctica de estas manipulaciones sin la necesaria y conveniente reglamentación. Teniendo en cuenta los prejuicios que pueden ocasionarse con la práctica del hipnotismo y la sugestión para recreo y distracción pública, nos ocuparemos principalmente de las aplicaciones magnéticas, estudiando hasta donde podamos la naturaleza y los caracteres de esta fuerza, síntesis, como hemos dicho, de todas las energías y actividades del Universo. En cuanto se refiere á la Tierra, su extraordinaria actividad vital proviene de los elementos vitales y vitalizado- res que concurren al sostenimiento y desarrollo de la vida planetaria del Uni- verso infinito. Ya nos hemos ocupado, aunque en rasgos generales, del origen de la fuerza y de sus infinitas manifestaciones activas hasta llegar á los gérmenes vitales del planeta Tierra. Ahora debemos partir de las células germinales para exponerla reorganización de la vida actual en todas sus formas y manifestaciones orgánicas. Prescindiendo de los períodos anteriores en que la actividad esencial de la 228 LUZ Y UNIÓN vida, se preparaba en las nebulosas solares, y refiriéndonos por ahora exclusi- vamente á la ocupación psicofísica del sér humano, tendremos que estudiarlo atómicamente antes de ocuparnos de su estructura orgánica, y cuando hayamos expuesto concretamente las relaciones de las actividades esenciales de las partes del sér orgánico, comprenderemos perfectamente que la fuerza magnética se adquiere por las relaciones establecidas con las actividades esenciales exte- riores. Como decíamos en el artículo anterior, todos los seres y todos los mundos,, se hallan inmergidos en un Océano infinito sin orillas; y cada colectividad, cada organismo y cada elemento orgánico, toma de ese generador vital, lo que á su propia existencia corresponde; y como la vida, esencialmente considerada, es eterna y continua, las energías y las actividades vitales son variables y sus intensidades desarrollables indefinidamente. Como veremos más adelante, de estas condiciones mudables y transitorias, depende, que la fuerza magnética dé las condiciones circunstanciales en que unos seres puedan encontrarse respecto á otros; pero como todos participan proporcionalmente de esta fuerza, de aquí que puedan en momentos dados, acu- mular alguna mayor cantidad de energía magnética, adquirida del ambiente y de otros seres con quienes se encuentren directamente relacionados; así se advierte,, que todos puedan ser magnetizadores y magnetizables, consciente ó inconscien- temente. Para que la fuerza magnética pueda polarizarse entre sí y aumentar la inten- sidad, es preciso que las fuerzas inferiores que se determinan en el fluido orgá- nico-vital y magnético, sean afines y puedan unirse y combinarse, para producir sintéticamente la energía magnética, que á su vez pueda polarizarse por el mismo- procedimiento con los influenciados; de donde resulta, que un magnetizador, no es, ni puede ser depósito de fuerza magnética que pueda obrar ciegamente; es^ sólo un colector, que puede recibir y acumular, fuerza que sea bien adquirida,, por afinidades internas y externas; pero estas fuerzas, se disgregan y se des- componen si no son bien dirigidas y aplicadas inteligentemente para el bien, general y particular recíproco. Pueden alguna vez producir trastornos en muchas condiciones y que más- detalladamente estudiaremos más adelante, «para evitarlo», pero como hemos anunciado ya repetidamente, «desde que nos venimos ocupando del sér en colee- tividad», de la unión de las voluntades con suficiente identificación moral entre todos los asociados, dependen los resultados que puedan y deseen obtenerse, en todos los órdenes de la Naturaleza y en todas las condicionalidades de nuestro espíritu; porque así como de las fuerzas inferiores planetarias, surgen las vitales- y magnéticas, así también éstos producen fuerzas superiores que relacionan las^ esferas vitales de otros mundos y concurren solidariamente á las relaciones psico- físicas de los seres, en más anchos horizontes animados. Por lo tanto y hablando con propiedad, existe fuerza magnética, porque el Magnetismo como resultado de la actividad vital, es la expresión de las fuerzas físicas, fisiológicas y vitales. De este modo se comprende la unidad de las fuerzas, variando y modificáru. dose constantemente por influencia de las actividades esenciales, individualizán- REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 229 dose en los elementos, en los cuerpos y en las organizaciones condensadas y fluídicas; existen, además, ciertos reflejos de la energía orgánica y vital, que se confunden con la fuerza magnética, que sólo se mueve á influjo de las activi- dades vitales y de sus determinaciones en los seres animados. Como habrán podido observar los lectores que se hayan fijado en estos des- hilvanados estudios, no son más que preliminares y puntos á tratar, sobre la inter- comunicación del pensamiento á través de las fuerzas en actividad, de los orga- nismos carnales. De este complicado mecanismo debemos ocuparnos teórica y prácticamente, para poder demostrar y resolver los fenómenos genuinamente denominados medianímicos, mientras no pueda realizarse sin intermediarios y sin das resistencias psicofísicas que ahora se observan con frecuencia en los orga- nismos que sirven de intermediarios á los seres espirituales que con frecuencia vienen, guiados por el amor y deseosos de practicar el bien entre los encarnados y siguen colaborando entre nosotros. Más de una vez nos han afirmado que si en nosotros encontraran más afini- dad, amor al estudio y menos resistencia en los mediums que eligen para trans- misores de sus enseñanzas, grande sería el progreso de la Tierra con los seres que la habitan. Cuando podamos dominar estas grandes dificultades (siguen diciendo), hare- mos que por el esfuerzo de todos los que trabajamos é intervenimos en estos trabajos de intercomunicación, veremos colmados nuestros deseos y nuestras aspiraciones de hacernos visibles y con nuestra propia luz fluídica podamos pro- tegernos á través del fluido magnético imperceptible para vosotros y para nos- otros apreciable; y vosotros los encarnados, cuando lleguéis á saber dominar y dirigir magnéticamente los fluidos corporales, podréis exteriorizaros y por la fuerza de vuestra voluntad, establecer la comunicación telepática, conveniente- mente asociados, y percibir las impresiones mentales de las espiritualidades des- encarnadas, ¡Cuán fácil y asequible es, si bien se medita, el estudio y la práctica del Magnetismo en la Tierra, para que se produzcan los resultados sorprenden- tes que ya se vislumbran de algún tiempo á esta parte! Además, el Magnetismo de que venimos ocupándonos, es bastante distinto del que se obtiene por la manipulación é imposiciones sugestivas que se transmi- ten con el benéfico influjo, las impurezas de la ignorancia y de las fermentado- nes orgánicas. El fluido como vehículo que es de la vida, es purísimo y más tenue que la luz solar; penetra en los cuerpos y en los átomos, llenando lo que se mueve y se anima, por su intensa actividad vitalizadora. Benito Rodríguez. -(Continuará) Guarda tus lágrimas para llorar tus extravíos, no para llorar la muerte de tus padres ni de tus hijos. —El llorar por la muerte de otro, cuando no sea egoísmo, es rebelarse con- Ira los justos decretos de Dios. 230 LUZ Y UNIÓN ¿Por qué hemos conservado nuestro Yo? del Dr. G. de Langsdorff La contestación verdadera de esta pregunta, no la hemos sabido verda- deramente, hasta que por la mediación del esplritualismo hemos descubierto y por el mismo conocido, que, la Vida en realidad, empieza á llegar al cono- cimiento en ultratumba. Tantas preguntas muchas veces oídas y hechas tal vez por el mismo lector: ¿Por qué estoy en este mundo? ¿Por qué tengo que sufrir tanto? ¿Por qué no me ha sido ofrecida la suerte de haber venido á este mundo con felicidad como hijo de padres ricos? ¿Por qué no puedo disfrutar de la vida sin trabajar y gozar de todas las diversiones las cuales halagan la existen- cia de muchos otros? ¿Por qué no puedo también viajar para conocer al mundo y á otros hombres y satisfacer por el dinero todos mis deseos como tantos lo pueden hacer? ¿Qué Dios es este que crea tantas desigualdades en este mundo? Pero, alma humana, que descontenta, con tus preguntas te quejas, escü- cha: De la verdadera esencia del santo principio divino, de la inmortalidad del alma, de una comunicación con almas desencarnadas, de un progreso indefinido en otra Vida, no sabía la humanidad nada de cierto antes de la aparición del sonámbulo más grande A. J. DaVis, el cual aun vive retirado en Boston, sólo únicamente lo que nos enseñó la iglesia de la biblia para su ventaja, para obtener la supremacía de las almas ignorantes y-de atesó- rar riquezas inmensas. Vamos, por lo tanto, primeramente á la definición de los siguientes conceptos: 1.° ¿Qué se entiende por la palabra Dios? Dios, mejor dicho. Divinidad, es lo sumo de aquel poder inteligente, que significa la supuesta «alma universal» y acaso equivale d un poder inteligente é invisible (según afirma A. J. DaVis), la cual es comparable á un Sol universal, de la cual se desarrollan efectos cósmicos y telúricos (terrestral y etéreo) en la mayor armonía y por concepto fundamental representa Justicia, Libertad, Moral, Amor, Ciencia y Sabiduría. 2° La inmortalidad representa una ciencia espiritual, la cual contiene en sí el germen de cada capacidad y fuerza. El destino del alma es incor- porarse por sus propios esfuerzos, quiere decir: Aprender á conocer el REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 231 mundo material por órganos materializados y de progresar grado por grado de la forma rudimentaria, orgánica, á la posible perfección. 3." La relación con los corporalmente muertos, los cuales al fin de la vida terrestre toman un cuerpo espiritual y viven en una esfera espiritual la cual, cerca orbicular al mundo terrestre, existía en verdad ignorada en la memoria de los hombres, pero desde el año 1848 ha sido un hecho reconocido. Pero esta relación aun no es completa, pero lo será con el tiempo, cuando la envoltura que rodea á nuestro cuerpo sea más penetrable para los espíritus desencarnados. El morir representa, por lo tanto, el nueva- mente sér nacido del espíritu. 4." ¿Qué se llama «morir»? El estado del alma una vez libre por la muerte, tiene que seguir des- arrollándose en el espacio por una ley natural, divina y sabia que funciona eternamente y recibe su santidad por propio esfuerzo y voluntad, esfor- zándose siempre más hacia la justicia y la moral. Para conseguir esto, es indispensable ejercer ya en este planeta justi- cia, amor al prójimo y moral, despojarse de costumbres malas y dedi- carse á una pureza del alma. ¿Por qué medio y cómo puede conseguirse esto, lo mejor? Por este medio que suprime toda clase de egoísmo; considerándose como una parte del conjunto siempre dispuesto á demostrar una voluntad de sacrifi- cios para el gran conjunto. El que ejecute esto, nunca llegará á la indi- gencia y se unirá en el transcurso de los tiempos siempre más con el prin- cipio divino. El que obtenga por muchos esfuerzos tal pureza de alma ya en esté mundo, tiene hecho un gran adelanto sobre los que están obligados de conseguirlo en el otro mundo. Estos cuatro principios de fondo forman la ética del esplritualismo experimental. Se parecen, en verdad, á los que ha enseñado ya el cristianis- mo primitivo, pero fueron violentados por una casta de clérigos en formas exteriores é intuiciones dogmáticas, los cuales han conducido á los conoci- dos errores y por ellos mismos han resultado las guerras sangrientas. De una confirmación de lo que enseñó la iglesia nada se habló. Estas pruebas para la existencia verdadera de un mundo espiritual para la mayor parte de la humanidad hoy aun desconocido, nos ha dado el esplritualismo moderno. Tal revelación obtenida por los principios de la naturaleza dictados por A. Jachson Davis desde el 28 de Noviembre hasta el 25 de Enero de 1847, ha dilatado infinitamente el horizonte de los hombres pensadores y les proporcionó una ojeada grandiosa en el gran orden del universo. ¿Pero lo ha comprendido el hombre (espiritual) al tener presente seve- ramente las pruebas recibidas de otra vida individual y las consecuencias enlazadas con la misma? ¿Ha cumplido severamente y apreciado la moral 232 LUZ Y. UNIÓN concebida de la misma? ¡Oh, no! Porque hay hasta entre ios espiritualistas aun bastantes egoístas, cegados por preocupaciones y en juicio almas débi- les, los cuales esperan ayuda material por la comunicación con los espíritus, y aun no han comprendido que eso no puede ser imposiblemente la misión de los espíritus, porque entonces perecería el mundo material de hoy, aun más por el lado del materialismo. Y mirado seriamente ¿no han hecho los espíritus esfuerzos bastantes para manifestar su existencia por medio de fenómenos ruidosos, físicos y pruebas de grandiosas materializaciones? ¿No nos han dado las persuasió- nes deseadas, los grandiosos discursos por los mediums parlantes, los escritos aclarantes por los mediums escribientes, las pruebas milagrosas por la fuerza vidente y profecía y la fuerza curativa por mediums curativos? Por desgracia ha venido un despertar de pensamiento solamente á los que antes estaban prevenidos de una incredulidad obstinada á una vida futura y de preocupación ciega contra las leyes de la naturaleza espirituales. Pero, sin embargo, parece haberse aprendido algo del esplritualismo, el impulso á una muy extendida humanidad. El mundo civilizado parece sentirlo instintivamente que el amor al pró- jimo predicado no solamente por el cristianismo sino también por todas las religiones, debe ser más generalizado, que no es la forma exterior ni las visitas regulares á las iglesias, sino que rijan una mayor tolerancia, misericordia, perdón y al juzgar un crimen los motivos que dieron lugar al delito. Memorable es también que el esplritualismo ha influido reformando todos los dominios de la ciencia, lo que puede verse en la más nueva litera- tura y en la prensa. Pero era ya tiempo de ganar ideas más claras en religión, medicina, jurisprudencia y relaciones sociales en general. Unicamente ha quedado una cosa la cual tiene que ser conmovida, es á saber, la monomanía de ganar dinero á costa de su prójimo y la falta de sacrificio para alcanzar ideas grandes aun por realizar en beneficio del bien en general. La propiedad es-permitida y alcanzar riquezas á nadie se le puede prohibir, porque las agradabilidades de la vida pueden ser ganadas casi únicamente por dinero. Pero por desgracia se hace muchas veces de la fortuna un uso totalmente falso. En lugar de ayudar á otros que tienen que combatir muchas veces severamente con la vida ó de mejorar una gran empresa con destino á una cosa santa, con un donativo más ó menos grande y de socorrer con su abundancia, el dinero se malgasta en una buena vida personal, en dilapidación voluptuosa, en satisfacer apetitos pecaminosos y aficiones incorrectas, etc. Después, cuando es muchas veces demasiado tarde, experimentando pérdidas inesperadas, golpes de fortuna y enfermedades, la familia sufre; REVISTA ESPIRITI.VrA KARUELTANA 233 entonces vienen los remordimientos, acusaciones á sí mismo, timidez, desesperación, la cual conduce muchas veces al muy equivocado suicidio, —¿y después qué? ¡Ah!... entonces empieza, según la doctrina espiritualista, á ser ator- mentada la conciencia por una pena armarga. Entra remordimiento sobre lo hecho y el deseo en el alma espiritualmente mortificada. ¡Oh!... si pu- diera ser otra vez hombre para reparar lo hecho como si no hubiera sucedido! Solamente entonces despierta el conocimiento del alma cargada de culpas y la existencia de la vida futura sobre la salvación de este mundo terrestre llega á ser martirio en lugar de alegría. En el otro mundo se necesita muchas veces mucho tiempo para esta salvación, hasta que la culpa hecha en esta tierra esté extinguida. Para remediar esto no han tenido poder ni el cristianismo ni ninguna otra religión ó filosofía. Todos los esfuerzos del pulpito y de la cátedra á predicar moral, ética, estética y humanidad, no han fructuado ni mejorado á la humanidad; al contrario, la intolerancia de la iglesia y la arrogancia de las universidades, el burocratismo de los empleados, las críticas minucio- sas de algunos, han producido descontento general y el deseo de reformas radicales. ¿Es, pues, de admirar que el esplritualismo moderno en el orden del uni- verso, se presente otra vez, para enseñarnos el camino de cómo en esta tierra podemos alcanzar la felicidad de la vida y evitar de pasar la esfera de espíritus inferiores? ¿Para mostrar que nuestro espíritu preexistido como ráfaga de divinidad, puede reconocer la materia únicamente por un cuerpo material dotado con cinco sentidos? ¿Para mostrar que el alma viene á este mundo con las faltas heredadas de los padres? ¿Para mostrar que el matrimonio es un principio santo y la procreación de hijos armónicamente, formados es sometido á una ley de naturaleza grande aun no comprendida? Para mostrar que los hijos no pueden ser hecho responsables por las acre- cencías de pecados traídos á este mundo, pero sí aquellos padres que no tienen ojo para cuidar de sus hijos y no procuran preservarlos de las per- versiones del mundo y los dejan crecer con la falta del dominio sobre sí mismo. El esplritualismo ha Venido, además, á mostrar que la idea Virtud existe en la lucha intestina del espíritu contra todo lo que es contrario, y hasta en un niño procreado de padres embrutecidos y crecido en sociedades é influjos nocivos, pegando por malas costumbres y ejemplos contra sí y sus semejantes y contra la divinidad, tiene, sin embargo, algunas veces mo- mentos claros, á donde el alma llega al conocimiento de su existencia y se hace reproches. A mostrar que, el que resiste á la tentación exterior y sigue á este espíritu interior, es capaz de vencerse á sí mismo, quiere 234 LUZ Y UNIÓN decir, llegar á ser dueño hasta de defectos heredados. Para mostrar que el amor al prójimo—la doctrina cardinal de todas las religiones—es nues- tro primer deber al cual tenemos que hacer sacrificios en todos los tiem- pos, tener presente el principio, que cada hombre como parte de la totali- dad, quiere decir de la humanidad, está obligado á interesarse por la totalidad. El que ha comprendido en este sentido el esplritualismo de hoy y tomado en sí y también practica, éste comprenderá también las hermosas palabras del sublime Nazareno que ha dicho: «Venid á mí los afligidos, os consolaré y aliviaré (por mi doctrina) y os haré la vida agradable». Sí, estimados lectores y correligionarios, ayudaos y apoyaos mutua- mente en el venidero tiempo de lucha. Solamente entonces, cuando sea comprendido en general que hemos conservado nuestra existencia para aprender á conocer por mediación de la materia el gran orden universal, y por esto conservado nuestro cuerpo terrestre, para practicar lo que se entiende bajo amor universal, esto es, de ayudarse mutuamente; solamente entonces llegará á la verdad el «Paz sobre la tierra y á los hombres complacencia»; y mostrar que la doctrina del esplritualismo moderno es la única filosofía positiva, la cual corres- ponde á las necesidades humanitarias de una moral verdadera. Si obtener quieres tu dicha haz conciencia que la obtienes, porque la dicha y la paz de fuera nunca nos viene. TK .A.DUCCIÓN DR CARLOS D AUPHIN. Sanlúcar la Mayor (Sevilla). Desarmonía social Las ideas se influyen, estimulan y eslabonan hasta lo in- finito, y la más leve chispa en un determinado territorio cerebral, puede ser origen y punto de partida de un incen- dio de cuyas cenizas, como el ave Fénix, renazca un nuevo estado de cosas. Así se explica la repugnancia al concebimiento de ideas nuevas que pudieran derrocar tantos prejuicios y tantos he- terogéneos asuntos relacionados con la ficción de la vida social contemporánea.; haciendo añicos sus teorías férreas, REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 235 para inspirar solamente á los pensamientos un mutuo j amoroso apoyo, á fin de poder imitar en lo posible á nues- tra madre naturaleza. Hay que advertir á estos timoratos que la naturaleza jamás procede á saltos bruscos, que todo tiene una insen- sible continuación, que en el mundo todo es armónico, todo se sostiene y unifica, que no hay nada independiente; la ciencia nos va descubriendo verdades y por medio de ellas nos vamos aproximando á la gran Verdad Absoluta que lo llena todo, que nos da la explicación de todo y está en todo lo conocido y lo desconocido. Por eso los espiritistas que se consideran idóneos para marchar á la cabeza de la moderna civilización, procuran por medio de la ciencia y del amor mutuo, dirigir á las masas por el camino del verdadero progreso; notificando á todo individuo de voluntad bien dispuesta, que quiera rege- nerarse en Cristo nuestro maestro, que, nos mantenemos con los brazos abiertos, sean cualesquiera las aptitudes que desfilen ante este bello ideal. Sin mirar atrás recibe el pací- fico Espiritismo en su seno, intrincado cajón de sastre, po- diedro fraterno que quiere unir á la desgraciada humanidad como si fuera un solo hombre, una sola arpa de innúmera- bles cuerdas, de las que cada hombre lleva una en el inte- rior de su corazón, haciéndola vibrar mejor en la gama central del instrumento con las notas que acostumbra ha- cer todos los días, si éstas son buenas. Mas si la mano del ejecutante es inexperta ó le faltan los conocimientos de ar- monía social que el Espiritismo enseña, en vez de recorrer y afinar las diferentes cuerdas de la escala para su acor- dancia, estorba y equivoca la ejecución de la obligada te- situra, porque todas las partes son esenciales al comple- mento del conjunto. El afinador del instrumento es preciso que sea una sana y potente voluntad que sepa manejar con arte la clave en donde quede impresa la verdad científica de todo orden material y espiritual, posesionada ya por los escasos sabios que en el mundo existen. Con tan brillante dirección, bien se podrían reemplazar las ideas atávicas arregladas amistosamente con leyes bu- manas y moral sin corazón, por las inmutables leyes natu- rales que á voz en grito salen del interior de nuestras almas. Por vanidad se anhela, más que la misma vida, la con- 236 LUZ Y UNIÓN sideración social que más realce en su fatuidad al indivi- duo; los demás fingen en su envidia respetarla abierta- mente con la más pura hipocresía, pero en secreto se bur- lan de él y de ella. Sin duda, la moral cristiana es la más sublime y eficaz de todas las morales; pero en esta incrédula sociedad, se la suele tomar como pantalla exterior ó encubridora de mal- dades, no observándose en su interior ninguno de sus be- líos preceptos tal como son. Una conspiración inmensa enlaza esta rancia civiliza- ción, pareciendo unir á todos sus miembros directores en una alianza secreta difícil de desbaratar. Mas el Espiritis- mo les indica que cuantos hechos se llevan á cabo durante mrestras existencias, repercuten en el interior de sus almas, sin que haya fuerza capaz para desviar este efecto; es la gran ley natural de las compensaciones, deuda que será pa- gada sin remisión. En este concepto el Espiritismo puede hacer un gran bien á la humanidad, abriendo los ojos á los que sin pre- vención quieran estudiarle, evitándoles así dolorosas caídaa cuya cura á veces representa siglos de amargura, pues el estado natural del hombre es ir á buscar su progreso, en ar- monía con la solidaridad universal. La organización civil y económica de estos tiempos, no está acorde con las rígidas leyes de la naturaleza; si fuéra- mos á desmenuzar cada cosa, encontraríamos que toda cues- tión se nos presenta como una mentira convencional que el uso ha hecho aceptar en legitimidad de la institución hu- mana, institución que el Espiritismo reemplaza basándola empero en los instintos del bien fundamentales y vitales del hombre dentro de la ley natural, que es la misma en todos los órdenes universales. Esta es una de las más importantes cuestiones que tiene que resolver el Espiritismo en este planeta, la fraternidad del hombre en la tierra, y que en vano desde hace siglos se trata de resolver. Para ello el Espiritismo no tiene necesidad alguna de apelar ni al estado religioso ni al político; ambos han sido, como sabemos, los mayores azotes que han flagelado de continuo á esta infeliz humanidad. Al desenvolvimiento espiritista dentro del campo de la filosofía, le basta dea- arrollar las inteligencias por medio de la cultura científica revista espiritista kardeciana 237 espirita, al mismo tiempo que la práctica en el subjetivo de ejercicio los efectos mediumnímicos, de los cuales no hay que despreciar sus comunicaciones en lo que valen, en particular las que tienen acción sobre la moral é sobre los influyen espíritus para guiarles por el sendero del bien obrar y sobre todo para la gran confraternidad mundial. Miguel Mayol. "...vendrá la idea del espíritu á extinguir las llamas del infierno y á traer para la hu- manidad, transfigurada y libre, nuevas y consoladoras esperanzas.—Castelar, H. U. de E., tomo 11, pág. 356". porque ¡oh Dios! no eres tirano y porque tú ¡oh Dios! nos amas más que podamos creer. Tú no eres el Dios fiero de Arbués y Torquemada: Dios pantera. Dios espada, nutrido en sangre y acero y en lucha con Lucifer. IV Llega todo en la vida y todo llega al puerto do tuvo en tiempo cierto ¡Salve, lu la salida. Nos lzlam!aron dementes; mas ¡ay! que, poco á poco, en la verdad de un loco van cayendo otras mentes. Loco fué en el deseo del error Importuno el gran Giordano Bruno, Galileo, Fulton, Servet, de Perthes, Colón y otros mortales locos fueron, por tales los juzgaron los fuertes. I Ya brillan por el Oriente de nuestro mundo de errores, argentados resplandores del sol que surge potente trayéndonos la verdad. Ya las sombras se deshacen que al hombre hablan cegado; ya el espíritu ha llegado y sus victorias renacen. ¡Ya es Ubre la humanidad! II Sólo el Espiritismo nos traerá, el Progreso, él solo, el cristianismo admite con su cruz. El solo, el inri quita á humanidad tan triste: eres, pues, lo que existe. ¡Salve, luz! III Ya no existen, no, las llamas del Infierno anticristiano; 238 l.UZ Y UNIÓN V VI Mas, de tanta locura ¡Salve, luz que por Oriente, fuego y sangre escrita, en nuestro mundo de errores con ¡cuánta verdad fulgura brillas con los resplandores hoy cual luz infinita! del astro de la razón! Con sangre de abnegados ¡Salve, luz! Brilla en mi frente vino á tierra el capuz y viste mi sér del oro de todos los cegados. de esa ciencia que yo adoro ¡Salve, luz! y lleva á la redención. Krainfí^t de Nínive Carne Es tan triste, tan absurda la condición social que deno- minamos civilizada; es tan necia, tan irritante la sumisión del mayor número á las rutinas y prejuicios, ála influencia arcaica, en una palabra, que donde quiera fijemos nuestra atención encontramos enormes errores. Errores que, á su vez, se convierten en malestar, en sufrimientos y dolores, sufridos solamente por nuestra pereza y nuestro voluntario atraso. Y es uno de esos prejuicios, de esas rutinas, de esas modas, el que se refiere á la alimentación humana. Porque nuestros antepasados lejanos, lejanísimos, se alimentaron de carnes; porque los señores y los guerreros consideraron un tiempo honor y orgullo de sus festines los animales muertos, todavía hay quien pague por un faisán cien veces el valor de un pan de trigo. Más aun: hay todavía sabios que pretenden demostrar- nos por A + B que somos animales carnívoros; que nuestro organismo exige se le atiborre de principios nitrogenados; y llegan á fijar tasativamente la «ración de carne» necesa- ria á la Humanidad. Por fortuna, contra el hecho no valen argumentaciones, de los habitantes y el hecho es, que las tres cuartas partes de la Tierra no se alimentan de carne y aún muchos no la prueban; que la Civilización no nació en continente alguno mientras sus hordas cazadoras y pastoriles no se hicieron agricultores; que hoy mismo, entre nosotros, los vegetalistas viven más, más sanos y más fuertes, que esos aristócratas revista espiritista kardeciana 239 de la cocina, más bien aristócratas del envenenamiento. JNo hay una sola razón de peso en favor de la necrofa- gia; nuestro sistema dentario es francamente frugívoro, puesto que nuestros caninos son rudimentarios nuestros molares y trituradores; nuestro tubo digestivo se acerca más al de los herbívoros que al de los carniceros; carecemos de armas de pesca... detalles de organización que acordes nos separan de la carne. La carne es un producto siempre en descomposición, porque ésta se inicia forzosamente en cuanto la vida ral gene- falta; lleva, pues, tras sí, todos los venenos de la dumbre. podre- Y lleva también consigo cuantos microbios, cuan- tas enfermedades padeciera el animal de quien Por procede. último, y no es despreciable aspecto, la carne es el alimento de menos valor nutritivo y de Puede mayor precio. decirse que la pavorosa Cuestión Social se evapo- raría entre las utopías del pasado, en el momento en que el vulgo perdiese la insana afición á la carne; con el sistema de alimentación vegetal, todos seríamos ricos. El hombre gasta en lo que le daña: carne, alcohol, tabaco y modas, mucho más de lo que necesita para vivir sano y mucho No tiempo. nos vengan, pues, sabios en salmuera, con la nece- sidad de alimentos azoados. ¿De dónde toman el ázoe los mamíferos más corpulentos de la Tierra, desde el elefante al toro, que son herbívoros? ¿Por qué hemos de conducciones proyectar de agua en el fondo de los océanos? Pues nos- otros estamos sumergidos en un océano de nitrógeno. Si le necesitamos, ya le asimilaremos, como asimilamos el oxí- geno: tenemos el dato de su asimilación por los buzos. Si, pues, la carne es cara, es inútil y es peligrosa, cuan- tos la hagan base de su nutrición son sencillamente... tontos. Son, en realidad, rutinarios. Y son también crueles: el consumo de carnes trae apa- rejadas las luchas de fieras, los toros, la caza por deporte, el tiro de pichón, una porción de faltas, de verdaderos crí- menes contra nuestra madre naturaleza, contra nuestros hermanos menores en el Universo. Por conveniencia propia, por espíritu de Justicia, por Caridad, al cabo, deben tender los espiritualistas al Régi- men Natural, al Vegetarismo en su alimentación. Huelbes Temprado. 240 LUZ Y UNIÓN Demostración del verdadero cristianismo Sus fieles y sus detractores (Conclusión) Pero vamos á ver algo más que también atañe á este tema. «Y así, el que violare uno de estos mandamientos por mínimos que parezcan y enseñare á los hombres á hacer lo mismo, será tenido por el más pequeño en el Reino de los cielos; pero el que los guardare y enseñare, éste será tenido por grande en el Reino de los cielos». (Mateo, cap, V, v. 19). También puede ver el lector de qué religión, secta ó comunidad brilla más la luz de la verdad, enseñando los mandamientos ó preceptos Evangélicos, y cuál la obscurece más violando y contrariando esos preceptos. Pues, los preceptos Evangélicos recomiendan la moral más pura que el hom- bre puede practicar en la tierra. Y para practicar la moral es de imprescindible necesidad estar el hombre moralizado; y estando el hombre moralizado y practicando la moral, es cómo se enseña teórica y prácticamente los Santos preceptos de la sublime y conso- ladora doctrina de Jesús. De lo contrario, si se hace caso omiso de esos preceptos, y aún más, si se refutan y se violan oponiéndose á la propaganda de ellos, que es enseñar lo mismo á los hombres, los que así lo hacen, son dignos de compasión, porque por grandes que parezcan en la vida humana, al ir sus espíritus al espacio, resultan muy pequeñitos. Porque la doctrina predicada por Jesús de Nazareth, es el faro que alumbra las almas; y la que, sea encarnada ó desencarnada no mira para guiarse por esa luz resplandeciente y consoladora, y de lo contrario se vira la espalda y la rechaza, y en vez de la verdad enseña el error; esos son los verdaderos enemi- gos y detractores del verdadero cristianismo; ó sea, de la doctrina de Jesús y de sus propagadores. El pueblo debe, pues, tener presente esa diferencia; debe estar á la especta- tiva, para no dejarse envolver por la sombra de los errores humanos ó los erro- res religiosos, que es estar la luz debajo del celemín, y debe irse preparando para recibir y ser iluminado por la luz de la verdad. Con los errores religiosos se sigue á obscuras y se está estacionado en el dique del obscurantismo; y eso es el abismo del espíritu, en que aunque esté desencarnado, no se da cuenta de nada. Su radio de acción es muy reducido y sólo le circunda una densa atmósfera tenebrosa. De lo contrario, con la verdad evangélica, con la moral, con la práctica, en fin, del verdadero cristianismo, se vislumbra desde la vida humana un horizonte desconocido, que al paso que al espíritu se le va aproximando la hora de soltar REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 241 las ligaduras de la materia, se le va presentando más espléndido y más dilatado; y al regresar al espacio, como es natural, se le desarrolla una perspectiva, que sólo pueden presenciar los espíritus de luz. ¡Ah! para ser verdadero cristiano necesita el hombre ser de un corazón muy sano, de una conciencia muy esclarecida y de un espíritu muy recto. La máxima de lo que no quieras para ti no lo quieras para nadie, la huma- nidad, la paz en el corazón y la buena armonía y concordia para con todos y la actividad en el cumplimiento del deber para sí y para con los demás, son las reglas que deben servir de norma á los adeptos y defensores del verdadero cris- tianismo. Y ya se sabe que los pendencieros, los blasfemos, los usureros, los apasio- nados á los vicios mundanos, los egoístas, los fanáticos á los dogmas religiosos y todos los que están en oposición con la moral evangélica, esos son los enemi- gos de la luz,, los refractarios y enemigos del progreso y los detractores de la verdad. Por lo tanto, son los enemigos de Dios; puesto que se oponen á todo lo que de Dios viene y sólo practican y ensenan lo inventado por los hombres. Pero prosigamos. «¿Habéis oído que fué dicho amarás á tu prójimo y tendrás odio á tu ene- migo? Yo os digo más: Amad á vuestros enemigos, haced bien á los que os abo- rrecen y orad por los que os persiguen y calumnian». (Mateo, cap. V, v. 43 y 44). Eso es un ejemplo que demuestra los actos de la vida que deben distinguir á los verdaderos cristianos, los discípulos de Cristo, los que practican y defienden el verdadero cristianismo. Que se vea por esas palabras evangélicas, si pueden ser cristianos los Minis- tros de las religiones que apostrofan y lanzan el anatema contra los que no come- ten otro delito que el de no someterse á sus dogmas y exterioridades; de lo contrario, esos son sus enemigos encarnizados, puesto que hacen y enseñan todo lo contrario á lo que recomienda la doctrina de Jesús. Puesto que en vez de la humildad revelan la soberbia, en vez del amor al prójimo el odio á los que no creen como ellos, en vez de la paz la discordia, en vez de la bondad la malevolencia, en vez del desinterés la ambición á los bienes terrenos y el egoísmo y en vez, en fin, de la mansedumbre el orgullo y la altanería. Pero aun más. «Que si no amáis sólo á los que os aman ¿qué premio habéis de téner? ¿No lo hacen así aun los publícanos? Y si no saludáis á otros que á vuestros herma- nos, ¿qué tiene eso de particular? ¿Por ventura no lo hacen eso también los paganos? Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro padre celestial es per- fecto». (Mateo, cap. V, v. 46, 47 y 48). ¿Se quiere un ejemplo más claro para demostrar quiénes son los verdaderos y los falsos cristianos, ó sea, los fieles y los detractores del verdadero cristià- nismo? ¿Cómo van á ser cristianos los que no solamente niegan el saludo á sus adversarios en ideas, sino que se declaran sus enemigos y los apostrofan y los maldicen? No obstante, esos llaman á los otros anticristianos, demostrando ellos con sus hechos, que en realidad son ellos los malos ó los anticristianos, puesto que 242 LUZ Y UNIÓN siendo los enemigos de los que defienden la doctrina de Cristo, están declarados los detractores del verdadero cristianismo. Porque ¿qué cristiano es el que niega el saludo á otro porque comulgue en otro credo? Aun más; si demuestran con los hechos que son ios enemigos de la verdad evangélica, ¿cómo van á ser los discípulos de Cristo, cuando los verdaderos discípulos deben ir á la vanguardia de la falange del verdadero cristianismo? ¡Qué anomalía! ¡Qué desbarajuste! ¡Qué locura! ¡Llamarse discípulos de Cristo y Ministros de la palabra Divina los que ni siquiera saben ser cristianos con la simple expresión de la palabra! ¿Cómo van á ser discípulos de Cristo los enemigos de la verdad y de la moral evangélica, los que desplegan toda la injuria, los que lanzan la baba ponzoñosa contra los que no quieren someterse á sus presuntuosas imposiciones, cuando el verdadero cristiano debe demostrarlo con hechos de humildad, de perdón y de caridad para atraer á los que se rebelan contra sus ideas, como lo hizo y lo enseñó el Maestro? ¿Cómo van á ser discípulos de Cristo ni siquiera adeptos de la sublime doc- trina predicada por él, cuando sus hechos son precisamente la antítesis de los preceptos recomendados por él? ¡Oh error de los errores! ¡pretender hacer ver que es luz lo que son tinieblas! ¡pretender hacer creer que es verdad lo que es error! Pero, véase lo que sigue: «Ninguno puede servir á dos señores, porque tendrá aversión al uno y amor al otro; ó si se sujeta al primero, mirará con desdén al otro; no podéis, pues, servir á Dios y á las riquezas». (Mateo, cap. Vil, v. 24). También ese ejemplo presenta una perspectiva en que puede el lector sacar en consecuencia de qué lado cae la balanza de la justicia. Para eso ahí están las religiones que sirven de espejo para que por ellas se mire quien quiera y pueda comprender. Que se vea el desinterés de esos que se llaman discípulos de Cristo y repre- sentantes de Dios en la tierra, sino se les puede aplicar esas palabras: á ver á quien aman más, si á Dios ó á las riquezas. Sus hechos lo demuestran; porque es imposible amar á Dios y tratar de aca- parar los bienes terrenos; porque el amar, ó sea la ambición á los últimos, hacen atenuar y hasta desaparecer el amor á Dios. Y quien no ama á Dios no puede tampoco amar al prójimo. Y quien ambiciona los bienes terrenos, es enemigo de la verdad y mira con aversión las máximas sublimes del verdadero cristianismo. «Y así haced vosotros con los demás hombres todo lo que deseéis que hagan ellos con vosotros, porque ésta es la suma de la ley y de los profetas». (Mateo, cap. VII, V. 12). Que vean también los que miran con desprecio á los demás porque no piensan como ellos, si les gusta que los demás hagan lo mismo con ellos. Que vean si su conciencia está sin manchar por esa parte y si cumplen ese precepto como recomienda el Maestro. Que vean á ver si sus procedimientos se ajustan á lo que atañe la verdad REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 243 evangélica y pueden cantar victoria, demostrando en los hechos que pueden, mantenerse en su puesto como verdaderos discípulos de Jesucristo, como verda- deros cristianos, pero de lo contrario que canten la palinodia y se confiesen sus verdaderos enemigos, los detractores del verdadero cristianismo, puesto que con los hechos no demuestran otra cosa. Son, pues, verdaderos cristianos, los que no se enojan con nadie, aunque les hagan algún agravio; los que perdonan las que llaman ofensas; los que devuelven bien por mal, porque así lo desean para ellos también, ios que tratan de llevar á la práctica las máximas de la moral y del deber, para sí y para los demás. Pero los otros, los que se enojan, los que no perdonan, los rencorosos, los que solamente por no pensar como ellos buscan la manera de vengarse, esos son los verdaderos enemigos de Cristo y de sus discípulos; esos son enemigos de la verdad, porque son los defensores del error. Esos son enemigos de la luz, porque se solazan en vivir en las tinieblas del obscurantismo. Y para terminar este capítulo, citaremos sólo otro pasaje, á saber: «No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino sólo aquellos que hicieren la voluntad de mi Padre celestial; esos son los. que entrarán en el Reino de los cielos». (Mateo, cap. VII, v. 21). Faustino Isona. La redención de un ateo, por un pajarillo (ruiseñor) Por un ameno valle de este mundo una noche de alegre primavera, cruzaba silencioso su pradera este infeliz mortal meditahundo; al final de un declive muy profundo sentóme en una peña cabizbajo mirando con ardor de arriba á abajo, lugar tan delicioso y tan fecundo; una brisa suave y perfumada embriagaba á mi sér adormecido, y entre nubes de olores confundido quedó presa mi alma y extasiada. Esa reina de la noche, en tanto, gigante se levanta en su carrera, y luciendo su hermosa cabellera despeja de la tierra el negro manto. 244 LUZ Y UNIÓN En aquellos momentos se dilata mi vista y mirando en torno mío, de ese aliento benigno del rocío, se dejaba entrever su blanca plata, absorbiendo las flores brisa tan grata se levantan fragantes y atrevidas, y en sus pétalos quedan esculpidas brillantes perlas que el sol les arrebata. Entre tanto mi sér, sobrecogido, absorto del placer que le rodea, un algo indefinido que desea invade la región de mi sentido. En confuso pensar y comprimido trataba escudriñar tan bello arcano y un trino melodioso muy cercano, hirió expontáneamente mis oídos; siguiendo aquel momento de impresión, que tan grato silencio interrumpía, dediquéme á observar su melodía fijando en la avécilla mi atención. ¿Quién puede analizar dicha canción en medio de aquel valle silencioso perturbando el orden y el reposo de la ley que gravita en la creación? ¿Quién no llega á admirar tan dulce canto de un ave tan sutil y diminuto y su metal valiente repercuto á tan larga distancia con su canto? La Cándida avecilla que entre tanto de su música amena me veia, parecióme observar que me decía fijara mi atención, y por lo tanto, reuniendo en mi sentido la agudeza que requiere en tal caso la atención, empecé á traducir dicha canción y el débil pajarillo así se expresa: Despierta humano mortal de ese letargo indolente y fija en tu obtusa mente este certero ideal; te admiras de este metal de voz que á larga distancia, trama con arrogancia sus ecos atronadores. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 245 éstos son los ruiseñores átomos de la ignorancia. En tanto que el sér humano niega á Dios omnipotente, estas aves inocentes rinden culto al soberano; presintiendo el hondo arcano saludan al Hacedor y con un ferviente ardor vociferamos su nombre únicamente es el hombre el que niega á su Creador. A Dios le plugo dotaros de una vasta inteligencia y con vil indiferencia le pagáis dotes tan caros; sólo en ficción sois avaros faltando á vuestro deber y si alguno quiere ver y analizar el misterio, se hace odioso su criterio despreciando su saber. ¿Qué humano podrá leer en el espacio infinito y considerar un mito todo cuanto alcanza á ver? ¿será preciso creer en que una causa primera de una eternidad existiera, armonizando esta obra? admítelo sin zozobra como tesis verdadera. Fija toda tu atención en ese bello concierto y repasa el libro abierto que te enseña la creación; deja la vana ilusión de esta vida pasajera eleva tu yo á otra esfera que otro dia has de tocar y de seguro ocupar entre infinita carrera. ¿Quién es el hombre orgulloso que en su mentido saber un algo pudiera hacer de esos astros luminosos 246 LUZ Y UNIÓN foeos de luz silenciosos que en su órbita inmutable un orden invariable siguen en su evolución; esa ley de rotación tan hella como admirable. ¿Qué artista podrá pintar esa aurora matutina con su aureola divina vuelve el mundo á despertar, tornando el ave á cantar saludando al nuevo día volviendo á su lozania la yerta flor que en el prado su belleza ha sepultado toda una noche sombría? ¿Quién pudo dar á los mares el flujo continuado y ese blanco nacarado que en sus brumas estelares graban los rayos lunares con un vigor esplendente dando su luz transparente al cercano vegetal; ¿cómo á tanta majestad se hace el hombre indiferente? ¿Podrá el humano saber combinar los elementos y esos crespones violentos que en atronador tropel nuestro globo por doquier cruzan sembrando el terror despidiendo con furor esa potente lumbrera que á nuestra frente altanera le hace temblar de pavor? ¿Qué ha conseguido el ateo con ese pueril ejemplo sólo malgastar el tiempo en un loco devaneo; sin que su vano deseo inculque en la humanidad esa absurda ceguedad sin fundamento ni juicio, sólo ha causado perjuicio marchitando la verdad. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 247 Basta ya de observaciones inocente pajarillo que en tu lenguaje sencillo demuestras graves razones; una verdad me propones que constante seguiré y en pos de ese Dios iré que en este instante presiento y mirando al firmamento con voz humilde exclamé: Si por desgracia en mi infancia en la obscuridad cegué y alguna vez te negué fué causa de mi ignorancia; ahora digo con jactancia que existe un Dios verdadero, grande, sabio, justiciero, refractario á todo mal á quien debemos amar. como el ohjeto primero. Yo, por lo tanto. Dios mío, suplico desde este valle, te dignes oir los ayes que en este lugar sombrío te dirige un sér impío que dudando tu existencia ha manchado su conciencia con el lodo de este suelo; sólo me queda el consuelo de tu infinita clemencia. Francisco Ríos. Bogotá, Junio 25 de 1909. Sr. D. Jacinto Esteva Marata. Barcelona. Muy Sr. mío y correligionario: La separación de nuestro lado de la hermana Amalia Domingo Soler me impone la necesidad de escribir estas lineas—defi- uiente expresión del dolor cristalizado en mi corazón por el frío de la orfan- dad—para ponerlas bajo vuestra generosa protección; ellas van saturadas del perfume que exhala el sentimiento de un alma amante y agradecida. Dignaos, señor, agregarlas al acerbo formado de los que, como vos, saben sentir. 248 LUZ Y UNIÓN ¡jüí^flmHriTo souEmfiE! Imposible me es expresar con caracteres materiales la intensidad del dolor de que fui víctima en el momento en que los signos impresos llevaron á mi es- piritu, á través de mis pupilas enturbiadas por la densa nube que el dolor acu- mula, la infausta noticia que, cual aguda saeta, vino á clavarse con irresistible empuje en mi corazón, con el detalle de la desencarnación de nuestra nunca bien apreciada hermana Amalia Domingo Soler. La perplegidad producida por una especie de parálisis mental me acometió de tal manera, que llegué á dudar de la veracidad del contenido de las lineas que acababa de leer; anormalidad que no pude vencer hasta que lo acerbo del dolor hizo crisis en mi organismo psicofísico y fui saliendo por impulso de lenta reflexión del profundo anonadamiento en que el dolor me hundió, y ex- clamé; ¡Qué difícil es ser espiritista! La Venus del Pensamiento ha muerto para el mundo; la forma tangible de Amalia Domingo Soler ha descendido al polvo de donde salió, me dije contris- tado; y como movido por electricidad me incorporé, exclamando con enérgica convicción: ¡JURAMENTO SOLEMNE! Aquí, ante la mole inconmovible del dolor, juro esforzarme por seguir las huellas de este astro que ha llegado á su ocaso para surgir mañana radiante á reclamar el imperio de los mundos que por su amor le pertenecen; juro hacer el esfuerzo de poner por obra las enseñanzas que esta sacerdotisa nos legó, cuyo recuerdo conservo latente en mi corazón. Levantaré en él un monumento de gratitud á aquella atleta del pensamiento que supo conquistarse cúmulos de gloria reduciendo á polvo los argumentos, al parecer irrefutables, del teólogo Manterola, tenido como el más connotado de la época; á aquella anciana enfer- ma y achacosa que con las reverberaciones de su cerebro iluminó ia senda á infinidad de criaturas que se creían perdidas en este laberinto humano en que aún nos agitamos; á la vieja muy amada que hasta los setenta y tres años de edad hizo vibrar con su irreductible voluntad las fibras de su alma, para dise- minar las delicadezas del sentimiento, hijo de uu espíritu siempre joven, lo que prueba que el tiempo es impotente para extinguir la llama cuyo combustible es el amor; á esa criatura que nos ha deleitado con el constante arrullo de sus cantos, prescribiéndonos en ellos el procedimiento para arrancar de nuestros pechos, con mano firme, la zarza del orgullo y la soberbia, el odio y demás pasiones bajas que son la síntesis del «Amaos los unos á los otros»; á la memo- ria de esa mujer, repito, erigiré, en asocio de los correligionarios de mi patria que se hallan identificados conmigo en este natural sentimiento, el ARA consa- grada por la gratitud, á donde concurriremos á cada nuevo sol á renovar el ju- ramento de ser fieles observadores de la Doctrina que con incomparable denue- do propagó y practicó, y de no desmayar en el cumplimiento de las enseñan- zas que dejó esculpidas en ese gran poliedro de la literatura espiritista. Sírvanos de ejemplo elocuente la conducta de esta super-apóstol que murió en su ley, iluminada por los esplendores de la certidumbre, lejos de los fatidi- eos fantasmas de Roma que acechan el momento solemne de la muerte para violar cobardemente el santuario de la conciencia, con su piedad hipócrita. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 249 Solemne me parece el momento para llamar la atención de mis hermanos en creencias que lean estas líneas, para que aunados extraigamos de raíz la plan- ta venenosa de la indiferencia y consagremos una mínima parte siquiera de nuestro tiempo á propagar la regeneradora Doctrina de Kardee, que es la de Cristo, con el libro y el buen ejemplo; á enjugar las lágrimas á nuestros com- pañeros de viaje; á prodigar consuelos morales y materiales, hasta donde nues- tras capacidades y recursos lo permitan; en una palabra, á distribuir bondad entre todos los seres que nos rodean, pues ya lo dijo Miguel Vives: «Bueno es ser sabio; pero es mejor ser bueno». Empero si procedemos de otro modo, el paso de nuestra amada Amalia por la tierra no tendría más mérito que el de cualquier.ambicioso de gloria que sin plan determinado obedeciera á ia monomania de lanzar á los cuatro vientos las caprichosas utopias que engendrara su cerebro. ¡Amalia de mi alma! Nosotros no lloramos por tu material separación; si an- tes te sentías cohibida por la materia para venir hasta nosotros á brindarnos el ósculo de madre, hoy dispones de ilimitada libertad para acudir á nuestro lia- mamiento y prodigarnos las caricias del ángel. Congratulémonos. Juremos, repito una vez más, seguir sus huellas hasta escalar la cúspide donde moran LA VERDAD, LA VIRTUD, LA RAZÓN. Manuel J. López L. Pequeño resumen de las ideas heredadas de la ejemplar hermana Amalia Domingo Soler El hacerlas públicas es el testimonio de mi agradecimiento. Ojalá en mis sucesivas encar- naciones se me presente ocasión, no de recor- dar, sino de poderle demostrar mi gratitud, que será eterna. Del estudio de los trabajos literarios de la inolvidable hermana, se des- prende un problema á resolver de cada uno de por sí de los espiritistas; <]ue es estudiarse á sí mismo por medio de la moral espiritista, á fin de poder calcular, aunque no sea más que aproximadamente, el estado de gra- dación ó perfección en que se halla su espíritu. Para ello aprovechemos la oportunidad de cuando un semejante nuestro nos haga un agravio ó perjuicio, portándose mal con nosotros; en vez de devolvérselo imitando su mal proceder, procuraremos corresponderle haciéndole un beneficio moral ó material, devolviéndole bien por mal. Si de la lucha que produce la repugnancia propia de hacer un bien al que nos hace un mal, la resultante es que no queremos hacerle un. bien, és que no sabemos perdonar, y por consiguiente, estamos lejos, muy lejos 250 LUZ Y UNIÓN del camino de la perfección; mas, caso contrario, si la resultante es hacerle un bien, y á la par de hacerlo sentimos una viva satisfacción en nuestro fuero interno, es que sabemos perdonar, y que estamos de lleno en el camino de la deseada perfección, poseyendo una firme y hermosa educa- ción del yo pensante; objetivo primordial del Espiritismo, base de su subli- me moral. Base que ninguna religión puede rechazar, ni aún el ateo, en razón que si recibe un .agravio siente su yo pensante una mala impresión, y si recibe un beneficio siente una buena impresión de agradecimiento. Ahora bien, si esa base nadie puede rechazarla, es evidentemente lógico que cabe la gloria á los sabios espiritistas de haber levantado la punta del tupido velo que cubre la verdad espiritista, sus leyes, su justi- cia, la luz de ultratumba, su virtud, su belleza, su sublimidad, su honradez, su caridad, su amor y aprecio á sus semejantes. Amaos unos á los otros (1); circunstancias todas, que á no dudar, son características de la mano crea- dora; que estudiándolas, practicándolas en lo posible y haciéndonos bien cargo de las bellezas que cada una encierra, nos inclinará á creer, por la fuerza de la razón, que la sublime moral espirita es la llamada en su día á decirnos la última palabra rasgando de una vez para siempre el tupido velo, á fin que veamos clara y brillante la luz de la verdad. ¡Oh! Amalia querida, con cuanta razón te amamos; interpón tu vali- miento para que pronto, muy pronto llegue ese feliz momento para bien de la humanidad. Jo.sÉ Ferrer y Tous. Palma de Mallorca, Junio de 1909. Retratos de D.^ Amalia Domingo Soler Habiéndose alcanzado el número de 200 en que se había fijado la tirada de estos retratos, se ha encargado ya al renombrado artista D. Avelino Pastor el que deberá servir para hacer el fotograbado. Confiamos que á fines del corriente mes podremos servir los retratos que se nos han pedido á todos los que nos han mandado su importe. Kogamos á todos los que han pedido retratos sin acompañar los fondos ne- cosarios, los envien á la mayor brevedad posible á fin de que podamos efectuar el envío. Queda cerrada esta suscripción. (1) Fundamento de la justa protesta, que será eterna, de nuestros hermanos que murieron que- mados por la Inquisición, sin más delito que no pensar como sus verdugos. REVISTA ESPIRITISTyV KARUECÏANA 251 Los que deseen obtener estos retratos desde ahora en adelante podrán pe-^ dirlos á esta Administración acompañando 1'50 ptas. y les serán servidos á vuelta de correo, mientras no se hayan agotado los 50 ejemplares que á este fin se destinarán. LISTA DE LOS EJEMPLARES PEDIDOS Suma anterior. 103 Angela Amat, de ésta 1 Dolores Candela, de Jijona 3 Felicisimo López, de Brooklyn g 3 Lorenzo Alemany, de Valdepeñas 2 «El Espiritismo», de Buenos Aires .50 ^ Abelardo Asensi, de Alicante 3 Caridad Garcia, de Lucainena 1 Antonio Fernández, de id 1 Felix Bao . 1 Angel Saez, de Tánger 3 Francisco Puertas, de Canillas 1 Ernesto Pallás, de Gibraltar 1 Antonio Pérez, de Mazagán 2 Faustino Isona, de Cayey 16 Manuel Ruiz Flores, de Valladolid 1 José Diaz Fernández, de Jijón 3 Policarpo Barrieras, de Luceni 1 José Vega, de ésta 3 Juan Grau, de id 1 Francisco Diez, de Alcoy 4 «Fraternidad Humana», de Tarrasa ....... 14 Total 217 Revelación y Ciencia Todas las verdades proceden de Dios como de su primer principio y to- das se refunden en El.y con El se identifican. Dios es la verdad absoluta, es el foco luminoso del cual proceden los diversos rayos de luz que forman los distintos grupos, clases y familias de las verdades relativas. Las verda- des reveladas y las verdades adquiridas por el raciocinio llamadas naturales, reconocen un mismo origen, la verdad eterna y absoluta: Dios. Por las reve- laciones de los espíritus puros se desprende que se acerca Dios al hombre por la ciencia, se eleva en hombre á Dios. Son caminos diversos que parten de un mismo punto y conducen á un LUZ Y UNIÓN mismo término: de Dios Vienen, á Dios van. Luego las revelaciones de los ■seres y la ciencia se hermanan perfectamente y no puede haber entre ellas contradicción ni lucha por consiguiente. Las revelaciones y la naturaleza son dos grandiosos libros cuyo autor es uno mismo, Dios, y Dios constituye también el objeto de las enseñanzas que esas revelaciones teóricas y prác- ticas encierran. Los dos se prestan mutuamente ayuda y defensa y aún po- demos decir que para la buena inteligencia y comprensión de ellos se com- plementan el uno al otro. La ciencia sin las revelaciones, fácilmente se apar- ta del sendero de la verdad y naufraga y se hunde en el abismo del error. Así lo enseña la historia y lo confirma la experiencia. Las ciencias no fue- ron bastante poderosas para asegurar aquellas viejas sociedades sacándo- las del vicio y de la corrupción; vivían alejadas de las verdades divinas, ca- recían del auxilio de las revelaciones. Y la ciencia moderna cuando se aparta de las revelaciones de los espíritus científicos caminando sola fia- da en sus propias fuerzas, ¿qué otro fin tiene sino el de estrellarse contra una roca del racionalismo ó del materialismo para sumergirse después en el inmenso océano del ateísmo y de la incredulidad? Las revelaciones al mismo tiempo que robustecen la inteligencia y la brinda con la seguridad de sus principios, le descubre nuevos horizontes de luz, nuevos mundos de conocimientos y verdades; conocimientos y verdades que por sí sola no po- dían ni aun llegar á sospechar la limitada inteligencia humana. Hasta la idea de progreso es engrandecida y perfeccionada por la influencia de la doc- trina divina; Roma y Grecia perecieron no obstante las brillantes cualidades de hombres de Estado, las excelentes condiciones de sus ciudadanos y su ventajosa posición sobre el Mediterráneo y más que todo, no obstante, la ciencia de sus grandes maestros y filósofos. Y si el mundo, moderno, si el mundo redimido avanza en cultura, civilización y progreso, es porque brilla en él la antorcha esplendorosa de las revelaciones de los espíritus eleva- dos. Pero si la ciencia no puede marchar sola sin el auxilio de la revelación para evitar funestos errores y extravíos, también la revelación necesita de la ciencia como de auxiliar suyo, no para dar más fuerza intrínseca á sus verdades, no para añadir grado alguno de certeza absoluta á sus principios, pero sí para dar más extensión á sus enseñanzas y más importancia relativa á sus inconcusas doctrinas y principalmente para ponerla á salvo de los ataques que contra ella dirije la misma ciencia. Cierto que entre las revela- dones y la ciencia no puede haber oposición; sin embargo, ésta se empeña en divorciarse de aquélla considerándola como su enemiga y como la ré- mora de sus investigaciones y adelantos. ¿Acaso las ciencias experimenta- les, lo mismo que las ciencias abstractas, no se han conjurado en nuestros días contra la revelación negándole toda su importancia como verdad de Dios manifestada á los hombres en los fenómenos medianímicos? ¿No la censuran como saturada de errores y mentiras? De aquí, pues, la necesidad que de la ciencia tiene la revelación para que aquélla como humana, como gemela de ésta, oriunda de un mismo principio y de un mismo foco le preste su ayuda y luche á favor suyo en el terreno á donde ella no puede luchar. La autoridad de ésta es autoridad razonal y moral, pero no científica; ella in- dica y enseña el camino del progreso ó transformación del espíritu y ense- ña además el curso que sigue el espíritu en sus evoluciones progresivas hacia Dios. Ahora bien, ¿podía negarse la necesidad de los estudios cien- tíficos, de los estudios de las ciencias naturales, de los que se fundan en la REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 253 experiencia como la física y de los que descansan en los principios abstrae- tos como la metafísica, sin dejar la geografía y la historia? ¿Pudiera hacerse de las revelaciones una brillante defensa sin el auxilio de estas ciencias? ¿No habría que batirse en retirada y dejar el campo al triunfo del enemigo? ¿Cómo podría demostrarse la existencia de Dios, la posibilidad de la reve- lación, la necesidad de ésta y que efectivamnete las revelaciones son las palabras de los espíritus sino por la veracidad de sus palabras demostra- das al par por hechos contundentes llenos de lógica y basados en las cien- cias naturales? ¿Cómo convencer con sólo las revelaciones á un ateo, á un incrédulo materialista ó racionalista? Y ¿cómo salir del apuro cuando el enemigo ataca á la revelación valién- dose de algunas nociones dadas en revelación y extendida en la sociedad para su progreso? Y sin el auxilio de las ciencias naturales como física y me- tafísica, como digo, podrán sondearse con provecho algunas nociones dadas en revelación? Sabido es que bajo la corteza de las palabras que constituye el sentido literal se ocultan á veces abismos insondables de enseñanzas y verdades lógicas y morales y sociales abismos que hasta donde le es dado á la inte- ligencia humana debemos escudriñar y profundizar; no es bastante saber de memoria alguna revelación dada por un sér de ultratumba y repetirla como pudiera hacerlo un loro. Conformarse con solo este superficial conocimien- to de niño de escuela en quien tiene por su cargo obligación de sondearla, revela ó mucha presunción ó mucha pereza. Sabido es también que el sen- tido alegórico moral y analógico entrañan sublimes verdades, verdades que con toda claridad deben ser puestas para nuestra enseñanza y comprensión; mas ¿cómo hacer esto y sacar el mayor jugo, la mayor utilidad posible para nuestra inteligencia y para nuestro entendimiento sin el auxilio de otros conocimientos? No negaré que la asistencia, que la luz de los espíritus tras- pase, salvo en algún caso muy excepcional, su manera ordinaria de obrar y mucho menos debemos creer que ayude al perezoso é ilustre al presun- tuoso y que nada más porque se infunda y comunique á la inteligencia conocimientos científicos que ella no posee y que puede ó pudo haberlos adquirido con el trabajo y el estudio. Debemos pedir y esperar el auxilio de los espíritus elevados según el orden ordinario, mas no presumir que obre con nosotros de una manera milagrosa y extraordinaria cual ha obrado en algunos casos como en los comienzos de los primeros fenómenos psíquicos. Exigirlo así sería tentar y probar á los espíritus ó entidades de ultratumba; Dante y muchos otros aventajados genios penetraron con su luz intelec- tual y científica en las profundidades de las grandes minas de las revelado- nes y allí encontraron riquezas que les facilitaron los seres, tesoros de ver- dad y de belleza que ellos después en sus escritos presentaron al mundo para encomio y engrandecimiento de las mismas revelaciones. Quizás pue- da hacer esto y más todavía el que careciendo de las cualidades científicas é intelectuales de aquéllos, confíe solamente en la inspiración de los espí- ritus elevados, pero como dice el adagio: á Dios orando y con el mazo dan- do; Dios nos ayuda, es indudable, pero ¿no hemos de ayudar, digámoslo así, nosotros también á Dios poniendo algo de nuestra parte? De más saben los espiritistas que la obra de regeneración progresiva es de cada individuo con la existencia de las guías ayudadoras y seres protectores, así que la ayuda en la obra de la regeneración no tiende á otro objeto que cumplir 4 254 luz y unión con nuestro deber. Parece que pudiera tener aquí los aplicación la de talentos. En parábola fin, la preparación científica, la mayor abundancia de cono- cimientos contribuyen en gran manera para la mejor comprensión de la re- velación, para la más clara enseñanza y exposición de la misma y para de- tenderla también de los injustos ataques que la misma ciencia le La constancia el dirige. en estudio es el medio de adquirir conocimientos que nos fa- cilitan las revelaciones. • Jo.sÉ Valverde. Suscripción para recaudar fondos al objeto de erigir un Mausoleo en donde guardar los restos mortales de la insigne escritora espiritista D." Amalia Domingo Soler. Ptas. Suma anterior 715'55 Miguel Nicolau, de Palma 1 Alfonso Aznar, de id 1 Antonio Qarau, de id. . 5 B. Miguel Mayol, de id 5 Jaime Masas, de Palamós 2 M. Gubern, de id 1 José Rumban, de id 1 Pedro Català, de id 1 Antonio José de Barros de Sapé .... .... 1 C. S., de Jijona 2 D. M., de id 2 V. M., de id 1 A. F., de id 1 V. G. V., de id 1 D. C., de id. 2 Suman 740'55 Retirado de Pedro Meana (1) 2 Restan 738'35 Rosa Bertrán y Floris 1 '50 Elvira C. Bcuardi, de S. de Cuba 11'20 Miguel Sintes, de S. Luis 0'60 Antonio Pérez, de Mazagán 5 Joaquin Sinder, de ésta 5 Policarpo Barrieras, de Luceni 5 Francisco Silva, de Tomiño ■ . . 1 Antonio Fernández, de Lucainena 5 Félix Bao, de Vera 1 Juan Grau, de ésta . 2 Trinidad Esteva de Grau, de id 2 Joaquin Ibáñez, de Ceuta 5 César Bordoy, de id 5 Total 787'65 (1) Nos escribe Pedro Meana, de Gijón, diciéndonos sirvan que las 2 ptas. que entregó á pobre. para el mausoleo, para socorrer un REVISTA ESPIRITISTA KARÜECIANA Bibliografías Pruebas concluyentes de la existencia del alma. Evolución de la ciencia positiva hacia el Espiritismo, por D. Cosme Mariño.—Buenos Aires, 1909. Difícil es en los cortos límites de que dispone esta Revista dar un com- pleto y exacto juicio critico de la importancia de la obra cuyo titulo antecede. Se nos tachará de ligeros ¡quién lo duda!, pero con gusto acogemos este califi- cativo antes de que nos digan que por determinados motivos nos callamos como un muerto. Y vamos al grano. La obra del Sr. D. Cosme Mariño es un tratado didáctico y convincente de la existencia del espíritu dentro de los limites que caracterizan la personalidad humana, demostrando con perfecto conocimiento histórico la evolución de la ciencia positiva hacia el Espiritismo. Es decir, que en el libro del Sr. Mariño se estudia el grosero materialismo partiendo de la escuela positiva que Comte fundó en el siglo xix, para demostrarnos cómo la inteligencia al despertar se encontró con que era de todo punto imposible la negación de algo que escapa á la penetración humana, y que hay que admitir, si no se quiere que la razón y la ciencia se estrellen ante los fenómenos que se observan en la Psicologia experimental. Felicitamos, pues, á D. Cosme Mariño, por su importante libro, asi como á la «Confederación Espiritista Argentina», que ha costeado la edición. Lo que falta ahora, es que los modernos espiritualistas imiten la conducta que prácti- camente ha seguido el distinguido escritor y que se lancen á la ingrata palestra intelectual nuevos paladines que con su esfuerzo saquen del intenso amodorra- miento espiritual en que yacen la mayoría de los espiritistas. * -i-- ¿Qué es la Grafologia?, por F. Michel de Champourcin.—Barcelona. Es un folleto muy curioso, donde con precisión y suma claridad se exponen las principales leyes grafológicas, así como el significado de los signos genera- les de la escritura. Claro está que el folleto del Sr. de Champourcin no es ninguna obra com- pleta sobfe Grafologia, pero sí constituye un ensayo vibrante, sin eufemismos grises, sobre esta parte de la Antropología y Psiquiatría. Michel de Champourcin es de mentalidad pictórica y forma parte de esta nueva generación llena de entusiasmo y valentia, de esta juventud rica en glóbulos rojos, saturada de vigor intenso. Pero á pesar de haberse conquistado el literato filipino un nombre en las avanzadas intelectuales, le vemos desde hace tiempo retraído, sin duda, á causa de influencias perniciosas, que urge eliminar por modo rápido, violento. Su obra en preparación: Apu/ntes sobre Grafologia (Tratado completo de ense- fianza grafològica) anunciada desde 1902 y no dada á la publicidad todavía, confirma nuestro aserto. Recomendamos ¿Qué es la Grafologia? * * * El Secreto de la enseñanm laica, por í"'élix Sardá y Salvany, Pbro. El opúsculo del Sr. Sardá es un tremendo ataque á la libertad y al progreso. Está rematadamente mal escrito por una mano nerviosa é inquisitorial. ¡Nada, que á juicio del Sr. Sardá y demás cofrades, eso del laicismo es cosa del demonio, contrario á las leyes sociales, y da gérmenes á los conatos revolu- ■oionariosl... 256 LUZ Y UNIÓN Ecos y noticias Con gran tristeza y profunda pena participamos á nuestros encarnación del lectores eminente la des- cofrade francés M. Gastón Bmile Consejo general del Sena del Mery, Miembro del y Consejo de riódico El Eco de lo municipal París, y director del Maravilloso. pe- Las muchas simpatías que contaba, los juntamente profundos conocimientos con su carácter bondadoso queposeía^ y serio, le todos sus hermanos. granjearon las simpatías de A su distinguida familia y á la Eedacción de El Eco de lo Maravilloso envía- mos la expresión de nuestro dolor. * * * A consecuencia de tener que ausentarse de Tula Tam. quedará (Méjico) el Sr. suspendida ahora la Montes, por publicación de nuestro Confiamos querido Antorcha. que pronto reaparecerá colega con mayores bríos. * * * ¡Que los espiritistas estamos de día enhorabuena, no decirlo! se extiende hay más que cada el radio ¡Que del esplritualismo prueba de lo científico, tampoco! Buena que decimos es la constante labor efectuada la nuestros nos en creación herma- de por nuevos Centros. Según nos comunica nuestro apreciable amigo D. Ernesto en tar formó 1.° Pallás, Gibral- se en de Junio una Sociedad espirita que tomó «Efluvios el nombré de de Fraternización». El Centro se inauguró con gran brillantez el 25 del mismo tados á siendo invi- tan importante mes, acto los hermanos de la Sociedad «Luz de la de la misma ciudad, se obsequió á los Divinidad», concurrentes con un té rante las dos y pastas, y du- horas que duró la fiesta reinó la más cordial armonía. La comisión ejecutiva del nuevo Centro es la Presidente, espiritista Roberto siguiente: Raudell; Vicepresidente, José to Ernes- Pallás; Tesorero, Pallás; Higinio Secretario, Montegrifo. * * ' - El célebre Centro de Colonia «Deutsche do Spiritisten Verein», está con rapidez los organizan- gran preparativos para celebrar un nacional magno Congreso Inter- Espiritista en la hermosa ciudad de Vista Leipzig el próximo año.» la seriedad que caracteriza al mencionado Centro y la activa ganda que de nuestros ideales hacen propa- sus dicho socios, creemos que la celebración de Congreso será de gran importancia para los intereses del tualismo. moderno espiri- * Hemos recibido el primer número de la publicación italiana Scienm, revista Filosofía della mensual que estará destinada al estudio de la rimental. Espiritismo Psicología y Ciencia hermética. expe- Con mucho gusto aceptamos el cambio. * * * La cuestión del mausoleo á la inolvidable no es ni entre espiritistas, Amalia, alarde puede de ser, vanidad, ni homenaje á la deleznable materia, sino roso tributo amo- de corazones agradecidos, conmemoración de relevantes estímulo, emulación virtudes, para llegar á las altas cimas en que se cernía el ritu de la ilustre propagandista gran espi- y escritora. No saquemos las cosas de quicio, ni vayamos á incurrir, las por en intransigencias del fanatismo. puritanismo, El amor, que debiera ser la característica del deber de Espiritismo, nos impone él ser tolerantes, por lo menos. CARBONELL y ESTEÏA·-Edltores··'^°'·A?|f„VE\'b"N^^ Nuestras Fuerzas Mentales Itloflo (le emplearlas con provecho en el comercio, la industria, las artes, los oficios, en general en todos ios actos y situaciones de la vida y por Prentice Mulford Cuatro magníficos tomos encuadernados á la americana. . . . 40 pesetas BIBLIOTECA UNIVERSAL OBKAS$ PIIKLICAI1A8 ANIMISMO T ESFIBITISMO ALKJANUBO AK.8AIÍOF ^ liik Tliii di Wltrilinibii (La, Survic) ""^okÏígji âth Cada obra forma dos voluminosos tomos en 4." mayor, letra del 12, en tela, con elegantísimas tapas alegóricas, cada uno 7'50 ptas.—En rústica, 6 ptas. EL AETE DE MASNETIZAB por €H. LAFONTAIKB AL PAÍS SE LAS SOMBEAS por F. U'EISPFKAKCF 11 lipirltlimi j la Aaatpia por j. bobvéry Cada obra forma un voluminoso tomo en 4." mayor, letra del 12, en tela, 6 con elegantísimas tapas alegóricas, cada una 7*50 ptas. —En rústica, ptas. |]STA Revista se ocupa de todos los asuntos que se relacionan con el Espiritismo; para ello cuenta, además de su cuerpo de Redacción, con la asidua colaboración de espiritistas de gran valía y con la protección de sus guias espirituales. Ve la luz, en cuadernos mensuales de 36 páginas, cubiertas inclusive, del 20 al 25 de cada mes y regala á sus suscriptores al efectuar el pago del abono, una obra espiritista cuyo valor no baja de 2 pesetas. PRECIO DE SUSORIPCIÓN \ España 1 Por ano. pesetas nn . i Extranjero 12 >> Número suelto 0'50 » CPAGO ADELANTADO) Los Sres. suscriptores al efectuar el pago de su abono se les pue> ga añadan 0'50 pesetas para el franqueo y certiñcado de la s obra de regalo, de lo contrario tendrán que mandar recogerla en la ad- . i 1 ministración, y los que la deseen encuadernada deberán remitir I una peseta más. ^ii INSTRUCCIONES Los Sres. suscriptores de España pueden efectuar sus abonos en se- líos ^correos, sobres monederos ó billetes de Banco, siempre en carta ceM^ada. Los del Extranjero en letras de fácil cobro, billetes de Banco de sus respectivos países cuyo valor les será abonado al cambio que obtengan el día de su recibo. En los países en que tenemos corresponsales administrativos pueden efectuarse los pagos directamente á ellos dando conocimiento á esta Ad- ministración. Los giros á nombre del Administrador. La correspondencia á la REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Calle Cañón, 9, 1."—Barcelona (Gracia) Diríjase toda la correspondencia á la Rambla de Cataluña, 118 Obra de regalo para el presente año: La Verdad frente á frente del error, por Faustino Isona. Un tomo en 4.° de 240 páginas, en buen papel y esmerada impresión. Inu). de Carbonell y Esteva, Rambla de Cataluña, 118,—Barcelona DIRECTO! REPACTOR:ilEf; OCTUBRE DE 1909 SSVMAJBIO: Carta de D. Rogelio Fernández Güell.—Psicología transcendental, por D. Alberto Brenes.—Aviación, por Huelbes Temprado.—A la humanidad en ge- neral, por D. Francisco Ríos.—Lista de suscripción.—La Fotografía Espirita, por don V. G. Ruy Pérez.—William T. Stead, por Febo de Limosin.—Estudiemos, por D. Be- nito Rodríguez.—Un pensamiento, por D. Julio Muñoz.—Alian Kardec, por D. Rafael Gutiérrez Inz.—Lista de suscripción.—En comunicación con los muertos, por D. F. Farreras.—El Calvario de la vida, por D. Francisco Ríos.—A la memoria de Amalia Domingo Soler, por D.^ Graciela Arias.—Comunicaciones.—Bibliografía. — Ecos y noticias. Corresponsales Administrativos Méjico.—José Salvadores, apartado 4024, D. F., particular, MEJICO.—Evaristo Ba- rrienios. Administrador del Panteón de QRIZABA (Veracruz). rnerto-Rico, —Faustino Ysona, CAYEY.—Francisco I. Arjona, Bertoly,. 4 altos, PONCE. Cuba.—Adolfo García, Real, lo, MANZANILLO —Delfín Roig y Rosell, Habana baja, 26 SANTIAGO DE CUBA.—Eulogio Infiesta, calle Cuba, 34, HABANA—Faustino Serio, Calle de Cuba, 27, HOLGUÍN —Luís G. Domínguez, Calle Tacón, 91, CIENFUEGOS.—Arman- doj. Raggi, Apartado 17, CAIBARIEN.—D.^ Rosalía Cabrera de Pérez, (Gibara), BANES. Filipina».—José León, apartado 130, MANILA. República «le Colombia.—Petronila Hoyos, MEDELLÍN—Manuel J. López L., Pasaje Hernán Cortés, O, BOGOTÁ. República «leí ISalva«lor (C. A.)—Luciano Ceiíedella, Dior de «La Nueva Luz», SANTA ANA. Kepública Argentina.—B. Ballesteros, Sociedad Espiritista «Saenz Cortés», PEHUAJO. —Genaro Ragno, calle Crucero, 1166, BOCA (Buenos Aires).—Pedro Iraola, NE- COCHEA.—Manuel Torres, SANTA FE.—D. Nicolás Salinas, «Centro Armonía», Calle Thompson, 468, BAHÍA BLANCA. República «leCo»ta Rica.— Pedro Pérez Molina, S. JOSÉ DE COSTA RICA Itrasil.—Agrippino Gómez Yeado, Rua Municipal, n.° 3, CIDADE DO MÜRIAHE (Estado de Minas-Geraes).—Joao Diogo Sá Barretto, advogado, CIUDADE DA CONQUISTA (Estado de Bahía).—Edia de Moarés Cardoso, San Francisco Ha- vrer, 132, RÍO DE JANEIRO. República Uominicana.—Aurelio León, SAN FRANCISCO DE MACORIS. República «le Kicaragna.—Isidro de J. Olivares, 5 calle-Norte, 102, MANAGUA República «leí Fcna«tor.—Antonio Sat'adi, Apartado n.° 464, GUAYAQUIL. Gribraltar.—D. Manuel Olivares, Muelle Comercial. CORRESPONDENCIA $$re». Snscriptore» qne han satisfecho la snscripci«in «le lh08 M. A.—Urupan (México) — F. H. - Uleila del Campo Sres. 8nscriptores qne han satisfecho la snscripci«in «le 1909 P. Y.—Necochea(B. Aire.-) J. M R —Cádiz M R. C. — Haedo (Id.) N. S —Bahía G.—Caidenete(Cuenca) Blanca D. R.—Pontevedra A. C.—Ferrol (Coruña) E. M P.—V.^ de la Sierra J. L. -Manila F. S —Holguín (Cuba) P H.—Medellín (R.^deC ) F. H.-Uleila del R. r. — Orán (Argelia) M. Campo R.—Leziñan (Francia) V. F. J. M. A.—Elda (Alicante) B.—Cortegana A. L. (H.®) —S. Franc." de Maris A. L.— Linares (Jaén) íAlcanzn al 5 de Octubre de lft09V La Administración. NUM. 10 Baltimore 11 de Mayo de 1909. Sr. D. Jacinto Esteva Marata. Barcelona. Mi qnerido amigo: Acabo de recibir del Ledo. Brenes la carta y las fotografías qne le adjunto. En verdad, todo cuanto sucede en Costa Rica es maravilloso, y me admira que los grandes centros de investigaciones psíquicas que pierden el tiempo en inútiles controversias, no concedan importancia á hechos que, de ser ciertos, inclinarían de un solo golpe la balanza en favor de los que sostenemos la teo- ría espirita. Yo no soy testigo presencial de los referidos hechos; pero salgo garante de la veracidad de las personas que han participado de ellos. Todas me son íntimamente conocidas, y puedo afirmarle que lo más granado de la clase intelectual de la República compone el Círculo «Franklin» en el que se desarrollan los sucesos relatados. Las cuatro fotografías que le adjunto, me agradaría verlas reproducidas en el periódico con toda fidelidad. Le ruego que me envíe unos cuantos ejemplares en papel sati- nado, si ello no le es oneroso. Quizás le dé en breve una sorpresa... abrazándole en persona en esa inolvidable casa editorial. Para Durán mis fraternales expresiones y, poniéndome á los pies de su señora, mande á este su amigo que le estima y quiere muy de veras, Rogelio Fernández Güell. Psicología transcendental San José de Costa Rica 24 i\.bril de 1909. Estados Unidos de América. Sr. D. Rogelio Fernández Güell. Por fin, después de serias dificultades é infructuosas tentativas, hemos alcanzado uno de los objetos que con 290 LUZ Y UNIÓN Mary en medio; Ofelia á la izquierda; Sr. Echandi á la derecha mayor empeño obtener perseguíamos en nuestros fotografías espiritas buenas experimentos: en Débese el condiciones. éxito favorable, en particular, á los esfuerzos REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 291 A la derecha la niña Berta Corrales se está cubriendo la cara para defender la vista de la vivísima iuz del magnesio •de los laboriosos é inteligentes artistas Sres. Enrique Echandi j José Manuel Caballero. En la noche del 7 del actual, habiéndonos reunido en 292 LUZ Y UNIÓN el Círculo las personas nombradas, D. Ramón Aguilar, Director de la Escuela Superior de Varones de esta ciudad; D. Roberto Brenes Mesen, actual Subsecretario del Minis- Mary en el centro del Grupo; la medium detrás; Sr. Echandi á la izquierda; Sr. Aguilar á la derecha. Los niños que aparecen son hermanos de Ofelia REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 293 terio de Instrucción Pública, y el que esto escribe, procedi- mos á las diligencias preliminares relativas á la disposición del aparato fotográfico, del magnesio, á cuya luz debía En esta posición la medium tiene en la mano izquierda un cocuyo ó luciér- cuya luz sirve para enfocar el aparato fotográfico en la obscuridad naga, 294 LUZ Y UNIÓN verificarse la prueba, al cierre sello precauciones y de del caso. puertas y demás^ A poco de obscurecerse la de se quien sala, tanto be tratado presentó Mary Browii,^ en del fin otras que nos proponíamos, ocasiones, é accedió impuesta tomara de se buen retrato. grado á su que Obtuviéronse cuatro copia. En todo el fotografías, de tos de tiempo que que duró la acompaño hora, zación, sin próximamente,—mantuvooperación—tres cuar- Mary su grande esfuerzo. materiali- Tan reales son las formas su verdadera naturaleza. obtenidas, que nada revela Pero los que otras veces hemos notamos visto á la que la fisonomía aparecida, se marca en que se descubren que los retratos en difiere de la pronunciados y rasgos del comúnmente tipo que indostánico, al tipo presenta, que se acerca de más europeo y es Hasta ahora mejor aspecto. Cuando ignoramos la causa de esa se haya reunido suficiente particularidad. fías número de en que figuren las de todas fotogra acostumbran las manifestarse personalidades que en el litográficamente Centro, se para formar album reproducirán un todos los en datos documentos que consten y autenticidad necesarios de establecer la su contenido. para que tales bien obras Porque son de comprendemos suma del moderno importancia espiritualismo, para la difusión influir en el cuyas enseñanzas adelanto tanto deben moral de las futuras generaciones. (De La Vo.? Alberto de La Brenes. Vei'dad, n.° 77). No solamente nuestro colega La Vos de La Verdad ha las copiamos, sino publicado que la revista fotografías de Madrid que Lo MaramLLoso y la de Sciences París AnnaLes de- Psrjchíques las han reproducido, mostrándose ambas dad y grandiosidad del participes de la verici - fenómeno. Otras revistas americanas como EL ScgLo Espirita, de Méjico de nos Aires, han y tomado Constancia, Bue- cartas en el asunto y se cree en Corrales que breve la medium á Ofeli.a venga Europa, pues el fenómeno revista trascendental de la Redacción). importancia.—(TVoía- REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 295 Aviación Dice un antiguo refrán que «nobleza obliga»; los espiri- tistas, sin orgullo, pero sin falsa modestia, sabemos la no- bleza de nuestra doctrina, estamos por ella obligados á in- teresarnos en todo adelanto. El Progreso Humano nos debe muchas Verdades y á él debemos nosotros no poco agrade- cimiento; hace dos siglos nos hubieran achicharrado con toila ceremonia... Por lo cual debemos parar mientes en un notabilísimo adelanto que, nunca con mayor razón puede decirse, está en el ambiente moral y físico del día: la conquista del aire. Recuérdese el salto enorme que la Civilización diera cuando conquistamos las aguas: ríos y mares, antes infran- queable barrera para nuestros deseos y necesidades, con- vertíanse en cómodo y fácil camino, llegando á ofrecernos el un mundo espléndido donde se creía existir sólo Báratro, el derrumbadero de los Océanos. Hoy la navegación, y, no obstante, cuanto ha progresado también la locomoción te- mundial. rrestre, abarca la inmensa mayoría del comercio Gracias á ella, la vida es más barata y más cómoda; las razas diversas del Planeta se conocen y empiezan á amar- se; la vida, en una palabra, ha mejorado en un quinientos por ciento. Un solo detalle puede probarlo: las primeras calcetas de algodón costarón tres mil pesetas á una reina inglesa; hoy cualquier desdichada puede otorgarse ese lujo por veinticinco céntimos. Y más importante, más transcendental que la navega- ción sobre las olas, es la navegación sobre los vientos: no son dos limitados territorios costeros los que sé conquistan, sino todo el Planeta, desde las selvas africanas á los cas- quetes polares; es la toma de posesión definitiva de la su- perficie terrestre, lograda por la inteligencia del más débil de sus habitantes. Una vez más se ha cumplido la Ley de Vida que nosotros preconizamos; para la Inteligencia y la Voluntad no existen barreras, ni de hielo ni de fuego; mens agitat moles, el Espíritu domina á la Materia. 296 luz y unión Y ese dominio, esa posesión que logramos sobre habitación nuestra temporal, no se reduce á los nuevos descubrí- mientes; en lo conocido y habitado de antiguo es donde de ha ser más fecundo. Los hombres se han desde los orígenes de la Civilización aplicado á ponerse mutuamente sas y lazos: de ambos lados de cortapi- una de ambas beras montaña, ri- de un arroyo, á veces sencillamente á ambos lados de una alambrada, los habitantes son extraños, cuando no enemigos; son las que se llaman fronteras. Otras un múrete, veces, un seto, marean la propiedad absoluta de un zo de territorio; de afuera el peda- pueblo, la sociedad; de aden- tro el egoísmo, el amo. Desde hoy esas fronteras resultarán las saltará ridiculas, se pues salta que como quien un surco; esos cerramien- tos, las murallas erizadas de cañones, los mismos soberbios acorazados, juguetes de niño serán á la merced del más aviador modesto. Y sin fronteras, las Aduanas mueren las Econó- micas y de la Leyes Producción, de la Circulación y del Consumo renacen: ya no será delito una caja de cerillas sin sellos precintos... y Sin cercas, sin setos las infranqueables, los latifundios, enormes campiñas dedicadas á correr liebres ó á criar reses bravas, no cortarán, no mancharán nuestras Si Andalucía sustenta hoy dos vegas. millones de habitantes cien mil toros, mañana alimentará y diez millones de nas y un millón de perso- bueyes. La organización social cambia por á los completo. Cierto principios se intentará que destinar los vehículos á aéreos la guerra, pero esa es preocupación del momento; tan fe- roz resultaría la guerra en el aire, que morirá por ellos en vez de utilizarles. Este siglo que iniciamos marca, dental pues, una era transcen- para el Progreso: volar es vivir más y mejor. Yole- mos hoy nosotros con el cuerpo, con los medios mecánicos, que en el puramente siglo xxi volarán nuestros nietos sin necesidad de aeroplanos. Huelbes Temprado. REVISTA ESPIRITISTA KAHI ECIANA 303 Cansado este filósofo de oir irónicas exclamaciones sobre sus obras, y convencidísimo de que el público no le entendía, dijo: «—Vosotros no tenéis bastante seso para comprender lo que yo escribo, porque sois unos grandes burros: además, la opinión pública me importa un comino; jescribo para mí mismo!» Y este ilustre escritor, la última gran figura literaria de la Edad Victoria- na, émulo de Tennyson, Carlyle, Fitzgerald, Rosseti y Swinburne, después de reirse de la humanidad, se rió de los gusanos, pues en su testamento dejó una cláusula que decía que su cuerpo fuera reducido á cenizas... Hago punto final dirigiendo á Willam T. Stead un caluroso saludo por su nueva orientación, y lo que urge es que siga adelante y no tema los ataques injustos y las risas de los espíritus obtusos, que son la gangrena pestilente que corroe las entrañas de la humanidad. Febo de L imosin. Estudiemos Cuando las condiciones de la vida planetaria han permitido que espíritus tran- quilos y bondadosos pudieran adaptarse á las contingencias materiales por vía de prueba ó misión especial humanitaria, comenzaron á establecerse los lazos de intercomunicación alternativamente con las esferas que desde la Tierra se con- sideran celestes. Entonces, desde los valles frondosos; desde las montañas vol- canicas trepidantes; desde las playas tranquilas, y desde las costas borrascosas, podían ocuparse los pensadores inconscientes del estudio inmediato y directo de la Naturaleza, mediante observaciones continuas y prolongadas, llegando á descubrir ciertas relaciones cósmicas de los Astros entre sí, influyendo podero- sámente sobre la vida terrena. Estos principios astrológicos establecieron los fundamentos de la ciencia universal, predicha también por los filósofos posteriores que vislumbraron la re- gulación numérica de las leyes naturales. Efectivamente, todo el Universo está sometido á una ley compensadora de la suma y de la resta, por lo que se producen todos los fenómenos dentro de un orden regulador y perfecto, de precisión y progresión aritmética, partiendo del punto ó de la unidad convencional hipotética, y lo mismo en el cálculo de situa- ción y substitución de cantidad, que en la dirección y superposición de las líneas, se llega por deducciones lógicas á la suprema idealidad de que hemos partido, admitiendo como resultado, las fórmulas físicas, químicas, orgánicas, vitales y astronómicas, y por inducción racional hemos podido llegar al Sér Absoluto, causa de la actividad infinita, y por deducciones lógicas también, hemos llegado á concentrar en el sér humano terrestre, el cosmos universal. 304 LUZ Y UNIÓN ( Ahora veamos cómo esta sintética manifestación de la vida planetaria, repre- senta infinitesimalmente la actividad esencial de la esencia única y cómo se ma- nifiesta con relación á su desarrollo esencial la vida psicofísica, que categórica- mente le corresponde en la universal manifestación de la vida infinita. Dijimos en otra ocasión, que para probar la difusión de la materia, la propa- gación de la fuerza y la potencialidad de la esencia activa de los seres animados, procederíamos por abstracción mental á eliminar el concurso de los infinitos seres que pueblan el Universo. Refiriendo todos los fenómenos de la energía, de la actividad y del movimiento á un solo sér, habitante único de las infinitas esferas del Universo, este solo sér lo llenaría todo de actividad, de vida y de movi- miento, resultado de su virtualidad potencial activa; en este caso, las fuerzas dinámicas de que nos ocupamos no existirían ó no tendrían razón de ser; la vida misma, en una pasividad indefinible, sin acción manifestativa en las actividades recíprocas, carecería de objeto y de finalidad. Con este sencillo razonamiento de sentido común se prueba, que todas las fuerzas proceden de la actividad substancial y se generan por el choque de las influenciaciones activas de los seres, oponiéndose unas á otras y dando por resultado fuerzas superiores por desintegración de los elementos constitutivos de los seres, actuando cada uno, en la esfera propia y respectiva que le corres- ponde á su actividad esencial. No hay partícula, átomo, célula, cuerpo ni organismo, que pueda actuar, ni siquiera existir independientemente, fuera de la esfera de acción é influencia- ción de la actividad vital. Por esto hemos afirmado que la vida en todas sus formas, condicionalidades y estados, es solidaria en el Universo, correspon- diendo en sus infinitos modos á la absoluta é infinita manifestación del sér único y total, porque de la totalización de las actividades esenciales que caracterizan la vida universal, se completan en cada instante en radiación activa del foco infinito de la vida en el Universo. Reduzcamos todavía más la observación com- parativa de la vida universal, al núcleo elemental en que distingamos al germen de una existencia vital. Si no existiera más que este elemento germinador, animado por la actividad esencial infinita, sería semejante á la causa creadora, y quedaría anulada la vir- tualidad vltalizadora del Sér Absoluto en la vida universal infinita. De esta idealización más positiva y demostrable que los hechos que hieren nuestros sentidos, se deduce que, á una causa de infinita virtualidad creadora, corresponden infinitos modos de creación en cada instante inapreciables, porque la acción continua sin limitaciones de tiempo ni de espacio, es el sér manifes- tándose, y todos los seres son reflejo de la manifestación infinita. Por consiguiente, en filosofía y en ciencia, no puede haber dualismos limita- tivos y contradictorios, ni en el sér absoluto, ni en los demás seres, ni en las fuerzas generadoras por la actividad vital, manifestación de cada una y de todas las actividades esenciales emanadas de la causa única. Necesitábamos de estas concisas é irrefutables razones para establecer bajo el principio absoluto de unidad substancial, la naturaleza de cada uno de los seres, que desde las agitadas y luminosas constelaciones atómicas de la subs- tancia etérea incoercible é imponderable, se destacan para producir átomos REVISTA ESPIRITISTA KARÜECIANA 305 animados, que en series indefinidas, de formas activas y vitales, llegan á unirse y á conglomerarse, con los elementos constitutivos de los gérmenes específicos en cada mundo y en sus esferas de actividad correspondiente. Sobre estos ciclos que tanto se ha teorizado y actualmente se interpretan científicamente, nos ocuparemos más detenidamente. Ahora para empezar el estudio del microcosmos orgánico en la Tierra, con su carácter angélico en las esferas animadas por la actividad inteligente, debemos comenzar por estudiar el germen generado y generador de esta fase de la existencia individual. Sin este estudio preliminar de las fuerzas anteriores y activas que concurren á un fenó- meno tan natural en ciencia universal, como extraordinario y misterioso para la observación directa de ios sentidos corporales, nos encontraríamos con la opo- sición de todas las escuelas formulistas y dogmáticas, que admiten el casuismo de las fuerzas, ó la erética intervención de la gracia Divina. También los mismos filósofos espiritistas-racionalistas nos objetarían sobre la distinta naturaleza del sér en sí mismo y en su forma activa de manifestarse diferenciando la existencia de la' manera de existir, que es la forma externa de la actividad que se atribuye á la esencia activa del Sér Absoluto, y por consi- guíente, de los seres que de él emanan. Todavía tenemos que anticiparnos á otra objeción muy importante y de gran peso, por ser tradición de antiguas creencias, respecto á la fusión de los seres físicos, elementales y astrales, para completar el sér humano; como esta forma cabalística y esta concepción mitológica se ha transmitido y ha inspirado el Ocultismo Pagano y el Dogmatismo de las Religiones positivas, no es extraño que las filosofías espiritualistas en sus diferentes escuelas, admitan y desarrollen en lo divino y en lo humano, la consubstancialidad Trina, entre lo humano y lo divino. Nosotros también vamos á admitir provisionalmente, mientras resolvemos la incógnita del hecho causal de la vida, tres fuerzas concurrentes al desarrollo de la existencia individualizada; fuerzas físicas, orgánicas y vitales, que provienen del exterior y se unen, ó se funden para delinear y desenvolver las formas vita- les específicas de los seres. Pero como sabemos que estas fuerzas como todas, se modifican y se trans- forman, se suceden y se substituyen de sér á sér, resulta que no son ellas, sino la causa esencial animadora lo que produce y promueve la vida, estando por con- siguiente, subordinadas á una fuerza vital producida como hemos dicho, por la actividad esencial .solidaria de los seres y de los mundos entre sí, de donde se deduce, que la energía causal, la encontramos en la Naturaleza psíquica de los seres, que por ser individual, no se confunde con los demás, pero al exteriori- zarse produce y participa de la actividad vital; por consiguiente, la forma de la vida como fuerza animada, es la manifestación de la vida colectiva y solidaria de un mundo y es la fuerza con que se establece la vida de relación con otros mundos para que la expresión de la actividad inteligente produzca todos los fenómenos físicos, orgánicos, vitales y anímicos y sucesivamente se desarrollen en las partes y en el todo. Ahora se comprenderá mejor la necesidad que hay de' aunar las fuerzas y su multiplicación por la unión de voluntades que formando un solo sér colectivo. 306 LUZ Y UNIÓN sólo esfuerzo volitivo, también puedan producirse movimientos y trans- por un formaciones extraordinarias y extensas en el orden psicofísico, que comprende todos los estados y formas categóricas de la vida particular solidaria en su pro- pió organismo y en la vida superior de los organismos Astrales del Universo. Antes de comenzar el estudio del organismo humano, receptor y productor de esa fuerza magna, al servicio del propulsor inteligente, debemos denominar voluntad á la expresión del deseo y manifestación del sentimiento, como estí- mulo de nuestra propia esencia divina, tendiendo al infinito de donde procede, crea- y obedeciendo á la atracción amorosa de los seres superiores, única ley dora de la vida interior y manifestativa de todos ios seres y de todas las en la agrupaciones que participan de la convivencia de lo Absoluto Creador, expresión de la vida, que es la manifestación activa de la esencia infinita. nuestro Bajo este influjo amoroso que la ley justísima nos impone para propio bien, ha de dirigirse el influjo que particularmente podamos disponer, para pro- nuestro cri- ducir el bien y desarrollar la vida en todos los seres. Este ha de ser de terio filosófico, científico y moral, al relevar la fuerza magnética que pode- conveniente su mos disponer los procedimientos para que resulte eficaz y y manejo y aplicación consciente. Para utilizar las fuerzas concentradas y expansivas, es preciso evitar los pe- ligros, y esto se consigue conociendo los efectos y su aplicación «restingida y moderada», porque como la fuerza magnética puede perjudicar por más ó por menos al organismo fisiológico y al sensorio íntimo de la conciencia, se debe de conocer el funcionamiento de estos órganos para poder apreciar la actividad de esta- la fuerza modificadora entre el magnetizador y el magnetizado, si se ha inte- blecer el verdadero equilibrio de las fuerzas fisiológicas y la identificación lectual que á la acción unísona del pensamiento recíproco corresponde. Benito Rodríguez. (Continuará) Un pensamiento La Naturaleza, el Espiritismo, las Ciencias y los hombres estamos de luto. La muerte irreparable de la gran escritora española Amalia Do- mingo Soler ha causado una sensación inmensa. co- Postrémonos ante su tumba de siemprevivas, y á través del espacio muniquémosle nuestro triste sentimiento. Julio Muñoz. Papa.yán, Agosto de 1909. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 313 El Calvario de la vida Fija el humano su vida empezamos á escalar en un pasar venturoso las gradas del precipicio. todos ansiando el reposo Es un período en el cual y una posición lucida; sufre el sér materialmente, alguna causa hay debida porque en edad adolescente que á este fin se va negando, no hay sufrimiento moral; yo el misterio examinando aquí empieza nuestro mal, me pregunto sin cesar, el desacierto y locura, si venimos á gozar en esta edad prematura ¿por qué nacemos llorando? se juega nuestra existencia Es más justo y de esperar y, como no hay experiencia, que al salir de un calabozo la perdición es segura. el preso cante gozoso, De aquí resulta el enlace y no le dé por llorar; de nuestra unión conyugal me da mucho en que pensar única ley natural, el modo de aparecer, que á la humanidad le place; esto á mi pobre entender y ya sentada esta base es un misterio profundo, nadie escapa al sufrimiento, pues no viene un sér al mundo éste es el primer contento que no dé un grito al nacer. que termina en padecer, Después veo que la infancia sustituyendo al placer nuestro quehacer es llorar, los dolores del tormento. unos por amamantar, Si son dos almas prudentes otros, de empacho ó jactancia; sufridas y algo morales, á pesar de la constancia no serán tantos los males que nuestra madre utiliza, ni el martirio tan frecuente; tenemos que andar deprisa pero debe haber latente para vencer la niñez, un algo en sus corazones si no damos al través que el uno al otro se impone en manos de una nodriza. deberes á su capricho La juventud es distraída y por eso dejo dicho, pero tiene el su quebranto que sufrir se sobrepone. por mas que se olvida el llanto, Esto es lo más floreciente es harto comprometida; que podemos encontrar, aquí empieza ya la vida ya acabo de demostrar con sus pasiones y vicios que sean dos seres prudentes; sin mirar en los perjuicios pero hay que tener presente que nos puede ocasionar que de esto poco se halla LUZ Y UNION idea falla, con sobrado arrobamiento; y si mi no mal digo, ya no tienen un momento los demás, si no enemigos de consuelo en esta vida, son reñidos el alma dolorida . siempre en continua batalla. pues se agita desesperada, Si no llegan á adquirir viendo á su familia amada el fruto de sus amores, en la miseria sumida. son agudos sus dolores Si de la opulencia y les fastidia el vivir; gozan entonces suelen decir de los bienes materiales, consagran sus ideales con desconsolado insomnio, á la ciencia; desgraciado patrimonio explotadora existencia nos espera en este suelo, sólo fijan su consuelo en el lucro y el botín; los hijos son el y en esa avaricia ruin y la paz del matrimonio. les devora la ilusión, Si gozan del beneficio porque la vana ambición de las leyes naturales, no toca nunca su fin. ya son otros ideales los que forma nuestro juicio; Si es rey de alguna potencia ya exige otro sacrificio última escala social, un hecho evidencial el juego de nuestra vida; es sus con frecuencia; ya la pereza se olvida disgustos á más de esta coincidencia, y el trabajo es permanente, fecundo por el exigir latente su pensamiento ' de una familia querida. con un afán iracundo su De aquí el tormento constante fija todo placer ser en el doméstico hogar en cómo pudiera soberano de este mundo. si se llega á procrear familia abundante; En fin, alerta mundanos, una es un bullicio alarmante, variemos de sistema el sufrimiento es el lema insufrible y proceloso, que un manicomio furioso de todo el género humano; tenaz, dejemos los sueños vanos de persistencia mentida donde no reina la paz de nuestra ilusión ni en las horas del reñida reposo. y nuestra marcha en continuo motín, Si unido á este sufrimiento siempre en este verso doy fin les persigue la pobreza, y hace al calvario de la vida. aquí el dolor presa Francisco Ríos. Velez-Málaga. nunca promover Mujer, la prudencia debe ser tu égida en la discordia; que debes. te adornó Naturaleza, tu Si sabes emplear á tiempo las bellas dotes con que marido será tuyo, y uno y otro podréis ser de Dios. revista espiritista kardeciana 315 A la memoria de Amalia Domingo Soler Amalia; has volado hacia las regiones de lo inconmensurable é intangi- ble, dejando en los corazones de los que te amábamos gran tristeza y pro- funda pena. Has desaparecido de este planeta dejando á tus hermanos des- consolados; mas no tenemos más remedio que tener fe en lo Absoluto, porque la ley se ha cumplido. Dejémonos de romanticismos que á nada conducen, y así como propa- gabas el bien con tus bellos escritos aquí en la tierra, creemos nos ilumi- narás desde el Espacio para que Vayamos por la senda de la verdad y podamos aspirar á la suprema felicidad. Graciela Arias. República Dominicana. Comunicaciones ESTUDIAD Mis amados hermanos, mis queridos pequeños, porque así sois en realidad den- tro de esa cárcel estrecha y pesada; que Dios os conceda gracia y á mí facilidad para aconsejaros. Bien os han dicho, que el estudio debe ser una de las cosas que en cuanto sea posible ocupe vuestro tiempo, pues ilustrándoos, no sólo os hace conocer la rea- lidad de las cosas, sino que os pone en condiciones de que podáis mejor compren- der lo que os decimos, facilitándonos mucho el trabajo que hemos de hacer, por- que dada la manera que de comunicarnos los libres tenemos y el esfuerzo que hemos de hacer para traducir los pensamientos en las frases que son necesarias para que los comprendáis, cuanto mayor sea el caudal de vuestros conocimientos, con más facilidad nos entenderéis. Además de esto, que por sí sólo tiene ya valor suficiente para darse como recompensado del esfuerzo empleado en el estudio, hay otro y es, que la con- ducta y el modo de obrar y sentir, siempre en armonía con lo que se conoce, ha de ser mejor á medida que los conocimientos adquiridos sean mayores. Es muy frecuente echar las culpas de muchas cosas á la materia que consti- tuye vuestra envoltura carnal, y si no es así, pues la materia que no tiene con- ciencia no obra en sentido con mayor interés que en otro; la materia obedece á una ley y la cumple fatalmente, no se separa, no puede separarse del exacto cum- plimiento de la ley porque es regida; es el hombre el que está en mejor ó peor es- 316 LUZ Y UNIÓN tado moral, y por tanto con más ó menos facilidad para seguir los impulsos de esa materia á la que ha venido á unirse por ser precisamente el centro apropiado para su desenvolvimiento. Es decir, la materia es una y sujeta á una ley especial para cada mundo, y á los mundos vienen ios espíritus que por su estado moral é intelectual están en condiciones para evitarlo en provecho propio y general. Lo mismo ocurre con el mundo espiritual correspondiente á cada planeta habitado, que es de idéntica altura que el encarnado, pues constantemente se están reve- lando de uno en otro por el nacimiento y la muerte; y lo propio pasa en la cate- goría de los que no tienen ya que encarnar, es decir, en los que sólo están en este espacio de la Tierra como directores, que según es el estado general de los seres ó sean los discípulos, así es en relación el grado de bondad é inteligencia de esos espíritus preceptores; resultando en la escala infinita de perfección, nuestros maestros, alumnos de otros centros más perfectos. Dios en su bondad y sabiduría, todo lo ha hecho bien, así es que no podemos echar á nada ni á nadie la culpa de nuestro estado actual; todo en el Universo está sujeto á sabias leyes y por tanto nada es responsable del resultado, pues una causa en iguales condiciones produce fatalmente el mismo resuitado. El hom- bre es el sér inteligente que dotado de libre albedrío puede elegir una ú otra causa y es el único responsable ó acreedor al premio del efecto producido; esto es todo lo que el hombre hace, no forma leyes ni produce efectos; elige, aplica y determina las causas, y los efectos que resultan son los lógicos á las causas em- pleadas. Os abraza vuestra hermana que os quiere con toda el alma, Estrella. (Obtenida en ei Grupo «Paz», de Cartagena). Hermanos: Vuestro presente es consecuencia exacta de vuestro pasado; y sin embargo, cuando el dolor pesa sobre vosotros; cuando las contrariedades in- vaden ei camino de vuestra vida, os subleváis y os parece que pesa sobre vos- otros una injusticia, echando y atribuyendo á ios demás las faltas que redundan en perjuicio vuestro. Vinisteis á la tierra para ser probados; habéis venido para poner á prueba vuestra resignación, vuestra templanza y vuestra abnegación. • Creéis muchas veces que basta tener buenos deseos, para no ser probados, y precisamente cuando hay buenos deseos, es cuando se hace necesaria la prue- ba, y los buenos deseos se traducen en actos. Porque los buenos deseos, los más grandes anhelos y las más brillantes ideas, lo mismo pueden concebirse, y aun con más facilidad, en el espacio que en la tierra. Si no fuera para poner á prueba al sér que ha concebido una idea, si sabrá ó podrá realizarla, sería casi inútil la ley de la reencarnación. Dentro la prueba hay la lucha, y luchando es cómo se alcanza la victoria, y con la victoria la satisfacción propia del vencedor. Satisfacción desconocida cuando no se ha luchado; satisfacción que llena de gozo al sér, dándole nuevos REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 317 bríos para emprender otra jornada de trabajo cuando le No está haya el mérito llegado la hora. del espíritu solamente en saber luchar de potencia á tencia bien de po- en un ideal; el principal galardón lo obtiene cuando el sér además de la esfera lucha, de progreso por unos ideales, lucha también avasallar las para á reminiscencias llegar de su infancia espiritual, como son las nes, el orgullo, la imperfecció- vanidad, los celos, envidias, egoísmos, en fin, esta hoy domina y avasalla plaga que á esa pobre humanidad terrestre y de la cual quien estáis quien más, menos, dominados. ¿Qué significan, qué son los desengaños que os dan vuestros hermanos? Nada; no son otra cosa que poner á prueba en cada sér las dad, á fin leyes de relación activi- de y que vayáis poniéndoos dentro la corriente de medida afinidad, para que á que vayáis borrando vuestras faltas de ayer y saliendo vencedores en luchas las del presente, quede irradiante vuestra alma y dentro de esta irradiación vayáis abriendo el camino destinado á conduciros al final de la con santa paz y tranquilidad. jornada La ley de reproducción que existe dentro el mundo físico ó (también dentro material, existe el mundo de las ideas; así es como los pensamientos creados vosotros en deseo .del por bien, y en ideas grandes y elevadas, más ó menos tarde se reproducirán, aunque sea én el cerebro de vuestros adversarios, para que en el momento oportuno, venir, esos mismos adversarios, conducidos consciente ó in- conscientemente, á trabajar en favor vuestro ó de vuestros ideales. Mas para lograr ese resultado se necesita mucha serenidad; lo se llama reflejo verdadero que del alma. Reflejo por medio del cual entreveréis chispas de lo infinito, pero se os hace necesario lo que casi no tenéis, que es amor, amor y amor; palabra muy dibujada entre vosotros, poco sentida y menos ¿Qué qué practicada. son, significan las calíimnias, los menosprecios é os imputan vuestros inquietudes que hermanos? Nada habrían de significar, nada que afectara á los sentimientos de vuestra alma; tendrían que ser como flechas tra disparadas con- planchas de acero, que no la hacen mella; de este modo conservaríais una serenidad que no empañaría jamás el cristal de vuestro corazón. Fácilmente, de esta confortnidad, podríais tomar todas las cesarias ne- para manteneros precauciones dentro una dignidad espiritual, sin vuestro ni vuestra que alma cuerpo quedasen heridos ni maltrechos. Estos consejos, que si bien son vulgares, es de suma necesidad que se os re- pitan y recuerden, para poder conservaros en el puesto que debéis conservar. Nosotros deseamos que alcancéis aun más altura de la que alcanzáis ello es necesario y para que os preparéis. ¿Creéis acaso haber concluido vuestra tarea? No, no; no lo no lo creáis. No habéis penséis, concluido el trabajo, porque dentro el descanso ahora dríais obtener, que po- no encontraríais en él la satisfacción que ambicionáis. Entregaos á la corriente Divina, como se os ha dicho muchas minos veces, y los ca- de vuestro porvenir se os irán allanando y las dificultades mientras tanto, desaparecerán; no presidan vuestras intenciones, ni presunción ni vanidad de ninguna clase y sí sólo las presidan ideas altruistas y de amor á la humanidad. No porque parezca que hayan de ser inútiles todos cuantos esfuerzos que hacerse tengan para conducir á esta pobre y ciega humanidad á puerto de salvación. 318 LUZ Y UNIÓN no porque parezcan inútiles, repito, tenéis que cruzaros de brazos los que bebéis de las fuentes de lo infinito; muy al contrario, unidos los pocos afines que seáis y unidos sin mirar distancias, para que si con vuestra unión podéis aportar un granito de arena á ese gran edificio del progreso humano, no dejéis por apatía de aportarlo. Cada esfuerzo vuestro, nacido de noble y santa intención, dé ó no dé resul- tado á simple vista, no dejará de reportaros, en la vida del espacio, satisfacció- nes y dichas sin fin. Basta por hoy. Bibliografía Hacia la Gnosis. Ciencia y Teosofía, por Mario Roso de Luna. Librería de Pueyo, Madrid, 1909. Reciente aun su obra Evolutions solaires et séries astro-chimiques, el insigne Roso de Luna lanza á la ingrata palestra intelectual un nuevo libro que será leído, como todos los suyos, con ese cariño intenso que siente el profano hacia los seres que en planos más elevados van difundiendo la luz de la Ciencia. Roso de Luna es uno de esos maestros dotados de un espíritu sagaz de obser- vación y que va siguiendo, según vemos, un régimen analítico que urge tenerlo en cuenta para su consagración de sabio. Sabemos que la modestia del autor tardó en abrirle paso de profesor, sen- cillamente porque el ilustre científico no alardeó, en sus comienzos, de vani- dades pueriles que á nada conducen, ni de oropeles de magnates que para nada sirven, pues es de esas rara avis que les gusta más estudiar en la calma y sole- dad del laboratorio, que en la cacharrería del Ateneo de Madrid ó en tal ó cual café. Peña ó Club donde se habla mucho y no se llega á nada. No, Roso de Luna comulga en una escuela sincera y leal, lejos de los ruidos políticos y sociales que estorban la imaginación del escritor, pues de no haber sido asi, ya lo hubiéramos visto dentro de la Academia de Ciencias, junto á nuestro queridísimo amigo D. José Echegaray... Hacia la Gnosis es un voluminoso tomo de unas 240 páginas, en que el autor trata de hermanar la Ciencia con la Teosofía, inclinándose en ella al análisis matemático y filosófico, con vislumbraciones contemporáneas de resucitar cier- tos lemas prehistóricos perdidos entre la fábula y el mito de que adolecían las sociedades primitivas. Nosotros, que hemos leído á Hany, Leverrier, Cuvier y otros, aunque enemi- gos acérrimos de empirismos, podemos elevar á la categoria de aquéllos el nom- bre de Roso de Luna. El autor, gran partidario de la Psicología analítica, cree, y estamos con él, que existe una Biología, una Física y una Química Psíquica. Un estrecho abrazo á nuestro querido amigo. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 319 Ecos y noticias Por iniciativa del distinguido escritor espiritista D. Felicísimo López, laim- portante revista de Guayaquil (Ecuador) titulada Guia de la Verdad, ha abierto una suscripción con el fin dé recaudar fondos para erigir un mausoleo donde guardar los restos mortales de la insigne escritora y poetisa espiritista Amalia Domingo Soler. La primera suscripción alcanza á la suma de pesos 21'50. Gracias á Dios, ya no estamos solos en la cuestión del mausoleo, piles nos secundan El Espiritismo, de Buenos Aires; Iris de Pas, de Mayagüez, y Guia de la Verdad, de Guayaquil. Gracias, colegas. * * * ¿Y los escritos de la virtuosa Amalia? ¿se editarán? ¿podrán saborearlos las almas sencillas y buenas? ¿Es que hay espiritistas tan ingratos que no quieran contribuir con la módica cantidad de dies céntimos semanales para obtener todas las obras de la insigne escritora? ¿A qué obedece este silencio parecido al de los prístinos penitentes del tebaico desierto?... Dejad que lloremos, almas egoístas, porque el llanto, cuando es sincero, sube cual voluta de humo hacia las regiones del infinito, para bajar luego con marcada intensidad y disipar con el rayo divino las mentes obscurecidas por el egoísmo y la ingratitud... Dejad que lloremos. ífs ^ ti; Se encuentra enfermo en üpeó el activo propagandista de la doctrina espiri- tista don José Ramón Ballesteros. Celebraremos en el alma un pronto restablecimiento. * * * Ha sido nombrado Director de la Revista Nova Bevelaçao nuestro querido amigo don Raul Silva. • * * * Ha desencarnado la eximia escritora francesa y fundadora de la Revista espirita La Lumière, Mme. Lucie Grange. * * 4; La «Liga Espiritualista Francesa».—He aquí los artículos esenciales de su programa: 1." Organización y fomento de los espiritistas y espiritualistas entre sí; ayuda mutua; socorro á las viudas, huérfanos, ancianos y menesterosos; efertas y pedidos de situaciones. 2." Instalación en París, cerca de un Centro espirita, de un local para la recepción de los correligionarios de la provincia y 320 LUZ Y UNIÓN del exterior, con salón de conversación y de informes, sala de lectura y biblio- teca. 3.° Creación en provincias, en Argelia, en las colonias y en el exterior, de Centros ofreciendo ventajas análogas á las de París. 4.° Realzar, en sentido espiritualista, la educación de la juventud de ambos sexos, mediante la crea- ción de pequeños colegios familiares ó pensiones de familia, vinculados á los establecimientos de instrucción del Estado, en los Centros universitarios y do- quier sean reclamados y posible su fundación. 5.° Organización de conferen- eias; subvenciones á los conferenciantes; suscripciones para la publicación de obras previamente sometidas al Comité central de la «Liga» y aprobadas por éste; subvenciones á los investigadores espiritualistas después de examinar el objeto y la utilidad de sus investigaciones. 6." Obras generales de beneficencia, sin distinción de culto, creencias ú opiniones, con motivo de accidentes, catás- trofes,etc. * * * Por asuntos particulares, ha dejado la Presidencia de la Sección de Confe- rencias Científico-sociales de la Academia Modelo, nuestro buen amigo Pébo de Limosin. ^ • . • * ^ Parece que se iniciará en breve entre los espiritistas un importante movi- miento á favor de la lengua del Dr. Zamenhof. Desearíamos que estos rumores se confirmasen. * * * Ha llegado á Mayagüez, de regreso de Guayama donde había ido á desean- sar de las faenas periodísticas, la distinguida escritora D."^ Agustina Guffaint, viuda de Doittau, directora de nuestro querido colega El Iris de Paz. * * Ha desencarnado en la Penitenciaria de San Juan, nuestro hermano en creencias Juan Torres López. * * La Revista Le Spirite, publica lo siguiente: «Un oficial naval, perteneciente á nna familia francesa tan antigua como ilustre, fué advertido por un medium de que podria evocar la presencia de cualquier espíritu, encarnado ó desencar- nado, á quien deseara ver. Evocó á una prima suya que estaba en Londres, y ésta se materializó de un modo tan perfecto, que el oficial pudo tomarle la mano, recibiendo de ella un anillo. Al día siguiente fué á Londres, visitó á su prima y le preguntó lo que estaba haciendo á esa hora el día anterior. Contesté que se había sentido vencida por una inexplicable somnolencia y que al des- pertar había echado de menos un anillo. «Aquí está», dijo el oficial, explicán- dole al mismo tiempo cómo había venido á su poder. Cuando años después el Ledo. Pedro Cherost, abogado de los Tribunales parisienses y miembro del Congreso Municipal, en una conferencia sobre el Espiritismo, narraba este he- cho, el oficial de marina á quien se hacia alusión lo confirmó en todos sus de- talles». REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 297 A la humanidad en general ¡Pobre humanidad! te agitas y los hombres han cambiado en un continuo delirio, por un centro comercial. por deshacer el martirio Esta recomienda calma, que sobre tu sér gravita; fe, esperanza y amor, aun eres muy pequeñita no exige de ti el favor en tu modo de pensar, ni sufragios por tu alma; y no puedes progresar no te da la voz de alarma moralmente en tu camino, del fingido sin piedad, porque ignoras el destino sólo exige caridad que otro día has de ocupar. y querernos como hermanos; Tú te quejas de un verdugo y reine entre los humanos. que tritura tu existencia, Faz, Justicia é Igualdad. sin ver que tu inexperiencia No tiene templos ni altares, es la causa de tu yugo; ídolos, ni sacerdotes, ignoras que á Dios le plugo posee tan grandes dotes dotarte de la razón, que prescinde de auxiliares; y con tu absurda inacción sus ritos son familiares te llamas indiferente, de pura fraternidad, formándose así en tu mente recomienda la humildad una mentida ilusión. la paciencia y el amor, Tu deseo destruir, y rinde culto al Señor es tu prurito disfrutar, en el templo universal. persigues un bienestar Esta desmiente el infierno que no podrás conseguir; y el ficticio Satanás, te causa pena morir te dice seas perspicaz, y á la tumba descender, que es tu porvenir eterno; no has llegado á comprender inculca en tu fuero internó el por qué de tu existencia, su hermosa filosofía, tu adormecida conciencia ella te sirve de guía t# sepulta en el no ser. con su refulgente luz, Yo á llevar la te advierto te cruz, que por eso ayuda tu no es peor tu situación, que arrastras en agonía. te llama una religión Despierta, indaga, deduce, más sabia y de más progreso; reflexiona, mira y piensa es un credo de más peso que aquí tu sér no comienza, el que inculca tu ideal, ni que á polvo se reduce; la sabia y pura moral fíjate bien, que ya luce que enseñó el Crucificado, el sol de tu porvenir, 298 LUZ Y UNIÓN no te dé pena morir de que tu fin y seguro ocupar no está en la tumba, en tu infinita carrera que aunque tu cuerpo sucumba, tu YO siempre ha de vivir. En fin, salte del abismo en vives al Fija que toda azar, tu atención y si en ese bello quieres progresar, concierto, estudia el y repasa el libro Espiritismo; abierto trabaja con heroísmo que te enseña la Creación; por dominar tus deja la vana ilusión pasiones, no te formes de esta ilusiones vida pasajera, por ser feliz en la eleva tu á tierra, yo otra esfera que en lucha cruenta que otro día y has de guerra tocar, pagarás tus tentaciones. Velez-Málaga. Francisco Ríos. Suscripción para recaudar fondos al objeto de erigir un Mausoleo en donde guardar los restos mortales de la insigne escritora espiritista D.° Amalia Domingo Soler. Ptas. (Sigue abierta la suscripción). Suma anterior 972*05 Miguel Bordallo, de Sta. Amalia 5 Angel Sáez, de Tánger 9 Angel García, de id 3 Luisa Sánchez, de id. 3 Gabriela O. de Osa, de Necochea 18'80 Mariano C. Lavié, de id 23*50 Fermín Sagosela, de id 2*35 Pedro Iraola, de id 13*55 « Ramón Cullaré, de Aedo 9 Manuel Ricart, de Lezignán 10 Bonifacio Sanz, de Ciudad Real 1 Catalino Pérez, de Mira 5*20 Belén Martínez, de Almansa 5 Total. .... 1080*45 ESPIRITISTA KARDECIANA 299 REVISTA La Fotografía Espirita (Continuación) fotografía cuestión es ésta; y ante ella vamos á aquilatar su valor, La en siguiendo las reflexiones del Dr. Ochorowicz. El amano, la preparación previa de la placa, queda totalmente excluido, porque la placa procedía de caja nueva é intacta y la indiscutible hono- una rabilidad del operador. no había ¿Un compadre? Tampoco puede admitirse por varias razones; ésta no sabe una sola en la casa más personas que el doctor y la medium y palabra de francés, y nadie había entrado en su habitación. no Colocada la de adulto máquina á unos 50 centímetros, una cabeza hubiera cabido en la placa y hasta la cabeza de un niño hubiese sido dema- siado grande. Examinando atentamente las posiciones relativas de la má- quina fotográfica, la mesa y la silla, resulta que era materialmente impo- nece- sible que una persona viva, adulta ó no, se colocara en la posición saria para ser retratada de este modo, porque sentada, la cabeza quedaría sólo fuera y por encima de la zona de foco ó fotografiable; arrodillada, hubiera sido fotografiado el pecho, y únicamente una persona más pequeña más que la co- que un niño de 6 años y con una cabeza todavía pequeña hubiera rrespondiente á esa edad y que no tuviera ni piernas, ni vientre, podido dar tal imagen. han De modo que respecto al punto de vista óptico, las condiciones sido admirablemente elegidas para probar la imposibilidad del concurso de una persona viva. —¿Una fotografía entonces?... ¿Una reproducción de un fotograbado? cuadro recortado colocado ante el objetivo para imitar el retrato? ¿Un y Esta última es la sola suposición discutible, y hay que reconocer que la primera impresión que produce el retrato es esa, sobre todo por el borde de la imagen que parece presentar un fondo más claro, recortado torpe- mente. Pero, precisamente, esa torpeza aparente dá que reflexionar. La Srta. Tomczyk, que es muy diestra, ¿hubiera sido lo bastante imprudente ó descuidada dejar ese borde comprometedor tan fácil de quitar? para Habría equivalido á crear un manantial de sospechas. fotografía hubiera servido de modelo, tampoco puede admitirse Una que 1 Una fotografía corriente hubiera dado una cabeza por varias razones: mucho más chica; 2.^ Nadie se retrata con el vientre envuelto en una 300 LUZ Y: UNIÓN toballa; y 3.*'^ Una fotografía no hubiera producido al rededor de la cabeza ese borde, orilla ó ribete enigmático. Tendríamos que suponer una preparación Habría muy larga y que recortar engorrosa. un fotograbado grande ó retrato al óleo, pegarlo sobre un fondo negro (que podría reconocerse fácilmente en una rodearlo de la toballa, reproducción), fijarlo todo sobre un plano hacer una luz artificial vertical, conveniente y, en fin, disimular todo este arreglo. Pero, ¿cuándo y por qué? Puesto que nadie había entrado en la habitación, y la Srta. salió la primera Tomczyk y entró la última, sin haberse La separado un solo instante. hipótesis de un fondo artificial es incompatible con el de la toballa aspecto que visiblemente rodea el talle de la figura y con la paldo de la punta del res- silla Visible á la derecha del retrato. Otro detalle. Comparada la hoja de papel secante, du- rante el fenómeno, transportada rota en parte y plegada formando un ángulo como de 95°, se ve que es el que ha servido para cubrir el del fantasma. En pecho la fotografía este papel está tapado en sus extremidades . los cabe- líos. Visiblemente por traídos hacia adelante para cubrir las espaldas, invisibles ó no formadas. Estos cabellos aparecen mal dibujados, sobre todo hacia abajo y como fundidos en una masa, no obstante lo suficiente de la luz. La luz que hizo posible esta fotografía no de un solo Viene proviene del lado punto. izquierdo y proyecta sobre la imagen, en arriba (en el parte por lugar donde el borde que rodea la cabeza es más ancho y más claro) y en parte, también, por abajo, cayendo por la mitad izquierda de la toballa, proyectando su sombra sobre el canesú de papel secante, y además el borde de la figura parece presentar otra luz propia. ¿Debemos suponer un fenómeno mixto, en parte verídico y en falso? La medium parte no tenía en su equipaje nada parecido á este retrato; nada análogo existía en la casa, y siempre que había salido á la calle iba acom- panada por el Dr. Ochorowicz. Todavía, apurando el estudio de este caso singularísimo, Ochorowicz expone, también, la posibilidad de que la Chiquita Stasia, que sabe hacer aportes, hubiese podido traer una imagen cualquiera, recortarla, vestirla con el pedazo de papel secante, envolverla en la toballa, sostenerla ante el objetivo, producir el resplandor con la ayuda de un poco de nesio polvo de mag- y por último volver las cosas á su anterior estado y situación... Este supuesto, bastante complicado y extraordinario en sí, está total- mente destruido por la posición del cabello, tapando los extremos del papel secante; por la falta de detalles de la habitación, pues un chispazo ó resplandor de rhagnesio no retrata sólo la figura, sino también el fondo de la habitación, y finalmente y sobre todo, por la doble ó triple luz se manifiesta que en la fotografía. REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA 301 El principal punto luminoso, que ilumina la frente de la figura, indica venir de lo alto; pues bien, un chispazo magnético, cuyo resplandor se produjera encima de la cabeza y frente al objetivo, necesariamente hubiera en velado la placa. Y la placa no está velada; la imagen, que tardó tanto aparecer, resulta nítida y transparente. En el ángulo superior izquierdo del cliché, el fondo está algo ennegrecido, indicando la dirección de la luz. Este cliché es tan fácil para dar copias, que con papel sensibilizado al bro- muro y una lámpara ordinaria de petróleo, apenas se dispone lo necesario para sacar la copia, cuando ya está hecha. Y vamos á tratar del borde, de esa sospechosa orilla, que parece un recorte torpemente hecho. Salvo que en algunos puntos se adelgaza y en siem- otros del se ensancha, lo bastante para excluir la suposición recorte, la pre es rigurosamente paralela al contorno, particularidad que desvanece ida de torpeza y la de que se trate de una figura recortada. Examinada atentamente con una lupa ó lente de aumento, esa orilla más clara se presenta como un detalle particularísimo, en relación íntima con lo demás. no Se ve (en el cliché solamente, pues la reproducción en fotograbado permite apreciar estos pequeñísimos detalles) que rodea la parte exterior una de la cara y también la interior en y que este borde se descompone serie de burbujas ó globulillos justapuestos, ya solamente más claros que el resto, ya relucientes como si tuvieran luz propia ó reflejada, son muy regulares forman como un empedrado de discos brillantes. y ¿Qué es esto? En todo caso no es una adición fortuita ni accidental y tendrá una significación y una explicación. La veracidad del fenómeno acaso se haya hecho más verosímil, pero no vez comprensible, y el fenómeno en sí mismo es demasiado extraordinario (tal único en su género) para encontrar una confirmación relativa, por analogía. Varias Veces se han fotografiado espíritus. Se han obtenido fotografías transcendentales, como las denomina Aksakof, es decir, fotografías de se fantasmas, invisibles á los ojos no sensitivos; pero que yo sepa, jamás ha Visto un fantasma fotografiarse á sí mismo, en una habitación cerrada y obscura y aparentemente sin ninguna participación de medium. (El caso presente, aunque rarísimo, no es único, como parece creer el Dr. Ochorowicz; el traductor posee copia de una fotografía, amable regalo de en la alcoba sus hermanos de Italia, obtenida en Roma, hace cinco años, de la medium Srta. Randone, que aparece dormida en su cama, y ante ella, sentada en una silla, el fantasma, rodeado de un extenso nimbo lumi- emanado de él, pues la habitación estaba totalmente á obscuras y la noso máquina fotográfica se dejó con el objetivo abierto. El cliché de esta foto- grafía lo posee nuestro distinguido hermano Enrique Carreras, empleado de correos en Roma). 302 LUZ Y UNIÓN El Dr. Ochorowicz ha resuelto pretender la obtención, sino de una repetición íntegra del fenómeno, ante testigos, lo que será probablemente imposible, á lo menos una reproducción parcial y gradual, para reconstituir el hecho por completo, experimental y teóricamente comprobado. Pero antes y convencido de que por sus reflexiones personales no descubriría mucho más, decidió interpelar á la Chiquita para alcanzar explicaciones, y en el número próximo conocerán nuestros lectores esa curiosísima co- municación fecunda en enseñanzas novísimas. Versión de V. G. Ruy Pérez. (De los Amales des Sciences Psychiques). William T. Stead A mi querido amigo Miguel de Unamuno El célebre y conocido filósofo inglés, editor de la Review of Reviews, M. Willam T. Stead, se ha declarado abiertamente espiritista. Sus artículos sobre una serie de sensacionales experiencias de que aca- ba de ser testigo en presencia de su compatriota el eminente físico Sir Oli- ver Lodge y otras distinguidas personalidades británicas, y en fundar en Londres una oficina que sirva de comunicación con el más allá, han lia- mado poderosamente la atención de los inteligentes, materialistas, escépti- eos é indiferentes. El caso sorprendente de esta conversión no es para menos. Stead es un hombre dignísimo, de alta reputación social y muy popular en Inglate- rra por sus artículos literarios y filosóficos; es un titán intelectual que el pueblo venera y ama con orgullo. Este cambio de ideales en la figura del editor de Review of Reviews ha dado origen á que los materialistas soltasen una sarcàstica carcajada que ha hecho temblar á media Europa y que Stead ha oído sin preocuparse de las revueltas y torbellinos á que podía dar origen. Los periódicos de su país y de fuera, unos lo han censurado enérgica- mente por su proceder, otros han dicho que estaba de broma y los más lo han calificado de chiflado y perturbado en sus facultades mentales. Yo sé que Stead, ante las burlas y las críticas acerbas de sus amigos y enemigos, no hará lo que hizo un hijo de la poderosa Albión, ya difunto, llamado George Meredith. 307 REVISTA ESPIRITISTA KARDECIANA Alian Kardec ® Al señor Doctor Luis G. Páez, distinguido médico homeópata colombiano. Es innata en el hombre la tendencia que sin cesar le impele hacia adelante; y un manantial de luz edificante brota de la preclara inteligencia. ¡Alian Kardec! difundes con tu ciencia verdadero progreso, á cada instante; y al austero saber sacas avante, eclipsas la barbarie en su insistencia. y Si el espíritu asciende hasta la altura donde moran los seres superiores, ya libres de la. cárnea vestidura: Tus obras son destellos y esplendores del mundo que recorre la criatura y nos hacen prever vidas mejores. Rafael Gutiérrez Inz. Bogotá, Junio de 1909. Proyecto para editar los escritos de Amalia Domingo Soler LISTA DE SUSCRIPCIÓN Suma anterior. . , ejemplares Antonio Juan Bonet, de Ibiza. . . Luis Vallés, de Guadalcanal . . . Luis Cofiño, de Sta. Coloma de Parnés José M.^ Amat, de Elda Juan Monsonís, de Barcelona . . . Dolores Candela, de Jijona. . . . Belén Martínez, de Almansa ... Total 105 ejemplares (Sigue abierta la suscripción). sintetiza 750 sonetos ó monografías de hombres célebres, (1) Del Partenón^ libro inédito que en la historia del género humano. 310 LUZ Y UNIÓN Visto obligados á abandonar. En otros términos, el Centro ha su radio de ensanchado acción con gran satisfacción suya. Cada persona que desea entrar en relación con los de muertos, se le que ella misma ruega fije antes de que el Centro acepte la hechos los que ella tentativa, considere como pruebas irrefutables que se ha comunicación en directa puesto con el desaparecido. Es maravilloso al ver sión la de confu- pensamientos que asaltan este objeto. No hacemos todavía más que empezar. Hemos trazado una encima línea del río de la por muerte, línea con la cual los del podemos comunicarnos con otro lado. Esto es solamente un principio. Más serán tarde, otras líneas trazadas, un puente colgante será drá gradualmente tiempo constituido, y ven- en que un puente de sólida construcción unirá las dos puente, con la orillas; ayuda del cual los vivos y los muertos podrán establecer constantes y regulares comunicaciones. Es imposible, debido al tiempo de poco que dispongo, de describir detalladamente ó de indicar mente sola- las pruebas dadas á las personas que se han Centro. Ya dirigido á nuestro tendré quizás la ocasión de hablar de dicho asunto una ma vez. próxi- Sin embargo, es mucho más interesante de relatar en este momento hecho un notable que se produjo la semana anterior en el Centro Este hecho «Julia». se sale del marco de los asuntos regulares del como da Centro, pero que luz por un ladó á las operaciones que lleva á cabo, eso merece ser citado por con algunos detalles. Los miembros del Centro en Mowbray House, «Julia», se reúnen cada mañana a las diez para conferenciar con su directora que es medium vidente, y ocupa el asiento del círculo. Después presidencial de rogar y una breve lectura, se los recibidos leyeron por los secretarios mensajes improvisados al efecto de la vidente «Julia». Entonces cubriéndose el rostro con las manos, describió las formas veía, y que son invisibles que por los otros, repitiendo los Generalmente mensajes que recibe. estos últimos se refieren á los asuntos del algunas Centro; veces los pero espíritus atraídos por las simpáticas Vibraciones creadas por la pequeña reunión aparecen y envían mensajes á los están sentes. Es que pre- una intervención inesperada de este género la reseñar. que voy á Era en la mañana del 16 de Septiembre. El día anterior había tido á la prome- princesa Wiassemsky de acompañarla á Mourmelou-le-Grand, KARDECIANA 311 REVISTA ESPIRITISTA su cerca de Chálous, para asistir á los ensayos de aeroplano en los cuales de haber recibido dos bre- hijo debía proceder el lunes próximo. Después de «Julia», la vidente dijo: «Oigo otra voz que habla». Sin Ves mensajes embargo, cito aquí las notas siguientes sacadas del libro del secretario: —Si V. Va á Chálous, yo iré con usted. Mr. W. Stead.—¿Quién es el que habla? mi nombre es Le- La Vidente.—Soy muerto desde hace algún tiempo; febvre. (Aunque extraño, este nombre no evoca en mí ningún recuerdo. parezca Cuando Lefebvre murió yo estaba en el extranjero, y creía que no fuese alguno que hiciese mucho tiempo que hubiese fallecido). Ningún miembro del círculo reconoció este nombre. Mr. W. T. Stead.—¿Conocíais el aeroplano de Bolotof? —Sí. Decid á este joven que no sea demasiado temerario, porque será probable que su motor.no funcione normalmente. No pienso que muy tenga eso que llamáis un accidente, es necesario que vigile cuidado- pero sámente su motor; moderad su impetuosidad. V. no suba. Me es preciso ir en sobre este asunto por media- con V. allí porque deseo escribir seguida ción suya. Mr. W. T. Stead.—¿Bolotof os conocía? —No, solamente un día lo encontré. Mr. W. T. Stead.—¿Qué hacíais cuando vivíais en la Tierra? —Era mecánico. la co- Entonces se puso á hablar otro espíritu y quedó interrumpida municación. día siguiente, «Julia» siguió el curso de sus comunicaciones y entre- El ir con sacó lo siguiente: «Este hombre llamado Lefebvre dice que quiere usted á Chálous. Espera que V. irá». Mr. W. T. Stead.—Pedid á Lefebvre si es él quien murió en un acci- dente de aeroplano. —Sí, creía que V. lo sabía. T. Stead.—^¿Podría V. comunicarse directamente conmigo? Mr. W. ¿Habla V. el inglés? al medium —No, de ninguna manera; pero transmito mis pensamientos y' á la Vez los traduce en inglés. Mr. W. T. Stead.—¿Conocíais á Bolotof? 312 LUZ Y UNIÓN —Me encontré con él. Creo que su triplano es muy . bueno, pero no será por demás de que vigile su motor y de ver si todo funciona bien. Mr. W. T. Stead.—¿Qué fué lo que causó vuestra caída tan rápida? —No tuve tiempo ni de pensarlo; cuando uno cae no tiene tiempo de reflexionar el por qué de su caída. Mr. W. T. Sfead.—¿En vuestra inesperada caída conservasteis la san- gre fría? —He aquí lo que sentí. Tuve conocimiento que caía, pero antes de llegar á tierra ya había perdido el conocimiento. Ya no sentí ningún dolor ni ninguna sensación en mi cuerpo físico. Me pareció que mi espíritu se había alejado ya. Tuve una sensación de rotación rápida, después alguna cosa cedió súbitamente y me encontré en el aire, viendo debajo de mí el aparato y mis restos mortales. Esto no me fué desagradable. Me di cuenta en seguida que un sér muy poderoso me tranquilizaba rodeándome, y que mañana este mismo sér ensayará de escribir por medio de vuestra mano cuando estaréis en Chálous. El sábado 18 de Septiembre telefoné á Mr. Bolotof el aviso que había tenido á propósito de su motor y que me venía de un espíritu diciendo que se llamaba Lefebvre. Me contestó que estaría prevenido. El lunes llegamos á Mourmelou. El motor verificó las pruebas con cui- dado y parecía que funcionaba perfectamente. Ninguna persona experta en los aeroplanos podía pensar que este motor pudiese tener ninguna ave- ría. Era un Panhard de cuatro cilindros. Había verificado tantas pruebas, y había sido ensayado tan á menudo, que parecía imposible que hubiese de fallar en su funcionamiento. Pero á las seis, cuando Mr. Bolotof subió á su sitio, le fué imposible el hacer funcionar la máquina. Nada absolutamente funcionaba, la mane- cilla para ponerlo en marcha se rompió, y con nuestro gran sentimiento los ensayos tuvieron que ser abandonados. Dejo á otros el cuidado de explicar el fenómeno. En cuanto á mí, me contento en poder garantizar en absoluto todo lo antès dicho, exactitud que confirma por otra parte el resultado estenográfico y al mismo tiempo las declaraciones hechas de cuatro ó cinco personas que oyeron esta ad- vertencia.— W. T. Stead>. Traducido de Le Matin del 24 Septiembre últiuio, por P. Barreras. Obras que se hallan de venta en la Administración de esta REVISTA Nuestras Fuerzas Mentales Itlodo 'esperance 11 Egpiflligmg j la Aiatpía por J. BOPVÉRY Cada obra forma un voluminoso tomo en 4.° mayor, letra del 12, en tela, con elegantísimas tapas alegóricas, cada una 7*50 ptas.—En rústica, 6 ptas. STA Revista se ocupa de todo» los asuntos' que se relacionan con el Espiritismo; para ello cuenta, además de su cuerpo de Eedacción, con la asidua colaboración de espiritistas de gran valia y con la protección de sus guías espirituales. Ve la luz, en cuadernos mensuales de 36 páginas, cubiertas inclusive, del 20 al 25 de cada mes y regala á sus suscriptores al efectuar el pago del abono, una obra espiritista cuyo valor no baja de 2 pesetas. PRECIO DE SUSCRIPCIÓN \ España 7 pesetas Por un año. . i Extraojero. 12 » Número suelto 0'50 » CPAGO ADELANTADO) Los Sres. suscriptores al efectuar el pago de su abono se les rue- ga añadan 0*50 pesetas para el franqueo y certiflcado de la obra de regalo, de lo contrario tendrán que mandar recogerla en la ad- ministración, y los que la deseen encuadernada deberán remitir una peseta más. lli S T R U O C I O N E S Los Sres. suscriptores de España pueden efectuar sus abonos en se- líos de correos, sobres monederos ó billetes de Banco, siempre en carta certificada. Los del Extranjero en letras de fácil cobro, billetes de Banco de sus respectivos países cuyo valor les será abonado al cambio que obtengan el día de su recibo. En los países en que tenemos corresponsales administrativos pueden efectuarse los pagos directamente á ellos dando conocimiento á esta Ad- ministración. Los giros á nombre del Administrador. La correspondencia á la REDACCIÓN Y ADMÍNISTRACIÓN Calle Cañón, 9, 1.°—Barcelona (Gracia) Diríjase toda la correspondencia á la Rambla de Cataluña, 118 Obra de regalo para el presente año: La Verdad frente á frente del error, por Faustino Isona. Un tomo en 4.° de 240 páginas, en buen papel y esmerada impresión. Imp. de LUZ Y UNIÓN, Rambla de Cataluña, 118.—Barcelona